Memory Of The Camps

“Grave N°4
Approx. 2,000
27th april, 1945”

No es nada nuevo, que las películas que se consideraban “perdidas” encuentren nueva vida con las restauraciones digitales.
En los últimos años, hemos podido disfrutar de imágenes, que de otra manera se habrían perdido en la memoria, y hemos podido completar películas que estaban ya olvidadas.
Para el 24 de abril de 1945, “El Maestro del Suspense” Alfred Hitchcock, ya había rodado más de 20 películas, entre ellas, títulos conocidos como:
“Blackmail” (1929), “The Man Who Knew Too Much” (1934), “The 39 Steps” (1935), “Sabotage” (1936), “The Lady Vanishes” (1938), “Jamaica Inn” (1939), “Rebecca” (1940), “Suspicion” (1941), “Saboteur” (1942), “Shadow Of A Doubt” (1943), y “Lifeboat” (1944), por decir las más famosas.
Por otro lado, las tropas británicas, rusas, y estadounidenses, llegaban a los campos de exterminio, y se encuentran frente a una realidad oculta, que debían desvelar para la Historia.
Fue durante La Segunda Guerra Mundial, el gobierno de Washington recabó el apoyo de las grandes figuras de Hollywood.
Los más importantes directores, demostraron su compromiso con obras actividades de propaganda, algunos firmaron documentales notables, como John Ford o George Stevens.
Entre los cineastas que filmaron los campos, Stevens, autor de “Dunga Din” (1939), y “Woman Of The Year” (1942), rodó una serie de imágenes en color, que fueron secuestradas, porque superaban lo soportable; documentales como:
“That Justice Be Done” (1945), “Nazi Concentration Camps” (1945) y “The Nazi Plan” (1945)
Por otra parte, el operador británico, Sidney Bernstein, rodó también imágenes de los campos de Bergen-Belsen, que fueron supervisadas por nada más y nada menos que por:
Alfred Hitchcock; pues se precisaba, que un cineasta con experiencia, hiciera creíble aquellas imágenes increíbles, para que nadie pudiese decir jamás, que aquello era falso, o que era un montaje cinematográfico.
De inicio en Gran Bretaña, se produjo una gran decepción, que el más famoso director británico del momento, permaneciera durante la mayor parte de la guerra, en Hollywood, atado a su contrato con David O. Selznick, rodando películas de suspense, como “Rebecca” (1940)
El productor Michael Balcon, criticó su escaqueo, o “plump”, sin citarlo pero refiriéndose claramente a Hitchcock.
Sin embargo, su contribución a la propaganda, consistió en un breve rodaje en 1941, para el cortometraje de John Cronwell y Harol Kress, titulado:
“Watchtower Over Tomorrow” (1945)
Y en 2 cortos dramáticos, encargados por El Ministerio de Información británico, que realizado en enero y febrero de 1944, llamado “Bon Voyage”, que sólo fue proyectado en Francia, y “Aventure Malgache” (1944), que quedó sin exhibir.
Ambos filmes, serían estrenados en 1993, y emitidos por televisión en Francia, 2 años más tarde.
Sidney Bernstein, director de Memory Of The Camps, convenció pues, a su amigo Alfred Hitchcock, para que abandonara Hollywood durante varias semanas, y colaborara en el rodaje del documental.
Así, al final del conflicto bélico en Europa, Hitchcock aceptó la petición de participar, puesto a cargo de Bernstein, con el “key code” o “pietaje” registrado, que es el número que coloca el fabricante en el negativo, que identifica cada pie de película; lo cual permite, a la hora del corte de negativo, identificar con exactitud, el fotograma donde debe realizarse cada corte; encontrado por las tropas británicas y soviéticas, en los campos de exterminio nazi, más particularmente, en Bergen-Belsen.
En un principio, con el documental, se trataba de hacer reflexionar al pueblo alemán, sobre su responsabilidad en las atrocidades registradas en ese “pietaje”, pero para cuando el documental finalmente estuvo terminado, era demasiado tarde para estrenarse, y perdió toda relevancia.
Aun así, Hitchcock llegó a Londres en los últimos días de junio de 1945, cuando ya estaban montadas las 3 primeras bobinas del film.
Y se marchó un mes después, cuando el proyecto agonizaba.
Durante ese tiempo, su colaboración fue presencial, limitándose a hacer sugerencias, sobre el uso de las imágenes, y prestando su nombre en los créditos como “Treatment Advisor” o “Consejero del Guión”
Alfred Hitchcock, debatió las ideas de los guionistas Colin Hill y Richard Crossman, ambos periodistas del London News Chronicle; y aconsejó a los montadores Stewart MacAllister y Peter Tanner.
Este último explicaría, años después, que Hitchcock insistía sobre todo, en asegurar la comprensión y credibilidad de los terribles hechos filmados.
Hitchcock insistió, según Bernstein, para que se dé una información sobre los pueblos de los alrededores de cada campo, si no sería una película como un mapa, los campos podrían encontrarse en cualquier sitio, lejos de la humanidad.
Es él, quien aportó esta dimensión a Memory Of The Camps.
El testimonio de Peter Tanner sobre Hitchcock, es que este insistió en que “teníamos que prevenir el hecho, de que la gente pudiera pensar, que era una falsificación… así que, en el momento de elegir en el material, Hitchcock tenía cuidado con lo que pudiese llevar a tal punto de vista por parte del público”
El Maestro del Suspense, ordenó que se mantuvieran las panorámicas que enlazaban los verdugos nazis, desenterrando los cuerpos de sus víctimas con los judíos exterminados, por ejemplo.
Todo indica que Hitchcock, actuó impulsado por la necesidad de corregir su falta de compromiso durante los momentos más amargos de su país.
Pero nunca le había interesado el género documental, ni tampoco sabía cómo encararlo.
Así que “celebró en silencio”, que las autoridades británicas paralizaran el proyecto; ya que se cuenta, que se encerró en casa, y durante una semana, ni siquiera apareció por el estudio Pinewood.
El Maestro de Maestros en el arte de hacer sentir miedo, jamás había experimentado un horror similar, al el que le produjeron aquellos rostros esqueléticos, recién salidos de Dachau y Mathausen, junto a las terribles historias no contadas, que sugerían las cuencas oculares hundidas de aquellos cadáveres vivientes.
Según indica el diario The Independent, Hitchcock acabó afectado por las imágenes, que nada más completar el primer visionado, no encerró en sí mismo.
El director, se sintió conmovido por las imágenes del exterminio, y quiso que su película, instara a los alemanes, a asumir su responsabilidad colectiva.
Hitchcock, se marcho de Londres al final de Julio.
En septiembre, el equipo acaba el trabajo de montaje y sonido.
Se consiguen 5 bobinas, y se espera, en vano, la 6ª bobina de los rusos.
La intervención del Foreign Office, marca el final de la participación de Bernstein en un contexto político oscuro, con la disolución del Psychological Warfare Division (PWD) o “Guerra Psicológica”, o “Guerra Sin Fusiles”; y El Supreme Headquarters Allied Expeditionary Force (SHAEF) o “Cuartel General Supremo de Las Fuerzas Expedicionarias Aliadas”, y sobre la base siguiente:
“No más atrocidades que ver por los alemanes”
Por otra parte, 5 de las 6 bobinas, sin títulos de créditos sobre los campos, rodadas en 1945, las 3 primeras bobinas, correspondían al material sobre Belsen, fueron presentadas en Mayo de 1985, por la serie de televisión Frontline; de las cuales informó, que las 5 primeras bobinas, fueron transferidas en 1952, del British War Office Film, al Imperial War Museum en Londres, que lo archivó con el título:
“Memory Of The Camps” con una lista, fechada del 7 de Mayo de 1946, que indicaba que la 6ª bobina, correspondía a la liberación de Auschwitz y Majdanek, por los rusos, y que se encontraba en Moscú en manos de sus realizadores.
La adquisición del metraje llamado “F3080” por Frontline, le llevó a pedir al actor Trevor Howard, que grabase el texto original.
El documental, fue difundido el 7 de mayo de 1985, 40 años después de la liberación de los campos, tal como se encontraba en los archivos del Museo, con una banda sonora incompleta, y con el título de “Memory Of The Camps” que le había dado el Museo.
“60 years ago, in the spring of 1945, Allied forces liberating Europe found evidence of atrocities which have tortured the world's conscience ever since”
El Imperial War Museum “coló” la noticia, de una película inédita de Alfred Hitchcock, que ni era inédita, ni en realidad, era muy de Hitchcock…
La historia de este documental, es conocida.
La PWD del Cuartel General de Los Aliados, inició su producción, etiquetada como “F3080” en febrero de 1945, utilizando filmaciones de camarógrafos británicos, estadounidenses, y rusos; y 3 meses después, se acordó la colaboración del Ministerio de Información británico, y de la Oficina de Guerra estadounidense.
Allí, Hitchcock tendría una participación tan breve, como secundaria.
Memory Of The Camps es un documental, realizado con archivos recopilados en 1945, conocidos como “F3080” sobre la liberación de los campos de Auschwitz  y Majdanek, filmada por las tropas aliadas, y con los que Billy Wilder montó en 1946, otro documental llamado “Die Todesmuhlen” o “Molinos de La Muerte”
Memory Of The Camps fue presentado en El Festival de Berlín de 1984; y sonorizado en 1985, bajo la dirección de Sidney Bernstein, con la escasa y corta colaboración de Alfred Hitchcock, como consejero en el guión, y asesor del montaje.
El guión es de Colin Hill y Richard Crossman; el montaje corre a cargo de Stewart MacAllister y Peter Tanner; y es narrada por el actor Trevor Howard, usando archivos cinematográficos del Imperial War Museum de Londres; del Bundesfilmarchiv; Transit Film GmbH; British Movietone News; y todo bajo la producción de WGBH Educational Foundation, Frontline, y The Public Broadcasting Service (PBS)
Memory Of The Camps es un documento fechado, 7 de mayo de 1946, que describe su contenido como:
“La liberación de los campos de Auschwitz y Majdanek, filmada por las tropas soviéticas”
Los estadounidenses, pretendieron llevarse el montaje a München, y ponerlo en manos de Billy Wilder.
Como no lo consiguieron, se retiraron.
Con los mismos materiales, Wilder elaboraría otro documental, titulado “Die Todesmuhlen”, que se estrenaría en enero de 1946, en las zonas de Alemania, bajo control de EEUU.
Finalmente, “El Proyecto F3080” quedó huérfano al disolverse la PWD; y el Gobierno británico decidió, que el contenido contravenía sus propósitos, de convertir a la nueva Alemania, en un aliado preferente, y la producción quedó abandonada, incompleta.
En 1952, las bobinas editadas, fueron transferidas al Imperial War Museum, en Londres, enlatadas bajo el título “Memory Of The Camps”
Allí permaneció archivado, un copión sin sonorizar, hasta que fue rescatado y proyectado en El Festival de Berlín en 1984.
Un año después, lo difundió la PBS, en el programa de Frontline, con narración de Trevor Howard.
También se puede ver, desde hace 10 meses en Youtube, pero antes, ya se podía descargar por PBS Home Video, que puede comprarse en DVD, a través de Internet.
Por otra parte, las anunciadas imágenes inéditas escalofriantes, son escalofriantes, pero no inéditas; pues las hemos visto en centenares de reportajes y documentales.
El documental Memory Of The Camps, comienza con la subida al poder del partido nazi, y el fanatismo que Hitler genera a su paso.
Inmediatamente después, se traslada al final de la guerra, cuando las tropas aliadas, entran en el campo de concentración de Bergen-Belsen.
A partir de aquí comienza el horror; imágenes de muertos apilados, o tropas de las SS, que parecen impasibles a lo que ha sucedido.
Después vienen los hallazgos en Dachau, Mauthausen, y finalmente Auschwitz, son sólo algunos de los campos mostrados en el documental.
Jardineros, niños jugando, jóvenes tomando el sol.
Pero cuando la cámara se eleva, y salta la verja hacia el interior del campo de concentración, revela las entrañas de aquel bienestar opulento.
“Sin alimentos desde hace 6 días, lo más importante para sobrevivir es el agua”, describe una “voz en off” que acompaña ininterrumpida el metraje.
Sólo calla en un par de pasajes de varios minutos, en los que no queda claro, si se ha perdido definitivamente el sonido, o si Hitchcock optó por un dramático y elocuente silencio.
Cuerpos esqueléticos que se tambalean, mujeres desnutridas, que besan la mano de los soldados británicos, y montones de sombras humanas que agonizan lentamente sobre sus propios excrementos...
También muestra, los momentos posteriores a la liberación, lo que pasó con muchos de esos prisioneros de los campos, que muchos murieron después, por Tifus, por falta de agua potable, mala alimentación, etc.
Muestra cómo niños, temían alimentarse por la desconfianza aprendida, que podían ser asesinados.
Memory Of The Camps muestra la existencia de prostíbulos, donde al escasear las mujeres, prostituían a las prisioneras.
Se confirma además, el uso de la corrupción dentro de los campos, para asegurar una más notable y eficiente aniquilación de los prisioneros, de manera discrecional, por los jóvenes a cargo, que no dudaban en enviarlos a las cámaras de gas, donde muchos inclusive, morían asesinados, al intentar escapar.
“La intención era, mostrar una versión que impulsase a los alemanes, a aceptar sus responsabilidades, y de ahí el tono un tanto propagandístico que agradó a los mandos del ejército británico”, explica al responsable de la digitalización del museo, Toby Haggith, en declaraciones al diario The Independent.
Pero Hitchcock, no lograba gestionar el horror de aquellas imágenes con soltura, y el montaje duró bastante más de lo previsto.
“Cuando finalmente terminó la película, las autoridades aliadas, consideraron que seguir restregando sus pecados en las narices de los alemanes, no ayudaría a la reconstrucción después de la posguerra, así que la película fue discretamente olvidada”, añade.
Hitchcock, tampoco hizo nada por su publicación, y Bernstein entendió que una oculta sensibilidad, escondida detrás de la ironía, y la flácida empatía del director de cine, había recibido un daño que era mejor no remover, por lo que el proyecto no volvió a ser mencionado.
“This reel is missing, but the script is intact.
This is show the narration concludes”
Memory Of The Camps es quizás, el más escalofriante documental sobre la liberación de los campos de exterminio, que se ha hecho jamás.
Tras el final de La Segunda Guerra Mundial, en 1945, los aliados decidieron reflejar todo ello en una película.
Los periódicos de medio mundo, lo anunciaron:
“Había aparecido una película perdida de Alfred Hitchcock sobre El Holocausto, con imágenes inéditas escalofriantes.
Se trataba de un documental de una hora de duración, montado por “Hitch” con materiales rodados por los camarógrafos del ejército británico, durante la liberación de algunos de los campos nazis de exterminio.
Y casi todos los medios digitales afirmaban, que ya estaba colgado en YouTube, facilitando incluso, el enlace para que sus lectores pudieran verlo”
La noticia hizo que se frotaran las manos, millones de coleccionistas de cine.
¡Un Hitchcock inédito!
Pero la alegría duró pocos minutos.
La legión de especialistas en El Maestro del Suspense, sabían que solo era un malentendido... si no un “fake” intencionado, a cargo nada menos que del Imperial War Museum de Londres.
Eso sí, Hitchcock se acredita como “Consejero del Guión”
Actuó como “organizador del material grabado” junto con los escritores Hill y  Crossman, y los editores Tanner y MacAllister.
En una entrevista antes de su muerte, Lord Sidney Bernstein explicó, que la contribución de Hitchcock era, conseguir que la veracidad del documental fuera total:
“Grabó alrededor de cada campo de concentración, los diferentes pueblos, diferentes lugares, y las personas que allí vivían...
De lo contrario, se podría haber mostrado un campo de concentración, y podría estar en cualquier lugar, a kilómetros de distancia de la humanidad.
De esta forma era real”
Según Peter Tanner, uno de los editores de Memory Of The Camps, la preocupación de Hitchcock era “debemos tratar de evitar, que la gente piense que esto es falso”
Las imágenes de los campos sirvieron, en cambio, como prueba en El Proceso de Los Juicios de Nürnberg.
Seguirá siendo un secreto, qué porcentaje de la obra, es atribuible a Bernstein, pero los expertos ven en su estructura, el nítido perfil de Hitchcock, que se distancia expresamente de la ficción, como si fuera consciente de lo difícil que será en otro tiempo, y en otro lugar, creer lo que está contando, e insiste en presentar a testigos que dan su nombre y apellidos, fecha de nacimiento, entrada y salida del campo, y fecha en la que testifican, como si en lugar de hacerlo ante la cámara, lo hicieran ante un tribunal.
Memory Of The Camps, en definitiva, convierte El Holocausto, en una prueba de cargo contra el pueblo alemán.
“¿Quién es el auténtico responsable?”, pregunta inquisitiva la “voz en off” ante el inhumano apilamiento de restos camino a las fosas comunes.
“¡Ustedes!
Ustedes que han permitido a sus líderes, arrastrarlos a este horrible crimen.
¡Ustedes!
Que no pudieron hacer suficiente contra esta degeneración.
¡Ustedes!
Que eran todos parte de este campo de concentración”, acusa.
Desde ahora, los restauradores quieren dejar clara una cosa.
Sí, hay material violento, muchos cadáveres, colección de objetos hechos con piel humana, hasta cabezas reducidas, y cuerpos en descomposición, en los lugares de huída, y la humillación de las tropas alemanas, que obligaban a los judíos, a enterrar a sus propios muertos, y cavar sus propias tumbas, pero también puede apreciarse, un espíritu de reconstrucción y reconciliación entre los sobrevivientes.
Siguiendo la estela de Hitchcock, estas mismas imágenes, están siendo utilizadas por André Singer, para elaborar un nuevo documental, que será mostrado en festivales este año, y a principios de 2015, y será emitido por la televisión británica, en conmemoración del 70º Aniversario de La Liberación de Europa, una versión completa y restaurada del documental, una vez hallada la última de las 6 bobinas, cuyas imágenes aparecerán en la pieza final.

“Twenty years after its first broadcast on Frontline, “Memory Of The Camps” remains one of the most definitive and unforgettable records of the 20th century's darkest hour”



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