En tu ausencia

Terminando de ver “En tu ausencia” (2008) de Iván Noel con Gonzalo Sánchez Salas, Francisco Alfonsin, Ana Tutor, Anabel Azuar, Pedro Salido Saborido, Juanjo Galiardo, Antonio J. Atienza Sánchez, Asensio Salas, Luis Vargas Gómez, entre otros. 

Drama español que sigue a un niño sin padre, cuya fijación en un misterioso extraño le causa una tragedia que lo marcaría de por vida... 

El debutante director Iván Noel, es bueno con la cámara, con el paisaje, con la improvisación y con la música que compuso; y para el montaje de todo utiliza elementos simples: 

Un hombre misterioso que llega con un auto averiado, un niño de 13 años al que le falta un padre, una niña coqueta, un cartero entrometido, pero el drama se vuelve bastante complicado... eso sí, la película nos permite compartir los conflictos internos de la adolescencia juvenil, desafiada por las decisiones de la vida sobre el amor, el odio y la captura de errores inocentes.   

Técnicamente, la obra emana belleza en más de un sentido: 

Situada en un tramo prístino de la campiña española, se filma en medio de un escenario impresionante, lleno de cielos azules envolventes, abundantes girasoles, campos en flor y colinas onduladas, donde el telón de fondo de la película define el verano en su absoluta perfección, y la combinación de imágenes afinadas y música diversa y ambientadora, hace que la película sea un deleite tanto auditivo como visual.  

No es casual que Noel se ha enamorado de la tierra seca de Andalucía; y nos ofrece una visión única e íntima de los andaluces reales en su mundo aislado, al mismo tiempo que toca temas universales como la amistad, la paternidad, la mayoría de edad, la sexualidad y la traición; porque en el fondo es una película que se basa en interacciones humanas impredecibles; de ahí que Noel se las arregla para mantener a los espectadores cautivados al dejar caer pistas, en lugar de afirmar rotundamente las características definitivas de los 3 personajes principales; y esta lenta revelación, mantiene una película de ritmo bastante lento rebosante de tensión; porque uno se pregunta constantemente: 

¿Qué hará cada personaje a continuación? y, a menudo, se equivoca... 

Se insinúan un millón de posibilidades para cada acción sutil, lo que hace que la trama esté llena de suspenso de una manera impredecible; y con tantas posibilidades en el horizonte, el punto más crucial radica en su conclusión, y no defrauda.  

Todo tiene perfecto sentido al final:  

Un lugar de descanso cómodo para una película con una plétora de finales aceptables. 

Para la producción, fiel a la pura tradición hiperindie, el director vendió su casa y la mayoría de sus pertenencias para pagar esta primera película, y gastó $500 mil para hacerlo con la mayoría de “no actores” en una hermosa parte de Andalucía, y fiel a la misma tradición ha permanecido en quiebra desde entonces. 

Y es que el rodaje tomó 1 año, como explica el director, para poder rodar los cambios de estaciones y paisajes, que reflejan el estado de ánimo y los pensamientos de los protagonistas; pero todo el filme lo define el joven Gonzalo Sánchez Salas que cumple con soltura un papel pesado.  

Él interpreta a un niño de 13 años, emocionalmente encerrado, cuyo padre falleció recientemente; es ingenuo y vulnerable, y está a punto de descubrir su homosexualidad. 

Al ser esta la primera película de Salas, es fácil entender cómo ofrece una actuación tan poderosa con una exuberancia tan juvenil.  

Sin embargo, quedan cosas en el tintero:  

¿Pablo quitó intencionalmente la escalera o no había visto que su padre estaba en el techo de la casa?  

¿Pablo ve en el extraño a un padre sustituto, o sintió por él una atracción homosexual?  

¿Julia se burló del cartero y estuvo consintiendo?, de todos modos es un abuso sexual... 

Pero al menos el filme lleva apuntada la homosexualidad infantil, que es un tema que parece tabú en el cine, de lo poco que se ha tratado.  

O bien, en cuanto a la ambigüedad, no la criticaría; pues obliga al espectador a pensar.  

También se le puede achacar que hay demasiadas tramas o eventos que no tienen cabida y que pudieron cortarse, como todo el rollo del hijo del mecánico; o bien lo que tiene que ver con la amiga putilla... 

Seguro todo ello obedece para mostrar con más fuerza el poder de la ignorancia en los pueblos que se mueven más por los rumores y el sensacionalismo que por las verdades. 

Total, hay películas que pueden revelar la búsqueda universal de esa verdad que deja una huella indeleble en el alma humana; y de todas las virtudes internas que tienen un propósito de duelo, el amor es una que puede consolar o destruir a quienes lo buscan; y sin embargo, es el único poder sobre el que tenemos menos control.   

“Una traición que acabó con una infancia” 

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