An Early Frost

“It's not just pneumonia, mom.
I have AIDS”

En los años 70 y principios de los 80, los temas de importancia social eran frecuentemente visibles en la TV; y fueron reconocidas por su contenido franco, sus valores de producción conservadores y sus historias melodramáticas, por lo que las películas de televisión atrajeron a millones de espectadores con historias convincentes, arrancadas de titulares muy actuales; por ello sus temas controvertidos incluían la bulimia, el holocausto nuclear, la prostitución adolescente y el abuso conyugal, por ejemplo; pero para 1985, casi 2,500 estadounidenses, la mayoría de ellos hombres homosexuales y usuarios de drogas intravenosas, habían muerto de SIDA, y la falta de conocimiento médico, la indiferencia del gobierno y la homofobia, mantenían esta nueva enfermedad en la última página; de hecho todavía se consideraba “el cáncer gay” cuando Rock Hudson murió de una enfermedad relacionada con El SIDA ese mismo año.
Hoy se sabe que El Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), es el virus que causa El SIDA; y cuando una persona se infecta con VIH, el virus ataca y debilita al sistema inmunitario; por lo que a medida que el sistema inmunitario se debilita, la persona está en riesgo de contraer infecciones y cánceres que pueden ser mortales.
Así, tras la infección inicial, una persona puede no notar síntoma alguno, o bien puede experimentar un periodo breve de cuadro tipo influenza.
Típicamente, le sigue un periodo prolongado sin síntomas… y a medida que la infección progresa, interfiere más con el sistema inmunitario, aumentando el riesgo de infecciones comunes como la tuberculosis, además de otras infecciones oportunistas y tumores que raramente afectan a las personas con un sistema inmunitario indemne.
Estos síntomas tardíos de infección, se conocen como SIDA, que es la etapa que a menudo también está asociado con pérdida de peso; y cuando esto sucede, la enfermedad se llama SIDA.
Una vez que una persona tiene el virus, este permanece dentro del cuerpo de por vida.
No hay ninguna cura o vacuna; no obstante, el tratamiento antirretroviral puede retrasar el curso de la enfermedad, y puede llevar a una expectativa de vida cercana a la normal.
Eso sí, se recomienda iniciar el tratamiento apenas se haga el diagnóstico; porque sin tratamiento, el tiempo de sobrevida promedio después de la infección es 11 años.
El VIH/SIDA ha tenido un gran impacto en la sociedad, como enfermedad y como fuente de discriminación; y también tiene fuertes impactos económicos; y con ello hay muchas ideas equivocadas sobre El VIH/SIDA, como la creencia de que puede transmitirse por contacto casual, no sexual; y por ello la enfermedad ha sido centro de muchas controversias relacionadas a la religión, incluida la decisión de La Iglesia Católica de no apoyar el uso de preservativo como prevención.
Y es que El VIH/SIDA ha atraído la atención internacional médica y política, así como financiación masiva desde su identificación en los años 1980; y la virología y el cine son asuntos de gran importancia; pues la mayor parte de la películas tiene como motor argumental, la contraposición buena como protagonista con el que identificarse; y malo como los adversarios, circunstancias, enfermedades, etc.
Es aquí donde nos encontramos con la interface entre las películas y los virus, o las enfermedades víricas, evidente y mayoritariamente en el papel antagonista al héroe; y sin duda, ningún otro virus ha merecido más atención cinematográfica como El VIH/SIDA; tanto que hay más de 500 películas que tiene al SIDA como tronco argumental o protagonista secundario; y desde muy temprano en la detección del virus, “An Early Frost” (1985) de John Erman, vino a ser la primera película, hecha para televisión, sobre El SIDA, una película para nada alarmista, y con un tratamiento ponderado del tema.
En definitiva, la aproximación de los 90’s del siglo pasado, es una aproximación muy dramática en las que El SIDA se veía como sinónimo de una muerte segura y próxima, que provocaba cambios drásticos en las relaciones personales, por estigmatización de muchos afectados, y en los objetivos vitales.
Pero con el siglo XXI vemos, cómo la presencia y el tratamiento del SIDA en el cine se “normaliza”, sobre todo en lo que respecta a la consideración social de los afectados; y ahora se conoce cada vez más sobre la enfermedad, que con los tratamientos actuales, devienen crónica para muchos afectados del mundo desarrollado, no de todos aquellos países del Tercer Mundo, lo que le resta algo de dramatismo cinematográfico.
Sin embargo, tras su descubrimiento El SIDA estuvo lleno de mitos, tantos que fueron comparados a creencias medievales, pues la ignorancia era mucha y el conocimiento investigativo era escaso.
“I'm gay, mom”
An Early Frost es un drama del año 1985, dirigido por John Erman.
Protagonizado por Gena Rowlands, Ben Gazzara, Sylvia Sidney, Aidan Quinn, D.W. Moffett, John Glover, Sydney Walsh, Terry O'Quinn, Bill Paxton, entre otros.
El guión es de Ron Cowen, Daniel Lipman y Sherman Yellen; basados en la obra teatral homónima, escrita por Ron Cowen y Daniel Lipman sobre un abogado que regresa a su casa para dar la noticia que es gay, y tiene SIDA.
La obra pasó 2 años en desarrollo, y se sometió a al menos 13 reescrituras antes de que la división de Normas y Prácticas de TV lo aceptara para su emisión.
¿Por qué?
Para entonces, la creencia era que se podía contraer VIH/SIDA con un abrazo, compartiendo utensilios, posiblemente incluso respirando el mismo aire…
O bien, a través del contacto con prostitutas, negros y homosexuales.
An Early Frost se produjo para la TV, siendo la primera película importante que trata el tema del SIDA; una enfermedad que solo había sido nombrada en 1981, por lo que la transmisión del film tuvo lugar solo 4 años después.
Y con ello, la red de TV estaba muy asustada de hacerla, primero porque era la primera de su clase que trata con El VIH; y tenían ejecutivos desde el inicio de las normas y las prácticas, para asegurarse de que la homosexualidad no fuera aceptable, tanto que hubo restricciones para que los personajes demostraran sus afectos y emociones; es decir, nada de besos ni abrazos para la pareja gay, y querían que el novio, que le transmitió el virus fuera “el chico malo” o el antagonista… y por ello, los ejecutivos temían que no se vendiera, incluso después de 13 reescrituras forzadas.
Con todo, se emitió por primera vez en la cadena de televisión NBC, el 11 de noviembre de 1985; y The Washington Post la calificó como “la película televisiva más importante del año”
Pero An Early Frost no es el primer telefilm con temática de SIDA que se transmite en una red:
“St. Elsewhere” de NBC, trataba una historia sobre la enfermedad, 2 años antes; y otra serie ambientada en un hospital, “Trapper John” de CBS, se transmitió 1 noche antes de An Early Frost; sin olvidar “Brothers”, una serie de televisión por cable de Showtime, sobre personajes homosexuales, que se emitió el 23 y 27 de octubre del mismo año, que tenía un episodio generalmente aclamado sobre un jugador de fútbol profesional que confiesa que había contraído El SIDA.
Como fuera el caso, esta película, An Early Frost, transmitía los prejuicios que rodeaban al VIH/SIDA en ese momento, y la comprensión entonces limitada del público en general sobre los métodos de transmisión y la probabilidad de infección; por lo que el drama salió al aire en un momento en que los estadounidenses podían sentirse inundados por los informes de noticias sobre El SIDA, en gran parte debido a la gran cobertura dada la revelación de que el actor Rock Hudson tenía la enfermedad, muriendo luego de complicaciones derivadas de ella.
Por su parte, el productor Perry Lafferty, dijo que NBC perdió $500,000 en ingresos, porque los clientes patrocinadores temían que sus anuncios aparecieran durante la transmisión; mientras que las 3 redes principales en general dejaron de emitir programas con temas similares hasta 1988, en las semanas posteriores a la transmisión de An Early Frost, los episodios de las series “St. Elsewhere”, “Mr. Belvedere” y “Hotel”, trataron temas relacionados con El SIDA, y en julio de 1986, Showtime transmitió la película de SIDA, “As Is”
De ese modo, An Early Frost allanaría el camino para la televisión y las películas posteriores que trataron el tema del SIDA, entre ellas:
“Go Toward The Light” (1988); “The Littlest Victims” y “The Ryan White Story” ambas de 1989; “Longtime Companion” (1990); y la oscarizada “Philadelphia” (1993), de la que tiene muchas similitudes.
Y es que cuando se empezó a conocer la existencia del SIDA como enfermedad transmitida por algún agente patógeno, solo se entendió que “era una enfermedad que padecían solamente los homosexuales”
Alguien debió pensar que era un castigo de Dios, y que gracias a esa plaga, desaparecerían los homosexuales entre la humanidad… y aislarlos fue la primera prevención.
Pero ese aislamiento no fue debido a los estamentos públicos principalmente, en los hospitales había mucho miedo al contagio, sino fundamentalmente el aislamiento se produjo por la sociedad en general, los amigos en particular, y muy especialmente por las familias.
Ese es el tema del que trata esta película:
Michael Pierson (Aidan Quinn) es un joven homosexual que ha contraído SIDA, un hecho que cambiará la vida de sus padres:
Katherine (Gena Rowlands) y Nick (Ben Gazzara) siendo algo que supondrá un shock en toda familia, la cual desconocía su orientación de género; y poco a poco conoceremos que el problema estuvo en Peter (D.W. Moffett), el novio de Michael, el cual tuvo contacto con un hombre sin protección, por lo que se convirtió en portador del virus.
Los padres de Michael, Katherine y Nick, se quedarán muy desolados, ya que nunca imaginaron que su hijo fuera gay; y sin embargo, poco a poco irán cambiando su opinión ante la muerte inminente de su hijo por la falta de vacuna.
En especial, su abuela Beatriz (Sylvia Sidney) será de un gran apoyo, y estará de su lado, no así la hermana de Michael, Susan (Sydney Walsh) que tiene un hijo pequeño y está embarazada.
Como se dijo, An Early Frost fue la primera producción en tratar la enfermedad del SIDA desde una óptica de ficción, cuando aún existía mucho desconocimiento sobre el tema, razón por la que obtuvo buenas críticas y numerosos galardones; siendo en general, el primer vistazo a muchas personas de una víctima del SIDA como un ser humano, en lugar de una estadística; y contribuye especialmente el trabajo de interpretación de los padres del protagonista:
La madre y el padre; así como una magnífica abuela; por lo que Aidan Quinn da un rendimiento valiente y excepcional; mientras los padres se muestran como verdaderos actores emocionales, Sylvia Sidney es notable como simpatizante y preocupada. 
Toda la ambientación del hospital, así como los secundarios que interpretan a otros enfermos de SIDA, está muy bien, y para nada se recrea en lo que allí ocurre, con ser importante, sino en cómo viven esos enfermos su situación, como la aceptan; así como la ignorancia y la discriminación; por lo que An Early Frost refleja el principio subyacente de que el amor y la compasión son más fuertes que el miedo.
En este sentido, la transmisión de la película impulsó un operativo para la comunidad gay y el mundo en general, para aprender sobre la enfermedad y desarrollar fármacos que la controlen.
En definitiva, esta es una película que hay que ver; porque todavía se mantiene en su enfoque, no solo para contar la historia, sino también para educarnos sobre la enfermedad y cómo puede afectar a quienes los rodean; es una película instructiva sobre las ramificaciones básicas del virus del SIDA, que ayudó a disipar el miedo innecesario y los rumores que todavía existen; por lo que An Early Frost hizo que la gente pensara en el vitriolo sin sentido que se estaba dirigiendo a la comunidad gay.
“It's a disease...”
En noviembre de 1972, ABC emitió una película de televisión sobre un niño que se entera de que su padre divorciado es un homosexual…
Aunque elogiado por la crítica, la película, “That Certain Summer” causó cierto revuelo debido a su tema, algo raro para la televisión; pero los tiempos y las actitudes cambian, y la homosexualidad como tema de película de televisión ya no se considera audaz.
Pero, sin duda, se prestó más que atención casual a “An Early Frost” de NBC, una película de 2 horas, dirigida por John Erman, siendo el primer drama en red sobre la enfermedad incurable, que en EEUU afectaba principalmente a homosexuales, hemofílicos y drogadictos por vía intravenosa, y que ha cobrado más de 7.000 vidas desde 1979.
Por su parte, el productor Perry Lafferty y Stephen W. White, vicepresidente de películas de televisión de NBC, señalaron que la aprobación para comenzar la producción, se dio y anunció 1 mes antes de que la estrella Rock Hudson sorprendiera al mundo al decir que tenía SIDA; y la NBC le dio luz verde a los escritores Ron Cowen y Daniel Lipman para que comenzaran a trabajar a principios de 1983, una época en que El SIDA solía estar en la parte de atrás de los periódicos.
El SIDA, entonces “era considerado por la mayoría de EEUU como más un problema homosexual, que una enfermedad”, dice Lafferty.
“Ahora, por supuesto, ha cambiado totalmente, y la gente es consciente de que es una enfermedad muy grave”, dijo.
Él y White, dicen que An Early Frost, que empleó a un asesor técnico, el Dr. Michael J. Roth, especialista en investigación sobre El SIDA, señalando que no hay evidencia médica de que la enfermedad se pueda transmitir por contacto casual o proximidad a una víctima del SIDA.
Si bien no utiliza un lenguaje clínicamente gráfico para describir cómo una persona contrae El SIDA, Lafferty dice:
“Lo decimos alto y claro” en términos generales.
“Aunque un homosexual herido y sus padres son el foco de la película, también hay escenas que subrayan que El SIDA puede afectar a todos, y no solo a los homosexuales” agrega.
“Tenemos una escena de terapia de grupo, en la que un heterosexual dice que la obtuvo de una prostituta que probablemente estaba usando agujas sucias; y hay otra escena en la que un médico le dice a la madre del personaje interpretado por Quinn:
“No eres la única.
Tenía un hemofílico que murió, y un bebé que murió hoy”
Creo que hay mucho material que dramatiza el hecho de que no puedes contagiarte con el simple contacto casual, y mucho del miedo a la gente contagiada”, dice White.
Cuando An Early Frost se sugirió por primera vez como una película para televisión, Lafferty era un alto ejecutivo de programación en NBC, apoyó la propuesta.
Él dice que no fue muy difícil obtener un visto bueno para un guión, aunque pasaron varios días de reuniones antes de que el proyecto fuera aprobado por los miembros de la red.
“En su mayoría, les preocupaba que presentáramos una imagen justa de la comunidad homosexual; que la película no estaba cargada en su favor, de los homosexuales o contra ellos; que no tendríamos ninguna imprecisión técnica sobre el enfermedad, y que no provocaríamos pánico al público estadounidense”, dijo.
“Pero nunca hubo un punto en el que la NBC dijera que la película no se haría”, agrega White.
“Al hacerlo”, dice, “se hizo todo lo posible para asegurarse de que la película es un retrato exacto y justo del SIDA y la familia que debe lidiar con ello.
No queríamos sensacionalizar, no queremos blanquear los temores que tienen las personas, y no queremos crear un miedo excesivo.
No creemos que hayamos hecho nada de eso.
El verdadero criterio es si la gente puede ver esta película en 5 años y decir:
Esta fue una película muy honesta, y aún lo es hoy”
Sin embargo, puede que no sea An Early Frost, sin importar cuán reflexivo y bien elaborado es, y demuestre un giro del espectador simplemente porque El SIDA ha recibido tanta publicidad recientemente.
“Espero que no”, dice Lafferty.
“Porque creo que la película tiene una calidad emocional muy fuerte, que permitirá a la audiencia masiva conocer algunas de las verdades sobre esta enfermedad”
No obstante, “ni CBS ni ABC tienen ahora películas de TV con un tema de SIDA bajo consideración”, dicen los ejecutivos de esas redes.
Esto no se debe a los temores de que la gente esté cansada del tema, o de que pueda repeler a los televidentes o anunciantes, sino porque a ninguna de las redes se le ha ofrecido un guión valioso sobre el tema.
“Hay que tener cuidado de no ser explotador”, señala Harvey Shephard, vicepresidente de programación de CBS en Los Ángeles; mientras que Bruce J. Sallan, vicepresidente de películas para televisión de ABC, dijo que su red recibió y rechazó muchas propuestas para películas relacionadas con El SIDA ese año, y la mayoría de ellas ocurrieron antes de la divulgación de Rock Hudson.
Total, muchas de estas presentaciones aparecieron después de la transmisión de ABC en febrero de “Consenting Adults”, sobre un joven de edad universitaria que les dice a sus padres que es gay.
“Muchas de las propuestas fueron similares a la que se convirtió en la película de NBC”, dice Sallan.
Pero An Early Frost de NBC, estaba cerca de ser aprobada para la producción en ese momento, “y no iba a intentar apresurar algo para vencerlos.
No creo que sea apropiado”, señaló Sallan, y dijo finalmente:
“No es un tratamiento explotador del SIDA.
Es un proyecto realizado con sensibilidad”
De esta manera, An Early Frost llegó justo a tiempo, porque llegó en el momento de revelar la verdad de la enfermedad, y los productores como el equipo de filmación y los actores demostraron gran coraje, valentía y sensibilidad al contar la historia de un joven abogado gay, quien acaba de convertirse en socio de su prestigioso bufete de abogados; donde desde el exterior parece tenerlo todo:
Un buen trabajo, una gran familia, un apartamento elegante y todos los detalles proverbiales, incluido un guapo novio.
Sin embargo, durante ese tiempo, ser gay debía ser condenado por la conservadora derecha de La Era Reagan.
Ahora, agregue que ese mismo muchacho, que vive el “American Way Of Life” que ha alcanzado “El Sueño Americano”, acaba de descubrir que tiene SIDA, el acrónimo que aseguró una muerte segura para miles de personas.
Y de repente, la vida que él había trabajado tan duro para ocultar ha llegado a la vanguardia de una manera importante.
Tras su diagnóstico, él sabe que ya no puede mantener en secreto su homosexualidad.
Y en ese sentido es positivo, y aunque la enfermedad se muestra con bastante claridad, donde ves/escuchas sobre personas que mueren, ves discriminación, ves la carga física y mental que está afectando a las víctimas; tampoco es demasiado pesimista ni evidentemente notoria, es decir, grafica.
Solo decir que el personaje principal no muere al final, lo que para una película sobre El SIDA es un alivio agradable.
Michael Pierson es un exitoso abogado que sufre una mala tos en el trabajo, y es llevado al hospital.
Allí conoce de un médico, que ha estado expuesto al VIH; mientras en su casa recibe otra noticia perturbadora:
Su amante, Peter, le confiesa que tuvo relaciones sexuales fuera de la relación, porque Michael es un adicto al trabajo, y vive “en el armario”; por lo que Michael, enojado, echa a Peter de la casa; y luego viaja a la casa de sus padres para informarles que es gay, y tiene SIDA.
El padre de Michael, Nick, es propietario de una compañía maderera, y su esposa, Kate, es una ex pianista de conciertos, ama de casa y abuela.
La hija de la pareja, Susan, está casada, embarazada, y ya tiene un hijo.
Por su parte, Nick reacciona con enojo a las noticias, mientras Kate intenta adaptarse a la situación.
Nick, inicialmente se niega a hablar con Michael por un día antes de romper el silencio diciendo:
“Nunca pensé que llegaría el día en que estarías frente a mí, y no sabría quién eres”
Por otro lado, Susan, que está embarazada, se niega a ver a Michael, diciendo que “no puede arriesgarse”; y Nick explota cuando Michael intenta besar a Kate.
Kate recuerda haber leído en un artículo de una revista, que El VIH no se transmite a través del contacto casual, y trata de que el resto de la familia acepte a Michael.
Michael, finalmente termina en el hospital, después que los paramédicos que son llamados por los padres, se rehúsan a llevarlo; allí conoce a Victor Mitado (John Glover), un homosexual extravagante con SIDA, y tras una diferencia de personalidades, terminan siendo amigos.
La película muestra la muerte de Víctor, y muestra a una enfermera tirando las pocas posesiones de Víctor a una bolsa de basura, porque teme que los artículos puedan estar contaminados…
Luego, Michael regresa a casa, y descubre que Peter vino a visitarlo, y los 2 se reconcilian rápidamente.
Peter le pide a Michael que vuelva a casa con él, pero Michael insiste en que no puede; y mientras continúa luchando para sobrellevar su diagnóstico, Michael intenta suicidarse por envenenamiento con monóxido de carbono, pero Nick lo detiene.
Los 2 discuten, y Nick insiste en que Michael siga luchando.
La película termina con Michael tomando un taxi de regreso a Chicago.
A pesar de cumplir con las rígidas normas y prácticas, An Early Frost aún resuena, en gran parte gracias a un guión inteligente, actuaciones comprometidas y cineastas que sabían que era una historia importante que contar.
“Fue difícil no convertirla en otra película de la semana”, recuerda Cowen.
“Hubo toda esta información que la gente no conocía en absoluto.
Les tuvieron que decir esto... y tuvimos que contarla en una estructura dramática y mantenerla “humana”
El guión, está salpicado de conocimiento médico sobre El SIDA, aquel conocido en ese momento; y si bien esto hace que la película parezca en ocasiones un largo comercial de servicio público, a sus 33 millones de espectadores se les informó sobre El SIDA al final; y parte de esta información, se transmite en representaciones explícitas de los estragos de la enfermedad:
Michael contrae neumonía, luego toxoplasmosis, un parásito cerebral que obliga al cuerpo a convulsiones muy violentas.
Una escena desgarradora del grupo de apoyo hospitalario, deja a Michael sorprendido por las etapas avanzadas mostradas por los otros miembros del grupo, que incluyen manchas en la piel, temblores en las manos, ceguera y emaciación.
Más allá de sus condiciones físicas, revelan miedo, enojo, desesperanza y autoestima.
El chismoso incesante de Victor, por ejemplo, apenas oculta su desesperación y tristeza, pero sigue siendo entretenido y terco, tal vez el personaje gay más estereotipado, porque la pareja gay protagonista no tiene pluma en lo absoluto, y eso también se agradece, al hacerlos parecer personas “normales”; y a pesar de que se está muriendo, Víctor proclama:
“Me quedo allí hasta que encuentren una cura”
Con la audacia de mostrar tales dificultades emocionales y físicas, An Early Frost afectó a varios espectadores.
“Lo recuerdo porque estaba justo en lo peor de la pandemia”, dijo Jim Hyde, un activista contra El SIDA que ha vivido con la enfermedad durante 25 años.
“Sentí la película a nivel visceral.
De alguna manera, me sentí validado como un ser humano en el ojo público, tal vez por primera vez desde que me infecté”
En ese sentido la película logró este efecto en parte por el uso de convenciones melodramáticas, señales emocionales familiares que no amenazaban a los televidentes de la red.
“No es realmente una historia sobre El SIDA”, dice Lipman.
“Se trata de relaciones familiares.
Son las relaciones emocionales las que mantienen la película fresca y poderosa”
Incluso Cowen y Lipman se sorprenden de que siga siendo de actualidad.
“Pensé que 21 años después, esta película sería arcaica, porque todo se resolvería algún día”, dijo Cowen.
“Pero simplemente no lo es.
Lamentablemente es relevante”, sentenció.
Al menos, parte de esta relevancia radica en su negativa a recurrir a resoluciones fáciles.
Al final de la película, Michael se prepara para dejar a su familia, y regresar con Peter en Chicago, mientras los truenos retumban en el fondo, él y sus padres se despiden solemnemente, sabiendo que tal vez nunca se vuelvan a ver...
Aun así, esperan una cura.
Los doctores en An Early Frost, admiten que a veces eso es todo lo que pueden dar a sus pacientes...
Lamentablemente, 25 años después, todavía estamos buscando esa cura.
Por otro lado, si bien la película podía predicar en lugares comunes, cada personaje se tomó el tiempo de hacer un monólogo sobre El VIH/SIDA; y me di cuenta de que, en ese momento, había una necesidad de ser educado; y lo que más me gustó fue que le dio al SIDA una cara y un nombre.
Las miles de personas que fueron tratadas como personas degeneradas moralmente, eran personas que trabajaron arduamente, pagaban sus impuestos, tuvieron familias, amigos, amantes, y todo lo que todos los demás con un pulso aprecian; pareciendo personas comunes y corrientes.
Aquella gente a la que la sociedad se enfrentó, también eran seres humanos, dignos del precioso don de la vida; y es por ello que el guión permite a los actores excelentes oportunidades, porque parece ser un trabajo de amor, con actuaciones dedicadas; y algunos de los momentos fueron tan reales, que realmente son sentidos en el corazón.
Del reparto, esta es una de las primeras actuaciones de Aidan Quinn, y aporta dulzura y sensibilidad al papel; cuya voz y enfoque recuerdan a Montgomery Clift, recorriendo la gama emocional con gracia y credibilidad.
Mientras que la relación entre Quinn y D.W. Moffett fue bien interpretada y no estereotipada, la escena en la que Quinn les dice a sus padres de su enfermedad es brillante.
Podías sentir en su “no decir una palabra” lo que estaba sucediendo en sus corazones.
Como su abuela, la veterana actriz, Sylvia Sidney, alimenta fácilmente 2 escenas que provocan lágrimas que no solo brindan una liberación emocional para el espectador, sino que también llevan el mensaje a casa, y explica el título de la película:
Mientras Michael está hospitalizado por un ataque, vemos a Sidney y su hija, Gena Rowlands afuera recortando rosas.
Sidney comenta acerca de “¿una helada temprana?”; y reflexiona sobre cómo las personas rechazaban a su marido cuando él había muerto de cáncer.
Sin palabras, las 2 se abrazan, capturando el dolor que las envuelve.
Por otra parte, el gran Ben Gazzara hace un gran papel, porque el cambio de actitud es progresivo:
Al principio se le odia; sin embargo, a medida que la película avanzaba, se comienza a empatizar con él.
Pero sigue siendo asombrosa Sylvia Sidney, en una de sus últimas apariciones, como la abuela que no teme retener y amar a su nieto; mientras que D.W. Moffett, es dejado de lado por mucho tiempo en el metraje, y el guión no le dedica mucho minutaje, por lo que la relación, que tiene mucha química en pantalla, se siente fría y distante… pero eso tiene una razón…
Al mismo tiempo, la hermana, interpretada por Sydney Walsh, no tiene mucho metraje, y toda esta historia se decanta en Michael, sus padres y la abuela.
Mientras que John Glover si tiene más minutaje, tal vez para mostrar de primera mano el impacto avanzado de la enfermedad; su personaje de hombre moribundo es realmente aterrador.
En definitiva, el elenco, el verdadero espíritu del filme, permite que sus personajes alcancen el punto de poder del amor incondicional.
Y es que esta película fue una empresa muy valiente por parte de todos los involucrados, sin embargo, el amor entre los 2 hombres no era creíble:
Las emociones fluían, pero el lenguaje corporal decía lo contrario.
Aidan Quinn recuerda que El Departamento de Normas y Prácticas de NBC, es decir, los censores de la red, fue una presencia constante, y en palabras de Quinn, “reglamentaron asuntos como que él apareciera en la cama con D.W. Moffett, sin que se vieran acostados juntos, es decir, que Quinn estuviera en la cama mientras Moffett estaba sentado, completamente vestido.
Quinn dice los censores de la red de televisión, dijeron que los 2 hombres nunca podrían besarse, que no podían verse juntos en la cama, y que cualquier contacto físico entre ellos, debía ser compensado por el contacto de Michael con sus padres.
Sin embargo el actor dijo que “fue uno de los trabajos más gratificantes que he tenido, debido al efecto que tuvo al elevar la educación sobre la epidemia de SIDA; y hasta el día de hoy, me detienen en la calle, como una mujer mayor que tomó mi mano y me dijo que realmente la había ayudado a entender a su hijo”
Sin olvidar el gran trabajo de Gena Rowlands, que se mantiene como el alma de la película, una mujer que siempre me ha parecido infravalorada por Hollywood, de gran belleza y estilo interpretativo, muy real y cercano, tan elegante como sensible, que muy casualmente, a raíz de este trabajo, grabó un anuncio de servicio público sobre la transmisión del VIH.
Eso es compromiso de un actor con la película y su público, y merece todos los aplausos.
Ahora lo feo de la película:
Empezando con su representación de los gays; que para hacerlo más aceptable para el resto del país, la pareja gay es tratada más como un par de buenos amigos de la universidad que como una pareja amorosa.
Eso por ello que nunca los ves besarse o compartir cualquier intimidad física que no sea una mano en el hombro, y carecen de cualquier tipo de química real.
Por otra parte, el novio no pelea para que Michael vuelva con él, realmente no parece que le importe estar separado de él, y cuando se entera de que está en el hospital, no viene de inmediato.
Lo mismo, Michael apenas parece querer volver a casa, etc.
Nada de ellos me dice “pareja”
Eso aunado a que el novio no parece importarle demasiado, aparentemente, pues Michael no tiene ningún otro amigo que pueda preocuparse por él, no muestra casi ninguna reacción cuando su amigo del hospital muere, y la historia del amigo, siendo bloqueado por su novio; aunque plausible, “cosas como esas sucedieron” no se contradice con retratos más realistas de las reacciones de las personas homosexuales a la enfermedad, y cómo la comunidad gay se organizó para responder a la enfermedad cuando nadie haría nada.
Al final, mientras que en la superficie abogan por la aceptación gay, la película es en realidad casi homofóbica en su tratamiento, y se basa en clichés más bien homofóbicos para hacer su historia, como que los hombres gay solo se preocupan por sí mismos, no tienen amigos, a nadie le importa sobre ellos, y sus únicas amistades son superficiales, todas son promiscuas; y al final, solo la familia heterosexual no es superficial.
Además, ese final no ofrecía ninguna esperanza falsa:
No había una cura milagrosa para salvar a este hombre; y para una película de televisión, eso fue increíble.
La película no es perfecta, de hecho parte del diálogo es malo, especialmente entre Quinn y Gazzara; y el novio de Quinn que desaparece al principio, solo para aparecer de nuevo al final... y su cuñado, Bob Maracek (Bill Paxton), de alguna manera después de las noticias, ya no está en la película...
Lo cierto es que hoy El SIDA no es una sentencia de muerte.
La gente está viviendo más, y hay algún tratamiento que está funcionando.
Aun así, esta es una película excepcional, y un hito definitivo en la historia de la televisión.
Lo único que tengo que preguntar, es con cuánta gente se sintió harta del uso del oboe de Tom Boyd, porque fue tan predecible y patético, que uno lo esperaba en automático, por ejemplo, en la triste escena donde tu padre lo odia… en la escena donde enojado el personaje aplasta cosas… cuando rompe con el amante… en la feliz reunión familiar… cuando se entera de que el nuevo amigo está muerto…
¡Solo de oboe!
La pieza es hermosa, pero fue usada en exceso.
“You're sorry and I have AIDS!”
Cuando apareció El SIDA, era una enfermedad muy misteriosa... que mató a mucha gente, y todavía hay preguntas sin responder relacionadas con la enfermedad; y muchos reaccionaron con miedo, e inventaron historias para justificar su temor; en su mayoría, estos mitos se relacionaban con la facilidad con la que una persona podía infectarse; y la mayoría de estos mitos, son falsos.
Algunas personas creían, por ejemplo, que El VIH/SIDA podía ser trasmitido por picaduras de mosquitos, por compartir el vaso con alguien con SIDA, al estar cerca de una persona con SIDA que estaba tosiendo, al besar o abrazar a alguien con SIDA, y muchos otros mitos más.
Lo cierto es que estar infectado con El VIH, o tener SIDA, puede ser aterrador; y no se puede predecir el curso de la enfermedad; mientras que otros tienen vidas largas y saludables.
Los tratamientos son difíciles de seguir, debido a efectos secundarios graves; y no todo el mundo puede comprar los medicamentos.
Por eso, no es sorprendente que muchos estafadores hayan inventado “curas” para El SIDA que incluyen variadas sustancias.
Lamentablemente, ninguna de estas “curas” funciona; y los científicos están trabajan mucho para descubrir una cura real al SIDA.
Los medicamentos actuales han disminuido la tasa de muerte por SIDA en aproximadamente un 80%
Hoy son más fáciles de tomar que en el pasado; y sin embargo, siguen teniendo efectos secundarios, son muy caros, y deben tomarse todos los días y de por vida.
Si omite dosis, puede desarrollar resistencia a los medicamentos que está tomando y éstos pueden dejar de funcionar.
Pero en la década de 1980, hubo una tasa alta de muertes por SIDA; sin embargo, los medicamentos han mejorado mucho, y también ha mejorado la supervivencia de las personas con el VIH.
Los mejores investigadores del mundo, ya sean del gobierno o de las compañías farmacéuticas están trabajando arduamente para detener al SIDA.
En 2014, aproximadamente 36,9 millones de personas vivían con VIH y causó 1,2 millones de muertes.
La mayoría de los infectados, viven en el África subsahariana; y entre su descubrimiento y el 2014, El SIDA ha causado un estimado de 39 millones muertes en todo el mundo; por lo que se le considera una pandemia:
Un brote de enfermedad presente en un área grande y con propagación activa.
Y sobre la base de estudios genéticos, se ha determinado que El VIH es una mutación del VIS, que se transmitió a los humanos entre 1910 y 1930, en el centro-oeste de África; y El SIDA fue reconocido por primera vez por Los Centros para El Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos en 1981; y su causa, la infección por VIH, se identificó a principios de dicha década.
Total, hemos recorrido un largo camino desde entonces, pero es horrible saber que todavía tenemos mucho camino por recorrer para combatir El SIDA; y esta película da mucho más respeto por las personas que viven con la enfermedad y las que viven con personas con SIDA.

“I'm sorry, Michael”



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