Water for Elephants

“Life is the most spectacular show on Earth”

Mucho se ha retratado en la pantalla “el mágico mundo del circo”; a veces con una mirada tierna, muchas otras misteriosa, e incluso terrorífica; y la gran mayoría, mostrando los grandes secretos de la vida de estos artistas a los que tanto admiramos, ya sea por envidiar su vida o por reconocerles lo difícil de su trabajo.
Y es que, como espectadores, sabemos que sólo vemos lo bonito del resultado, “el espectáculo”... pero nos gustaría conocer cómo se consigue crear tanta fantasía e ilusión.
Eso sí, muchas veces quedaríamos decepcionados viendo las trifulcas, intereses, engaños y trampas que deben llevar a cabo para mantener el espectáculo a flote, y “para que nadie se entere”
La canadiense Sara Gruen, escribe sobre esto en sus libros, pues generalmente involucra historias con animales, y ha sido una constante colaboradora en proyectos relativos a la conservación de la fauna; tanto que su primera novela, “Riding Lessons” como su segunda novela, “Flying Changes” involucran caballos; y para su tercer libro, la novela histórica “Water for Elephants”, lo escribió como parte del “Mes Nacional de La Escritura de Novelas”; que fue inicialmente rechazado por su editorial, Avon Books, dejando la tarea a Gruen de encontrar otra compañía para publicarla; siendo la típica historia de amor con final feliz, como no podía ser menos, que se inicia con el anciano protagonista evocando su historia.
Los personajes principales son:
Jacob Jankowski, es el protagonista, un residente de un asilo de ancianos de 93 años que recuerda el tiempo que pasó como veterinario de circo durante La Gran Depresión.
Marlena es el principal interés amoroso y una estrella del circo; ella se escapó de casa para unirse al circo y casarse con August, el director ecuestre.
Ella disfruta de una relación especial con los caballos y los cuida profundamente.
August es el marido de Marlena y el entrenador de animales; que como agresor clásico, es alternativamente encantador y brutal, tanto para los humanos como para los animales; y más adelante en el libro, se sugiere que él es esquizofrénico paranoico, para explicar su violencia.
El Tío Al es el violento y abusivo dueño del circo, conocido por la iluminación de los trabajadores de circo; que si se consideraba que habían cometido alguna ofensa particularmente grave, eran despedidos mientras el tren pasaba sobre un puente, presumiblemente con la esperanza de que murieran o resultaran gravemente heridos para que no dijeran nada.
Kinko/Walter es un enano con quien Jacob comparte habitaciones en el tren del circo.
Inicialmente su relación es áspera, pero desarrollan una fuerte amistad.
Al principio de la historia, se le conoce como Kinko; pero Walter es su verdadero nombre, y solo deja que sus amigos lo llamen así.
Él tiene un profundo apego a un terrier de Jack Russell llamado Queenie, una posible alusión a un cuento de Truman Capote…
Camel es una de las primeras personas a las que se encuentra Jacob cuando salta del tren; es un borracho que es fundamental para conseguirle a Jacob un trabajo en el circo; y cuando Camel obtiene a “Jake Leg” por beber jengibre jamaicano contaminado, Jacob y Walter lo esconden en su auto y lo cuidan.
Rosie es un elefante que el tío Al compra de otro circo.
Se cree que es inútil hasta que se descubre que entiende los comandos solo en polaco; y es a menudo el blanco de la ira de August...
Rosemary es una enfermera del asilo donde vive Jacob, especialmente amable con Jacob, a pesar de que puede ser muy grosero con ella.
La historia es contada como una serie de recuerdos por Jacob Jankowski, un hombre de 93 años que vive en un hogar de ancianos.
Cuando comienzan los recuerdos, Jacob cuenta que es un estadounidense de origen polaco, de 23 años que se prepara para sus exámenes finales como estudiante veterinario de La Universidad de Cornell, cuando recibe la noticia devastadora de que sus padres murieron en un accidente automovilístico.
El padre de Jacob era un veterinario, y Jacob había planeado unirse a su práctica.
Cuando Jacob se entera de que la casa de sus padres ha sido hipotecada para pagar su matrícula, y ya no es suya, tiene un colapso y abandona la universidad poco antes de graduarse.
Sólo y sin esperanzas, en la oscuridad de la noche se sube a un tren de circo perteneciente al “Espectáculo más Espectacular de La Tierra” de los hermanos Benzini.
Ya en el tren se hace amigo de Camel, un anciano y veterano de circo, que persuade a sus compañeros de que no tiren a Jacob del tren, y lo lleva bajo su ala, encontrándole trabajos de baja categoría.
Cuando el dueño del circo, el tío Al, se entera de su entrenamiento como veterinario, es contratado para cuidar a los animales.
Esto lleva a Jacob a compartir cuartos con un enano llamado Walter, quien es conocido como el circo Kinko, y su perro Queenie.
Unas semanas más tarde, Jacob es convocado para echar un vistazo a Camel, quien, después de beber “Jake”, un extracto de jengibre jamaicano adulterado, durante muchos años, no puede mover sus brazos o piernas.
Temiendo que Camel sea “iluminado de rojo”, es decir “arrojado de un tren en movimiento como castigo o como separación del circo para evitar pagar salarios”, Jacob lo esconde en su habitación.
El director ecuestre, August, es un hombre brutal, que maltrata a los animales que cuida, como el nuevo elefante, Rosie, y las personas que lo rodean, pero también puede ser encantador y generoso.
Jacob desarrolla una relación cautelosa con August y su esposa, Marlena, con quien Jacob se enamora…
August llega a sospechar de esa relación…
El tío Al, luego le informa a Jacob que August es un esquizofrénico paranoico.
Unos días más tarde, Jacob visita a Marlena en su habitación de hotel; y poco después duermen juntos, y pronto declaran su amor el uno por el otro.
Marlena, pronto regresa al circo para actuar, y tener reuniones secretas con Jacob, pero se niega a tener a August cerca de ella, lo que hace que el tío Al se ponga furioso; y descubre que está embarazada…
Una noche, Jacob sube y salta a cada vagón, mientras el tren se mueve, a la habitación de August, cargando un cuchillo entre sus dientes con la intención de matarlo.
Sin embargo, retrocede, deja el cuchillo en la almohada de August, y regresa a su auto, solo para encontrar a nadie más que a Queenie.
Luego se da cuenta de que Walter y Camel “tuvieron una luz roja”, y se suponía que también lo había sido para él.
A medida que la historia llega a su punto culminante, varios trabajadores del circo que tenían “una luz roja” regresan y liberan a los animales, causando una estampida durante la presentación.
En el pánico subsiguiente, Rosie toma una estaca y la lleva a la cabeza de August.
Su cuerpo es luego pisoteado en la estampida; y Jacob fue el único que vio lo que realmente le sucedió a August.
Como resultado de este incidente, el circo se cierra; y poco después, el cadáver del tío Al se encuentra con un garrote improvisado alrededor de su cuello.
Marlena y Jacob se van con los animales de circo, incluyendo Rosie, Queenie y los caballos de Marlena, y comienzan su vida en común al unirse al circo Ringling Bros.
Más tarde, Jacob se convierte en el veterinario jefe del zoológico de Brookfield en Chicago, donde se establecieron.
De regreso en el asilo de ancianos, Jacob está esperando que uno de sus hijos lo lleve al circo...
Se revela que Jacob y Marlena se casaron, y tuvieron 5 hijos, que pasaron los primeros 7 años en Ringling antes de que Jacob consiguiera un trabajo como veterinario para el zoológico de Chicago; y se revela que Marlena murió unos años antes de que Jacob fuera puesto en el asilo de ancianos.
Después de descubrir que nadie venía por él, Jacob se dirige al circo junto a la residencia de ancianos por su cuenta; y se encuentra con el gerente Charlie, y pide que se le permita quedarse con el circo vendiendo boletos.
Charlie está de acuerdo, y Jacob cree que finalmente “ha regresado a casa”
Sobre el título de la novela, al comienzo, Jacob se burla de otro residente del asilo de ancianos que afirma haber trabajado en el circo y haber llevado “agua para los elefantes”…
El tren del circo solo tenía una cantidad limitada de agua a bordo, y los elefantes pueden beber de 100 a 300 litros por día, aproximadamente 26 a 80 galones.
En un “flashback” posterior de los años más jóvenes de Jacob, él es llevado ante el tío Al, el administrador del circo, quien se burla de él con “¿quieres llevar agua para los elefantes, supongo?”
Pero en realidad, lo que le dan a la elefante es licor…
De esa manera, la escritora Sara Gruen ha dicho que la columna vertebral de su historia, es paralela a la historia bíblica de Jacob en El Libro de Génesis; y el libro terminó convirtiéndose en un “best seller” del New York Times, en ser traducido a 45 idiomas.
También fue un gran éxito la edición de bolsillo, permaneciendo en los primeros puestos de las listas de ventas.
Lectores de todo el mundo respondían de esta forma a la dicha, el amor, la redención y los desafíos que experimentan los personajes de Gruen:
“Water for Elephants trata sobre el amor en todas sus variantes:
Entre hombre y mujer, entre miembros de la familia, y entre personas y animales.
Habla acerca de las diferentes maneras que tenemos de tratarnos los unos a los otros; a veces bien, y otras, no tanto”, dijo Gruen.
En 2011, la historia fue llevada al cine…
“I don't know if I picked that circus.
But something told me that circus picked me”
Water for Elephants es un drama del año 2011, dirigido por Francis Lawrence.
Protagonizado por Reese Witherspoon, Robert Pattinson, Christoph Waltz, James Frain, Hal Holbrook, Paul Schneider, Ken Foree, Tim Guinee, entre otros.
El guión es de Richard LaGravenese, basado en el aclamado superventas del mismo nombre, escrito por la canadiense Sara Gruen; y producida por Flashpoint Entertainment y Fox 2000 Pictures.
El guión de esta película, apareció en “La Lista Negra de 2009”; una lista de los guiones sin hacer “más queridos del año”
Water for Elephants, tiene un sabor a melodrama añejo que se paladea con agrado; y supone un encantador regreso a un cine elegante, sencillo e ingenuo, lejos de todo cinismo, uno de esos relatos que intentan convertir la vida en algo intenso y maravilloso, una aventura llena de sorpresas, peligros y emociones, con buenos y malos; una gran historia de amor que coquetea con la tragedia.
Con un presupuesto de $38 millones, el rodaje tuvo lugar en 2010, en Los Ángeles, Piru, Fillmore en California; Chattanooga, Tennessee; Kensington y Chickamauga en Georgia.
Por su parte, los productores agradecieron en los créditos, al Circus World Museum que se encuentra en Baraboo, WI, pues la película contó con el Tennessee Valley Railroad Museum #610, y el antiguo McCloud River Railroad N° 18, construido en 1914.
Estamos en la época de La Gran Depresión:
Jacob Jankowski (Robert Pattinson/Hal Holbrook), es un joven estudiante de veterinaria de origen polaco, que decide dejar sus estudios tras la muerte de sus padres en un accidente; y tras vagabundear y subirse a un tren de polizón, empieza a trabajar en el circo de los hermanos Benzini como veterinario.
El joven se enamora de Marlena (Reese Witherspoon), una amazona que está casada con August (Christoph Waltz), el dueño del circo, un hombre tan carismático como retorcido...
Una vez más, el filme nos permite la oportunidad de contemplar la sordidez de un contexto como el circense, en teoría creado para el disfrute de las masas, pero en su interior, partícipe de un mundo sacrificado e incluso destinado a las humillaciones; en una historia muy emotiva, y mientras toca el corazón de manera romántica, también se las arregla para establecer un aspecto oscuro hasta ahora invisible del entretenimiento de circo de la vieja era en particular, y también del entretenimiento de la multitud en general.
Sin olvidar el triángulo amoroso, el maltrato animal y la violencia de género.
La película cumple por completo las expectativas:
Es un drama de época bien montado, meticulosamente filmado y con una buena actuación; y realmente impresiona con el diseño de producción, la atmósfera, los trajes, los animales y las acrobacias.
Una muestra del circo que jamás volverá.
“Work is the best thing for age”
Hay una fórmula que ha venido extendiéndose dentro de lo que podríamos denominar “cine clásico, y es la variante del melodrama centrada en parejas que en un periodo de su veteranía o desaparición, que recuerdan cuando se forjaron como tales en plena juventud.
Sería largo y ocioso citar ejemplos de dicha vertiente, pero en los últimos 15 años ha habido 2 ejemplos muy concretos:
Uno de ellos, el del multitudinario éxito forjado con la oscarizada “TITANIC” (1997), y  la auténtica “cult movie” llamada “The Notebook” (2004); 2 referentes, más que dignas propuestas de cine comercial destinado a un público adolescente con unos ciertos tintes, sino de nobleza, si al menos desmarcándose de los peores tics del “cine teen”, aunque mirando de reojo dicho sustrato de público tan importante para la comercialidad en las taquillas de nuestros días.
Y es quizás en la conjunción de ambos elementos, donde se produce determinada “chispa” para que se logren referentes como los antes citados, sin suponer grandes exponentes cinematográficos, han logrado ya un lugar en la mítica fílmica de los últimos años.
En dicha tendencia cabe introducir de manera más reciente, Water for Elephants, dirigida por el especialista en videoclips, Francis Lawrence; que se centró en la relación entre Marlena y Jacob, así como en la recreación del mágico universo tan cuidadamente pormenorizado por Sara Gruen en su novela.
“La verdad es que la relación que creamos entre Marlena y Jacob para la película, es uno de mis elementos favoritos.
Es una pasión que surge de forma suave y apacible.
Yo creo que Jacob se enamora inmediatamente de la belleza, la magia, la fuerza y la seguridad que irradia Marlena; pero Marlena es más cauta; no confía en muchas personas; y Jacob comienza a romper esa barrera, se va convirtiendo en alguien poco habitual en el mundo de Marlena.
Creo que a ella le enamora la integridad de Jacob”, dijo el director.
Y al igual que los personajes que se disponía a llevar a la gran pantalla, Lawrence se sintió atraído por el mundo del circo:
“Siempre me ha intrigado el mundo del circo, especialmente el de los años 20 y 30.
Entonces había algo muy especial:
Trenes de vapor, espléndidas carpas de circo, artistas elegantes y animales exóticos”
Así, Lawrence y el productor Erwin Stoff embarcaron en el proyecto al acreditado guionista Richard LaGravenese para que llevara a cabo la adaptación de la novela de Gruen.
Eran conscientes del gran reto y responsabilidad que suponía encomendar que una historia y unos personajes tan queridos, así como resumir un libro de 400 páginas, se convirtiera en un guión viable.
Lawrence señala:
“Era la primera vez que trabajaba con un guionista en la adaptación de un libro, y nuestra idea era intentar ser fiel a la temática principal, al tono y a las líneas generales.
Había momentos clave en el libro que era importante incorporar a la película, pero parte del placer consiste también en reinterpretar el material original y aportar nuevas propuestas”
LaGravenese especifica:
“Cuando se trata de un libro muy apreciado, es importante mantener aquello que los lectores esperan, pero al mismo tiempo hay que comprender que, al leer una historia, ves y oyes a los personajes mentalmente, con lo cual todo el mundo tiene en la cabeza su propia versión.
Cuando ves la historia reflejada en la pantalla, con personas reales, se convierte en algo concreto, versión única, y hay ciertas ideas que funcionan en un libro pero no en una película”
Siguiendo las directrices de Lawrence, LaGravenese fue perfeccionando el guión a partir de varios borradores; y su principal tarea, dice LaGravenese, era “hacer más activos a los 3 personajes principales, así como reinventar los orígenes de la relación entre Marlena y August.
Queríamos que se entendieran las motivaciones de todos los personajes, de forma que moralmente fuera más complicado saber, quién tenía la razón.
Nadie es inocente al 100%”
Water for Elephants, es pues la 3ª película de Francis Lawrence, tras “Constantine” y “I am Legend” y ahora se atrevía con la adaptación de uno de los mayores éxitos literarios del siglo XXI, el libro homónimo de Sara Gruen.
La expectación por la película y por ver lo que había hecho Lawrence con este material de tanto éxito; y a tenor de su escasa experiencia en el largometraje, al menos cabe señalar que encontrándonos ante un título en última instancia discreto, su regusto a clasicismo entremezclado con cierto aire retro puesto en práctica por muchas otras películas de los últimos años, proporciona a la propuesta, destinada ante todo a consolidar como actor adulto a Robert Pattinson, por más que en su tarea ante la pantalla se aprecien tanto sus enormes insuficiencias como intérprete, como una innegable fotogenia que solo en contados momentos puede traducirse como carisma cinematográfico.
Desde la fase de guión hasta la preproducción, la producción y los retoques finales de posproducción antes del inminente estreno mundial de Water for Elephants, los realizadores se esforzaron al máximo por dar vida a este mundo, a sus personajes y a una historia de un amor prohibido que se convierte en amor eterno.
“A la gente siempre le ha gustado pasar un día en el circo, un momento feliz que les hace olvidar la rutina de sus vidas”, señala Reese Witherspoon.
“Espero que eso sea lo que hemos hecho aquí:
Crear algo con lo que la gente disfrutará”, y Francis Lawrence añade:
“Una de las razones por las que hice Water for Elephants es porque contiene amor, cumplimiento de deseos, redención, magia y belleza.
Y espero que el público capte todo esto”
Así, Charlie O'Brien (Paul Schneider), propietario del Circus Vargas, se encuentra con un anciano llamado Jacob Jankowski, que está separado de su grupo de ancianos…
Los 2 inician una conversación, y Jacob revela que tuvo una carrera en el negocio del circo, que estuvo presente durante uno de los desastres de circo más infames de todos los tiempos, igual en gravedad al incendio del circo de Hartford de 1944 y al accidente del Circo Hagenbeck-Wallace; y le cuenta su historia a O'Brien:
Comenzando en 1931 cuando era un estudiante de medicina veterinaria de 23 años en la Universidad de Cornell; y durante su examen final, se le informa que sus padres murieron en un accidente automovilístico.
Su padre dejó enormes deudas, y el banco estaba embargando la casa de Jacob.
Sintiendo que no tiene sentido regresar a la escuela, y al no tener un hogar a donde ir, salta a un tren que pasa donde se encuentra con un anciano amable llamado Camel.
Jacob se despierta a la mañana siguiente, y descubre que saltó al tren del circo de los hermanos Benzini; y ve a una hermosa joven llamada Marlena Rosenbluth, y se encuentra con August, que es El Maestro de Ceremonias del circo, el entrenador de animales en jefe, y esposo de Marlena.
Jacob revela que estudió ciencias veterinarias, y August contrata a Jacob como veterinario para los animales de circo después que dice que Silver, un caballo de exhibición, tiene una enfermedad llamada “laminitis”, por lo que August le ordena a Jacob que “lo arregle” y lo mantenga funcionando el mayor tiempo posible.
Pero Jacob no puede soportar ver el sufrimiento de Silver, y se encarga de decirle a Marlena, por lo que le dispara…
August está furioso con la decisión de Jacob, de eutanasiar a Silver en contra de las órdenes; y para mostrarle a Jacob quién es el jefe, lo amenaza con tirarlo del tren en movimiento, diciéndole que el sufrimiento de un animal no es nada comparado con el de un hombre, y que Jacob debe cumplir todas las futuras órdenes de August, si desea mantener su trabajo.
Eventualmente, August consigue a Rosie, el elefante, como reemplazo de Silver; e invita a Jacob a su coche a cenar y a tomar cócteles con él y Marlena.
Jacob observa a la pareja casada, coquetear y bailar frente a él, pero se hace evidente que su relación es complicada, porque August es posesivo, celoso y rudo con Marlena.
En las próximas semanas, August se frustra cuando Rosie parece imposible entrenar… y él es brutal con Rosie, golpeándola con un gancho cuando ella no cumple con sus órdenes.
Después de una golpiza brutal, cuando escapó después de huir del evento y dejar caer a Marlena, Jacob se da cuenta de que el elefante solo entiende los comandos polacos.
Después de eso, Rosie se presenta maravillosamente, y el circo disfruta de un corto período de éxito; y mientras trabajan juntos para entrenar a Rosie, Jacob y Marlena se enamoran.
Después de que August descubre esto, cruelmente se burla de los 2:
Marlena descubre que August planea echar a Jacob del tren, y se escapan juntos, escondiéndose en un hotel local.
Poco después de consumir su relación, son emboscados por los secuaces de August, que arrastran a Marlena, y golpean a Jacob.
Jacob regresa al circo para encontrar a Marlena; y ella le dice que sus amigos, Walter y Camel fueron arrojados del tren, y asesinados.
Varios empleados del circo se cansaron de la crueldad asesina de August, y desataron su venganza abriendo todas las jaulas de los animales mientras que la gran carpa se llena con una audiencia disfrutando de la actuación de Marlena y Rosie; por lo que Jacob intenta encontrar a Marlena en el caos, y August lo ataca.
Cuando Marlena intenta evitar que August golpee a Jacob, él dirige su furia hacia ella, y la estrangula, mientras que uno de los secuaces de August, pega a Jacob.
Wade y Grady son 2 de los mejores amigos de Jacob, y salvan a Jacob; mientras él ve a Rosie golpear a August en la parte posterior de la cabeza con una estaca de hierro, matándolo.
Como resultado, The Benzini Bros. Circus se cierra oficialmente, y nadie queda a cargo de la liberación de los animales...
De vuelta en el presente, Jacob le explica a O'Brien en “flashbacks”, que regresó a Cornell, y terminó su carrera; que él y Marlena tomaron varios caballos y a Rosie, y consiguieron trabajos en Ringling Bros., y Barnum & Bailey Circus.
Jacob trabajó como veterinario, y Marlena continuó actuando con Rosie.
Se casaron, tuvieron hijos y mantuvieron a Rosie hasta su muerte.
Él tomó un trabajo como veterinario en el Zoológico de Albany y, después de más niños y muchos años felices juntos, Marlena murió.
O'Brien, entonces le pide a Jacob que trabaje como el tomador de boletos, a lo que Jacob accede… diciendo que “ha regresado a casa”
Water for Elephants es un espectáculo visual de alto impacto, y tal vez ese es su mejor baza; pues cada imagen habla por sí sola, y está muy bien diseñada.
Casi a un nivel de estudio por plano, es verdaderamente envidiable.
El diseñador de producción y director de arte, se fajaron en todo momento; ni hablar del vestuario, en especial la ropa de Marlena, basada en lo que llevaban las estrellas de cine de los años 30, así como en los trajes con los que se engalanaban realmente las artistas de circo de entonces; así como en recuerdo de algunas de las principales estrellas de la época, como Jean Harlow, Carol Lombard o Constance Bennett; sin olvidar una confirmación de la perfecta combinación de decorados, mezclando la realidad de la época y el glamour, así como de la fidelidad de los realizadores a la novela, fue la reacción de Sara Gruen cuando visitó el set.
“Me quedé sin palabras.
Es que hace unos pocos años todo esto estaba exclusivamente en mi cabeza, y ahora está aquí.
Es muy parecido a lo que yo me había imaginado.
Es una experiencia totalmente surrealista”
Es por esto que Water for Elephants no resulta un verdadero desastre; pues la historia principal es más que floja, vale la pena ver la película por la maravillosa recreación del entorno carnavalesco en plena recesión económica.
Y si a esto le sumamos una fotografía más que notable, a destacar las luces y sombras conseguidas para la carpa principal; una banda sonora de coleccionista, no es de extrañar, firmándola el nominado al Oscar, James Newton Howard, y algún plano secuencia sin cortes destacable, como el de dentro del tren, avanzando a través de los vagones; podemos salvar el film, como mínimo en el plano técnico.
Del reparto, nos queda una fascinante y corta actuación de Hal Holbrook, el mejor de la película sin duda, que narra la historia.
Aunque solo una pequeña parte, ya que alguien tuvo la magnífica idea de seguir usando la voz “en off”, pero haciendo que esta fuera la de su alter-ego joven, Robert Pattinson, que brilla por su belleza física, y demuestra que es capaz de ser un actor serio.
Mientras que Reese Witherspoon, siempre muy bien vestida y arreglada, siempre ha sido una verdadera profesional, y aquí con sus trucos demuestra eso nuevamente; y encaja sorprendentemente bien con el tipo de belleza rubia platino de la década de 1930.
Por último, Christopher Waltz deja muy en claro que su éxito en “Inglorious Basterds” lo persigue allá por donde vaya, sin cambiar de registro.
Así, la dinámica afectuosa pero turbulenta entre Waltz, Pattinson y Witherspoon es interminable… pero técnicamente, es con Pattinson y Witherspoon que arden bajo la mirada dorada de la cámara de Rodrigo Prieto; con una gran química como pareja.
Como dato curioso, Pattinson interpreta aquí a un personaje llamado Jacob, mientras que en las películas de la saga “Twilight”, por las cuales se hizo famoso, el nombre de su némesis, interpretado por Taylor Lautner, es Jacob, que es un hombre lobo.
Y hay que reconocerle que, sobre todo en las escenas en las que aparece logra transmitir mucha ternura, y cumple con la difícil tarea de hacernos olvidar que él es el vampiro Edward Cullen.
Es una agradable sorpresa que consiga desencasillarse de su papel; pero todavía le hace falta olvidar ciertos tics; por ejemplo, las carcajadas cuando Waltz le insta a que muestre el predominio del hombre sobre los animales, golpeando a una elefanta con un palo…
Resulta sumamente ridículo verle sonreír intentando expresar nerviosismo y condescendencia con el tirano.
Luego, también atención al rostro de sorpresa cuando oye el tren...
No tiene desperdicio esa cara.
De verdad, los estudiantes de interpretación tendrían que ver a este hombre para tomar nota de lo que uno no debe hacer.
Y como personaje de la historia:
¿No hubiera sido mejor dejarle acabar el examen antes de comunicarle el fallecimiento de sus padres...?
Y en medio de este mágico mundo del circo y de sus impresionantes artistas, la estrella más destacada bajo la carpa es la elefanta Rosie, de casi 3 metros de altura y 4 toneladas de peso; un encanto de animal, nexo de unión entre los protagonistas, por quien esta historia tiene sentido.
Rosie, está interpretada por Tai, una elefanta de 42 años, toda una veterana del celuloide, que vive en Perris, California, con su adiestrador Gary Johnson, de Have Trunk Will Travel Inc., una organización dedicada a ofrecer al público espectáculos con elefantes “de forma segura, educativa y recreativa”
El éxito de Tai, fue instantáneo entre todos los actores y miembros del equipo, fascinados no sólo por su talento interpretativo, sino por la calma que el dócil y gigantesco animal mostraba en medio del caos controlado que constituye un bullicioso plató cinematográfico.
Witherspoon, que comparte un buen número de secuencias con Tai, desarrolló un estrecho y especial vínculo con la elefanta; y en realidad, ambas estrellas empezaron a trabajar juntas mucho antes de que comenzara el rodaje en la localización de Piru, California.
Antes del inicio de la fotografía principal, Witherspoon y Tai ensayaron durante 3 meses, según la actriz, “prácticamente todo, desde Tai levantándome por el aire hasta yo aprendiendo a dar la vuelta sobre ella”
Incluso las interacciones más sencillas suponían un desafío.
“Yo no soy muy grande, y Tai no es precisamente pequeña.
Tuve que aprender a subirme en su trompa y lanzarme desde lo alto de su lomo.
Fue muy complicado, pero al final lo conseguí.
¡Fue uno de mis mayores logros!”
El entrenamiento de Witherspoon en “la escuela de circo”, incluyó también trabajar con caballos y el trapecio.
Asimismo, Tai no fue inmune a los considerables encantos de Robert Pattinson, y jugaba frecuentemente a flirtear con el actor, quien a menudo se escondía dulces en el cuerpo para que la elefanta se los buscara.
El sentimiento fue mutuo:
“El comportamiento de Rosie es tan fascinante, que magnifica la experiencia de los personajes actuando con ella.
Y eso experimenté yo exactamente al trabajar con Tai.
Nunca había estado cerca de un animal tan enorme que fuera más cordial y cuidadoso con la gente a su alrededor”, dijo el actor.
Los realizadores, tuvieron un especial y extraordinario cuidado con Tai durante el rodaje de las secuencias donde August maltrata a Rosie.
El equipo de efectos visuales y el adiestrador de elefantes, Gary Johnson, idearon unos ingeniosos métodos para simular que el personaje de August, interpretado por Christoph Waltz, estaba pegando al elefante, y parece como si Rosie estuviera reaccionando a esos golpes ficticios, mediante la magia de la tecnología digital y una serie de patrones de comportamiento especialmente diseñados por Johnson para Tai; por lo que la elefanta no sufrió daño alguno.
“Ni siquiera utilizamos correas o sujeciones de tela con Tai; y no fue inmovilizada en ningún momento”, dijo el director.
De hecho, la Animal Humane Association supervisó esta escena y todas aquéllas en las que había animales involucrados.
Otro dato, a diferencia de la novela, el personaje de “Uncle Al” fue eliminado, pues August es el propietario y el entrenador de animales.
“Al combinar a August con Uncle Al, el personaje de August resultó más peligroso”, señala LaGravenese, que también rescribió y enriqueció la parte en que un Jacob ya anciano, interpretado por el actor nominado al Oscar, Hal Holbrook, narra su historia y sus experiencias en el Benzini Bros. Circus, así como la relación con su gran amor, Marlena.
También señalar que la escena de la estampida fue compuesta digitalmente; pero en el fondo, esta película nos retrotrae a cuando la ilusión era de verdad.
A cuando los espectadores iban al circo sin tener todavía conciencia de lo sacrificada que es la profesión de los que sonríen bajo los focos, mientras efectúan un salto mortal sobre un trapecio, caminan sobre una cuerda suspendida a metros de altura, se introducen en una jaula llena de fieras, mantienen en equilibrio docenas de platos, arrancan carcajadas, sacan conejos de una chistera, o montan animales con gran destreza.
Porque ellos hacían creer que todo era felicidad, alegría, música y magia, que detrás de sus vestidos de colorines, el profuso maquillaje y las poses ágiles, existía un mundo “de alfombra roja”
Nada más lejos de la realidad; pues si bien hay una parte romántica de la historia; en realidad, la denuncia principal del film es el maltrato, tanto a personas como a animales; aunque se echa en falta mayor atención sobre el maltrato animal, ya que se centra solo en el elefante…
Maltrato personificado en la figura del gerente, un desequilibrado celoso, capaz de todo si se altera, desde tirar a hombres a la vía del tren, hasta acuchillar a la elefanta con la supuesta herramienta de adiestramiento.
Este gerente consigue transmitir no sólo la maldad de su personaje, sino también el sufrimiento y tormento que él mismo siente después de haber cometido alguna atrocidad, pero que, inevitablemente, por su condición perturbada, sabemos que volverá a pasarle…
Pero la verdad es que el guión no es capaz de emocionar, difícil tarea condensar las más de 400 páginas del “best seller”, dejando una historia más bien plana y simple, que avanza a trompicones.
Como dato, la espiga y la cadena, es un método utilizado para condicionar a los elefantes jóvenes, encadenándola a una cadena corta con la punta clavada en el suelo, el joven elefante lucha hasta que rompe la piel alrededor de su pierna encadenada.
Ese doloroso, y se usa para controlar al elefante completamente crecido, a pesar de que podría fácilmente sacar la espiga como adulto.
En la película, Tai/Rosie es severamente abusada.
Un portavoz de La AHA aseguró a la gente, que todas las escenas de abuso en la película fueron obra de efectos especiales y CGI , y que los sonidos de gemidos y llantos que se ve en las películas de Tai, son pistas de audio, y en realidad no fueron hechas por Tai.
Sin embargo, surgió una controversia sobre preocupaciones que Tai fue maltratada antes de filmar.
Un video publicado por Animal Defenders International (ADI) en 2011, muestra imágenes de Tai, presuntamente golpeada con pistolas paralizantes de mano, siendo golpeada alrededor del cuerpo y las piernas con ganchos de toros, mientras estaba bajo el cuidado de Have Trunk Will Travel en 2005.
Se contactó a ADI AHA, instándoles a reevaluar la forma en que evalúan el uso de animales en películas, y las declaraciones que se hacen que respaldan efectivamente el uso de animales de “performance”; por lo que Have Trunk Will Travel respondió al video diciendo:
“El video muestra fragmentos muy cortos y editados, obviamente tomados de forma secreta hace 6 años, que suponen un maltrato a nuestros elefantes.
Si realmente hubo algún abuso sobre por qué esperar 6 minutos, mucho menos 6 ¿años?
Ninguna de las imágenes mostradas se tomó durante el entrenamiento de Tai para Water for Elephants”
Además, el problema es que la película dura demasiado, y no muestra ninguna evolución; ni siquiera en la relación entre los personajes, y sobre ellos mismos cae una trama manipulada.
Se tarda mucho en desenvolver una trama que no debería terminar bien, si consideramos que la película empieza con el chico contando la historia en “flashback”; que ya es un anciano notablemente amargado, que al conocer a un joven, le empieza  a contar una historia trágica.
En definitiva, tiene un final absurdo, del cual se debe culpar a la autora del libro en el cual la película está basada.
Pero la película es muy preciosista, con lo cual consigue planos de gran belleza, aunque carezcan de un uso narrativo; sobre todo los planos del tren, y más cuando los personajes corretean por el techo.
El mayor error del filme, es el guión, que no potencia la relación entre la pareja y el elefante, pese el divertido detalle de que el animal solo entienda las órdenes en polaco, no hay nada que justifique la reacción heroica del animal al final... pero un mérito que le reconozco, es también el final, donde normalmente, estos melodramas románticos siempre buscan el final trágico, y en muchas ocasiones innecesario, pero en esta película se apuesta por un final cargado de optimismo.
Como errores reveladores, se supone que Rex, el león, no tiene dientes, pero en muchas tomas se puede ver con todos sus dientes intactos...
El propietario del circo, al principio menciona el accidente de Hagenbeck-Wallace y el incendio de Hartford.
Estos eran verdaderos desastres circenses:
El 22 de junio de 1918, un tren se estrelló contra el tren de circo Hagenbeck-Wallace, porque el conductor se quedó dormido y no vio las señales de advertencia sobre el tren de circo detenido.
86 personas murieron y otras 127 resultaron heridas.
Mientras que el 6 de julio de 1944, la gran carpa de circo de Ringling Brothers y Barnum & Bailey en Hartford se incendió, mató a 169 personas, e hirió a más de 700.
Como dato, casi todos los carros de carro de circo que aparecieron en la película Water for Elephants fueron los carros originales de los espectáculos de Ringling Brothers.
Durante la producción, el Circus World Museum en Baraboo, Wisconsin, envió sus carritos de circo a California para ser utilizados para la filmación; y en los últimos tiempos, todos han regresado a su edificio de exhibición original.
Por último decir que la banda sonora es de James Newton Howard, como no podía esperarse otra cosa, impecable, se mueve dentro de los parámetros fijados acompañando este romance forjado durante los largos viajes de este circo itinerante de principios del siglo XX, a cuya ambientación contribuirán interesantes canciones de la época.
“You're a beautiful woman, you deserve a beautiful life.
Nothing less”
Los elefantes son los animales terrestres más grandes que existen en la actualidad; con una masa de un poco más de 5kg/11lb, tienen los cerebros más grandes que los de cualquier otro animal terrestre, y aunque las ballenas más grandes tiene masas20 veces mayores que las de un elefante típico, los cerebros de las ballenas son apenas 2 veces más grandes en masa que los de los elefantes.
Además, los elefantes tienen un total de 257 mil millones de neuronas...
Así, el cerebro de los elefantes es similar al de los humanos en términos de estructura y complejidad; por ejemplo, el córtex del elefante tiene la misma cantidad de neuronas que un cerebro humano, lo que sugiere que existe evolución convergente; además exhiben una variedad de comportamientos, incluidos aquellos asociados con el duelo psicológico, el aprendizaje, el mimetismo, el cuidado maternal, el juego, el altruismo, el uso de herramientas, la compasión, la cooperación, la conciencia de sí mismos, la memoria y el lenguaje.
Además, existe evidencia que sugiere que los elefantes son capaces de entender el gesto de señalar; es decir, la habilidad de comunicar en forma no verbal un objeto extendiendo un dedo, o su equivalente.
Y es que los elefantes tienen una de las sociedades más cercanas de todo el mundo animal.
Las familias de elefantes solo pueden ser separadas con la muerte o la captura de sus miembros; y se cree que las habilidades cooperativas de los elefantes son similares a las de los chimpancés; al tiempo que se cree que los elefantes son animales altamente altruistas, que incluso ayudan a otras especies cuando se encuentran en peligro, incluso a los humanos.
Por otro lado, se supo que los elefantes en África se auto-medican al masticar las hojas de un árbol de la familia Boraginaceae, el cual induce al parto; y los habitantes de Kenia, utilizan a este árbol para el mismo propósito.
Además, los elefantes son la única especie de mamíferos, además del Homo sapiens sapiens y los Neandertales, de los que se conoce que tengan o hayan tenido rituales reconocibles respecto a la muerte de uno de sus individuos.
Los elefantes muestran un interés importante en los huesos de otros de su especie, incluso si son de elefantes que murieron mucho antes, y no tienen ninguna conexión con ellos; y frecuentemente se los ve investigando los huesos con sus trompas y pies, al mismo tiempo que permanecen muy quietos; y en algunas ocasiones, elefantes que no tienen ninguna relación con el fallecido, visitan sus tumbas.
Cuando un elefante está herido, otros elefantes incluso si no tienen relación alguna, lo ayudan; y en muchas ocasiones, se sabe que han enterrado a humanos muertos o que estaban durmiendo o los han ayudado cuando estaban lastimados.
Los científicos a menudo debaten hasta qué punto los elefantes sienten emociones… y los elefantes asiáticos son parte de un pequeño grupo de animales, entre ellos los primates, los delfines nariz de botella y las urracas, que demuestran tener conciencia de sí mismos.
Estos paralelos entre los humanos y los elefantes, sugieren una evolución cognitiva convergente, posiblemente relacionada a una sociedad compleja y a la cooperación; y se está comenzando a investigar, si los sonidos realizados por los elefantes tienen dialectos, un rasgo raro en el reino animal.
Todo indica que los elefantes son muy inteligentes; tanto que se cree que son tan inteligentes como los cetáceos y los primates; y debido a su alto nivel de inteligencia y sus fuertes lazos familiares, algunos investigadores creen que es moralmente incorrecto para los humanos, sacrificar a los elefantes.
No es causal que el filósofo griego, Aristóteles, una vez dijo que el elefante era “el animal que superaba a todos los demás en mente e ingenio”
Concluyo que la memoria es algo tan universal, que hasta los elefantes la tienen.

“I'm not running away, I'm coming home”



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