Joker

“I used to think that my life was a tragedy, but now I realize, it's a comedy”

Decía Goethe:
“En nada se manifiesta más claramente una personalidad, que en aquello de lo que se ríe”
Antes de aproximadamente el siglo XIX, la risa se interpretaba como un elemento frívolo y de poca profundidad; y con la excepción de un puñado de pensadores clásicos que dedicaron algo de su tiempo al estudio serio de esta materia, prácticamente ninguno fijó su atención sobre tal cometido.
Se apunta a que posiblemente, la filosofía no ha centrado su atención en lo cómico debido a la fragilidad de su experiencia, pues cuando se intenta aprehender, se disuelve.
Así, la frivolidad atribuida a la risa proviene del hecho de que “lo cómico” y “lo serio”, son mutuamente excluyentes, de tal modo que una broma en una situación seria, se considera precisamente eso, frívola.
En otras palabras, las personas que escriben libros sobre lo cómico, son blanco legítimo de la parodia, la sátira y otras modalidades agresivas de respuesta humorística frente a una sociedad intolerable.
Y de la superficialidad, por otra parte, podemos hacer constancia con buenos ejemplos procedentes nada menos que del Diccionario de La Real Academia Española:
Desde un punto de vista fisiológico, una sonrisa es una expresión facial formada al flexionar los 17 músculos cerca de los extremos de la boca, pero también alrededor de los ojos.
En los humanos, es una expresión común, que refleja placer o entretenimiento, pero también puede ser una expresión involuntaria de ansiedad o de muchas otras emociones, como la ira, sarcasmo, etc.
Varios estudios han demostrado que la sonrisa es una reacción normal a ciertos estímulos, y ocurre independientemente de cuál sea la cultura; por tanto, la risa es una respuesta biológica producida por el organismo, como respuesta a determinados estímulos; por lo que la sonrisa se considera una forma suave y silenciosa de risa.
La risa, es una reminiscencia o sinónimo del grito de triunfo del luchador tras ganar a su adversario; si bien, la risa se considera en general beneficiosa para la salud, existen paradójicamente también problemas de salud que cursan con episodios de risa.
Varios estudios apuntan hacia el carácter transgresor socialmente aceptado de la risa, que dentro de ciertos límites, quebranta las normas sociales y culturales para convertirse a su vez en otra norma.
Asimismo, el carácter desordenado de la risa, actúa como agente liberador, casi redentor frente a las presiones sociales.
En cambio, otros postulan, más que la mera transgresión de las normas, la existencia en la sociedad de un nivel metacomunicativo en el que “todo vale”, dentro del cual, “la vida es un juego”
Por su parte, Platón, bajo la concepción actual, no tenía sentido del humor; y para él, la risa sólo demuestra la maldad y el disparate; diciendo:
“Lo que hace a una persona risueña es la ignorancia sobre sí misma”
De ese modo, la falta de autoconocimiento, es una desgracia, y la risa es un placer; por tanto, reír ante la soberbia es generar deleite y al mismo tiempo maldad ante una desgracia.
Para Immanuel Kant, que habló de la risa en el contexto de una teoría estética; la risa aparece cuando una tensa expectativa queda reducida a la nada.
A pesar de sus reticencias, Kant no tiene más remedio que admitir el carácter epistemológico de la risa:
Además de constituir un proceso fisiológico y psicológico, implica una percepción diferente de la realidad.
A finales del siglo XIX, Henri Bergson reconoció la risa como fundamentalmente social; y un aspecto destacable de su pensamiento, es que considera que lo cómico aparece cuando se reprimen otras emociones, como el odio, o la compasión.
Sigmund Freud, sugiere que la risa posiblemente posea un efecto catártico liberador de la energía nerviosa reprimida; y más adelante pasaría de centrarse en la risa en sí misma, a dirigir su atención a los epifenómenos asociados del humor, la personalidad, la socialidad y la cognición.
Como se dijo, existe una risa patológica, no controlable, con incontinencia y labilidad afectiva, que caracteriza ciertas enfermedades del sistema nervioso central, como es el caso de tumores, esclerosis múltiple, ictus, demencias como el Alzheimer, y afección de las conexiones entre el cerebro, el bulbo raquídeo y el cerebelo.
Enfermedades mentales como la esquizofrenia, la manía y la drogadicción, también pueden presentarse con risa patológica, como “crisis de risa incontrolada”, y ser tratadas con antidepresivos de última generación, como la paroxetina.
También, se da en el caso de personas con trastornos del espectro autista, ya sea autismo o Síndrome de Asperger, los cuales pueden tener ataques de risa sin motivo aparente.
Como fuera el caso, con la risa logramos liberar energía negativa del cuerpo, tal y como decía Freud.
Actualmente, la risa tiene la capacidad de mostrarnos las distintas facetas de la realidad, por tanto, hacernos comprender el mundo de forma más completa.
Un payaso, del italiano “pagliaccio”, por ejemplo, es un personaje estereotipado, representado comúnmente con vestimentas extravagantes, maquillaje excesivo y pelucas llamativas; que generalmente se le asocia con un artista de circo, cuya función es hacer reír a la gente, gastar bromas, hacer piruetas, y en ocasiones trucos divertidos, pero también es un actor satírico que se burla de la cotidianidad.
Otro tipo de payaso, es “el callejero”, quien solo se dedica a hacer su acto en las intersecciones de calles grandes y concurridas, realizando un acto corto, generalmente de malabarismo, que dura lo mismo que el alto del semáforo, recolectando ocasionalmente el dinero que le dejen los automovilistas o transeúntes; o bien “el payaso doctor” cuya función es provocar la risa dentro de hospitales para ayudar a los pacientes, ya que se sabe que la acción de reír genera endorfinas, y esto ayuda al cuerpo a sanar más rápido.
Sin embargo, a pesar de estar acompañado de connotaciones coloridas y festivas, mucha gente muestra incomodidad o temor hacia el personaje; tanto que algunos grabados populares, representan al payaso en una forma caricaturesca y perturbante.
La fobia a los payasos, se conoce con el nombre de “coulrofobia”; y se define como un persistente, anormal e injustificado miedo a los payasos; y quienes sufren de esta fobia, reconocen que lo que les asusta más es el maquillaje excesivo, su nariz de color rojo fuerte, y sus extraños cabellos, lo que oculta su verdadera identidad.
A menudo, se adquiere este miedo después de haber tenido una mala experiencia con payasos durante la infancia, o por haber visto el retrato de un payaso siniestro.
En una línea similar, un “bufón” es alguien que ofrece diversión a través de una apariencia o comportamiento inapropiado.
El bufón, es toda aquella persona que hace reír con su ingenio, sus gracias o sus desgracias; y en un sentido histórico, los bufones, hombres o mujeres, muchas veces niños, enanos o personas deformes o grotescas, han ocupado un lugar privilegiado junto a Reyes y poderosos; donde sus habilidades cómicas en pantomimas y representaciones histriónicas o burlescas, su destreza en acrobacias, malabarismos y otros juegos, y muy en especial, su privilegio ante los poderosos para decir lo que a nadie le estaba permitido pronunciar, o reírse de quien nadie osaría hacerlo; han sido sus características principales.
Y se les concede el insólito mérito de humanizar al gran mandatario, haciéndole sentir, supuesta y temporalmente, como un mortal más.
En simbología, el significado del “bufón”, como personaje dual, es tan ambiguo como cruel su origen en la historia de la humanidad; pues representa tanto al doble como al alter ego.
Como si habláramos del bufón más famoso del comic, el Joker, donde su risa es risa, y lo demás es ira.
El Joker es un personaje ficticio, un supervillano que aparece en los cómics publicados por la editorial estadounidense DC Comics; como uno de los villanos de género superheroico más icónicos y reconocidos, tanto que ocupa el puesto #1 de los 100 mejores villanos de todos los tiempos; y como uno de los personajes más reconocidos y populares, ha ganado una variedad de premios y reconocimientos, como en El Premio Oscar que recibió Heath Ledger por interpretarlo, el ya mencionado actor, hizo una estupenda interpretación del Joker, que según varios críticos de cine, e incluso muchos admiradores de los cómics, lo nombran “el mejor Joker de la historia”
Y es el Joker es enemigo y archirrival de Batman; una de las razones para considerarlo así, es que ha sido responsable de numerosas tragedias en su vida, como la parálisis de Barbara Gordon, y la muerte de Jason Todd, quien fue el segundo Robin.
Joker fue creado por Jerry Robinson, Bill Finger y Bob Kane; como un psicópata asesino, pero debido a los límites establecidos por la Comics Code Authority, su personalidad fue cambiada a la de un simple bufón inofensivo, al cual le gustaba molestar a los policías.
Sin embargo, en “el renacimiento de los cómics de Batman”, recuperó su antigua personalidad de maníaco homicida y, a lo largo de los años, ha ido volviéndose más oscuro, a tal grado de ser capaz de asesinar niños indefensos, como es descrito en la película “The Dark Knight” (2008), donde lo único que busca es ver arder el mundo.
Pero su primera aparición fue en 1940, para el folletín de Batman Nº 1; y durante la década de los 40, Batman ya era lo suficientemente popular para protagonizar una serie independiente a Detective Comics.
Ahí se presenta al villano dado a conocer como Joker.
Aunque la autoría por la creación del personaje es disputada; Jerry Robinson siempre dijo haber sido él quien lo creó, pero según Bob Kane:
“Bill Finger y yo creamos al Joker.
Bill fue el guionista.
Jerry Robinson vino a verme con la carta de una baraja que tenía al Joker como comodín.
Así, el Joker se parece a Conrad Veidt... ya sabes, el actor de “The Man Who Laughs”, la película de 1928 basada en la novela de Victor Hugo...
Bill Finger tenía un libro con una fotografía de Conrad Veidt, y me lo mostró y dijo:
“Aquí está el Joker”
Jerry Robinson no tuvo absolutamente nada que ver, pero dirá que sí hasta que muera.
Él introdujo una carta de juego que usamos un par de números para que Joker la usara como su tarjeta de presentación”
Ante esto, Robinson respondió que:
“Bill Finger conocía a Conrad Veidt, porque era un fanático de las películas extranjeras.
Veidt... tenía ese maquillaje de payaso con la sonrisa fija en el rostro.
Cuando Bill vio el primer dibujo del Joker, dijo:
“Me recuerda a Conrad Veidt en “The Man Who Laughs”
Dijo que me traería algunas fotos de esa película; y así es como sucedió.
Creo que, en la cabeza de Bill, él fue quien diseñó el personaje”
Pero fue en “Batman: The Killing Joke” (1988), que el afamado guionista, Alan Moore, profundiza en una antigua historia escrita por Bill Finger llamada “Red Hood” del Detective Comics #168, de 1951, para contar un posible origen del Joker, ya que en el cómic, el mismo personaje admite que no recuerda claramente como era su pasado, y que siempre lo está reinventando.
La historia, examina el trasfondo del villano conocido como el Joker, y muestra sus orígenes y primer encuentro con “El Hombre Murciélago”
La historia trata sobre temas como la locura, la maldad y el bien; donde se expone al héroe y al villano como 2 personajes sumamente parecidos, y alude a que ambos pasaron por momentos muy difíciles, que los llevaron a convertirse en lo que son.
También expone la posibilidad de que Batman esté tan enfermo mentalmente como el Joker, con la diferencia fundamental de que “El Caballero Oscuro” demuestra y canaliza su locura de forma diferente.
Dentro de la historia se toman también los temas de la superación de adversidades, de ver cuánto es capaz de aguantar el humano hasta perder dicha humanidad.
La obra, también sirvió de inspiración para un gran número de adaptaciones y trabajos cinematográficos sobre Batman; pero aquí se muestra al Joker como un ingeniero anónimo, que deja su trabajo en una planta de químicos, para convertirse en comediante, pero fracasa rotundamente.
Desesperado por solventar económicamente a su esposa embarazada, accede a guiar a 2 ladrones dentro de la planta, y con esto ganar parte del botín.
Mientras planeaban este robo en un bar, llega la policía, y le informa que su esposa ha muerto electrocutada en un accidente casero.
El ingeniero trata de salirse del plan, pero los ladrones le obligan a participar.
En la planta, los ladrones le entregan una máscara, y lo nombran “Red Hood”
Una vez adentro, son detectados por el personal de vigilancia, y los 2 ladrones son abatidos por los disparos de los guardias, pero el comediante logra escapar.
En ese instante aparece Batman y el villano, huyendo, cae hacia una mezcla de químicos, del cual logra escapar al exterior a través de un tubo.
Una vez afuera, descubre que la reacción química le cambió permanentemente la apariencia a la de una especie de payaso:
Piel blanca, labios rojos, y pelo verde.
Según el personaje, este cambio de apariencia, más los infortunios de un día, lo llevan a perder la razón, y transformarse en el supervillano Joker.
Aun así, el Joker narra a Batman que no recuerda bien lo que le ocurrió, que a veces recuerda una cosa, y a veces otra distinta, jactándose así de preferir un pasado de “opciones múltiples”
De esa manera, el Joker se reinventa; pues no tiene origen, no tiene una meta clara, siendo la encarnación de rostro deforme del caos y de la demencia.
Aparece de ninguna parte, va hacia ninguna parte, y a su paso solo hay destrucción.
Por tanto, ha sido repetidamente analizado por los críticos, como el adversario perfecto de Batman, cuya larga relación, a menudo es paralela al concepto del “yin y yang” donde Batman es un personaje serio, con un traje de colores oscuros; mientras el Joker es colorido y alocado; y a diferencia de otros enemigos de Batman, él no posee ningún súper poder, sin embargo es descrito en muchos medios como un genio, llegando a crear diversidad de artefactos que lo ayudan a cumplir sus objetivos.
Una herramienta suya, que resulta ser bastante popular, es “El Gas de La Risa”, que a pesar de que su nombre da a entender que hacer reír a la gente, en realidad le provoca un choque anafiláctico debido al bloqueo de los canales de calcio y potasio; y dependiendo de la dosis, la piel puede cambiar de color y el cabello puede volverse verde.
Un símbolo, suyo es dejarle a sus víctimas una sonrisa, en la mayoría de los cómics es provocada por “El Gas de La Risa” y en raras ocasiones por un veneno letal que tiene en la flor de su traje.
Hay ocasiones donde se quiere presentar una versión más realista del personaje, y la sonrisa es una cicatriz hecha con un cuchillo; pero en todas sus apariciones tiene una peculiar sonrisa, la cual puede variar, siendo algunas veces su sonrisa natural, y en otras se debe a un problema en sus mejillas, como una sonrisa de Glasgow, un tipo de tortura que consiste en cortarle las mejillas a la víctima, y dejarle una sonrisa permanente, realizada en Glasgow, Escocia.
Es por ello que con la evolución del universo de Batman, el Joker como personaje ha tenido diversas variantes, más tratándose que “él mismo no recuerda cómo nació como Joker”:
La imagen original, fue la de un brillante criminal psicópata con tendencias al sadismo, atormentando a gente inocente y cometiendo crímenes curiosos y brutalmente inhumanos; siendo la representación preclara del caos, la burla, el colorido y el crimen; en contraposición al orden, la seriedad, la oscuridad y la justicia que encarna Batman; y a medida que fueron aumentando sus apariciones, el supervillano se fue haciendo más estrafalario, y con un oscuro y sádico sentido del humor.
Una nueva representación del Joker, muy influida por el Comics Code, surgió y fue la popularizada en los años 1950 y 1960, y le caracterizó como un excéntrico ladrón de poca monta, falto de cuidado, y con un especial aprecio por los gags y la parafernalia bufonesca.
Un personaje al más puro estilo “camp”, el cual tuvo su punto cumbre en la serie televisiva Batman, de mediados de los años 1960.
Fue esta versión bufonesca del personaje, la que se popularizó mundialmente.
Al igual que otros villanos del universo DC, Joker no asesina al instante, sino prefiere torturar a su víctima, e incluso a sus compañeros y amigos, por lo que tampoco tiene límites.
Y no le han sentenciado con la pena de muerte, ya que es visto por la ley, como un enfermo mental; por lo que en lugar de ser asesinado, es enviado al Asilo Arkham.
Si bien, Batman fácilmente podría asesinar al Joker, no lo hace debido al código ético de “no asesinar”, que sustenta su cruzada contra los criminales; y a pesar de haberlo intentado varias veces, el Joker no tiene la intención de asesinar a su archienemigo tampoco, pues según él, si lo hace, no tendría nada que hacer en la vida.
El Joker ha sido interpretado por César Romero en la serie de televisión de los años 1960; por Jack Nicholson en “Batman” de Tim Burton; por Cameron Monaghan en “Gotham”; Mark Hamill en “Batman: The Animated Series”; por Heath Ledger en “The Dark Knight” de Christopher Nolan, interpretación que le valió El Premio Oscar Póstumo a Mejor Actor de Reparto; y Jared Leto para la película “Suicide Squad” de la compañía Warner Bros., y DC Comics.
Pero algo curioso e irónico sucedió durante “El Día Mundial de La Sonrisa” que se celebra cada año el primer viernes del mes de octubre; una idea que surgió de Harvey Ball, artista comercial, creador del Smiley Face, como un día “dedicado al buen ánimo y buenas obras”, donde el eslogan es:
“Haz un acto de amabilidad, ayuda a una persona a sonreír”; y en 2019, cayó un 4 de octubre, estrenándose en Estados Unidos, el filme “Joker” de Todd Phillips; muy cercano al “Día Internacional de la No Violencia”, siendo el año del aniversario 150 del nacimiento de Mahatma Gandhi, “El Padre de La No Violencia”
“I hope my death makes more cents than my life”
Joker es un comic del año 2019, dirigido por Todd Phillips.
Protagonizado por Joaquin Phoenix, Robert De Niro, Zazie Beetz, Frances Conroy, Brett Cullen, Bill Camp, Shea Whigham, Dante Pereira-Olson, Douglas Hodge, Jolie Chan, Bryan Callen, Brian Tyree Henry, Mary Kate Malat, Glenn Fleshler, Marc Maron, Josh Pais, Leigh Gill, Adrienne Lovette, Sharon Washington, Mandela Bellamy, David Iacono, Matthias Sebastiun Garry, Mick O'Rourke, Evan Rosado, Caillou Pettis, Sondra James, Gary Gulman, Kim Brockington, Jamaal Burcher, John Cashin, Ryan Funigiello, Annie Pisapia, Ray Iannicelli, Tony D. Head, Scott Martin, Dj Nino Carta, Mark Lotito, Jason John Cicalese, Keith Buterbaught, Ray Rosario, Rose Maria Wilde, Ben Heyman, Emmanuel Rodriguez, Vincent Cucuzza, Celeste Pisapía, Marko Caka, Alexandra López Galán, Bob Leszczak, Rich Petrillo, Thomas W. Stewart, entre otros.
El guión es de Todd Phillips y Scott Silver, basados en el personaje homónimo de DC Comics, el archivillano de Batman; siendo la primera película de una serie de películas basadas en DC, pero separadas del Universo Extendido/Compartido de DC (DCEU); siendo el primer “spin-off” de Batman desde “Catwoman (2004)”
Joker se inspiró en la novela gráfica “Batman: The Killing Joke” (1988), que representa al Joker como un comediante fallido, que fue la base de la premisa de esta película; al tiempo que se inspiraron en los estudios de personajes de la década de 1970, y en las películas de Martin Scorsese como “Taxi Driver” (1976), “Raging Bull” (1980) y “The King of Comedy” (1983), así como “La Trilogía Hangover” de Phillips; y otras películas que incluyen estudios de personajes como:
“Serpico” (1973) y “One Flew Over The Cuckoo's Nest” (1975), así como en la película muda, “The Man Who Laughs” (1928) y varios musicales.
Todd Phillips concibió a Joker en 2016, y escribió el guión con Silver durante 2017; y según el primero, Joker fue creado a partir de su idea de crear una película de cómic diferente y más sólida; por lo que se sintió atraído por el Joker, porque no creía que hubiera una representación definitiva del personaje, que sabía que proporcionaría una considerable libertad creativa.
Así, Phillips dijo que “no sigue cualquier cosa de los cómics...
Eso fue lo que me interesó.
Ni siquiera estamos haciendo Joker, sino la historia de convertirnos en Joker”
Phillips luego aclaró, que quería decir que no buscaban inspiración en un cómic específico, sino que “escogieron y eligieron lo que nos gustó” de la historia del personaje.
Ambos encontraron la historia de origen Joker más común, en la que el personaje queda desfigurado después de caer en una tina de ácido, demasiado poco realista; en cambio, utilizaron ciertos elementos de la tradición de Joker, para producir una historia original, que Phillips quería sentir lo más auténtico posible.
Además, debido a que el Joker no tiene una historia de origen definitiva en los cómics, Phillips y Silver recibieron una libertad creativa considerable, y “se presionaron mutuamente todos los días para llegar a algo totalmente loco”
Sin embargo, trataron de retener la ambigua naturaleza de “opción múltiple” del pasado del Joker, al posicionar al personaje como un narrador poco confiable, con historias montadas como delirios, y dejó en claro qué enfermedades mentales padece él.
Como tal, Phillips dijo que toda la película está abierta a interpretación.
Contrario a lo que propuso Warner Bros, Phillips dijo que Joaquin Phoenix era el único actor que consideraba, y que él y Silver escribieron el guión con Phoenix en mente; pues “el objetivo nunca fue introducir a Joaquin Phoenix en el universo de las películas de cómics.
El objetivo fue introducir las películas de cómics, en el universo Joaquin Phoenix”
Y describió su versión de Joaquin Phoenix de Arthur, como “un hombre que busca una identidad que por error se convierte en un símbolo; pero su objetivo es realmente hacer reír a la gente y alegrar al mundo”
Phoenix dijo que cuando se enteró de la película, se emocionó porque era del tipo de film que estaba buscando hacer, describiéndolo como única, y afirmando que no se sentía como una típica “película de estudio”
Sin embargo, Phoenix tardó un tiempo en comprometerse con el papel, ya que lo intimidó, y dijo “a menudo, en estas películas, tenemos estos arquetipos simplificados y reductores, y eso permite que la audiencia esté distante del personaje, al igual que lo haríamos en la vida real, donde es fácil etiquetar a alguien como malvado, por tanto, hay que decir:
“Bueno, no soy eso”
Por su parte, para el documentalista Michael Moore, Joker es una “obra maestra cinematográfica, cuyo peligro para la sociedad es que la gente no la vea”
Mientras que Josh Brolin , quien interpretó a Thanos en el Marvel Cinematic Universe, dijo que la película es poderosa:
“Para apreciar a Joker, creo que debes haber pasado por algo traumático en tu vida, y creo que la mayoría de nosotros lo hemos hecho; o entender en algún lugar de tu psique, qué es la verdadera compasión”
Por su contenido, fuera de toda la norma comic, Joker fue la primera película de Batman de acción en vivo, que recibió una calificación R de la Motion Picture Association of America, debido a su contenido violento e inquietante; siendo también la primera película de DC Comics en ser clasificada R desde “Watchmen” (2009), lanzada justo 10 años antes; y la 2ª  película de DC con el Joker en ser clasificada R después de “Batman: The Killing Joke” (2016)
De esa manera, mucho antes del estreno, incluso en preproducción, la película polarizó a los críticos; mientras se elogiaba la actuación de Phoenix, el tono oscuro, la descripción de la enfermedad mental y el manejo de la violencia, se encontraron con respuestas divididas; pues Joker generó preocupaciones de inspirar violencia en el mundo real, como el tiroteo masivo de Aurora, Colorado en 2012, durante una proyección de “The Dark Knight Rises”, por lo que muchos cines se negaron a proyectarla.
A pesar de esto, la película ha recaudado $248 millones en todo el mundo, de un presupuesto de $55 millones, y estableció récords de taquilla para su estreno.
Como dato, Joker se realizó, con éxito, porque los productores lanzaron un presupuesto de producción de solo $35 millones a Warner Bros, y el costo final real de la película, es decir, antes de la publicidad, distribución y promoción, se mantuvo dentro de esa cifra.
Esto se debe en parte, a que se sabe que Todd Phillips no es un director extravagante, la película no es una película de efectos especiales pesados, y la estrella, Joaquin Phoenix, no se considera un costoso actor de “Lista A”, sino un actor de carácter realista, que prefiere trabajar en bajo proyectos clave, de formato independiente.
Rodada en La Ciudad de New York, bajo el título de trabajo Romeo para mantener en secreto la producción; la historia tiene lugar en 1981, y sigue a un comediante fallido, que se hunde en la locura, y se convierte paulatina e inconscientemente en el líder de un levantamiento criminal masivo.
Ese comediante es Arthur Fleck (Joaquin Phoenix), que ignorado por la sociedad en la que vive, se convierte en un genio del crimen y del caos en Gotham City.
Y es que Arthur es un hombre que enfrenta la crueldad y el desprecio de la sociedad, junto con la indiferencia de un sistema que le permite pasar de la vulnerabilidad a la depravación.
Hace de un payaso por las mañanas, y se esfuerza por convertirse en un comediante por las noches; pero tiene problemas mentales que hacen que la gente le vea como un bicho raro.
Su gran sueño es actuar como cómico delante del público, pero una serie de trágicos acontecimientos, le hará ir incrementando su ira contra una sociedad que le ignora; porque descubre que “la broma” siempre parece ser él.
Arthur está fuera de sintonía con todos los que lo rodean, producto de su risa incontrolable e inapropiada que cobra impulso a medida que intenta contenerla, hecho que lo expone a un mayor ridículo, e incluso a la violencia.
Los personajes secundarios que aparecen, también están a muy buen nivel:
La madre de Arthur, Penny Fleck (Frances Conroy), tiene un papel importante en la trama, como una mujer mayor con enfermedades mentales y físicas, que anteriormente trabajó para Thomas Wayne (Brett Cullen), y poco a poco vamos conociendo mejor a la familia; y la narrativa juega muy bien las cartas.
La familia Wayne entra en escena, como el “late show” de Murray Franklin (Robert de Niro), el ídolo de Arthur, donde el protagonista reitera todo lo significativo que ha ido apuntalando la cinta, en el show en vivo.
Aquí, Todd Phillips y Joaquin Phoenix no sólo han re-imaginado a uno de los villanos más emblemáticos de la historia y del cine, sino que también han re-imaginado la película del cómic en sí.
En lo personal, Phoenix ha logrado lo que parecía imposible:
Hacernos olvidar, por un segundo, al genial Heath Ledger, para imbuirnos su propia dosis de locura, donde otra máscara que no fuera la de El Joker, el personaje sería visto quizás de otro modo, en un juego de espejos que apuntan directamente al espectador, como el hacedor del “Rey del Caos”
Porque señores, al fin alguien usa la metáfora para mostrar una realidad:
La sUciedad crea monstruos.
Una obra de psico-moralidad, deslumbrantemente perturbada, que habla de La Era de Los Incels y de los asesinos de masas, como de la política sin esperanzas, del tipo de odio que surge de los sueños aplastados.
Los Incels es una abreviatura de la expresión inglesa, “involuntary celibate” o “celibato involuntario”, que es una subcultura que se manifiesta como comunidades virtuales de personas que dicen ser incapaces de mantener relaciones sexuales con una pareja, como sería su deseo; pero al menos 4 asesinatos en masa, que resultaron en 45 muertes, han sido cometidos en América del Norte por hombres que se auto-identificaron como “Incels”, o que mencionaron nombres y escritos relacionados con “Incel” en sus escritos privados o publicaciones en Internet.
De ahí que los medios de comunicación y los investigadores han criticado a las comunidades Incel por ser misóginas, alentar la violencia, difundir opiniones extremistas y radicalizar a sus miembros.
Por ello, esta es una película increíblemente bien llevada de la realidad en la que existen personas marginadas y enfermas, mostrando la crueldad y desinterés de las personas que no prestan ayuda, así como la verdad del abuso infantil y las consecuencias de la desintegración familiar; la falta de atención médica especializada en cualquier parte del mundo, pues si existe no tienen la capacidad, personal con escrúpulos ni los medicamentos para tratar las diversas enfermedades mentales; en sí, es una película cruda, magnifica, que despierta emociones de impotencia y reflexión ante nuestro actuar como sociedad, y como dejar de lado la doble cara de los políticos y la manipulación de los medios de comunicación que los favorecen.
Joker hace reflexionar sobre las personas que aún con sus problemas internos, quieren ser buenos, pero la sociedad los arrastra por su corrupción y crueldad; así, el filme es un golpe directo a los medios de comunicación, las noticias y en especial los medios “de entretenimiento” que crean y destruyen personas, sino recuerden los atropellos hacia Amy Winehouse… donde solo buscan audiencia y hacen lo que sea necesario para conseguirlo; mientras los ciudadanos de a pie nos tratamos mal, nos reímos de las debilidades de los demás, pese a que podrían también ser las nuestras, creamos dementes como Joker, creamos una sociedad demente, y es angustioso verlo, porque es nuestra verdad; y como no, las noticias que solo venden sucesos para que todo el mundo pase su vida viviendo el mal rato; y sí, es cierto, el mundo está mal, pero eso todos lo sabemos, sin embargo, no lo queremos ver; por ello, Todd Phillips usa el personaje para mostrarnos la realidad en plena Era Trump, que como una epidemia, ha infectado al mundo entero.
Y a medida que Joaquin Phoenix entra en la cabeza del personaje, lo mejor sucede cuando sentimos empatía por un psicópata que él mismo no lo siente, porque:
¿Qué puede perder un hombre que nunca tuvo nada?
Hay personas que no buscan algo lógico, como por ejemplo el dinero.
No se les puede comprar ni amenazar, ni se puede razonar o negociar con ellas; pues algunas personas sólo quieren ver arder el mundo.
“You don't listen, do you?
You just ask the same questions every week.
“How's you job?”
“Are you having any negative thoughts?”
All I have are negative thoughts”
Joker es quizás, una de las promesas cinematográficas del año, sin precedentes para Warner Bros., y la obra que devolverá el brillo al deslucido Universo Cinematográfico DC; no obstante, el recorrido de la película, hasta convertirse en una polémica revisión del cine de superhéroes, ha sido largo y complicado, en especial, a la vista del colosal triunfo de la franquicia MARVEL.
Para el director, Todd Phillips, el hecho de enfrentar el éxito taquillero del Universo Cinematográfico de MARVEL, supuso un reto que decidió asumir de una manera peculiar e ingeniosa:
Alejándose todo lo posible de lo que hasta ahora ha creado en la pantalla grande “La Casa de Las Ideas”
Una decisión que le llevó a tomar caminos argumentales y visuales por completo distintos a los que hemos visto durante los 10 años del auge de películas de superhéroes, diciendo:
“No se puede vencer a MARVEL, es un gigante.
Hagamos algo que ellos no pueden hacer”
Siendo eso lo que llevó a Joker, a convertirse en un film experimental excepcional.
En 2014, a Joaquin Phoenix le interesó actuar en una película tipo “estudio de personajes” de bajo presupuesto sobre un villano de cómic como el Joker.
Phoenix, anteriormente se había negado a actuar en El Universo Cinematográfico de MARVEL, porque se le habría exigido que desempeñara los papeles que se le ofrecieron, como “Doctor Strange”, en múltiples películas.
Sin embargo, no creía que su idea de una película debería cubrir al Joker, ya que creía que el personaje había sido representado de una manera similar antes.
El agente de Phoenix, sugirió una reunión con Warner Bros., pero Phoenix se negó.
Luego del exitoso lanzamiento de “Wonder Woman” (2017), DC Films decidió quitar el énfasis al compartido de DC Comics, franquicia cinematográfica basada en El Universo Extendido de DC (DCEU), donde la Presidente de DC Entertainment, Diane Nelson, declaró:
“Nuestra intención, ciertamente es seguir adelante, usar la continuidad para ayudar a asegurar que nada sea divergente de una manera que no tenga sentido, pero no hay insistencia en una historia general, o interconectividad en ese universo...
Avanzando, verá que el universo de películas de DC, es un universo, pero que proviene del corazón del cineasta que los está creando”
En agosto de 2017, Warner Bros., y DC Films, revelaron planes para una película de Joker separada de DCEU, con Todd Phillips dirigiendo, y coescribiendo con Scott Silver; y Martin Scorsese coproduciendo con Phillips.
El guión, se inspira en las películas de Scorsese, así como la novela gráfica de Alan Moore, “Batman: The Killing Joke”; y para septiembre de 2017, Warner Bros., estaba considerando que Leonardo DiCaprio encarnara al Joker, pero para febrero de 2018, Joaquin Phoenix era la mejor elección de Phillips para el papel.
Pero tras el decepcionante desempeño financiero y crítico de “Justice League” (2017), Walter Hamada reemplazó a Jon Berg como jefe de la producción de películas con sede en DC en Warner Bros., y Hamada clasificó a través de varias películas de DC en desarrollo, cancelando algunas mientras avanzaba el trabajo en otras.
Por lo que se esperaba que la película de Joker comenzara a filmarse a fines de 2018, con un presupuesto de $55 millones, “una fracción" del presupuesto habitual para una película basada en cómics”; y el acuerdo con Phoenix se finalizó hasta julio de 2018; siendo el actor quien tituló la película simplemente como “Joker”
Por su parte, Warner Bros., describió la película como “una exploración de un hombre ignorado por la sociedad, que no es solo un estudio de carácter arenoso, sino también un cuento de advertencia más amplio”
En este punto, Scorsese dejó el proyecto debido a otras obligaciones, y Emma Tillinger Koskoff lo reemplazó, aunque más tarde se reveló que era un productor ejecutivo; y también se confirmó que la película no tendría efecto en la representación de Jared Leto del Joker en el DCEU, y se espera que sea la primera en una nueva serie de películas de DC, que no estén relacionadas con esa franquicia.
De inicio, el logotipo de Warner Bros., es el logotipo de Warner Communications utilizado en los años 70 y principios de los 80, para adaptarse al escenario de esta película, 1981; mientras que el logotipo de DC Comics aparece al final, y sin la animación de “La Liga de La Justicia”, que lo marca como una historia alternativa del DCEU.
Estamos en 1981, donde Arthur Fleck trabaja como payaso a sueldo, y vive con su madre, Penny, en Gotham City.
La ciudad se derrumba bajo el desempleo, el crimen y la ruina financiera, dejando segmentos de la población privados de sus derechos y empobrecidos.
Arthur sufre de un trastorno neurológico que lo hace reír en momentos inapropiados, y visita regularmente a una trabajadora de servicios sociales para obtener medicamentos.
Después de que un grupo de niños de la calle lo atacaran en un callejón, el compañero de trabajo de Arthur, Randall (Glenn Fleshler), le presta un arma para protegerse.
Arthur también conoce a Sophie (Zazie Beetz), una madre soltera que vive en un apartamento vecino, y la invita a su rutina de comedia.
Mientras se entretiene en un hospital infantil, la pistola de Arthur se cae de su bolsillo; y es despedido por esta infracción; por lo que Randall miente al decir que Arthur compró el arma.
Durante un viaje a casa en el metro, Arthur es nuevamente golpeado por 3 hombres de negocios borrachos de Wayne Enterprises, antes de que dispare a 2 de ellos en defensa propia, y ejecute al restante.
Esos asesinatos, comienzan involuntariamente un movimiento de protesta contra los ricos de Gotham, con manifestantes vistiendo máscaras de payasos en la imagen del asesino no identificado; y más tarde, Arthur se entera de que los recortes de fondos están cerrando el programa de servicio social, dejándolo sin acceso a su medicamento.
Esa noche, Sophie asiste a la rutina de comedia de Arthur, que va mal; él se ríe incontrolablemente, y tiene dificultades para hacer bromas.
Mientras un popular presentador de un programa de entrevistas, Murray Franklin, se burla de Arthur, mostrando esos clips de la rutina en su programa.
Más tarde, Arthur intercepta una carta escrita por Penny, al multimillonario local y candidato a la alcaldía, Thomas Wayne, alegando que él es el hijo ilegítimo de Thomas, y Arthur la regaña por ocultar la verdad.
Luego, Arthur va a Wayne Manor para obtener respuestas, donde conoce al hijo de Thomas, Bruce (Dante Pereira-Olson)
Después de una pelea con Alfred Pennyworth (Douglas Hodge), el mayordomo de la familia, Arthur huye.
Poco después de una visita de 2 detectives del Departamento de Policía de Gotham City,  Garrity (Bill Camp) y Burk (Shea Whigham) que investigan la participación de Arthur en los asesinatos del tren; Penny se enferma, y es hospitalizada.
Posteriormente, en un evento público, Arthur se enfrenta a Thomas, quien le dice que Penny es mentalmente inestable, y no su madre biológica.
Negando, Arthur visita El Hospital Estatal de Arkham, y roba el archivo del caso de Penny, descubriendo que fue adoptado después de ser abandonado cuando era un bebé, y que Penny fue negligente, lo que le permitió a su novio abusar físicamente de Arthur cuando era niño, causando un grave trauma en la cabeza.
Angustiado, Arthur va al hospital, y mata a Penny antes de regresar a casa, y entrar al apartamento de Sophie sin previo aviso.
Asustada, Sophie le dice que se vaya; y se revela que sus encuentros anteriores, fueron parte de los delirios de Arthur…
Nada de lo que pasó con ella, visto anteriormente, fue real.
Luego, Arthur es invitado a hacer una aparición especial en el programa de Murray, debido a la inesperada popularidad de sus clips de rutina, y mientras se maquilla y se viste, sus antiguos compañeros de trabajo, Gary (Leigh Gill) y Randall lo visitan.
Arthur asesina a Randall, pero deja a Gary ileso por tratar bien a Arthur en el pasado.
De camino al estudio, Arthur es perseguido por los 2 detectives en un tren lleno de manifestantes payasos.
Uno de los detectives, dispara accidentalmente a un manifestante, e incita una revuelta; mientras Arthur escapa en el caos.
Así, antes de que comience el show, Arthur solicita que Murray lo presente como “Joker”, una referencia a la burla previa de Murray.
De esa manera, Arthur sale bajo una cálida recepción, pero comienza a contar chistes morbosos:
Admite que mató a los hombres en el tren, y despotrica sobre cómo la sociedad lo abandonó y se burló de él; y luego mata a Murray, antes de ser arrestado.
Los disturbios estallan en Gotham; y uno de los alborotadores acorrala a la familia Wayne en un callejón, y asesina a Thomas y su esposa Martha, dejando a Bruce traumatizado.
Mientras tanto, un grupo de alborotadores en una ambulancia, chocan contra el automóvil de la policía que transportaba a Arthur, y lo liberan.
Arthur es aclamado como un héroe por la multitud, y baila con sus vítores; pero es recapturado y encarcelado en un manicomio.
Riéndose para sí mismo, su psiquiatra le pide que le cuente el chiste del que se ríe; y él responde que ella no lo entendería.
Finalmente, Arthur es perseguido por los pasillos por los custodios, dejando un rastro de huellas ensangrentadas detrás de él.
Concebida como una historia de orígenes, Joker no puede escapar de los peajes a los que se auto obliga, chocando así con la psicología volátil de su protagonista, un personaje en los márgenes de una sociedad enferma, de la que el trastorno que aflige a Arthur Fleck, exteriorizado a través de una risa nerviosa e incontenible, es el más evidente y molesto de los síntomas.
Tan solo uno más de esa legión de tipos raros que anegan de escoria las calles de Gotham City, Fleck construye a su alrededor, una pantalla ilusoria tras la que se protege de los ataques de los que le rodean, para proyectar una conciencia que le permite existir.
El tema de la invisibilidad social, y la violencia que ejerce el sistema contra los excluidos, es el que le permite a Todd Phillips, estructurar una crítica que mezcla groserías y aciertos de puesta en escena tan sutiles que pueden resultar imperceptibles.
Y es que en cuestiones formales, este es el Joker más aburrido que se haya visto en la pantalla grande:
No hace reír, como sí lo lograba la hoy olvidada encarnación de Jack Nicholson para el “Batman” de Tim Burton, que era teatral, carismático, juguetón y sádico, peleando con Bruce Wayne y coqueteando con Vicki Vale al ritmo de Prince.
Tampoco se parece al que construyó Heath Ledger, inolvidable, según dicen, porque bajo su ferocidad y oscuridad, provocaba empatía y sacaba risas diciéndole “you complete me” a Batman, sin demasiadas razones para ser villano.
De esa manera, si Jack Nicholson creó al Joker más divertido, Heath Ledger reinterpretó al personaje, convirtiéndolo en un terrorista sádico que sólo quería ver el mundo arder.
Ahora nos llega Joaquin Phoenix, que aporta humanidad y patetismo a un individuo que sueña con alcanzar el éxito, que busca desesperadamente la aprobación de los demás.
Hablamos de un pobre hombre que desea inundar de risas su alrededor, vivir “El Sueño Americano” en un país donde ya no existe; por lo que el Joker de Joaquin Phoenix, para decirlo sin eufemismos, es “Guasón” con alma “millennial”, digno de los tiempos:
Estresado, infeliz, con problemas de autoestima, baja tolerancia a la frustración, débil, inseguro para lidiar con las relaciones sociales, e hipersensible.
Un perfil que coincide con las características de esa generación, nacida entre 1981 y 1999; en un hombre con larguísimo historial de abusos, malos padres, malos amigos, malos trabajos, mala vida, y hasta malo para los chistes, para que no queden dudas de por qué se convirtió en malo.
Un malo porque el mundo lo hizo así; como si fuera necesario justificar, como si importara.
Y en ello se nota la creación del actor, no del director, es decir, en cada escena, se nota que el actor no tuvo dirección, e hizo lo que quiso, sobreactuando agotadoramente, y el director lo adorna de bailes sin sentido, música antigua como Nat King Cole, para darle aires “cool”, y caras de locura del protagonista para que no nos olvidemos que está sufriendo mucho, y se convertirá en villano.
Si una cosa es cierta, Todd Phillips no es Scorsese ni Kubrick para filmar la violencia, porque no profundiza, mostrar un par de momentos de “bullying” y al hijo bañando a su madre, es pobre como argumento; o crea que con esa increíble fotografía azulada junto a la insoportable risa de Arthur, basta y sobra para que, acto seguido, resulte creíble un asesino.
Pero la baza es el tema de la peligrosidad de su mensaje.
Es cierto que hay cierta justificación, que no glorificación del comportamiento de un asesino, al que Phillips contempla no ya de forma acrítica, sino más bien desde la más perezosa que malintencionada perspectiva de “no es malo, es que el mundo lo hizo así”
Pero aunque hay ciertos “tics” de orgullo “Incel”, generan más estupefacción que inquietud.
Por otro lado, la película simpatizaba demasiado con los hombres blancos que cometen crímenes atroces, y que las ideologías de política social representadas en la película, son “males que son mucho más fáciles de identificar” para las personas quienes disparan escuelas, conciertos e iglesias, que matan a tiros a las mujeres y los hombres que codician y envidian, que liberan un espíritu de ánimo anárquico en el mundo:
Hay un mito casi perdido en ellos, en la búsqueda de respuestas.
En eso, el papel absolutamente instrumental de la vecina de Fleck, o las revueltas en las calles, no convierten a Joker en un película peligrosa, porque los enfrentamientos de los civiles con máscaras de payaso, tienen más de vandalismo puro, que de revolución social; por lo que nos hallamos delante de un film emocionalmente gótico, como su ciudad, lugar donde abunda la desigualdad y la pena, un sentimiento que abunda en ricos y pobres, pues la felicidad real es la común, ardua tarea para el ser humano; y la constante humillación ante la que nos encontramos en esta desesperada historia que pide sacrificio o revolución, nos agarra de las entrañas, para revisarnos en nuestros prejuicios más ocultos, quien más quien menos, ha sentido cierto desprecio por algún inadaptado, por el motivo que sea.
Como ser incomprendido, menos por cualquier persona de baja estatura, Arthur Fleck es el “friki” de la clase, “la oveja negra”, “el sospechoso habitual”, y como individuo extraño, se extrapola a la rebelión de su opresiva sociedad, “implosiona” en un hermoso y poético caos, que bailará a la luz del fuego de la masacre y la destrucción.
Cuando perdido ante su laberinto mental, descubre una puerta donde hallará la herida y el misterio de su origen, haciéndole ver que fue herida sin cicatrizar, y que ahondará y se regocijará en el sufrimiento más intenso y mórbido que no sospechaba descubrir.
Si el humor es su delirio, es el humor más negro e incomprendido que sólo sus psicóticos aliados podrán asimilar y acompañar, en una necesaria sublevación, aunque las consecuencias demuestran que no es más que un dolor no curado, sino hurgado a lo largo de toda una vida.
Así, el director hace clara alusión en su discurso televisivo a través de su marioneta, a la cual ama, y nos facilita amarla, y su queja sobre la situación actual del humor, su acoso y derribo por la continua ofensa de un gentío infantiloide sin sentido de autocrítica o parodia, que vomitan como cobardes en redes sociales, su necesidad de atención, el humor negro, es directamente vetado, y parecen ahondar en la imposición de un humor blanco, que no sabemos cómo siquiera considerarlo humor, pero que algunos respetamos aunque no compartamos, situación que no se vive a la inversa.
Donde la censura ha vuelto, esta vez adelantando por la izquierda disfrazada no de payaso, sino de progresismo.
Si Joker es el destructor de lo políticamente correcto, tiene mi voto, aunque ello conlleve hacer arder una ciudad entera, no hay nada como el renacer del fuego.
Porque Joker no es más que el veneno que esta sociedad ha guardado en un pequeño frasco, y dejado pudrirse sin mirarlo en el fondo del mueble, nadie lo ve, pero cuando algo sacude ese frasco, se destapa y empiezan a verlo, la cosa empieza a oler mal, muy mal.
La cultura de la felicidad y el positivismo, que no permite hacernos sentir mal y sacar esa peste que todos llevamos dentro, esas necesarias fugas que descomprimen nuestra oscura esencia, son las causantes de crear monstruos para luego vomitarles su odio, odio hacia sí mismos proyectados en el otro; y es que ya sabemos que es más fácil ver la paja en el ojo ajeno, que la viga en el propio.
Eso es lo que nos dice Joker, la falta de empatía, y tiempo para el otro, se cobra caro.
Técnicamente, Joker es asombrosa, y quizás lo más interesante es la soberbia visualización de la ciudad, como un infierno de asfalto y sol mustio, donde todo es mugre y transporte público; donde el uso del color, como no podría ser de otro modo, es maravilloso:
Dependiendo de los colores utilizados, y de dónde se ubican, o cómo se relacionan, podemos comprender que está ocurriendo en la cabeza de Arthur Fleck.
Así tenemos 4 colores clave:
Azul para la melancolía, la tristeza y la depresión; amarillo para mostrar problema, inestabilidad y felicidad; verde para la locura; y rojo para la pasión, la violencia y el desorden, el caos.
Todos ellos presentes en el aspecto definitivo de este Joker; que por fuera rojo en su traje, por dentro amarillo en su chaleco, azul en los espejos del alma, los ojos; y verde en su pelo, la locura en su cabeza.
Sin olvidar el uso de las sombras y los contrastes, la cinematografía, los escenarios tan sucios como cercanos y comunes; la puesta en escena, el trabajo de vestuario y banda sonora, que ayuda a que todo lo que se ve en pantalla, sea un suceso de todos los días.
Del reparto, Joker ha sido un proyecto del gran Joaquin Phoenix, que aquí tiene todos los encuadres, llenándolo de patetismo, rabia, desolación y desesperación, soledad pura sin rastros de locura, porque mientras veía el filme, logré percibir que los locos somos nosotros, pues esa “carcajada” en tos nerviosa, es realmente un llanto a oídos sordos que grita impulsivamente, que sale de manera tan gutural que suena a burla, porque viendo el trasfondo de la vida de Arthur, es mejor “camuflar” el llanto en risa, algo que pone en reflexión el dicho “mejor reír que llorar”
En resumidas cuentas, aquello que hablan de “enfermedad mental” es de hecho un alegato 100% Trump, que ha calificado a los asesinos en masa recientes como “enfermos mentales”, cuando la realidad ha sido otra, irónicamente maquillada.
Por ello, y muchísimo más, el filme no es original en lo básico, tanto que hay muchos guiños a filmes de psicópatas como “The French Connection” o “Taxi Driver”, donde el trastorno mental va en aumento, siendo impredecible.
No es causal, entonces, que el director, nacido en 1970 en la ciudad de New York, quisiera invocar la sensación y el aspecto de los recuerdos de su infancia de la ciudad al hacer esta película.
Aunque Joker está ambientada en la ciudad ficticia de Gotham, hay muchos paralelos entre Gotham y New York:
El desempleo, el crimen e incluso los disparos de vigilantes del metro de Bernhard Goetz en 1984, fueron una influencia directa en la historia.
Al tiempo que las películas emplazadas en New York que influyeron en el estilo visual y la estética de esta película, incluyen “The French Connection” (1971) con muy buenas, yo diría excelentes enlaces al mundo de Batman, que curiosamente cubre los filmes de Tim Burton y Christopher Nolan, y en el cuerpo, Phoenix logra volver darle vida a Heath Ledger, y convertirse en Jack Nicholson.
Y con apenas 3 personajes secundarios importantes, la película se centra única y exclusivamente en retratar a su protagonista.
Phoenix, es el 7º actor que interpreta al Joker en una película; siendo 3 de los actores anteriores, Jack Nicholson, Heath Ledger y Jared Leto, ganadores del Oscar, siendo Ledger el único que lo ha ganado por interpretar al Joker.
Aunque Joaquin Phoenix ha sido nominado a un Oscar 3 veces, creo que esta vez, se lleva el premio.
Y es porque Phoenix, además del histrionismo, perdió una cantidad considerable de peso en la preparación; unos 24kg; siendo tan grave, que la filmación solo se pudo hacer una vez, sin oportunidad de volver a filmar.
“Una vez que alcanzas el peso objetivo, todo cambia.
Como mucho de lo que es difícil es levantarte todos los días, y estar obsesionado con más de 0.3 libras.
¿Verdad?
Y realmente te desarrollas como un trastorno.
Quiero decir, es salvaje.
Pero creo que lo interesante para mí es lo que esperaba y anticipé con la pérdida de peso, fueron estos sentimientos de insatisfacción, hambre, cierto tipo de vulnerabilidad y debilidad.
Pero lo que no anticipé, fue esta sensación de fluidez que sentí físicamente.
Sentí que podía mover mi cuerpo de una manera que no había podido antes.
Y creo que eso realmente se prestó a algunos de los movimientos físicos que comenzaron a surgir como una parte importante del personaje”, dijo el actor.
Por otro lado, basó su risa en “videos de personas que sufren de la risa patológica” y dijo que perfeccionar la risa del Joker fue la parte más difícil de interpretarlo.
Hablando de la risa icónica del villano, Joaquin Phoenix lo llamó “algo que es casi doloroso.
Creo que para Joker es una parte de él que quiere emerger.
Creo que todos asumimos lo que es una risa de Joker, y se sintió como un nuevo, nueva forma de verlo.
No pensé que pudiera hacerlo.
Practiqué solo, pero le pedí a Todd que viniera a escuchar mi risa.
Sentí que tenía que poder hacerlo en el lugar, y frente a otra persona.
Fue realmente incómodo; y me tomó mucho tiempo”, dijo Phoenix.
También trató de retratar a un personaje con el que el público no podía identificarse, y no buscó inspiración en los actores anteriores de Joker.
En cambio, leyó un libro sobre asesinatos políticos para poder entender a los asesinos y las motivaciones.
No obstante, el director dijo que intencionalmente lo dejó ambiguo en cuanto a si Arthur se convierte en el verdadero Joker como se ve en las historias tradicionales de Batman, o inspira a un personaje separado.
En términos de preparación, la primera parte para Joaquin Phoenix fue física:
“Realmente empiezas a enloquecer cuando comienzas a perder tanto peso en esa cantidad de tiempo”; dijo.
También tuvo cuidado de no definir demasiado a Arthur:
“No quería que un psicólogo pudiera identificar el tipo de persona que era”, explicó.
Por lo que un elemento clave para encontrar al personaje, se produjo durante el ensayo cuando Todd Phillips le dio a Phoenix un diario que actúa como accesorio en la película.
Phoenix dijo:
“Eso fue realmente útil, pero no estaba seguro de cómo comenzar.
Se convirtió en una parte muy importante del descubrimiento para mí en ese momento”
Y reveló que el fallecido actor e intérprete del “Hombre de Paja” en “The Wizard Of Oz” (1939), Ray Bolger, influyó fuertemente en los extravagantes movimientos de baile del Joker.
“Había una canción en particular llamada “The Old Soft Shoe” que interpretó, y vi un video donde hay una extraña arrogancia casi en sus movimientos y, realmente, se la robé por completo”, explica la estrella.
“Hace esto al levantar la barbilla.
Este coreógrafo, Michael Arnold, me mostró eso, y toneladas de videos y me concentré en eso.
Ese fue Joker, ¿verdad?
Hay una arrogancia en él, de verdad.
Esa fue probablemente la mayor influencia.
Pero también la música disco”
Sin embargo, para la risa del Joker, Todd Phillips la dividió en 3 tipos:
“La risa de la aflicción, la risa de los muchachos, y la risa auténtica de la alegría”
Esa fue “una forma realmente interesante de ver esta risa.
Todos asumimos lo que es “una risa Joker”
Esto fue nuevo y emocionante”
Al tiempo, Joaquin Phoenix habló sobre cómo su concepción de Joker cambió durante la producción, y qué le interesó del personaje:
“Durante el transcurso del rodaje se sintió como si cada día estuviéramos descubriendo nuevas partes de su personalidad, hasta el último día.
Fue su lucha por encontrar la felicidad y sentirse conectado, y sentir calor y amor, y esa es la parte del personaje que me interesaba.
Para mí, era muy diferente.
Estaba en constante evolución.
Nunca he tenido una experiencia como esta.
Cuanto más impredecible y más suelto la dejamos, más emocionante fue”
Como dato, esta es la 3ª iteración del personaje que parece tener el pelo largo, siguiendo la versión animada de Kevin Michael Richardson en “The Batman” (2004) y la representación icónica de Heath Ledger en “The Dark Knight” (2008)
Y por pura coincidencia, Joaquin Phoenix se convierte en el primer actor que interpreta a Joker con una cicatriz real en la boca, aunque no en las esquinas, como la que el Joker presenta con frecuencia.
Por otro lado, el maquillaje del Joker es muy similar al de John Wayne Gacy, un asesino en serie que a menudo entretenía a los niños mientras se vestía como “Pogo”, el payaso.
Sin embargo, este estilo de maquillaje fue rechazado por los payasos que trabajaban en ese momento, ya que prohíben estrictamente los extremos “afilados” en su maquillaje, porque asusta a los niños.
Otra curiosidad es que con Joaquin Phoenix interpretando al Joker, todos los principales miembros del elenco de “Gladiator” (2000), han interpretado a mentores/personajes de la historia de origen para todos los superhéroes de DC:
Russell Crowe ha interpretado al padre de Superman, Jor-El en “Man of Steel” (2013); Connie Nielsen interpretó a la madre de la princesa Diana, La Reina Hipólita en “Wonder Woman” (2017); y Djimon Hounsou interpretó a Shazam, el mago en “Shazam!” (2019) y King Ricou en “Aquaman” (2018)
Si bien, Joker traza muchos paralelismos con el “Taxi Driver” de Martin Scorsese, lo más descarado fuera del “casting” de Robert De Niro, es el arma icónica del gesto de la mano con la cabeza.
Este gesto es una de las imágenes más famosas del personaje de Travis Bickle de De Niro, y es realizado en esta película en varias ocasiones por los personajes de Joaquin Phoenix y Zazie Beetz.
Por su parte, el papel de Robert De Niro como Murray Franklin, el presentador del programa de entrevistas que le da a Arthur Fleck/The Joker su gran oportunidad, es un cambio irónico de “The King of Comedy” (1982), donde De Niro interpretó a Rupert Pupkin, un fracasado, comediante mentalmente inestable, que acechó y secuestró a su presentador de programas de entrevistas favorito, Jerry Langford (Jerry Lewis)
Además, dentro de la película, el personaje de De Niro, bajo mi punto de vista, es una representación perfecta de unos medios de comunicación que, creyéndose en la esfera de la verdad y la virtud, señalan a todo ese colectivo, le insultan, menosprecian e intentan ridiculizar llamándoles “frikis”, “amargados”, “misóginos”, etc., pero sólo están agitando el avispero que va a terminar explotándoles en la cara.
Esta comunidad de gente, puede sentirse plenamente identificada con el Joker:
Como bichos raros, menospreciados, a los que nadie importa, abandonados, frustrados, que están bajo mucha presión, y pueden terminar explotando con violencia.
Por ello, todos estos votaron a Donald Trump, que es su payaso loco.
No es casual que Todd Phillips realizara una abierta analogía, a la par que una inspección de la figura del perdedor desde 2 puntos de vista:
El psicológico, y el sociológico.
Todo ello confluye en una terroríficamente justificada ira contra un sistema implacable que toma por payasos a las víctimas de la cruel broma que representa.
Porque en este film, los poderosos como Wayne, son los que perpetran su desalmado chiste sobre el desvalido.
Pero éste no es tal, es paradójicamente, como consecuencia de su papel de víctima de un mundo cruel e implacable, un monstruo incipiente capaz de consumir aquello mismo que lo ha engendrado.
El mundo da lugar así a su propia bestia, los amos a la revolución, los filántropos a los criminales; y la voracidad de ésta, es implacable.
¿Entonces quiénes están más locos?
¿Los personajes extraños como Arthur, que exterioriza su profundo dolor con una risa perturbadora; o los presentadores de televisión, que venden su alma al diablo por conseguir más audiencia?
El Joker mata a todo aquel que es horrible; y aunque sabemos que matar también es horrible, uno no deja de sentir cierta empatía con el personaje, porque se convierte en un aniquilador de lo horrible.
Eso suena a disparate, pero piénselo bien, Joker no está tan alejado de Thanos o del Apocalipsis de “The X-MEN”
Joker, no mata al enano porque como él mismo dice, “nunca lo trató mal...”
El enano no es horrible, hay bondad en él; y sin embargo, nos parece horrible por su aspecto.
Ya no distinguimos el bien del mal.
Cosas horribles no se asocian con la maldad, porque se han normalizado:
El engaño, la mentira, el egoísmo, la avaricia, la crueldad... es todo lo que sufre Arthur.
Por ello Joker es un film tremendamente complejo, tremendamente acertado; por tanto no hay que prohibirlo.
Joker no es un héroe, es un producto de esta sociedad enferma, y lo hemos creado nosotros.
Si hay tiroteos, Donald Trump dice que ha sido un “enfermo mental” como si no fuese con nosotros, como si la locura fuera innata.
Y no.
Tenemos los monstruos que creamos con nuestra indiferencia, nuestra hipocresía y nuestra falta absoluta de humanidad; donde la incomprensión es nuestro enemigo, pero molestarse por comprender esa risa enferma, esa soledad aterradora, es mucho pedir al ciudadano de a pie, que no quiere hacerse preguntas ni sentirse incómodo...
Con todo, lo mejor de Joker, como película, es que detrás esconde a un cineasta utilizando el universo prestado... y que nunca es la adaptación la que le está utilizando; porque aquí vemos un universo propio, salido de la realidad, donde reina la amoralidad que nos recuerda que la anarquía tiene un componente humorístico irresistible, incluso liberador; no es casual que el villano de mente trastornada, siempre nos ha llamado la atención:
Desde Victor Hugo y su Triboulet, hasta los barítonos de la ópera; u otros los hemos convertidos en íconos, como Charles Manson, Ted Bundy, y como no, John Wayne Gacy, que tiene su guiño no solo en el maquillaje, sino también es el club “Pogo”, donde Arthur hace su rutina de comedia.
Sin olvidar a las mujeres como Aileen Wurrnos o la depresiva Christine Chubbuck; ni a los “sonrientes” de la ficción como Gwynplaine o Pennywise.
Todos han recibido su carga de aplausos y halagos, en fama que obviamente ha tenido más de los 15 minutos, como diría Andy Warhol.
Porque todos sabemos que el mal está a la vuelta de la esquina, pero nadie había puesto el foco en una historia de origen de manera tan real, como escalofriantemente plausible, que provoca miedo e incertidumbre.
Por si fuera poco, si bien la actuación de Phoenix ha sido muy aplaudida en gran medida, la película en sí misma ha sido criticada por su contenido oscuro y tono comprensivo hacia el villano.
Sin embargo, Warner Bros., dijo a los críticos:
“No se equivoquen, ni el personaje ficticio Joker ni la película respaldan la violencia del mundo real de ningún tipo.
No es la intención de la película, los cineastas o el estudio, mantener a este personaje como un héroe”
Por otra parte, la actriz, Zazie Beetz, no niega que Joker tenga un punto de vista comprensivo, pero argumentó que es menos hacia Arthur/Joker, y más hacia la situación de Arthur en una escala más amplia:
“Es una especie de empatía hacia el aislamiento, y una empatía hacia lo que es nuestro deber como sociedad para dirigirnos a las personas que se escapan de una grieta.
Hay mucha cultura de eso en este momento.
Así es.
¿Empatía por eso, o simplemente una observación sobre personalidades que luchan?”
Y es que Joker trata los temas de las enfermedades mentales y sus efectos, y su descripción es como una reminiscencia de aquellos que cometen tiroteos masivos en los Estados Unidos, así como miembros de la comunidad en línea de “Incel”, como un recordatorio de que la sociedad está plagada de hombres como el Joker, por lo que la sociedad está preocupada de que cierto segmento de los jóvenes enojados, paranoicos y emocionalmente inestables, vean a Joaquín Phoenix caer en la locura, y un deseo de volver a la sociedad lastimando a la mayor cantidad de gente posible y exclamar:
“Finalmente, alguien me entiende”
Ya el 18 de septiembre de 2019, El Ejército de los Estados Unidos distribuyó un servicio de alerta por correo electrónico a los miembros de la industria de la posible violencia en los cines que proyecten la película, y señalaban la popularidad del personaje Joker entre la Comunidad “Incel”
Sin embargo, según El FBI y El Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos no han encontrado amenazas creíbles en torno al lanzamiento de la película.
En última instancia, Joke es un examen directo de un sistema roto que crea sus propios monstruos; por ello el filme nos habla del mundo en el que vivimos hoy, y del vacío oscuro de nuestra cultura; donde antes y más ahora, un mundo homicida y violento, puede volver loco a cualquiera; así que:
“Pon una cara feliz”
Otro dato, a diferencia de las películas modernas de cómics, Joker pretende ser una película independiente, sin secuelas planificadas; por lo que Phillips dijo en agosto de 2019, que estaría interesado en hacer una secuela, dependiendo de cómo se mueva la película, y si Phoenix está interesado.
Más tarde aclaró, que “la película no está preparada para tener una secuela.
Siempre la presentamos como una película, y eso es todo”
En octubre de 2019, Joaquin Phoenix habló con Peter Travers sobre la posibilidad de retomar el papel de Arthur, centrándose en la pregunta de Travers a Phoenix, si consideraría a Joker como su “papel soñado”, y Phoenix declaró:
“No puedo dejar de pensar al respecto... si hay algo más que podamos hacer con Joker que pueda ser interesante.
No es nada que realmente quisiera hacer antes de trabajar en esta película, sé que hay más por hacer, porque parece interminable las posibilidades de dónde podemos ir con el personaje”
Y una de los aspectos más elogiables, y menos esperado, es que en un intento deliberado de mantener el presupuesto bajo, casi no hay tomas de efectos CGI en esta película.
Una de las pocas, es la escena en la que Arthur Fleck camina hacia el edificio llamado Arkham Asylum, en su intento de ver los registros médicos de su madre.
Esta escena fue mejorada por CGI, pero por lo demás, la mayoría de los efectos fueron prácticos o creados en cámara.
Y aunque no se menciona directamente, la película se desarrolla entre principios y mediados de la década de 1980; por lo que varias cosas revelan esto, por ejemplo:
Los televisores en blanco y negro todavía eran comunes, y cada televisor visto, sea a color o B/N es CRT, no pantalla plana; Arthur usa un reproductor VHS, prohibitivamente caro hasta principios de la década de 1980; todos los autos vistos tienen un aspecto estético de la década de 1980, los paralelismos entre Gotham y los problemas delictivos en New York en esa época, incluidos los tiroteos de vigilantes del metro de New York por Bernhard Goetz en 1984; el uso de teléfonos públicos, el sentido de la moda de Murray, la edad de Bruce Wayne, y el uso del logo de época de Warner Brothers de la época al comienzo de la película.
Sin embargo, la idea de que un programa de entrevistas nocturno, retransmitiría un video de un cómic de un club, solo para burlarse de su actuación en 1981, es simplemente absurda.
Este tipo de cosas, no tuvo lugar hasta La Era Moderna de los teléfonos inteligentes.
En 1981, habrían tenido que tener permiso tanto del cómic como del club, y el acto de emitirlo sin permiso, probablemente provocaría una demanda.
Y aunque no se lo menciona por su nombre, en ninguna parte del diálogo, el inglés que confronta a Arthur a las puertas de Wayne Manor, es Alfred Pennyworth, el confiable “Butler” y confidente de Bruce Wayne.
Así como el dato que en la mayor parte del canon de Batman, sus padres son asesinados por un asaltante promedio llamado “Joe Chill”
Sin embargo, en “Batman” (1989), Thomas y Martha Wayne fueron asesinados por un hombre llamado Jack Napier, que luego se convertiría en el Joker.
Aquí, es un hombre no identificado, vestido con una máscara de Joker, quien asesina a los Wayne durante un disturbio, convirtiéndolo en la segunda película que implica que el Joker está relacionado con la muerte de los Wayne, y por tanto, en la creación de Batman.
Pero también, Joker es el primer trabajo de DC, que implica que Joker y Batman son posiblemente medio hermanos.
Esta teoría no se introduce en los cómics u otros, y es completamente original en esta película.
En general, algunos aspectos que me han parecido interesantes:
El simbolismo de la enorme grada, como una senda difícil de caminar hacia arriba, pues cada peldaño es una cicatriz más para Arthur, o como si fuera una antigua pirámide donde el sacrificio es la muerte.
Sin embargo, una vez que pierde el control, se convierte en la única opción, el descenso a los infiernos es un alivio para alguien que ya no tiene que intentar encajar en un mundo que abusa de él; y todo es más sencillo cuando el que antes era débil enciende la luz del caos para iluminar a los que creen en su mensaje, una metáfora perfectamente representada en el itinerario que Arthur tiene que seguir todos los días desde su casa.
Y a modo de baile, bajando unas largas escaleras, sintetiza a la perfección, cómo ha traspasado el umbral; pero también ya no hay marcha atrás; y a estas alturas, las cartas del Joker están sobre la mesa.
La pistola, es un elemento transformador de Arthur, quien sufre nuevamente una crisis de risa, que le lleva a ser golpeado por 3 corredores de bolsa, a los cuales Arthur asesina en el vagón de un tren, siendo este el momento en el que Arthur va a empezar a cambiar de actitud, y se va a ir transformando en el Joker.
Al tiempo, que antes era golpeado por jóvenes, ahora por adultos, donde el arma es poder, y la impunidad solo de da más seguridad.
Inmediatamente después de este momento, vemos como se deshace de la tensión con un baile en un baño, siendo dicha escena, una obra de arte en todo sentido, tanto que puede ser la escena que le dé el Oscar a Phoenix.
Otro momento resaltable, es cuando Arthur va al hospital psiquiátrico Arkham, y consigue el historial clínico de su madre, donde descubre que en realidad su madre sufre un trastorno mental, y en ese momento le da un ataque de risas y llanto a la vez, ha sido uno de los momentos más duros del personaje, en donde decide ir a matarla en el hospital en el que se encuentra ingresada; siendo otro punto de inflexión, donde el asesinato no tendrá límites.
El momento en que el 2 de sus compañeros de trabajo deciden ir a la casa de Arthur, para darle el pésame por la muerte de su madre, es otro de los momentos de violencia del film, ya que, Arthur decide matar a uno de sus compañeros:
El que le había facilitado la pistola, y el otro compañero se queda plasmado y atemorizado ante lo que acaba de presenciar.
O la escena con el presentador Murray, cuando decide invitar a Arthur a su programa; y es aquí en donde se desata la locura de Arthur, dando un giro donde se pensaba que Arthur iba a cometer suicidio, porque ya había tocado fondo, pero mata en pleno directo a Murray.
Sin olvidar el final, que es asombroso, donde se nota mucho el cariño y el cuidado al Universo DC:
Cuando llevan a Joker en el coche de policía, y la ambulancia le embiste, “muere Arthur”, y cuando lo sacan, lo colocan en el capó, despierta, nace Joker; se pinta con su propia sangre una sonrisa, dejando atrás a Arthur.
La película nos muestra a la vez, la escena de la muerte de los Wayne, donde muere Bruce Wayne y nace Batman.
Eso es poético y perfecto; pues uno no existiría sin el otro.
Unidos para siempre, son 2 caras de la misma moneda; una moneda creada por la locura y el caos.
Pero el final del filme en sí, es tan abierto que incluso deja la posibilidad de que todo haya sido producto de la imaginación de Arthur mientras estaba ingresado en Arkham, ya que al principio de la película, sale una pequeña escena de él con una camisa de fuerza en el manicomio; y la película nos muestra que es esquizofrénico, por la relación sentimental con su vecina.
Quizás, toda esta estrambótica secuencia de acontecimientos, no deje de ser un fiel reflejo del convulso momento que nos ha tocado vivir, donde las noticias se muestran sesgadas, o confusamente adulteradas, porque como ya sentencia el protagonista en cierto momento del film, sobre lo de creer vivir en una tragedia, pero darse cuenta que en realidad, es una comedia, resume el grado de enfermedad social al que está expuesto el individuo, y en ese punto, el villano se convierte en una referencia, en un icono de la contracultura, y la viva imagen del descontento de una generación profundamente cabreada.
¿Cuántas veces no hemos tenido que mostrar nuestra mejor sonrisa cuando por dentro estábamos destruidos?
Así es amigos, todos hemos sido Joker alguna vez.
Por último, Hildur Guðnadóttir fue contratada para componer la partitura de la película; donde se presenta la canción “Smile”, compuesta por el comediante Charles Chaplin para su película “Modern Times” (1936)
Para duplicarlo, incluso se muestra a Fleck siendo expulsado de un cine que anuncia una proyección de esa misma película.
No olvidar, que el “Charlot” es un vagabundo, y como tal, es un actor de “la commedia de l’arte” en la que crítica la industrialización, algo similar a lo que propone Joker entre las clases pobres y ricas.
“For my whole life, I didn't know if I even really existed.
But I do, and people are starting to notice”
En palabras del escritor, crítico de arte y pintor británico, John Peter Berger:
“Lo cómico, es la visión del mundo más seria que existe”
La relación entre la risa y los sucesos del mundo, está modulada por la cultura y la sociedad.
Actualmente, relacionamos la risa con la idea de “ser feliz y sentirse bien”; sin embargo, Platón y Aristóteles, entre otros autores que escribieron sobre la risa, tenían una visión más oscura sobre ella.
Ellos, por ejemplo, encontraban divertidas las ejecuciones públicas, algo que actualmente es políticamente incorrecto, del mismo modo que también se reían, además de con las personas de su grupo, de personas de otros grupos, como por ejemplo, otras etnias o razas.
En la actualidad, nuestro propio lenguaje matiza tal diferencia:
No es lo mismo reírse con alguien, que reírse de alguien.
Para Robert Provine, la risa ridiculizadora es un mecanismo instintivo ancestral, diferente de la risa de grupo, que servía para modular la conducta de los individuos que no pertenecían al grupo propio, con la finalidad de que éstos se adaptasen y se integrasen en el mismo; algo que la antropóloga, Verena Alberti, utiliza los términos “risa de acogida” y “risa de exclusión”
Según la científica, esa es la razón por la que la gente ríe en circunstancias embarazosas o desagradables; y afirma que la risa es un instrumento para cambiar el comportamiento de los demás.
Por ejemplo, en una situación embarazosa, como una disputa, la risa representa un gesto de apaciguamiento, una forma de disminuir la ira y la tensión.
Si la otra persona logra contagiarse, se disipa el riesgo de confrontación.
Las observaciones de Provine, le sugirieron que el rango social determina los patrones de risa, especialmente en el lugar de trabajo; donde los jefes provocan fácilmente carcajadas de sus subordinados, y hacen bromas a costa de ellos, lo que sugiere que el fenómeno es generalmente una respuesta de sumisión al dominio.
Así, todos los días vemos en los telediarios, noticias desagradables sobre asesinatos y actos violentos varios, delitos cometidos por seres humanos que en algún momento perdieron su humanidad, para convertirse en seres monstruosos, crímenes horribles y desconcertantes, que dejan a la sociedad sorprendida ante la brutalidad de los hechos realizados por ellos.
Pues bien, Joker en ningún momento busca justificar ni condenar esos actos, ni a quienes los cometen, pero si pretende explicar el por qué una persona normal, cualquiera, y en cualquier momento puede llegar a transformarse en un ser diabólico y monstruoso, incluso cuando él no lo quisiera.
Por tanto, es un magnifico estudio psicológico de la mente humana, y de lo que esta puede llegar a experimentar y construir.
Un estudio de cómo esos monstruos, muchas veces no se crean solos, ni de un día para otro.
Un estudio de cómo la misma sociedad que se sorprende y escandaliza ante los actos de esos monstruos, puede ser en gran medida, y en ocasiones, ella misma la detonante y los constructores de ese mismo monstruo.
Y lo más escalofriante de todo, me atrevería a decir que un estudio de la sociedad en la que vivimos actualmente, una sociedad dónde el meme, el reírse y burlarse del prójimo y de los más desfavorecidos está a la orden del día, sin pensar en las consecuencias de ello, ni en el daño que se puede ocasionar con ello.
Una sociedad dividida por las diferencia entre las clases sociales, y dónde el señor dinero lleva la voz cantante.
En definitiva, Joker no es ni más ni menos que un estudió de lo que es el ser humano, y de lo que somos todos nosotros como sociedad actual.
Y eso señores, da miedo, mucho miedo, y da que pensar, pero mucho; tanto que resulta aterradoramente escalofriante; y sería un error considerar este largometraje como una cinta más de personajes basados en cómics; porque Joker es el retrato de la frase relacionada con el payaso psicópata, de que basta un mal día para traspasar la línea de la cordura a la locura.
Arthur Fleck lo personaliza de una manera en la que a cualquiera, en nuestro día a día nos puede suceder, cierto es que aquí se lleva a un nivel bestia, si bien una persona que vea esta cinta y capta los mensajes, verá que lo que sufre este protagonista un día, puede pasarnos, por lo que, y esta es otra de las reflexiones del filme, a quienes sufran de verdad un trastorno, sea la que sea, no merecen burla, sino respeto y empatía.
Hoy en día se rinde culto al escalar en la pirámide social, el dinero y la fama, aunque signifique pisotear y reírse de los demás.
Esa falta de empatía es la que nos hundirá, y ya para entonces, no habrá más remedio que reír para no llorar.

“Is it just me or is it getting crazier out there?”



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