Chasing Mavericks

“Legends Start Somewhere”

¿Qué es lo que te asusta?
Hay que sacrificarse por aquello que amas si quieres conseguir algo en la vida.
Hay que ahondar en los miedos, profundizar en ellos para atacarlos de raíz.
En 1994, un chico que entregaba pizzas de 16 años llamado Jay Moriarity, decidió que era hora de cambiar; y escogió el surf, considerado como un deporte de alto riesgo.
Mavericks, es un lugar para practicar surf en el norte de California, a unos 3km de la costa a las afueras de Pillar Point Harbor, justo al norte de la ciudad de Half Moon Bay, en el pueblo de Princeton-by-the-Sea.
Después de una fuerte tormenta de invierno en El Océano Pacífico Norte, las olas pueden crecer de manera rutinaria a más de 8m, y rematar a más de 18m; de manera rutinaria, las ondas que se rompen se pueden registrar en sismómetros; y la ruptura es causada por una formación de roca submarina de forma inusual.
De esa manera, Mavericks es un destino de invierno para algunos de los mejores surfistas de olas grandes del mundo.
Muy pocos pilotos se convierten en surfistas de olas grandes, y de ellos, solo unos pocos seleccionados están dispuestos a arriesgar sus vidas en las condiciones peligrosas, a veces mortales, en Mavericks; de hecho, un concurso sólo por invitación, se lleva a cabo allí la mayoría de los inviernos, cuando llegan las olas.
Sobre el nombre del lugar; a principios de marzo de 1967, Alex Matienzo, Jim Thompson y Dick Notmeyer, surfearon las olas distantes de Pillar Point.
Junto a ellos estaba el pastor alemán de pelo blanco del compañero de cuarto de Matienzo, llamado “Maverick”, quien estaba acostumbrado a nadar con su dueño, y Matienzo mientras estaban surfeando.
Los 3 surfistas dejaron a Maverick en la orilla, pero él nadó hacia ellos...
Al encontrar las condiciones inseguras para el perro, Matienzo lo ató antes de reunirse con los demás.
Los corredores tuvieron un éxito limitado ese día, ya que recorrieron picos elevados a aproximadamente 1/4 de milla de la costa, justo a lo largo de las rocas que son visibles desde la costa; y consideraban que las olas exteriores más grandes, eran demasiado peligrosas.
Por ello, los surfistas nombraron el lugar por Maverick, que parecía haber obtenido el mayor placer de la experiencia.
Mientras los mapas del fondo marino publicados por La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de EEUU; en 2007 revelaron los mecanismos detrás de las olas de los Mavericks:
Una larga rampa inclinada conduce a la superficie.
La rampa frena la propagación de la onda sobre ella; y la onda sobre los canales profundos a cada lado de la rampa, continúa a toda velocidad, formando 2 ángulos en el frente de onda, centrados sobre los límites entre la rampa y los canales.
El resultado de esto, es un frente de onda en forma de U o en forma de V en la rampa que contiene la energía de onda desde el ancho completo de la rampa.
Esta onda en forma de U, o en forma de V, luego se colapsa en una pequeña área en el centro superior de la rampa con una fuerza tremenda.
El lado izquierdo en Mavericks, rara vez se monta, ya que la ola tiende a ser poco confiable; y puede ser un viaje mucho más rápido que el de la derecha, disparando a los ciclistas por un cañón de tubería más rápido.
En 1990, una foto de Mavericks, tomada por Steve Tadin, fue publicada en la revista Surfer; esto provocó el interés en los Mavericks; y más fotos de Mavericks aparecieron en revistas de surf, y en poco tiempo, el cineasta Gary Medeiros lanzó una película, “Waves of Adventure in the Red Triangle”
A medida que se difundían las noticias de los Mavericks, muchos surfistas de grandes olas, llegaron y navegaron allí.
En particular fue la espectacular desaparición de Jay Moriarity en 1994, que había llevado al surfista de 16 años en las páginas de The New York Times y en la portada de la revista Surfer, por haber montado Mavericks, tanto que impulso la producción de una película biográfica.
Moriarity era un surfista de Santa Cruz, California; era un experto surfista, navegante y aventurero; y como surfista, hizo su reputación al surfear Mavericks en Half Moon Bay, California.
Aunque era un competidor exitoso, Jay es recordado como un “surfista de alma”, ganando muchos premios a lo largo de su carrera.
Moriarity, quien nació en Georgia en 1978, se mudó a Santa Cruz, California, en 1988.
Su padre era un guardabosques del ejército, y viajaba la mayor parte del tiempo; por lo que Jay comenzó a practicar surf, y se convirtió rápidamente en un respetado surfista en Santa Cruz.
No limitado a un “shortboard” o un “longboard”, era conocido como un surfista versátil, que apreciaba todos los aspectos del surf.
Esta apreciación estaba arraigada en un amor general por el océano, visto en sus logros como nadador, remero, buceador y pescador.
Logrando el éxito en el surf cuando era joven, se interesó cada vez más en surfear en Mavericks, al norte de Santa Cruz en Half Moon Bay.
Después de un intenso entrenamiento, físico y mental con su maestro y amigo cercano, y jugador habitual de los Mavericks, Richard “Frosty” Hesson, comenzó a navegar en Mavericks a los 15 años de edad, y pronto se convirtió en un habitual respetado en la alineación.
Ambos eran vecino, y Frosty Hesson se convirtió en un amigo, mentor, imagen paterna y muchísimo más para Jay.
En 2001, Moriarity fue coautor de un libro con Chris Gallagher titulado, “The Ultimate Guide to Surfing”
Pero al hablar de Frosty, hay que notar que tuvo un pasado turbulento de grandes pérdidas familiares:
Cuando tenía 19 años, su madre se suicidó y su padre murió apenas 6 meses después.
Su 2ª esposa, Brenda, madre de sus 2 hijos, murió repentinamente de un ataque cerebral.
Luego de tanta tragedia, su alumno más cercano, Jay Moriarity, moría antes de cumplir 23 años, ahogándose en un accidente de buceo…
Jay, fue instruido por Frosty a los 12 años de edad, durante 4 años con el objetivo de surfear las olas de Mavericks; pero Frosty Hesson también trabajó con decenas de jóvenes, enseñándoles a cómo convertirse no solo en grandes surfistas, sino también en grandes personas, y de esto trata su nuevo libro “Making Mavericks”
Lamentablemente, su alumno más famoso, Jay Moriarity, murió 1 día antes de su cumpleaños número 23, el viernes 15 de junio de 2001, en El Océano Índico, frente a la costa de La Isla Lohifushi en Las Maldivas, ahogándose en un accidente de apnea.
En Lohifushi, para una sesión de fotos de O'Neill, Jay fue solo a bucear, pero no fue visto después…
Un grupo de búsqueda recuperó su cuerpo el viernes por la noche.
Moriarity dejó atrás a su esposa, Kim Moriarity; a su madre Kristy, a su padre Doug, a su hermana Daniela, a su hermano Sean, y a sus 5 sobrinos.
Decía con frecuencia:
“Todos provenimos del mar, pero no todos somos del mar.
Aquellos que sí lo somos, los hijos de las mareas, tenemos que volver a él, una y otra vez, hasta que un día no regresamos, dejando atrás aquello que nos ha emocionado durante el camino”
Su historia, de gran reflexión y aprendizaje, inspiró esta película.
“You know, you just got to appreciate everything.
Um, I think that's one of the most important things in life, is just really appreciating it.
Because, you know, we only get to do this once.
And it's not for a long time.
So enjoy it”
Chasing Mavericks es un drama del año 2012, dirigido por Curtis Hanson y Michael Apted.
Protagonizado por Jonny Weston, Gerard Butler, Elisabeth Shue, Abigail Spencer, Leven Rambin, Scott Eastwood, Taylor Handley, Jenica Bergere, Alexander Kanellakos, Channon Roe, Harley Graham, Cooper Timberline, Devin Crittenden, Steven Wiig, Keegan Boos, entre otros.
El guión es de Brandon Hooper y Kario Salem; sobre la vida del surfista estadounidense Jay Moriarity.
El director Michael Apted, recibió el crédito de director en 2ª posición por esta película, porque asumió el cargo durante los últimos 15 días de la fotografía principal, mientras que el director designado, Curtis Hanson, se recuperó de las complicaciones derivadas de una cirugía cardíaca reciente.
De esa manera fue cuando se demostró que Hanson estaba en muy mal estado de salud para regresar, Apted terminó dirigiendo toda la postproducción, y completando el corte final, sin la participación de Hanson; siendo Chasing Mavericks la última película dirigida por Hanson, antes de su muerte en 2016; una película que habla del esfuerzo, de la superación, de perseguir los sueños y sobre todo habla del mar y su gente.
Sin embargo, es mucho más que una historia de “surferos”…
Se trata de una historia de superación y de amistad, de cómo hacerse adulto, con unas circunstancias personales adversas, y un objetivo claro:
Surfear a lo grande.
El filme fue realizada con la ayuda de algunas de las figuras de más renombre del mundo del surf, y muestra algunas de las imágenes de olas más alucinantes jamás captadas por una cámara cinematográfica; siendo rodada en el mismo lugar donde el protagonista, Jay Moriarity pasó gran parte de su vida, junto con el entorno que le rodeaba, y donde él mismo surfeaba.
Rodada en la propia playa de Mavericks, al norte de California, y en la bahía de Santa Cruz, la película no pudo haber reflejado un escenario más real; con un presupuesto de $20 millones, generó por venta de taquillas, la cantidad de $6 millones.
La historia narra la vida de Jay Moriarity (Jonny Weston), un famoso surfista de Santa Cruz, California; que se hizo famoso por ser el primer chico de 16 años en surfear Mavericks, las olas más grandes que pasan de los 12 a los 18 metros de altura, en Santa Cruz.
Este es ayudado por el legendario Frosty Hesson (Gerard Butler), quien lo entrenó para sobrevivir a Mavericks.
De esa manera, la  historia narra una verdadera gran amistad entre Jay y Frosty, y todo lo que conlleva el duro entrenamiento físico y mental, cuyo resultado puede ser mortal.
Frosty le entrena para surfear, y ante todo, le ofrece un aprendizaje de vida:
El valor de la observación; y la diferencia entre el miedo que protege, y el pánico que inmoviliza, en clara analogía con la vida misma.
Y para estar en forma, hay que fortalecer 4 aspectos:
El físico, el mental, el emocional y el espiritual... y un 5º:
La amistad.
Tal vez aspectos tópicos, o traídos a colación un poco a la fuerza, pero que da un sentido de profundidad a la historia real, en sus casi 2 horas de metraje pasan volando, y todo lo que en ellas sucede, se ve con un agrado tan inofensivo como, a la postre, bien facturado, que llama a la reflexión y al aprendizaje en la vida misma; y en ese sentido, Chasing Mavericks destaca muy por encima de otras producciones, con la fuerza incontenible del océano, las escenas en las que realmente se pone toda la carne en el asador, que en este caso no podían ser otras que las que manda el folleto; y en definitiva, una película que creo dentro de unos años será de culto para los surfistas de cualquier nivel, y que para los desconocedores de este mundillo, también llegará, por lo profundo de su planteamiento, y la sensibilidad con la que relata una historia de superación.
“There are all kinds of sons.
Some are born to you, some just occur to you”
El director Curtis Hanson, siempre ha tenido una enorme versatilidad a la hora de afrontar proyectos muy diferentes entre sí, introduciéndose de lleno en el panorama tanto social, cultural como anímico de las diferentes problemáticas que ha ido tratando a lo largo de su carrera.
En ese sentido, Chasing Mavericks no se distanciaría mucho de una de sus películas más célebres, “8 Mille”, en la que el director se sumergía en la problemática callejera, y en el submundo de los raperos urbanos de la mano de la estrella Eminem.
Sin embargo, lo cierto es que esa fue la última vez que vimos a Hanson en plena forma, después de firmar películas excelentes como la oscarizada “L.A. Confidential” (1997); y en los últimos tiempos ha ido entregando trabajos cada vez más impersonales y alimenticios, y casi nos habíamos olvidado de su existencia hasta esta película.
Por su parte, Brandon Hooper y el productor, Jim Meenaghan, crearon juntos el argumento, y se dirigieron sin intermediarios a Frosty Hesson y a la viuda de Jay, Kim Moriarity, solicitando su permiso para llevar a la gran pantalla la odisea de Jay y Frosty.
Anteriormente, otros realizadores se les habían acercado, pero el entusiasmo y las ideas de Hooper y Meenaghan, hicieron que Kim y Frosty se sintieran a gusto con la idea de una película inspirada en la vida de Jay.
En el intento de honrar al personaje, los directores socavan en su vida, que es una historia muy emocionante, semi-libre versión de la inspiradora historia real del surfista, otro astro cuyo brillo desapareció demasiado rápido; y responde precisamente al esquema acostumbrado de Hanson.
Todo inicia en 1987:
Un niño de 8 años, en Santa Cruz, California llamado Jay Moriarity, es salvado de ahogarse por su vecino, el surfista Frosty Hesson.
Esto enciende su pasión por el deporte; y su capacidad de observación le lleva a deducir el tamaño de las olas en función del intervalo de tiempo que media entre las mismas.
Una fascinación que se convierte en un interés por querer surfear olas, cuando descubre la sensación de cabalgar sobre una; y el incidente abre la puerta al nacimiento de una pasión:
El surf; porque Jay está decidido a surfear olas, tanto que repara una vieja tabla de surf, y se dirige a la playa, dispuesto a conquistar su nuevo sueño, algo que sólo logrará con el apoyo de Blond (Devin Crittenden), que luego se convertirá en su amigo, y con años de práctica.
La historia tiene un arco temporal de 7 años después, cuando Jay es un destacado surfista de su localidad; estudia y desarrolla su vida cotidiana sin más alteraciones que las propias de un adolescente cualquiera.
Su vida familiar, está marcada por la ausencia de su padre, y la compleja convivencia con su madre, Kristy (Elisabeth Shue) ; pero la seguridad y el dominio que demuestra como surfista, contrastan con la incertidumbre, la inseguridad y los miedos provocados por su situación familiar.
De esa manera, Jay encuentra en el surf, un escape a esa realidad:
El surf colma su satisfacción, sin embargo, necesita algo más, porque sabe que hay algo más…
Son las olas más grandes las que llaman su atención, y un día descubre que Mavericks, la ola más grande de California, existe, y no es un mito.
Desde ese momento, su pensamiento y obsesión no es otra que surfear esa ola; y se lo marca como un objetivo.
Una mañana, Jay, ahora de 15 años, ve a Frosty irse temprano, y se mete en su camioneta.
Ve a Frosty y 3 de sus amigos montados en un gigantesco oleaje conocido como Mavericks, que con la llegada de El Niño, estará en su apogeo en 3 meses.
A regañadientes, Frosty acepta enseñarle a Jay, cómo navegar por los Mavericks, pero insiste en que Jay aprenda sobre “los pilares fundamentales del surf”
Esto implica que aprende a remar 36 millas a través de La Bahía de Monterey, desde Santa Cruz a Monterey; pisar el agua durante 40 minutos, y poder aguantar la respiración durante 4 minutos.
El plan de preparación que Frosty propone a Jay, se basa, según su pensamiento, en construir esos 4 pilares que sostienen al ser humano; que a juicio de Frosty, sin la construcción de estos 4 pilares, no es posible enfrentarse con éxito a un reto como surfear Mavericks.
Durante el entrenamiento, Frosty alienta a Jay, a escribir ensayos para centrarse en la tarea.
Su primer ensayo es sobre Kim (Leven Rambin), su enamorada, cuyo perro salvó cuando tenía 8 años, lo que causó que casi se ahogara y fuera rescatado por Frosty.
Jay se acerca a Kim mientras entrena, parcialmente alentado por la esposa de Frosty, Brenda (Abigail Spencer)
Con todo, Frosty y Jay bucean juntos, reconociendo los peligros ocultos en los acantilados donde rompen las olas gigantes; y en ese momento aparece en escena un tiburón, provocando tal pánico en Jay, que a punto está de ahogarlo.
Cuando pasa el peligro, Frosty se dirige enojado a Jay, planteando una reflexión sobre la diferencia entre el miedo y el pánico.
Este es el tema de la 2ª redacción, que Frosty pide a Jay:
El miedo que tendrá que repetir, pidiéndole Frosty que profundice más, y sea capaz de explicar, de qué tiene miedo.
Con esto, Frosty pretende enfrentar y liberar a Jay de sus otros miedos, entre ellos el que tiene que ver con el abandono de su padre, simbolizado en un carta que nunca ha abierto.
En el desarrollo de la historia, vemos muchas otras escenas sobre los miedos que sienten Frosty, Jay, Brenda, Kristy y Kim; y unas pocas semanas antes de que el mayor oleaje de la temporada golpee a Mavericks, Brenda sufre un derrame cerebral, y muere.
Unos días más tarde, angustiado por la muerte de Brenda, Frosty se adentra en la bahía, en lo que parece un suicidio; y Jay lo sigue utilizando el conocimiento de su entrenamiento, y ayuda a Frosty a volver a la orilla; gracias al 5° Pilar:
La amistad.
Así Frosty se da cuenta, de que Jay está listo para montar en Mavericks; y lo lleva a Half Moon Bay, y mira con sus 3 amigos mientras Jay pisa el agua contra la marea.
El grupo está de acuerdo en que Jay está listo para viajar con ellos.
Para el cumpleaños número 16 de Jay, el 15 de junio de 1994, su madre le da una radio para que pueda escuchar las transmisiones meteorológicas y rastrear el oleaje; mientras Frosty le da “un arma de olas grandes”, hecha a medida; una tabla de surf larga, especialmente diseñada para montar olas grandes; y Kim revela sus sentimientos por él, y comparten un beso.
Frosty, había querido mantener a Mavericks en secreto, pero el cuaderno de Jay que había estado usando para la preparación, termina en manos de su rival, Sonny (Taylor Handley); y cuando Jay y Frosty van a Half Moon Bay, hay una gran multitud y barcos que sacan surfistas para montar La Gran Ola; pero muchos de los recién llegados desaparecen antes de surfear en Mavericks.
Jay “desaparece” al principio, pero luego recupera su tabla y monta con éxito a Mavericks.
Una tarjeta de título final, revela que Jay se casó con Kim, y murió a los 22 años mientras practicaba el buceo libre en Las Maldivas.
La película termina con Frosty, Kim y otros surfers que llevan a cabo un servicio conmemorativo para Jay.
Se puede decir con facilidad, que Chasing Mavericks es la versión Hollywood de su entrenamiento, anclada de un núcleo emocional que es sorprendentemente efectivo, a pesar de la trillada cualidad de la relación central que recuerda a la de “The Karate Kid”
Jay es un bonachón adolescente, se ve obligado a fungir como padre a raíz de que su madre, una aparente alcohólica, aunque este es un elemento en el que el guión no profundiza; no es nada responsable.
Su padre lo abandonó cuando niño, por lo que encuentra una figura paternal en Frosty, un vecino aficionado del surfing.
El corazón de Chasing Mavericks nace en esta relación maestro/discípulo, padre/hijo que surge entre Jay y Frosty, quien entrena al joven rigurosamente para alcanzar su meta; pero el guión peca de tratar de introducir conflictos a través de unos adolescentes que se la pasan molestando a Jay…
Todas estas escenas son innecesarias y entorpecen el desarrollo del drama, pero afortunadamente no son muy frecuentes; porque el protagonista tiene un trauma emocional muy grande, debido a su familia que no tiene ningún pilar que la sostenga; por lo que el aficionarse al surf, le hace encontrar un motivo por el cual mejorar, y donde encuentra esos pilares fundamentales que no le ha dado nunca su familia, y que tanto anhelaba, además de fijarse objetivos increíbles, y sacrificarse como nadie para lograrlo, yendo a clase, trabajando en un pizzería para ayudar a su madre a tirar hacia delante con el correspondiente agotamiento físico e intelectual, lo que no le impide alcanzar su sueño.
Lo difícil de entender, es que no conforme con hacer lo que muy pocos son capaces, continúa sobrepasando los límites lógicos del ser humano.
El director, Curtis Hanson lo explica así:
“La relación inicial entre Frosty y Jay, es la de consejero y alumno.
A medida que el relato se desarrolla, su vínculo se complica más, volviéndose más emotivo, y adentrándose en el territorio de las relaciones entre padre e hijo.
Al final, el hijo se convierte en padre del hombre.
De modo que la evolución de la película tiene algo de inversión de papeles en lo relativo a quién es el mentor de quién.
De muchas formas, la película gira en torno a la relación con la naturaleza, la espiritualidad y con la otra persona.
La relación que nace y se desarrolla entre Frosty y Jay, es el aspecto más cautivador del relato; pero hay otras relaciones más que dan forma a Jay y a Frosty, incluida la relación de Jay con su novia y futura esposa, Kim; la de Jay con su madre; y la de Frosty con su esposa y su hijo pequeño.
Por ello, Chasing Mavericks es casi más un manual de autoayuda que una película de surf.
Ambas cuestiones, la reafirmación de la personalidad y la lucha por enfrentarse a las inseguridades, se erigen prácticamente en el eje del relato; pero la historia se centra básicamente en 2 figuras:
La del recio hombre curtido por la vida, incapaz de amar a nadie; y la del chico ávido de aprendizaje, que suple con su entusiasmo las carencias afectivas que ha tenido durante su infancia.
Ambos, Frosty y Jay Moriarity, establecerán una intensa relación, tanto profesional, pues Frosty se convertirá en el mentor de Jay y lo ayudará a hacer frente a las olas más temibles del planeta, las míticas Mavericks; como a nivel personal, porque sus lazos terminarán estrechándose, proporcionándose el uno al otro la comprensión que necesitan para sentirse finalmente tan cercanos como si fueran un padre y un hijo.
Y como telón de fondo, las olas, el mar, la aventura, la necesidad de rebasar los límites, y de conseguir los sueños.
Pero la esencia se transmite:
El poder de la drogadicción al mar, y a cabalgar sus enormes monstruos.
Un enorme ejercicio de valor, de decisión firme, de concentración estudiada en dominar el monstruo, o al menos, sólo sobrevivir al intento de su control.
Y por primera vez, un protagonista aparenta bastante la edad de la historia real, algo que suele ser inusual en las historias de jóvenes o adolescentes, interpretadas normalmente por actores que pasan en años, o hasta duplican la edad de sus personajes reales.
Por su parte, Gerard Butler casi se ahoga cuando una ola de 20 pies se rompió en su cabeza mientras filmaba una escena en Mavericks, California; siendo hospitalizado brevemente; y parte de su recuperación, involucró un curso pesado de analgésicos.
Butler, luego se registraría en La Clínica Betty Ford para dejar de usarlos, al tiempo para tratar su problema con el alcohol.
Y para su personaje, Butler fue asesorado por el surfista de olas grandes, Grant Washburn; de hecho, Butler era un surfista muy inexperto antes de asumir su papel en la película; mientras su colega, Jonny Weston, había estado surfeando durante unos 10 años.
Para el papel, Weston venció a otros 3.000 actores, siendo contratado sin una película previa, o trabajo en actuación comercial; descubierto a través de un video de audición que envió a través de un sitio web de “casting”, donde cualquier persona que esté buscando trabajo de modelo o actuación puede registrarse, crear un perfil, y realizar una audición para el trabajo.
Por su parte, la actriz Abigail Spencer, que interpreta a la esposa de Frosty Hesson, es la hija de la leyenda de surf, Yancy Spencer III.
Además, otros muchos intervinieron en la película, incluido el legendario fabricante de tablas de surf, Bob Pearson; el fotógrafo Bob Barbour, y mil habitantes de Santa Cruz que actuaron de extras en una escena que reproduce el inmortal triunfo de Jay en la playa de Mavericks.
La población de Santa Cruz se sintió emocionada por poder celebrar y compartir la herencia de “Vivir Como Jay”
También, los realizadores no tuvieron que mirar muy lejos para encontrar un impresionante elenco de surfistas de grandes olas que quisieran participar en el rodaje; y haciéndolo, rendían tributo a un impresionante legado:
Cuando Jay sufrió lo que se consideró el mayor barrido en una ola hasta la fecha para, poco después, cabalgar a lomos de “La Ola Perfecta”, el mundo del surf sobre grandes olas no volvió a ser el mismo.
Pero al ser Chasing Mavericks un filme de ficción, basado en una historia real, se tomaron muchas licencias y contiene algunos anacronismos:
En la película, su mentor Frosty salva a Jay de ser ahogado cuando era un chico.
Esto en realidad no es cierto:
La primera vez que Jay se encontró con Frosty, fue cuando tenía 12 años, se le acercó a su furgoneta, y le pidió que le enseñara surf.
En la película, Frosty sólo enseñaba a Jay; y en la realidad, Frosty enseñó a docenas de surfers a surfear, y también a ser grandes personas.
Si no fuera por la determinación que puso Jay, Frosty no hubiera dejado que el chico se acercara a Mavericks.
Sí que fue cierto que el padre de Jay estuvo en la mayoría de la infancia del chico.
Jay nació en Augusta, pero después de la separación de sus padres, se mudó con su madre a Pleasure Point en Santa Cruz.
Huyendo de los problemas familiares, encontró en las olas un lugar donde cobijarse; siendo cuando “casualmente” conoció a Frosty.
Si fue cierto que Jay escribió unos 55 ensayos de al menos 2 páginas, casi todos sobre el surf.
Kim, entonces su novia, nunca creyó que nunca los haría; pero los hizo, y fue la prueba definitiva que le hizo a Frosty darse cuenta de que el chico iba en serio.
Realmente, Jay era una persona increíble, incluso más de como lo retratan en el film:
Tenía una sonrisa contagiosa, y nadie se imaginaba que era un “big wave charger”
Frosty decía que tenía una visión de quién quería ser y una incesante determinación de hacer que sucediera, se podía ver en sus brillantes ojos azules y en esa sonrisa que atraía a todos:
“Te trataba como si fueras su hermano, en un mundo tan falso, es difícil encontrarse con personas así”
Bob Pearson, un legendario surfista de Santa Cruz que diseñó tablas para Jay, recuerda al joven surfista de una manera que muchos que lo conocían no recuerdan:
“Jay enseñó a la gente cómo vivir.
Todos hemos aprendido de Jay”
Conduciendo alrededor de Santa Cruz, todavía se ve la frase “Live Like Jay” en pegatinas pegadas en parachoques que recuerdan su espíritu innegable.
También es verdad que la mujer de Frosty falleció por un accidente cerebrovascular… y sí que es mentira que Frosty entrenara a Jay sólo 12 semanas antes de surfear Mavericks.
Frosty estuvo entrenando a Jay durante 2 años y medio antes de que Jay mencionara surfear Mavericks.
Y después pasó 1 año y medio más, hasta que Frosty dejara que Jay surfeara Mavericks.
Jay sólo tenía 16 años cuando surfeó por primera vez Mavericks.
Es mentira que el “wipe out” de la película fuera la primera vez que Jay surfeara Mavericks, ya había surfeado Mavericks al principio de la temporada.
Sí que tuvo un gran “wipe out”, exactamente fue el 19 de diciembre de 1994:
Con sólo 16 años, el momento de la caída fue inmortalizado por el fotógrafo Bob Barbour, y esa foto fue más tarde portada de la Surfer magazine.
En esa ola, Jay cayó en una ola de entre 30 y 40 pies.
Desapareció durante más de 18 segundos, pero no 3 minutos como se muestra en la película.
Esa foto publicada en la prestigiosa Surfer magazine, convirtió a Jay en un héroe ante los ojos de miles de surfers en todo el mundo.
Irónicamente, en el top de la portada hablan sobre la muerte del surfer profesional Mark Foo; que murió surfeando Mavericks 4 días después del “wipe out” de Jay.
Todo parece estar atado por un fino hilo transparente; y las señales aparecen anunciando un futuro próximo; pues la foto de Jay muestra una cruz que cae desde lo alto de la ola...
Si fue verdad que después del “wipe out”, y después de coger otra tabla, la de la caída se partió en 2, Jay volvería al pico a coger más olas.
Surfeó 8 olas más, antes de salir de unas aguas congeladas.
Al investigar la historia verdadera de Chasing Mavericks, descubrimos que el mentor de Jay Moriarity, Rick “Frosty” Hesson, recibió su apodo de su cabello rubio platino... por lo que Butler es más moreno; y la ola, es un fenómeno natural tan extraordinario, que cuando las olas rompen con más de 30 pies, se registran movimientos como los de un terremoto por el sismógrafo de UC Berkley.
Si es verdad que Kim, la novia de Jay era mayor que él un par de años, y que se casaron; aunque su vida de casados sólo duró 6 meses.
Kim entró en una profunda crisis cuando murió ahogado Jay, ella misma dice que no sabía qué hacer con su vida... y se ha especulado mucho sobre la muerte de Jay, un día antes de su 23 cumpleaños; y se creía que estaba haciendo algo arriesgado cuando murió ahogado…
La verdad es que fue un accidente estúpido en un entrenamiento que solía hacer, y que le convirtió en un surfer de olas grandes.
Si es verdad que se le hizo un memorial un día después de su muerte; y el 26 de junio de 2001, pocos días después de su muerte, cientos de amigos de Jay y otros surfistas salieron a las aguas de Pleasure Point cerca de Santa Cruz, California.
Su esposa Kim, esparció sus cenizas en el océano, y al igual que en la película, colectivamente arrojaron agua en el aire en honor de Jay.
Muchos de los mismos surfistas salieron en el rodaje de la recreación conmemorativa el viernes, 14 de octubre de 2011, incluyendo el verdadero Hesson Frosty, aparece junto a Gerard Butler.
Si se le puede achacar algo a Chasing Mavericks, es que se mueve entre el melodrama cotidiano, los traumas infantiles, el hogar desestructurado, la juventud desorientada... y toda una serie de tópicos que no logran ir más allá del mero apunte circunstancial; al tiempo que poco se desarrolla el papel de la madre del protagonista, que daba para más; su novia más de lo mismo, e incluso el amigo tenía su miga; sin olvidar a la sufrida familia del personaje de Gerard Butler.
Entre esos extremos bascula una película que llega a lo más alto en la estupenda franja final, en la que el mar adquiere el protagonismo, y los personajes, más allá de sus dudas y lastres emocionales, quedan a merced de él.
La belleza con la que se rueda el mar y las olas, es lo mejor de la propuesta.
La fotografía de Bill Pope y Oliver Euclid, la cual es realmente hermosa, sus tomas aéreas sobretodo donde vemos el basto mar y su olas en movimiento creando espuma. son dignas de ver al más puro estilo documental.
Para finalizar, la banda sonora honra el espíritu del film, y le da a sus escenas la fuerza necesaria para hacerse sentir.
“As for the rest, all I will say is... the ones who push the limits, discover the limits sometimes push back”
Se sabe que el primer concurso de surf en Mavericks, ahora conocido como Mavericks Invitational, se llevó a cabo en 1999, y se llevó a cabo 9 veces hasta 2014.
Los organizadores invitan a 24 surfistas de olas grandes cada año para competir en el evento de un día, pero es solo se mantiene si las condiciones de las olas son favorables durante la temporada de competencia, actualmente del 1 de noviembre al 31 de marzo.
La historia real, de Jay Moriarity, dio lugar a un movimiento cuyo lema es “Vive La Vida a Tope”, o “Live Like Jay”; un dicho popular que asegura que los naturales de la ciudad de Santa Cruz, al norte de California, vienen al mundo con una tabla de surf debajo de un brazo, y con un monopatín debajo del otro.
Pero no es ése el único adagio al que se somete dicha comunidad costera.
Sus residentes también se toman a rajatabla la divisa de “Vivir Como Jay”, un aserto y un estilo de vida dedicados a la memoria de un surfista local que ahora tiene en su honor una carrera anual de “paddleboard” en su memoria, la anual Jay Moriarity Paddleboard Race, también conocida como “The Jay Race”, que se celebra en Capitola.
Para Frosty:
“El filme “Chasing Mavericks” fue la historia de Jay y yo trabajando juntos para ayudarlo a crecer y lograr convertirse en un ser humano que aprendió a ser, respetuoso, atento y compasivo.
Mi historia tiene muchos niveles, y es demasiado compleja para una película.
Pero el filme capturó el interés tanto en mayores como en niños, proporcionando temas significativos para las discusiones familiares. y tener el suficiente impacto en la gente como para hacerlos volver al cine la noche siguiente, muy “cool”
Cuando estoy en la playa o visito escuelas, librerías, etc., siempre la gente me habla sobre el impacto de la película y el libro.
Es algo grandioso para mí”
Mientras Kim Moriarity recuerda:
“La gente olvidará lo que dices y haces, pero nunca olvidarán cómo los hiciste sentir.
Jay tocó a tanta gente, y trató de dejar dondequiera que iba un poco mejor.
Cuando las personas estaban a su alrededor, se sentía el amor y la sinceridad.
Jay solía buscar a la persona, hacer contacto visual con ella y sonreír.
Venía de un lugar de amor en su corazón, y se lo utiliza para romper las barreras con otras personas.
“Live Like Jay” no significa que tenga que ser un duro, un surfista de grandes olas.
Jay sabía que, incluso para él, que con el tiempo iba a terminar.
Esto significa descubrir porque estás aquí y seguirlo.
Sé fiel a ti mismo, y trata bien a los demás”
El mundo está lleno de tipos peculiares, y no cabe duda de que Jay Moriarity y Frosty Hesson son 2 de ellos.

“We all come from the sea, but we are not all of the sea.
Those of us who are, we children of the tides, must return to it again and again, until the day we don't come back leaving behind only that which was touched along the way”



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