Super 8

“I know that's your camera, sir, but technically, that's my film”

Muchos de los grandes directores de Hollywood de las últimas décadas, comenzaron igual:
Steven Spielberg, George Lucas, James Cameron… colegiales aún, destrozaron el patio trasero de sus casas para recrear con las cámaras caseras de sus papás, pequeñas películas de terror, de guerra o de ciencia ficción.
El resultado fueron imágenes con colores saturados, con una línea de luz azul que a veces se colaba en el cuadro, o el salto de la cinta en el corte… eran las características que proporcionaban aquellas cámaras con rollo de 8 milímetros llamadas “Super-8”; creado en 1965 por Eastman Kodak como una mejora sobre la película casera de formato “doble” o “regular” de 8mm.
Así nació, pensado para el mercado doméstico, aunque en manos de aficionados y de modestos cineastas alcanzó un gran nivel; y puso al alcance de un mayor número de consumidores, la posibilidad de filmar sus escenas familiares; y con ello, Eastman Kodak conseguiría un mayor uso de película, y un aumento de ventas.
Y es que el lema de Eastmann Kodak era “filmar es fácil”; y para este fin se ideó un sistema que hiciera del filmar una tarea sencilla que ofreciera mayor calidad de imagen.
La película, tiene un ancho nominal de 8mm, donde las dimensiones de las perforaciones rectangulares a lo largo del borde son más pequeñas, lo que permite una mayor área expuesta.
Además, el cartucho de plástico Super-8, es probablemente el sistema de película de carga más rápido jamás desarrollado, ya que se puede cargar en la cámara Super-8 en menos de 2 segundos, sin la necesidad de enhebrar o tocar directamente la película.
La película Super-8 viene en cartuchos de plástico a prueba de luz, que contienen 15m de película, para un total de 3,600 cuadros por cartucho; y para 1973, el sistema se actualizó con un cartucho más grande, que incluía una película con sonido magnético.
Ya en 1975 se puso a disposición un cartucho de 61m, aún más grande, que podría usarse en cámaras diseñadas específicamente.
Al finalizar la película del cartucho, ésta se debe revelar en un laboratorio.
La película es de tipo “inversible”, lo que significa que la película del cartucho es la que revelan y devuelven; y por cuestiones de coste, no existió la posibilidad de filmar en negativo, y luego positivarlo; pues una vez revelada la película se suministraba en una bobina, lista para usar en el proyector.
Otras características del Super-8, es que precisa de más luz que el vídeo actual para filmar; y aunque no dispone de la instantaniedad de los sistemas de videograbación, el Super-8 posee una estructura singular de toma de imágenes.
Para los aficionados al vídeo, es interesante dedicar un tiempo al Super-8 para un desarrollo y afinación posterior en el encuadre y uso del marco y la imagen.
Al tiempo que el valor monetario de 3 minutos de película, un cartucho de 15m, es muy superior al del vídeo; siendo por ello que la filmación en Super-8 se hace ideal para quienes desean aprender a tener estructuras mentales claras de toma de imágenes.
Y es que en Super-8 hay que saber qué quieres hacer antes de filmar, porque no hay vuelta atrás, pues cuando la luz toca el material sensible, éste queda ya filmado; por lo que no vale captar imágenes por captar para ver qué se aprovecha…
Así, en Super-8, primero es la idea clara, y después la filmación, para no desperdiciar el material.
Fue a mediados y finales de los años 80, que el Super-8 comenzó a resurgir como un método alternativo para la producción de películas, comenzando con su uso en videos musicales para la cadena MTV; sin embargo, el mercado de consumo colapsó; y la mayoría de las compañías independientes, se vieron obligadas a declararse en bancarrota o fusionadas, ya que la demanda de Super-8 se evaporó de la noche a la mañana ante la llegada del vídeo en Betamax primero y luego en VHS.
“It arrives”
Super 8 es una película de ciencia ficción y aventuras, del año 2011, escrito y dirigido por J.J. Abrams.
Protagonizado por Joel Courtney, Riley Griffiths, Elle Fanning, Ryan Lee, Gabriel Basso, Zach Mills, Kyle Chandler, Ron Eldard, Noah Emmerich, David Gallagher, Glynn Turman, Amanda Michalka, entre otros.
Super 8 es el primer proyecto de película original de J.J. Abrams; producido por Amblin Entertainment, Bad Robot Productions y Paramount Pictures; que nació de la asociación de varias ideas:
La primera la tuvieron Abrams y Steven Spielberg cuando decidieron homenajear el cine a partir de las grabaciones en formato Super 8; y rápidamente escribieron una trama en la que unos adolescentes realizaban una película en este formato.
Al mismo tiempo, la ambientaron en una pequeña y apartada localidad de EEUU, que sería el lugar donde se producirían los acontecimientos.
Abrams pensó que sería buena idea que fuera allí donde descarrilara un tren procedente de la base militar, con un cargamento clasificado como “Top Secret”, que demostrarían la existencia de vida extraterrestre.
Spielberg afirma que Super 8 es un homenaje al cine de los años 70, y a los cineastas que lo hicieron posible.
Y es que como adolescentes, Abrams y su amigo Matt Reeves, director de “Cloverfield” (2008) y “Let Me In” (2010), fueron contratados por el mismo Steven Spielberg para restaurar algunas de sus películas caseras de Super 8; por lo que el título de la película cobra muchos sentidos:
Además de ser el nombre del formato de película, también se refería al hecho de que inicialmente hubo 8 niños en la acción, que posteriormente se redujo, pero el título se mantuvo.
No obstante, la película, de acuerdo con Abrams, es un homenaje al productor de la película, Steven Spielberg , y a sus películas de la década de 1970, en especial “Close Encounters Of The Third Kind” (1977) y “E.T.: The Extra-Terrestrial” (1982); hasta aquellas películas producidas por Spielberg, como “The Goonies” (1985), y otras de temática similar que acuerpan a un grupo de niños que durante el desarrollo de la acción, van madurando en su paso hacia la adultez.
Sin embargo, este film fue catalogado inicialmente como “una precuela de “Cloverfield” (2008), que fue producida por J.J. Abrams; pero Spielberg aclaró que es de cierta forma un homenaje a “E.T.: The Extra-Terrestrial” (1982), ya que partes del guión están inspiradas en ideas que nunca fueron usadas en ese filme.
Por ello, la película recibió reseñas generalmente positivas, elogiando su historia apasionante, sus escenas bien secuenciadas, y sus imágenes impresionantes, por sus elementos nostálgicos, efectos visuales, partitura musical, y por las actuaciones del elenco, en particular, tanto la actuación de Elle Fanning como la del recién llegado Joel Courtney; al tiempo que se compararon con temas tan similares a películas de Spielberg, y otras como “Stand by Me” (1986)
También Super 8 fue un éxito comercial, recaudando más de $260 millones contra un presupuesto de $50 millones.
La película se rodó en Weirton, Virginia Occidental y sus alrededores, enmascarada como la ciudad ficticia de Lillian, Ohio.
Estamos en el año 1979.
Joseph “Joe” Lamb (Joel Courtney), es un chico aficionado al cine, que acaba de perder a su madre en un accidente, y vive con su padre, Jack Lamb (Kyle Chandler), que es policía.
Meses después, durante el verano, Joe y sus amigos:
Charles Kaznyk (Riley Griffiths), Preston (Zach Mills), Martin (Gabriel Basso), Cary (Ryan Lee), y Alice (Elle Fanning); ruedan una película de zombis en Super-8, cuando contempla, cómo una camioneta se estrella contra un tren, provocando su descarrilamiento y un terrible accidente.
A partir de ese momento, cosas extrañas e inexplicables comienzan a suceder en el pueblo…
Super 8 contiene 2 tramas:
Los chicos en medio de una conspiración, y el descubrimiento de la madurez de unos chicos que se ven obligados a crecer en pocos días.
También hay un sentimiento de amor hacia el cine en cada conversación que tienen los chicos, que nos muestran sus personalidades cinéfilas:
El experto en explosivos, el director de cine, los actores, el sonidista… así como temas dramáticos como la superación de la pérdida, la busca del amor paternal, la importancia de la amistad, de ayudar a los demás, de no tener prejuicios, de superar traumas y desilusiones... incluso de que la droga es mala... por lo que el título no engaña, es una clara ovación a la imaginación que pudo desatarse en nuestras casas, gracias a Kodak, donde todos esos temas quedaban reflejados como “guiones” de películas caseras, y así, toda una generación de niños, y no tanto, vieron sus sueños hechos realidad al dirigir sus propias películas.
Por tanto, Super 8 es una obra maestra de ingeniería cinéfila popular, que sirve como un homenaje a las películas de Spielberg de los años 80; aunque como pieza de entretenimiento original no tenga nada… pues si no has visto “The Goonies”, “Jaws”, “War Of The Worlds” y “Cloverfield”, puedes pensar que esta película es absolutamente maravillosa; y juzgado a través de la lente de la historia del cine, bien puede considerarse como “la culminación de todo lo que vino antes”; pero J.J. Abrams es un director malo, que no ha hecho más que rejuntar lo ya visto y darle otro brillo; eso sí, al final querrás ser uno de los chicos, o al menos irte a comprar una cámara de Super 8 para empezar a filmar algo, y ver ocurre algo tan maravilloso como lo que les pasa a ellos... aunque no es tan necesario, ya con los celulares están ocurriendo el registro de hechos increíbles a manos de aficionados.
“Stop talking about production value, The Air Force is going to kill us”
No cabe duda que Super 8 es un viaje directo a la nostalgia de los años 80, desde nada más empezar la película, ésta nos transporta a aquellas míticas aventuras infantiles con las que muchos crecimos; aunque se ha vendido como “una revisión del espíritu de las películas de Spielberg”, y todos los que a su abrigo acometieron proyectos donde la infancia y la juventud tenían un protagonismo absoluto, bajo la producción del primero o simplemente su influencia; y es que Spielberg era conocido como “el niño grande de Hollywood”, sobre todo después de entender la infancia como nadie; y al hilo de esto surgieron cintas con y para jóvenes como las anteriormente citadas, u otras como “Gremlins” (1984), “Back To The Future” (1985), entre otras.
Estas películas funcionaban, y se hicieron de culto porque entendían como nadie el mundo que trataban, la mirada fascinada de la infancia hacia lo misterioso, la mirada mitómana de la juventud hacia la adrenalina y lo increíble; y creaban personajes inmortales, ya fueran individuales como el Elliot de “E.T”, o en grupos, como “The Goonies”, donde los directores y guionistas se tomaban su tiempo en crear diálogos simpáticos y situaciones divertidas, en desarrollar a personajes con características muy definidas, cada uno con su rol, pero todos encantadores.
Ese mimo por sus personajes y un misterio que se va haciendo más grande y fascinante, como el que descubre la magia, es lo que hacía que nuestra generación se enamorase de aquellas películas donde la clave estaba en la capacidad para identificarse con la infancia y transmitir esa magia, logrando con ello que la identificación sea mutua.
Eso, y un talento narrativo indiscutible influenciado de los clásicos, haciendo que lo maravilloso, lo fantástico o asombroso, se vaya sucediendo poco a poco haciendo crecer la semilla de la magia en el espectador.
Así, de lo mínimo a lo colosal, que se va mostrando paso a paso con una imaginación en la puesta en escena extraordinaria.
Para Super 8, J.J. Abrams tuvo la idea de comenzar una película mostrando el letrero “Accident-Free” de una fábrica mucho antes de que se le ocurriera el resto de las ideas para la película; que fue en realidad la combinación de 2 ideas:
Como una película sobre niños que hacen su propia película durante la década de 1970, y como una película de invasión alienígena.
Abrams combinó las ideas, preocupado de que el primer motivo no atrajera suficiente asistencia; y construyó su película alrededor de 2 elementos motores:
El misterio, como un concepto para jugar con el espectador, de manera que no pueda prever el curso de los acontecimientos que se vayan a producir en la película; y la segunda idea tiene que ver con las películas hechas en Super-8 por los personajes de la película.
Abrams procuró poner énfasis en el espíritu de libertad que les proporcionaba, y sobre todo en el aspecto artesanal con que todo se hacía, y que ahora se ha perdido.
Así, él regresó a sus primeras emociones y a la energía que lo animaba a seguir adelante cuando era un joven cineasta aficionado.
De esa manera, la mejor forma fue guardarse la trama en el más estricto secreto hasta el momento del estreno del film, como ocurrió también con “Cloverfield”, para aumentar el suspenso, tanto que obligó a todo el equipo a firmar una cláusula de confidencialidad para que nada se infiltre.
Por ello, el título de la película nos retrotrae al pasado; aunque la cámara Super-8 ya ha sido superada por las nuevas tecnologías, tuvo su momento de gloria, y ese fue un elemento muy importante para la formación primigenia de muchos futuros cineastas.
Para Abrams, a la edad de 8 años realizó sus primeros cortometrajes en ese formato, como aquí los protagonistas, y dijo:
“Hoy, los cineastas tienen un material que nosotros nunca hubiéramos imaginado tener.
En 1979, toda esa tecnología era inimaginable, una cosa excepcional para un niño.
Hoy todo está al alcance de todos”
Por ello, Super 8 también es un filme de contrastes, donde el cortometraje final, lo mejor de toda esta producción, lo conforman algunas escenas rodadas por un hecho inexplicable y catastrófico.
Pero remontémonos a 1979:
El Comisario Jack Lamb de Lillian, Ohio, y su hijo de 14 años de edad, Joe, lloran la muerte de su esposa en un accidente de fábrica.
Jack echa la culpa al compañero de trabajo de su esposa, Louis Dainard (Ron Eldard), por su muerte, cuando cubría su turno mientras se recuperaba de embriaguez la noche anterior.
Hay un salto temporal de 4 meses; y el mejor amigo de Joe, el camarógrafo aficionado Charles Kaznyk, decide producir y hacer una película de zombis de bajo presupuesto para entrar en un concurso internacional de cine.
A lo que Charles pide ayuda a sus amigos cercanos:
Preston, Martin y Cary; así como a la hija de Dainard, Alice.
Pronto, Joe y Alice se enamoran, aunque son conscientes de que sus respectivos padres se pondrán furiosos.
Así, Charles decide filmar una escena en la estación de tren local, aprovechando que uno pasará esa noche, para añadir autenticidad a su película; y mientras filma, Joe es testigo de que una camioneta se dirige a las vías del tren y choca con el mismo, provocando su descarrilamiento aparatoso.
Los amigos apenas escapan del caos resultante y explosiones; y luego investigan los restos del desastre, donde encuentran un montón de extraños cubos blancos, y luego descubren que el conductor del camión es El Dr. Thomas Woodward (Glynn Turman), su profesor de biología.
Woodward, apenas con vida, advierte a los niños a mano armada, a nunca hablar de lo que vieron esa noche, o ellos y sus padres serán asesinados; por lo que ellos huyen de la escena cuando una fuerza armada de la base local de La Fuerza Aérea de los Estados Unidos, encabezada por El Coronel Nelec (Noah Emmerich), llegan a asegurar la escena; y se descubre una caja vacía de película Super-8, asumiendo que el evento fue capturado en cámara...
Mientras Joe y Charles esperan la revelación del rollo de película, la ciudad experimenta extraños sucesos:
El perro de Joe, Lucy, y otros huyen; varias personas están desaparecidas, y numerosos componentes electrónicos de viviendas y centros comerciales son robados.
Oyendo comunicación cuestionable de La Fuerza Aérea, Jack se acerca a Nelec para ayudar a sofocar el pánico en la ciudad, pero en vez de eso, Nelec le ordena arrestarlo en la prisión de la base; y pronto ordena a sus fuerzas a usar lanzallamas para iniciar los incendios forestales en las afueras de la ciudad, como un pretexto para evacuar a la gente del pueblo.
Mientras tanto, Joe y Charles ven las imágenes que filmaron en el descarrilamiento en su casa, y confirman que una criatura grande había huido del tren dañado.
En la base donde todo el pueblo fue llevado, los niños descubren a un arrepentido Dainard, que dice que Alice fue secuestrada por la criatura la noche anterior, después de una discusión.
Ahora, Joe, Charles, Martin, y Cary, van de vuelta a la ciudad, decididos a rescatar a Alice; y en primer lugar entran en el remolque de almacenamiento del Dr. Woodward en la escuela, y descubren películas y documentos de su época como un investigador del gobierno.
Una película de 1958, muestra a Woodward y a otros científicos que experimentan con una criatura alienígena y su nave espacial, esta última compuesta por miles de cubos blancos…
De esa manera se puso de manifiesto que el extraterrestre se estrelló al aterrizar en La Tierra unos años antes, y que La Fuerza Aérea ha estado frustrando sus intentos de reparar su nave espacial para que puedan mantenerlo cautivo y experimentar con él.
En un momento de la película, el extraterrestre agarra a Woodward, estableciendo una conexión psíquica con él, como se explica en una grabación de audio por el doctor; que motivado por sus sentimientos, provoca el descarrilamiento del tren, y le ayuda a escapar…
Pero mientras ven la película, los chicos se ven atrapados por Nelec y sus hombres, y en el camino de vuelta a la base por autobús, el extraterrestre ataca el vehículo.
Nelec y sus hombres son brutalmente asesinados, mientras los chicos escapan.
Mientras tanto, Jack se ha escapado de la prisión de la base, y se dirige al lugar donde se encuentra la gente del pueblo, y se entera por medio de Preston lo de Joe y los demás, rescatar a Alice.
Jack le dice a Dainard que lo siente, y acuerdan dejar de lado sus diferencias para salvar a sus hijos.
En la ciudad, la mayor parte del material militar comienza a tener un mal funcionamiento, en un intento de La Fuerza Aérea por matar al alienígena; donde Martin se lesiona; y Charles se queda a cuidarlo, mientras que Joe y Cary van al cementerio donde un gran agujero conduce a una serie de cavernas subterráneas.
En una gran cámara debajo de la torre de agua de la ciudad, los 2 encuentran que el extraterrestre ha creado un dispositivo electrónico con diversas unidades robadas de la ciudad, y ha mantenido a muchos de los habitantes del pueblo cautivos, inconscientes y colgantes en el techo, como si de una araña se tratase, donde entre ellos está Alice, que además le sirven como alimento.
Ellos liberan a Alice e intentan escapar del extraterrestre, pero se encuentran atrapados en una caverna sin salida.
La criatura agarra a Joe, quien a través de un vínculo telepático, intenta transmitirle que le entiende, y que aún puede salir de allí.
El extraterrestre, después de un momento, se comunica con Joe, como lo hiciera en otro tiempo con Woodward, y se marcha, lo que permite a los 3 niños volver a la superficie.
Al reunirse con sus padres, ellos y los militares miran cómo objetos metálicos grandes y pequeños se acumulan alrededor de la torre de agua de la ciudad.
Los cubos blancos salen de su confinamiento, y forman la nave espacial del extraterrestre alrededor de la torre.
El medallón de Joe, que contiene una foto de su madre y él recién nacido, es atraído hacia la torre, y Joe decide dejarlo ir.
Con la nave espacial completa, el extraterrestre entra, despega de la torre de agua, y la nave es lanzada al espacio.
Durante los créditos finales se muestra la película completa de Super-8, titulada “The Case”, realizada por Charles y sus amigos.
Super 8 nos transporta inevitablemente al cine de finales de los 70 y principios de los 80, principalmente por su posición histórica, ya que la trama se desarrolla en 1979, además debido al tratamiento de sus imágenes y por una historia contada de forma lineal, que va subiendo de intensidad a medida que avanza el metraje; que tras una correcta presentación de los personajes y una exquisita mezcla entre la intriga propia de una cinta de ficción con un misterio por resolver y el desarrollo de una sincera historia de amor y amistad, tanto por el grupo de amigos como la que surge entre Joe y Alice, quienes se van conociendo a lo largo de la película y alcanzan un grado de complicidad máximo, convirtiéndose en el centro de las acciones, y los responsables de la principal aventura que la cinta termina por regalarnos.
Pero el guión y la historia no es nada del otro mundo; seamos claros:
Los 2 primeros actos de Super 8 son muy buenos.
Este es un canto de amor hacia la ciencia ficción ochentera y “spielberiana”, esa plagada de pueblitos ideales, adolescentes de noble corazón, monstruitos encantadores, y militares malosos que oficiaban como los villanos de turno.
A excepción de estos últimos, nadie es demasiado malvado, ni siquiera el monstruo… y la aventura sirve como un proceso de expiación para el protagonista.
Vale decir, el chico vive en una familia de porquería, que no es tal; o es perseguido por el matón del barrio, que no es tan malo; o no logra hablarse con la chica que le gusta, y a la que deberá rescatar de improviso para transformarse en el héroe del momento; y como a nosotros nos gustan los perdedores, o nos identificamos con alguna de las situaciones que debe vivir, terminamos por simpatizar con el sufrido protagonista.
Pero es en lo técnico donde sí tienen detalles de brillantez indiscutible; por ejemplo, en una de las escenas de suspense en una gasolinera, donde desaparece el sheriff, comienzan a pasar cosas extrañas, luces que vienen y van, ruidos… y vemos correr a un nutrido grupo de perros de forma descontrolada…
Ese detalle, que en otro film sería una forma de crear ambiente sin más, en Super 8 tendrá su eco, y descubriremos que todos los perros han huido del condado, lo que del ambiente de extrañeza que se produce en la escena mencionada pasamos a un momento de verdadero interés y temor.
Mientras que el “setup” y los personajes funcionan muy bien, los problemas de Super 8 pasan por el tercer acto.
Hasta ese entonces, J.J. Abrams venía retaceando la exhibición del monstruo, tomando de ejemplo lo que hizo Spielberg en “Jaws”, y que luego el mismo Abrams aplicaría en “Cloverfield”; lo cual me parece una decisión creativa válida, pero para nada original; el problema es que, cuando el bicho entra en escena no hace nada memorable.
Ahí es cuando queda en evidencia que Abrams es un pálido imitador de Spielberg, simplemente porque no le da la neurona para crear alguna secuencia sensacional original, de esas que uno sigue hablando después de salir del cine.
Y no sólo las acciones de la criatura son insípidas, sino que el libreto comienza a flaquear con detalles importantes, como cuando los chicos encuentran en 2 minutos unos informes secretos que los militares estuvieron rastreando durante días; un dúo de adultos, enemigos irreconciliables hacen las pases demasiado rápido; y lo que es peor, se revela que el bicho secuestra, pero no mata a algunos personajes políticamente correctos de la trama, incluyendo al interés amoroso de nuestro héroe… con lo cual a uno se le termina de caer la estantería.
Ya ni hablar del final…
Y es que el tema de Super 8, es un mensaje de superación del trauma de la pérdida, representado en el collar de la madre de Joe; y a través de él vemos la evolución psicológica de los personajes:
Primero lo veremos en el entierro, como el fetiche necesario para recordarla, como si contuviera su alma; luego en una conversación entre padre e hijo que muestra la distancia que hay entre ellos.
Más tarde Alice se lo verá a Joe, lo que creará el primer vínculo entre ellos.
Posteriormente, Alice y Joe tendrán una conversación sobre el collar, que desarrollará su relación de manera definitiva; pero un policía se lo quitará con la consiguiente sensación de pérdida en Joe, demostrando así que no había superado la desaparición de su madre; y después de recuperarlo en la escena final, lo dejará escapar, como si de verdad el collar contuviera el alma de la madre, que está supuestamente en los ojos del alien, como si ésta se fuera hacia el cielo, cerrando la historia, y concluyendo la evolución del personaje en la aceptación de la pérdida y su acercamiento definitivo a su padre.
Pero lo cierto es que el padre de Alice lleva un pedazo de collar que ni siquiera se mueve… y ahí empiezan los fallos en retrospectiva.
Hay una mayor preocupación por el mundo adulto, lo que pretende dar más enjundia al argumento, a la cinta, aunque en cierta medida lastre el interés de la misma.
Este es el caso del padre de Joe, el sheriff que debe lidiar con su inexperiencia para liderar al pueblo en momentos de crisis, y que aún no supera la trágica muerte de su esposa; y el padre de Alice, un resentido social sobreprotector que vive en conflicto con el padre de Joe... y que da la impresión que abusa de manera física de la niña…
Pero esta trama adulta es prescindible, pues se podría contar lo mismo de forma tangencial, y nos ahorrábamos metraje o lo aprovechábamos mejor sin ver al padre de Joe siguiendo una investigación que no lleva a nada; por ello, el guión y ciertas lagunas del mismo, es lo más flojo de la cinta.
Además, el final es bastante confuso, no se entiende muy bien qué pasa, ni cómo logra hacer la nave el extraterrestre, es otra de las debilidades del guión, que como dije, tiene ciertas lagunas.
No así el nivel técnico que es una admirable maravilla; con cinematografía pulcra, buena elección de encuadres, y una elegante y coqueta fotografía que deja un atractivo acabado visual con un refinado aspecto “retro”; donde el manejo de la cámara y la fotografía, conectan con el espectador más nostálgico y el más joven.
Evidentemente, en cuanto a los efectos visuales especiales, el tremendo accidente ferroviario es una de las escenas clave y más impactantes del filme.
Sin embargo pensemos que los trenes suelen ser mucho más largos y con vagones mucho más pesados que los que estamos acostumbrados a ver…
En cualquier caso, aquí encontramos algunas cuestiones que ponen en duda la veracidad del accidente:
En primer lugar, da la impresión de que el convoy va a una velocidad mucho mayor de la habitual para este tipo de trenes.
En segundo lugar, sólo lleva una locomotora, lo cual es extraño para un tren tan grande, y aun hace más raro la velocidad aparente de la composición.
En tercer lugar, la camioneta no es un obstáculo tan grande como para producir los efectos que se observan en la pantalla.
Sí que es posible que el tren descarrile, pero no que se comporte como si se hubiese estampado contra un objeto inamovible o de que gran tamaño y masa.
Lo normal es que el tren arrastrase la camioneta un buen montón de metros produciendo el descarrilamiento del convoy.
Pero lo que parece es que queda frenado en seco, lo que permite justificar ver los pesados vagones volando por todas partes, con todo tipo de explosiones.
En cuarto lugar, lo más sorprendente es que después de un choque frontal entre la camioneta y la locomotora del tren, tras el choque veamos la camioneta relativamente en buen estado, al conductor vivo, hablando y empuñando una pistola…
¿Qué pasó aquí?
El tren en movimiento fue creado completamente por computadora, pero en los disparos de los niños que se movían entre los vagones del tren y los vagones destrozados, realmente estaban allí.
Así queda un filme dedicado al amor por al cine, donde Riley Griffiths actúa como un mini-Abrams que ama el cine desde pequeño y adora su oficio; a amoríos que podrían haberse cuidado más, donde sus adultos, sin embargo, no entienden la realidad que rodea a sus hijos.
Del reparto, aproximadamente 5000 niños fueron audicionados para las partes principales; Abrams quería encontrar nuevas caras; y condujo una búsqueda nacional de talentos para encontrar a los actores infantiles que desempeñan cada uno de los papeles principales.
Courtney, quien esperaba conseguir una parte en un comercial, fue escogido entre muchos niños porque Abrams encontró “algo diferente en él”; mientras que Riley Griffiths le envió a Abrams una cinta de sí mismo para obtener la parte de Charles; que tiene a su cargo algunos graciosos parlamentos que representa con enorme espontaneidad y desenvoltura.
Por lo que este fue el debut en el cine de ambos.
Por su parte, el monstruo tiene 3 minutos de tiempo en pantalla.
Y es que una de las normas no escritas a las que se pliega Abrams con Super 8, es no revelar con claridad al monstruo hasta el tramo final, entonces lo vemos incluso en primeros planos, por  lo que se esconde a la criatura durante la mayor parte del metraje, recurriendo a planos desenfocados, fugaces o nerviosos, algo que a mí me llega a sacar de quicio, pues creo que hay maneras más elegantes y coherentes de hacerlo, donde lo esencial no es ocultar al monstruo, aunque sea importante no mostrarlo demasiado, sino tener al espectador atemorizado, tenso, pendiente de las vidas de los protagonistas, y se supone que debe inquietarnos, al ser presentado como un enorme asesino casi indestructible, con una fuerza formidable, pero nunca se consigue.
Sabemos de su inteligencia, y no me parece serlo… y ya sabemos que no hará daño a los chicos, por mucho que éstos se asusten.
Tampoco ayuda que Abrams ruede casi todos los ataques del alienígena de la misma manera:
Primero nos avisa que está ahí, luego nos despista con algún diálogo intrascendente, y de pronto irrumpe en pantalla para llevarse a alguien.
Lo cierto es que la película se vuelve repetitiva y previsible, alternando la trama de los chicos grabando y explicando sus sentimientos, con la de los militares y el monstruo, sin que exista progresión dramática.
Además del abuso de los espectaculares movimientos de cámara y de los “zooms”, me desconecta esa obsesión del realizador por los reflejos lumínicos, aunque ya se saben son la marca registrada del director.
Y es que hay demasiadas inconsistencias y lagunas:
El monstruo sufre a pesar de que se come gente, y no entiendo por qué después de tanto daño, se le diga al monstruo:
“Te comprendemos, te puedes ir tranquilo”
Al tiempo que se desconoce cómo desaparecen los motores de los coches sin romper el capó; o cómo la policía localiza a los perros, pero no investiga a la gente desaparecida; cómo un bicho que se come los humanos, se hace amigo al final del niño protagonista… y es que no se explica cómo los gringos mandan semejante carga, en un tren con un alien capturado, y sin escolta…
Como sea, Bruce Greenwood hace un buen trabajo de doblaje para la captura de movimiento del extraterrestre; y se le acredita en la lista de reparto como “Cooper”, que era el apodo de la criatura en el set.
¡Vaya a usted a esperarse leer todos los créditos!
Por otro lado, hay algunos cameos curiosos:
Dakota Fanning sale durante la reunión en el ayuntamiento, por un breve segundo, ella es la hermana mayor de Elle Fanning, que aquí ya se comprueba la gran actriz juvenil que es.
También hay un cameo del autor de la banda sonora, Michael Giacchino; y del director, J.J. Abrams, que es un soldado que sale en un jeep…
Como marcas registradas del director, está ese extraño destello de lente, como un efecto cinematográfico que descoloca bastante, pues no tiene explicación.
Un dato irónico es que el cortometraje final “The Case” se hizo en 16mm, por lo que el equipo de VFX tuvo que degradarla para parecerse al efecto Super-8
En general, J.J. Abrams sobrecarga su aventura de ciencia ficción con tantos homenajes a su coproductor Steven Spielberg, que parece una compilación de grandes éxitos del veterano director, pero sin sus característicos sustos y sin el sentido de la maravilla; no es casual que algunos detractores la criticasen por su final y sus homenajes, particularmente en su descripción de familias rotas, un tema que Spielberg ha explorado en casi todas sus películas; y que aquí no agrega nada nuevo; al tiempo que hay muchos anacronismos relacionados a objetos y juguetes vistos en el filme; y algunas de las situaciones no llegan a tener una explicación... claro que eso en Abrams es de lo más normal.
Pero no se cree que estos preadolescentes acaben soltando malas palabras  como raperos modernos, algo poco frecuente antaño; por lo que los adultos resultan más infantiles que los niños, especialmente los policías.
Sin duda, lo más discutible es que unos niños rueden una película de zombis en 1979, ya que no tenían acceso a ese tipo de cine, pues eran películas minoritarias y totalmente prohibidas a menores de 18 años.
Muchas personas de esa generación, no tuvieron conocimiento y/o acceso a/de ese tipo de cine hasta que entraron en la veintena.
Y queda la duda de cómo el alienígena crea una nave espacial mediante el uso de un campo masivo para metalizar las cosas a la torre de agua.
De hecho, la fuerza magnética, si es eso, es tan fuerte que levanta a un soldado del suelo cuando se aferra a su rifle, sin embargo, a pesar del flujo continuo de objetos metálicos hacia la torre de agua, hay otros soldados que aún sostienen rifles, y la mayoría de los autos permanecen estacionarios.
Además, no entendemos qué fuerzas de la naturaleza está utilizando el extraterrestre para lograr la transformación de la nave, por lo que no debemos pretender que entendemos cómo atrae el metal, o incluso cómo selecciona lo que atrae…
Para finalizar, la partitura musical corre a cargo de Michael Giacchino, que combina los ritmos musicales divertidos de finales de los ‘70s, con “My Sharona” a la cabeza.
“Bad things happen.
But you can still live”
Como se citó al principio, el Super-8 fue muy utilizado en los inicios de los grandes directores de la actualidad, pero con la llegada de los nuevos sistemas de registro de imágenes sobre cinta magnética, lo que comúnmente se llama “vídeo”; su uso cayó en picado.
Actualmente el Super-8 se utiliza entre directores de cortometrajes y artistas de vídeo para obtener una estética diferente al vídeo; por ejemplo en el cine porno es muy utilizado; y ese nuevo sistema de registrar imágenes barrió en poco tiempo a la cinematografía de aficionado; y a partir del año 1981, pocas fueron las cámaras nuevas sacadas al mercado.
Hoy en día, el uso de Super-8 por parte de los aficionados ha sido reemplazado por el digital, pero los artistas y estudiantes siguen utilizando el formato con regularidad.
Algunos buscan imitar el aspecto de las viejas películas caseras, o crear una apariencia elegante y granulada.
Otros quieren crear miradas alternativas para secuencias de “flashback” y estados alterados de conciencia.
Por ejemplo, Oliver Stone lo ha usado en películas como “JFK” para evocar un período, o para dar un aspecto diferente a las escenas.
La película de 2012, “Sinister”, contiene tomas de Super-8 que se usan para representar los horribles asesinatos.
Pero donde ha encontrado su comercialización, ha sido en la animación tradicional de “stop-motion”
Con todo, el Super-8 fue un cine que, en definitiva, ahí se quedó, porque cuando acabó la década de los 80, nadie más supo de él.
Irónicamente, el mismo Spielberg, el motor de la mayoría de clásicos de este tipo de aventuras en ese formato, pasó a una segunda época, distinta, más seria, dejando de lado y algo huérfano el espíritu Super-8

“Kids walking around with their own stereo is just what we need”



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