La Niña de La Mochila Azul

“Que te pasa chiquillo que te pasa, me dicen en la escuela y me preguntan en mi casa.
Y hasta ahora lo supe de repente, cuando vi pasar la lista y ella no estuvo presente…”

Hay quienes opinan que la autenticidad que nos caracteriza de niños, es un tesoro que se pierde al llegar a la adultez; es por eso que algunos directores de cine han aprovechado su naturalidad y carisma para enriquecer sus historias desde los primeros años del cine con casos excepcionales como “The Kid” de Charles Chaplin o el fenómeno que fue Shirley Temple.
En México también hay una lista de figuras infantiles excepcionales, que compartieron créditos con las grandes leyendas del Cine Mexicano; y la mayoría de las veces, el cine suele presentarnos personajes que se quedan clavados en la cultura popular, ya sea por el carisma de sus actores, la originalidad de su historia o la fuerza de su papel.
Son personajes a los que recordamos con cariño, alegría, tristeza o hasta odio, aplicable a los villanos; pero que de una u otra forma marcaron nuestra experiencia cinematográfica del momento.
Si bien, en el Cine Mexicano hay una gran cantidad de ejemplos, pocas veces esos personajes suelen ser interpretados por niños; y cuando un niño tiene un buen papel, y además es un buen actor, el resultado es entrañable.
Con su natural distintivo de ternura y gracia, los niños han tenido una presencia constante en la historia del Cine Mexicano; y dentro de la lista larga de nombres aparecen figuras clave como:
Poncianito, Chachita, La Tucita o Juliancito Bravo.
Varios de ellos, a pesar de no haber sido auténticas estrellas a una tierna edad, tuvieron un paso efímero por el celuloide; aunque hay casos excepcionales, donde el “ex” incluso, mayor en la adultez, como Angélica María y Fernando Luján.
Los muy recordados casos son los cantantes Luis Miguel y Lucero, protagonistas de “Fiebre de Amor” (1984), así como Pedro Fernández, que protagonizó una serie de películas, entre ellas, “La Niña de La Mochila Azul” (1979)
Nacido como José Martín Cuevas Cobos, hoy de 49 años, es más conocido por su nombre artístico Pedro “Pedrito” Fernández, y fue en su tiempo, toda una revelación infantil.
Hoy es un cantante, actor y compositor mexicano de música ranchera, que tomó su nombre artístico de 2 grandes figuras de la música mexicana:
Pedro Infante y Vicente Fernández.
Fue su padre quien lo impulsó a hacer su carrera artística, presentándolo en palenques, donde conoció a Vicente Fernández, a quien Pedrito a la edad de 6 años, le cantó una canción en un palenque de Tlaquepaque, Jalisco, México.
El Sr. Fernández quedó tan asombrado, que pocas semanas después lo llamó para viajar a La Ciudad de México, y hacer pruebas en CBS; donde lo contrataron y grabó su primer disco.
Así empezó su carrera internacional, a los 7 años de edad, con la película “La Niña de La Mochila Azul” y el álbum del mismo nombre.
El disco de 28 minutos de duración, incluía 10 piezas:
1. La de la Mochila Azul (Bulmaro Bermúdez)
2. Ay hermanitos míos (Tomas Villarrea)
3. Canto a la madre (Marcelina Núñez de Velasco)
4. Palomita Blanca (Marcial Puente)
5. Corriente y Canelo (Homero Aguilar)
6. Mi salón esta fiesta (Bulmaro Bermúdez)
7. Mi aguililla pecho blanco (Homero Aguilar)
8. Mi caballito de madera (Salvador Velázquez)
9. Yo quiero tener papá (Miguel Flores)
10. El oreja rajada (Antonio Becerra)
Este álbum, que inspiró la película homónima, fue lanzado en 1978, por Columbia Records, y en los sellos Epic Records y CBS Records International.
Y entre sus éxitos de niño, están canciones como:
“Amigo”, “Guadalajara”, “La de los hoyitos”, entre muchas otras.
Fue la creación de la película “La Niña de La Mochila Azul” que puso un nombre y una cara al cantante y a la niña con la mochila azul, María Rebeca Alonso Lozano, quien es hija de los actores, Irma Lozano y José Alonso; y que se hizo famosa por la canción de Pedrito, que pronto se convirtió en toda una película clásica, con cierto grado de culto.
Así las cosas, 30 años después, cuando Pedro Fernández interpretó la canción como parte de su repertorio en El Concierto del Auditorio Nacional en 2009, el disco “La Niña de La Mochila Azul”, ya había vendido más de 20 millones de copias.
Ahora en 2019, y más de 39 álbumes después, ese disco continúa vendiéndose; tanto que el periódico hondureño “La Prensa” ha calificado a Pedro Fernández como “uno de los artistas más reconocidos, no solo en México, sino en toda América Latina por su música y actuación, que continúa hoy”
“Era corriente y canelo, el perro que yo refiero.
Lo llamaron fandanguero cuando lo vieron crecer.
Que perro, pero que noble animal que perro nunca se me ha de olvidar”
La Niña de La Mochila Azul es un drama mexicano, del año 1979, dirigida por Rubén Galindo.
Protagonizada por Adalberto Martínez “Resortes”, Pedro Fernández, María Rebeca, Mónica Prado, Mario Cid, Rubén Benavides, Janett Mass, Pedro González, Lidia Torres, José Luis Estrada, Jorge Carretero, Federico Falcón, Irma Lozano, entre otros.
El guión es de Carlos Valdemar y Rubén Galindo, basado en la canción “La de la Mochila Azul” del álbum del mismo nombre, realizado por Pedrito Fernández.
En su versátil y prolífica carrera como escritor de historias para ser llevadas al cine, Carlos Valdemar ha escrito más de un centenar, y ha incursionado en todos los géneros:
Desde historias para niños como ésta, hasta dramas, cintas de terror, comedias y de acción.
Mientras Rubén Galindo Ubierna o Rubén Galindo Jr., fue un célebre productor de cine y televisión mexicano, y descubridor de estrellas hoy consagradas, como Pedro Fernández.
Así, esta película está categorizada como musical, drama y comedia; siendo la primera película de Pedro Fernández y la última película del cómico llamado “Viruta”
La película fue filmada en 1979, pero salió al cine hasta el 5 de enero de 1980.
Pero cabe señalar que antes de la realización de la película, Pedrito había grabado la canción “La de la Mochila Azul”, y el éxito de esa canción fue tan grande, que llegó a protagonizar la comentada película icónica; de esa manera, la canción se convirtió en la canción principal de la película, y una larga y distinguida carrera como actor y cantante continuó.
La película se convirtió en un éxito inmediato, y dio como resultado una continuación:
“La Niña de La Mochila Azul 2”
Ambas películas también fueron protagonizadas por el popular comediante, Adalberto Martínez conocido como “Resortes”, y María Rebeca como Amy.
Además, Televisa hizo una telenovela, inspirada en la película, llamada “Amy, La Niña de La Mochila Azul”, emitida en el año 2004, protagonizada por Danna Paola y Joseph Sasson.
La canción de Pedrito todavía es muy popular, tanto que es solicitada por los fanáticos en los conciertos de Pedro Fernández hoy, donde él siempre complace a sus fans en los conciertos, con al menos una parte de la canción que todos cantan junto con él, y para él; mientras que la película sigue siendo popular como todo un clásico del Cine Mexicano melodramático.
Filmado cerca de las famosas cascadas en Muzquiz, Coahuila, en El Oasis del Norte, en México, esta es una encantadora película familiar sobre el primer amor.
La acción toma lugar en un pueblo pesquero de Texas, EEUU.
Los niños Amy (María Rebeca) y Raúl (Pedrito Fernández), son muy amigos…
Andrew (Adalberto Martínez “Resortes”) es el tío y tutor de Amy, pero es alcohólico, sin embargo no la agrede y ella lo quiere mucho.
Un giro tiene lugar cuando “El Gato”, un chiquillo mañoso, roba cosas de una tienda, y las mete en la mochila de Amy...
El robo es descubierto, y Raúl se culpa, siendo llevado a la gerencia.
Amy y su tío lo liberan, haciendo gracias y suplicando al gerente...
Posteriormente, un grave accidente en el mar, cambiará la vida de los 3 personajes centrales:
Amy, Andrew y Raúl, cuya bondad será la clave para la felicidad de los 3.
El filme tiene algunos momentos divertidos, sobre todo con Resortes; algunos momentos tristes, como la familia de Raúl; y como era de esperar, 3 números musicales a cargo de Pedrito Fernández.
En el fondo, esta película toca temas muy sociales, como la falta de trabajo, la pobreza, la incapacidad laboral, el abuso físico…. Tanto en la casa como en la escuela, como el acoso escolar, por lo que en general tiene una sensación de gran realismo en el mundo real, mostrando las miserias de los menos favorecidos, y cómo estos se levantan el ánimo para continuar con sus vidas; al tiempo que en la realización, se notan aspectos de bajo presupuesto.
No obstante, la banda sonora es muy adecuada para las escenas, llenas de algo de “funky” hasta con algo de música ranchera.
De esa manera, además de la nostalgia que produce el visionado, de que hubo tiempos mejores en el cine infantil mexicano y latinoamericano, la película es una visita obligada; tanto por la trama y el canto, como por presentar el tipo de familia real, con la que uno fácilmente puede identificarse, que la hace una película entretenida.
“De recuerdo me quedan sus colores 2 hojas del cuaderno dice amores entre borrones.
Yo quisiera mirarla en su pupitre, porque si ella ya no vuelve mi salón será muy triste…”
Con Televicine, filial de la poderosa televisora Televisa; de algún modo señaló el tipo de un cine que procuraría fabricar la empresa fílmica del emporio televisivo:
Películas rodadas en corto tiempo, de limitados recursos, de poca imaginación, de fácil consumo popular, que buscaría aprovechar la fama de las estrellas televisivas para atraer al gran público.
Y como toda producción televisiva de la compañía, tampoco la cinematografía tiene el menor valor cultural; sin excepción, se trataban de productos comerciales de fácil consumo, y en algunos casos, rápidamente desechables.
Con esta fórmula, Televicine obtuvo sendos éxitos taquilleros, algunos muy significativos, con cintas que llevaban en su reparto, figuras del espectáculo mexicano.
La Niña de La Mochila Azul, fue producida por Daniel y Pedro Galindo:
Pedro fue productor de cine y actor en La Época de Oro del Cine Mexicano, y compartió escenarios con personajes como:
María Félix, Emilio “El Indio” Fernández, Pedro Infante y Pedro Armendáriz; y algunos títulos de sus películas como productor, fueron:
“En cada puerto un amor”, “Al son del mambo”, “Juan Charrasqueado”, “El Derecho de Nacer”, “Carabina 30-30”, por citar algunas.
Y como actor participó en “Doña Bárbara”, “Soy Puro Mexicano”, y “Los de abajo”, entre otros.
En esta producción, se logró montar una historia a partir de la famosa canción de Pedrito Fernández, donde él sería el protagonista junto a la niña referenciada, así el relato tiene lugar en un pueblo pesquero de Texas.
Los niños, Amy y Raúl, son amigos y “novios”
Amy es una niña que vive en la pobreza, por lo que su apariencia es descuidada, ya que le ha tocado sufrir mucho al lado de su tío Andrew, el cual es alcohólico, pero a pesar de todo, él ha sido una figura paternal pero ella, y ambos se quieren como familia.
Pero el vicio y las pobres condiciones de vida en las que el tío tiene a la pequeña Amy, han provocado que la justicia quiera separarlos, al tiempo que se genera cierto clasismo por parte de la maestra de Amy, y el abuso escolar por parte de sus compañeros por el tipo de vida pobre de la niña.
Sin embargo, Raúl, que tiene un nivel social superior, la defiende como si fuera su novia, cuando en realidad, son muy amigos, ya que ellos son tan jóvenes, que no comprenden el sentido del amor como tal, solo el cariño y el respeto mutuo.
Las cosas se empiezan a torcer, cuando “El Gato”, un chiquillo mañoso, roba cosas de una tienda, y las mete en la mochila de Amy.
El robo es descubierto, y Raúl se culpa, siendo llevado a la gerencia.
Amy y su tío lo liberan, haciendo gracias y suplicando al gerente.
Un evento generado por la situación de vida de Amy, genera que las autoridades quieren “rescatarla” de las manos del alcohólico tío, pero con mañas, él, su amigo y la misma Amy, logran evitarlo.
Otro día, en una demostración de empatía, la mamá de Raúl hace un vestido a Amy, para la fiesta de fin de curso.
Posteriormente, el padre de Raúl, que trabajo en un tren, sufre un ataque, y queda paralítico.
El tío intenta regenerarse, para proteger a su sobrina, y vuelve a ser pescador, pero nadie quiere acompañarlo, porque desconfían de su viejo bote.
El viejo parte con Amy y Raúl; y una tempestad los sorprende, luego el barco se incendia, y los 3 se lanzan al mar; pero Amy no aparece en la playa...
Es entonces, cuando todos saben que Amy murió en el naufragio, que Raúl canta de tristeza la canción emblemática de la película.
Finalmente, cuando Andrew maldice al mar, que también se llevó a su esposa; súbitamente aparece una lancha guardacostas con Amy, sana y salva.
El accidente en el mar, cambió la vida de Amy, Andrew y Raúl, cuya bondad será la llave para la felicidad de todos.
La película cuenta la historia de una niña que no tiene papás, vive en la pobreza, y es cuidada por un tío alcohólico, que en el fondo es una buena persona.
Esos son temas recurrentes para una telenovela, y confieso que el relato tiene momentos y eventos que bien pudieron desarrollarse mejor o con menos aceleración, pues por ejemplo, la vida de Raúl apenas se conoce, y todo lo que pasa en la familia es muy sutil:
Acaso los padres de Raúl tienen problemas como pareja, la enfermedad del papá, las agresiones físicas hacia Raúl por parte de la madre, la cantadera que es metida a la fuerza, y no se dice nada del virtuosismo del niño… ni hablar del clasismo imperante en el pueblo, el acoso escolar es dejado de lado y el alcoholismo de Andrew es visto de buena manera, cuando en realidad no lo es.
Todas las situaciones melodramáticas, de gran fuerza, son dejadas de lado o mostradas muy rápidamente para no “afectar” un relato con temas familiares, donde la amistad, el cariño y la sobrevivencia son los temas más recurrentes del filme, y que comparten todos los personajes de una u otra manera.
Técnicamente, y me remito a lo anterior, el filme avanza a trompicones, como hija de su tiempo, tiene un formato televisivo/telenovelero, con bruscos cambios de escenas y edición, que logran afectar de mala manera un filme clásico, que llama  a la nostalgia.
Del reparto, la cámara se enfoca en Pedro Fernández, en su rostro, como el amigo desinteresado de la niña, y el único que la entiende y la defiende de los niños abusivos de la escuela.
Al tiempo que demuestra los increíbles dotes que tiene como actor para generar empatía en el público, así como el virtuosismo como cantante de rancheras.
Así, él con la misma niña, y demás gente del pueblo, reflejan lo difícil que es crecer en los Estados Unidos de América, como emigrantes.
Hoy, los protagonistas, por ejemplo Pedro Fernández, quien ya hasta es abuelo, y la actriz María Rebeca Zepeda Lozano; fueron los encargados de que está historia se metiera hasta lo más profundo de nuestro corazón.
Con el éxito de la canción y la película, Pedro Fernández continuó su ascenso a la fama con varios papeles en películas de corte familiar/infantil como:
“Amigos”, “El oreja rajada”, “Mamá solita” y “La niña de la mochila azul 2”… todo a la edad de 12 años.
Además de las primeras películas, Pedrito continuó teniendo éxito grabando canciones como “Guadalajara” y “La Mugrosita”; y ya en la edad adulta, cambió para siempre el nombre de “Pedrito” por el de Pedro.
Por otra parte, esta fue la película donde María Rebeca se ganó el cariño del público, gracias a su carisma y sencillez, tanto que, aunque sus apariciones en televisión fueron cada vez menos, la actriz conservó a viejos fans, que siguieron las huellas de su camino.
Hoy, además de ser actriz y modelo, también le apasionan los libros, y aún está a la espera de hacer su gran regreso a la televisión con la serie “Muñecas de Cristal”, de Alejandro Chaparro, trama gira en torno a una casa de prostitutas, en el que interpretaría un papel bastante fuerte.
¡Vaya usted a saber!
Finalmente, Adalberto Martínez, más conocido como “Resortes”, fue un actor y cómico mexicano, con una vida artística de más de 70 años.
Él era conocido principalmente por su talento como comediante y por su particular estilo de bailar, que fue lo que le ganó el apodo, porque era un bailarín consumado; tanto que su danza desafiaba a la gravedad misma; y se cree que es, como se ve en varias de sus películas, el creador de los pasos de baile “caminando hacia atrás”, que muchos años después se conocieron como “The Moonwalk”, popularizado por Michael Jackson; lo que lo estableció en El Cine Nacional Mexicano.
Allí, su carrera no tardó en despegar, y sus películas tuvieron gran éxito.
Y es que “Resortes” empezó su carrera como miembro de un circo, y debutó en el cine con su primera cinta en el año 1946; y a lo largo de su carrera, participó en más de 100 cintas cinematográficas, así como también en muchas series de televisión.
“Resortes” falleció el viernes 4 de abril de 2003, a la edad de 87 años.
Su cuerpo fue sepultado la tarde del sábado al día siguiente, en el panteón Mausoleos del Ángel.
En compañía de amigos, familiares y seguidores de su carrera artística, sus restos quedaron en una cripta ubicada junto a los del actor, Roberto Flaco Guzmán.
Las palabras de despedida para el actor, fueron pronunciadas por su hermano, Raúl Martínez, que dijo:
“Él era un hombre de pueblo, representó mucho de lo que los mexicanos somos, divertido, alegre y único en su estilo, fue todo un Rey, y seguirá siendo nuestro rey”
Curiosamente, aunque “Resortes” interpretó a muchos alcohólicos en pantalla, Adalberto Martínez nunca probó una gota de alcohol… pero su afición a la marihuana, en cambio, le ocasionó numerosos conflictos con compañeras de reparto, como Verónica Castro.
En definitiva, las 2 emblemáticas películas de “La Niña de La Mochila Azul”, en particular, se convirtieron en 2 de los mayores éxitos de películas adolescentes de la historia del Cine Mexicano, y ayudaron a “Resortes” a familiarizarse entre las generaciones más jóvenes durante los años 80.
Por último decir que la banda sonora está a cargo de Gustavo C. Carrión, y de Pedro Galindo Galarza.
Pedro fue un notable compositor mexicano, autor de música ranchera y de boleros, creador en coautoría con Elpidio Ramírez de “Malagueña salerosa”
Aquí, las canciones cantadas por Pedro Fernández, son oro puro, tanto que quedan contigo durante años, ellas son:
“La de La Mochila Azul” y “Chiquilla de mis Amores”, escritas por Bulmaro Bermúdez; y “Corriente y Canelo”, escrita por Homero Aguilar.
Cabe señalar que tanto las canciones como el trama misma de la película, tienen una inocencia inusitada para la actualidad.
“Escucha la serenata que te canto muñequita.
Mi corazón no se aguanta y quiere verte cerquita…”
Cuando uno se da cuenta que es… uno lo sabe; y cuando vi esta película, en 1980, tenía 8 años, y ahí fue cuando lo supe:
Estaba enamorado de Pedrito Fernández.
Al tiempo que esta fue una de mis primeras películas mexicanas, y en español, de gran éxito que vi en el cine; donde pagué la entrada para verla sentado en el piso del pasadizo del cine, porque las butacas estaban llenas...
También fue mi primer película melodramática, donde la gente realmente lloraba y cantada las canciones, y se conmovían por las escenas llenas de tragedia, que se sucedían, una tras de otra, casi sin parar… pero que logró inspirar a más de uno.
Posteriormente, era común ver a niños mendigando por limosnas o dinero en los buses o en las calles cantando la canción “La de la Mochila Azul” a todo galillo, tanto que les llegaban a apodar “Pedritos”
Y como enseñanza, para todos, inclusive para aquellos que mendigaban y que probablemente nunca llegaron a ver la película, pero que conocían la popular canción, les inspiró y les enseñó que sí vale la pena luchar por lo que se quiere.
Aunque a esa edad, muchos apenas sabíamos poner palabras a las lágrimas que nos provocaba cada vez que recordábamos la película, o escuchábamos la canción.
Todavía impacta, por la nostalgia.

“La de la mochila azul la de ojitos dormilones.
Me dejo gran inquietud, y bajas calificaciones.
Ni al recreo quiero salir.
No me divierto con nada.
No puedo leer ni escribir.
Me hace falta su mirada”



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