The Ledge

“One Life.
One Chance.
One Step”

No cabe duda que la religión es un mal que corroe al ser humano desde sus más profundas entrañas; y el fundamentalismo cristiano es el movimiento ultraconservador, surgido entre los cristianos protestantes evangélicos en Estados Unidos, a finales del siglo XIX, como consecuencia de las teorías de la alta crítica alemana y el liberalismo teológico; y se caracterizan por lo general, en estipular:
La inherencia de La Biblia y su historicidad plena; el literalismo bíblico, la adhesión a la literalidad de la creación del mundo por Dios en una semana, rechazando La Teoría de La Evolución; la independencia de La Iglesia respecto El Estado, el nacimiento virginal de Jesús, y el rapto de los creyentes a la segunda venida de Cristo con el presente Milenio...
En general, el término “fundamentalismo” se utiliza para referirse a posiciones radicales y conservadores dentro de cualquier ideología o religión que, en algunos casos, pueden llegar a adoptar acciones armadas y terroristas, como el islámico.
Así, habitualmente la construcción de un pasado histórico mitificado y sesgado, contribuye a relanzar visiones enfrentadas de raíz religiosa que justificarían comportamientos radicales y acciones terroristas, como los atentados del 11 de septiembre de 2001, los atentados del 11 de marzo de 2004, los atentados de Noruega de 2011… y desde finales del siglo XX y durante el siglo XXI, se hace referencia al “fundamentalismo cristiano” cuando desde posiciones de raíz cristiana se defienden posturas radicales y conservadoras, que por sí mismas justificarían la violación o incumplimiento de otras normas civiles de rango nacional o internacional que estuvieran en contra de esos principios, llegando en ocasiones a promover la acción violenta para la defensa de esos principios.
En este sentido, no se diferencia de ningún otro tipo de fundamentalismo… pues se retroalimentan al negarse mutuamente, y provocan enfrentamientos indeseados, como La Guerra Religiosa, el choque de civilizaciones, o la guerra contra el terrorismo.
Por tanto, la guerra ideológica viene de la controversia creación/evolución, también denominada “debate creación/evolución” o “debate sobre los orígenes”, que implica una disputa recurrente, tanto cultural, política y teológica sobre los orígenes de La Tierra, la humanidad y otras formas de vida; y se creía que El Creacionismo era cierto, pero desde mediados del siglo XIX, la evolución por selección natural se estableció como un hecho científico empírico.
Entre los países de mayoría cristiana, el debate es más prominente en los Estados Unidos, y en mucho menor grado en Europa y en otros lugares; y se presenta a menudo como parte de “una guerra cultural”
También existen controversias paralelas en algunas otras comunidades religiosas, como las ramas más fundamentalistas del judaísmo y el islam.
Pero los fundamentalistas cristianos disputan la evidencia de descendencia común de humanos y otros animales, como se demuestra en la paleontología moderna, la genética, la histología y la cladística; y aquellas subdisciplinas que se basan en las conclusiones de la biología evolutiva moderna, como:
La geología, la cosmología y otros campos relacionados; y abogan por los relatos de creación de Abraham, y para intentar obtener un lugar junto con la biología evolutiva en el aula de ciencias, han desarrollado un marco retórico de “ciencia de la creación”
Al respecto, el punto de referencia es el caso “Kitzmiller v. Dover” o “Tammy Kitzmiller y otros contra El Distrito Escolar de Dover y otros”, No. 04cv2688, que fue el primer desafío directo que se realizó en una Corte Federal de Estados Unidos contra un distrito de escuela pública, que exigía la explicación del “diseño inteligente” como una alternativa a la evolución, en cuanto a la “explicación sobre el origen de la vida”
El diseño inteligente sostiene la idea que el universo no es tan simple como para ser sólo la obra de la naturaleza...
Aquellas personas que creen en el diseño inteligente, piensan que una fuerza inteligente debe haber creado las cosas, o por lo menos partes importantes de ellas…
Y la parte acusadora del caso, tuvo éxito en su planteamiento, de que el diseño inteligente es una forma de creacionismo, y que por tanto, la política del directorio de la escuela, violaba lo causa establecida en La Primera Enmienda a La Constitución de los Estados Unidos.
De esa manera, El Juez dictaminó que el diseño inteligente no es un concepto científico, y por tanto no podía ser enseñado como si fuera ciencia en las escuelas.
La decisión despertó numerosos comentarios y respuestas, tanto de aquellos a favor como en contra.
Y es que la evolución es la explicación que ofrece la ciencia sobre cómo se desarrollaron los diversos tipos de formas de vida, a partir de un comienzo simple.
Pero en la escuela en Dover, en el estado de Pensilvania, Estados Unidos; intentó que sus maestros explicaran que el diseño inteligente era mejor que la evolución… por lo que Tammy Kitzmiller, junto con otros 10 padres de alumnos, se opusieron a que sus hijos recibieran esta explicación, y presentaron su queja ante el gobierno, donde se falló a su favor en diciembre de 2005, y respaldó el punto de vista de La Asociación Americana para El Avance de La Ciencia y otras organizaciones profesionales de ciencia y educación, que dicen que los defensores de Enseñar la controversia, buscan socavar la enseñanza de evolución; al tiempo que promueve el diseño inteligente, y promueve una política educativa para las escuelas públicas de los EEUU, que introduce explicaciones creacionistas sobre el origen de la vida en los currículos de ciencias de las escuelas públicas.
Y es que la supuesta base del creacionismo científico, fue expuesta como una construcción completamente religiosa, sin mérito científico formal; y los creacionistas han afirmado, que impedirles enseñar el creacionismo, viola su derecho a la libertad de expresión.
Los casos judiciales, como “Webster v. New Lenox School District” (1990) y “Bishop v. Aronov” (1991) han mantenido el derecho de los distritos escolares y las universidades, a restringir la enseñanza a un currículo específico.
No cabe duda que las personas son mucho más complejas que las visiones estereotipadas e impulsadas por la agenda de aquellos que temen al “grupo”
“Love the Sinner, hate the sin?”
The Ledge es una película de suspense, del año 2011, escrita y dirigida por Matthew Chapman.
Protagonizado por Charlie Hunnam, Terrence Howard, Liv Tyler, Patrick Wilson, Christopher Gorham, Jaqueline Fleming, entre otros.
Esta es una de las típicas películas que no ha tenido mucho “boom” mediático, pero que son muy interesantes; pues Matthew Chapman es un director que desarrolló toda su obra en los 80, y vuelve después de 20 años para sorprendernos con este “thriller”, siendo su primera en la dirección; una historia de suspenso sobre la vida y la muerte, el amor y la pérdida; que curiosamente es algo similar a la historia corta de Stephen King, también llamada “The Ledge” (1976), publicada por primera vez en el número de julio de 1976 de Penthouse, y más tarde recopilada en la colección de King, “Night Shift” (1978) sobre un criminal rico y cruel, que se venga de un hombre que ha estado teniendo un romance con su esposa…
El título “The Ledge” se traduce literalmente como “La Cornisa”, pero también tiene otro significado simbólico, uno que es utilizado para describir a una persona “fantástica”, a un joven después de que él ayudara a una dama a encontrar a sus hijos perdidos… es decir “una leyenda en ciernes”; un individuo que está al borde de un estatus legendario, pero mostrando agradecimiento a alguien por un favor.
Pero la palabra “leyenda” a menudo se usa en exceso para las personas que realmente no son dignas de este título… por lo que puede ser un ajuste más significativo, sin quitarle nada a la persona.
O bien, es un término corto usado para describir a una persona “cool”; y a menudo se usa como sarcasmo para ridiculizar a alguien que se jacta de algo que hizo, que no es particularmente impresionante.
En este “thriller” de carrera contra el tiempo, las filosofías opuestas de 2 hombres envueltos en un complicado triángulo amoroso con una mujer hermosa, se convierten en una batalla letal de voluntades; y el film propone una aguda reflexión sobre aquello que nos moviliza como individuos, desde un intenso debate entre un cristiano fundamentalista y un ateo; al tiempo que invita a la reflexión y a profundizar en el lado oscuro de la religión; donde la insuficiencia de la religión es puesta en duda para proporcionar respuestas, así como la gran hipocresía de los cristianos más sagrados que tú.
Y es raro ver temas difíciles y controvertidos explorados en una película narrativa contemporánea, y The Ledge no tiene miedo del peligro de fracaso comercial que obviamente enfrentó; pues en un momento en que la mayoría de las películas no tienen nada que ver con algo tan importante, esta merece crédito por abordar temas impopulares como la homofobia y el ateísmo alimentados por la religión.
A saber, el director Matthew Chapman es un ateo que se identifica como un pariente lejano de Charles Darwin; de hecho es su tatarabuelo; pues su madre, Clare, era hija del profesor de filosofía y autor, Francis Cornford, y del poeta Frances Cornford, que era hija de Sir Francis Darwin; y no solo eso, su padre, Cecil Chapman, era hijo del destacado físico y astrónomo, Sydney Chapman, responsable de las primeras investigaciones sobre la naturaleza de la capa de ozono.
Así las cosas, Chapman ha escrito el personaje central de “The Ledge” como el primer héroe abiertamente ateo en una historia sobre conflictos religiosos; y según él, “The Ledge es el primer largometraje pro-ateo que se estrenará en Estados Unidos”, donde su objetivo es “publicar un trabajo que formule los argumentos intelectuales básicos para el ateísmo, pero también un poderoso argumento emocional contra la crueldad de tipo religioso y las formas en que las personas sufren como resultado”
Irónicamente, las pocas personas que se han quejado de esto, muestran exactamente lo que la película está tratando de retratar:
Que algunas personas son tan intolerantes al ateísmo, que incluso una película entre las miles en la historia, es demasiado para ellos.
Y es que The Ledge, que cuenta con un liderazgo ateo abierto, se estrenó en 50 países de todo el mundo, incluidos Indonesia y Turquía; y en el momento de su liberación en Indonesia, Alexander Aan, estaba siendo procesado bajo las leyes de blasfemia del país por decir que no creía en Dios en Facebook, y más tarde fue condenado a 2 años y medio de prisión.
Y en Turquía, donde también se presentó la película, el pianista clásico internacionalmente conocido, Fazil Say, que a menudo toca con La Filarmónica de New York, estaba siendo procesado por “insultar al Islam”; y por ello fue condenado a 10 meses de prisión, suspendido por 5 años; aunque la sentencia fue anulada 2 años después…
Así, los miembros de la audiencia regular y los asociados de los acusados en ambos países, se contactaron con el director para pedirle su apoyo.
Y tras su lanzamiento, la película fue atacada por William Anthony “Bill” Donohue, un católico romano estadounidense, que ha sido Presidente de La Liga Católica en los Estados Unidos desde 1993; a quien Chapman respondió directamente.
Por su parte, La Liga Católica ha tomado una postura en contra de todo lo que perciben como anti-católico, incluida la industria del entretenimiento, ciertas exhibiciones de arte, programas escolares para la educación sexual, anticoncepción y aborto financiados por el gobierno, sesgo de los medios de comunicación, restricciones contra el activismo pro-vida y restricciones en las escuelas religiosas.
Además de las campañas de educación, el grupo emite condenas, inicia boicots y protestas, defiende a los sacerdotes contra las acusaciones de abuso sexual infantil, lucha contra la legislación propuesta, y amenaza con emprender acciones legales contra lo que considera “fanatismo contra los católicos”, irreverencia contra figuras religiosas, y ataques al dogma católico.
Sin embargo, La Liga Católica destaca que Donohue “no habla con autoridad de La Iglesia en su conjunto”
Por su parte, el productor Michael Mailer nos dice lo siguiente:
“Mientras que más y más películas sucumben al embrujo visual del 3D, The Ledge explora “la 4ª dimensión”:
La vida interior de almas torturadas suspendidas en un precipicio de nulidad emocional.
Por películas como ésta, me metí a hacer cine independiente”
Y uno de los propósitos de Chapman en su debut, fue debatir sobre la posibilidad del cine de Hollywood, de abordar temáticas serias de un modo tal que alcance a una audiencia considerable; por lo que el director plantea un inquietante interrogante:
¿Cuán lejos estás dispuesto a llegar por defender lo que crees?
The Ledge se rodó en Baton Rouge, Louisiana, en marzo de 2010; y es un “thriller” en el que una batalla de filosofías entre un cristiano fundamentalista y un ateo, se convierte en una batalla letal de voluntades; y en última instancia, como prueba de fe o falta de ella, el creyente obliga al no creyente a subir a la cornisa del título, de un edificio alto…
Luego tiene una hora para elegir entre su propia vida y la de alguien más…
Sin fe en una vida después de la muerte:
¿Será capaz de semejante sacrificio?
El ateo es un joven gerente del hotel, Gavin Nichols (Charlie Hunnam) que se sube a una alta repisa para suicidarse... pero al oficial de policía, cansado del mundo, Hollis Lucetti (Terrence Howard), se le asigna el caso para calmarlo, pero él está atormentado por sus propios problemas traumáticos, y también tiene que resolver su propia vida y sus pecados cometidos...
Los hombres se encuentran debatiendo el ateísmo, la fe y el significado de la vida, y pronto se ven envueltos en una batalla de voluntades, que hace que cada uno cuestione su compromiso con el camino elegido.
Las historias se van cruzando para mostrarnos las sutilezas de la culpa humana, y de cómo exacerba todo lo que toca; y en el relato salen a colación los desafíos de la seducción y del pecado de la carne, y la irreverencia del ateo ante el creyente.
Por ello es interesante, intensa, de una narrativa cotidiana, y por tanto accesible; pero sin dejar de incluir elementos de lo más inteligentes que compensan el ingrediente romántico que, dicho sea de paso, no comulga con los moldes del género al uso; porque es una historia atractiva, que presenta una temática de fondo que contrapone 2 filosofías extremas:
El catolicismo extremo y ortodoxo, versus el ateísmo enfadado.
Los diálogos no son de un alto nivel filosófico, pero allí también encuentra un atractivo más cotidiano y más abarcable, que puede llegar a más gente, haciéndose más comercial y debatible; con muchas citas bíblicas, bien elegidas dado el contexto; y entre medio, un romance que, si bien incluye infidelidad, se desarrolla mediante el llamamiento a clichés y arquetipos.
A esta altura, la crítica debería obviar estas cuestiones, y considerarlas simplemente inevitables, donde casi no hay excepciones a esta regla.
Pero la carne de la película radica en el debate y la acción:
Lo que hacen los personajes.
¿Estás dispuesto a poner en acción tus creencias más devotas?
Si no, te desafío a que te pongas en cada uno de los personajes, y reconozca cómo las cosmovisiones poderosas pueden influir en las decisiones y el comportamiento.
Totalmente discutible.
“Restrings your guitar one day, stops you from playing it the next”
Matthew Chapman, de 69 años, es un periodista, escritor, guionista, director y activista inglés; que ha escrito y dirigido 6 películas, escrito numerosos guiones cinematográficos; y en el pasado, ha escrito para directores tan diversos como:
Alfonso Cuarón, Walter Salles y Alan Pakula; y para actores como:
Helen Mirren, Rachel Weisz, Kevin Spacey, Johnny Depp, Bruce Willis, entre otros.
Él es autor de 2 libros famosos de súper ventas:
“Trials of the Monkey - An Accidental Memoir” y “40 Days and 40 Nights – Darwin, Intelligent Design, God, OxyContin, and Other Oddities on Trial in Pennsylvania”
Pero Chapman ha escrito ampliamente sobre la controversia de la creación y la evolución en los EEUU, particularmente en el caso “Kitzmiller v. Dover”, en el que unos padres demandaron con éxito al distrito escolar para evitar que leyeran en voz alta una declaración obligatoria en las clases de ciencias de 9º grado; por lo que enseña de evolución, y está involucrado en la promoción de la ciencia y la tecnología ética en todo el mundo.
Su última película, The Ledge , que escribió y dirigió, trata precisamente de su “expertise” sobre una disputa intelectual, personal, y en última instancia, fatal entre un ateo y un cristiano evangélico; donde el planteamiento de “fe vs ateísmo” se convierte en la base principal del problema, al tiempo que nace un romance inesperado…
Como narrativa, el film tiene la forma de varios relatos dentro de un relato mayor, en tiempo presente; este último, a su vez, involucra el drama de 2 personajes centrales, el cual, si bien es diferente para cada uno de ellos, se verá relacionado por una circunstancia:
Uno de ellos, un policía, deberá evitar el suicidio del otro.
Y durante la persuasión policial, situación muchas veces llevada al cine, se darán estos subrelatos que traerán a cuento el por qué tenemos a estos 2 hombres en la terraza de un rascacielos.
Aquí aparecerán los 2 personajes centrales que restan:
Un fanático religioso y su esposa… la amante.
Así tenemos a Gavin Nichols, que está a la orilla de la azotea de un edificio, al poco tiempo llega el detective Hollis Lucetti, quien tempranamente se da cuenta que él en realidad no quiere suicidarse por voluntad propia, pero está muy seguro de que lo hará, y Gavin comienza a contarle, cómo se enamoró de Shana (Liv Tyler) una joven mujer que se mudó a su edificio con su esposo, y coinciden varias veces hasta que ella va un hotel a pedir trabajo, donde Gavin es el encargado y la contrata.
Al saber el esposo de Shana, Joe (Patrick Wilson), un fanático religioso evangelista, que su vecino será el jefe de su esposa, decide invitarlo a cenar a su casa, junto con su amigo y compañero de cuarto, Chris (Christopher Gorham) quien es homosexual; siendo Joe muy religioso durante la oración para dar gracias por los alimentos, dice que “guie por el buen camino a la abominación de esos hombres”, pues él no tolera que las personas vivan en el pecado; a lo que Gavin se molesta mucho por la discriminación hacía su amigo, y se va.
Por otra parte, Hollis también enfrenta problemas al tratar de convencer a Gavin, de que no termine con su vida, pues este se acaba de enterar que es estéril, y tiene 2 hijos a los que ama, doliéndole el saber que no son suyos…
Gavin cree que Shana en realidad no está enamorada de Joe, y que puede alejarla de él, porque ella es diferente, por lo que la enamora, y una noche en la que iban a encontrarse, Shana deja su celular mientras se preparaba para salir; y Gavin le mandó un mensaje de donde se verían.
Al escuchar Joe que el celular comenzó a vibrar, decide revisarlo y se entera que Shana lo engaña, y le pregunta cuánto va a tardar; y esta le dice que cubrirá el turno de una compañera de trabajo… y no sabe cuánto tardará; y él no hace nada para detenerla…
Por otra parte, Hollis no puede estar muy concentrado por los problemas que tiene, pues también se enteró que los hijos que él creía suyos, en realidad son de su hermano, pues su esposa quería que se parecieran a él, ya que ella lo hizo con el fin de formar una familia con su esposo, y ella sabía que él era estéril, pero nunca se lo dijo...
Entonces, Joe amenaza con asesinar a su esposa, pues con un enfrentamiento que tuvo con Gavin, él le dijo que moriría por sus creencias; y Gavin le afirmó que también lo haría; por lo que le propuso que se suicidara a las 12 del día, y si no lo hacía, quien moriría seria su esposa.
Esta será la prueba más grande que ha enfrentado en su vida, y por momentos, ni Gavin sabe si será capaz de hacerlo…
Esta película desafía al espectador a enfrentar la complejidad de la vida humana, y cómo intentamos dar sentido a nuestras experiencias; donde lo más notable y controvertido, es que la película explora estos temas en la intersección de la religión, donde Chapman selecciona 4 perspectivas circulantes e interesantes sobre la fe, representadas por Joe, Hollis, Shana y Chris; y a través de estos personajes, explora la necesidad de significado y los límites de la religión.
En Joe, Chapman encuentra a su antagonista; es una ideología encarnada por un personaje trágico, que es tan víctima de la ideología como Shana, que se convierte en una víctima de su personaje.
No es el cristianismo, ya que es el peligro de la exclusión que siempre es posible dentro de cualquier religión.
El teólogo, Miroslav Volf, declaró que “cualquier religión que requiera perspectivas excluyentes de la verdad, corre el riesgo de degenerar en violencia para retener la autoridad y el poder”
Sin embargo, para Joe, la única forma que tiene de entender su vida, es adherirse a una perspectiva religiosa dominada por las creencias excluyentes, en blanco y negro, sobre el mundo.
Es una cosmovisión donde Joe tiene razón, y el resto está equivocado.
Por supuesto, en cada paso, su mundo se ve desafiado por las intrusiones de “los otros”, aquellos que no comparten su visión del mundo.
El retrato de Patrick Wilson, es uno de contención rígida y tensión continua, que permite hábilmente el tipo de locura que vemos desplegarse en él, a medida que avanza la película.
La consecuencia del tipo de teología excluyente de Joe, se destaca discretamente en el personaje de Chris.
En Chris vemos un sincero deseo de afiliación y aceptación social, junto con el deseo de encontrar una fe para enfrentar una enfermedad catastrófica, como El SIDA, y honrar la inexplicable experiencia del amor, pues es homosexual y desea casarse con su pareja…
La representación de Christopher Gorham de este personaje, es a la vez una mezcla de un optimismo casi infantil, y la voluntad de asumir lo bueno en los demás, junto con los momentos de avance de una desesperación subyacente que no importa lo mucho que busque esta aceptación social, se le escapará.
En Chris, se nos pide que encontremos al hombre en él.
Y para los espectadores heterosexuales, la película les pide que dejen de lado las creencias perjudiciales, y enfrenten la deshumanización de una sociedad heterosexista.
Y Gorham interpreta a este personaje como alguien que es accesible, y que necesita la participación plena de la audiencia para poner a un lado las barreras socio-religiosas para trabajar hacia una sociedad inclusiva.
Por su parte, el personaje de Shana es la damisela en apuros, pero más es una reflexión sobre las formas en que muchas mujeres siguen sin poder participar en el mundo que las rodea.
Ella es, para citar a las escritoras de espiritualidad feminista, Sjoo y Mor, una mujer “auxiliar”, que ha suplantado sus propias necesidades por debajo de las de su esposo.
Sin embargo, es a través de ella que nos movemos en el terreno de por qué la fe.
En un momento conmovedor, ella dice simplemente que quiere ser amada.
Ella no es un personaje que condena la religión, sino que habla de cómo la religión puede proporcionar consuelo después de enfrentar eventos horribles.
La película nos deja sorprendentemente con la cuestión de la transformación de Shana, en una participante plena en su vida.
¿Cómo encontrará sentido e identidad?
¿Lo hará?
El desempeño de Liv Tyler nos enfrenta con la experiencia de adormecimiento psicológico que se requiere para sobrevivir en entornos abusivos, junto con el deseo literalmente desnudo de sentir.
Al mismo tiempo, al igual que el desempeño de Wilson, Tyler negocia el desafiante terreno de retratar la rigidez, sin volverse estereotipada o robótica.
La historia de Joe, Gavin y Shana, es una historia contenida dentro de la de Hollis y Gavin, que le da a la película una estructura de juego dentro de un juego; pero es la crisis de la vida de Hollis la que enmarca la acción de la película:
La vida de Hollis, como todos los personajes, de repente no es lo que era...
Él experimenta una crisis en la que su sentido de cómo debería funcionar el mundo, no puede abordar su vida.
A diferencia de Joe, los eventos que desafían a Hollis no lo empujan a la locura.
En cambio, Trevor Howard, con razón, describe al personaje como “alguien cuya vida emocional es accesible”
No está entumecido o cortado; y Howard nos muestra un hombre común.
Y esta figura no es alguien que necesariamente renuncia a su fe porque tiene una epifanía debido a Gavin; Hollis refleja que “la fe no es mala”, sino que no puede ser rígida.
Y en Gavin, interpretado brillantemente por Charlie Hunnam, Chapman proporciona un contrapunto a la creación de significado religioso.
Al contrario de las posibles suposiciones de los miembros de la audiencia, Chapman no presenta a Gavin como un personaje impecable, y moralmente elevado; sino veamos su apariencia desfachada.
Gavin es un héroe moralmente complejo, traumatizado y reacio, que intenta pasar el día.
Mientras que el personaje de Gavin se convierte en una especie de apoyo para resaltar las contradicciones de la religión; su personaje también ilustra una posibilidad alternativa para la creación de significado a través del acto mismo de la experiencia inmediata de vivir en lugar de vivir para un más allá.
Y mientras Shana argumenta que la fe se trata de ser amado, sin importar qué; Gavin presenta la posibilidad de que ser amado por otro ser humano sea suficiente, algo que el personaje de Chris debe descubrir.
En muchos sentidos, Gavin interpreta a un tonto teatral en la película.
Él es el personaje le dice al Rey Lear, que ha tomado una decisión nacida del razonamiento irracional y egoísta.
Al mismo tiempo, no es tonto per se; él reconoce la sinceridad de la fe en los demás.
La representación de Hunnam se mueve entre la confianza y un tipo de jovialidad que oculta una vulnerabilidad nerviosa; y representa una racionalidad en el personaje, que a veces conlleva una especie de reflejo psicológico que vemos en el desempeño de Tyler; mientras que al mismo tiempo fundamenta su desempeño en el aquí y el ahora.
Total, esta no es una película con la que los individuos se vayan a gusto... pues se pide a la audiencia que sea testigo de tragedias que desafían a hombres y mujeres de la vida cotidiana; y a participar como testigos, significa identificarse con la impotencia de los excluidos de la sociedad.
Como tal, The Ledge es una película alegórica, brillante, que vale la pena ver precisamente porque nos desafía a ser personas inclusivas y compasivas, a escuchar historias que, de otro modo ignoraríamos para que podamos permanecer psicológicamente distantes, para que podamos continuar con “el otro”
Esta es la verdadera “cornisa” que se camina en la película:
¿Abrazamos o excluimos?
Por ello es una película digna de ver, en primer lugar, porque difiere mucho de la típica película “blockbuster” de Hollywood, y sin llegar a ser cine “indie”; segundo porque la película es sinceramente buena, pues con actores de mayor calibre, como Keanu Reeves, Nicolas Cage o Brad Pitt; la película habría sido anunciada a bombo y platillo.
Y que conste, que la película está perfecta con estos actores, y no me arriesgaría a cambiarlos por otros.
La trama avanza correctamente, y toca temas filosóficos y de religión con una profundidad poco común en este tipo de películas, quizás por eso no haya tenido mucha publicidad, pues a los estadounidenses no les gustan las películas polémicas que hablan de religión…
Al tiempo que en el fondo, es un melodrama en toda la regla, sobre un hombre abierto y liberal, y su contraparte, en guerra… con un triángulo amoroso en medio; con interesante dilemas morales, de si creer o no en Dios, de cómo enfrentarse a las tragedias, si con fe o sin ella, de si perdonar o vengarse; con una ambientación muy realista, casi televisiva, pero con un diálogo incómodo, a veces; pero es exacto a la realidad del proselitismo en forma de discusión filosófica.
Es bueno también que el metraje sea corto, que las interpretaciones sean buenas, y uno entiende el por qué se comportan como lo hacen, cada uno de los personajes.
Por ejemplo:
Gavin tiene una fecha límite; si no salta a las 12 del mediodía, alguien más morirá, por razones que no se revelan hasta el final.
“Sobre el tema de la fe”, el policía le pregunta al hombre en la cornisa:
“¿Tienes Fe?”
Esto le da al cínico hombre blanco, sin esperanza; y al hombre negro desilusionado pero espiritual con la charla de supervivencia, suficiente tiempo para llamar a la puerta.
Alrededor de numerosos puntos de vista sobre la muerte, el adulterio, las libertades de las minorías, los derechos de los homosexuales y la desconfianza ganada por la raza humana en general; como socios en la cornisa, el conflicto de Hunnam con Gavin, y el distraído Hollis de Howard, parecen más creíbles que el resto de los personajes de la película juntos.
Y fácilmente podrían intercambiar lugares… como ninguno de los 2 puede abandonar la escena, sus historias están relacionadas en “flashbacks”
Así vemos a Shana y Joe invitar a sus nuevos vecinos, Gavin y su compañero gay Chris, a cenar, confundiéndolos con amantes.
Donde Gavin sale corriendo, cuando Joe hace referencia a un pasaje de La Biblia que los condena al infierno, y luego se ofrece a orar por sus pecados...
Es una ruptura que se profundiza cuando Gavin se enamora de la reprimida Shana, quien no está satisfecha sexualmente, pero está obligada a Joe por curar su adicción a las drogas…
Gavin, que ha sido engañado por Santa Claus, El Hada de Los Dientes y la muerte de una hija… Dios es solo otro amigo imaginario.
Para Gavin, Dios crea guerras, genocidios, terremotos y plagas.
Para Joe, la belleza de la salvación eterna, es que Dios da sentido a la vida.
Todo se convierte en un debate abstracto, entre la fe ciega y el hecho de no aceptar el cielo como un concepto válido, sin un fragmento de evidencia.
De esa manera, la conversación conduce a las inevitables confrontaciones entre Joe y Gavin, Joe y Shana, Gavin y Hollis, y Joe leyendo El Salmo 23 con una pistola cargada en la mano… todo muy religioso…
Todas esas son buenas ideas entrelazadas de manera brillante, sin duda, con el único propósito de debatir; pero el guión es demasiado estrecho para atraer al espectador comercial incondicionalmente; y eventualmente falla, no debido a sus ideas filosóficas, sino porque introduce tantas de ellas al mismo tiempo, que incluso un espectador “común” no puede mantenerse al día.
Y se le puede acusar que el argumento gira en torno a la caracterización y desarrollo de unos personajes un tanto estereotipados y muy rebuscados.
Los protagonistas se muestran como caricaturas lineales, en blanco o en negro, nunca grises o similares, por ejemplo:
El antagonista es un radical y represor; la protagonista ingenua, sumisa y víctima; y el galán liberal y tolerante, el hombre perfecto para cualquier mujer...
La historia secundaria, la del policía y su esposa, un poco más desarrollada hubiera fortalecido altamente el cuerpo argumental de la temática de la infidelidad y sus cuestiones éticas.
Del reparto, extraordinaria actuación de Patrick Wilson, consiguiendo una inquietante y perturbadora interpretación, que se maneja entre la locura y el temor; hace un trabajo memorable, donde los duelos verbales con Hunnam son un verdadero lujo.
Y en lugar de convertirse en un monstruo, su representación vincula pasiones completamente normales, como el amor, la protección y la venganza con las que todos podemos identificarnos, pero luego nos lleva a la conclusión natural, impulsada por sus convicciones de que todo lo que él decida hacer, debe ser bendecido…
Al final de la película, la simpatía por él se había ido, pero gusta el hecho de que tenía suficientes capas para que pudiera sentir su dolor, y odiarlo al mismo tiempo.
Brillante el pulso entre Wilson y Hunnam, cuando el primero, atormentado ya al descubrir la infidelidad de su esposa, se enfrenta al segundo sosteniendo un arma y apuntándole, es para no pestañear.
El ateo, es el caso de debate más desafiante, pero es demasiado arrogante y “de mente cerrada” para ser un verdadero liberal; mientras que el fanático fundamentalista habla con el tipo de dogma extremista, de fuego y azufre; y el odio inspirado por la religión, que lo hace no solo antipático, sino también ingenuo.
Pero es Charlie Hunnam quien se come la mayor parte del tiempo en pantalla, y no es un héroe, un hombre que se enamora; ni un villano, pues es un hombre que destruye un matrimonio…
Esa es una señal de un personaje complejo, porque la vida real, rara vez es blanca o negra; y sin embargo gusta lo suficiente como para no querer que muera.
Mientras que Christopher Gorham en el pequeño pero fundamental papel del compañero de habitación gay de Gavin, Chris está a la altura; y es un placer poder ver otra vez a Liv Tyler en pantalla, esta vez con escenas más “picantes” de lo que nos tiene acostumbrados; donde la química entre ella y Charlie Hunnam es bastante buena y creíble.
Así, la tesis central de la película, que la creencia puede llegar demasiado lejos, se desarrolla en un escenario pequeño; porque este es un drama de solo 6 personas, de actores y diálogos, pero las intrincadas explosiones entre ellos tiran de las cuerdas del corazón de una manera mucho más efectiva que la persecución de un automóvil en una película de acción:
Escuchamos mucho sobre los peligros de la religión en grandes historias como el 9/11, los derechos de los homosexuales y los derechos al aborto; al tiempo que es una película sobre lo peligroso de la religión en lo cotidiano, los dramas tan comunes que todos los que ven pueden encontrar algo en sus propias vidas para compararlo.
Y con un interesante final…
Sobre todo el final del policía, que resultó demasiado efectista, como si fuera obligatorio que uno de los personajes terminara feliz... y es que su historia es la que menos credibilidad y peso tiene; de debería tener…
Por otro lado, llamó la atención que en una película donde todo es explícito, se deje sutilmente, poco visible y librado a la interpretación del espectador, la relación que existe entre la hija de Gavin y Shana:
Para ambas, se da la disyuntiva de que, o muere Gavin o muere ella; y en ambos casos, depende de Gavin.
Las 2 con sus ositos:
Una que lo atesora como objeto sagrado, como recuerdo del padre; la otra, lo abraza en la foto que atesora su padre, para recordarla.
Ambas mujeres fueron defraudadas por sus padres:
Una abandonada, la otra llevada a la muerte por una mala decisión al volante, “quizás por instinto de supervivencia”, como él dice, ya que de haber hecho una maniobra diferente, hubiera sido él el muerto, y no su hija.
Pero lo interesante de la película es ese giro, con Shana, que puede cambiar la historia, y exculparse al decidir ser él, el que muere para salvarla.
Como dato, el número de apartamento que se muestra en la película, “212”, es una referencia al cumpleaños, el 12 de febrero, de Charles Darwin, quien es el tatarabuelo del escritor y director de la película, Matthew Chapman.
Al tiempo que se puede notar, cómo muchas personas utilizan el fanatismo para buscar respuestas o excusas para lograr hacer lo que les viene en gana, y toca cada mínima fibra de que la muerte a la religión, se la estamos dando nosotros.
Destacable la línea de Liv Tyler cuando mira el universo y dice “solo quiero ser amada” porque en realidad cada persona es el templo de la religión, mas no alguien que infunde miedo mediante algo, que por algo le dicen sagrado:
Un dios castigador no ha de existir.
Al final, Gavin toma una decisión, una vida sobre otra, que enfrentó años antes, y esta vez toma la decisión “correcta”, al menos en su corazón.
Pues a pesar de su ateísmo, estaba dispuesto a dejar de lado sus ideas para proteger y consolar a quienes lo rodeaban cuando lo necesitaban.
Y al final, básicamente Gavin se convirtió en un símbolo de Jesús, sacrificándose para salvar a otro, y pidiendo que aquellos que deja atrás, se conviertan en mejores personas.
Pero también se sabía que Gavin saltaría...
Él no tenía ninguna fe en nada.
Ni en Dios, ni en las autoridades, en nada excepto que Joe, autoproclamado cristiano, dispararía absolutamente a su propia esposa si no saltaba.
Teniendo en cuenta lo ignorante y estúpido que era Gavin, las malas decisiones que tomó durante la película y su completa falta de carácter, su salto no solo no fue una sorpresa, sino que se esperaba.
Sin embargo, para cualquiera que tenga preguntas sobre cómo un ateo piensa, debería ver y analizar esta película.
“You have no idea what it's like to lose everything and to try and put it all back together again”
Sobre el tema de fondo, La Iglesia Católica ahora reconoce la existencia de la evolución; tanto que El Papa Francisco ha declarado:
“Dios no es un demiurgo o un mago, sino El Creador que dio vida a todo...
La evolución en la naturaleza, no es inconsistente con la noción de creación, porque la evolución requiere la creación de seres que evolucionen”
Y es que curiosamente, las reglas de la herencia evolutiva genética, fueron descubiertas por un sacerdote católico, el monje agustino, Gregor Mendel, conocido hoy en día como “el fundador de la genética moderna”
En el plano consensual, según una encuesta de Gallup de 2014, “más de 4 de cada 10 estadounidenses, siguen creyendo que Dios creó a los humanos en su forma actual hace 10.000 años, una visión que ha cambiado poco en las últimas 3 décadas.
La mitad de los estadounidenses cree que los humanos evolucionaron, y la mayoría de estos dicen que Dios guio el proceso evolutivo.
Sin embargo, el porcentaje que dice que Dios no estuvo involucrado, está aumentando”
Una encuesta de 2015 del Pew Research Center, encontró que “mientras que el 37% de los mayores de 65 años pensaban que Dios creó a los humanos en su forma actual en los últimos 10,000 años, solo el 21% de los encuestados, entre las edades de 18 y 29 años, estuvieron de acuerdo”
El debate a veces se describe como entre ciencia y religión, y La Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos afirma:
“Mientras que los fundamentalistas cristianos se apegan a la interpretación literal de La Biblia, por otra parte han sido criticados por los practicantes de la crítica bíblica, por no tener en cuenta las circunstancias en que se escribió La Biblia cristiana.
Los críticos afirman que esta “interpretación literal” no está en consonancia con el mensaje que la escritura pretendía transmitir cuando se escribió, y que utiliza La Biblia con fines políticos, al presentar a Dios “más como un Dios de juicio y castigo, como el del Viejo Testamento; que como un Dios de amor y misericordia, como el del Nuevo Testamento”
Y es que el fundamentalismo cristiano se ha relacionado con el maltrato infantil, y la enfermedad mental; también se ha relacionado con el castigo corporal, y la mayoría de los practicantes creen que La Biblia exige que azoten a sus hijos.
Los artistas han abordado los temas del fundamentalismo cristiano, con uno que proporciona el eslogan:
“La principal marca de abuso infantil en Estados Unidos”
Por su parte, los fundamentalistas han intentado y continúan intentando enseñar diseño inteligente , una hipótesis con el creacionismo como base, en lugar de la evolución en las escuelas públicas.
Esto ha resultado en desafíos legales, como el caso federal de “Kitzmiller v. Dover Area School District”, que resultó en que El Tribunal de Distrito de los Estados Unidos para el Distrito Medio de Pennsylvania, dictaminara que la enseñanza del diseño inteligente era inconstitucional debido a sus raíces religiosas.
En la década de 1930, el fundamentalismo fue visto por muchos como un vestigio del “último jadeo” de algo del pasado, pero más recientemente, los estudiosos se han alejado de esa visión; por otra parte, las iglesias luteranas confesionales, rechazan la posición fundamentalista, y creen que todas las enseñanzas bíblicas son esenciales:
“¿Hay algunas enseñanzas no esenciales o no fundamentales sobre las cuales podemos estar en desacuerdo con seguridad?
Si creen que la respuesta es sí, eso ya es motivo de alarma.
La Biblia enseña que no se puede dejar de lado ninguna enseñanza de La Biblia.
Aceptar estar en desacuerdo, en realidad no es un acuerdo agradable a Dios”
Como, según los apologistas luteranos, Martín Lutero dijo:
“La doctrina no es nuestra, sino de Dios, y estamos llamados a ser sus siervos.
Por tanto, no podemos vacilar o cambiar el punto más pequeño de la doctrina.
Hoy en día, muchas denominaciones religiosas aceptan que la evolución biológica ha producido la diversidad de seres vivos a lo largo de miles de millones de años de la historia de La Tierra.
Muchos han emitido declaraciones, observando que la evolución y los principios de sus creencias son compatibles.
Los científicos y teólogos han escrito con elocuencia sobre su asombro y admiración por la historia del universo, y de la vida en este planeta, explicando que no ven conflicto entre su fe en Dios, y la evidencia de la evolución.
Las denominaciones religiosas que no aceptan la aparición de la evolución, tienden a ser aquellas que creen en interpretaciones estrictamente literales de textos religiosos”
Es por ello que The Ledge muestra la verdad de dónde vienen las verdaderas morales, y no de las religiones.
Pues toda la moral proviene del interior del animal humano, colocada allí al principio por la evolución, como una herramienta de supervivencia para que podamos vivir con otros simios de nuestra especie.
Luego, codificamos la moral en la primera ley que regía, controlaba, influía y regulaba las acciones de una persona, así como los sistemas para dirigir la política y los asuntos de una aldea, un Estado u otras organizaciones.
Solo decenas de miles de años después, las religiones incorporaron parte de esta moral a su dogma.
No es frecuente que una película muestre la verdad de la moral y quiénes realmente la tienen.

“I could never fly a jet into a building.
But those 9/11 guys could, because they have faith in an afterlife.
Not to mention, seven virgins.
Although, why anyone would want virgins, I don't know”



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