Skippy

Terminando de ver “Skippy” (1931) de Norman Taurog con Jackie Cooper, Robert Coogan, Mitzi Green, Jackie Searl, Willard Robertson, Enid Bennett, Donald Haines, Helen Jerome Eddy, Jack Clifford, Guy Oliver, entre otros.  

Comedia basada en la tira cómica homónima de Percy Crosby publicada entre 1923 y 1945, que generó 1 novela en 1929 y 1 programa de radio para niños de 1932 a 1935 en la CBS Radio Network; y relata las travesuras de un niño de 9 años en historias llenas de sentimiento, comedia y didacticismo moral muy común con la época, sumado a un realismo descarnado, el filme fue un gran éxito; al tiempo que la película es la 1° producción basada en un cómic, tira cómica o novela gráfica en ser nominada al Oscar como mejor película; sin embargo perdió el premio ante “Cimarron” (1931) 

“Skippy” cuenta las aventuras del héroe homónimo, sus travesuras y aventuras con su amigo Sooky mientras tratan de obtener una licencia para el perro de Sooky, salvar su barrio de chabolas de la demolición, vender limonada y ahorrar para una nueva bicicleta.  

Aquí hay elementos a tener en cuenta, como la crítica social un poco “dickensiana” que se deduce del contraste entre la generosidad de algunos pobres y la avaricia de algunos ricos; con el nombre de “Skippy” que hace referencia al modo en que el protagonista se salta “skip”, o trasgrede los estratos y convenciones sociales; de ahí que la referencia a “Skinner” sea nada casual en medio de unos años marcados por una educación aún conductista, como estímulo-respuesta; el espejo social y moral que se deduce de la fidelidad de los perros, etc. 

Y al igual que con la mayoría de las películas familiares, y más tarde las “sit-coms” de televisión, también hay una lección moral aquí que aprender, en este caso, en lugar de los niños, lo aprenden los padres, particularmente los de Skippy. 

Por su parte, el director Norman Taurog ganó el premio Oscar al Mejor Director, por cierto, era el tío de Jackie Cooper... 

Taurog se desempeñó como director a partir de 1920, trabajo al que dedicó en Hollywood 48 años, dirigiendo 128 películas; y a los 32 años siguió siendo el ganador del Oscar más joven en esa categoría hasta que Damien Chazelle ganó por “La La Land” en 2016. 

Taurog presenta a los niños, no solo a sus estrellas, como niños inocentes normales todos los días; de ahí que la historia podría muy bien establecerse en cualquier marco de tiempo, en cualquier lugar, ya sea durante La Era de Tom Sawyer de la década de 1800, o antes o después de La Primera Guerra Mundial. 

En otras palabras, los niños siempre serán niños; y Jackie Cooper fue el primer actor infantil en recibir una nominación al Oscar como mejor actor, perdiendo ante uno más del doble de su edad, Lionel Barrymore, por “A Free Soul”  

Por cierto, “Skippy” obtuvo otras nominaciones como mejor guión para Norman Taurog y Joseph L. Mankiewicz. 

Y a los 9 años de edad, Cooper se convirtió en el intérprete más joven en ser nominado para un Premio de La Academia al mejor actor, un honor que mantuvo durante casi 50 años en cualquier otra categoría, hasta que Justin Henry, de 8 años, fue nominado como mejor actor de reparto en “Kramer vs Kramer” (1979) 

La rareza es que como actor infantil, Cooper consiguió hacer la transición hacia la carrera de adulto, siendo uno de los pocos supervivientes de la serie original de “Our Gang” 

Como dato, en la escena en la que el perro de Sooky muere, el director Norman Taurog necesitaba que su sobrino llorara, por lo que le dijo a Jackie que iba a matar a su propio perro... 

Jackie hizo la escena, y procedió a descubrir que su perro saldría ileso... 

A partir de este momento, Jackie Cooper tuvo sentimientos encontrados hacia su tío, casi hasta el punto de ser odio, y rara vez volvió a hablar con él. 

El filme también representó el debut cinematográfico de Robert Coogan como Sooky, un niño algo andrógino por cierto... y es difícil no conmoverse ante su imagen desaliñada y triste, o sorprenderse ante ese “Pre-Mickey Rooney” tan anticipadamente maduro.  

Esa ingenuidad que muy bien puede ser vista como mera bisoñez, tiene al tiempo un elemento añadido de cierta novedad.  

Y los adultos son generalmente tiránicos: 

El padre de Skippy, que tiene la intención de demoler el barrio de chabolas que es la casa de Sooky, y a donde su propio niño escapa con frecuencia; subordinados como la madre de Skippy o simplemente matones como el perrero... 

Sin duda, hoy increíblemente no se permitiría un film en que a los niños se les pega, o que los perros tropezaran lastimosamente con una cuerda mal tirados por niño, con una pobre tortuga que vive en una caja de metal... 

Pero me gustaron algunas de las sutilezas culturales para las que encontré paralelismos en nuestro mundo actual; al igual que la hipocresía que se encuentra en los padres de Skippy, las personas adineradas y casualmente prejuiciosas que piensan que las personas pobres y desfavorecidas merecen atención médica, la ironía es que el papá es médico; pero no de amabilidad básica y empatía como cuando Skippy quiere ir “al otro lado de las vías”, su madre le pregunta si quiere crecer para ser como “esas personas”; o la tendencia de los padres de Skippy a subestimar la complejidad del mundo de un niño, y que desestiman los problemas de un niño porque se consideran menos importantes que los de los adultos, no para un niño, no lo son...  

Y también muestra la importancia de la comprensión de los padres para los problemas de los niños. 

Total, la película termina con una nota extremadamente positiva, y me gustó mucho la forma en que exploró la relación entre padre e hijo, cómo el padre se deshace de su consuelo y llega a un entendimiento sobre su hijo y sus problemas, e instantáneamente trata de ayudarlo. 

Pero cuesta encontrar una explicación para entender los motivos del por qué “Skippy” se llevó el Premio Oscar al Mejor Director: 

Esta es una historia linda, simple, divertida y conmovedora que se centra únicamente en los niños, algo bastante raro para esa época, con la excepción de los cortos de comedia como “Our Gang” o “The Little Rascals” de Hal Roach.  

Y se puede decir que se debe al manejo persuasivamente comprensivo de sus estrellas infantiles y la forma en que ha dado ritmo a la película mediante un trabajo de cámara extremadamente fluido; toda la producción es impecable, con la fotografía superlativa de Karl Struss, y el punto de realidad claramente asombroso, que cuesta creer que sea de 1931. 

Así que es importante disfrutar de este tipo de historia sobre la verdadera lealtad y amistad entre 2 niños que realmente aman y entienden su entorno. 

O bien, se debe a que Taurog fue quizás el epítome del cineasta oficial en La Edad de Oro de Hollywood, mostrando una propensión a la comida infantil y comedias musicales; y con “Skippy” fue seminal por tener al 1° niño intérprete en ser nominado como mejor actor... no hace falta decir que el papel lo convirtió en una estrella en un mercado inundado posteriormente por otros jóvenes talentosos como Shirley Temple, Freddie Bartholomew, Mickey Rooney, Deanna Durbin, Judy Garland, etc. 

No es casual además, que Paramount Pictures estuviera a un paso de la quiebra hasta que Mae West y Bing Crosby firmaron con ellos durante La Gran Depresión; pero no cabe duda que fue “Skippy” la que mantuvo al lobo lejos la puerta por un tiempo. 

“Es importante porque es una yuxtaposición social” 

RECOMENDADA 




Comentarios

Entradas populares