Waterworld

Terminando de ver “Waterworld” (1995) de Kevin Reynolds con Kevin Costner, Jeanne Tripplehorn, Dennis Hopper, Tina Majorino, Michael Jeter, Gerard Murphy, R.D. Call, Kim Coates, Chaim Girafi, Zitto Kazann, Zakes Mokae, Leonardo Cimino, Rick Aviles, Lanny Flaherty, Jack Kehler, entre otros.    

Película de ciencia ficción, inspirada en el filme “Mad Max” y varias historias del Antiguo Testamento y la historia de Helena de Troya. 

La acción tiene lugar después que los casquetes polares se han derretido, y toda La Tierra está cubierta de agua marina; donde los hombres sobreviven en plataformas flotantes, y su principal ocupación es la búsqueda de agua dulce, el bien más preciado.  

Entre ellos circula una leyenda, según la cual, en algún lugar existe tierra firme...  

Así, un viajero errante y solitario que vive del trueque, llega un día a un atolón de chatarra y vende tierra a sus moradores, pero cuando éstos descubren que es un híbrido, mitad pez y mitad humano, lo condenan a muerte... 

Así inicia una aventura para todos los involucrados. 

Antes de “Titanic” (1997), “Waterworld” era la película más cara jamás producida; y con un gran despliegue de medios, solo estuvo nominada para 1 Premio Oscar en la categoría mejor sonido. 

La trama se centra en un antihéroe sin nombre, al que llaman “The Mariner”, con el tema de un mundo donde sólo hay océano; que es de lo más original, incluso relajante; y sólo la molesta y estúpida manía del cine comercial de Hollywood por hacer de los villanos personajes grotescos estropea la película.  

Y es que aquí trata de modo serio esta aventura post-apocalíptica con ecos de “western” acuático, donde Kevin Costner quería ser héroe de acción, el único género que le faltaba para ser la estrella definitiva.  

Por ello quiso hacer esta película; sin embargo la producción se convirtió en un desastre a causa de una serie de errores y falsos cálculos: 

Por un lado, la producción cinematográfica se desarrolló casi enteramente sobre el agua; esto dificultó muchísimo su realización y alargó así muchísimo el tiempo de filmación. 

También ahorraron en el lugar equivocado, cuando se decidió no encargar ningún estudio sobre el clima de la costa de Kona, Hawái, el lugar del rodaje, que sería asolado por 2 huracanes que pararon la producción y destrozaron los decorados al completo.  

Tanto fue el desastre que Kevin Reynolds abandonó la película antes de su estreno debido a acaloradas batallas con Costner sobre sus decisiones creativas; sin embargo, Reynolds recibió crédito completo como director. 

Sobre todo la decisión de filmar en el agua vino con muchos problemas imprevistos: 

Las escenas que tienen lugar dentro del conjunto de atolones flotantes de más de 2mil libras se podían filmar justo frente a la costa, pero para las escenas que tienen lugar en aguas abiertas, tomó horas llevar el set y los barcos al menos a 2 millas de la costa para obtener una vista que ofrecía 270° de aguas abiertas.  

Girar el set o el trimarán para que la cámara no recogiera tierra, también llevaba mucho tiempo...  

Había un espacio limitado en los sets para que las cámaras y sus operadores se movieran, y también tenían que compensar el movimiento del mar... 

Las condiciones climáticas locales, generalmente se deterioraban por la tarde, por lo que la mayoría de las filmación tenían que detenerse después de las 3 o 4PM.  

Y para empeorar las cosas, se necesitaban unos 30 barcos adicionales utilizados por el elenco y la tripulación para iluminación, cámaras, maquillaje, catering, disfraces, etc., ninguno de los cuales tenía baños; incluso la filmación tuvo que detenerse repetidamente para que las personas pudieran ser transportadas a baños portátiles en una barcaza anclada cerca de la orilla.  

Todas estas limitaciones, generalmente permitían solo 5 o 6 configuraciones en cada día de filmación, extendiendo significativamente el horario de rodaje. 

De esa manera, el rodaje que tendría que haber durado 96 días, se convirtió en 220 días.  

Eso llevó a que el presupuesto inicial de la película, que fue de $60 millones, acabara siendo al final $170 millones; por lo que se convirtió en el récord histórico en una producción cinematográfica hasta ese momento.  

Sin olvidar que adicionalmente fueron invertidos otros $65 millones en publicidad, con lo que el coste total de “Waterworld” tenía que ascender finalmente a $235 millones. 

Con todo eso, y su concepto de “Mad Max en el agua” y todo lo que ello significa para una historia de acción en el mar, todavía hay detalles que no tienen lógica, aún con esa idea post-apocalíptica en mente, por ejemplo: 

En un mundo de agua, no está claro por qué todo el mundo está tan sucio; y si los casquetes polares se derriten, los océanos solo se elevarían unos pocos cientos de pies; no lo suficiente como para inundar la civilización en un olvido flotante... 

Total, lo que hace que la película valga la pena ver es la aventura: 

La película trata sobre la búsqueda de un lugar llamado “Dryland”, y el viaje para encontrarlo es emocionante, pues abundan las secuencias de acción espectaculares, desde secuencias de batalla a gran escala hasta persecuciones en barco.  

De hecho, la acción es lo más destacado de la película; y el director tuvo un ojo puesto en la puesta en escena y la filmación de escenas de lucha y tiroteos, entregando toda esta acción con un montón de estilo de alta energía y acrobacias virtuosas; donde afortunadamente en el guión, no hay realmente un elemento de amor para estropear todo demasiado. 

Y creo que parte de los latigazos críticos hacia “Waterworld” provienen de su presupuesto, lo que llevó a la gente a creer que esta película sería un fracaso pase lo que pase.  

En estos días, nunca se escuchan tales quejas porque películas casi tan caras como esta se están convirtiendo en algo común; lo que molesta en que la mayoría de los éxitos de taquilla en estos días están llenos de CGI... 

No olvidemos que “Waterworld” no lo era, por tanto, inevitablemente tenía que ser tan caro como lo era: 

Filmado en el agua, sets de hundimiento, condiciones difíciles, es un milagro que la película incluso estuviera terminada. 

Y gusta el hecho de que la película en realidad trata de mostrar, al menos en las escenas iniciales, cómo la gente sobreviviría en un mundo inundado por agua salada.  

Hay algunos destellos geniales de originalidad aquí, con respecto a cómo sería, por ejemplo, el hecho de que la tierra ordinaria se ha vuelto tan valiosa como para convertirse en el estándar de la moneda, pero desafortunadamente, esa originalidad se ignora cuando la acción comienza. 

Como dato, vale la pena ver “Waterworld: The Ulysses Cut Revised Edition”, que registra 2 horas y 57 minutos de metraje que incluye todas las escenas eliminadas, casi 40 minutos de material que no fue mostrado en la proyección original y que atan varios cabos sueltos. 

Esta edición, con todo y la atropellada producción, hizo de “Waterworld” un clásico de culto de ciencia ficción que perfectamente merece una reevaluación. 

“Más allá del horizonte está el secreto de un nuevo comienzo” 

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