The Saint

Terminando de ver “The Saint” (1997) de Phillip Noyce con Val Kilmer, Elisabeth Shue, Rade Serbedzija, Valery Nikolayev, Irina Apreximova, Henry Goodman, Alun Armstrong, Michael Byrne, Yevgeni Lazarev, Emily Mortimer, Lev Prygunov, Charlotte Cornwell, Lucija Serbedzija, entre otros. 

Película de suspense basada libremente en el personaje de Simon Templar creado por Leslie Charteris en 1928 para una serie de libros publicados como “The Saint”, que se publicó hasta 1983. 

La acción gira en torno a un ladrón de alta tecnología y maestro del disfraz que se convierte en el antihéroe mientras usa el apodo de varios santos; pero paradójicamente vive en el inframundo del espionaje y el robo industrial internacional. 

Esta es la primera película del personaje en la pantalla grande desde la década de 1950; pues los planes para una película se remontan desde la década de 1980; donde lo mejor de propuesta son las escenas de acción que están bien hechas, pero esto no es ninguna sorpresa. 

Lo malo viene de lo previsible de guión, la construcción de los personajes y el desarrollo de toda la historia, además que hay que creértelo todo para poder aguantar las casi 2 horas de metraje. 

Y es porque la película al ser un historia de espías, recuerda mucho a James Bond, la serie Misión Imposible y llega hasta parecerse a un personaje del comic, pues de modo sorprendente se las arregla para escapar, aparecerse y desaparecer a su antojo, dejando al espectador aburrido porque “siempre lo va a lograr” 

Del reparto, Val Kilmer se pone 12 ridículos e inverosímiles disfraces en total, los pule con acentos impecables y posturas flexibles; y es porque Templar es un Robin Hood moderno británico, no estadounidense; que utiliza su encanto, habilidades tecnológicas y astucia para robar a las entidades malvadas; que luego da parte de su botín a organizaciones benéficas, pero se queda con una cantidad significativa para él.  

También se sabe que prefiere no usar armas y violencia, sino trucos para eludir a sus enemigos y es hábil para seducir a las mujeres para que lo ayuden a lograr sus objetivos; con el personaje de Shue ofreciendo la misma dignidad compasiva que trajo a “Leaving Las Vegas” pero queda demasiado improbable que una científica sea demasiado tonta...  

Rade Šerbedžija como Ivan Petrovich Tretiak hace el mejor trabajo de la película como el villano poderoso e implacable. 

La película es para los nostálgicos de la serie, para un filme de pantalla grande no vale la pena, tal vez mejora como película de TV pero hasta ahí.

“Tienes que ser una persona muy buena, y normalmente muy muerta para convertirte en santo” 

NO RECOMENDADA 




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