Raid on Entebbe

“There's a small army on the move and they are still debating!”

Israel es un país muy celoso respecto al secreto en que mantiene sus acciones militares; sin embargo, la osadía y el coraje con que se ejecutó La Operación Entebbe, llamada de forma oficial “Operación Thunderbolt”, y más tarde Operación Yonatan; así como el éxito obtenido en aquella oportunidad frente al terrorismo internacional, son factores que han permitido a los historiadores, levantar ligeramente ese velo.
La Operación, fue una misión de rescate de rehenes, llevada a cabo por Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en El Aeropuerto de Entebbe, en Uganda, el 4 de julio de 1976.
Una semana antes, el 27 de junio, el vuelo 139 de Air France, un Airbus A300, Airbus A300B4-203; procedente de Tel Aviv, Israel, que trasportaba 248 pasajeros y 12 tripulantes; fue secuestrada por 2 palestinos del Frente Popular para La Liberación de Palestina, división Maniobras Externas (FPLP-ME), bajo las órdenes de Wadie Haddad, que anteriormente se había separado del FPLP de George Habash; junto a 2 alemanes de Las Células Revolucionarias Alemanas, su principal fundador, Wilfried Böse y su esposa Brigitte Kuhlmann; y algunos simpatizantes; tomando rumbo a Entebbe, cerca de Kampala, la capital de Uganda.
Los secuestradores desviaron el avión hacia Bengasi, Libia; y allí permaneció por espacio de 7 horas para aprovisionarse de combustible, y durante este lapso, una rehén fue liberada, tras fingir que tenía un aborto…
La aeronave dejó Bengasi, y a las 3:15pm del día 28, más de 24 horas después de su desvío, arribó al Aeropuerto de Entebbe en Uganda.
Allí, a los 4 secuestradores se unieron por lo menos otros 4 apoyados por las fuerzas pro-palestinas del Presidente de Uganda, Idi Amin; y el grupo exigió la liberación de 40 palestinos detenidos en Israel y otros 13 encarcelados en Kenia, Francia, Suiza y Alemania Occidental; amenazando con que si sus demandas no se hacían efectivas, empezarían a matar rehenes el 1 de julio siguiente.
Los secuestradores dividieron los secuestrados en 2 grupos:
Ciudadanos israelíes y otros, o judíos y gentiles; y los mantuvieron por una semana en la sala de tránsito del Aeropuerto de Entebbe.
Algunos rehenes fueron liberados, pero 105 pasajeros israelíes y judíos no israelíes, permanecieron cautivos.
Los secuestradores persistían con la amenaza de asesinarlos, si el estado de Israel no accedía a sus exigencias…
Tras conocerse que los terroristas liberarían a la tripulación y a los pasajeros no judíos, y les obligarían a embarcarse en otro avión de Air France que había llegado a Entebbe con este propósito, El Comandante del vuelo 139, Michel Bacos, advirtió a los secuestradores, de que todos los pasajeros, incluidos los que aún no se habían liberado, estaban bajo su responsabilidad, y no los dejaría atrás; y toda su tripulación le apoyó en su decisión.
Una monja francesa también se negó a irse, e insistió en ocupar el lugar de uno de los que aún estaban prisioneros; sin embargo, los soldados ugandeses la obligaron a subir al avión que había llegado para llevarse a los prisioneros liberados.
Después de esta operación, 85 israelíes y judíos permanecieron retenidos, más otras 20 personas, la mayoría tripulantes del avión.
La semana anterior al rescate, Israel probó la vía diplomática para obtener la liberación de los rehenes; y muchas fuentes indican, que el gabinete israelí estaba preparado para liberar a los presos palestinos, si una operación militar fracasaba, o era imposible de llevar a cabo.
Baruch “Burka” Bar-Lev, Oficial retirado de Las Fuerzas de Defensa de Israel, conocido de Idi Amin por muchos años, y con el cual se consideraba, tenía una estrecha relación personal, por solicitud del gobierno israelí, intentó comunicarse vía telefónica muchas veces con Amin, buscando la liberación de los rehenes, sin tener éxito.
El gobierno de Israel, también realizó un acercamiento al gobierno estadounidense para dirigir un mensaje al Presidente egipcio Anwar Sadat, pidiéndole que solicitase a Amin la liberación de los secuestrados.
El 1 de julio, fecha en la que se cumplía el plazo dado por los secuestradores, el gobierno de Israel se ofreció a negociar con ellos, con la condición de extender el plazo hasta el 4 de julio.
Amin accedió; y esto significaba que él podría realizar un viaje diplomático a Port Louis, Mauricio; con el fin de entregar oficialmente La Presidencia de La Organización para La Unidad Africana, a Seewoosagur Ramgoolam; y esta prórroga en el plazo para los rehenes, resultaría ser crucial, al proveer el tiempo suficiente a las fuerzas israelíes para llegar a Entebbe.
El 3 de julio, el gabinete de Israel aprobó la misión de rescate, bajo el mando del Mayor General Yekutiel Adam con Matan Vilnai como segundo al mando; mientras El Brigadier General, Dan Shomron, fue elegido para comandar la operación en tierra; y se seleccionó a hombres de las principales unidades de elite israelíes:
La Sayeret Matkal, también denominada “Unidad 269 de Reconocimiento del Estado Mayor”, siendo la principal unidad antiterrorista y de infiltración de las fuerzas armadas hebreas; La Sayeret Golani, Fuerza de Reconocimiento de Infantería de Elite; y La Sayeret Tzanhanin, Fuerza de Reconocimiento Paracaidista; todos comandados por El Teniente Coronel Yonatan Netanyahu.
De esa manera, El Servicio de Inteligencia Israelí, Mossad, realizó un esquema de la ubicación de los rehenes, el número de militantes, y los integrantes del ejército ugandés involucrados, a partir de los detalles brindados por los rehenes liberados en París.
Mientras se preparaba el rescate, El Ejército de Israel consultó con la compañía también israelí involucrada en la construcción del edificio en las décadas de 1960 y 1970.
La operación de rescate se ejecutó en la noche, cuando fueron trasportados por vía aérea 100 comandos de élite israelíes, a más de 2.500km de distancia hasta Uganda; siendo una operación planeada durante 1 semana, que tardó 53 minutos, donde se rescataron 103 rehenes.
Una vez en tierra, los israelíes saltaron de los vehículos, e irrumpieron en la terminal.
Los rehenes estaban en el salón principal del edificio del aeropuerto, justo al lado de la pista.
Al entrar a la terminal, Los Comandos gritaban a través de un megáfono, “permanezcan abajo, permanezcan abajo, somos soldados israelíes”, tanto en hebreo como en inglés.
Todos los secuestradores, 3 rehenes y 45 soldados ugandeses murieron, y 11 MiG-17 de fabricación soviética, fueron destruidos en tierra.
Un joven francés de 19 años llamado Jean-Jacques Maimoni, quien se había identificado como judío de Israel ante los secuestradores, a pesar que tenía un pasaporte francés, se puso de pie y murió a manos de Los Comandos que lo confundieron con un secuestrador.
Otro rehén, Pasco Cohen, de 52 años, gerente de una empresa de seguros médicos, fue también herido fatalmente por un tirador de alguno de los 2 bandos; adicionalmente, un tercer rehén, Ida Borochovitch de 56 años, judía de origen ruso, que había emigrado a Israel, murió en el cruce de disparos.
Dora Bloch, una mujer de 75 años, fue asesinada posteriormente por El Régimen de Amin, en represalia, luego del rescate, en el hospital Mulago en Kampala, al cual había sido trasladada antes del asalto, debido a complicaciones médicas.
Mientras tanto, los otros 3 C-130 Hércules aterrizaron y descargaron transportes blindados de personal, los cuales se iban a utilizar durante la hora requerida para la recarga de combustible, la destrucción de los aviones de caza en el aeropuerto, para prevenir la persecución de las aeronaves rescatistas, después de la partida de Entebbe.
Después del rescate, el equipo de asalto israelí retornó a las aeronaves, y empezó a llevar los rehenes rescatados a bordo.
Los soldados ugandeses les dispararon durante el proceso, desde La Torre de control del aeropuerto; Los Comandos israelíes devolvieron el fuego con sus rifles de asalto, infligiendo fuertes bajas entre los ugandeses.
El Comandante del equipo de asalto, Yonatan Netanyahu, murió, posiblemente a manos de un tirador ugandés, siendo el único militar israelí muerto, de 190 efectivos.
Al finalizar la evacuación de los rehenes, cargaron el cuerpo de Netanyahu en uno de los Hércules, y despegaron del aeropuerto de Entebbe.
Toda La Operación tardó 53 minutos, el asalto duró solo 30 minutos, y los 7 secuestradores presentes, murieron.
Al menos otros 5 comandos israelíes fueron heridos; y de los 105 secuestrados, aproximadamente 10 fueron heridos.
Los rescatados, poco después de la operación, volaron a Israel vía Nairobi, Kenia.
Todo esto fue un proceso laborioso, teniendo en cuenta las condiciones psicológicas provocadas por el cautiverio y el shock del asalto, además de la oscuridad reinante.
En definitiva, una operación militar titánica, llevada a cabo a casi 4 mil kilómetros de distancia, con una ejecución casi impecable, y un éxito atronador.
Una inyección de moral para el ejército y el pueblo de Israel, aún no recuperado de la costosa victoria en La Guerra del Yom Kippur de 1973, y una humillante derrota infringida a la “joint venture” terrorista germano-palestina.
En Tel Aviv, mientras tanto, El Ministro de Defensa, Shimon Peres, discutía que nunca antes, un secuestro aéreo había tenido “apoyo explícito de ningún presidente, ejército o estado”
La Operación fue una misión de rescate que cambió el protocolo en situaciones de secuestro; y al ataque se le recuerda como uno de los mejores momentos de Israel, y la razón por la que, el entonces desconocido Benjamín “Bibi” Netanyahu, arrancó su carrera política, después de que su hermano Yonni muriera en La Operación, siendo reconocido como un héroe nacional.
No transcurrió mucho tiempo antes que Hollywood realizará filmes sobre el tema; 2 de las cuales, fueron producciones estadounidenses, con actores de Estados Unidos y Británicos; y otra fue producida en Israel, con actores israelíes en los papeles principales.
El secuestro del vuelo AF139 de Air France y el rescate subsecuente, fue producido en el documental “Operation Thunderbolt: Entebbe” (1977)
“There will be two hundred of our best people on those planes...
I damned well do have a choice!”
Raid on Entebbe es una película de acción y suspense, del año 1977, dirigido por Irvin Kershner.
Protagonizado por Peter Finch, Martin Balsam, Horst Buchholz, John Saxon, Sylvia Sidney, Jack Warden, Yaphet Kotto, Charles Bronson, James Woods, Stephen Macht, Tige Andrews, Eddie Constantine, Robert Loggia, Warren J. Kemmerling, entre otros.
El guión es de Barry Beckerman; y se basa en La Operación Entebbe y la liberación de rehenes en el aeropuerto de Entebbe, en Uganda, el 4 de julio de 1976.
Producida para la TV por NBC, se centra en los hechos básicos del rescate de rehenes en Uganda; y relata los eventos y la respuesta del gobierno israelí, junto con la controversia que provocó el rescate.
La película de 140 minutos, tiene un ritmo trepidante gracias al montaje donde se refleja con precisión la tensión vivida entre las negociaciones, las dudas, la acción militar, y el rescate.
Una producción para TV similar, llamada “Entebbe: Victory at Entebbe” con un elenco estelar que incluía a Elizabeth Taylor, Kirk Douglas, Burt Lancaster y Anthony Hopkins, fue acelerada por la producción de ABC, y transmitida 1 mes antes, en diciembre de 1976.
Raid on Entebbe se filmó completamente en los Estados Unidos, con el Stockton Metropolitan Airport en Stockton, California; sirviendo como El Aeropuerto de Entebbe, y una base de La Fuerza Aérea de Israel (IAF)
Los productores recurrieron al “Escuadrón de Hollywood”, el Ala 146 del Puente Aéreo de La Guardia Nacional Aérea de California, para proporcionar 3 transportes Hércules C-130.
La acción inicia el día 27 de junio de 1976, cuando el avión es secuestrado por revolucionarios pro-palestinos, liderados por Wilfried Böse (Horst Buchholz); siendo pilotado hasta la zona de Entebbe, en Uganda.
Allí, El Presidente Idi Amin (Yaphet Kotto), intenta hacer ver su preocupación por el suceso ocurrido, pero en realidad siente bastante simpatía por los secuestradores; y pronto se verán las intenciones de los terroristas cuando liberan a la mayoría de los pasajeros del avión, exceptuando a los de nacionalidad israelí; y de esa manera, poder usarlos como monedas de cambio para sacar de la cárcel a terroristas encarcelados en todo el mundo.
El Gobierno de Israel debe responder, y la única solución que ven clara, es la de atacar la zona de Uganda en la que permanecen los rehenes, llevando a cabo la llamada “Operación Thunderbolt”
Los escenarios serían:
En el avión secuestrado; en el aeropuerto de Entebbe; en la sala de estrategia Israelí, liderado por El Primer Ministro Yitzhak Rabin (Peter Finch); y El Comando militar de acción, liderado por Dan Shomron (Charles Bronson) y Yonatan Netanyahu (Stephen Macht)
Está claro que Raid on Entebbe es una gran película que puede pasar por película cinematográfica, de hecho, en Europa la estrenaron en cines; y eso ya tiene su mérito... salvo pequeños detalles que podrían formar parte de alguna licencia cinematográfica, todo lo aquí mostrado, coincide con lo conocido por el gran público; y forma parte de uno de los más brillantes y atrevidos episodios bélicos tras La Segunda Guerra Mundial.
Casi una locura por lo que se hizo para salvar a tanta gente de un exterminio seguro.
“When all those men run into the terminal, it will be the biggest noise to hit Africa since the elephants stampeded!”
Dirigida para televisión por el siempre fiable Irvin Kershner, el mismo año en que tuvieron lugar los hechos relatados, escrita por Barry Beckerman, supervisada en los aspectos técnicos, modelos de aviones, armamento utilizado y demás, por el ejército israelí, y protagonizada por una pléyade de buenos actores en esa época; estamos ante toda una muestra de buen film televisivo, en el que durante sus más de 2 horas, y pese a conocer con detalle la historia; mantiene en todo momento la tensión y el suspenso de forma brillante, hasta llega a hacer desear unos minutos más de metraje en esa llegada de liberadores y liberados a Israel…
Porque el 27 de junio de 1976, 4 terroristas pertenecientes a un grupo escindido del Frente Popular para La Liberación de Palestina, bajo las órdenes de Wadie Haddad, abordaron y secuestraron un Airbus A300 de Air France en Atenas.
Con la bendición del Presidente Idi Amin, los terroristas desvían el avión y sus rehenes al aeropuerto de Entebbe en Uganda.
Después de identificar a los pasajeros israelíes, los pasajeros no judíos son liberados, mientras se realizan una serie de demandas, incluida la liberación de 40 militantes palestinos detenidos en Israel, a cambio de los rehenes.
El gabinete de Israel, liderado por El Primer Ministro Yitzhak Rabin, no dispuesto a ceder a las demandas terroristas, se enfrenta a decisiones difíciles, ya que sus deliberaciones conducen a un ataque militar de alto secreto.
La operación de comando difícil y audaz, llamada “Operación Thunderbolt”, se llevará a cabo a más de 2,500 millas, unos 4,000km de su hogar; y se llevará a cabo en el día de reposo judío.
Mientras aún negociaba con los terroristas, que ahora suman 7 personas, incluidos palestinos y 2 alemanes, el ejército israelí preparó 2 transportes Hércules Lockheed C-130 para el ataque.
Los transportes repostaron en Kenia, antes de aterrizar en el aeropuerto de Entebbe, bajo la protección de la oscuridad.
Los Comandos dirigidos por El General Dan Shomron (Charles Bronson), tuvo que lidiar con un gran destacamento militar ugandés armado, y usó un ardid para vencer las defensas.
Una limusina Mercedes-Benz negra, había sido llevada a bordo, y fue utilizada para engañar a los centinelas, de que era el automóvil oficial que El Presidente Amin utilizó en una visita improvisada al aeropuerto…
De esa manera se logró una sorpresa casi total, pero se produjo un tiroteo que terminó con los 7 terroristas y 45 soldados ugandeses asesinados.
Los rehenes, estaban reunidos, y la mayoría fueron puestos rápidamente en el avión inactivo C-130; y durante el ataque, El Comandante de La Unidad, Yonatan Netanyahu (Stephen Macht) y 3 de los rehenes, murieron.
Una 4ª rehén, Dora Bloch (Sylvia Sidney), que había sido llevada al Hospital de Mulago en Kampala, fue asesinada por los ugandeses, por órdenes de Idi Amin.
Con 102 rehenes a bordo, y en camino a la libertad, un grupo de Comandos israelíes se quedó para destruir a los cazas MiG-17 y MiG-21 de La Fuerza Aérea de Uganda, para evitar una represalia.
Todos los sobrevivientes de la fuerza de ataque, se unieron para volar de regreso a Israel, a través de Nairobi y Sharm El Sheikh.
A través de un guión perfectamente engranado, en el que tras la canónica presentación de pasajeros, secuestradores, y ejecución del secuestro, se nos va alternado de forma precisa, escenas del gabinete de crisis del gobierno israelí, preparación militar del asalto, y breves apuntes emocionales de alguno de los soldados implicados, mediante buenos trabajos de James Woods como El Capitán Sammy Berg, y Stephen Macht como el malogrado Teniente Coronel Yonatan “Yonni” Netanyahu; con pinceladas psicológicas de secuestradores y secuestrados, y como guinda, magnificas escenas con Yaphet Kotto, interpretando uno de los mejores papeles de su carrera, dando vida al excéntrico y peligroso megalómano Idi Amin Dada.
Así tenemos una excelente recreación de los hechos, que además de su buena factura cinematográfica/televisiva, vendría a ser para el espectador actual, como un perfecto ejemplo de esos buenos documentales en el que se nos recrean hechos históricos.
Súmese el interés cinematográfico que supone encontrarte a Horst Buchholz como el secuestrador jefe; a Charles Bronson como El General Dan Shomron, al mando del operativo militar; y a Martin Balsam como uno de los más perspicaces secuestrados, que lleva el mayor peso dramático de estos, entre muchos otros, pero dado lo farragoso de seguir reseñando a todos, solo mentare a estos; junto a una buena banda sonora a cargo de David Shire, y una muy lograda factura que la hizo merecedora de varios premios Emmy y Golden Globe.
Como dato, la representación del Primer Ministro, Yitzhak Rabin, fue la última actuación de Peter Finch; pues murió 5 días después del estreno; por tanto, Finch murió solo 6 meses después de los eventos reales, lo que significa que la película, el guión, la producción y el rodaje tuvieron lugar esos 6 meses antes.
Por su parte, el actor Yaphet Kotto, que interpreta al Presidente ugandés Idi Amin, Jr., es judío; y en la otra producción de los mismos hechos de 1976; Julius Harris interpreta a Idi Amin.
Ambos actores interpretaron a los Villanos en la película de James Bond:
“Live and Let Die” (1973) siendo Kotto el villano principal, y Harris su secuaz.
Pese al éxito que tuvo la película, en mayo de 1977, las autoridades locales tailandesas, la prohibieron porque “representaba una imagen unilateral del conflicto en Medio Oriente, y representaba un riesgo para sus relaciones con los Estados árabes”
Y es cierto que el filme tiene mucho la perspectiva de los israelitas, pues no se sabe nada de las motivaciones de los alemanes involucrados, ni de los palestinos; por lo que el filme es muy sesgado y enaltece solo al Estado de Israel.
Por último, la banda sonora de David Shire, empleó melodías tradicionales judías, así como un tema de gran dramatismo, con un solo de viola, que aplicó para resaltar el incierto futuro de los pasajeros del avión.
La canción cantada por los soldados israelíes en su camino a Entebbe, y al final de la película, es “Hine ma tov umanahim” o “Cuan bueno y cuan agradable es el encuentro entre los hermanos”, palabras del inspirado salmista Tehilim del Salmos 133:1, quien también supiera ser un valiente soldado y defensor de los débiles, El Rey David.
La canción también suena antes en la película, cuando el avión los está llevando rumbo a La Operación, como “un llamado de atención, de despertar la conciencia”
“I don't want to kill you Mr. Cooper.
I want to be civilized.
So please get off the plane with the other passengers?”
Como resultado de La Operación Thunderbolt, los militares estadounidenses implementaron equipos de rescate altamente entrenados, inspirados en ella.
El intento más notable de imitarla, fue La Operación Garra de Águila, un rescate fallido de 53 funcionarios retenidos en Teherán, durante la crisis de los rehenes en Irán; que fue llevada al cine en el oscarizado filme “Argo” (2012)
Esta Operación, sin embargo, fue una humillación para Idi Amin, e inmediatamente intentó convertirse en víctima; siendo la principal represalia por esta derrota, la violencia hacia Kenia, que había ayudado a Israel al permitirles abastecerse de combustible para el viaje de vuelta a casa.
Amin ordenó el asesinato de cientos de kenianos que habitaban en Uganda, en venganza, hubo 245 kenianos asesinados mientras 3,000 huyeron.
Uno de los rehenes, Dora Bloch, una inmigrante judía británica de 75 años, internada en el hospital Mulago de Kampala, que enfermó mientras estaba cautiva, siendo trasladada al hospital; fue asesinada por orden de Amin, al día siguiente de la incursión.
En abril de 1987, Henry Kyemba, Fiscal General y Ministro de Justicia Israelí en ese momento, comunicó a La Comisión de Derechos Humanos de Uganda, que Bloch había sido sacada a rastras de la cama del hospital, y asesinada por 2 militares a las órdenes de Idi Amin.
El cuerpo de Bloch fue depositado en la cajuela de un vehículo con placas del servicio de inteligencia de Uganda; y después de que Amin fuera depuesto, los restos de Bloch fueron descubiertos.
De acuerdo con informes dados a conocer años más tarde, Dora Bloch recibió un disparo, su cuerpo, fue quemado y abandonado en un plantación de azúcar, a 32 kilómetros al este de Kampala en 1979, después de La Guerra Uganda-Tanzania, que dio final al mandato de Amin.
Sus restos fueron recuperados y trasladados a Israel para su entierro.
Por su parte, El Gobierno de Uganda, liderado por El Ministro de Asuntos Exteriores en ese momento, Juma Oris, convocó más tarde a una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en el intento de lograr la condena oficial para el rescate israelí, como una violación de la soberanía de Uganda…
Finalmente, El Consejo de Seguridad declinó emitir cualquier resolución sobre el tema, dejando sin condena a Israel y Uganda.
En su discurso ante El Consejo, El Embajador de Israel, Chaim Herzog dijo:
“Nosotros venimos con un simple mensaje para El Consejo:
Estamos orgullosos de lo que hemos hecho, porque demostramos al mundo que para un país pequeño, en las circunstancias de Israel, las cuales a los miembros de este Consejo les son por ahora muy familiares, la dignidad del hombre, la vida humana y la libertad, constituyen los valores más altos.
Estamos orgullosos no solo porque hemos salvado la vida de más de 100 personas inocentes, hombres, mujeres y niños; sino también por el significado de nuestro acto para la causa de la libertad humana”
Israel recibió apoyo del mundo occidental por esta Operación.
Alemania Occidental llamo a La Operación “un acto de legítima defensa”
Suiza y Francia, también elogiaron a Israel por esta Operación; y también recibió elogios significativos por parte de representantes del Reino Unido y Estados Unidos, para lo que ambos llamaron “una Operación imposible”
Algunos en Estados Unidos, notaron que el rescate fue realizado el 4 de julio de 1976, 200 años después de La Declaración de Independencia de este país...
Y en conversación privada con El Embajador israelí Dinitz, Henry Kissinger emitió críticas por el uso de Israel de los equipos de EEUU durante La Operación, pero estas críticas no se hicieron públicas…
Por negarse a salir y dejar en consecuencia algunos de sus tripulantes como rehenes, cuando les fue permitido por los secuestradores, el piloto Michel Bacos, fue reprendido por sus superiores de Air France, y fue suspendido de sus funciones por un tiempo.
En los años siguientes, Betser y los hermanos Netanyahu, Iddo y Benjamín, todos veteranos del Sayeret Matkal, arguyeron cada vez con más frecuencia en los foros públicos acerca del culpable del tiroteo inesperado al inicio de La Operación, como causante de la muerte de Yonatan Netanyahu, y la pérdida parcial de la sorpresa.
La Operación en sí misma, se considera hoy un éxito enorme con casi todos los rehenes rescatados; y después de que la misión regresó a Tel Aviv, El Estado Israelita recobró la confianza en su inteligencia militar, y en la audacia de su causa contra El Estado Palestino; porque el aplomo con que Israel se enfrentó a los terroristas, se convirtió en un bastión político:
Inspiró a que los gobiernos occidentales a concluir que la respuesta correcta en una situación de rehenes, era no negociar con los terroristas y, en su lugar, atacar militarmente.
Esto motivó a países como Francia y Estados Unidos, a crear unidades especiales contra terrorismo.
En su libro “Operación Trueno: El Vuelo 139 y El Ataque en El Aeropuerto Entebbe, La Misión de Rescate Más Audaz de La Historia”, el historiador Saul Davis, también rescata un testimonio posterior de uno de los rehenes que llegó sano y salvo a su hogar en Israel:
“Fue un arma de doble filo.
Nos salvaron, pero no favoreció a Israel.
Alejó la posibilidad de tener paz”
En agosto de 2012, Uganda e Israel conmemoraron el ataque en una ceremonia sombría, en la base de una torre en el aeropuerto Old Entebbe, donde Yonatan Netanyahu fue asesinado.
No obstante, Uganda e Israel renovaron su compromiso en la lucha contra el terrorismo; además, se colocaron coronas de flores, se hizo un momento de silencio, se pronunciaron discursos, y se recitó un poema.
Las banderas de Uganda e Israel ondearon una al lado de la otra, lo que demuestra las fuertes relaciones bilaterales de los 2 países, junto a una placa con una historia del ataque.
La ceremonia contó con la presencia del Ministro de Estado de Uganda para la Industria Animal, Bright Rwamirama; y El Viceministro de Asuntos Exteriores de Israel, Daniel Ayalon, quien colocó coronas de flores en el sitio.
De esa manera, 40 años después de La Operación Thunderbolt, El Primer Ministro Israelí, Benjamín Netanyahu, y el hermano del asesinado Comando israelí Sayeret Matkal, Yonni Netanyahu, visitaron Entebbe con una delegación israelí, y sentaron las bases para más relaciones bilaterales en el África subsahariana.

“Dad, what are you talking, “be careful?”
I'm going fishing here!”



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