2 Tipos de Cuidado

“A mi ninguna mujer me toma en serio porque dicen que ando con muchas y yo tengo que andar con muchas porque ninguna me toma en serio”

Después de La Revolución Mexicana, el oeste de México se convirtió en el territorio acogedor de la iconografía nacionalista:
El Charro y La China.
Los filósofos, historiadores, arqueólogos, escritores, pintores y otros intelectuales, disertaron sobre lo que ellos creían que era el carácter del pueblo mexicano, y lo que caracterizaba su identidad; y encontraron que el mexicano no estaba muy lejano de la caricatura hecha por los norteamericanos:
Salvaje, camorrista, alcohólico, bandido y jugador.
Los artistas, entre ellos los cineastas, comenzaron a pintar esta imagen del mexicano, ubicada en diferentes regiones del país; y la cinematografía formó parte de esa interpretación, y creó la estructura del recital nacionalista en las comedias rancheras, que se convertirían en los westerns mexicanos en el momento que El Presidente Lázaro Cárdenas, en los años 1930, implementaba su proyecto del “socialismo a la mexicana”
Así, la comedia ranchera se convierte en un género cinematográfico, donde la acción de la película se desarrolla en un rancho, pueblo o localidad; un género que se hizo famoso principalmente en las décadas de los años 30's a 50's en México.
Gracias al éxito cosechado por el film “Allá en El Rancho Grande” (1936) se iniciaron las producciones de comedias o tragedias ambientadas en localidades típicas de “El México Interior”; donde la trama generalmente se desarrolla en algún lugar rural de México; los protagonistas son charros y mujeres enamoradas; y el común denominador suele ser el tequila, el amor, el ser “muy macho” y las situaciones tanto cómicas como trágicas.
Sus historias, también contaban las vivencias del campo, en donde los patrones y sus trabajadores tenían una vida cercana a la naturaleza, respetuosa de la religión y de las castas, y sin otra preocupación que los problemas del amor.
Eso sí, ignoraban todo lo que sucedía fuera de sus tierras, pues no había conflictos agrarios ni revolución campesina u obrera.
Por principio de cuentas, las así llamadas “comedias rancheras” intentaban plasmar ambientes bucólicos, que pese a sus mistificaciones, adulteraciones, moralismo, sexismo y clasismo implícitos, y no pocas veces explícitos; tuvo impacto y resonancia entre la mayoría de la población de los países del mundo de habla hispana, entonces todavía integrada por campesinos tradicionales o emigrados del campo a las urbes.
A guisa de ejemplo, baste decir que según cuadros estadísticos oficiales de la época, durante la década de los 30, el promedio de la población rural mexicana era de un 65,23%, y es muy posible que esos volúmenes fueran aún más altos en Centroamérica, y buena parte del bloque sudamericano; y gracias a los sistemas sonoros, ese mundo bucólico y plácido integró la gran tradición musical vernácula nacional, es decir canciones, sones, corridos, que a través de la radio y la pujante industria discográfica, se había venido imponiendo de manera vertiginosa en los mismos mercados, demostrando así la aceptación y enorme popularidad de que eran objeto.
Debido a la comedia ranchera como género de exportación, el típico folclore campirano-nacionalista, sustentado en bailables y atuendos regionalistas, por otra parte muy similar en casi todos los países iberoamericanos, fue también un poderoso elemento de identidad social y cultural para millones de habitantes del continente latinoamericano; y por otra parte, convertida en el género fílmico mexicano “por excelencia”, desarrolló su dramaturgia en un acendrado costumbrismo, derivado a su vez de forma directa de la zarzuela y la novela romántica españolas, tradiciones que desde siglos atrás formaban parte de la cultura imperante en toda Iberoamérica.
Este costumbrismo fílmico, integró otros elementos como jaripeos, corridas de toros, “suertes” charras, peleas de gallos, jolgorios populares, intenso consumo de bebidas “autóctonas” como el pulque, tequila, mezcal, charanda… y a una ambientación la mayoría de las veces saturada de todo tipo de artesanías, sea jarros, cazuelas, ollitas, metates, tapetes, rebozos, sombreros, etc., todo ello muy al gusto de públicos que a todas luces deseaban verse representados en la pantalla.
Por ende, esas películas se convirtieron en el mejor medio masivo audiovisual para dar a conocer y propagar los elementos y maneras de un lenguaje “coloquial” y “cotidiano”, que también jugó un importante papel como elemento de identidad cultural entre los espectadores fílmicos de México, y de los demás países latinoamericanos con afinidades históricas al azteca.
No es por azar, que en su conjunto, las películas mexicanas difundieron un fenómeno entrañable para el espectador:
El lenguaje.
Siendo películas “extranjeras”, oceánidas, lejanísimas, su lengua, sin embargo, no es el doblado, el falso diálogo traducido, sino una lengua hablada directamente.
No sólo directamente, sino hablada en forma tan popular y avulgarada, que lo entiende cualquiera.
Finalmente, la comedia ranchera permitió el surgimiento de las primeras estrellas o ídolos, no sólo nacionales sino latinoamericanos, como:
Tito Guízar, Esther Fernández, Mario Moreno “Cantinflas”, Carlos López Chaflán, René Cardona, Manuel Medel, los hermanos Soler, Joaquín Pardavé, Pedro Armendáriz, Arturo de Córdova, entre otros, por lo que el cine mexicano contaba con un género ampliamente redituable, y un incipiente “Star System a lo Hollywood”; y de éste género se desprenden películas como “2 Tipos de Cuidado”, con Pedro Infante y Jorge Negrete.
Jorge Alberto Negrete Moreno, fue un cantante y actor mexicano, uno de los actores más emblemáticos de “La Época de Oro del Cine Mexicano” que llegó a fundar El Sindicato de Trabajadores de La Producción Cinematográfica de La República Mexicana, y reorganizó, junto con un grupo selecto de actores, La Asociación Nacional de Actores (ANDA), de la cual fue su más destacado líder.
En las décadas de 1930 y 1940, México buscaba símbolos de identidad; mientras que en los murales se rescataba la raíz indígena; El Charro Mexicano resultó para el cine un personaje que podría encarnar los anhelos y nostalgia del México posterior a La Revolución; así, el joven criollo Jorge Negrete, encajaba en el modelo aspiracional de la época; y en muchas de las películas mexicanas de esa etapa, se presentaba una sociedad rural idílica, no exenta de personajes tiránicos enfrentados con el personaje protagónico, es decir, “El Charro Cantor”, apodo que marcaría a Negrete de por vida.
Después de sus primeros grandes éxitos, justamente a partir del melodrama ranchero “¡Ay Jalisco, no te rajes!”, la fama de Jorge Negrete se expandió rápidamente de México a todos los países de Iberoamérica, contribuyendo al estereotipo del mexicano alegre y temerario, con el imprescindible sombrero ancho, que había comenzado con Tito Guízar, pero que con la fuerte personalidad de Negrete, se convierte en símbolo sexual.
Quizás, el primero que movilizó grandes masas, y que fuera imitado por los jóvenes en su modo de hablar y ademanes resueltos.
Era tal la popularidad de Negrete, que en las calles cercanas a los lugares donde se presentaba, era imposible circular.
La histeria colectiva que provocaba, y que tanto indignaba a sus críticos era realmente algo nuevo y desconcertante para la recatada sociedad de ese tiempo.
De hecho, en México, cuando los niños asistían a festividades, muchas madres solían peinarlos con un copete al lado, como Jorge Negrete; y vestirlos de charros.
¡Era la época!
La imagen del charro, el cine mexicano, la moda del tequila y las canciones con mariachi, se difundieron en el mundo a través de la popularidad de Jorge Negrete, así como el interés por México y sus costumbres.
Poco tiempo después, Negrete falleció, el 5 de diciembre de 1953, en la ciudad de Los Ángeles, California, a causa de la enfermedad crónica originada por una hepatitis C, contraída en su juventud, y que le había sido diagnosticada cuando estaba en educación secundaria.
Curiosamente, aunque nunca bebió alcohol, en cambio fumó toda su vida, sin que esto afectase su voz.
Por su parte, Pedro Infante Cruz, fue otro cantante y actor mexicano, el máximo ícono de “La Época de Oro del Cine Mexicano”, así como uno de los grandes representantes de la música ranchera.
A partir de 1939, apareció en más de 60 películas, y se tiene el registro de que grabó 344 canciones en estudio, no incluidas las tomas alternas, ni conciertos; por lo que fue ampliamente reconocido en México; y muchas de sus películas más exitosas, fueron dirigidas por Ismael Rodríguez, que lo convirtió en un actor de popularidad excepcional entre un gran público nacional y el melodrama arrabalero, siendo el género definidor de la época.
Los naturales dotes musicales de Pedro, contribuyeron a su célebre interpretación; y por su actuación en la película “Tizoc” (1956), fue acreedor al Oso de Plata del Festival Internacional de Cine de Berlín al Mejor Actor, y al premio Globo de Oro a La Mejor Película Extranjera.
Su estilo alegre y carismático, cautivó al público mexicano, y sus actuaciones valientes y pícaras, hicieron que muchas personas de distintas generaciones admiraran a Pedro Infante; pues representó al mexicano alegre y enamorado, al héroe urbano de la clase trabajadora, lo que le ganó el cariño y la identificación de las clases populares de México y otros países.
Pero murió joven, como Negrete, pero a los 39 años, cuando el avión que piloteaba se cayó en pleno centro de La Ciudad de Mérida durante su despegue.
En el 2010, año del Bicentenario de La Independencia Mexicana, el canal de cable History Channel, realizó una encuesta para designar a “El Gran Mexicano” de entre varias personalidades mexicanas de los últimos 200 años, resultando en 2º lugar, superando incluso a héroes de la cultura popular como Emiliano Zapata, y artistas plásticos como Diego Rivera.
También, en torno a ellos, hubo una inventada rivalidad entre Pedro Infante y Jorge Negrete, que se debía precisamente a la popularidad de ambos.
Sin embargo, Pedro siempre manifestó agradecimiento y respeto hacia Jorge, ya que gracias a él, Pedro tuvo su primer papel protagónico en el cine mexicano, pues fue Negrete quien le recomendó e impulsó para interpretar el papel en la película de los hermanos Rodríguez, “El Ametralladora”, así como fue también Jorge el que ayudó a Pedro para que los productores modificaran el contrato leonino, en donde lo obligaban a trabajar en varias películas a cambio de un sueldo muy bajo.
En definitiva, el público mexicano aceptó la comedia ranchera, quizás porque estaba atemorizado de la jerga “comunista” que manejada los círculos gubernamentales, y ante la inminente destrucción y desaparición de la hacienda, uno de los elementos tradicionales de la nacionalidad; quizás porque reflejaban una realidad social, pues en el campo, las castas sociales eran y aún son vigentes.
Y es que era una sociedad conservadora, temerosa de Dios, respetuosa de las tradiciones, de la propiedad privada, y amante de las buenas costumbres; y quizás la identificación del público se acentuó por la idealización que se hacía de ellos, pues todos eran “buenos” y sabían vestir y llevar con dignidad los trajes nacionales.
Por último, cabe advertir que sólo una de las películas filmadas en 1938, marcó la pauta para un nuevo género que habría de desarrollarse un año más tarde, como resultado de la candidatura del General poblano, Manuel Ávila Camacho.
Tal fue el caso de “Perjura” de Raphael J. Sevilla, cinta que implícitamente añoraba la “Belle Époque” porfiriana, con su caudal de “lagartijos”, “viejos rabo verde” y “damas de alcurnia” que se paseaban por la pomposa calle de Plateros o la hermosa Alameda Central, aparentemente ajenos a la barbarie que sustentaba el régimen dictatorial derrocado por La Revolución Mexicana.
Así, el discurso complaciente de este tipo de obra fílmica, y su inevitable triunfo taquillero entre los sectores de clase media urbana, resultaría el complemento perfecto al juego ideológico de la comedia ranchera.
La nostalgia del periodo porfiriano, escondía pues, a nivel inconsciente, el rechazo a los cambios sociales, y a sus impredecibles consecuencias.
Sin embargo, el género decayó entrada la década de los 50; ya que la fórmula fue exprimida hasta llegar a realizar películas muy malas y de muy bajo presupuesto.
No obstante, actualmente se las considera como “clásicos de la cinematografía mexicana”
“Yo voy a fingir la indiferencia, y después le voy a proponer una amistad platónica, eso nunca falla mano, siempre caen”
2 Tipos de Cuidado es una comedia musical mexicana del año 1952, dirigido por Ismael Rodríguez.
Protagonizado por Jorge Negrete, Pedro Infante, Carmelita González, Yolanda Varela, Carlos Orellana, José Elías Moreno, Queta Lavat, Arturo Soto Rangel, Mimí Derba, Manuel Noriega, José Luis Moreno, entre otros.
El guión es de Ismael Rodríguez Ruelas y Carlos Orellana; y es una comedia ranchera protagonizada por los 2 grandes ídolos de la cinematografía mexicana:
Jorge Negrete y Pedro Infante.
Como dato, ambos también aparecen en el filme “Reportaje” (1953), pero nunca en el mismo plano; siendo 2 Tipos de Cuidado, la última gran película de Jorge Negrete.
Producida por David Negrete, es entonces la única película protagonizada por ambos, que cuenta con la siempre maravillosa fotografía de Gabriel Figueroa.
Se cuenta que tanto Negrete como Infante, se negaron durante mucho tiempo a trabajar juntos; y para lograr dicha hazaña, la producción pasó por un largo camino de negociación entre las 2 estrellas que, a pesar de que mantenían una relación afectuosa fuera de los sets de filmación, cuando les llegó la posibilidad de colaborar juntos, los egos y la inseguridad atoraron el inicio de su rodaje.
Sin embargo, una vez que dicho contratiempo se solucionó, gracias en gran medida a la intervención del entonces Presidente de La República, Miguel Alemán, la película se convirtió en uno de los éxitos sin precedentes más destacados del cine mexicano hasta nuestros días.
Y se cuenta que cuando finalmente aceptaron, Infante tenía miedo de cantar, porque creía que su voz podía ser abrumada por la voz operística, fuerte y hermosa de Negrete; además, Negrete tenía miedo de actuar, pues a Infante se le consideraba, probablemente, como el mejor actor de América Latina.
El resultado fue sin embargo, excelente.
Ismael Rodríguez y Carlos Orellana, desarrollaron un guión masterizado.
Rodríguez los dirigió con cuidado, y obtuvo la mejor interpretación de Negrete; y la promoción que tuvo el filme en los periódicos de circulación nacional, no podía ser más atrayente:
“¡El acontecimiento del cine mexicano!
¡Increíble pero cierto!
¡Por primera vez juntos, Jorge Negrete y Pedro Infante!
¡La comedia más divertida del año, ría y goce usted con los pleitos y los amores de estos 2 Tipos de Cuidado!”
Así fue como iniciaba la devoción que los mexicanos le han proferido a esta película a lo largo de los años; pues entre sus logros, 2 Tipos de Cuidado consolidó el cine que mostraba el folclore popular mexicano que películas como “Los Tres García” y “Nosotros, los pobres” ya habían encarado, pero también innovó en ciertos aspectos, al mostrar uno de los primeros “bromances” míticos de la cinematografía mexicana, mientras que, por otro lado, exploró dentro de la comedia ranchera, aquella que es denominada como “la comedia de enredos” a partir de un argumento poblado de malos entendidos que son los responsables de enfrentar a este par de viejos amigos.
Por tanto, 2 Tipos de Cuidado es para muchos, la mejor comedia mexicana con toques machistas, moderados.
La anécdota de la historia no es demasiado trascendente, sin embargo, la escena de “las coplas”, es uno de los momentos clásicos del cine mexicano.
2 Tipos de Cuidado inició su filmación el 4 de agosto de 1952, en los estudios Churubusco, y fue estrenada el 5 de noviembre de 1953, en los desaparecidos cines México y Mariscala en La Ciudad de México.
La acción tiene lugar en la zona rural de México, en la década de los 50, en un pequeño pueblo.
Jorge Bueno (Jorge Negrete) y Pedro Malo (Pedro Infante), son los mejores amigos rancheros que están enamorados de 2 jovencitas del pueblo.
Pedro ama a María (Yolanda Varela), hermana de Jorge, quien está enamorado de Rosario (Carmelita González), la hija de un abonero árabe.
Pero Jorge tiene que irse del pueblo, y al regresar 1 año después, encuentra a Pedro casado con Rosario…
Despechado, Jorge trata de arruinar a su ex-amigo y rival, sin sospechar que todo el embrollo es producto de la nobleza de Pedro.
Un aspecto interesante de la historia, es que Negrete e Infante mantienen sus nombres de pila; donde Jorge Negrete es “El Bueno” y Pedro Infante es “El Malo”, metafóricamente, pero de manera muy inocente.
Sin embargo, al final de la historia, uno se explica el comportamiento de Pedro y lo noble que en realidad ha sido.
No así el comportamiento de Jorge; pero ambos llegan a acuerdo sin importarle la opinión de la gente, llegando a la fiesta final donde ocurre las típicas historias de enredos.
La magnífica voz de barítono/tenor de Jorge Negrete, y la magnífica voz de tenor de Pedro Infante, hacen de esta película una de las joyas del género ranchero; lamentablemente, al año siguiente, “El Charro Cantor”  Jorge Negrete moriría de una enfermedad hepática en Beverly Hills a los 42 años; y Pedro Infante, conocido como “El Ídolo de Guamúchil”, “El Ídolo de México”, “El Inmortal”, “El Infante”, “El mil amores”, etc., lo seguiría 4 años más tarde, a la edad de 39 años, en el accidente de un avión de carga que piloteaba en Mérida.
Probablemente, estas muertes prematuras, son la causa de la popularidad de esta película, y la única en la que estas 2 superestrellas mexicanas, y latinoamericanas, compartirían escenas, de las cuales, el duelo de canto y las escenas de la fiesta final, son monumentos de gran actuación y excelente canto; así, la producción queda como el máximo ejemplo de la comedia ranchera, con escenas que están dentro de la conciencia colectiva mexicana, y punto culminante de la llamada Época de Oro; aunque peque de inocente y “buenista”, con elementos exagerados, absurdos e increíbles, es muy entretenida y recomendada.
“La gente dice sincera:
Cada vez que se hace un casorio, que el novio siempre la quiera, sino que le hagan velorio.
Para esta novia no hay pena, pues va a tener buen marido.
Jorge Bueno es cosa buena por lo menos de apellido.
Jorge Bueno es muy bueno hijo de Bueno también
¡Y su abuelo, ay qué bueno!
Quien se llamara como él”
El director Ismael Rodríguez, consiguió el logro de unir a los 2 más grandes comienzos masculinos del mundo del espectáculo mexicano; pero esta vez, Pedro Infante no pudo tomar ventaja de tener a su director/protector, incluso en algunas entrevistas, Rodríguez declaró que Infante solía llamarlo “papá”; porque Negrete era el líder de la unión de actores... sin embargo, 2 Tipos de Cuidado es uno de los trabajos cinematográficos más excepcionales de Ismael Rodríguez, debido a que la trama permea la parte visual en el simbolismo como en la rivalidad de los personajes, enfatizando los juegos de cámara, la edición y el emplazamiento que adquiere el punto de vista y la perspectiva.
El título se traduce aproximadamente como “2 jóvenes a los que hay que prestar atención”, por la picardía y lo enamorados… sin olvidar lo sexosos; porque es una película muy parecida a su época, políticamente incorrecta en muchos niveles; y esto se superpone con una gruesa capa machista, lo que subraya la historia del privilegio masculino y el doble estándar.
No sobra decir que la película tampoco está exenta de crítica, porque muchos señalan que el filme resalta clichés que la sociedad mexicana sigue luchando por erradicar…
A pesar de ello, 2 Tipos de Cuidado se consagró como una de las mejores cintas de Ismael Rodríguez, de la época y del género, y aún es valorada por su estupenda manufactura y por haber reunido a 2 grandes del cine mexicano.
En el fondo, la película es muy divertida, es una farsa de malentendidos de ritmo acelerado, muy al estilo de Hollywood, hay que decirlo todo; acerca de 2 amigos caídos en una confusión matrimonial.
La película está un poco inconexa al principio, con un prólogo bastante largo...
Esto configura el conflicto a seguir; y una vez que la historia se pone en marcha, es divertido ver a los antiguos amigos tratar de tropezar unos con otros, y aunque no parece posible, hay un documento de identidad plausible y satisfactorio.
A lo largo del desarrollo, las 2 estrellas y otros miembros del reparto, se meten en la canción con bastante frecuencia; y estos tienden a ser del estilo folclórico “ranchero”, que es el género generalmente asociado con los 2 cantantes.
El aspecto de la película, además, se basa en una visión folklórica del México rural; con la excelente fotografía de Gabriel Figueroa, todo un lujo; con hermosas vistas del campo, así como la iluminación de claroscuro en las escenas interiores.
La trama narra la historia de 2 amigos en “El México Rural” de los años 50:
Jorge Bueno y Pedro Malo.
Ambos comparten aficiones como la parranda, el juego y las mujeres; pero a pesar de su complicidad en sus múltiples correrías en el pueblo, están realmente enamorados de 2 mujeres a las que quieren para novias formales, y con las cuales se comportan con toda propiedad.
Una de ellas es Rosario (Carmelita González), la cual es pretendida por Jorge, y a la vez es prima de Pedro.
La otra se llama María (Yolanda Varela), y es pretendida por Pedro, pero además es hermana de Jorge.
Después de una ausencia de 1 año, Jorge Bueno regresa al pueblo solo para encontrarse con que Pedro, se ha casado con Rosario.
Herido de resentimiento hacia Rosario, empieza a cortejar a Genoveva (Queta Lavat), hija de un General (José Elías Moreno), con la que tiene planes firmes de casarse.
En cuanto a Pedro, Jorge lo humilla enfrente de todo el pueblo, cada vez que se le presenta la oportunidad, como castigo a su mala acción sin que éste haga nunca nada por defenderse.
Sin embargo, para el orgullo de Jorge, ningún desprecio será suficiente para calmar su ira, y cuando Pedro lo busca para pedirle que no le corte el suministro de agua para sus cosechas, ya que Jorge posee el rancho que provee el agua a varios ranchos en los alrededores; entonces Jorge decide arruinarlo, negándosela.
Pedro, a pesar de la mala perspectiva económica en la que se encuentra, la cual empeora ya que Rosario acaba de dar a luz, prosigue su rutina de parrandas y mujeres ante la desaprobación absoluta de su suegro, Don Elías (Carlos Orellana), que le reprocha a su hija constantemente, el haberse casado con un hombre tan irresponsable y mujeriego.
Precisamente por su carácter alegre, Pedro es muy apreciado por la gente del pueblo, y entre ellos por El General, el cual, al encontrárselo incidentalmente en la calle, lo invita a la fiesta que va a organizar en su casa, con motivo del anuncio del compromiso de la boda de su hija, Genoveva; con Jorge, sin saber que entre los 2 amigos ahora existen problemas irreconciliables.
Pedro acepta gustoso pues, al seguir enamorado de María, la hermana de Jorge, ve en esta ocasión una oportunidad para acercarse a ella y buscar su perdón.
Jorge, al notar la presencia de Pedro en la fiesta, provoca mucha tensión en el ambiente, y solo está buscando una ocasión para echarlo de la misma sin armar un escándalo frente a los invitados de su futuro suegro.
En este punto se da el famoso duelo de coplas entre las máximas estrellas del cine mexicano.
Cuando Jorge descubre a Pedro tratando de enamorar a su hermana, lo echa de la fiesta furioso, y lo amenaza diciéndole que si no se va al día siguiente en el pueblo, el mismo lo matará...
Al día siguiente, Jorge descubre que Pedro sigue en el pueblo, y sale en su busca para cumplirle la promesa, pero Pedro se rehúsa a pelear para defenderse, solo lo hará con una condición:
Le revelará la verdad de su “traición”, y si después de saberla Jorge insiste en batirse, entonces habrá duelo.
Se encierran a hablar en un privado de la cantina, ante la expectativa de todos los parroquianos, y 10 minutos después, Jorge sale solo, completamente impresionado, ya que por fin sabe la verdad detrás del matrimonio de Pedro y Rosario.
Pedro sale después, y pide un mariachi de inmediato.
Pedro le lleva mariachi a María, al mismo tiempo que Jorge a Rosario…
Por un lado, Don Elías corre a Jorge, ya que Rosario ya está casada, y hasta una hija tiene; así que Jorge decide gritarle a Rosario que la quiere…
Y por el otro lado, María intenta correr a Pedro, quien le volvió a confesar su amor, y le echa en cara que aparte de casarse con la novia de su mejor amigo, esta era como su hermana.
Pedro le repite que si ella se lo pide, terminará su matrimonio inmediatamente, pero María no acepta, y finalmente termina de correrlo.
Rosario llora angustiada por la serenata que Jorge le llevó, mientras Don Elías la consuela, prometiéndole que él hablará con Jorge en cuanto esté sobrio, y echándole la culpa a Pedro por mal marido.
Al día siguiente, Pedro y Jorge se encuentran en el monte:
Jorge le reprocha a Pedro, el haberle llevado serenata a María, y Pedro se la devuelve, diciéndole que le hizo quedar como cornudo, por llevarle serenata a Rosario.
Tras un intercambio de palabras, Jorge le da un puñetazo a Pedro, y Pedro se lo devuelve.
Pedro tiene la oportunidad de matar a Jorge, golpeándolo con una enorme piedra; mientras Jorge lo tiene apuntado con la pistola, pero deciden calmarse, y dejar las tonterías a un lado.
Jorge le pide a Pedro una entrevista con Rosario, usando como excusa que al día siguiente tendrá una fiesta por “El Día de su Diablo”, ya que así no hay sospechas de ningún tipo; y Pedro, algo a la mala, acepta.
Parece ser que todo está arreglado, y que han vuelto a ser tan amigos como antes, aunque con ciertos roces...
De regreso a su casa, un grupo de muchachas se burla de Pedro por la supuesta infidelidad de Rosario, pero lo peor llega cuando El General lo intercepta, y le dice que debe matar a Jorge, ya que aunque este avergonzó a su hija, el más agraviado es Pedro; aunque trata de zafarse del asunto, Pedro no puede más que aceptar, y él y El General van en busca de Jorge.
De camino, Pedro le inventa al General, que Jorge tiene una “enfermedad incurable”, probablemente de origen sexual; y como no quería que Genoveva sufriera por eso, en su lugar se inventó un amorío para desilusionara.
El General al principio parece creer la mentira, pero decide que lo aclarará con Jorge, y arrastra a Pedro con él.
Y lo encuentran afuera de la oficina de correos, a punto de enviar una carta para Genoveva, en la que le explicaba el porqué de su comportamiento; entre lo que Jorge dice y la carta que este escribió a Genoveva, que casualmente menciona una enfermedad incurable que padecía… El General acepta que el compromiso se rompa, creyendo que es para desilusionar a su hija de Jorge, por su bien, y se une al plan, sin conocer las verdaderas intenciones de Pedro y Jorge.
Finalmente el día de la fiesta llega y, tras convencer a su mujer, Pedro lleva a Rosario y a Don Elías a la fiesta de Jorge.
Pedro saca a bailar a María, y Jorge a Rosario, mientras son seguidos todo el tiempo por Don Elías, para que ambos puedan hablar con ellas sin interrupciones.
Jorge le dice a Rosario que la quiere, que Pedro le dijo toda la verdad, y agrega que no le interesa nada de eso, y que si lo acepta, querrá a su hija como suya.
Rosario intenta convencerlo de que es imposible, sobre todo porque María ahora la odia, pero Jorge le dice que ella la perdonará en cuanto sepa la verdad.
Aunque Rosario se niega, Jorge le dice que entonces él se lo dirá a su hermana, y Rosario termina aceptando, confesándole la verdad a María.
Mientras, Pedro le pregunta a María, si alguna vez lo quiso, y ella le confiesa que sí, pero que no lo había aceptado porque no quería compartir su amor con “chamaconas”, y que por eso se hacía la difícil.
Jorge llega con Rosario en ese momento, y obliga a María y a Rosario a hablar en privado, mientras él y Pedro planean seguir con su farsa, escapar a la capital, que Pedro se divorcie de Rosario, para que Jorge pueda casarse con ella, y Pedro con María, y si es necesario, huir a los Estados Unidos.
Don Elías, quien ha seguido todos los movimientos de ambas parejas, exige que él, Pedro y Rosario se vayan de la fiesta, por lo que para ganar tiempo, Pedro y Jorge encierran a Don Elías en una bodega, pero los verdaderos problemas empiezan cuando el doctor llega a la fiesta…
Mientras Jorge y el doctor hablan, un niño del pueblo llega a pedirle al doctor que vaya a curar al mayordomo de un rancho al que se le cayó el caballo encima, pero en realidad es una mentira ideada por Pedro…
El General llega en ese momento, pidiendo hablar con el doctor, pero el niño lo apura, y lo deja con la palabra en la boca.
Jorge y Pedro conversan con El General, y deciden seguir con el plan.
Rosario y María salen después de terminar su conversación, y María felicita a su hermano por su gran corazón, y le pide disculpas a Pedro, por la mitad de las cosas que dijo de él.
En ese momento, El General llega diciéndole a los 4, que Genoveva ya llegó, que bailen para seguir con el plan, así que Rosario y Jorge empiezan a bailar, mientras María y Pedro hacen lo mismo.
Genoveva ve a Jorge con Rosario, y este la ignora; mientras, una pareja deja salir a Don Elías, y ve a ambas parejas bailar.
El General lo ve, y al creer que Don Elías ignora el plan, decide explicarle el asunto.
Mientras tanto, el doctor se encuentra en la calle con “el enfermo” que iba a curar, y al ver que le tomaron el pelo, decide regresar a la fiesta...
Después de que termina el baile, Pedro y Jorge quieren explicarle todo a Don Elías, pero este dice que ya lo ha entendido todo gracias al General, que en ese momento llega y le devuelve a Jorge el anillo de compromiso de Genoveva; mientras, Doña Josefa, la madre de Jorge y María regresa de su viaje, y consuela a Genoveva, diciéndole que igual a ella, su marido “le dio mucha guerra con las mujeres casadas”
Después de hablar con ella, El General le dice que debió advertirle sobre el mal de Jorge, pero ella, creyendo que habla de la naturaleza mujeriega de su hijo, le dice que exagera.
Tras despedir al General, se encuentra con Don Elías, que solo la confunde más.
Mientras, Jorge, Pedro, Rosario y María empiezan a empacar sus cosas para huir, pero justo en eso llega Doña Josefa con Don Elías, atrapando a Pedro besando a María, y a Jorge besando a Rosario.
Harta de tanta tontería, exige saber la verdad, pero solo le creerá a María y Rosario; así que Pedro y Jorge salen para que pueda hablar con ellas.
El General, que finalmente ha hablado con el doctor, y sabe que no hay tal enfermedad, agarra a Jorge y a Pedro, y decide matarlos por la vergüenza que le hicieron pasar a él y a su hija, a pesar de las suplicas del doctor de evitar esa matanza…
Finalmente, Doña Josefa sabe la verdad, e incluso Don Elías, que proclama que como lo engañaron como a un chino, ahora es asiático… aunque sigue sin aceptar lo de “los matrimonios cruzados”; justo en eso llega el doctor, y le informa que El General se va a matar a balazos con Pedro y Jorge, por lo que ambos corren a la plaza del pueblo donde todos quieren impedir la masacre, más que nada porque la gente del pueblo quiere que Jorge y Pedro cierren la fiesta con una canción; incluso tratan de razonar con El General, diciéndole que primero los deje cantar, y que luego los mate.
Pero El General se niega.
Doña Josefa llega en ese momento y le pide al General que le deje explicarle toda la verdad en privado:
Rosario fue violada, y al saberse embarazada, quiso quitarse la vida, pero Pedro se prestó a casarse con ella para defenderla del oprobio, y darle un nombre a la criatura; pero solo han vivido como hermanos.
El General entiende finalmente la situación, y perdona a Jorge y a Pedro.
Finalmente, Pedro y Jorge dan el cierre de la fiesta cantando.
Pedro y Rosario se divorcian, e inmediatamente Pedro se casa con María, y Jorge con Rosario; mientras todos los demás, entre ellos Don Elías, El General y Doña Josefa, disfrutan de la fiesta.
Finalmente Jorge y Pedro vuelven a ser tan amigos como antes.
2 Tipos de Cuidad tuvo uno de los rodajes más míticos, accidentados y largos, de 2 años de elaboración; y se ha mantenido como un testimonio del cine popular, una película que ha sobrevivido al paso del tiempo, y que se conserva en el gusto de los espectadores, aspectos que los especialistas también han destacado en los análisis que han hecho del filme, quienes, además, asientan que es una película con un humor sarcástico, delirante; de una estética hermosa, y que ha dejado una de las escenas más memorables del cine mexicano:
El duelo de coplas entre Jorge Bueno y Pedro Malo.
Y más allá de la pícara historia, que fue pensada para ellos, el revuelo en torno a la película fue porque 2 grandes del cine, estarían juntos por primera y única vez.
Evidentemente, una de las escenas memorables, es la serenata simultánea, cuando los 2 cantan “Ojos Tapatíos”
Para esa escena, se usó por primera vez en el cine mexicano la pantalla dividida; donde Jorge canta la “Serenata Tapatía”, y Pedro entona “Alevántate”
Al final, ambas estrellas aparecen al mismo tiempo, por medio de una pantalla dividida, recurso que nunca había sido utilizado en el cine mexicano, cantando a dúo “Ojos Tapatíos”
Sobre esta secuencia se puede decir que el duelo vocal evidentemente lo ganó Jorge Negrete, pues contaba con una voz privilegiada, y relegó a Pedro a una modesta segunda voz.
Por otra parte, técnicamente la película es de gran factura, donde destacan muchas escenas que fueron filmadas por un Ismael Rodríguez en estado de gracia:
Las escenas en el casino donde ambos juegan a las cartas, la pelea a golpes, las “coplas de retache” en la fiesta de compromiso de Jorge, o la escena donde se retan a un duelo con pistola; y el desenlace:
Una gran fiesta mexicana que encabezan los 2 charros en medio de un jolgorio de papel picado, frutas frescas, charros y chinas poblanas.
De Ismael Rodríguez no podemos decir que cambie mucho su línea de producción cinematográfica de la época, y nos entrega una historia cómica, en la que aquéllos desafortunados se ven de forma grata y conformista en su situación, mientras que, aquéllos provenientes del éxito de la ciudad, clases media y hacia arriba, adoptan un rol idóneo de progreso y paternalista sobre los demás, a quienes vienen a apoyar con su solvencia económica.
Pero, a pesar de esto, la película junta de manera exitosa a las 2 grandes estrellas de la época en el cine mexicano:
Jorge Negrete y Pedro Infante.
Y es que 2 Tipos de Cuidado es una película que, como una buena cantidad de las que fueron producidas durante el gobierno de Miguel Alemán, nos ofrece una mirada cómica de la vida en los pueblos, los que en esa época vivían una etapa de transición, y con una fuerte migración de sus habitantes hacia las ciudades.
Lo que podemos ver en la película, es un poblado en el que Los Generales, los hombres y mujeres con las antiguas costumbres y las fiestas de pueblo comenzaban a formar parte del pasado, y podemos verlo en las edades de dichos personajes, y a tornarse en folclor y dejar de ser cotidianeidad para las generaciones que empezaban a desenvolverse en las ciudades.
Por lo que en una mirada seguramente intencionada e impulsada, no solo por la veracidad de los hechos, sino por una campaña “no oficial” gubernamental de popularizar la idea de la modernidad y el cambio de roles de importancia para el desarrollo de un México rural, a un México de empresarios y grandes ciudades.
Así, en los personajes vemos un marcado machismo, reflejado en este caso, en las actitudes despreocupadas y desinteresadas de Pedro Malo, con respecto a sus responsabilidades como esposo y futuro “padre”, quien continúa su vida en bares y cortejando mujeres, provocando disgusto y desaprobación de su tío/suegro, e incrementando la mala imagen de traicionero, mujeriego y machista con Rosario y Jorge.
Mientras que el papel de Jorge Bueno, es un hombre de campo que, tras su ventura a la ciudad, vuelve como un hombre exitoso y respetado al poblado que lo vio crecer.
Son imágenes como la del auto-lavado con préstamo de caballos, con mala/pésima ortografía; y el trato diferenciado a quienes llegaban con auto, pues les prestaban caballo; o con bicicleta, cuando mucho un burro… o el ruego de Pedro Malo a Jorge Bueno por agua para sus tierras, nos hablan mucho acerca de esta transición mencionada, y la forzosa adaptación y subordinación a las nuevas exigencias que vivir al margen de lo que sucedía en las ciudades provocaba.
Estos 2 machos mexicanos, a pesar del discurso, únicamente eso, vanguardista del gobierno, no abandonan ese papel:
Son 2 amigos fiesteros que, a pesar de las dificultades que pudieran traer las mujeres, ellas pasan a un segundo plano, y son utilizadas como objeto de reconciliación entre los compadres.
La colección de elementos vernáculos en la película es, ciertamente, exquisita:
Las fiestas de pueblo, la arquitectura, las aguas frescas, las fiestas de compromiso, etc.
Infante con su encanto natural, parece que no le importa en absoluto las enormes diferencias entre su voz y la de Negrete en las diversas escenas musicales, y Negrete parece estar feliz con el gran respeto que Infante y Rodríguez le dispensan.
Según este acuerdo, el público obtuvo el mayor beneficio para poder ver a sus 2 ídolos juntos en una película muy entretenida.
Además, Rodríguez no tuvo que inventar nada nuevo, por lo que colocó a Infante en un entorno rural, como el pobre de la historia, como es habitual en su películas, especialmente en algunas dirigidas por él; y le dio a Negrete su papel habitual de rico, y una buena posición social, ideal para exaltar su arrogancia natural.
Dijo Rodríguez, que tuvo cierta discusión con Infante, porque tenía que pedirle que redujera su intensidad; y para evitarlo, parece sobrestimado frente a la frialdad de Negrete.
Aunque siempre se ha hablado de una supuesta rivalidad entre ellos, lo cierto es que, según el testimonio de Ismael Rodríguez, Pedro admiraba mucho a Jorge, y durante la filmación de la película, hubo una buena relación entre ellos que incluyó hasta bromas que le hicieron a él mismo, sin embargo, como 2 estrellas de la época que eran, había una “sana rivalidad”
“Pedro nunca pudo hablarle de tú a Jorge, le decía “Don Jorge”….
Cuando se grabó la película, Pedro andaba haciendo sus travesuras, y poco a poco pervirtió a Jorge”, recordó Rodríguez.
Sin olvidar que en esta mítica cinta, también actuaron muy correctamente:
Carmelita González como “Chayito”, el amor de Jorge; y Yolanda Varela como María, la enamorada de Pedro; al tiempo que se parodia a los personajes del General, El Padre, El Doctor… y hasta “la señora bien”
Y como es de esperar, hay momentos musicales memorables, como el de Pedro Infante cantando “La Tertulia” con motivo del nacimiento de su hija, o el mismo Pedro dedicando a Genoveva el bolero “La Gloria eres Tú”, con un arreglo orquestal precioso en su ejecución, lo que lo consolida como un intérprete multifacético.
Esto sucede en su fiesta de cumpleaños; y son otros los momentos musicales más importantes de la película.
Uno de los momentos cumbres, y una verdadera joya antológica del cine mexicano, sucede durante la fiesta del santo de Genoveva, donde los 2 protagonistas, Pedro Malo y Jorge Bueno, cantan las coplas con las guitarras del Trío Tamaulipeco de Los Hermanos Samperio.
La segunda escena musical durante el filme, que lo vuelve memorable, es cuando Pedro y Jorge llevan serenata a sus respectivos amores, después de haberse revelado toda la verdad entre ellos.
En esa ocasión, Jorge canta acompañado del Trío Calaveras, “La Serenata Tapatía”; y Pedro canta “Alevántate”, acompañado nuevamente por El Trio Tamaulipeco de Los Hermanos Samperio.
Al final de la escena, cantan a dúo “Ojos Tapatíos”
Por supuesto, es inolvidable la extraordinaria interpretación de canciones como:
“¿Quiubo, cuándo?”, “La Gloria eres tú”, “Ojos Tapatíos”, “Coplas”, “Serenata Tapatía”, “La Tertulia”, entre otras grandes que forman parte del repertorio musical de esta película, probablemente, el elemento más valioso del filme.
Por cierto, la música de la película fue compuesta por Manuel Esperón; y se cuenta que los protagonistas habían acordado interpretar el mismo número de canciones; siendo cantadas por Jorge:
“O Sole Mio”, “Quiubo, cuándo?”, “Serenata Tapatía” de Manuel Esperón y Ernesto Cortázar.
Mientras Pedro cantó:
“La Tertulia” de Salvador “Chava” Flores; “La Gloria eres Tú” de José Antonio Méndez; y “Serenata Mexicana” o “Alevántate" de Manuel M. Ponce.
Y cantaron juntos:
“Coplas” de Manuel Esperón y Pedro de Urdimalas; “Dos Almas” también conocido como “Mia” de Manuel Esperón y Felipe Bermejo; “Ojos Tapatíos” de Méndez Velázquez y J.F. Elizondo; y “Canción Mexicana” de Manuel Esperón.
Como dato, en diciembre de 1952, su trabajo conjunto en esta película llevó a Jorge Negrete y Pedro Infante a presentarse juntos en una temporada en El Teatro Lírico, donde repitieron el duelo de coplas entre Jorge Bueno y Pedro Malo.
“Procurare ser tan bueno como dice mi apellido.
Que se trague su veneno el que velorio ha pedido.
Pedro es Malo de apellido.
Retachar es su cuarteta el nomás es presumido.
Porque no es Malo... es maleta
Pedro Malo es muy malo, malo por obligación
Y su abuelo...
¡Uy que malo!
Hay que comprarle su león”
En el mes de noviembre nacieron 2 de los máximos ídolos del cine mexicano:
Jorge Negrete, nacido el 30 de noviembre de 1911, en Guanajuato; y Pedro Infante, el 18 de noviembre de 1917, en Sinaloa.
Ellos fueron 2 artistas que, con sus diversas peculiaridades y singularidades reflejadas en sus actuaciones y su vida personal, hicieron que el pueblo mexicano volteara a ver en ellos a 2 personajes a seguir, caracterizados por ser el claro ejemplo del varón mexicano de la época, ayudando a formar una identidad nacional que estaba en proceso desde La Época de La Revolución.
Y no se puede negar que los 2 poseían grandes voces, pero con notorias diferencias:
La voz de Jorge Negrete siempre dio de qué hablar, inclusive actualmente se sigue discutiendo si era barítono o tenor, cualidad que lo llevó a ser nombrado “El Charro Cantor”
Algunas de sus más destacadas canciones son:
“¡Ay Jalisco no te rajes!”, “México lindo y querido”, “El jinete” y “Chaparrita cuerpo de uva”
Evidentemente su especialidad fue la música ranchera, género que le sirvió para convertirse en ícono nacional y que, además, le propició actuar en más de 40 películas.
Algunas de sus cintas más recordadas son:
“La madrina del diablo” (1937), “Si Adelita se fuera con otro” (1948), “Los tres alegres compadres” (1951) o “El charro inmortal” (1955), por mencionar sólo algunas, en las cuales era caracterizado como un mujeriego, arrogante, macho, pero valiente, y de buen corazón.
Muchos cantantes se han visto influidos, y han expresado su admiración hacia Jorge Negrete; desde los populares, como el mismo Pedro Infante, hasta los artistas líricos, entre ellos, los famosos tenores:
Alfredo Kraus y Plácido Domingo.
Kraus comentó que cuando le preguntaron, qué discos le gustaba escuchar, dijo:
“Jorge Negrete”
Domingo, por su parte, expresó en su libro “Mis primeros cuarenta años” que para él, Jorge Negrete era el “Non Plus Ultra”, es decir, “No hay más allá”, la misma admiración que ha demostrado todo el tiempo con homenajes, y grabando los temas que Negrete convirtió en clásicos.
Y se dice también que el tenor italiano, Franco Corelli, llegó a elogiar la voz de Jorge Negrete, diciendo que si éste hubiera continuado con su carrera de cantante de ópera, habría llegado a estar entre los mejores del mundo.
Desde sus inicios, Jorge Negrete fue clasificado por su registro y tesitura como barítono; sin embargo, al paso de los años han surgido controversias y opiniones encontradas, que arguyen que su rango vocal es demasiado alto para un barítono, y hay quienes opinan que en realidad era un tenor dramático.
Sin embargo, Jorge jamás muestra en ninguna de sus interpretaciones que puede alcanzar las notas agudas máximas propias de este tipo de voz.
Desde luego, la técnica que usa es más propia de la voz de barítono, donde a partir del re3 ya empieza a girar estando cubierta en el fa natural.
Un la3 ya era una nota extrema para la voz de Jorge Negrete.
Es por esto que quizás la clasificación más adecuada para la voz de Jorge Negrete, es la de “primo barítono assoluto”, que clasifica a los barítonos que tienen la capacidad de dominar el rango completo del registro baritonal, y que pueden alcanzar los tonos más graves y bajos del registro a toda su potencia, cuerpo y oscuridad, así como la habilidad de alcanzar las notas más altas en toda su fuerza y esplendor, dando a la voz la coloratura y el brillo máximo que un barítono puede alcanzar, y que en ocasiones se puede llegar a confundir con el de algunos tenores.
Algo así como la voz de Plácido Domingo…
Mientras que Pedro Infante, al igual que en la actuación, tenía una gran versatilidad para la música, y hoy en día cuenta con melodías muy recordadas como:
“Amorcito Corazón”, “Deja que salga La Luna”, “Historia de un amor” o las propias “Mañanitas”
Interpretando protagónicos desde un carpintero e indio, hasta un sacerdote o millonario, el llamado “Ídolo de Guamúchil”, Pedro Infante, iba más allá de sus actuaciones, ya que la gente lo empezó a ver como un icono dentro y fuera del escenario, y aunado a que La Época del Cine de Oro Mexicano estaba en su máximo apogeo, trascendió fronteras, principalmente en América Latina.
Y a raíz de su confluencia en los escenarios, durante años se habló de una rivalidad entre los 2 cantantes, aunque la realidad era otra; si bien no eran grandes amigos, si existía un mutuo respeto y profesionalismo.
Diana Negrete, hija de Jorge, en alguna ocasión refirió una anécdota del valor de la amistad entre Jorge y Pedro:
“Fue en los últimos días de Jorge, cuando Pedro llegó a visitarlo al hospital, llevándole de regalo un tren eléctrico, manifestándole a Pedro que, de niño siempre soñó con un juguete así.
Alguna gente del personal hospitalario se deleitó al ver a aquellos personajes tan famosos, jugar como niños.
Desgraciadamente, la enfermedad acabó con Jorge en los siguientes días.
Quienes vimos por los noticieros que se transmitían en el cine, recordamos con admiración la forma tan imponente, como el llanto desgarró la sensibilidad de Pedro, al despedir para siempre a su querido amigo.
De igual forma, podemos recordar que a la muerte de Jorge Negrete, un mes después del estreno de “2 Tipos de Cuidado”, el 5 de diciembre de 1953, Pedro hizo guardia de honor, y acompañó el cortejo fúnebre, enfundado en su traje de patrullero de tránsito, que recuerda a su personaje en la cinta “A toda máquina” (1951) de Ismael Rodríguez; y meses más tarde, grabaría el corrido “Jorge Negrete”, compuesto por Enrique Crespo, en honor a “El Charro Cantor”
Se cuenta que el día de la muerte de Negrete, el 5 de diciembre de 1953, fue considerado luto nacional, y se guardaron 5 minutos de silencio en todos los cines del país.
Solamente en el aeropuerto de La Ciudad de México se congregaron cerca de 10.000 personas para recibir su cadáver.
En El Teatro de La ANDA, que hoy lleva su nombre, sus restos mortales permanecieron expuestos para que el pueblo le rindiera homenaje.
Sus admiradores, caminaron enfrente de su ataúd formando una fila ininterrumpida durante 2 días con sus noches.
Y el día de su entierro, una valla humana de cientos de miles de admiradores bordeó el trayecto del Teatro de La Asociación Nacional de Actores, hoy Teatro Jorge Negrete; hasta El Panteón Jardín, al sur de La Ciudad de México.
A los pocos días, José Alfredo Jiménez, Luis Aguilar, Trío Calaveras, Amalia Mendoza y Antonio Badú, entre muchos otros artistas, le rindieron tributo en un cortometraje musical, compuesto y dirigido por el maestro Manuel Esperón.
Y cada aniversario de su muerte, se reúnen grandes cantidades de admiradores ante su tumba, y en diversos países latinoamericanos se transmiten programas especiales por radio y televisión, dedicados a su memoria.
Por su parte, Pedro Infante fue un fanático de la aviación...
Acumuló 2,989 horas de vuelo como piloto; y estaba registrado con el nombre de rol de “Capitán Cruz”
Previo al accidente que le costó la vida, ya había tenido otros 2 accidentes aéreos:
El primero en la ciudad de Guasave, en Sinaloa, donde al intentar despegar de una pista improvisada, el avión no pudo ganar altura, y se fue de frente contra un cultivo de maíz.
De ese accidente le quedó una pequeña cicatriz a la altura de la barbilla.
Y el segundo desplome fue cerca de Zitácuaro, en Michoacán, razón por la que tuvo que implantársele una placa de platino en parte del cráneo.
El 15 de abril de 1957, Pedro Infante piloteaba un Consolidated B-24 Liberator, matrícula XA KUN de la empresa TAMSA, el cual fue un bombardero en La Segunda Guerra Mundial.
Poco después de despegar del aeropuerto, y cuando había alcanzado unos 20 metros de altura, la aeronave se desplomó entre las 7:30 y las 8:00 horas en el cruce de las calles 54 Sur y 87, en pleno centro de la ciudad de Mérida, en Yucatán, en el sureste de México.
Hubo 2 víctimas más en tierra...
El avión cayó en el patio del predio de la calle 54 Sur y 87; sin embargo, su monumento se erigió en la calle 62 y 91, ahí que se le nombró, Plaza Pedro Infante.
Pedro era muy querido en Yucatán, y después de su muerte, se supo de lo caritativo que era con los menesterosos, a quienes les entregaba todos los sábados una despensa.
Año tras año, Pedro Infante sigue convocando gran número de fanáticos de todas las edades frente a su tumba en El Panteón Jardín de La Ciudad de México.
Y entre los asistentes, hay quienes se visten como algunos de los personajes que caracterizó, y se le recuerda con una misa luctuosa, guardias de honor y, por supuesto, con música y las canciones que hiciera famosas a “El Ídolo de Guamúchil”, lo que demuestra la gran popularidad que aún tiene como actor y cantante en la cultura popular mexicana.
También, en el sitio en el que murió, en la calle 54 Sur con 87, cada 15 de abril se organiza un desayuno tradicional, una carrera atlética, y un festival en la noche.
Como dato, los principales beneficiarios económicos de su legado, han sido los propietarios de los derechos sobre las películas que estelarizó, así como el sello discográfico Peerless, actualmente absorbido por Warner Music; quienes debido a las jugosas ganancias que les genera Pedro Infante, han contribuido enormemente a su promoción y vigencia, sin menoscabo de su auténtica penetración en el gusto de un pueblo que lo considera entrañable.
De esa manera, y por todo lo dicho, 2 Tipos de Cuidado tiene un mérito importantísimo en la cultura popular universal, por lo que su visionado vale.

“Pues pa'no hacernos caso, ya se las olieron que nos les vamos a declarar y acordaron mandarnos al demonio hasta que dejemos nuestras conquistas amorosas, y yo creo que eso no se va a poder”



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