Ant-Man

“Heroes don't get any bigger”

Todos hemos escuchado:
“El Hombre De Acero”, “El Hombre Araña”, “El Hombre Murciélago”…
Uno, aunque no sea un fan devoto de los comics, lleva familiarizado con estas denominaciones de superhéroes, prácticamente desde que tiene uso de razón.
Por eso, y por la poco profunda cultura dentro del género de la viñeta, cuando saltó a la palestra la nota de prensa que anunciaba el rodaje de una película que versaba sobre “El Hombre Hormiga”, la primera reacción fue comprobar que no nos encontrábamos leyendo una de esas noticias que aparecen en la sección de acontecimientos insólitos.
Y es que su inicio, era una época de tiempos diferentes, donde leotardos y personajes, aparentemente ridículos en la actualidad, eran devorados por niños y por adultos en sus comics, todo era posible, y un hombre que se encogía como una hormiga, hasta era serio y creíble.
“Ant-Man” es un personaje ficticio, que aparece en comics estadounidenses, publicados por Marvel Comics, creado por Stan Lee y Jack Kirby, en 1962.
Típicamente, los distintos “Ant-Man”, han tenido la habilidad de reducir su tamaño por medio de distintos métodos:
Sea inhalación de un gas, tomando una pastilla, o simplemente usando su mente para encoger su cuerpo.
Ant-Man es eventualmente capaz de cambiar de tamaño a voluntad, y de generar mentalmente partículas “Pym”, para cambiar el tamaño de otros seres vivos, u objetos inanimados; y su álter ego conserva su fuerza normal, al estar en tamaño “hormiga”, y posee fuerza mucho mayor, cuando está en tamaño “gigante”, cortesía del aumento de masa.
También, han poseído la capacidad de comunicarse con las hormigas, gracias a interfaces cibernéticas que, por lo general, se encuentran dentro de su casco, además de todos los poderes nombrados, se deja ver en gran parte de los films de animación, que posee una inmensa fuerza, parecida a la relación que tienen las hormigas, cerca de 50 veces su peso.
El traje es tejido elástico sintético, compuesto de moléculas inestables, y se adopta automáticamente a su tamaño.
Varios personajes han asumido el nombre de “Ant-Man” con el pasar de los años; la mayoría de estos personajes, han sido miembros de “Avengers”
Así pues, un ladrón reformado y experto en electrónica, Scott Lang, es el 2º personaje superhéroe, en usar el nombre de “Ant-Man” en El Universo Marvel, después de Dr. Henry “Hank” Pym, quien inventó los distintos métodos, por los que una persona puede reducir su tamaño, y asumir la identidad de Ant-Man, armado con un casco que puede controlar a las hormigas.
El Dr. Pym, es un genio científico, con un doctorado en bioquímica y nanotecnología, y conocimientos en los campos de física cuántica, robótica, cibernética, inteligencia artificial, y entomología; y descubre un conjunto inusual de partículas subatómicas, que etiqueta como “Partículas Pym”
Atrapándolas dentro de 2 sueros separados, Pym crea una fórmula que altera su tamaño, y una fórmula que revierte los efectos, probándolas en sí mismo.
La experiencia de Pym, lo inspira a estudiar hormigas, y construye un casco cibernético que le permite comunicarse con ellas, y controlarlas.
Pym diseña un traje hecho de moléculas inestables, para evitar mordeduras o rasguños de las hormigas, y se reinventa a sí mismo, como “El Hombre Hormiga” o Ant-Man.
Después de varias aventuras, Pym es contactado por El Dr. Vernon van Dyne, pidiendo su ayuda en contactar vida extraterrestre.
Pym se niega, pero se siente atraído por la hija socialité de Vernon, Janet van Dyne.
Posteriormente, Vernon es asesinado por un criminal extraterrestre, que se teletransporta a sí mismo en La Tierra, y Janet le pide ayuda a Pym, vengar la muerte de Vernon.
Pym revela su identidad secreta a Janet, y usa “Partículas Pym”, para injertar alas de avispa debajo de sus hombros, las cuales aparecen cuando Janet se encoge.
Así, Janet asume el alias de “Wasp”, y juntos encuentran y derrotan al asesino de Vernon.
La pareja, se convirtió en miembros fundadores del equipo de superhéroes conocido como “Avengers”
Él y Wasp, posteriormente desarrollaron una relación romántica.
El personaje de Scott Lang, por su parte, debutó por 1ª vez en el comic “Avengers #181”, y se convirtió en el nuevo “Ant-Man” en comic “Marvel Premier #47”
A él se le considera como “el mejor Ant-Man del universo Marvel”
Scott Lang, nació en Coral Gables, Florida, EEUU.
Él recurrió al robo, cuando su ocupación como un experto en electrónica, no pudo mantener a su familia.
Aprehendido, Lang sirvió su sentencia de prisión, y fue puesto en libertad condicional, después de 3 años por buena conducta.
En prisión, Lang fomentó su estudio en electrónica, y pronto fue contratado por “Stark Internacional” para trabajar en su departamento de diseño.
Bajo la dirección de Tony Stark, él ayudó a instalar un nuevo sistema de seguridad en La Mansión Avengers.
Pero fue cuando su hija, Cassie Lang, enfermó gravemente, que Scott Lang decidió volver al robo como último recurso, irrumpiendo en la casa del Dr. Henry Pym, y robando su traje Ant-Man, y botas de gas de encogimiento.
Vestido como Ant-Man, Lang irrumpió en Empresas Tecnológicas Cross, y descubrió que La Dra. Erica Sondheim, la única persona capaz de ayudar a su hija, estaba hecha prisionera.
Lang rescató a la doctora, y se sintió aliviado, cuando Sondheim fue capaz de salvar la vida de su amada Cassie.
Lang, tenía la intención de regresar el traje Ant-Man a Pym, y entregarse por su robo, pero Pym, consciente del uso en el que Lang había puesto los bienes robados, ofreció dejar que los guardara, siempre y cuando sólo los usara para defender la ley.
Poco después, Scott Lang usó el traje Ant-Man en varias ocasiones, principalmente para ayudar a Iron Man, y Avengers, entre otros.
Lang murió en “Avengers N° 500” de septiembre de 2004; pero su hija, Cassie, ha tomado la posta como “Ant-Girl”, en las páginas de “Young Avengers”
“My days of breaking into places and stealing shit are over!
What do you need me to do?”
Ant-Man es un comic del año 2015, dirigido por Peyton Reed.
Protagonizado por Paul Rudd, Michael Douglas, Evangeline Lilly, Corey Stoll, Bobby Cannavale, Matt Gerald, Anthony Mackie, Judy Greer, Abby Ryder Fortson, Michael Peña, Hayley Atwell, David Dastmalchian, John Slattery, Wood Harris, T.I., Martin Donovan, Rod Hallett, Lyndsi LaRose, Onira Tares, Hayley Lovitt, Carol Anne Watts, entre otros.
El guión es de Edgar Wright, Joe Cornish, Adam McKay, y Paul Rudd basados en el comic de Stan Lee, Jack Kirby, y Larry Lieber, perteneciente a Marvel Comics.
Ant-Man es la 12ª película de Marvel Studios, y también la película que cierra la 2ª fase del “Universo Cinematográfico de Marvel” (UCM)
Ya que la 1ª película estrenada del UCM fue “Iron Man” (2008), que inició la 1ª fase de películas, que finalizó con “Avengers” (2012)
La fase 2 comenzó con “Iron Man 3” (2013), y concluye en “Ant-Man” (2015)
Marvel está desarrollando una 3ª fase, que comenzará con el lanzamiento de “Captain America: Civil War” (2016), y posiblemente termine con “Inhumans” (2019)
El UCM, comenzó a expandirse con el lanzamiento del primer comic oficial, en 2010, y siguió enriqueciéndose con los cortometrajes “Marvel One-Shots” en 2011, y las series de televisión, siendo la 1ª “Marvel's Agents of S.H.I.E.L.D.”
Puede que Ant-Man no suene serio, suena hasta ridículo, si lo comparamos con otros superhéroes, y es quizá por eso, que Wright, en su visión original, optó por alejarse de los parámetros típicos del héroe, así como del tono por el que se debía dirigir a un personaje así.
Y es que Marvel Studios, impregna sus películas de un toque cómico agradable, y que funciona muy bien con este tipo de personajes, pero siempre como añadido, nunca es el tono predilecto en sí mismo.
Sin embargo aquí, se opta por algo diferente, guionizar primero una buena comedia, y luego introducir al héroe que encajará en ella.
Ant-Man no es una película de “Superhéroes” con toques de comedia, es una buena comedia, donde el protagonista es un superhéroe, esa definición tan simple, ese juego de conceptos, paradójicamente convierte a Ant-Man, en una de las mejores historias de origen de un superhéroe, además de la más divertida hasta el momento.
Así pues, armado con la asombrosa capacidad de reducir su tamaño, a la dimensiones de un insecto, el estafador, Scott Lang (Paul Rudd), debe sacar a relucir al héroe que lleva dentro, y ayudar a su mentor, El Doctor Hank Pym (Michael Douglas), a proteger de una nueva generación de amenazas, el secreto que se esconde tras el traje de Ant-Man, con un casco que le permite comunicarse con las hormigas.
A pesar de los obstáculos, aparentemente insuperables que les acechan, Pym y Lang, deben planear, y llevar a cabo un atraco, para intentar salvar al mundo.
Así, el superhéroe más pequeño del mundo, tendrá que acabar con los planes del malvado Darren Cross (Corey Stoll), cuyo deseo es robar la fórmula del traje, y vender millones de ellos al ejército.
La hija de Pym, Hope van Dyne (Evangeline Lilly), y el fiel amigo del ladrón, otro mangante de nombre Luis (Michael Peña), se unirán al minúsculo colega, con el fin de proteger al mundo del peligroso villano… y esto ocurre en un universo paralelo, donde también existen “Avengers”
Ant-Man es una amena y simpática propuesta, que se percibe más bien como una película de transición, para presentar al gran público, al que debería ser uno de los futuros miembros de Avengers cinematográficos; y con un claro mensaje, que apuesta por la validez de cada uno, por la posibilidad de redención, por el valor de la familia… con un tono muy Disney, digámoslo todo.
El resultado, es una película de aventuras y acción, con toques irónicos que, dentro del arquetípico corsé en el que se mueven este tipo de filmes, funciona a todos los niveles.
“Second chances don't come around all that often.
I suggest you take a really close look at it.
This is your chance to earn that look in your daughter's eyes, to become the hero that she already thinks you are”
En las páginas finales de “The Shrinking Man” (1956), la sobrecogedora novela de Richard Matheson, que Jack Arnold convirtió en uno de los clásicos imperecederos del cine de ciencia ficción de los años 1950, su protagonista, Scott Carey, se adentraba en el infinito horizonte de posibilidades de lo inmensamente pequeño.
Con Ant-Man, Marvel Studios, también parece responder a una reflexión parecida:
“Había mucho que hacer, y mucho en qué pensar” al plantearse que quizás hay vida más allá del “blockbuster”, cada vez más hiperbólico, dijo el realizador.
El guión, no tiene nada de extraordinario, en comparación con otros primeros films de superhéroes:
Una persona calificada de “normal”, es la elegida voluntaria o involuntariamente, para poseer unos poderes que pueden hacer que salve al mundo de fuerzas sobrenaturales, o personajes malvados.
El libreto respeta los comics, y no se desvía de su cometido, sólo que se centra más en presentarnos un personaje carismático, capaz de sostener un film de manera más que notable, al más puro estilo “Iron Man”
Se deja ver la mano de Wright en el guión final, con algún toque de humor gamberro, que hacen de Ant-Man más ligero, y con divertidos guiños a “Avengers: Age Of Ultron”, además de un cameo muy importante, que nos puede dejar muy claro, qué futuro le espera a nuestro “Hombre Hormiga” en El Universo Marvel.
Así, tras presenciar el heroísmo de Lang, el policía, Paxton (Bobby Cannavale) confía en él, y le retuerce el tiempo de servir.
Pero tras su aventura, Scott no recuerda nada de su experiencia en “el reino cuántico”, por lo que Pym cree, que la mente humana no es capaz de procesar un recuerdo así.
Al ver que Lang sobrevivió al “reino cuántico”, Pym se pregunta, si su esposa todavía pudiera seguir viva…
Luis, también informa a Lang, que Avengers lo está buscando para reclutarlo, por la sugerencia de Sam Wilson/Falcon (Anthony Mackie) a una periodista, la cual menciona muchas sugerencias, entre ellas, a un “trepa-muros que le gusta columpiarse sobre ciudades”
En una escena, a mitad de créditos, Pym muestra a su hija, un traje de Wasp, parcialmente actualizado, que él y su esposa Janet, habían estado construyendo; ahora cree, que el traje es para ella, lo que hace que Hope sonría de felicidad.
En una escena post-créditos, Wilson y Steve Rogers/Captain America (Chris Evans), han logrado controlar, y poner en custodia a Bucky Barnes/Winter Soldier (Sebastian Stan), y están discutiendo qué hacer.
Después de la decisión de informar a Tony Stark/Iron Man (Robert Downey, Jr.), dicen que los acuerdos se lo prohíben, Wilson afirma que él sabe a quién contactar:
Ant-Man, sabiendo que los 2 no están solos.
Después aparece un título “Ant-Man regresará”
Se trata de una propuesta que, a diferencia de muchas de las cintas del género, bucea en el lado oscuro de los personajes.
Todos tienen alguna mancha que los hace imperfectos; y Ant-Man muestra los inicios de un superhéroe diferente, un tipo que tiene buen fondo, aunque por circunstancias de la vida, no le han ido demasiado bien las cosas.
Pero su mundo cambia, cuando se le presenta la oportunidad de redimirse, respecto a todo aquello malo que haya podido hacer.
Por alguna razón, es un superhéroe con el que es fácil identificarse, por lo que enseguida empatizas con él.
Una historia además rica en diversos aspectos:
Por ejemplo en lo emocional, con 2 relaciones padre-hija muy diferentes, pero ambas repletas de matices.
Por supuesto, no faltan momentos de humor, también de acción, y un personaje que lejos de perderse en la confusión de Marvel, promete dar guerra en futuras películas del universo cinematográfico; y 2detalles que suman:
Un villano a la altura del héroe, y un primer acercamiento a “Avengers”
Y es que Ant-Man, supera el complicado desafío de adaptar un comic sobre un superhéroe diminuto.
Mejor aún, lo convierte en un triunfo cinematográfico sorprendente.
Ésta es una película de superhéroes, que cumple con los pasos correspondientes de una primera entrega, pero sobre todo, es una comedia exacta.
En Ant-Man, Reed entrega una película del sello Marvel, que incluso supera en diálogos brillantes, y en réplicas gestuales perfectas, a lo “Iron Man”, pues contó con el guión de 4 especialistas en comedias, como:
Edgar Wright, Joe Cornish, Adam McKay y Paul Rudd.
Rudd, además, es un protagonista ideal, convencido de que el camino de Robert Downey Jr., y Chris Pratt es el correcto:
La comedia llega antes que la acción, y la hace más grande y vistosa.
Sin humor, hay menos posibilidades de diversión, de movimiento; pero no sólo de humor y comedia vive Ant-Man.
Las peleas son imaginativas y comprensibles y, además, hay un detalle clave:
No hay excesos en movimientos, y golpizas eternas.
Hay más para elogiar al elenco, pero lo más importante es que Ant-Man es un ensamble perfecto de interacciones, y no una exhibición de actuaciones vanidosas.
Pese a lo enrevesado del proyecto, el rodaje tampoco estuvo exento de problemas:
El director, Edgar Wright, se marchó por diferencias creativas con Marvel Studios, y aunque no se cambió la fecha del estreno, la productora tuvo que buscar rápidamente un sustituto.
Finalmente se eligió a Peyton Reed en su puesto, y Adam McKay, revisó el guión de Wright.
La verdad es que Marvel, ha decidido desde el comienzo de “Avengers”, centrar su acción, con una mezcla de humor que ha resultado fallida en su evolución, siendo torpe e insistente.
En ésta ocasión, hay humor, mucho de hecho, es probable que sea la cinta Marvel, con más comedia de las realizadas, pero en éste caso, podemos afirmar que, como excepción, se recibe con gusto.
La película de Reed y de Rudd, es una prueba de que no importa lo tontas que suenen algunas ideas al principio; su fuerte reside en la combinación de acción con humor.
La elección de Paul Rudd como protagonista, actor de largo recorrido, se antoja perfecta, conforme va evolucionando el metraje.
Su Scott Lang, rompe el estereotipo de los demás personajes, al no ser un multimillonario, una eminencia científica, o un “dios de otro mundo”
Es un ladrón de etiqueta blanca, que en su mala racha, sale de prisión para ser reclutado a la fuerza, sin opción, por el científico Hank Pym, para enfrentar un asunto que puede causar de nueva cuenta, el caos mundial.
Lejos de la solemnidad de tantas películas de superhéroes, donde el dilema moral del héroe en cuestión, se usa como pretexto dramático para dotar de algo de profundidad emocional a la avalancha de escenas de acción, en Ant-Man, la necesidad de una 2ª oportunidad para recuperar a su hija.
Y gracias al buen hacer de Rudd, entramos sin problemas en las vicisitudes de Lang, de su pesadumbre, y su esperanza de enderezar su vida.
Nos importa el gran interior de este increíble “hombre menguante”
Pero es Michael Douglas quien brilla desde su inicio, mostrando al actor en su comienzo en los 80, con un rostro mucho más joven, gracias a la magnífica digitalización, hasta su “look” final, en su estado actual, siendo él, la gran baza de Ant-Man.
Por otra parte, la exuberante y siempre hermosa Evangeline Lilly, tiene en su haber un papel importante, de cara al futuro de la saga marvelita, aunque nos habría gustado verla en acción, luciendo cuerpo.
Las lágrimas de van Dyne, cuando habla con Pym del pasado familiar, no hacen menos que elevar los momentos sentimentales emocionantes que queremos en este tipo de films.
Pero viene lo demasiado previsible; el elemento más flojo del reparto, como en otras producciones de Marvel:
El villano, Darren Cross/Yellowjacket (Corey Stoll)
No porque el actor no esté a la altura, sino porque el guión no le da el suficiente “fondo”, como para que sus motivaciones se comprendan del todo.
Una pena, porque el diseño del traje impone mucho.
A pesar de no ser una completa decepción, sí creo que el personaje de Cross se queda en eso, en un traje imponente; y daba para un poco más.
Y los secundarios, especialmente el trío de delincuentes, encabezados por Luis (Michael Peña) y sus secuaces:
Dave (Tip “T.I.” Harris), y Kurt (David Dastmalchian); es Luis, mejor amigo de Scott, quien se roba el show, cada vez que aparece, y cuenta una de sus historias.
No podrán aguantar la risa al escucharlas.
Y las hormigas también lo hacen muy bien, hasta llegaremos a encariñarnos con una:
“Anthony”
Y el cameo de Stan Lee, hacia el final.
Y ese es el problema, lo mismo que la mayoría de las cintas de la casa Marvel/Disney, que todo se intuye fácilmente, por lo que tendremos que jugar a contentarnos con sus efectos, y sus dosis de humor.
No cabe duda, que la jugada les ha salido bien, aunque no ha sido una de las cintas más taquilleras de la casa, entre otras cosas, porque el personaje es de los más desconocidos, y por tanto, menos atractivo.
Sin embargo, he de decir que me ha gustado en líneas generales, probablemente por no ir con las expectativas altas, cosa que sí suele pasar con otras cintas de la compañía.
Al no esperar nada, Ant-Man se convierte en una cinta de humor, con dosis de buenos efectos.
No faltan recuerdos hacia S.H.I.E.L.D., Hydra, y algunos cameos de “Avengers”, para atraer la atención de todos aquellos que siguen de forma cronológica, cada película, a la espera del encuentro de todos los superhéroes en “Civil War”
Ant-Man, resulta interesante por la forma como se muestra la realidad de lo cotidiano, bajo otra perspectiva:
La perspectiva de un insecto.
La hierba del jardín, la maqueta del cuarto de la niña, el baño, las tuberías, el interior de un maletín, acaban convirtiéndose en inmensos espacios, donde el protagonista corre, vuela, y se pelea.
Los efectos especiales/visuales, son para dejarte con la boca abierta.
Ya sea desde la primera secuencia, con ese Michael Douglas rejuvenecido, a los momentos de encogimiento/agrandamiento de Ant-Man, hasta la creación de las hormigas, es muy realista.
En la primera ocasión que vemos a Lang empequeñecerse en la bañera de su casa, sabemos que no estamos ante el habitual y jactancioso derroche visual Marvel, sino algo muy diferente, evocador y preciso.
Reed elabora escenas espectaculares, con elegancia y originalidad.
La lucha sobre un tren eléctrico, en el clímax final, con su constante contrapunto entre lo épico y lo cómico, a través de abruptos saltos en el punto de vista, es un afortunado recital de esa inyección de ingenio y originalidad, que empezaba a necesitar el género.
Una de las mejores partes, es cuando Ant-Man se hace “subatómico”, brutal; o los viajes a lomo de hormiga voladora.
Podemos decir que Ant-Man, es una suerte de reverso, de negativo fotográfico, de las demás películas de superhéroes.
Señala todo lo que hay de infantil en algunos ejemplos del género, como personajes que se pelean sobre literales juguetes.
Le serrucha el piso a varios clichés, cada vez que algún personaje secundario emprende algún discurso rimbombante, Scott “arruina el momento”, como le reprocha Pym, con algún comentario desubicado, que siempre hace referencia a lo convencional y predecible del discurso.
Pero el problema es que Ant-Man, nunca deja de ser una típica película de Marvel.
Sus dardos paródicos, son como pedidos de disculpas, porque luego cae en los clichés que señala, al fin y al cabo, son los mismos discursos rimbombantes, las mismas escaramuzas digitales, que ya hemos escuchado, y visto muchas veces.
La única diferencia es que, esta vez, a través de algún que otro chiste, Ant-Man nos asegura que sabe lo que está haciendo, que sabe que está reciclando convenciones del género.
Pero luego las reproduce con la misma solemnidad a la que estamos acostumbrados.
Entonces, en qué quedamos…
En el cine de Wright, en cambio, cada escena es dramática y cómica al mismo tiempo, ayuda a construir una historia sorprendentemente profunda, poblada de personajes entrañables, sin interrumpir la batería de chistes, y referencias culturales.
Parece ser que, aunque algunos menosprecien la capacidad de Ant-Man, para ser un gran héroe, está dejando tras de sí, una taquilla suficiente para, como poco, garantizar secuela.
Si a esto, además le sumamos unas muy buenas críticas, no sería extraño pensar que en Marvel, deberían sentirse muy orgullosos de Ant-Man.
“Imagine a soldier the size of an insect, the ultimate secret weapon...”
Ant-Man juega con ese concepto que nos suena a todos de “una hormiga puede levantar tropecientas veces propio su peso”, para dotar a Ant-Man de una fuerza sobrehumana, o mejor dicho, humana.
Al igual que “Iron Man”, Ant-Man es un héroe, cuyos súper poderes provienen exclusivamente de la tecnología y la ciencia.
¿Pero son realistas y explicables estos postulados científicos?
Si asumimos la hipótesis de “Las Partículas Pym” como cierta, es decir, partimos de la existencia de partículas que permiten alterar el tamaño de un organismo, éstas son algunas de las implicaciones que tendrían para Ant-Man.
En primer lugar, el físico, habló sobre los evidentes beneficios que tiene, reducir el tamaño de uno, manteniendo la masa propia.
En términos generales, la fuerza de nuestros músculos, es un factor que proviene del área transversal que ocupan esos músculos.
Si se juntan muchas bandas elásticas, estas resultan mucho más difíciles de estirar, que una sola banda elástica.
Eso se debe, a que en la misma área transversal, se suman las fuerzas de todas las bandas.
Esto quiere decir, que nuestras fuerzas dependen del cuadrado de nuestra altura.
Debido a esta relación, es que somos objetivamente más fuertes que una hormiga, pero no, si lo evaluamos en términos relativos.
La súper fuerza de Ant-Man, proviene del hecho de que el volumen de un organismo, depende del cubo de su altura, lo que quiere decir que, si un organismo reduce su tamaño, su fuerza se reduce a una escala mucho menor que su volumen corporal.
Extrapolando estos datos, se puede explicar, por qué una hormiga es capaz de levantar objetos que pesan varias veces su propia masa.
Si Ant-Man se puede encoger, pero sin alterar su masa, entonces tenemos un superhéroe de peso normal, que puede aplicar una fuerza varias veces mayor al peso normal de una persona.
James Kakalios, autor del libro “The Physics Of Superheroes”, ha desmontado científicamente al completo con esta obra, la posibilidad de que algún día exista cualquier tipo de superhéroe de los que vemos en la gran pantalla.
Lo hace explicando sus límites científicos, y el último en ser analizado en una entrevista realizada por “Five Thirty Eight”, ha sido Ant-Man.
Son muchos los factores que impiden, que este superhéroe pueda ser real en un futuro, y casi todos residen evidentemente, en la problemática que físicamente acarrea, la extrema disminución de tamaño, pasando de unas dimensiones humanas, a las de una hormiga.
De este modo, tanto la vista como el oído, o la voz, no podrían aguantar tal reducción.
Al reducirse en tamaño, el oído humano sería incapaz de registrar las frecuencias para las que está diseñado, y prácticamente, sería incapaz de oír nada.
Sería técnicamente sordo.
Algo similar pasaría con la vista, y es que la apertura del iris en un humano, se trata de unos pocos milímetros, pero debemos pensar en la proporción de esta, con las medidas de un humano.
Por tanto, si se redujeran estas medidas, pero la apertura del iris continuara siendo la misma, sería comparativamente mayor, dejando pasar demasiada luz para un “hombre hormiga”
Las cuerdas vocales, tampoco resistirían a una reducción tan grande, y de este modo, solo podríamos tener un Ant-Man, con una voz parecida a la de “Mickey Mouse” y sinceramente, un superhéroe con esa voz, poco temido sería por los malvados de este mundo.
Y es que la voz humana funciona a 200 hercios, 200 ciclos por segundo.
Kakalios explicó que:
“Si nos reducimos al tamaño de una hormiga, y modelas las cuerdas vocales a ese tamaño, la voz pasará de 200 a 3500 hercios.
Así que hablaríamos con una voz chillona”
Otro inconveniente sería para respirar.
Al encogerse súbitamente, como lo hace Ant-Man, respirar sería tan difícil, como lo es en lo alto de las montañas.
La cantidad de aire permanece igual, pero el volumen se vería drásticamente incrementado, en relación con el encogido.
Y si tienes el tamaño de Ant-Man, sería prácticamente imposible inhalar los miles de millones de átomos de oxígeno que se necesitan para sostener el metabolismo de persona de tamaño normal.
Pero todo esto apenas importa, ya que de por sí, el hecho de encoger a un ser humano, al tamaño de una hormiga, viola distintas Leyes de La Física.
De todas maneras, el físico consultor de Ant-Man, se guardó algunos secretos que el traje tiene para solucionar estos inconvenientes…
Además, por si esto no era suficiente, fuera de los aspectos estrictamente físicos, la comunicación con sus “amigas”, las hormigas, mediante el casco, tampoco acaba de convencer, aunque es lo menos imposible de todo.
Todo sería posible, si se consiguiera replicar el ancho de banda en el que la señal electroquímica alcanza al cerebro de la hormiga, así como la feromona necesaria para su sumisión, las órdenes emitidas, posiblemente podrían domeñar a estos insectos.
Aunque quizá la sobredosis de información los apabullara.

“I think we should call the Avengers”



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