Dior and I

“Sublime”

Christian Dior fundó, el 8 de diciembre de 1946, su casa de modas en Paris, y el 12 de diciembre de 1947, presentó la línea de su primera colección, llamada “Corolle” término botánico, para definir un circulo de pétalos de rosas.
Años después de su muerte, y tras múltiples directores creativos, fue después de la salida de John Galliano de La Casa Dior, de hecho, despedido de la marca, en marzo de 2011, por su polémico altercado antisemita; en abril de 2012, se anunció que el belga, hoy de 47 años, Raf Simons, reemplazaría Bill Gaytten, como Director Creativo al frente de Dior, poniendo fin a un período de transición, después de la salida de Galliano.
Todo inició cuando Bernard Arnault, dueño del emporio “Louis Vuitton • Moët Hennessy” (LVMH), buscaba renovar Dior, y hacerla más rentable.
Después del despido de Galliano, y de varios meses buscando un sustituto, eligió finalmente a Raf Simons.
“Me siento muy honrado, de ser el director artístico de la casa francesa más celebrada del mundo”, dice en un comunicado oficial.
Raf Simons, es un diseñador de moda belga, que estudió diseño industrial, pero al cabo de unos años de estudio independiente, se convirtió en diseñador de ropa masculina, en 1995; y se le considera, uno de los más importantes innovadores en la moda masculina contemporánea.
No obstante, Simons arrastra una controversia, pues fue acusado en repetidas ocasiones de racismo, debido a su negativa a aceptar los modelos de color en sus desfiles.
Inicialmente, Raf trabajó con Walter Van Beirendonck en París, donde fue expuesto a la labor de Martin Margiela, y Jean-Paul Gaultier.
La Primera Colección para Dior de Simons en “Alta Costura” para el Otoño-Invierno 2012, fue bien recibida, pues el diseñador se centró en la década de 1950, al jugar con algunos de siluetas famosas de Christian Dior, como lo son:
La línea A y a línea H, y la chaqueta Bar.
Simons dijo que pretende “traer un poco de emoción hacia atrás, a lo que sentí en los años 90, porque veo un montón de ropa impresionante, pero no veo mucha emoción ahora”
En el año 2014, Raf Simons recibió el “Council of Fashion Designers of America, Inc.” (CFDA), al Mejor Diseñador Internacional.
“He has a new vision.
They have eight weeks to create it”
Dior and I es un documental del año 2014, escrito y dirigido por Frédéric Tcheng.
Protagonizado por Raf Simons, Marion Cotillard, Anna Wintour, Sidney Toledano, Pieter Mulier, Jennifer Lawrence, Sharon Stone, entre otros.
El siempre discreto, Raf Simons, ha sido el último diseñador en contar con un documental propio.
Su autor, Frédéric Tcheng, es todo un experto en la materia, el director firma obras, como el vídeo que cuenta el proceso de creación de la última colección de Valentino, en “Valentino: The Last Emperor” (2008) o “Diana Vreeland: The Eye Has To Travel” (2011), la historia de la célebre editora de moda.
Pero ellos no han sido los únicos personajes del mundo de la moda, en ver su vida convertida en documental.
“Anna Wintour & The September Issue”, “Marc Jacobs & Louis Vuitton”, “Carine Roitfeld” y “Mademoiselle C” y la fotógrafa Annie Leibovitz, en “Annie Leibovitz: Life Through a Lens”, completan la lista de documentales “Fashion”
Dior and I se rodó en París, poco después de que Raf Simons fuera nombrado por La Casa icónica de moda francesa, Dior, en la que el director Frédéric Tcheng, tuvo acceso íntimo a los talleres, y más allá… y nos da una mirada detrás de las escenas, para ver el interior de La Casa Dior, en París.
Así pues, Dior and I, adentra al espectador, en el legendario mundo de La Maison Christian Dior, ofreciendo el privilegio de poder estar detrás de la escena, durante las 8 semanas de creación de La Primera Colección de Alta Costura de Raf Simons como Director Artístico, una verdadera obra de amor, creada por un dedicado grupo de colaboradores.
Con este “fashion film” entramos en el mundo Dior, casi de puntillas, y vivimos en exclusiva, la crónica de la creación de la colección “Haute Couture Otoño/Invierno 2012/2013”, desde la llegada de Simons, hasta el día más importante en la vida de un diseñador:
La presentación final de una colección.
Vivimos la cotidianidad del director artístico, durante los 56 días de locura que anteceden el desfile final, un camino que normalmente se cumple en 6 meses.
Raf Simons, llegó a París como sustituto de John Galliano, después de haber sido director de la marca minimalista, Jil Sanders, sin hablar francés, y con solo 8 semanas de tiempo para mostrar la colección.
Mezclando los componentes de todos los días, de presión llena de moda con ecos misteriosos del pasado de la marca icónica, Dior and I es también un homenaje colorido a las costureras que sirven de visión a Simons.
Todo inicia en 2012, cuando El Director General de Christian Dior, presenta al nuevo Director Creativo al personal; un chico belga llamado Raf Simons.
Raf, es nuevo en la “Alta Costura”, pues su fuerte está en el “Prêt-à-porter” y sobre todo para hombres.
Así que esta colección “Haute Couture” es una elección atrevida, y no una sin riesgos.
Y como si eso no fuera suficiente, Raf no habla francés fluido, aunque es oriundo de Amberes, Bélgica, el hogar de muchos otros diseñadores de moda notables.
Mientras cae la noche del 1 de julio de 2012, en el número 30 de la Avenue Montaigne, Cuartel General de La Maison, desde que Christian Dior presentó su primera colección el 12 de febrero de 1947; vemos el taller, y al equipo trabajar, hasta cuando ultima los detalles, a menos de 24 horas de la celebración del desfile.
Dior and I, nos muestra momentos de presión, genialidad, pasión, y estrés:
Los fantasmas del pasado que rodean al diseñador fundador, y una responsabilidad tan grande, en tan poco tiempo; y nos ayuda a comprender, el drama de un diseñador y, sobretodo, a apreciar todavía más su valor, y sus habilidades.
Ver a Simons en acción, es como observar el trabajo de un pintor:
Genial y metódico, amante de la naturaleza, y para nada minimalista.
Con su creatividad, alcanza superar cualquier expectativa, encarnando totalmente el espíritu innovador y clásico de Christian Dior.
Un debut que culminó con el saludo entre los sinceros, y multitudinarios aplausos de los expectantes asistentes, al primer desfile de La Era Simons – Dior, que llegaba también, para ocuparse de La Dirección Creativa de las secciones Ready-To-Wear y Accesorios.
Y es que gastar €350.000 por temporada de “Alta Costura”, significa que sus demandas como Director Creativo de Dior deben triunfar.
Dior and I es un documental para disfrutar, pues no se trata solo de moda, va más allá, se trata de vivir con pasión lo que se hace, de disfrutarlo, y emocionarse con el resultado, producto del esfuerzo, y del trabajo constante de un equipo dedicado.
“A regular client has demanded an immediate fitting”
Frédéric Tcheng, presenta desde el Simons más profesional, el proceso de investigación llevado a cabo, con la ayuda de los archivos de La Casa Dior, o su inusual técnica de trabajo, pues Raf no dibuja bocetos, sino que crea carpetas cargadas de ideas, unas 200 por cada diseño; en las que cada miembro del personal, se entrega un archivo, y todo el mundo luego esboza sus ideas, hasta su faceta más personal, revelando el paralelismo existente entre Raf Simons y Christian Dior.
Su gusto por la década de los 50, el amor de ambos por el arte contemporáneo, quedó comprobado en su Colección Otoño-Invierno 2013/2014, y la concepción de una mujer moderna, son algunos de los rasgos que comparten el fundador de La Casa, y el último director creativo en llegar a Dior.
Raf Simons, que no habla francés, un poco extraño para un belga, ¿no?; pero que él lo sabe llevar adelante a través, valientemente de un “franglais”, con la ayuda de su “mano derecha”, su adorable y alegre asistente a largo plazo, Pieter Mulier, y su lema, invocación frecuente de sastre:
“sublime”
Llega a una de las casas más relevantes del mundo de la moda en general, y de La Alta Costura en particular, La Maison Dior, con la doble tarea de, por un lado, sustituir al desterrado John Galliano; y por el otro, crear su primera colección para La Casa en tan solo 8 semanas.
Un reto nada fácil, si se tiene en cuenta que Raf Simons llegaba a un taller, todavía impregnado por la esencia del diseñador gibraltareño, considerado uno de los grandes genios de la industria actual, y por si fuera poco, contaba además con el nada desdeñable “hándicap”, de que en 2 meses escasos, pues llegó a Dior a mediados de abril, y debutó sobre la pasarela de La Semana de La Moda de Alta Costura de París, el 2 de julio; tenía que crear su primera colección “Haute Couture”, Otoño-Invierno 2012/2013, pues el plazo normal para confeccionar una propuesta de similares características, ronda entre los 6 y los 8 meses.
Y Raf demostró que no tiene miedo de un desafío temible.
Sin embargo, y a pesar de los obstáculos, Simons no solo llegó a tiempo a la cita parisina, sino que además, vio y venció con una colección que le convirtió en el legítimo dueño de un puesto, que antes que él, ocuparon maestros como:
Yves Saint Laurent, Marc Bohan, Gianfranco Ferré, y el legendario, Christian Dior.
Los retos que Raf Simons se enfrenta, son significativos desde el primer momento.
No sólo por las limitaciones de tiempo ridículas, sino también por la personalidad Simons, que no es fácil de lidiar, y su transición hacia el diseño de Alta Costura para las mujeres, en lugar de “Prêt-à-porter” para hombres.
Por tanto, Simons se enfrentará a conocer el personal, y las operaciones de la empresa.
A medida que se enfrenta a esta fecha límite extrema, vamos a estar incluso, al tanto de sus propias preocupaciones personales, incluyendo referencias a lo que sin duda parecía posibles “ataques de ansiedad”
Hay una tensión necesaria, en la necesidad de Simons para ser fiel a su propia visión, y ser fiel a Dior; por lo que Dior and I, hace un trabajo maravilloso de encontrar esas sinergias, entre Simons y Dior, tanto en sus colecciones, como en lo personal.
Y es que Simons es un innovador, no un discípulo de “New Look nostalgia”
“El pasado no es romántico para mí”, dice en un punto.
“El futuro es romántico para mí”
Pero su innovación, es a veces frustrante.
Él quiere probar una técnica llamada “chaîne imprimé”, para volver a crear impresiones modernistas del artista Sterling Rubí en la tela.
Pero sólo 4 grabadores en Francia, saben cómo hacerlo, y todos están ocupados, se le dice.
Menos molesto, sin embargo, arregla las situaciones, como traer de vuelta la codiciada y clásica chaqueta Bar blanca, y en lugar de perder el tiempo, la hace negra en el último minuto.
Y en el camino, llegamos a conocer a muchos otros personajes, entre ellos:
Pieter Mulier, otro holandés de habla belga, que llegó con Raf, y es la mano derecha de confianza, y por supuesto, los trabajadores atelier francés.
Todos demasiado profesionales, que conocen muy bien su trabajo, y que llevan más de 20 o 30 años trabajando para La Maison.
Algunos mañosos, pero que se justifican, porque Dior es Dior.
Así, al transcurrir del metraje, la tensión se acumula, a medida que nos acercamos a la fecha límite para la presentación de la nueva colección.
Observando de cómo Raf lidia con la presión en el día del estreno de la colección, que por sí sola vale la pena ver.
Dior and I es un estudio maravilloso de la colaboración creativa con los artesanos que trabajan en el taller, conocerlos, y aprender cómo apoyan a Raf, a sus ideas, y a su primera colección de “Alta Costura”
Y el show, inspirado por el gigante muro floral de Jeff Koons, Simons llena cada habitación, desde el techo al piso de una mansión de París, con gruesos muros de flores frescas para su primer show.
Su objetivo, es que “se vea como el puto perrito en Versalles”, y llevaron 1 millón de flores; con el trabajo de 50 floristas.
Incluso, vemos a Anna Wintour, comentando que es “una evidente falta de restricciones presupuestarias”
Así se llenan 5 salones privados, donde tuvo lugar el desfile, adornados hasta el techo, con flores de diferente color, del florista favorito del diseñador belga, Mark Colle, en un perfecto homenaje a la feminidad, con toques clásicos y futuristas al mismo tiempo.
Como dato curioso, Raf no tiene miedo a llorar... sólo teme enfrentarse a su público.
Por ejemplo, cuando la “Chaîne Imprimé” finalmente se reúne, se le ve con los ojos llorosos de la emoción; y entre bastidores en el show, él está en necesidad urgente de un pañuelo; muy nervioso, hasta se niega a caminar toda la longitud “runway”, amenazando que se va a desmayar.
Para ser justos, vemos su punto, pues en primera fila están:
Anna Wintour, Jennifer Lawrence, Charlize Theron, Marion Cotillard, Harvey Weinstein, Grace Coddington, y Marc Jacobs, entre otros.
Como producción, Dior and I mezcla secuencias del pasado, en donde aparece Christian Dior, que murió en 1957, y su manera de trabajar, diseñar, también expone sus dudas personales, mientras se preparaba para su primera colección de “Alta Costura”, muchas décadas antes; haciendo énfasis en los detalles del equipo de trabajo, en una rutina perfecta, en donde Raf en su lugar, vive en sus primeros días, el proceso de creación y adaptación, el trabajo constante, y el día a día, de 8 semanas que nos revelan en la intimidad de su trabajo, su ansiedad, y la del grupo de trabajo, encargado de llevar sus diseños, a la creación exquisita que lucirán las modelos, en el gran día del lanzamiento, en donde Raf rinde homenaje a esa primera colección de Christian Dior, con la selección de una casa decorada con diferentes tipos de flores, y en donde su trabajo lleva el reconocimiento de los expertos en la materia, posicionándole en su nueva labor.
No obstante, no estoy seguro de qué tan realista es el retrato de La Casa Dior en Dior and I, pues no muestra el glamour, los chismes, y la lista de celebridades, y sólo mostraron el ritmo cardíaco, en la preparación de un evento.
En general, encontré Dior and I interesante, pues vemos cómo lo que parece ser un caos, con los plazos, y el trabajo frenético, hasta concretar un producto final, más que increíble, de un novato en “Alta Costura”, en una de las industrias más glamurosas de la moda.
“Merci de me recevoir dans votre famille”
(Gracias por haberme acogido en vuestra familia)
Dior and I es interesante, porque es un buen ejemplo de la voluntad de la actual marca Christian Dior, por cultivar los nexos con su pasado histórico, y que las siglas “CD” continúen significando lujo y glamour parisino.
Y es que se da la circunstancia, de que el Dior original, escribió las vivencias del nacimiento de su primera exitosa Colección, aquella bautizada por la prensa, como:
“The New Look”, en un libro titulado “Dior and I”
En clave autobiográfica, el modisto explica en sus páginas, las claves de cómo llegó a liderar la vertiente creativa, de una de las marcas de moda más rentables de la historia, y cómo el logro, no habría sido tan fructífero, de no haber sido por el acaudalado industrial textil, Marcel Boussac.
Boussac, era un exitoso empresario algodonero y, según cuentan las crónicas, el hombre más rico de Francia, en el entorno de 1945.
Dior, había hecho sus pinitos como ayudante en las casas de moda, Piguet y Lelong, cuando se encontró fortuitamente con Boussac.
El industrial, buscaba un diseñador para resucitar una antigua casa de costura, y ofreció el puesto a Dior.
Después de valorar detenidamente la oferta, el modisto decidió aventurarse con una contraoferta:
“Mejor empezar algo de cero.
La guerra ha terminado con los modos de hacer del pasado, y la moda está necesitada de proyectos novedosos”
Y Boussac accedió; puso el capital necesario para construir “CD”, eligió las personas idóneas para dirigir la marca empresarialmente, y estuvo de acuerdo en que Christian, liderara la vertiente creativa.
El momento, constituyó la fundación del actual esquema de los negocios del lujo:
Un empresario, dueño y gestor del capital de la empresa; y un diseñador, encargado de los asuntos estéticos.
Porque el tándem Boussac-Dior, logró resultados económicos sin precedentes, en la historia de la moda:
A las puertas de 1955, más del 50% de las exportaciones francesas de Alta Costura, pertenecían exclusivamente a las siglas “CD”
Y 55 años después, Raf Simons, el diseñador que debutó con una colección de “Alta Costura”, estéticamente vinculada a aquella primera colección de la marca de 1947.
Y sus posteriores colecciones, han respetado también las siglas “CD”, dentro de ese compromiso que Simons tiene consigo mismo, por crear estéticas siempre novedosas.
Porque en realidad, Simons y Dior, comparten una pasión que ha resultado determinante en su trabajo en moda:
Los 2 demostraron una temprana pasión por el arte, y por el coleccionismo.
Así, La Maison Dior ve en Raf, a uno de los grandes talentos de la moda actual, que sabrá trasladar el sentido estético, y el estilo de Monsieur, al Siglo XXI.
Raf, por su parte, tiene a Christian Dior como referente de, costurero más inspirador.
Tan así que en el documental, Dior and I, casi al final, suena el teléfono en la habitación en la que el equipo de Simons, da las últimas puntadas en la noche previa al gran debut.
Es Raf; que quiere reunirse con ellos, para darles las gracias por el esfuerzo, y para brindar por el deseado éxito de lo que se verá al día siguiente...
Y no es baladí, pues Dior en su libro, describía de un modo bastante parecido, las sensaciones de la noche previa:
“Sobre las 3 de la mañana, nos despedíamos con afecto, nerviosos y agotados, pero con la conciencia tranquila, porque sentíamos que lo habíamos hecho lo mejor posible”
Las cifras del Dior actual, con Simons como Director Creativo, son también impresionantes.
En 2013, la marca ha incrementado sus beneficios, en un 30%, con respecto a los de 2012, y sólo las ventas de “Alta Costura” en el mismo período, han subido un 20%.
Aquél “lo mejor posible”, se tradujo en resultados record, para la moda francesa, y mereció ser contado en un libro que se publicó en 1957, y en Dior and I.
Parece que Raf Simons, a pesar del mal momento económico presente, ha empezado con buen pie; pues las cifras son lo que mejor le equiparan al fundador de Dior.
Eso que en 2014, había que contarlo.

“Nous sommes tombés un peu en amour avec lui, pour être honnête.
Surtout quand il portait un short blanc de travailler”
(Caímos un poco enamoradas de él, para ser honesta.
Especialmente cuando llevaba pantalones cortos blancos para trabajar)



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