Le Beau Mec

Terminando de ver “Le Beau Mec” (1979) de Wallace Potts con Karl Forest, Frank Chazal, Cédric Dumont, Carmelo Petix, Philippe Renaud, entre otros. 

Película erótica francesa de temática gay, traducida como "El Chico Guapo" cuya acción tiene lugar en la Francia de la década de 1970, cuando un hombre gay cuenta la historia erótica de su vida, desde la escuela como un niño con exceso de sexo, a un prostituto con exceso de sexo de París; ya sea como un atleta sexual, un estafador, un stripper, un amante insaciable, un motociclista, y que recorre las calles en busca de conquistas masculinas jóvenes.  

¡Pero esto es solo el comienzo, todos los críticos coinciden en que “Le Beau Mec” es una de las grandes películas homoeróticas de todos los tiempos! 

¿Por qué? 

Porque se hizo en el tiempo pre-SIDA, además porque el cautivador y musculoso Karl Forest es el foco de esta película clásica de finales de los setenta, ingeniosamente hecha, e increíblemente erótica; dando a la película una sensación de documental, pues Forest, dentro y fuera de la cámara, narra sus experiencias a medida que escuchamos sobre su vida, antecedentes y filosofía, y observamos realizando sus rutinas diarias, como no podría ser de otra manera, explícitamente; sean actos de cabaret o participando en viñetas sexuales estilizadas.  

De un tono atmosférico y tremendamente caliente, este retrato temperamental de masculinidad solitaria, es potente y magistralmente ejecutado; aunque deja una sensación de que el costo de tanta belleza es estar solo al final del día... 

Y claro está, el desempeño de Forest es deslumbrante: 

Su físico está meticulosamente esculpido, lo vemos ejercitarse religiosamente, tiene tatuajes en sus bíceps y cicatrices en sus labios y cejas, y tiene un aura agresiva pero distante, al tiempo que hay para todos los gustos pues es tanto pasivo como activo; y sus palabras a veces contradicen lo que vemos de su vida: 

Es un narcisista autocrítico, que niega lo impresionante de su constitución, aunque no es para tanto en materia de la medida... y aun así se masturba y levanta pesas mientras se mira al espejo.  

Fetichiza las armas y la guerra, y describe su paso por el ejército y sus antiguos conflictos con las fuerzas del orden; es pragmático y no le gusta insistir en emociones negativas o perder el tiempo en fantasías, y valora su independencia y desapego. 

Al tiempo que habla de su versatilidad e interés en diversas actividades sexuales; al propio Forest se le atribuye el guión de la película, y es el coproductor junto con el director Wallace Potts, amante de Rudolf Nureyev... y presentan magníficas fotografías de Francois About, quien establece la atmósfera y captura dinámicamente las escenas de sexo de la película; actuaciones coreografiadas con una excelente partitura musical. 

Sobre Wallace Potts, decir que fue un director estadounidense, guionista y documentalista, pero es mejor conocido por su trabajo como archivero de investigación de La Fundación Rudolf Nureyev en Bath, Inglaterra, desde 1993 hasta su muerte en 2006; por lo que Potts hizo esta película mientras estaba en la relación con el célebre balletista, lo que podría explicar el fascinante estudio psicológico del ajetreo callejero y la vida gay en los años 70 en Francia. 

¡Y sí, Karl Forest era una belleza!  

Conocido como Jean-Paul Doux, murió en 1984, no es de extrañar que fuera el chico de Francia de esa época; pues apareció como alguien increíblemente hermoso, duro, sensual y totalmente en su narcisismo electrizante; y este filme lo convirtió instantáneamente en el ícono más grande de la vida sexual cinematográfica; porque lo ves en todo su esplendor, desnudo, mientras la cámara viaja lentamente por su torso, investigando cada rincón y grieta... hay que decirlo todo para que el lector masturbatorio sepa a lo que va; porque en el fondo, visto el filme hoy, es solo documento histórico pero sin ningún logro cinematográfico per sé. 

Eso sí, la banda sonora sumó la carga erótica que necesita el filme, porque e definitiva, “Le Beau Mec” es una gran parte de la historia de hombres homosexuales en el siglo XX, y una gran parte de lo fue salir del armario. 

“Demasiado sexo” 

NO RECOMENDADA 



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