Il disordine

Terminando de ver “Il disordine” (1962) de Franco Brusati con Louis Jourdan, Susan Strasberg, Curd Jürgens, Alida Valli, Sami Frey, Antonella Lualdi, Jean Sorel, Tomas Milian, Georges Wilson, Renato Salvatori, Adriana Asti, entre otros. 

Drama italiano, perteneciente al “Nuevo Realismo Italiano” es una serie de viñetas emplazadas en el Milán del “boom” económico, en las que un joven pobre y sin educación, intenta afirmar su personalidad mediante sus encuentros con un magnate irónico, una dama caprichosa y un grupo de “snobs” atormentados; al tiempo que busca ganar suficiente dinero para sacar a su madre de un hogar de ancianos, y encontrar un lugar donde ambos puedan vivir. 

El director, Franco Brusati probablemente estaba influenciado por Antonioni y Fellini, y ardía en deseos de crear su propia “Dolce Vita”, empleando para ello un estudio de la vida social milanesa y de las personas que se involucran en ella. 

Y de hecho se parece mucho a algunos de los dramas italianos más notables que se hicieron a principios de la década de 1960, con una trama en serie de malas fiestas y estados deprimidos unidos por un observador, en este caso un camarero desempleado; por lo que el filme se siente más como “un dinero en efectivo”, un intento de explotar la fascinación del público extranjero por las vidas desalmadas de la decadente ciudad italiana.  

Pero aquí se dedica bastante tiempo a los problemas de este “outsider” desempleado con madre enferma; y por supuesto su vida es tan miserable como la de los personajes acomodados de la película; y vemos un final devastador que llega al corazón. 

Sin embargo, y pese al reparto internacional de alto “kilataje”, es una película en su mayoría olvidada con mala reputación; porque hay una cierta falsedad que se cierne sobre la película, que se considera más significativa de lo que es... 

Aún así, la película también tiene sus puntos fuertes: 

La cinematografía en blanco y negro es agradable de ver; la fotografía es particularmente sorprendente en la primera viñeta de mal humor en la que el hijo de un moribundo insiste en organizar una fiesta nocturna; y hay un uso evocador de la niebla y la oscuridad durante y después de la fiesta...  

Del reparto: 

Hay actores italianos serios, buenos actores franceses, un actor cubano, un veterano de Hollywood, otro veterano alemán, e incluso la hija de Lee Strasberg, creador del famoso “Actor's Studio”, Susan Strasberg. 

Pero solo Alida Valli puede ir demasiado lejos con un papel difícil; también destacaría al usualmente confiable Louis Jourdan, aquí interpretando a un hombre oprimido y homosexual, cuyo amor lo ha abandonado, para los más altos honores de actuación...  

Además, también me gustó Susan Strasberg, como una hija no amada que intentaba demostrar su devoción cuidando a su padre moribundo.  

Finalmente, la encantadora Antonella Lualdi tiene el rostro llamativo que uno asocia con este tipo de dolor de cabeza de la clase alta.  

Solo me pregunto qué vería su personaje, que podría tener casi cualquier hombre, en el idiota con el que estaba casada... el rico riquísimo Jean Sorel... y no olvidemos a Tomas Milian y al protagonista, el evocador Renato Salvatori. 

Pero la película es extraña... y ni la parte técnica ni los actores pueden compensar su estructura, narrativa y las situaciones sin resolver.   

Quizás, esta película se llame irónicamente “el desorden” porque parece mostrar la naturaleza azarosa de la vida humana. 

RECOMENDADA. 



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