Creating The Lord Of The Rings Symphony: A Composer's Journey Through Middle-Earth
“Hlasta!
Quetis Ilfirimain
Corma turien te
Corma tuvien Corma tultien te Huines se nutien”
(¡Escucha!
Le habla a los que no nacen para morir:
Un Anillo para gobernarlos a todos
Un Anillo para encontrarlos
Un Anillo para traerlos
Y en la oscuridad atarlos)
La música de la serie de películas de “The Lord Of The Rings” fue compuesta, orquestada, dirigida y producida por Howard Shore; y a menudo se considera que las partituras representan uno de los mayores logros en la historia de la música de cine, en términos de la longitud de la partitura, el tamaño de las fuerzas escenificadas, la instrumentación inusual, los solistas destacados, la multitud de estilos musicales, y el número de temas musicales recurrentes utilizados.
Y de hecho, la música es el único elemento de la trilogía de “The Lord Of The Rings” que no fue creado en Nueva Zelanda:
Howard Shore convocó a la London Philharmonic Orchestra, y compuso su partitura en Londres, adonde el director Peter Jackson viajaba periódicamente para reunirse con su compositor.
Shore escribió muchas horas de música para “The Lord Of The Rings”, y logró la duración de toda la película, más de 13 horas de música, incluidas varias tomas alternativas que se han lanzado en varios formatos.
Así, Shore concibió la partitura, como un sonido operístico y clásico; e hizo uso de un inmenso conjunto que incluía una gran orquesta sinfónica, principalmente la Orquesta Filarmónica de Londres; múltiples bandas instrumentales, varios coros y solistas vocales e instrumentales, que requerían un conjunto de 230 a 400 músicos.
A lo largo de la composición, Shore ha tejido más de 100 “leitmotiv” identificados, o más de 160, al considerar la música de las películas de “The Hobbit”; que están interrelacionados y categorizados en grupos que corresponden a las culturas de Middle-Earth a las que se relacionan, formando de esa manera, una de las mayores y más intrincadas colecciones de temas de la historia del cine.
La partitura se convirtió así, en la más exitosa de la carrera de Shore, ganando 3 premios Oscar, 2 Globos de Oro, 3 Grammy y varias otras nominaciones, y algunos de sus temas, como el tema “The Shire”; y las canciones de las películas, ganaron gran popularidad; tanto que la partitura fue votada como “la mejor banda sonora en la historia del cine”
La creación de la partitura, fue el tema de un corto documental llamado “Howard Shore: An Introspective”, e incluso se ganó un libro dedicado a la investigación del musicólogo Doug Adams.
De ese modo, las partituras siguen siendo ejecutadas por coros y orquestas de todo el mundo como piezas sinfónicas, salas de conciertos y conciertos en vivo para proyecciones.
Sin embargo, luego del lanzamiento teatral de cada una de las películas basadas en la primera trilogía de Tolkien, Howard Shore reelaboró la música de las películas y los lanzamientos de la banda sonora original en “Movimientos para Sala de Conciertos”, creando finalmente la completa “The Lord Of The Rings Symphony”, una obra más estructurada de VI Movimientos para orquesta, coro y solista.
Esta “suite”, se ha presentado en varias salas de conciertos de todo el mundo, acompañada por un espectáculo de arte visual, gracias a los bocetos, y arte conceptual elaborados por Alan Lee y John Howe, que ayudaron a crear el mundo de Tolkien para Peter Jackson; y se lanzó un documental titulado “Howard Shore: Creating The Lord Of The Rings Symphony: A Composer's Journey Through Middle-Earth” con una duración aproximada de 50 minutos, que presenta extractos extensos del concierto ofrecido por Shore y La Orquesta de Montreal, El Gran Coro y El Coro de Niños en El Festival Montreal en Lumiere, intercalados con comentarios hablados por Shore, quien relata su enfoque al componer la música para las 3 películas, y luego volver a trabajar en The Lord Of The Rings Symphony.
De esa manera, el 13 de septiembre de 2011, Shore lanzó “The Lord Of The Rings Symphony” en formato de CD y MP3; el doble álbum se grabó en Lucerna, Suiza, y fue interpretado por La Orquesta Sinfónica y El Coro del Siglo XXI, incluidos los solistas:
Loris Sikora, Manuel Sople, Manuel Boyi, Kaitlyn Lusk y Marc-Olivier Oetterli; bajo la dirección de Ludwig Wicki.
“A Elbereth Gilthoniel, O Elbereth silivren penna míriel o menel aglar elenath!
Na-chaered palan-díriel”
(¡Reina de las estrellas cae como joyas brillantes del cielo, la gloria de las estrellas!
Habiendo mirado lejos en la distancia)
Creating The Lord Of The Rings Symphony: A Composer's Journey Through Middle-Earth es un documental musical del año 2004, dirigido por Pierre Séguin.
Protagonizado por Howard Shore.
El guión es de Jack Ruttan; y se inició gracias al fenómeno que rodeó al estreno de la trilogía de Peter Jackson, sobre el voluminoso libro de J.R.R. Tolkien, que tuvo también su vertiente musical, obviamente a través de sus bandas sonoras multi premiadas, pero también favoreciendo multitud de publicaciones paralelas que van desde alguna reedición de la música de Leonard Rosenman para la película de animación de 1978, hasta álbumes de “heavy metal”, pasando por supuesto por el apogeo de formaciones “conceptuales” como el Tolkien Ensemble, que llegaron a contar con Saruman/Christopher Lee en un álbum; y el rescate discográfico de la sinfonía de Johan de Meij, o las inevitables versiones de la City of Prague Symphony Orchestra, que no conviene menospreciar…
Howard Shore, es el autor del milagro musical que supone la trilogía musical de 2001 a 2003, y tenía todo el derecho a capitalizar su éxito.
Plenamente consciente de que el secreto de su enorme triunfo era que sus bandas sonoras funcionaban a la perfección, incluso en su escucha aislada, se puso manos a la obra para darles una forma más accesible como un todo unificado.
De ahí surgió “The Lord Of The Rings Symphony”, una obra en VI Movimientos cercana a las 2 horas de duración que no salió a la venta en CD hasta 2011, pese a que ya había sido interpretada en concierto en numerosas ocasiones.
¿Pero quién hizo esta titánica obra?
¿Que podríamos decir de “El Señor de Las Batutas”?
3 de sus bandas sonoras son Mejor Película en los Oscar, y 3 de las películas en las que aparece su aportación, han sido galardonadas con Mejores Interpretaciones en los premios de La Academia; y muchas otras de sus bandas sonoras, están grabadas en el colectivo popular cinematográfico y musical.
Howard Shore, es un compositor y saxofonista canadiense, conocido por sus bandas sonoras para películas, y ha compuesto las partituras de más de 80 películas, especialmente la música de “The Silence Of The Lambs” (1991) y para la saga “The Lord Of The Rings”
Howard Shore, es un colaborador constante del director David Cronenberg, habiendo compuesto desde 1979, todas las partituras de sus películas, salvo una.
Cronenberg, cineasta polémico, a veces dramático a veces psicoanalítico que explora las sensaciones más oscuras de la condición humana, obligó a Howard Shore a adaptarse a su temática, componiendo él también, sin renunciar un sinfonismo neoclásico, temas psicoanalíticos y tenebrosos.
También, Howard Shore ha compuesto obras de concierto, incluyendo una ópera, “The Fly” basada en la trama, aunque no en su banda sonora, de la película de Cronenberg “The Fly” de 1986, estrenada en el Théâtre du Châtelet de París el 2 de julio de 2008; así como una pieza corta “Fanfare For The Wanamaker Organ” con La Orquesta de Filadelfia; y una breve obertura para la Orquesta Sinfónica Suiza del siglo XXI.
Shore nace en Toronto, en el seno de una familia judía; estudia música en el Colegio de Música de Berklee, en Boston, Massachusetts, Estados Unidos; y desde 1969 hasta 1972, formó parte del grupo musical Lighthouse, donde escribió letras y músicas, tocó el saxo, la flauta y la trompeta, y a veces hizo de vocalista.
Con Lorne Michaels, quien conoció por primera vez cuando eran adolescentes en un campamento de verano en Canadá, donde montaron shows, y entre 1975 y 1980, Howard Shore se convierte en el director musical del programa televisivo “Saturday Night Live”
Durante esta época, Howard Shore sugirió a Dan Aykroyd y a John Belushi el nombre de los famosos “The Blues Brothers”
Como su fuerte, Shore ha escrito la música de varias grandes producciones como:
“Silkwood” (1983), “M. Butterfly” (1993), “Mrs. Doubtfire” (1993), “Philadelphia” (1994), “The Client” (1994), “Ed Wood” (1994), “Nobody's Fool” (1995), “Se7en” (1995), “Striptease” (1996), “The Aviator (2004)”, “A History Of Violence” (2005), “The Departed” (2006), “Eastern Promises” (2007), “Doubt” (2008), entre otras.
Los años 90, marcarán definitivamente su consolidación en el mundo cinematográfico, destacando por su versatilidad temática; y su gran éxito viene con la trilogía “The Lord Of The Rings” de Peter Jackson.
Su obra, a pesar que se fundamenta en el drama, el suspense, el horror y el “sci-fi”, será con “The Lord Of The Rings: The Fellowship Of The Ring” (2001) cuando Howard Shore conozca el reconocimiento de la crítica y del público.
El Globo de Oro, El Grammy y El Oscar, avalan este reconocimiento; y con la banda sonora de la primera película, “The Lord Of The Rings: The Fellowship Of The Ring” (2001), Shore consigue su primer Oscar en 2002.
La banda sonora “The Lord Of The Rings: The Two Towers” (2002) no fue nominada a los Oscar de 2003, debido a una nueva y polémica norma, que prohibía nominar bandas sonoras que estuvieran basadas en anteriores bandas sonoras… pero en 2004 esta norma desaparece, y Howard Shore gana su 2º Oscar por la música de “The Lord Of The Rings: The Return Of The King” (2003)
Desde 2004, Howard Shore realiza una gira mundial dirigiendo orquestas locales en la interpretación de su adaptación sinfónica de la banda sonora de la trilogía de “The Lord Of The Rings”
Este nuevo trabajo, lleva como título “The Lord Of The Rings: Symphony In Six Movements”, en donde hay 2 Movimientos por cada una de las películas, y un intermedio entre el II y el III Movimiento.
No en vano, la película de Jackson y la música de Shore, siguen despertando el mismo interés hoy que hace años, cuando dio comienzo su aventura común.
Y esto es así gracias a Tolkien, que construyó una historia imperecedera, mágica, un cuento en el que los malos son fuertes y temibles, y en el que los buenos, aun siendo muy pequeños, no parecen dar importancia a esa diferencia de tamaño.
Jackson y Shore captaron el espíritu de la obra de Tolkien en sus propias obras, en la que juntos ensalzaron la amistad, la lealtad, la nobleza, la confianza, la responsabilidad, con la que sus protagonistas encaran su arriesgada misión, e irrumpen en el oscuro mundo de Sauron, para llenarlo todo de esperanza, de una esperanza que al principio, no es más que un tímido haz de luz, tan pequeño y frágil como ellos mismos.
En total, la música de la trilogía suma casi 11 horas, contando las versiones extendidas; y la labor de Howard Shore fue muy dura, trabajando con lingüistas especializados en la obra de Tolkien para conseguir que cada una de las lenguas sonora correctamente en los múltiples coros que acompañan a la música.
También hubo de encontrar y crear un sonido específico para las músicas de cada raza… y es que Howard Shore no únicamente compone la música de las películas en las que trabaja, sino que también se encarga de su orquestación, y posteriormente, de dirigir a la orquesta en las grabaciones.
Como dato, la música de “The Lord Of The Rings” fue compuesta de modo operístico por Howard Shore, quien creó aproximadamente 80 “leitmotiv” distintos para una partitura que se caracteriza por el sentido épico y fantástico que le imprime la orquesta, compuesta de cuerdas, vientos, metales, percusión y de coros.
El compositor quiso expresar con su música, la lucha entre el bien y el mal, identificando a las diferentes culturas de Middle-Earth, y el resultado fue bastante acertado, haciendo de estas bandas sonoras, unas de las más conocidas y aclamadas de la historia, posicionándose al lado de creaciones tan famosas como las de John Williams para la saga de “Star Wars” o “Indiana Jones” por ejemplo; u en 2006, Howard Shore declaró su interés en volver a Middle-Earth, para hacerse cargo de la banda sonora de la trilogía de “The Hobbit” dirigida por Peter Jackson, y cuyo rodaje se llevó a cabo entre 2011 y 2012.
Howard Shore confesó que estaba pensando en los temas musicales de “The Hobbit” desde que estaba trabajando en el álbum de “The Lord Of The Rings: The Two Towers” (2002)
Para esta ocasión, el documental muestra la música compuesta por Shore, con ilustraciones realizadas por Alan Lee y John Howe; con la voz del mismos Shore, explicando los momentos más destacados; que incluye extractos de secuencias de conciertos en vivo con comentarios documentales del concierto que se grabó en vivo, en la Salle Wilfrid-Pelletier, Place des Arts de Montreal en Canadá, en febrero de 2004.
Sin embargo, el documental no solo elabora los temas principales de la sinfonía, también permite descubrir otros que podían no destacar demasiado entre la gran cantidad de música de la saga.
Son 50 minutos de un extenso concierto que tiene 2 horas aproximadamente, que condensa y compila lo más destacado de la trilogía iniciada en “The Lord Of The Rings: The Fellowship Of The Ring”
Por lo que The Lord Of The Rings Symphony, es un trabajo construido a partir de las 11 horas de música, inicialmente compuesta por Howard Shore para la trilogía cinematográfica de Peter Jackson; y se estructura como una sinfonía en VI Movimientos a lo largo de los cuales, se va desarrollando la épica historia del anillo hallado por Bilbo Baggins, desde el comienzo del viaje en The Shire hasta el regreso tras la destrucción del Anillo en El Monte del Destino.
Los extractos de los Movimientos de Sinfonía que aparecen en el documental, son:
1. Prologue:
Es la historia del Anillo, o El Tema del Señor de Los Anillos, una melodía de cuerda de menor importancia que se reproduce sobre la tarjeta de título para las 3 películas.
Howard Shore ha considerado este tema, más que el tema The Shire o The Fellowship, como “el tema principal de la partitura”, dado que sus lanzamientos básicos son la base de todos los temas de la partitura.
La declaración en la tarjeta de título de “Fellowship Of The Ring”, que presenta la figura de presentación de la firma, se rastrea durante varios momentos en esa partitura, incluyendo Frodo recogiendo El Anillo, y Gandalf explicando su origen a Frodo, y finalmente antes de la confrontación de Frodo con Boromir.
De lo contrario, aparece principalmente cuando El Anillo cambia de dueño:
De Sauron a Isildur, de Isildur a Sméagol, de Sméagol a Bilbo y de Bilbo a Frodo.
Este tema aparece brevemente en “The Hobbit”, entretejido en algunos de los primeros materiales, antes de aparecer cuando Bilbo encuentra El Anillo, que ahora comienza en un modo mayor; y aparece en su forma definitiva como la trilogía llega a su fin.
2. The Shire:
Los temas del Hobbit tienen un sonido muy celta, y se califican para instrumentos celtas, a saber, el violín y el silbato.
Su maduración a lo largo de la historia, no solo los transforma melódica y armónicamente, sino que también hace uso de los parientes orquestales de los instrumentos folclóricos con los que se tocaron originalmente.
La música es gradual y tranquila, con armonías modales del Viejo Mundo para evocar la familiaridad.
La melodía básica aparece como varios temas distintos, como “Main Shire Theme” o “The Pensive theme” que es la versión principal y reflexiva del tema de Shire.
El tema a menudo aparece en cuerdas o clarinete solo (que está particularmente asociado con Bilbo.
También hay una variante para el silbato...
El tema íntegro se desarrolla en el tema “The Shire Reborn” que es uno de los temas principales de la trilogía, y posiblemente el tema principal de la serie en su conjunto, incluido “The Hobbit”
3. The Black Riders:
El material para Mordor sugiere la ubicación geográfica y la antigüedad de la Middle-Earth.
Este material actúa en contraste directo con el material de “Shire”, ya que ambas familias temáticas se construyen de manera similar con multitud de temas principales, y de motivaciones secundarias utilizadas como figuras de acompañamiento, algunas de las cuales, como las motivaciones de acompañamiento de cada familia temática, son incluso construidos de manera similar.
Así, “The Servants of Sauron” es una combinación de un coro que canta los tonos del tema “Ring”, todos apilados unos sobre otros, mientras que los diferentes acompañamientos de Mordor se combinan debajo, y el Skip-Beat se usa como un ostinato.
Se escucha por primera vez en la batalla de la última alianza en “El Prólogo”, se aplica primero a los ejércitos orcos, y luego al propio Sauron.
Luego se usa casi, pero no siempre, solo con Los Espectros del Anillo; y se destaca principalmente en la primera mitad de “Fellowship Of The Ring”, ya que los espectros amenazan a los 4 Hobbits.
Originalmente se suponía que debía aparecer cuando Frodo también ve a Barad Dur en Amon Hen; y en “The Two Towers”, vuelve cuando el espectro alado aparece sobre Los Pantanos Muertos.
En “The Hobbit”, las armonías impregnan parte del material de Warg y Goblin, y se agregó una declaración al enfrentamiento entre Azog y Thorin en “An Unexpected Journey”
4. The Bridge of Khazad-dûm:
La música enana es en bruto, y se basa en quintas paralelas en lugar de acordes completos; y se califica para las voces de todos los hombres, a menudo para las voces muy profundas y ásperas, y para los latidos a todo volumen.
Esto lo contrasta con la música élfica, y también informa los peligros de Moria.
“Moria” es un motivo de peligro ascendente y siniestro en el coro de hombres; y se sugiere por primera vez cuando Gandalf se da cuenta de que tendrán que atravesar Las Minas, y se indica cuando las puertas se abrieron por primera vez en un entorno no amenazador.
El canto masculino bajo a lo largo del viaje en la oscuridad, insinúa el tema, pero solo cuando la compañía escapa, y el Balrog regresa por completo, ahora en su ambiente más agresivo.
Una variación de ello se usa como música para los créditos de apertura de “The Two Towers”, que comienza con una descripción del duelo de Gandalf con el Balrog; y también se encuentra en el inicio de la lucha entre Rohirrim y Wargs, el tema usado aquí casi románticamente más por su estado de ánimo que por su significado temático; y aparece ocasionalmente en “The Hobbit”, como un tema general para los enanos.
5. Lothlórien:
La música de los elfos es sinuosa, en línea con la visión de la arquitectura élfica del Departamento de Artes, clara y elegante, que se califica para voces de mujeres, violines y campanillas.
Sin embargo, también es antiguo, exótico y, a veces, cerrado al mundo exterior, como los elfos, y en esos casos se califica para instrumentos orientales, y contiene intervalos melódicos predominantes en la música oriental.
“Lothlórien” es un coro suave y etéreo, acompañado de violoncelos; y está escrito en una forma adaptada al Maqam Hijaz, para crear un sentido de antigüedad y proporcionar a Lothlórien un efecto ligeramente inquietante.
En la segunda película, en La Batalla de Helm's Deep, aparece una versión del tema más afilada e impulsada por metales.
6. Isengard:
El material de Mordor contrasta el material de “Shire”, pero el material de Isengard está relacionado contrastando el material temático, y fue creado para proporcionar un sentido de industrialismo, y se califica para latón bajo, acompañado por el tema “Orc” de percusión.
Su apertura refleja la apertura del tema de “The Fellowship”, mostrando la rivalidad de Gandalf y Saruman.
7. The Breaking Of The Fellowship:
El tema de “The Fellowship Of The Ring” es una pieza heroica y arrebatadora que utiliza principalmente latón, timbales y orquesta; y se escucha en varias versiones durante la primera película, de la cual es “el tema principal”, pero después de “El Puente de Khazad-dûm”, la última vez que toda La Comunidad está junta, se fractura, y solo se puede escuchar con poca frecuencia y con moderación a lo largo de las siguientes 2 películas, hasta que el resto de “The Fellowship” cargue la Puerta Negra, con “The Mouth of Sauron” y “For Frodo” donde la canta el coro.
Este tema se conoce coloquialmente como “el tema principal de la trilogía”; junto con el tema de “The Shire”, que es el tema más repetido de la serie. Curiosamente, en el álbum, este tema se usa una vez junto con los arqueros de Haldir, cuando se unen a la causa de Aragorn.
Aquí el tema se extrapola de su significado estrecho, que solo abarca a los nueve caminantes, y se aplica como una idea general de “compañerismo" y amistad”
8. Sméagol:
“The Pity of Sméagol” es una pieza lenta y sombría, que actúa como un tema para Sméagol, y se escucha por primera vez en “El Prólogo”, cuando Sméagol descubre El Anillo; y está estrechamente relacionado con la música Hobbit, pero también con La Historia del Anillo Único, y Los Arpegios de Debilidad.
Se aplica brevemente a Bilbo cuando adopta la manera de hablar de Gollum hacia El Anillo, y a Gandalf cuando se embarca en la búsqueda de Gollum.
9. Shadowfax:
“The White Rider and The Fellowship” es un crescendo de orquestas, barridos y orquestas con fuertes cuerdas que representa a Gandalf “El Blanco”; y se usa sobre tomas amplias de él montando Shadowfax.
El tema “Shadowfax” es una melodía coral que aparece solo una vez en la película terminada, y las grabaciones completas donde Gandalf, a horcajadas en Shadowfax, carga con los Rohirrim contra los Orcos en Helm's Deep.
Sin embargo, en el lanzamiento de la banda sonora original, esta melodía también se usó cuando Shadowfax hace su primera aparición.
10. Treebeard:
“Treebeard's Stride” es más un tema para Treebeard y para el bosque que lleva su nombre; y se utiliza cuando Aragorn mira por primera vez el bosque, y nuevamente para las escenas con Treebeard.
11. The March Of The Ents:
“Small Stones” es una motivación más activa, y está relacionada con los temas de “Shire”; y se usa cantado por coro, cuando Gandalf comenta la llegada de Merry y Pippin a Fangorn, y nuevamente cuando alientan a los Ents a la acción.
12. The Lighting Of The Beacons:
Se da cuando el faro está encendido, los violines se están volviendo realmente locos aquí, ni siquiera puedo imaginar cómo lo tocan tan rápido… pero si se da cuenta, para la versión de La Sinfonía, este tema está ejecutado mucho más lento.
13. Anduril:
En primer lugar, La Espada de Elendil, anteriormente llamada “Narsil”, es una prueba de la reclamación de Aragorn al trono de Gondor.
Cuando agita la espada rota alrededor, todos saben que él es un descendiente de Elendil, el segundo Rey Supremo de Gondor y Arnor.
Pero Narsil también nos recuerda que la línea de sangre de Elendil ha estado separada del asiento del Gran Rey durante mucho tiempo.
El hecho de que la espada se haya dejado rota desde La Batalla de Elendil con Sauron, demuestra que las cosas no van tan bien para sus descendientes.
No es hasta que Aragorn refuerza La Espada de Elendil en una nueva espada, Anduril, o “La Llama del Oeste”, que comienza a redimir el honor de su línea familiar.
Cuando Aragorn rehace Anduril, él declara simbólicamente que planea regresar a Gondor, y tomar su lugar como el heredero perdido de Elendil.
Y al igual que Frodo con la espada de Bilbo, “Sting”, el uso de Anduril por Aragorn demuestra que también está tomando en las manos las historias heroicas de sus antepasados, Elendil e Isildur.
La reparación de Anduril es solo la primera parte de la búsqueda de Aragorn para restaurar los grandes reinos de sus antepasados; pero la reparación de su espada es importante simbólicamente, ya que Narsil se rompió originalmente cuando Elendil murió en la batalla enfrentándose al mismo enemigo que Aragorn ahora debe enfrentar.
Casi esperamos que él diga:
“Mi nombre es Aragorn... usted mató a mi antepasado... prepárese para morir”
14. The Destruction Of The Ring:
Es el tema de La Cuarta Edad, que cambia los temas del Anillo a un modo mayor; y celebra no solo la destrucción del Anillo sino también la de Mordor, y el comienzo de La Cuarta Edad y su nuevo paisaje sonoro.
15. The Grey Havens:
Es el tema para La Cuarta Edad, especialmente “Another Path”, presentado en “Into The West” cantado por Annie Lennox; y solo se presagia 2 veces:
Primero cuando Gandalf describe la visión de Valinor a Pippin, y otra vez, triunfante, cuando Sam levanta a Frodo en El Monte del Destino.
Para Shore, crear La Sinfonía, era ensamblar VI Movimientos, como 6 partes o “libros” de contiene la historia de Tolkien del Anillo Único, con entidad propia, en poemas sinfónicos que sean capaces de expresar la riqueza colorista de Middle-Earth, y las distintas etapas del viaje de Frodo, sin el carácter incidental de la música de cine.
Por eso, Shore procura que los desarrollos melódicos fluyan con naturalidad, para lo que en algún momento se incluyen fragmentos que no estaban en los CDs básicos, pero sí en las grabaciones completas que se reeditaron posteriormente.
Y para acentuar el hermanamiento entre música y libro, los ilustradores Alan Lee y John Howe aportaron proyecciones para los conciertos y el arte conceptual para el álbum.
De esa manera también se integró parte de la partitura de “The Lord Of The Rings”, al incorporar una extensa música vocal mezclada con los arreglos orquestales; donde la gran mayoría de las letras utilizadas en el libreto, se encuentran en los lenguajes inventados de Middle-Earth, que representan las diversas culturas y razas en los escritos de Tolkien.
Estos idiomas incluyen el “quenya” y el “sindarin” asociados con los elfos, el “adûnaic” y el “rohirric” para hombres, y “Khuzdul” de los enanos.
El inglés antiguo se usó como un análogo para “Rohirric”, y el inglés se usó como un análogo para la lengua común.
Algunos de estos lenguajes fueron desarrollados extensamente por Tolkien, mientras que otros fueron extrapolados por el lingüista David Salo, basándose en los ejemplos limitados de vocabulario y estilo lingüístico disponibles.
El libreto también se derivó de varias fuentes, incluidas canciones y poemas escritos por Tolkien, frases del guión, a menudo cantadas contra el correspondiente diálogo o recitación; así como material original y adaptado de Shore, y de los guionistas Fran Walsh, Philippa Boyens y otros; todo traducido por Salo, al tiempo que hace hincapié en los buenos sonidos corales.
La música vocal, sirve principalmente para dar textura y estética cultural a la partitura; nunca hay una traducción de la letra en la presentación en pantalla, y en algunos casos, solo los fragmentos de los textos de origen, se usan para su sonido más que su significado, aunque en general el uso del texto coral sigue siendo en su mayoría coherente.
Este documental, le da vida pues, nuevamente, al mundo de Tolkien, y “The Lord Of The Rings” a través de la hermosa y etérea música de las partituras de Howard Shore en la trilogía de la película de Peter Jackson; donde la música se reproduce sin fallas, siendo un regalo tan maravilloso, ver a Howard Shore dirigiendo su amada música... todo el viaje está ahí para quien quiera revivirlo, y de cómo éste transforma progresivamente a los personajes; del mismo modo la música de Howard Shore va evolucionando, adaptándose y reflejando esos cambios de un modo magistral que emociona en más de una ocasión.
“Ú i vethed nâ i onnad.
Si boe ú-dhanna.
Ae ú-esteli, esteliach nad.
Nâ boe ú i.
Estelio han, estelio veleth.
[Es]teliach nad, estelio han”
(Este no es el final... es el comienzo.
No puedes fallar ahora.
Si no confías en nada más... es necesario que confíes en esto, confía en el amor.
Si confías en algo, confía en eso)
Howard Shore fue elegido por los cineastas creadores de la saga de Tolkien, que también investigaron a James Horner cuando se encontraron a sí mismos temporalmente, rastreando partes del material de archivo ensamblado a piezas de sus partituras existentes.
Las películas, también fueron rastreadas temporalmente con piezas desde las partituras hasta “Braveheart” y “Last Of The Mohicans”
Pero Shore visitó el plató, y se reunió con los cineastas y varias personas involucradas en la producción, incluidos los diseñadores conceptuales Alan Lee y John Howe, quienes contribuirían a su libro “Symphony”, y Doug Adams en la partitura; así como con los actores:
Elijah Wood, Sean Astin y Andy Serkis; la guionista Philippa Boyens, quien se convirtió en la principal libretista de Shore para la partitura; y otros, y vieron imágenes reunidas de las 3 películas.
De esa manera, Shore aceptó tomar el proyecto a principios de 2000, y visualizó las partituras de las 3 películas como un ciclo completo, y dijo que sería “una gran ópera en 3 partes, que involucraba una gran red de “leitmotiv”, grandes fuerzas corales y orquestales, incluyendo bandas de instrumentos adicionales, además de la orquesta principal; uso frecuente de voces de canto, tanto en coros como a través de un amplio conjunto de solistas vocales”
La partitura utiliza un estilo y una estructura neo-romántica del siglo XIX, derivada del deseo de Shore de que la música suene clásica, pero a pesar de ello, la combina con técnicas modernas y, a veces, vanguardistas, que incluyen secciones atonales, opciones instrumentales inusuales y un conjunto orquestal, escritura aleatoria, voces rápidas y ritmos sincopados, así como préstamos de escalas orientales, estilos medievales de la música, idiomas de la música cinematográfica contemporánea para arreglos específicos, idiomas clásicos para algunas de las músicas de “The Shire”, idiomas contemporáneos para las canciones de los créditos finales, etc.
Sin embargo, insistió en mantenerse alejado de la música electrónica o sintetizada.
Así orquestó la música y dirigió todas las sesiones orquestales y muchas de las sesiones corales y solistas; y en consonancia con su visión operística, Shore utilizó los 3 guiones y el libro en sí mismo para escribir temas, incluso antes de tener películas para componer la obra total.
Como resultado, Shore pasó casi 4 años en la composición, en comparación con un período de 6 a 8 semanas por película, y 1 o 2 semanas de grabación, tal como lo practican la mayoría de los compositores de películas.
Y para el proceso de grabación, que extendido durante 4 semanas por película, compuso la música en largas piezas tipo “suite” para que la orquesta la escuchara durante un día de interpretación, en lugar de pistas cortas, prestando una mayor cohesión a la música.
Solo se grabaron unos pocos minutos de música finalizada cada día para recibir aportaciones del director Peter Jackson, y las revisiones de la música y la interpretación.
Por su parte, Jackson dio dirección a Shore, y cada tema fue interpretado por él como modelo y por la orquesta antes, aprobándolo toda la producción musical, que se superpuso con el proceso de edición de la película; siendo supervisada por Jackson, quien a menudo pedía cambios significativos en la música, lo cual es inusual para la música de cine.
Como ejemplo:
Shore comenzó su trabajo en la música temprano, durante la producción de “The Fellowship Of The Ring” a finales de 2000, y grabó las primeras piezas musicales, como la secuencia de Moria en la primavera de 2001, para un adelanto de 40 minutos de la película, pues la película todavía estaba siendo rodada.
La sección anotada, también incluyó una versión de la secuencia de “Breaking Of The Fellowship”, con un solo extenso de silbato de estaño, y un montaje de imágenes de las siguientes 2 películas.
El resto de la partitura, se grabó en Londres durante la edición de la película en la postproducción, y tomó más de 180 horas para grabar.
Shore, volvería más tarde a la película terminada, grabando música adicional y tomas revisadas para la versión ampliada de DVD, en marzo de 2002.
Se siguió un patrón similar para “The Two Towers”, que se anotó a un ritmo más rápido que los otros 2; y “The Return Of The King” con The Shore también, inusualmente proporcionando una partitura original, con nuevos temas para el tráiler también, con las últimas sesiones se llevaron a cabo en Watford, el 20 de marzo de 2004.
Así las cosas, Shore escribió la música de manera efectiva para toda la película.
Y en la película terminada, parte de la música se marcó mientras que otras partes se repitieron o rastrearon, así que en general, alrededor del 90% de la película terminada, contiene música, la cual fue interpretada principalmente por la Orquesta Filarmónica de Londres y 3 coros:
London Voices para partes de coro mixtas y femeninas; El Coro Wellington Maori-Samoan para pasajes corales de hombres en “Fellowship Of The Ring”; y la London School Oratory, y La Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda aportó parte de la música antigua de Moria, escrita para una edición temprana de la película.
Una amplia variedad de solistas instrumentales y vocales, incluidos los miembros del elenco de las películas, contribuyeron también a las partituras.
Cada película requiere al menos una soprano y/o solista alto y un solo solista.
Pero para la composición de La Sinfonía, Howard Shore no utiliza motivos de otras partituras que había escrito anteriormente, o de pasajes de películas existentes o música de escenario, con la excepción de un guiño intencional al Ciclo del Anillo de Richard Wagner durante los créditos finales de la 3ª película.
Shore escribió una larga serie de “leitmotiv” interrelacionados, que fueron utilizados, desarrollados, combinados o fragmentados a lo largo de las 3 partituras.
Los motivos se adjuntan a lugares, culturas, personajes, objetos y apariciones, y se dividen en conjuntos y subconjuntos de temas relacionados.
Shore usó sus temas en desafío a las prácticas comunes de la música de cine, e incluso algunas obras teatrales, aplicándolas estrictamente para propósitos narrativos, y nunca dio como resultado utilizarlas solo para sugerir un estado de ánimo, aunque todavía existen varios casos interesantes en su trabajo:
Él reemplazó el tema del Reino de Gondor utilizado para el pasaje del Argonath, con una declaración del tema “La Historia del Anillo Único”, el tema principal de la trilogía, para denotar el final de la película; y utilizó el llamado tema “Ringwraith” que de hecho se aplica más ampliamente a todos los sirvientes de Sauron, a los ejércitos de orcos del Prólogo.
De lo contrario, la única instancia de música fuera de la narrativa, se realiza por medio de música rastreada, con el motivo de Moria aplicado por los realizadores al ataque Warg en “The Two Towers”, en lugar de la intención original de Shore.
El uso de Shore del “leitmotiv” no solo es estricto sino también matizado:
En lugar de imitar la acción en pantalla, los temas a menudo se usan sutilmente para informar las conexiones dramáticas subyacentes.
Un buen ejemplo es cómo Shore forma las primeras notas del tema de La Comunidad:
Sam se unió a Frodo, y se expandió cuando Merry, Pippin y Strider se unieron al grupo, todo ello para sugerir la unión gradual de “Fellowship Of The Ring” y el comienzo de la declaración completa en El Consejo de Elrond.
Incluso hay un significado en cuanto al orden en que aparecen los temas en una escena, o cuando falta un tema.
Los temas pasan por una serie de variaciones de orquestación, tempo y armonía para denotar cambios en los personajes, y la progresión general de la trama.
De nuevo, el tema de La Comunidad se une gradualmente antes de aparecer en una serie de declaraciones heroicas, cuando la compañía viaja y lucha.
Sin embargo, después de la desaparición de Gandalf, el tema aparece fragmentado, la armonía cambia, y la instrumentación se reduce, lo que conduce a una afirmación como la de la muerte de Boromir.
Se rehace gradualmente durante las siguientes 2 películas, lo que lleva a una gran declaración coral durante el asalto a La Puerta Negra.
Cada película, y particularmente la primera, comienza con una Obertura:
Una serie de declaraciones de los temas principales de la película, que se extendieron desde los créditos de apertura hasta después del título individual de la película.
El Prólogo de la primera película, por ejemplo, presenta el tema de La Historia del Anillo Único, el tema de Lothlórien, los acompañamientos de Mordor, el tema de Sauron, el tema de Los Sirvientes de Sauron, La Caída de Los Hombres, el tema de Aragorn y el tema y variaciones de The Shire; y algún punto era presentar el tema de Gondor de La Segunda Edad y El Poder de Mordor también.
El tema principal de “The Lord Of The Rings” aparece en el título principal, mientras que el tema principal de cada episodio individual, aparece en el segundo título.
Shore utilizó la primera película para presentar los temas principales, la segunda para agregar más temas y desarrollar los existentes, y la tercera película para crear conflictos y cruces entre los temas existentes, y llevarlos a una resolución, creando en el proceso nuevos temas para La Cuarta Edad.
También, a lo largo de las 3 partituras, Shore cambió el paisaje sonoro:
Incorporando más dispositivos aleatorios y escritura contrapuntística en “The Two Towers”, en comparación con “The Fellowship Of The Ring”, y más escritura extrovertida para “The Return Of The King”
Todos estos temas fueron incluidos en un menú por el musicólogo Doug Adams, quien trabajó con Shore en la documentación de la partitura.
Doug identificó alrededor de 90 motivos, algunos muy breves, poco usados y/o solo sutilmente diferenciados de otros en las 3 grabaciones completas, con mucho, el catálogo más grande de temas para un trabajo cinematográfico conjunto.
Además, al crear las partituras de “The Hobbit”, Shore no solo agregaría otros 62 temas, sino que en realidad reutilizó algunos gestos musicales aislados de las partituras de “The Lord Of The Rings”, convirtiéndolos en “leitmotiv” después del hecho, sumando más de 100 “leitmotiv” utilizados en la trilogía de “The Lord Of The Rings” solamente, y 160 cuando se combinan con motivos de “The Hobbit”
También hay “leitmotiv” que Shore solo usaba en formas alternativas de piezas de las bandas sonoras, e incluso varias variaciones y piezas diegéticas que también pueden agregarse a este conteo.
En comparación, la composición de 18 horas de John Williams para “Star Wars” presenta alrededor de 50 temas en general, y otras composiciones de películas, como James Horner para “Titanic”; que presentan solo un puñado, lo que hace que el trabajo de Shore sobre las películas de “The Lord Of The Rings” sea el más importante y rico en temática de cualquier trabajo cinematográfico, y cuando se combina con su trabajo en la trilogía de “The Hobbit”, incluso rivaliza con el catálogo de “leitmotiv” de La Tetralogía de Wagner, lo que la convierte en la única partitura cinematográfica más temáticamente compleja, pero en una de las obras con más matices “leitmotívicamente” en la historia de la música orquestal.
De esa manera, los temas son clasificados por sus familias temáticas.
Muchos cuentan con un ejemplo de audio limpio, y los temas dentro de cada familia, comparten un paisaje sonoro y rasgos melódicos y armónicos, pero también hay conexiones entre los temas de diferentes familias para implicar conexiones dramáticas, y dar cohesión a la partitura en su conjunto:
Los hobbits rurales y simples, estaban arraigados en un tejido dulcet de tonos celtas.
Los elfos místicos, tocaron sobre los colores del este etéreos.
Los Enanos, los abrasivos canteros de Tolkien, recibieron columnas de armonías paralelas, y un coro masculino áspero y gutural.
Las hordas industrializadas de Orcos, obtuvieron los sonidos más violentos y percusivos de Shore, incluidos los tambores de taiko japoneses, las campanas de metal y las cadenas golpeadas en los cables de los pianos.
Mientras que el mundo de los hombres, esos imperfectos pero nobles herederos de Middle-Earth, se presentó con severidad y búsqueda.
En el modo operístico, estos mundos musicales y sus temas se mezclaron, algunas veces combinando fuerzas para un poder culminado, otras veces chocando violentamente... y siempre inclinándose hacia la voluntad del Anillo Único y su propia siniestra familia de temas.
Fue pasados 4 años de escritura, que se realizó The Lord Of The Rings Symphony, VI Movimientos para orquesta y coro, junto con el director de orquesta, John Mauceri, Shore adaptó la forma y las transiciones de las partituras de películas más largas, convirtiéndolas en una serie de poemas de tonos sin el vínculo visual específico con las películas, y adhiriéndose más a las tradiciones de las obras orquestales programáticas de Strauss, Liszt, Smetana y Sibelius.
El amplio alcance de la obra, requiere orquesta sinfónica, coro mixto, coro de niños y solistas instrumentales y vocales que canten en los idiomas “quenya”, “sindarin”, “khuzdûl”, “adanaís”, “habla negra” e inglés moderno de Tolkien.
Estilos, instrumentos y artistas, fueron recopilados de todo el mundo para proporcionar a cada una de las culturas de Tolkien, una impresión musical única.
Canciones folclóricas originales junto a himnos diatónicos, grupos de tonos cromáticamente complejos y pasajes hirientes aleatorios disonantes.
Es una escritura intencionada, contenida en la ejecución y con una influencia de gran alcance, ya que dentro de este amplio marco reside una visión musical notablemente concisa.
La escritura de Shore, asume un tono terrenal, conectado y construido sobre estructuras orquestales robustas, y un sentido de la línea que es a la vez fluido pero desprovisto de ornamentación frívola.
The Lord Of The Rings Symphony, mantienen un pie en el mundo literal de la ópera, mientras depositan el otro en una consideración autónoma las contemplaciones filosóficas de J.R.R. Tolkien.
Los momentos más ligeros del capricho rústico de los hobbits, permanecen tocados con una madurez que reconoce el cambio que inevitablemente se esconde en el horizonte.
Y en los mejores momentos de espectáculo, donde Shore abre las fuerzas de más de 200 músicos, la música está siempre arraigada en las esperanzas, ideales y fragilidades de este drama tan humano.
Los movimientos son los siguientes:
Movimiento 1 de 11 minutos y 25 segundos incluye:
“The Prophecy”, “Concerning Hobbits”, “The Seduction Of The Ring”, “The Black Rider” y “Treason of Isengard”
Movimiento 2 de 34 minutos y 04 segundos incluye:
“Rivendell”, “The Ring Goes South”, “A Journey in the Dark”, “The Bridge of Khazad-dûm”, “Lothlórien”, “The Great River”, “Amon Hen” y “The Breaking Of The Fellowship”
Movimiento 3 de 18 minutos y 15 segundos incluye:
“Foundations of Stone/Glamdring”, “Gollum”, “Rohan”, “The Black Gate Is Closed”, “Evenstar”, “The White Rider”, “Treebeard” y “The Forbidden Pool”
Movimiento 4 de 10 minutos y 28 segundos incluye:
“The Hornburg”, “Forth Eorlingas”, “The Last March Of The Ents” y “Gollum's Song”
Movimiento 5 de 15 minutos y 26 segundos incluye:
“Flight from Edoras”, “Minas Tirith”, “The Lighting Of The Beacons”, “The Steward of Gondor”, “Cirith Ungol” y “Anduril”
Movimiento 6 de 26 minutos y 13 segundos incluye:
“The Fields Of The Pelennor”, “The Paths Of The Dead”, “The End of All Things”, “The Return Of The King”, “The Grey Havens” e “Into The West”
Cada uno de los movimientos de la sinfonía, corresponde a un libro dentro del tomo de Tolkien; además del drama de la actuación, y a pedido de Shore, el artista de video Davey Frankel, ha incorporado las impresionantes imágenes de los reconocidos artistas de Tolkien, Alan Lee y John Howe.
Shore dijo:
“Es muy gratificante ver la música de la trilogía de “The Lord Of The Rings” y encontrar una nueva vida en el escenario del concierto.
La música fue concebida en Wellington, a través de la colaboración con Peter Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens, y es justo que la pieza se estrenara en Wellington, Nueva Zelanda, que es el hogar de Middle-Earth.
Desde el estreno, la sinfonía ha tocado en actuaciones agotadas en América del Norte, Europa, Lejano Oriente y Australia”
Hablando de los aspectos positivos, Howard Shore es un genio musical y el genio que hizo la más premiada de las bandas sonoras, algo que ha trascendido al plano que John Williams ha hecho por “Star Wars”, y eso es dar profundidad y sustancia a un mundo ficticio, a través de la bendición de la música; pues Shore nos hizo creer, que esto es lo que siente Middle-Earth a través de la música.
Además, dándonos una idea de su proceso de pensamiento y de cómo conectó los libros con las películas, y las películas con los fanáticos a través de esta hermosa música, es simplemente un privilegio; al tiempo que simplemente experimentar la música que se reproduce en vivo, es un verdadero placer, aunque no es la partitura completa del concierto, sino solo piezas seleccionadas para el documental.
Algo sobre una presentación en vivo, le da una sensación de novedad y espontaneidad que simplemente no se obtiene con una grabación de estudio.
Ahora vienen los aspectos negativos:
Aunque se llama una Sinfonía, no lo es...
Lo que tenemos aquí son 3 suites de 2 Movimientos, una de cada una de las 3 partituras.
Hay una gran cantidad de repeticiones, como es de esperar, y a pesar del hecho de que Shore ha ideado algunas ideas melódicas encantadoras y memorables para caracterizar a las distintas personas y lugares en la historia, la similitud básica de forma entre ellas, “ABAB”, se vuelve rápidamente aburrida en este contexto.
También es importante tener en cuenta que el contraste, del que hay mucho, no es igual a forma, del que no hay ninguno.
La unión continua de bits, no crea una secuencia musical lógica.
Hay, por ejemplo, episodios espléndidos, como la iluminación de la torre de vigilancia en “The Return Of The King”
Pero cuando llegamos a ese punto, el dispositivo de Shore de extender el tiempo modulando hacia arriba para aumentar la tensión, ya ha ocurrido tantas veces que el poder de este momento en particular, donde la técnica parece justificada, se debilita.
También puede recordar que la muerte en la película, casi siempre está representada por un cambio repentino a la fotografía en cámara lenta acompañada por un suave y vagamente anglicano canturreado por un niño soprano.
Me disgustó mucho en la película, y suena especialmente desmotivado como un dispositivo puramente musical aquí.
De hecho, las partes vocales son realmente problemáticas.
Los episodios corales en varios idiomas incomprensibles, se detienen y comienzan sin ninguna razón en particular.
Al final de la parte II, la cantante Kaitlyn Lusk se materializa de la nada con una triste canción en inglés, que suena completamente fuera de lugar y te hace desear que ella cantara en élfico.
La partitura también suena mucho más “formulista” y predecible en este contexto, que en las bandas sonoras.
¿Debe cada crescendo, presentar un trémolo en el “tam-tam” o platillos suspendidos?
Finalmente, la ingeniería está artificialmente iluminada, y fuertemente procesada.
La apertura de la parte III, parece haber sido cortada por una edición abrupta, y la audiencia en vivo, no siempre es tan silenciosa como podría haber sido.
Puede decirse sin vacilar, que como Sinfonía, es decepcionante.
Y era bastante obvio que una buena parte del material de la entrevista de Howard, no era más que él leyendo un guión, palabra por palabra, porque se notó.
Al tiempo que hay secciones que parecen en su mayoría están al principio, y otras al final, en las que simplemente expresa sus pensamientos de manera fluida y honesta de una manera completamente sin guiones.
La diferencia es bastante notable, entre banda sonora y Sinfonía; y estoy seguro de que había razones para hacer esto.
Tengo la impresión, de que este arreglo sinfónico no llega a ser totalmente perfecto, en parte porque al buscar ese “fluir musical” se echa de menos alguna de las pausas dramáticas presentes en las partituras originales, y en parte también porque el álbum, al estar grabado en vivo, no tiene del todo bien ajustado el equilibrio de volumen entre instrumentos y coros en varios fragmentos.
También, soy de la opinión de que una sinfonía clásica al uso, funciona mucho mejor cuando puede disfrutarse como una única experiencia que se escucha sin pausas, y de una sentada, de modo que un trabajo tan largo, y con un carácter tan inevitablemente fragmentario y episódico, se llega a indigestar un poco.
Eso no quita que una música tan asombrosa sonaría bien hasta en un remix de reguetón, no obstante, cualquier aficionado a Tolkien, a Shore o a las películas de Jackson, debe escuchar esta sinfonía.
“Hwær cwóm helm? Hwaer cwóm byrne?
Hwær cwóm feax flówende?
Hwær cwóm hand on hearpestrenge?
Hwær cwóm scir fýr scinende?”
(¿Dónde está el timón y el hauberk, y el cabello brillante que fluye?
¿Dónde está la mano en la cadena de arpa, y el fuego rojo brillando?)
No fue extraño que con “The Hobbit” se hiciera lo mismo con “The Lord Of The Rings”, sin embargo, Shore dobló el producto en 2 CDs para cada película; y la partitura sigue el estilo de la partitura de “The Lord Of The Rings” utilizando un vasto conjunto, múltiples formas y estilos musicales, una gran cantidad de “leitmotiv”, y varios instrumentos inusuales, que se suman a la música general de Shore de las películas de Middle-Earth.
Para esta nueva trilogía, Shore compuso más de 9 horas de música, con 65 nuevos temas musicales, y repitiendo 50 temas de “The Lord Of The Rings”; y dibujó y orquestó la música de un inmenso conjunto formado por una gran orquesta sinfónica, bandas de escenario adicionales, con varios instrumentos no orquestales, coros múltiples y varios solistas vocales.
Y aunque no fue tan exitoso críticamente como sus composiciones de “The Lord Of The Rings”, la partitura de Shore siguió siendo un éxito financiero, alcanzando el top 10 en las listas de álbumes en múltiples países, y obtuvo varias nominaciones a premios, y su ajuste de la melodía de “Misty Mountains” se volvió muy popular.
La partitura, se ha realizado desde entonces como una pieza sinfónica en IV Movimientos para Orquesta y Solista, como lo hizo para su Sinfonía.
Y la partitura y su producción, también fueron el tema de una película documental de 1 hora de duración, creada para las características detrás de escena de “The Desolation Of Smaug”, y también se presentó en un libro dedicado del musicólogo Doug Adams, que se completó a finales 2017.
Con estas 3, más largas partituras agregadas a la música de “The Lord Of The Rings”, Howard Shore ha compuesto más de 160 “leitmotiv” para las películas de Middle-Earth, creando con mucho, la mayor colección de temas en la historia del cine, y una de las más grandes colecciones de todos los ciclos de composiciones musicales, solo comparables a una producción Wagneriana.
Para “The Hobbit”, el tema principal es el tema “The Shire”; y los temas principales de los episodios individuales son, en orden:
El tema “The Fellowship”, el tema “Smaug” y el tema “Erebor”
La apertura de “An Unexpected Journey” también sirve como una Obertura de la serie, presentando muchos de los temas principales y las fuerzas y colores orquestales completos, mientras que “The Battle Of The Five Armies” sirve como puente para la trilogía “The Lord Of The Rings”
Y como fue de esperar, varias piezas de música fueron editadas o incluso concebidas para salas de conciertos:
“Dreaming of Bag End”, “A Very Respectable Hobbit”, “Erebor”, “The Dwarf Lords”, “Beyond The Forest”, “Ironfoot”, entre otros.
Así nació “The Hobbit in Four Movements”, un programa sinfónico de 30 minutos, construido a partir de “A Very Respectable Hobbit”, “Beyond The Forest”, “Smaug” y “Ironfoot”
Siempre he dicho que, mientras haya inspiración, tendremos más de Tolkien por venir… como películas, como bandas sonoras, como sinfonías…
“Si, na vethed; [Meth i naid] bain.
I wilith úria, I ardhon ban lacha
(Aquí al final; el fin de todas las cosas.
El aire está en llamas, todo el mundo está en llamas)
Quetis Ilfirimain
Corma turien te
Corma tuvien Corma tultien te Huines se nutien”
(¡Escucha!
Le habla a los que no nacen para morir:
Un Anillo para gobernarlos a todos
Un Anillo para encontrarlos
Un Anillo para traerlos
Y en la oscuridad atarlos)
La música de la serie de películas de “The Lord Of The Rings” fue compuesta, orquestada, dirigida y producida por Howard Shore; y a menudo se considera que las partituras representan uno de los mayores logros en la historia de la música de cine, en términos de la longitud de la partitura, el tamaño de las fuerzas escenificadas, la instrumentación inusual, los solistas destacados, la multitud de estilos musicales, y el número de temas musicales recurrentes utilizados.
Y de hecho, la música es el único elemento de la trilogía de “The Lord Of The Rings” que no fue creado en Nueva Zelanda:
Howard Shore convocó a la London Philharmonic Orchestra, y compuso su partitura en Londres, adonde el director Peter Jackson viajaba periódicamente para reunirse con su compositor.
Shore escribió muchas horas de música para “The Lord Of The Rings”, y logró la duración de toda la película, más de 13 horas de música, incluidas varias tomas alternativas que se han lanzado en varios formatos.
Así, Shore concibió la partitura, como un sonido operístico y clásico; e hizo uso de un inmenso conjunto que incluía una gran orquesta sinfónica, principalmente la Orquesta Filarmónica de Londres; múltiples bandas instrumentales, varios coros y solistas vocales e instrumentales, que requerían un conjunto de 230 a 400 músicos.
A lo largo de la composición, Shore ha tejido más de 100 “leitmotiv” identificados, o más de 160, al considerar la música de las películas de “The Hobbit”; que están interrelacionados y categorizados en grupos que corresponden a las culturas de Middle-Earth a las que se relacionan, formando de esa manera, una de las mayores y más intrincadas colecciones de temas de la historia del cine.
La partitura se convirtió así, en la más exitosa de la carrera de Shore, ganando 3 premios Oscar, 2 Globos de Oro, 3 Grammy y varias otras nominaciones, y algunos de sus temas, como el tema “The Shire”; y las canciones de las películas, ganaron gran popularidad; tanto que la partitura fue votada como “la mejor banda sonora en la historia del cine”
La creación de la partitura, fue el tema de un corto documental llamado “Howard Shore: An Introspective”, e incluso se ganó un libro dedicado a la investigación del musicólogo Doug Adams.
De ese modo, las partituras siguen siendo ejecutadas por coros y orquestas de todo el mundo como piezas sinfónicas, salas de conciertos y conciertos en vivo para proyecciones.
Sin embargo, luego del lanzamiento teatral de cada una de las películas basadas en la primera trilogía de Tolkien, Howard Shore reelaboró la música de las películas y los lanzamientos de la banda sonora original en “Movimientos para Sala de Conciertos”, creando finalmente la completa “The Lord Of The Rings Symphony”, una obra más estructurada de VI Movimientos para orquesta, coro y solista.
Esta “suite”, se ha presentado en varias salas de conciertos de todo el mundo, acompañada por un espectáculo de arte visual, gracias a los bocetos, y arte conceptual elaborados por Alan Lee y John Howe, que ayudaron a crear el mundo de Tolkien para Peter Jackson; y se lanzó un documental titulado “Howard Shore: Creating The Lord Of The Rings Symphony: A Composer's Journey Through Middle-Earth” con una duración aproximada de 50 minutos, que presenta extractos extensos del concierto ofrecido por Shore y La Orquesta de Montreal, El Gran Coro y El Coro de Niños en El Festival Montreal en Lumiere, intercalados con comentarios hablados por Shore, quien relata su enfoque al componer la música para las 3 películas, y luego volver a trabajar en The Lord Of The Rings Symphony.
De esa manera, el 13 de septiembre de 2011, Shore lanzó “The Lord Of The Rings Symphony” en formato de CD y MP3; el doble álbum se grabó en Lucerna, Suiza, y fue interpretado por La Orquesta Sinfónica y El Coro del Siglo XXI, incluidos los solistas:
Loris Sikora, Manuel Sople, Manuel Boyi, Kaitlyn Lusk y Marc-Olivier Oetterli; bajo la dirección de Ludwig Wicki.
“A Elbereth Gilthoniel, O Elbereth silivren penna míriel o menel aglar elenath!
Na-chaered palan-díriel”
(¡Reina de las estrellas cae como joyas brillantes del cielo, la gloria de las estrellas!
Habiendo mirado lejos en la distancia)
Creating The Lord Of The Rings Symphony: A Composer's Journey Through Middle-Earth es un documental musical del año 2004, dirigido por Pierre Séguin.
Protagonizado por Howard Shore.
El guión es de Jack Ruttan; y se inició gracias al fenómeno que rodeó al estreno de la trilogía de Peter Jackson, sobre el voluminoso libro de J.R.R. Tolkien, que tuvo también su vertiente musical, obviamente a través de sus bandas sonoras multi premiadas, pero también favoreciendo multitud de publicaciones paralelas que van desde alguna reedición de la música de Leonard Rosenman para la película de animación de 1978, hasta álbumes de “heavy metal”, pasando por supuesto por el apogeo de formaciones “conceptuales” como el Tolkien Ensemble, que llegaron a contar con Saruman/Christopher Lee en un álbum; y el rescate discográfico de la sinfonía de Johan de Meij, o las inevitables versiones de la City of Prague Symphony Orchestra, que no conviene menospreciar…
Howard Shore, es el autor del milagro musical que supone la trilogía musical de 2001 a 2003, y tenía todo el derecho a capitalizar su éxito.
Plenamente consciente de que el secreto de su enorme triunfo era que sus bandas sonoras funcionaban a la perfección, incluso en su escucha aislada, se puso manos a la obra para darles una forma más accesible como un todo unificado.
De ahí surgió “The Lord Of The Rings Symphony”, una obra en VI Movimientos cercana a las 2 horas de duración que no salió a la venta en CD hasta 2011, pese a que ya había sido interpretada en concierto en numerosas ocasiones.
¿Pero quién hizo esta titánica obra?
¿Que podríamos decir de “El Señor de Las Batutas”?
3 de sus bandas sonoras son Mejor Película en los Oscar, y 3 de las películas en las que aparece su aportación, han sido galardonadas con Mejores Interpretaciones en los premios de La Academia; y muchas otras de sus bandas sonoras, están grabadas en el colectivo popular cinematográfico y musical.
Howard Shore, es un compositor y saxofonista canadiense, conocido por sus bandas sonoras para películas, y ha compuesto las partituras de más de 80 películas, especialmente la música de “The Silence Of The Lambs” (1991) y para la saga “The Lord Of The Rings”
Howard Shore, es un colaborador constante del director David Cronenberg, habiendo compuesto desde 1979, todas las partituras de sus películas, salvo una.
Cronenberg, cineasta polémico, a veces dramático a veces psicoanalítico que explora las sensaciones más oscuras de la condición humana, obligó a Howard Shore a adaptarse a su temática, componiendo él también, sin renunciar un sinfonismo neoclásico, temas psicoanalíticos y tenebrosos.
También, Howard Shore ha compuesto obras de concierto, incluyendo una ópera, “The Fly” basada en la trama, aunque no en su banda sonora, de la película de Cronenberg “The Fly” de 1986, estrenada en el Théâtre du Châtelet de París el 2 de julio de 2008; así como una pieza corta “Fanfare For The Wanamaker Organ” con La Orquesta de Filadelfia; y una breve obertura para la Orquesta Sinfónica Suiza del siglo XXI.
Shore nace en Toronto, en el seno de una familia judía; estudia música en el Colegio de Música de Berklee, en Boston, Massachusetts, Estados Unidos; y desde 1969 hasta 1972, formó parte del grupo musical Lighthouse, donde escribió letras y músicas, tocó el saxo, la flauta y la trompeta, y a veces hizo de vocalista.
Con Lorne Michaels, quien conoció por primera vez cuando eran adolescentes en un campamento de verano en Canadá, donde montaron shows, y entre 1975 y 1980, Howard Shore se convierte en el director musical del programa televisivo “Saturday Night Live”
Durante esta época, Howard Shore sugirió a Dan Aykroyd y a John Belushi el nombre de los famosos “The Blues Brothers”
Como su fuerte, Shore ha escrito la música de varias grandes producciones como:
“Silkwood” (1983), “M. Butterfly” (1993), “Mrs. Doubtfire” (1993), “Philadelphia” (1994), “The Client” (1994), “Ed Wood” (1994), “Nobody's Fool” (1995), “Se7en” (1995), “Striptease” (1996), “The Aviator (2004)”, “A History Of Violence” (2005), “The Departed” (2006), “Eastern Promises” (2007), “Doubt” (2008), entre otras.
Los años 90, marcarán definitivamente su consolidación en el mundo cinematográfico, destacando por su versatilidad temática; y su gran éxito viene con la trilogía “The Lord Of The Rings” de Peter Jackson.
Su obra, a pesar que se fundamenta en el drama, el suspense, el horror y el “sci-fi”, será con “The Lord Of The Rings: The Fellowship Of The Ring” (2001) cuando Howard Shore conozca el reconocimiento de la crítica y del público.
El Globo de Oro, El Grammy y El Oscar, avalan este reconocimiento; y con la banda sonora de la primera película, “The Lord Of The Rings: The Fellowship Of The Ring” (2001), Shore consigue su primer Oscar en 2002.
La banda sonora “The Lord Of The Rings: The Two Towers” (2002) no fue nominada a los Oscar de 2003, debido a una nueva y polémica norma, que prohibía nominar bandas sonoras que estuvieran basadas en anteriores bandas sonoras… pero en 2004 esta norma desaparece, y Howard Shore gana su 2º Oscar por la música de “The Lord Of The Rings: The Return Of The King” (2003)
Desde 2004, Howard Shore realiza una gira mundial dirigiendo orquestas locales en la interpretación de su adaptación sinfónica de la banda sonora de la trilogía de “The Lord Of The Rings”
Este nuevo trabajo, lleva como título “The Lord Of The Rings: Symphony In Six Movements”, en donde hay 2 Movimientos por cada una de las películas, y un intermedio entre el II y el III Movimiento.
No en vano, la película de Jackson y la música de Shore, siguen despertando el mismo interés hoy que hace años, cuando dio comienzo su aventura común.
Y esto es así gracias a Tolkien, que construyó una historia imperecedera, mágica, un cuento en el que los malos son fuertes y temibles, y en el que los buenos, aun siendo muy pequeños, no parecen dar importancia a esa diferencia de tamaño.
Jackson y Shore captaron el espíritu de la obra de Tolkien en sus propias obras, en la que juntos ensalzaron la amistad, la lealtad, la nobleza, la confianza, la responsabilidad, con la que sus protagonistas encaran su arriesgada misión, e irrumpen en el oscuro mundo de Sauron, para llenarlo todo de esperanza, de una esperanza que al principio, no es más que un tímido haz de luz, tan pequeño y frágil como ellos mismos.
En total, la música de la trilogía suma casi 11 horas, contando las versiones extendidas; y la labor de Howard Shore fue muy dura, trabajando con lingüistas especializados en la obra de Tolkien para conseguir que cada una de las lenguas sonora correctamente en los múltiples coros que acompañan a la música.
También hubo de encontrar y crear un sonido específico para las músicas de cada raza… y es que Howard Shore no únicamente compone la música de las películas en las que trabaja, sino que también se encarga de su orquestación, y posteriormente, de dirigir a la orquesta en las grabaciones.
Como dato, la música de “The Lord Of The Rings” fue compuesta de modo operístico por Howard Shore, quien creó aproximadamente 80 “leitmotiv” distintos para una partitura que se caracteriza por el sentido épico y fantástico que le imprime la orquesta, compuesta de cuerdas, vientos, metales, percusión y de coros.
El compositor quiso expresar con su música, la lucha entre el bien y el mal, identificando a las diferentes culturas de Middle-Earth, y el resultado fue bastante acertado, haciendo de estas bandas sonoras, unas de las más conocidas y aclamadas de la historia, posicionándose al lado de creaciones tan famosas como las de John Williams para la saga de “Star Wars” o “Indiana Jones” por ejemplo; u en 2006, Howard Shore declaró su interés en volver a Middle-Earth, para hacerse cargo de la banda sonora de la trilogía de “The Hobbit” dirigida por Peter Jackson, y cuyo rodaje se llevó a cabo entre 2011 y 2012.
Howard Shore confesó que estaba pensando en los temas musicales de “The Hobbit” desde que estaba trabajando en el álbum de “The Lord Of The Rings: The Two Towers” (2002)
Para esta ocasión, el documental muestra la música compuesta por Shore, con ilustraciones realizadas por Alan Lee y John Howe; con la voz del mismos Shore, explicando los momentos más destacados; que incluye extractos de secuencias de conciertos en vivo con comentarios documentales del concierto que se grabó en vivo, en la Salle Wilfrid-Pelletier, Place des Arts de Montreal en Canadá, en febrero de 2004.
Sin embargo, el documental no solo elabora los temas principales de la sinfonía, también permite descubrir otros que podían no destacar demasiado entre la gran cantidad de música de la saga.
Son 50 minutos de un extenso concierto que tiene 2 horas aproximadamente, que condensa y compila lo más destacado de la trilogía iniciada en “The Lord Of The Rings: The Fellowship Of The Ring”
Por lo que The Lord Of The Rings Symphony, es un trabajo construido a partir de las 11 horas de música, inicialmente compuesta por Howard Shore para la trilogía cinematográfica de Peter Jackson; y se estructura como una sinfonía en VI Movimientos a lo largo de los cuales, se va desarrollando la épica historia del anillo hallado por Bilbo Baggins, desde el comienzo del viaje en The Shire hasta el regreso tras la destrucción del Anillo en El Monte del Destino.
Los extractos de los Movimientos de Sinfonía que aparecen en el documental, son:
1. Prologue:
Es la historia del Anillo, o El Tema del Señor de Los Anillos, una melodía de cuerda de menor importancia que se reproduce sobre la tarjeta de título para las 3 películas.
Howard Shore ha considerado este tema, más que el tema The Shire o The Fellowship, como “el tema principal de la partitura”, dado que sus lanzamientos básicos son la base de todos los temas de la partitura.
La declaración en la tarjeta de título de “Fellowship Of The Ring”, que presenta la figura de presentación de la firma, se rastrea durante varios momentos en esa partitura, incluyendo Frodo recogiendo El Anillo, y Gandalf explicando su origen a Frodo, y finalmente antes de la confrontación de Frodo con Boromir.
De lo contrario, aparece principalmente cuando El Anillo cambia de dueño:
De Sauron a Isildur, de Isildur a Sméagol, de Sméagol a Bilbo y de Bilbo a Frodo.
Este tema aparece brevemente en “The Hobbit”, entretejido en algunos de los primeros materiales, antes de aparecer cuando Bilbo encuentra El Anillo, que ahora comienza en un modo mayor; y aparece en su forma definitiva como la trilogía llega a su fin.
2. The Shire:
Los temas del Hobbit tienen un sonido muy celta, y se califican para instrumentos celtas, a saber, el violín y el silbato.
Su maduración a lo largo de la historia, no solo los transforma melódica y armónicamente, sino que también hace uso de los parientes orquestales de los instrumentos folclóricos con los que se tocaron originalmente.
La música es gradual y tranquila, con armonías modales del Viejo Mundo para evocar la familiaridad.
La melodía básica aparece como varios temas distintos, como “Main Shire Theme” o “The Pensive theme” que es la versión principal y reflexiva del tema de Shire.
El tema a menudo aparece en cuerdas o clarinete solo (que está particularmente asociado con Bilbo.
También hay una variante para el silbato...
El tema íntegro se desarrolla en el tema “The Shire Reborn” que es uno de los temas principales de la trilogía, y posiblemente el tema principal de la serie en su conjunto, incluido “The Hobbit”
3. The Black Riders:
El material para Mordor sugiere la ubicación geográfica y la antigüedad de la Middle-Earth.
Este material actúa en contraste directo con el material de “Shire”, ya que ambas familias temáticas se construyen de manera similar con multitud de temas principales, y de motivaciones secundarias utilizadas como figuras de acompañamiento, algunas de las cuales, como las motivaciones de acompañamiento de cada familia temática, son incluso construidos de manera similar.
Así, “The Servants of Sauron” es una combinación de un coro que canta los tonos del tema “Ring”, todos apilados unos sobre otros, mientras que los diferentes acompañamientos de Mordor se combinan debajo, y el Skip-Beat se usa como un ostinato.
Se escucha por primera vez en la batalla de la última alianza en “El Prólogo”, se aplica primero a los ejércitos orcos, y luego al propio Sauron.
Luego se usa casi, pero no siempre, solo con Los Espectros del Anillo; y se destaca principalmente en la primera mitad de “Fellowship Of The Ring”, ya que los espectros amenazan a los 4 Hobbits.
Originalmente se suponía que debía aparecer cuando Frodo también ve a Barad Dur en Amon Hen; y en “The Two Towers”, vuelve cuando el espectro alado aparece sobre Los Pantanos Muertos.
En “The Hobbit”, las armonías impregnan parte del material de Warg y Goblin, y se agregó una declaración al enfrentamiento entre Azog y Thorin en “An Unexpected Journey”
4. The Bridge of Khazad-dûm:
La música enana es en bruto, y se basa en quintas paralelas en lugar de acordes completos; y se califica para las voces de todos los hombres, a menudo para las voces muy profundas y ásperas, y para los latidos a todo volumen.
Esto lo contrasta con la música élfica, y también informa los peligros de Moria.
“Moria” es un motivo de peligro ascendente y siniestro en el coro de hombres; y se sugiere por primera vez cuando Gandalf se da cuenta de que tendrán que atravesar Las Minas, y se indica cuando las puertas se abrieron por primera vez en un entorno no amenazador.
El canto masculino bajo a lo largo del viaje en la oscuridad, insinúa el tema, pero solo cuando la compañía escapa, y el Balrog regresa por completo, ahora en su ambiente más agresivo.
Una variación de ello se usa como música para los créditos de apertura de “The Two Towers”, que comienza con una descripción del duelo de Gandalf con el Balrog; y también se encuentra en el inicio de la lucha entre Rohirrim y Wargs, el tema usado aquí casi románticamente más por su estado de ánimo que por su significado temático; y aparece ocasionalmente en “The Hobbit”, como un tema general para los enanos.
5. Lothlórien:
La música de los elfos es sinuosa, en línea con la visión de la arquitectura élfica del Departamento de Artes, clara y elegante, que se califica para voces de mujeres, violines y campanillas.
Sin embargo, también es antiguo, exótico y, a veces, cerrado al mundo exterior, como los elfos, y en esos casos se califica para instrumentos orientales, y contiene intervalos melódicos predominantes en la música oriental.
“Lothlórien” es un coro suave y etéreo, acompañado de violoncelos; y está escrito en una forma adaptada al Maqam Hijaz, para crear un sentido de antigüedad y proporcionar a Lothlórien un efecto ligeramente inquietante.
En la segunda película, en La Batalla de Helm's Deep, aparece una versión del tema más afilada e impulsada por metales.
6. Isengard:
El material de Mordor contrasta el material de “Shire”, pero el material de Isengard está relacionado contrastando el material temático, y fue creado para proporcionar un sentido de industrialismo, y se califica para latón bajo, acompañado por el tema “Orc” de percusión.
Su apertura refleja la apertura del tema de “The Fellowship”, mostrando la rivalidad de Gandalf y Saruman.
7. The Breaking Of The Fellowship:
El tema de “The Fellowship Of The Ring” es una pieza heroica y arrebatadora que utiliza principalmente latón, timbales y orquesta; y se escucha en varias versiones durante la primera película, de la cual es “el tema principal”, pero después de “El Puente de Khazad-dûm”, la última vez que toda La Comunidad está junta, se fractura, y solo se puede escuchar con poca frecuencia y con moderación a lo largo de las siguientes 2 películas, hasta que el resto de “The Fellowship” cargue la Puerta Negra, con “The Mouth of Sauron” y “For Frodo” donde la canta el coro.
Este tema se conoce coloquialmente como “el tema principal de la trilogía”; junto con el tema de “The Shire”, que es el tema más repetido de la serie. Curiosamente, en el álbum, este tema se usa una vez junto con los arqueros de Haldir, cuando se unen a la causa de Aragorn.
Aquí el tema se extrapola de su significado estrecho, que solo abarca a los nueve caminantes, y se aplica como una idea general de “compañerismo" y amistad”
8. Sméagol:
“The Pity of Sméagol” es una pieza lenta y sombría, que actúa como un tema para Sméagol, y se escucha por primera vez en “El Prólogo”, cuando Sméagol descubre El Anillo; y está estrechamente relacionado con la música Hobbit, pero también con La Historia del Anillo Único, y Los Arpegios de Debilidad.
Se aplica brevemente a Bilbo cuando adopta la manera de hablar de Gollum hacia El Anillo, y a Gandalf cuando se embarca en la búsqueda de Gollum.
9. Shadowfax:
“The White Rider and The Fellowship” es un crescendo de orquestas, barridos y orquestas con fuertes cuerdas que representa a Gandalf “El Blanco”; y se usa sobre tomas amplias de él montando Shadowfax.
El tema “Shadowfax” es una melodía coral que aparece solo una vez en la película terminada, y las grabaciones completas donde Gandalf, a horcajadas en Shadowfax, carga con los Rohirrim contra los Orcos en Helm's Deep.
Sin embargo, en el lanzamiento de la banda sonora original, esta melodía también se usó cuando Shadowfax hace su primera aparición.
10. Treebeard:
“Treebeard's Stride” es más un tema para Treebeard y para el bosque que lleva su nombre; y se utiliza cuando Aragorn mira por primera vez el bosque, y nuevamente para las escenas con Treebeard.
11. The March Of The Ents:
“Small Stones” es una motivación más activa, y está relacionada con los temas de “Shire”; y se usa cantado por coro, cuando Gandalf comenta la llegada de Merry y Pippin a Fangorn, y nuevamente cuando alientan a los Ents a la acción.
12. The Lighting Of The Beacons:
Se da cuando el faro está encendido, los violines se están volviendo realmente locos aquí, ni siquiera puedo imaginar cómo lo tocan tan rápido… pero si se da cuenta, para la versión de La Sinfonía, este tema está ejecutado mucho más lento.
13. Anduril:
En primer lugar, La Espada de Elendil, anteriormente llamada “Narsil”, es una prueba de la reclamación de Aragorn al trono de Gondor.
Cuando agita la espada rota alrededor, todos saben que él es un descendiente de Elendil, el segundo Rey Supremo de Gondor y Arnor.
Pero Narsil también nos recuerda que la línea de sangre de Elendil ha estado separada del asiento del Gran Rey durante mucho tiempo.
El hecho de que la espada se haya dejado rota desde La Batalla de Elendil con Sauron, demuestra que las cosas no van tan bien para sus descendientes.
No es hasta que Aragorn refuerza La Espada de Elendil en una nueva espada, Anduril, o “La Llama del Oeste”, que comienza a redimir el honor de su línea familiar.
Cuando Aragorn rehace Anduril, él declara simbólicamente que planea regresar a Gondor, y tomar su lugar como el heredero perdido de Elendil.
Y al igual que Frodo con la espada de Bilbo, “Sting”, el uso de Anduril por Aragorn demuestra que también está tomando en las manos las historias heroicas de sus antepasados, Elendil e Isildur.
La reparación de Anduril es solo la primera parte de la búsqueda de Aragorn para restaurar los grandes reinos de sus antepasados; pero la reparación de su espada es importante simbólicamente, ya que Narsil se rompió originalmente cuando Elendil murió en la batalla enfrentándose al mismo enemigo que Aragorn ahora debe enfrentar.
Casi esperamos que él diga:
“Mi nombre es Aragorn... usted mató a mi antepasado... prepárese para morir”
14. The Destruction Of The Ring:
Es el tema de La Cuarta Edad, que cambia los temas del Anillo a un modo mayor; y celebra no solo la destrucción del Anillo sino también la de Mordor, y el comienzo de La Cuarta Edad y su nuevo paisaje sonoro.
15. The Grey Havens:
Es el tema para La Cuarta Edad, especialmente “Another Path”, presentado en “Into The West” cantado por Annie Lennox; y solo se presagia 2 veces:
Primero cuando Gandalf describe la visión de Valinor a Pippin, y otra vez, triunfante, cuando Sam levanta a Frodo en El Monte del Destino.
Para Shore, crear La Sinfonía, era ensamblar VI Movimientos, como 6 partes o “libros” de contiene la historia de Tolkien del Anillo Único, con entidad propia, en poemas sinfónicos que sean capaces de expresar la riqueza colorista de Middle-Earth, y las distintas etapas del viaje de Frodo, sin el carácter incidental de la música de cine.
Por eso, Shore procura que los desarrollos melódicos fluyan con naturalidad, para lo que en algún momento se incluyen fragmentos que no estaban en los CDs básicos, pero sí en las grabaciones completas que se reeditaron posteriormente.
Y para acentuar el hermanamiento entre música y libro, los ilustradores Alan Lee y John Howe aportaron proyecciones para los conciertos y el arte conceptual para el álbum.
De esa manera también se integró parte de la partitura de “The Lord Of The Rings”, al incorporar una extensa música vocal mezclada con los arreglos orquestales; donde la gran mayoría de las letras utilizadas en el libreto, se encuentran en los lenguajes inventados de Middle-Earth, que representan las diversas culturas y razas en los escritos de Tolkien.
Estos idiomas incluyen el “quenya” y el “sindarin” asociados con los elfos, el “adûnaic” y el “rohirric” para hombres, y “Khuzdul” de los enanos.
El inglés antiguo se usó como un análogo para “Rohirric”, y el inglés se usó como un análogo para la lengua común.
Algunos de estos lenguajes fueron desarrollados extensamente por Tolkien, mientras que otros fueron extrapolados por el lingüista David Salo, basándose en los ejemplos limitados de vocabulario y estilo lingüístico disponibles.
El libreto también se derivó de varias fuentes, incluidas canciones y poemas escritos por Tolkien, frases del guión, a menudo cantadas contra el correspondiente diálogo o recitación; así como material original y adaptado de Shore, y de los guionistas Fran Walsh, Philippa Boyens y otros; todo traducido por Salo, al tiempo que hace hincapié en los buenos sonidos corales.
La música vocal, sirve principalmente para dar textura y estética cultural a la partitura; nunca hay una traducción de la letra en la presentación en pantalla, y en algunos casos, solo los fragmentos de los textos de origen, se usan para su sonido más que su significado, aunque en general el uso del texto coral sigue siendo en su mayoría coherente.
Este documental, le da vida pues, nuevamente, al mundo de Tolkien, y “The Lord Of The Rings” a través de la hermosa y etérea música de las partituras de Howard Shore en la trilogía de la película de Peter Jackson; donde la música se reproduce sin fallas, siendo un regalo tan maravilloso, ver a Howard Shore dirigiendo su amada música... todo el viaje está ahí para quien quiera revivirlo, y de cómo éste transforma progresivamente a los personajes; del mismo modo la música de Howard Shore va evolucionando, adaptándose y reflejando esos cambios de un modo magistral que emociona en más de una ocasión.
“Ú i vethed nâ i onnad.
Si boe ú-dhanna.
Ae ú-esteli, esteliach nad.
Nâ boe ú i.
Estelio han, estelio veleth.
[Es]teliach nad, estelio han”
(Este no es el final... es el comienzo.
No puedes fallar ahora.
Si no confías en nada más... es necesario que confíes en esto, confía en el amor.
Si confías en algo, confía en eso)
Howard Shore fue elegido por los cineastas creadores de la saga de Tolkien, que también investigaron a James Horner cuando se encontraron a sí mismos temporalmente, rastreando partes del material de archivo ensamblado a piezas de sus partituras existentes.
Las películas, también fueron rastreadas temporalmente con piezas desde las partituras hasta “Braveheart” y “Last Of The Mohicans”
Pero Shore visitó el plató, y se reunió con los cineastas y varias personas involucradas en la producción, incluidos los diseñadores conceptuales Alan Lee y John Howe, quienes contribuirían a su libro “Symphony”, y Doug Adams en la partitura; así como con los actores:
Elijah Wood, Sean Astin y Andy Serkis; la guionista Philippa Boyens, quien se convirtió en la principal libretista de Shore para la partitura; y otros, y vieron imágenes reunidas de las 3 películas.
De esa manera, Shore aceptó tomar el proyecto a principios de 2000, y visualizó las partituras de las 3 películas como un ciclo completo, y dijo que sería “una gran ópera en 3 partes, que involucraba una gran red de “leitmotiv”, grandes fuerzas corales y orquestales, incluyendo bandas de instrumentos adicionales, además de la orquesta principal; uso frecuente de voces de canto, tanto en coros como a través de un amplio conjunto de solistas vocales”
La partitura utiliza un estilo y una estructura neo-romántica del siglo XIX, derivada del deseo de Shore de que la música suene clásica, pero a pesar de ello, la combina con técnicas modernas y, a veces, vanguardistas, que incluyen secciones atonales, opciones instrumentales inusuales y un conjunto orquestal, escritura aleatoria, voces rápidas y ritmos sincopados, así como préstamos de escalas orientales, estilos medievales de la música, idiomas de la música cinematográfica contemporánea para arreglos específicos, idiomas clásicos para algunas de las músicas de “The Shire”, idiomas contemporáneos para las canciones de los créditos finales, etc.
Sin embargo, insistió en mantenerse alejado de la música electrónica o sintetizada.
Así orquestó la música y dirigió todas las sesiones orquestales y muchas de las sesiones corales y solistas; y en consonancia con su visión operística, Shore utilizó los 3 guiones y el libro en sí mismo para escribir temas, incluso antes de tener películas para componer la obra total.
Como resultado, Shore pasó casi 4 años en la composición, en comparación con un período de 6 a 8 semanas por película, y 1 o 2 semanas de grabación, tal como lo practican la mayoría de los compositores de películas.
Y para el proceso de grabación, que extendido durante 4 semanas por película, compuso la música en largas piezas tipo “suite” para que la orquesta la escuchara durante un día de interpretación, en lugar de pistas cortas, prestando una mayor cohesión a la música.
Solo se grabaron unos pocos minutos de música finalizada cada día para recibir aportaciones del director Peter Jackson, y las revisiones de la música y la interpretación.
Por su parte, Jackson dio dirección a Shore, y cada tema fue interpretado por él como modelo y por la orquesta antes, aprobándolo toda la producción musical, que se superpuso con el proceso de edición de la película; siendo supervisada por Jackson, quien a menudo pedía cambios significativos en la música, lo cual es inusual para la música de cine.
Como ejemplo:
Shore comenzó su trabajo en la música temprano, durante la producción de “The Fellowship Of The Ring” a finales de 2000, y grabó las primeras piezas musicales, como la secuencia de Moria en la primavera de 2001, para un adelanto de 40 minutos de la película, pues la película todavía estaba siendo rodada.
La sección anotada, también incluyó una versión de la secuencia de “Breaking Of The Fellowship”, con un solo extenso de silbato de estaño, y un montaje de imágenes de las siguientes 2 películas.
El resto de la partitura, se grabó en Londres durante la edición de la película en la postproducción, y tomó más de 180 horas para grabar.
Shore, volvería más tarde a la película terminada, grabando música adicional y tomas revisadas para la versión ampliada de DVD, en marzo de 2002.
Se siguió un patrón similar para “The Two Towers”, que se anotó a un ritmo más rápido que los otros 2; y “The Return Of The King” con The Shore también, inusualmente proporcionando una partitura original, con nuevos temas para el tráiler también, con las últimas sesiones se llevaron a cabo en Watford, el 20 de marzo de 2004.
Así las cosas, Shore escribió la música de manera efectiva para toda la película.
Y en la película terminada, parte de la música se marcó mientras que otras partes se repitieron o rastrearon, así que en general, alrededor del 90% de la película terminada, contiene música, la cual fue interpretada principalmente por la Orquesta Filarmónica de Londres y 3 coros:
London Voices para partes de coro mixtas y femeninas; El Coro Wellington Maori-Samoan para pasajes corales de hombres en “Fellowship Of The Ring”; y la London School Oratory, y La Orquesta Sinfónica de Nueva Zelanda aportó parte de la música antigua de Moria, escrita para una edición temprana de la película.
Una amplia variedad de solistas instrumentales y vocales, incluidos los miembros del elenco de las películas, contribuyeron también a las partituras.
Cada película requiere al menos una soprano y/o solista alto y un solo solista.
Pero para la composición de La Sinfonía, Howard Shore no utiliza motivos de otras partituras que había escrito anteriormente, o de pasajes de películas existentes o música de escenario, con la excepción de un guiño intencional al Ciclo del Anillo de Richard Wagner durante los créditos finales de la 3ª película.
Shore escribió una larga serie de “leitmotiv” interrelacionados, que fueron utilizados, desarrollados, combinados o fragmentados a lo largo de las 3 partituras.
Los motivos se adjuntan a lugares, culturas, personajes, objetos y apariciones, y se dividen en conjuntos y subconjuntos de temas relacionados.
Shore usó sus temas en desafío a las prácticas comunes de la música de cine, e incluso algunas obras teatrales, aplicándolas estrictamente para propósitos narrativos, y nunca dio como resultado utilizarlas solo para sugerir un estado de ánimo, aunque todavía existen varios casos interesantes en su trabajo:
Él reemplazó el tema del Reino de Gondor utilizado para el pasaje del Argonath, con una declaración del tema “La Historia del Anillo Único”, el tema principal de la trilogía, para denotar el final de la película; y utilizó el llamado tema “Ringwraith” que de hecho se aplica más ampliamente a todos los sirvientes de Sauron, a los ejércitos de orcos del Prólogo.
De lo contrario, la única instancia de música fuera de la narrativa, se realiza por medio de música rastreada, con el motivo de Moria aplicado por los realizadores al ataque Warg en “The Two Towers”, en lugar de la intención original de Shore.
El uso de Shore del “leitmotiv” no solo es estricto sino también matizado:
En lugar de imitar la acción en pantalla, los temas a menudo se usan sutilmente para informar las conexiones dramáticas subyacentes.
Un buen ejemplo es cómo Shore forma las primeras notas del tema de La Comunidad:
Sam se unió a Frodo, y se expandió cuando Merry, Pippin y Strider se unieron al grupo, todo ello para sugerir la unión gradual de “Fellowship Of The Ring” y el comienzo de la declaración completa en El Consejo de Elrond.
Incluso hay un significado en cuanto al orden en que aparecen los temas en una escena, o cuando falta un tema.
Los temas pasan por una serie de variaciones de orquestación, tempo y armonía para denotar cambios en los personajes, y la progresión general de la trama.
De nuevo, el tema de La Comunidad se une gradualmente antes de aparecer en una serie de declaraciones heroicas, cuando la compañía viaja y lucha.
Sin embargo, después de la desaparición de Gandalf, el tema aparece fragmentado, la armonía cambia, y la instrumentación se reduce, lo que conduce a una afirmación como la de la muerte de Boromir.
Se rehace gradualmente durante las siguientes 2 películas, lo que lleva a una gran declaración coral durante el asalto a La Puerta Negra.
Cada película, y particularmente la primera, comienza con una Obertura:
Una serie de declaraciones de los temas principales de la película, que se extendieron desde los créditos de apertura hasta después del título individual de la película.
El Prólogo de la primera película, por ejemplo, presenta el tema de La Historia del Anillo Único, el tema de Lothlórien, los acompañamientos de Mordor, el tema de Sauron, el tema de Los Sirvientes de Sauron, La Caída de Los Hombres, el tema de Aragorn y el tema y variaciones de The Shire; y algún punto era presentar el tema de Gondor de La Segunda Edad y El Poder de Mordor también.
El tema principal de “The Lord Of The Rings” aparece en el título principal, mientras que el tema principal de cada episodio individual, aparece en el segundo título.
Shore utilizó la primera película para presentar los temas principales, la segunda para agregar más temas y desarrollar los existentes, y la tercera película para crear conflictos y cruces entre los temas existentes, y llevarlos a una resolución, creando en el proceso nuevos temas para La Cuarta Edad.
También, a lo largo de las 3 partituras, Shore cambió el paisaje sonoro:
Incorporando más dispositivos aleatorios y escritura contrapuntística en “The Two Towers”, en comparación con “The Fellowship Of The Ring”, y más escritura extrovertida para “The Return Of The King”
Todos estos temas fueron incluidos en un menú por el musicólogo Doug Adams, quien trabajó con Shore en la documentación de la partitura.
Doug identificó alrededor de 90 motivos, algunos muy breves, poco usados y/o solo sutilmente diferenciados de otros en las 3 grabaciones completas, con mucho, el catálogo más grande de temas para un trabajo cinematográfico conjunto.
Además, al crear las partituras de “The Hobbit”, Shore no solo agregaría otros 62 temas, sino que en realidad reutilizó algunos gestos musicales aislados de las partituras de “The Lord Of The Rings”, convirtiéndolos en “leitmotiv” después del hecho, sumando más de 100 “leitmotiv” utilizados en la trilogía de “The Lord Of The Rings” solamente, y 160 cuando se combinan con motivos de “The Hobbit”
También hay “leitmotiv” que Shore solo usaba en formas alternativas de piezas de las bandas sonoras, e incluso varias variaciones y piezas diegéticas que también pueden agregarse a este conteo.
En comparación, la composición de 18 horas de John Williams para “Star Wars” presenta alrededor de 50 temas en general, y otras composiciones de películas, como James Horner para “Titanic”; que presentan solo un puñado, lo que hace que el trabajo de Shore sobre las películas de “The Lord Of The Rings” sea el más importante y rico en temática de cualquier trabajo cinematográfico, y cuando se combina con su trabajo en la trilogía de “The Hobbit”, incluso rivaliza con el catálogo de “leitmotiv” de La Tetralogía de Wagner, lo que la convierte en la única partitura cinematográfica más temáticamente compleja, pero en una de las obras con más matices “leitmotívicamente” en la historia de la música orquestal.
De esa manera, los temas son clasificados por sus familias temáticas.
Muchos cuentan con un ejemplo de audio limpio, y los temas dentro de cada familia, comparten un paisaje sonoro y rasgos melódicos y armónicos, pero también hay conexiones entre los temas de diferentes familias para implicar conexiones dramáticas, y dar cohesión a la partitura en su conjunto:
Los hobbits rurales y simples, estaban arraigados en un tejido dulcet de tonos celtas.
Los elfos místicos, tocaron sobre los colores del este etéreos.
Los Enanos, los abrasivos canteros de Tolkien, recibieron columnas de armonías paralelas, y un coro masculino áspero y gutural.
Las hordas industrializadas de Orcos, obtuvieron los sonidos más violentos y percusivos de Shore, incluidos los tambores de taiko japoneses, las campanas de metal y las cadenas golpeadas en los cables de los pianos.
Mientras que el mundo de los hombres, esos imperfectos pero nobles herederos de Middle-Earth, se presentó con severidad y búsqueda.
En el modo operístico, estos mundos musicales y sus temas se mezclaron, algunas veces combinando fuerzas para un poder culminado, otras veces chocando violentamente... y siempre inclinándose hacia la voluntad del Anillo Único y su propia siniestra familia de temas.
Fue pasados 4 años de escritura, que se realizó The Lord Of The Rings Symphony, VI Movimientos para orquesta y coro, junto con el director de orquesta, John Mauceri, Shore adaptó la forma y las transiciones de las partituras de películas más largas, convirtiéndolas en una serie de poemas de tonos sin el vínculo visual específico con las películas, y adhiriéndose más a las tradiciones de las obras orquestales programáticas de Strauss, Liszt, Smetana y Sibelius.
El amplio alcance de la obra, requiere orquesta sinfónica, coro mixto, coro de niños y solistas instrumentales y vocales que canten en los idiomas “quenya”, “sindarin”, “khuzdûl”, “adanaís”, “habla negra” e inglés moderno de Tolkien.
Estilos, instrumentos y artistas, fueron recopilados de todo el mundo para proporcionar a cada una de las culturas de Tolkien, una impresión musical única.
Canciones folclóricas originales junto a himnos diatónicos, grupos de tonos cromáticamente complejos y pasajes hirientes aleatorios disonantes.
Es una escritura intencionada, contenida en la ejecución y con una influencia de gran alcance, ya que dentro de este amplio marco reside una visión musical notablemente concisa.
La escritura de Shore, asume un tono terrenal, conectado y construido sobre estructuras orquestales robustas, y un sentido de la línea que es a la vez fluido pero desprovisto de ornamentación frívola.
The Lord Of The Rings Symphony, mantienen un pie en el mundo literal de la ópera, mientras depositan el otro en una consideración autónoma las contemplaciones filosóficas de J.R.R. Tolkien.
Los momentos más ligeros del capricho rústico de los hobbits, permanecen tocados con una madurez que reconoce el cambio que inevitablemente se esconde en el horizonte.
Y en los mejores momentos de espectáculo, donde Shore abre las fuerzas de más de 200 músicos, la música está siempre arraigada en las esperanzas, ideales y fragilidades de este drama tan humano.
Los movimientos son los siguientes:
Movimiento 1 de 11 minutos y 25 segundos incluye:
“The Prophecy”, “Concerning Hobbits”, “The Seduction Of The Ring”, “The Black Rider” y “Treason of Isengard”
Movimiento 2 de 34 minutos y 04 segundos incluye:
“Rivendell”, “The Ring Goes South”, “A Journey in the Dark”, “The Bridge of Khazad-dûm”, “Lothlórien”, “The Great River”, “Amon Hen” y “The Breaking Of The Fellowship”
Movimiento 3 de 18 minutos y 15 segundos incluye:
“Foundations of Stone/Glamdring”, “Gollum”, “Rohan”, “The Black Gate Is Closed”, “Evenstar”, “The White Rider”, “Treebeard” y “The Forbidden Pool”
Movimiento 4 de 10 minutos y 28 segundos incluye:
“The Hornburg”, “Forth Eorlingas”, “The Last March Of The Ents” y “Gollum's Song”
Movimiento 5 de 15 minutos y 26 segundos incluye:
“Flight from Edoras”, “Minas Tirith”, “The Lighting Of The Beacons”, “The Steward of Gondor”, “Cirith Ungol” y “Anduril”
Movimiento 6 de 26 minutos y 13 segundos incluye:
“The Fields Of The Pelennor”, “The Paths Of The Dead”, “The End of All Things”, “The Return Of The King”, “The Grey Havens” e “Into The West”
Cada uno de los movimientos de la sinfonía, corresponde a un libro dentro del tomo de Tolkien; además del drama de la actuación, y a pedido de Shore, el artista de video Davey Frankel, ha incorporado las impresionantes imágenes de los reconocidos artistas de Tolkien, Alan Lee y John Howe.
Shore dijo:
“Es muy gratificante ver la música de la trilogía de “The Lord Of The Rings” y encontrar una nueva vida en el escenario del concierto.
La música fue concebida en Wellington, a través de la colaboración con Peter Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens, y es justo que la pieza se estrenara en Wellington, Nueva Zelanda, que es el hogar de Middle-Earth.
Desde el estreno, la sinfonía ha tocado en actuaciones agotadas en América del Norte, Europa, Lejano Oriente y Australia”
Hablando de los aspectos positivos, Howard Shore es un genio musical y el genio que hizo la más premiada de las bandas sonoras, algo que ha trascendido al plano que John Williams ha hecho por “Star Wars”, y eso es dar profundidad y sustancia a un mundo ficticio, a través de la bendición de la música; pues Shore nos hizo creer, que esto es lo que siente Middle-Earth a través de la música.
Además, dándonos una idea de su proceso de pensamiento y de cómo conectó los libros con las películas, y las películas con los fanáticos a través de esta hermosa música, es simplemente un privilegio; al tiempo que simplemente experimentar la música que se reproduce en vivo, es un verdadero placer, aunque no es la partitura completa del concierto, sino solo piezas seleccionadas para el documental.
Algo sobre una presentación en vivo, le da una sensación de novedad y espontaneidad que simplemente no se obtiene con una grabación de estudio.
Ahora vienen los aspectos negativos:
Aunque se llama una Sinfonía, no lo es...
Lo que tenemos aquí son 3 suites de 2 Movimientos, una de cada una de las 3 partituras.
Hay una gran cantidad de repeticiones, como es de esperar, y a pesar del hecho de que Shore ha ideado algunas ideas melódicas encantadoras y memorables para caracterizar a las distintas personas y lugares en la historia, la similitud básica de forma entre ellas, “ABAB”, se vuelve rápidamente aburrida en este contexto.
También es importante tener en cuenta que el contraste, del que hay mucho, no es igual a forma, del que no hay ninguno.
La unión continua de bits, no crea una secuencia musical lógica.
Hay, por ejemplo, episodios espléndidos, como la iluminación de la torre de vigilancia en “The Return Of The King”
Pero cuando llegamos a ese punto, el dispositivo de Shore de extender el tiempo modulando hacia arriba para aumentar la tensión, ya ha ocurrido tantas veces que el poder de este momento en particular, donde la técnica parece justificada, se debilita.
También puede recordar que la muerte en la película, casi siempre está representada por un cambio repentino a la fotografía en cámara lenta acompañada por un suave y vagamente anglicano canturreado por un niño soprano.
Me disgustó mucho en la película, y suena especialmente desmotivado como un dispositivo puramente musical aquí.
De hecho, las partes vocales son realmente problemáticas.
Los episodios corales en varios idiomas incomprensibles, se detienen y comienzan sin ninguna razón en particular.
Al final de la parte II, la cantante Kaitlyn Lusk se materializa de la nada con una triste canción en inglés, que suena completamente fuera de lugar y te hace desear que ella cantara en élfico.
La partitura también suena mucho más “formulista” y predecible en este contexto, que en las bandas sonoras.
¿Debe cada crescendo, presentar un trémolo en el “tam-tam” o platillos suspendidos?
Finalmente, la ingeniería está artificialmente iluminada, y fuertemente procesada.
La apertura de la parte III, parece haber sido cortada por una edición abrupta, y la audiencia en vivo, no siempre es tan silenciosa como podría haber sido.
Puede decirse sin vacilar, que como Sinfonía, es decepcionante.
Y era bastante obvio que una buena parte del material de la entrevista de Howard, no era más que él leyendo un guión, palabra por palabra, porque se notó.
Al tiempo que hay secciones que parecen en su mayoría están al principio, y otras al final, en las que simplemente expresa sus pensamientos de manera fluida y honesta de una manera completamente sin guiones.
La diferencia es bastante notable, entre banda sonora y Sinfonía; y estoy seguro de que había razones para hacer esto.
Tengo la impresión, de que este arreglo sinfónico no llega a ser totalmente perfecto, en parte porque al buscar ese “fluir musical” se echa de menos alguna de las pausas dramáticas presentes en las partituras originales, y en parte también porque el álbum, al estar grabado en vivo, no tiene del todo bien ajustado el equilibrio de volumen entre instrumentos y coros en varios fragmentos.
También, soy de la opinión de que una sinfonía clásica al uso, funciona mucho mejor cuando puede disfrutarse como una única experiencia que se escucha sin pausas, y de una sentada, de modo que un trabajo tan largo, y con un carácter tan inevitablemente fragmentario y episódico, se llega a indigestar un poco.
Eso no quita que una música tan asombrosa sonaría bien hasta en un remix de reguetón, no obstante, cualquier aficionado a Tolkien, a Shore o a las películas de Jackson, debe escuchar esta sinfonía.
“Hwær cwóm helm? Hwaer cwóm byrne?
Hwær cwóm feax flówende?
Hwær cwóm hand on hearpestrenge?
Hwær cwóm scir fýr scinende?”
(¿Dónde está el timón y el hauberk, y el cabello brillante que fluye?
¿Dónde está la mano en la cadena de arpa, y el fuego rojo brillando?)
No fue extraño que con “The Hobbit” se hiciera lo mismo con “The Lord Of The Rings”, sin embargo, Shore dobló el producto en 2 CDs para cada película; y la partitura sigue el estilo de la partitura de “The Lord Of The Rings” utilizando un vasto conjunto, múltiples formas y estilos musicales, una gran cantidad de “leitmotiv”, y varios instrumentos inusuales, que se suman a la música general de Shore de las películas de Middle-Earth.
Para esta nueva trilogía, Shore compuso más de 9 horas de música, con 65 nuevos temas musicales, y repitiendo 50 temas de “The Lord Of The Rings”; y dibujó y orquestó la música de un inmenso conjunto formado por una gran orquesta sinfónica, bandas de escenario adicionales, con varios instrumentos no orquestales, coros múltiples y varios solistas vocales.
Y aunque no fue tan exitoso críticamente como sus composiciones de “The Lord Of The Rings”, la partitura de Shore siguió siendo un éxito financiero, alcanzando el top 10 en las listas de álbumes en múltiples países, y obtuvo varias nominaciones a premios, y su ajuste de la melodía de “Misty Mountains” se volvió muy popular.
La partitura, se ha realizado desde entonces como una pieza sinfónica en IV Movimientos para Orquesta y Solista, como lo hizo para su Sinfonía.
Y la partitura y su producción, también fueron el tema de una película documental de 1 hora de duración, creada para las características detrás de escena de “The Desolation Of Smaug”, y también se presentó en un libro dedicado del musicólogo Doug Adams, que se completó a finales 2017.
Con estas 3, más largas partituras agregadas a la música de “The Lord Of The Rings”, Howard Shore ha compuesto más de 160 “leitmotiv” para las películas de Middle-Earth, creando con mucho, la mayor colección de temas en la historia del cine, y una de las más grandes colecciones de todos los ciclos de composiciones musicales, solo comparables a una producción Wagneriana.
Para “The Hobbit”, el tema principal es el tema “The Shire”; y los temas principales de los episodios individuales son, en orden:
El tema “The Fellowship”, el tema “Smaug” y el tema “Erebor”
La apertura de “An Unexpected Journey” también sirve como una Obertura de la serie, presentando muchos de los temas principales y las fuerzas y colores orquestales completos, mientras que “The Battle Of The Five Armies” sirve como puente para la trilogía “The Lord Of The Rings”
Y como fue de esperar, varias piezas de música fueron editadas o incluso concebidas para salas de conciertos:
“Dreaming of Bag End”, “A Very Respectable Hobbit”, “Erebor”, “The Dwarf Lords”, “Beyond The Forest”, “Ironfoot”, entre otros.
Así nació “The Hobbit in Four Movements”, un programa sinfónico de 30 minutos, construido a partir de “A Very Respectable Hobbit”, “Beyond The Forest”, “Smaug” y “Ironfoot”
Siempre he dicho que, mientras haya inspiración, tendremos más de Tolkien por venir… como películas, como bandas sonoras, como sinfonías…
“Si, na vethed; [Meth i naid] bain.
I wilith úria, I ardhon ban lacha
(Aquí al final; el fin de todas las cosas.
El aire está en llamas, todo el mundo está en llamas)
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