Sarah Brightman in Concert: Live at The Royal Albert Hall – 1997

“Summertime, and the livin' is easy fish are jumpin' and the cotton is high…”

El “pop operístico”, denominado también “pópera”, “pop lírico”, “crossover ópera – pop” o “crossover clásico”, es un género musical que mezcla y fusiona elementos del estilo de música clásica, sea canto lírico, ópera y música culta con la música popular, ya sea pop, rock, ligera y latina.
El subgénero es a menudo interpretado por cantantes y artistas clásicos, aunque ese campo es mucho más amplio en los tipos de música que abarca.
Las actuaciones de “Pópera”, como las de Los Tres Tenores, han alcanzado audiencias más grandes, y han generado mayores ganancias que las típicas de la música operística.
El término “classical crossover”, en inglés, fue acuñado por las compañías discográficas en la década de 1980, como un género musical definido que ha ganado en popularidad desde la década de 1990, y ha adquirido su propia lista de Billboard.
Según los historiadores de la música, las canciones de “pop operístico” se convirtieron más frecuentes con el aumento de los músicos durante los años 1900, siendo la gran afluencia de inmigrantes italianos a los Estados Unidos que popularizaron cantantes como Enrico Caruso, e inspiraron la creación de “canciones de novedad”, utilizando el dialecto italiano, y a menudo eran utilizadas con repertorios operísticos “para hacer un punto satírico o tópico”, siendo popularizado por el American Vaudeville, en comedias musicales, de jazz y operetas, como:
“That Opera Rag” de Irving Berlin, “My Cousin Caruso” de Billy Murray y los riffs de Louis Armstrong en “Rigoletto” y “Pagliacci”
El subgénero, posteriormente disminuyó después de la década de 1920, pero revivió durante la era de la música rock con álbumes como “Tommy” de The Who y “A Night at The Opera” de Queen.
En 1986, el tenor operístico, Luciano Pavarotti, tuvo un éxito con la canción “Caruso” de Lucio Dalla, que ayudó a provocar un reciente florecimiento del pop operístico; y entre otros cantantes más actuales, como Andrea Bocelli, Josh Groban y Katherine Jenkins, también registraron el aumento del subgénero.
Bocelli, en particular, pronto se convirtió en un destacado representante del subgénero, junto a Sarah Brightman.
La Brightman, hoy de 58 años, se ha distinguido como una de las sopranos más importantes de la historia, y probablemente ella es la única que ha llegado a más cantidad de personas, por su muticolorido repertorio.
No obstante, hay que aclarar que Brightman no es una cantante de ópera como se suele decir, ya que le falta potencia para serlo, a pesar de haber pasado por el teatro, y haber hecho sus pinitos en el arte lírico.
Sin embargo, basta escuchar su interpretación del “Nessum Dorma” de “Turandot”, la de “In Pace” o la de “Carmina Burana” en “In Trutina”, y sobre todo la de “Piano”; para darse cuenta que tiene una voz privilegiada que transmite mucho, incluso a veces más que otra gente dedicada a ello.
Sarah Brightman es una soprano, actriz y bailarina británica, que interpreta música del género denominado “Classical Crossover”; y ha cantado en inglés, español, francés, catalán, latín, alemán, italiano, japonés, mandarín y ruso; y ha recibido 180 Discos de Oro y Platino en 38 países.
Y curiosamente, Brightman es la única artista en el mundo, que ha ocupado el puesto #1 en el Billboard Dance y el Billboard Classical Chart simultáneamente.
Sus otros logros incluyen la clasificación por la Recording Industry Association of America, como la artista clásica con mayores ventas del siglo XXI en Estados Unidos; y se ha establecido a sí misma, como la soprano viva de mayores ventas de todos los tiempos, con ventas mundiales que exceden los 30 millones de álbumes, y más de 2 millones de DVD.
El primer entrenamiento vocal de Sarah Brightman, fue con Elizabeth Hawes, jefe de la Trinity Music College de Londres, y más tarde con Ellen Faull de La Academia Juilliard; y últimamente estudió con el internacionalmente conocido profesor David Romano.
El registro más agudo de la cantante, ha sido de F6 en el minuto 3:16 del tema “How Can Heaven Love Me” de su álbum “Fly” rompiendo un record importantísimo en la historia de su voz, además de la nota interpretada del tema “Tao Of Mag” con un Eb6 en el filme “Repo! The Genetic Opera”
Ahora bien, sus notas más altas varían desde un D6, Eb6, E6 hasta un F6 en la nota final de “The Phantom Of The Opera (Versión Symphony Tour)”
Sin embargo, en opinión particular, no siempre resulta muy agradable cuando usa su voz “pop”, se oye algo aguda, voz chillona de momentos, por decirle de alguna manera, y hasta incómoda un poco, de ahí parte de las críticas que ha recibido.
Pero hasta cierto punto son infundadas, es falta de percepción al creer que sólo canta con esa voz, porque en realidad usa distintos tonos.
Si nos damos cuenta con cuidado, notaremos que usa por lo menos 3 tipos de voz; y por describirlos de alguna forma desde un punto de vista de aficionado o mero oyente, tenemos:
Voz tipo “ópera”, que es la voz soprano; la voz tipo “género vocal”, es que la voz media pero sin llegar a engruesarla; y la voz tipo “género pop”, que es una voz suave y dulce, pero algo aguda.
Tal vez estas descripciones no digan mucho, y hasta resulten confusas, pero basta con escucharla cantar el tema “La Luna” para notar esto, y como juega con estas 3 voces; por ejemplo:
Empieza cantando “pop”, luego “vocal”, y después “ópera”, y de nuevo regresa al pop.
Así 3 veces, para luego terminar el tema con su voz soprano.
Algo parecido hace en su versión del Titanic, “Il Mio Cuore Va”, casi toda la canción es con su voz vocal, pero al final se destapa, y suelta su vozarrón de soprano cuando nadie se lo espera.
Realmente se escucha muy bien ese cambio, le da mucha fuerza a la interpretación; y es realmente recomendable.
Sobre sus influencias, incluyen música de las décadas de 1960 y 1970, y artistas como David Bowie y Pink Floyd; mientras el material de sus discos va de versiones de arias de ópera de compositores como Puccini o Verdi en “Harem”, “Eden”, y “Timeless”; a canciones de pop como “Dust In The Wind” de Kansas, “Here With Me” de Dido, y “A Whiter Shade Of Pale” de Procol Harum.
En lo personal, cumplidos los 19 años, Sarah Brightman se casaría con su primer esposo:
Andrew Graham Stewart, que también ejercería de productor y manager por un tiempo.
En 1983, Brightman grabó el “Requiem Mass”, compuesto por Andrew Lloyd Webber, junto a Plácido Domingo; y ambos cantantes lo presentaron en Londres y New York, gracias a lo cual obtuvo la nominación al Grammy como mejor nueva artista de música clásica, y el papel principal en la opereta “The Merry Widow” en la New Sadler’s Wells Opera.
En el año 1981, Sarah Brightman se presenta al “casting” para el musical “Cats” y obtiene un pequeño papel, a pesar de la poca importancia de su personaje, el compositor de la obra, Andrew Lloyd Webber se fija en las increíbles dotes vocales de la joven corista, y comienzan una relación sentimental que acabaría en boda en el año 1984.
Inspirado por su joven esposa, Andrew compone su obra cumbre:
“The Phantom Of The Opera”, un musical espectacular, en el cual Sarah demuestra toda su fuerza interpretativa y su increíble voz.
El musical ve la luz el 9 de Octubre de 1986 en el teatro “Her Majestic” de Londres con gran éxito de público; de hecho, el musical aún sigue representándose, aunque Sarah siempre será recordada como la única Christine.
Habiendo participado en otros aclamados musicales como “Song & Dance” y “Aspects Of Love”, Sarah Brightman presentó en 1989 su primer disco como solista:
“The Songs That Got Away”; y con su segundo álbum, “As I Came Of Age”, dio el pistoletazo de salida a una nueva etapa en su carrera; sin embargo, su relación matrimonial con Andrew Lloyd Webber finalizará de forma muy amistosa en 1990.
Los Juegos Olímpicos de 1992 en Barcelona, fueron el escenario en que terminó por lanzarse a la fama mundial, interpretando junto al tenor español, José Carreras, el tema de clausura de los Juegos, “Amigos Para Siempre”
Posteriormente, Sarah emprende un viaje a Los Ángeles para fichar por un nuevo sello discográfico; especialmente interesada en el éxito del afamado grupo belga Enigma, solicita trabajar con uno de los integrantes de la banda:
Frank Peterson; y éste se convertiría en su productor y principal asesor creativo.
El primer álbum al que ambos dan forma es “Dive”, inspirado en el universo marino, y que incluye el single “Captain Nemo” en 1993; y su trabajo “Time To Say Goodbye (Con Te Partirò)” fue su canción de más éxito internacional.
Este dúo con el tenor Andrea Bocelli, vendió más de 3 millones de copias solo en Alemania; convirtiéndose en el sencillo musical más vendido en la historia de éste país europeo.
Con ese tema, Sarah, junto a Bocelli como invitado, daría una de las giras más importantes de su carrera.
“I'm so glad you could come”
Sarah Brightman in Concert: Live at The Royal Albert Hall, es un musical del año 1997, dirigido por David Mallet.
Protagonizado por Sarah Brightman, Andrew Lloyd Webber, Andrea Bocelli, Adam Clarke, y Paul Bateman.
En 1997, Sarah Brightman lanzó el álbum “Timeless”, también promocionado como “Time To Say Goodbye”, que sigue siendo el álbum más vendido de Brightman, pues recibió Discos de Oro, Platino y/o Multiplatino en 21 países, vendiendo más de 1.4 millones de copias solo en los EE UU; y encabezó la lista de los mejores álbumes de “crossover” de Billboard en los EEUU durante 35 semanas.
El primer sencillo del álbum, “Time To Say Goodbye”, fue la 2ª canción que Brightman debutó en El Campeonato Mundial de Boxeo en Alemania, junto a Andera Bocelli, que se convirtió en un éxito internacional, y vendió más de 3 millones de copias solo en Alemania, por lo que se convirtió en el single más vendido de Alemania, y tuvo éxito en muchos otros países;
El álbum finalmente vendió más de 12 millones de copias en todo el mundo; y en marzo de 1998, Brightman produjo su primer especial de PBS:
Sarah Brightman: In Concert en el Royal Albert Hall, siendo la primera gira de conciertos como solista de la soprano británica.
El concierto fue grabado en el Royal Albert Hall de Londres, en septiembre de 1997, siendo más tarde lanzado en formato VHS; y actualmente está también disponible en DVD.
Y la verdad que se comprueba que la voz de Sarah Brightman es verdaderamente enviada por el cielo, pues en este especial ella muestra su todo su talento vocal e interpretativo, aunque sigo pensando que como actriz es regular.
Entre los invitados especiales que interpretaron con Sarah esa noche, destacan:
El mismo Andrew Lloyd Webber que hace una aparición especial para promocionar su nueva canción “Whistle Down Th Wind”, que sería el título del musical homónimo; y Andrea Bocelli con el cantará el tema más famoso.
Por su parte, el director del concierto fue Paul Bateman, quien dirige La Orquesta Sinfónica de Londres.
De esa manera, este concierto se abre con una mezcla ortopédica orquestal, y mientras se realiza eso, los espectadores pueden disfrutar de algunas sesiones fotográficas de archivo de Sarah en varios lugares y musicales.
Sarah aparece en el escenario para cantar su canción de apertura, la hermosa “Baïlèro”, de “Chants d'Auvergne” de Joseph Canteloube, que en lo particular es la obra más lograda, pues la canta en un estilo más tradicional, en oposición a la grabación un tanto etérea en su álbum “Eden”, que realmente gustan ambas.
El concierto luego pasa a una melodía más animada, el “Chanson Espagnol” de “Les Filles de Cadiz” de Léo Delibes, con su amplia gama de notas y colores vocales.
Así llegan la hermosa aria de Puccini, “O Mio Babbino Caro”, que había estado disponible en medios grabados solo como una grabación en vivo hasta que la grabó para su álbum “Classics”, y que es la pieza operística más cantada por las sopranos, que ha llegado a cansar por ser siempre esperada.
Una canción absolutamente hermosa, es la de Edvard Grieg, “Solveig's Song” de la obra “Peer Gynt”, que revela a Sarah en su mejor expresión, mostrando una expresión asombrosa, tanto vocal como visualmente.
También se incluye en este concierto, la música de Gershwin, Bernstein y un dúo conmovedor con el niño soprano Adam Clarke, del “Requiem” de Andrew Lloyd Webber, “Pie Jesu”
Sarah explica para qué se escribió esta música, y la dedica a familiares y seres queridos que han fallecido.
Ella también canta la hermosa “Tu Quieres Volver” en español, con un exquisito tono de niña inocente, con un acompañamiento de guitarra clásica; y uno de sus estándares de concierto, la canción de Queen, “Who Wants to Live Forever” interpretada de manera muy conmovedora.
Luego, el enfoque del concierto cambia a un segmento de Andrew Lloyd Webber, que comienza con “Whistle Down The Wind”, una canción que escribió para un nuevo musical que en ese momento pronto se lanzaría...
Es ese momento, Sarah se sienta en el piano para cantar esta conmovedora canción, con el propio Lloyd Webber acompañado en el piano; y luego canta su material del “The Phantom Of The Opera” habitual, que termina con la emotiva “Music Of The Night”, que concluye el programa del concierto.
Su vínculo con este material, para mí es evidente a lo largo de todo el conjunto, y es uno de los pocos conciertos en donde se nota que no canta con “play-back”, hay que decirlo todo.
Finalmente, Sarah reaparece para una repetición, sin embargo, con el tenor Andrea Bocelli, para cantar la versión en dúo de “Time To Say Goodbye” una obvia favorita de la multitud; y concluye esta noche absolutamente deslumbrante con “Don't Cry For Me Argentina” de “Evita” del mismo Lloyd Webber.
Este es un concierto increíble de principio a fin, ya que Sarah atraviesa esta amplia gama de materiales con aparente facilidad; donde sus voces, las de ella, Bocelli y Clark son excelentes, y la expresión de Sarah, tanto vocal como visual es impresionante.
Mientras El Maestro Paul Bateman dirige muy hábilmente a La Orquesta, junto al Coro de este concierto, y su acompañamiento es excelente.
Para mí es obvio que Sarah es una intérprete natural, muy talentosa y muy emotiva, y esto brilla intensamente durante este concierto.
“I feel stunning and entrancing”
El director de este concierto es célebre por haber colaborado con grandes artistas de diversos géneros:
David Victor Mark Mallet, hoy de 72 años, es un director británico que se destacó a fines de la década de 1970 como director del entonces nuevo formato de videos musicales con la exitosa empresa MGMM que cofundó con Scott Millaney, Brian Grant y Russell Mulcahy; y Mallet se destaca por su trabajo innovador en videos musicales enormemente populares en la década de 1980, convirtiéndose en uno de los directores más buscados de la década para este formato.
Su trabajo incluye:
De Iron Maiden “Run to the Hills”, “Ashes to Ashes” y “Let's Dance” de David Bowie, “Distann Early Warning” de Rush, y “Radio Ga Ga” y “I Want to Break Free”
de Queen.
También se ha desempeñado como productor en programas de televisión, como The Kenny Everett Video Show; y es conocido por dirigir algunas grabaciones de conciertos de la soprano Sarah Brightman y otros importantes eventos de música en vivo y espectáculos como el “46664” y Le Cirque du Soleil.
También ha dirigido conciertos tan destacados como “Pulse” de Pink Floyd y “PopMart: Live from Mexico City” de U2.
Este concierto de Sarah Brightman de 1997, tiene como plato fuerte una rara aparición junto a Andrea Bocelli, que marcó el comienzo de una nueva era de música “crossover”; y podrías llamar al concierto un evento de “música clásica popularizada”, pero aquí también hay música popular clasificada; y este es el concierto al que PBS apunta como “el más popular de todos los tiempos”
Pero la parada en el Royal Albert Hall es solo parte de una gira que hizo la cantante en el Reino Unido y Alemania, solamente.
Y la lista del programa era el siguiente:
1. Overture: “Capriccio Espagnol: Scena e canto gitano/Fandango asturiano” de Nikolái Rimski-Kórsakov
El “Capricho Espagnol, Op. 34”, es una obra orquestal compuesta en 1887, basada en melodías españolas; y el título original en ruso es literalmente “Capricho sobre temas españoles”
La inspiración de la obra, residía en la música que descubrió, en parte en sus viajes; pues entre 1862 y 1865, el compositor había viajado mucho por el mundo debido a su cargo de Oficial de La Marina Rusa; y en España pasó varios días en Cádiz.
La obra consta de una parte muy destacada a cargo de un violín solista, hasta el punto de que originalmente estaba concebida como una fantasía para violín y orquesta; y posteriormente, el compositor incorporó otros instrumentos solistas.
Aproximadamente, la ejecución de la obra dura 15 minutos.
2. “Baïlèro” de “Chants d'Auvergne” de Joseph Canteloube.
La obra completa es una colección de canciones populares de la región de Auvergne, en Francia, preparadas para voz de soprano y orquesta o piano, realizada entre 1923 y 1930.
Las canciones están en el idioma local, occitano; y la más conocida de las canciones es el “Baïlèro”, que ha sido grabado y ejecutado con frecuencia en ligeras variaciones del arreglo de Canteloube, como para coro o instrumental en lugar del solo de soprano original; al tiempo decir que las canciones son parte del repertorio estándar, y han sido grabadas por muchos cantantes.
3. “Chanson Espagnol” de “Les Filles De Cadiz” de Léo Delibes.
Este es un bolero que al principio recuerda mucho a la ópera “Carmen”, pero esa ópera fue estrenada en 1875, 1 año después de la publicación de esta canción, así que la influencia, de existir, sería de éste bolero sobre la ópera; y es muy popular en el repertorio de sopranos, pero tiene su truquillo, porque sopranos de mucho nivel naufragan un poco en la interpretación; porque se necesita ese plus de musicalidad, no sé si española o andaluza... para resultar brillante.
4. “O mio babbino caro” de “Gianni Schicchi” de Giacomo Puccini.
Traducida como “Oh, mi papá querido”, es un aria de la ópera “Gianni Schicchi” (1918), con música de Puccini y letra de Giovacchino Forzano; y la canta el personaje llamado Lauretta, después de que las tensiones entre Schicchi y sus futuros suegros llegan a un punto de ruptura que amenaza con separarla de Rinuccio, el joven a quien ella ama.
En la ópera, representa un contraste entre la expresión de la simplicidad lírica y la fusión de los amantes en un solo corazón, en medio de una atmósfera de hipocresía, celos, doble negociación y feudalismo en La Florencia Medieval, en la única comedia de Puccini, aportando la única pieza de situación en una obra de estilo responsivo y conversacional.
El aria se realiza con frecuencia en conciertos, y como repetición de recitales de muchos cantantes populares y de “crossover”, y se utiliza en varias películas, y algunas bandas cubren el aria en su propio estilo.
5. “Solveig's Song” de “Peer Gynt, Suite No. 2 Op. 23” de Edvard Grieg.
La obra “Peer Gynt, Op. 23” es la música incidental de la obra de Henrik Ibsen del año 1867 del mismo nombre, escrita por el compositor noruego Edvard Grieg en 1875.
Más tarde, en 1888 y 1891, Grieg extrajo 8 movimientos para hacer 2 Suites de IV movimientos:
Suite No. 1, Op. 46; y Suite No. 2, Op. 55.
Algunos de estos movimientos han recibido cobertura en la cultura popular como la “Solveig's Song”
6. “Summertime” de “Porgy and Bess” de George Gershwin:
Esta es un aria compuesta en 1934 para la ópera “Porgy and Bess” de 1935.
Las letras son de DuBose Heyward, el autor de la novela “Porgy” en la que se basó la ópera, aunque la canción también es acreditada a Ira Gershwin por ASCAP.
La canción pronto se convirtió en un estándar de jazz muy popular y muy grabado, descrito como “sin duda... una de las mejores canciones que el compositor haya escrito...
La escritura altamente evocadora de Gershwin, mezcla brillantemente elementos del jazz y los estilos de canciones de los negros en el sureste Estados Unidos desde principios del siglo XX”
El compositor y letrista, Stephen Sondheim, ha calificado las letras de Heyward para “Summertime” y “My Man's Gone Now” como “las mejores letras en el teatro musical”
7. “Pie Jesu” del “Requiem” de Andrew Lloyd Webber a dúo Adam Clarke.
La pieza, en latín original “Pie Iesu”, es un texto del pareado final de “Dies irae” y, a menudo se incluye en los ajustes musicales de La Misa de Réquiem como motete.
Andrew Lloyd Webber, en su “Requiem”, combinó el texto del “Pie Jesu” con la versión del “Agnus Dei” anteriormente utilizada en “La Missa Tridentine Requiem”
8. Un popurrí del musical “West Side Story” con “Somewhere/I Feel Pretty/Tonight” de Leonard Bernstein.
Esta música atemporal de Bernstein, se entreteje en esta excepcional combinación de canciones de su musical más conocido, donde se verá el brillo de las diferentes escenas con el cambio de color en los textos  en la capacidad vocal del intérprete.
9. “Tú Quieres Volver” de Gypsy Kings.
Esta es una canción de los Gypsy Kings, lanzada en su álbum homónimo en 1988, que fue muy popular en los chart internacionales.
10. “Who Wants To Live Forever” de Queen.
Esta es una canción de la banda de rock británica Queen, y es la 6ª pista del álbum “A Kind of Magic”, lanzado en junio de 1986, siendo escrita por el guitarrista principal Brian May, para la banda sonora de la película “Highlander” (1986)
11. “Whistle Down The Wind” de Andrew Lloyd Webber al piano.
Este es el tema principal del musical homónimo, con música compuesta por Lloyd Webber, quien también coescribió su libro con Patricia Knop y Gale Edwards, y sus letras fueron escritas por Jim Steinman; y se basa en la película de 1961, “Whistle Down The Wind”, cuya novela original del mismo nombre fue escrita por Mary Hayley Bell en 1959.
12. “Overture/Wishing You Were Somehow Here Again” de “The Phantom Of The Opera” de Andrew Lloyd Webber.
Esta es quizás la canción más personal de la pareja Webber/Brightman, pues su letra es muy explícita: “Deseando que estuvieras de alguna manera aquí otra vez” es conmovedora, pues sigue diciendo: “Una vez fuiste mi única compañera, eras todo lo que importaba”, es la letra que en la obra, Christine canta en el cementerio el fatídico día anterior a la actuación que decidirá su destino.
Al tiempo que demuestra que “ella nunca se había curado realmente de su pérdida, y parece que probablemente nunca lo hará”
13. “The Music Of The Night” de “The Phantom Of The Opera” de Andrew Lloyd Webber.
Esta es una canción importante para el solista masculino de la obra, El Fantasma, con música escrita por Andrew Lloyd Webber, y con letras de Charles Hart.
Apareció en varias bandas sonoras del musical, como la versión original del reparto en la que el actor inglés Michael Crawford canta la canción.
Sin embargo, Sarah Brightman declaró en este concierto en el Royal Albert Hall Concert de Londres en 1997, que la canción “The Music Of The Night” fue escrita originalmente por Andrew Lloyd Webber para ella, por la primera vez que la conoció; pero esta versión contiene letras diferentes, y se llamaba “Married Man”
Las letras fueron reescritas más tarde, y la canción fue añadida posteriormente al musical “The Phantom Of The Opera”
14. “Time To Say Goodbye (Con Te Partirò)” a dúo Andrea Bocelli.
Originalmente llamada “Con Te Partirò”, la canción fue escrita por Francesco Sartori y Lucio Quarantotto; considerándose una de las canciones más famosas del intérprete italiano; y la segunda versión de la canción, cantada en parte en inglés, lanzada en 1996 como “Time To Say Goodbye”, que combinó a Bocelli con la soprano inglesa, Sarah Brightman, logró un éxito aún mayor, superando las listas de éxitos en toda Europa, y la canción se considera hoy, como “la canción firma Bocelli”
15. “Don't Cry for Me Argentina” de “Evita” de Andrew Lloyd Webber.
La canción fue grabada originalmente para el álbum conceptual de 1976, “Evita”, y más tarde fue incluida en el musical de 1978 del mismo nombre.
La canción fue escrita y compuesta por Andrew Lloyd Webber y Tim Rice, mientras investigaban la vida de la líder argentina, Eva Perón.
El tema aparece en la apertura y cerca del final del espectáculo, inicialmente como “el espíritu de la Eva muerta, exhortando a la gente de Argentina a no llorarla”, y finalmente durante el discurso de Eva desde el balcón de La Casa Rosada, frente a las masas de descamisados, tras ganar Perón las elecciones presidenciales de 1946, y convertirse ella en La Primera Dama de Argentina.
Sobre el concierto, no tengo nada más que admiración por la calidad de la alta voz de soprano de Sarah Brightman, pero tengo cosas menos elocuentes que decir sobre su presencia en el escenario, pues parece un cervatillo asustado con ojos fijos y gestos torpes con las manos.
Seguramente, ella es una persona que ha gastado mucho dinero en entrenadores y alguien podría haber señalado que sus gestos limitados y su expresión inmutable, sin importar la canción que cante, le restan brillo al canto de su voz de canto; pero ella siempre ha sido así, una cantante de concierto y no de teatro, pero le falta ser más dinámica en el escenario, pero todo ella se lo deja a la voz... que en algunos conciertos grabados posteriores, se nota mucho el uso del “playback”
Sin embargo, parece ser humilde y modesta con respecto a su propio talento, y esto también se manifiesta, y también aprecia a aquellos que fueron de gran ayuda en su carrera, como su ex esposo, Andrew Lloyd Webber, quien se une a ella en un segmento bastante breve en el piano, mientras ella canta su melodía, enseñando pierna, no podía ser de otra manera:
“Whistle Down The Wind”, una pieza bella, hermosa y cantada de manera elegante y afinada.
Y por supuesto, ella hace un brillante trabajo vocal en sus canciones emblemas del musical “The Phantom Of The Opera”
Pero el momento más sorprendente de la noche, entre lo curioso y cómico, fue cuando Brightman llamó a un hombre de aspecto tímido, en mangas de camisa, para tocar el piano, su ex, y autor de las más grandes obras musicales.
Lo cómico viene del diálogo:
“Estoy tan contenta de que pudieras venir”, dijo ella.
“Solo vivo a la vuelta de la esquina, así que no tendría mucha excusa”, respondió Sir Andrew Lloyd Webber, dócilmente; quien reconoció que su voz era maravillosa esa noche.
Sobre el acompañamiento de la orquesta, es excelente y el balance de grabación es perfecto, por lo que cada número es agradable; y desde el punto visual, el Albert Hall siempre maneja las mismas tomas aéreas y acercamientos para todos sus conciertos allí, como en “default”, lo que no es muy conveniente, pues los planos son los esperados.
También podemos hablar del segmento con Andrea Bocelli en un par de duetos, y hace un buen trabajo en “Les Filles de Cadiz”, una de las canciones favoritas para la voz de soprano, y hace un trabajo convincente en los números de “West Side Story”
La pureza de la voz, el rango y la versatilidad de Brightman, se muestran audazmente; ella es igualmente adepta en el estilo operístico, en “O Mio Babbino Caro” y “Summertime”; como en las melodías de espectáculos de “West Side Story” y “The Phantom Of The Opera”
Su dúo “Pie Jesu” con un niño, Adam Clarke es extraordinariamente hermoso.
Ella también tiene el control total de la pasión latina en “Tu Quieres Volver”; y sorprende cada vez que se oye cantar “Who Wants to Live Forever”
Pero lo más destacado por el público, por supuesto, fue el dúo con Bocelli.
Aspectos negativos:
Brightman quiere cantarlo todo, y en todos los idiomas posibles, eso en futuro podría pasarle factura vocal; y bueno, en este concierto, varias veces los cuernos franceses estropean las hermosas notas que emanan de la boca de La Brightman.
Su vestimenta no es genial, algunas veces demasiado provocativas como para el segmento “Whistle Down The Wind”
No hay coreografía en nada... y ella pudo haber tenido un mal día…
El cabello, se le notan las extensiones, pero bueno, esto es un show…
Desde la producción en video, este es claro y no hay estática; pero el efecto en general se ve contrarrestado por su falta de brillo y su presencia en el escenario es muy unidimensional, que debe haber sido un tanto una desventaja cuando interpretó a Christine frente a Michael Crawford en “The Phantom Of The Opera”, no es casual que no sea muy conocida en teatro, y se más reconocida para discos y conciertos.
Entonces se supo que su expresión asustada tenía más sentido... siendo Crawford quien se ganó todos los premios, y se robó el espectáculo.
Tampoco es posible cerrar sin señalar que su enunciado de palabras se ve obstaculizado por los tonos en forma de pera que produce tan diligentemente; y la mayoría de sus palabras, sin embargo, están ocultas; pero para quien a eso no le importe, es decir, para los seguidores del “crossover” ella da un gran espectáculo, para los puritanos de la ópera, ella solo ha popularizado su voz.
“I only live around the corner, so I'd not much excuse”
Posterior a “Time To Say Goodbye”, sus siguientes álbumes fueron:
“Eden” (1998) y “La Luna” (2000)
Estos álbumes, a diferencia de “Time To Say Goodbye”, incorporaban más elementos de música pop; y después llegaron nuevos álbumes como “Classics” (2001), “Encore” (2002) y “Harem” (2003), este inspirado en El Medio Oriente que consolidaron su prestigio y su popularidad hasta llegar al nuevo CD:
“Symphony”
Por último vendrían en 2008 “A Winter Symphony”, en 2013 “Dreamchaser” y en 2018 su trabajo más reciente “Hymn”; al tiempo que tiene una colección de innumerables y repetidos discos recopilatorios, y varios de ellos dedicados en exclusividad a la obra de Webber.
en lo personal, Sarah Brightman es Eco-Embajadora de Panasonic, y tiene una alianza con National Geographic para iniciar una campaña pro-ambientalista para la promoción de energías sustentables y el cuidado del Patrimonio Natural y Cultural de La Humanidad.
Aunque no todo serán flores para La Brightman, ya que los puristas del mundo de la ópera le critican el hecho de que mezcla la lírica con el pop; e inclusive considero que llega a abusar, y a repetir mucho su exitosa fórmula, de la misma manera que lo hace Cecilia Bartoli por ejemplo, por tanto, sus últimos trabajos no han sido muy novedosos.
Lo último que se conoce de la vida de Sarah Brightman, es que ha pasado por varias crisis personales, incluyendo el suicidio de su padre, anteriormente su divorcio, y 2 abortos involuntarios durante su relación con Frank Peterson, así como un embarazo ectópico, incluso ha intentado la fecundación in vitro con malos resultados.
En una entrevista con la revista británica “Hello!” en 2006, Sarah Brightman declaró que la maternidad habría sido encantadora, pero que ella acepta su destino en paz…
Actualmente Sarah Brightman sostiene una relación amorosa con el búlgaro de 41 años, Louis Overleander desde mediados de 2007, reconociendo que le ha ayudado mucho a salir de su depresión, ya que ella reconoció encontrarse muy sola, desde la rotura con Frank Peterson.
En 2012, Brightman fue nombrada Artista para La Paz de La UNESCO para el período 2012-2014, “por su compromiso con las causas humanitarias y caritativas, su contribución, a lo largo de su carrera artística, a la promoción del diálogo cultural y los intercambios entre culturas, y su dedicación a los ideales y objetivos de la Organización”
En 2014, comenzó a entrenar para un viaje a La Estación Espacial Internacional, que luego se pospuso hasta nuevo aviso, citando razones personales.
Brightman fue galardonada con la decoración “Cavaliere” en La Orden del Mérito de La República Italiana, el 2 de junio de 2016, y un Doctorado Honorario de La Universidad de Hertfordshire en 2018, “en reconocimiento a sus destacadas contribuciones a la música y el teatro”
En el fondo, el género que tanto popularizó Pavarotti en sus conciertos, como lo ha hecho Brightman han tenido como claro objetivo irresistible, ser más comerciales que de otro modo sería imposible, a modo de una relación inversamente problemática entre decoratividad personal y habilidad técnica, aplicando un brillo melódico a la música popular en el tratamiento de arias ligeras.
Los comentarios críticos sobre el género, han estado en general cargados de solicitud.
Frente a la “Pópera”, sería fácil y tentador unirse a la burla, sacar inferencias leves sobre la apreciación artística popular, y emitir jeremías sobre el estado de la educación musical.
Por su parte, El Director General de EMI Classics UK, justifica la “Pópera”, y su estrecha relación con el “crossover”, como “tratar de obtener una gran melodía para una audiencia lo más grande posible”
Pero la melodía no es música... es uno de los vehículos de la música.
La tradición musical occidental trata sobre el desarrollo de relaciones cambiantes entre melodía, armonía y forma musical.
La música popular, por el contrario, se trata casi completamente de melodías repetidas, sin desarrollo musical.
Depende de su potencia en un impacto sensorial inmediato en el oyente.
La música clásica que hace lo mismo, ya no es música clásica, y en ello han caído los cantantes que no han logrado “sobrevivir” en El Teatro de Ópera.
Porque la ópera, con la exclusión del drama del que el aria es parte integrante, se ve doblemente disminuida.
Por ello, lograr que la “Pópera” llegue a una audiencia lo más grande posible, es un objetivo de ambición sorprendentemente atenuada, siendo en todo lo esencial, la música pop, que ya ha llegado hasta allí.
Así hay críticos que, al criticar con afecto el gusto popular y confundir los juicios estéticos con los prejuicios políticos antediluvianos, solo hacen que sea más difícil defender las afirmaciones del arte.
La tarea es importante sin embargo; y el entretenimiento nos confirma en nuestros estados emocionales inmediatos.
El arte nos lleva más allá de esos estados, al obligarnos a considerar, cómo nos afectan sus propiedades formales.
Si “Pópera” tiene algún fundamento, es que se trata de una distinción falsa y sofocante, y que la música clásica debe ser despojada de su complejidad prohibitiva, para ser más apreciada.
En la práctica, la intención de una empresa musical, de alimentarnos con el mismo alimento, producirá solo el mismo abono viejo.
Sin embargo, la ópera como tal, ha durado 400 años, y en El Teatro, así que yo diría:
R.E.S.P.E.C.T.

“Help me say, Goodbye”



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