The Beatles' Rooftop Concert
“You've been playing on the roofs again, and you know your Momma doesn't like it, she's gonna have you arrested!”
Un acontecimiento, más allá de servir como sinónimo de “evento”, tiene una connotación sociológica que se refiere a los sucesos imprevisibles en el horizonte de hechos que los circundan, pero que al acontecer, cambian la dinámica social, y se vuelven un filtro que permite explicar su tiempo y las circunstancias que lo rodean; y desde hace muchos años han existido millones de artistas y bandas que ofrecen miles de conciertos al año, pero solamente algunos de esos “shows” se han vuelto verdaderamente históricos; y eso no siempre tiene que ver con la cantidad de público que tuvo, o por la fama de la banda… muchas veces, un “show” se cataloga como “histórico” gracias al lugar o momento en el que se llevó a cabo.
Cualquier persona que acuda a un concierto de su artista favorito, puede decir que ese “show fue el mejor del mundo”, pero realmente existen unos cuantos eventos musicales que sí pueden entrar en la categoría de “los mejores conciertos”, porque hubo varios sucesos musicales que han marcado la historia de la humanidad, entre esos, conciertos memorables que son parte ya del imaginario público y cultural.
Sobre Festivales, pues nos remitimos al Festival de Jazz de Montreux, que de 1967 a la fecha, se lleva a cabo anualmente en Montreux, Suiza, frente al lago Lemán.
Pero en solitario, el concierto de Bob Dylan, el Electric Newport Festival del 25 de julio de 1965 fue memorable, pues esa noche, el futuro Nobel de Literatura se tornó eléctrico.
¿Por qué fue tan relevante este giro en la carrera de este cantautor?
Se decidió por los amplificadores precisamente en un Festival Folk; y después de 15 minutos, tuvo que dejar el escenario por la violenta reacción del público.
Pero el 30 de enero de 1969, fue esencial para la historia de la música en particular y la cultura popular de nuestro tiempo en general; pues ese día, The Beatles dieron el que sería su último concierto como agrupación, materializando su despedida desde la azotea de Apple Corps.
Tras ese concierto grupal histórico e irrepetible, vinieron otros…
Tras varios años de no tocar en vivo, el 5 de julio de 1969, The Rolling Stones ofrecieron un concierto gratuito en Hyde Park, uno de los foros más importantes de Londres, cuando más de 300 mil personas acudieron para lamentar, junto a Mick Jagger y el resto de la banda, la muerte de su antiguo guitarrista, Brian Jones.
y ni hablar del Festival de Woodstock, del 15 al 18 de agosto de 1969 en New York.
Aquí estamos hablando de La Meca del movimiento hippie a finales de los 60; y aquel era el primer macrofestival que se celebraba, y se hablaba de 400.500 personas abarrotando aquellos terrenos del Estado de New York; fueron 3 mágicos días de “Paz, Amor y psicodelia”, que no se repetiría hasta el concierto de Queen en el estadio de Wembley en 1986, un concierto considerado memorable, porque fue uno de los últimos conciertos y la última gira de Queen, y sin duda un día histórico para la música.
Ya luego vendría los Live Aid, y demás conciertos benéficos, pero esos son otra historia…
“Can you dig it?
Don't let me down”
The Beatles' Rooftop Concert es un cortometraje documental y musical del año 1969, dirigido por Michael Lindsay-Hogg.
Protagonizado por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr, Billy Preston, Yoko Ono, George Martin, entre otros.
La película está dirigida por Michael Lindsay-Hogg, “el supuesto hijo secreto de Orson Welles”; aunque fue adoptado y educado por El Barón Sir Edward Lindsay-Hogg.
Sir Michael Edward Lindsay-Hogg, 5º Baronet, hoy de 78 años, es un director británico de televisión, cine, video musical y teatro; que comenzando su carrera en la televisión británica, se convirtió en un pionero en la producción de videos musicales, dirigiendo películas promocionales de The Beatles y The Rolling Stones.
Después de su trabajo con estas bandas, se ramificó en cine y teatro, mientras seguía manteniendo carreras exitosas en televisión y producción de videos musicales.
Lindsay-Hogg fue contratado por The Beatles para dirigir una película; originalmente concebido como un especial de televisión, “Get Back” consistía en imágenes de The Beatles grabando un nuevo álbum, y ensayando para una aparición en un concierto; sin embargo, las sesiones fueron extremadamente duras, y la película y el álbum se archivaron durante un tiempo después del Concierto en La Azotea de The Beatles, en enero de 1969; un evento “improvisado” para todos los espectadores, producido por George Martin, y los ingenieros:
Glyn Johns y Alan Parsons.
Fue en medio de la preparación de un disco que sería el último para todos los oídos del mundo, pero para entonces “Los Cuatro de Liverpool” no eran los mismos:
El fallecimiento de Brian Epstein, la llegada de Yoko Ono, las disputas personales, y el choque constante de egos musicales gigantes, como pasó, por ejemplo, en Pink Floyd, habían ido desgastando la relación entre los 4.
Incluso, como se sabe, casi habían dejado de presentarse en vivo desde 1966; y fue por todo ese barullo que la presentación de The Beatles en la azotea de Apple Corps, empresa de la cual eran propietarios, y que incluía por supuesto el estudio de grabación en el que se estaba gestando “Let It Be”, que iba a llamarse como su último track, “Get Back”; fue tan llamativa en su momento.
“La mejor banda de la historia del rock” quiso hacer algo a lo grande, y a la vez, a lo sencillo, para dar una especie de despedida global; y esta sería su última presentación pública en vivo, juntos.
Y así fue El Concierto en La Azotea, realizado el 30 de enero de 1969, realizado en la época donde el nivel musical había comenzado un elevado ascenso, hasta llegar a la cumbre máxima en “Abbey Road”; siendo nombrado popularmente como “Concierto en La Terraza”, “Concierto en El Tejado” y “Concierto en Apple Corps”
Los integrantes de The Beatles se repartieron la tarea de esta manera:
John Lennon como vocalista, guitarra rítmica y guitarra solista.
Paul McCartney como vocalista y bajo.
George Harrison en los coros, guitarra solista y guitarra rítmica.
Y Ringo Starr a la batería
Y contaron con músicos adicionales:
Billy Preston en el piano eléctrico; en un set de 42 minutos, donde tocaron 9 tomas de 5 canciones antes de que La Policía Metropolitana les pidiera que redujeran el volumen.
Y la lista de canciones fue:
“Get Back”, “Don't Let Me Down”, “I've Got a Feeling”, “One After 909”, “Dig a Pony” y un reprise de “Get Back”
El tumulto que provocaron fue creciendo mientras los músicos se encontraban cada vez más cómodos, pero el recital no pudo durar mucho más, porque apareció la policía para explicarles que no tenían autorización para tocar.
Además, les alertaron de los posibles problemas de orden público que podrían provocar, y que de hecho ya estaban provocando, pues la multitud crecía y crecía a los pies del edificio, menos mal que no había redes sociales para convocar a las masas por aquel entonces...
Por ello, este pequeño concierto, visto solo por aquellos que estaban al nivel de la azotea, fue una presentación sorpresiva, sin convocatoria, que formaba parte de la filmación del proceso de grabación de “Get Back”, concebido exactamente como eso, un regreso a sus raíces en un esfuerzo desesperado por restaurar la unidad cuando el caos empresarial y personal amenazaba con destruir la banda; gracias a un equipo documental que los filmó ensayando y grabando nuevo material para un álbum “honesto”, libre de la magia de estudio que había dominado su trabajo reciente; y la experiencia llevó al grupo al punto de desintegración, pero necesitaban un final de la película.
Pero el disco fue engavetado para resurgir en 1970 como “Let It Be” tanto como disco y película producida en 1970, con los arreglos orquestales de Phil Spector que nunca gustaron a Paul McCartney; y que por eso se reeditó “Let it be… Naked” en 2003, con la grabación original.
Así, la gente que pasaba por la calle de la disquera Apple Corps no entendía que pasaba, pero al reconocer que eran The Beatles, comenzaron a aglomerarse y la policía tuvo que poner orden, acortando la presentación; y eso que las azoteas de los edificios vecinos también comenzaron a llenarse de curiosos y fanáticos.
La notoriedad del concierto reside en que fue el último concierto que realizó la banda, desde la gira en Norte América, mientras seguía unida como tal.
De esa manera, este concierto es recordado hasta nuestros días como una revolución en la música.
“Let's get up on the roof”
Las sesiones de lo que iba a ser el nuevo disco de The Beatles, que sería titulado “Get Back”, empezaron el 2 de enero de 1969 en los estudios cinematográficos de Twickenham de Londres, siendo el director, Michael Lindsay-Hogg, el encargado del rodaje del documental, pero prontamente se vio que la dinámica no compatibilizaba con la estabilidad del grupo.
Por un lado, las condiciones no eran las más adecuadas para The Beatles, acostumbrados como estaban a trabajar en los estudios de EMI a sus anchas, y durante largas sesiones nocturnas que se extendían a menudo hasta la madrugada:
Los estudios de Twickenham eran muy fríos, y tenían mala acústica, y al tener que contar con el equipo de grabación del documental, tenían que ensayar durante la mañana y la primera parte de la tarde.
Al tiempo que los ánimos del grupo estaban cada vez más caldeados, ya que de los 4, sólo Paul McCartney mostraba interés por sacar el grupo hacia delante, y ofrecer un buen álbum.
Por su parte, John Lennon junto a Yoko Ono pasaba por una adicción a las drogas, que redujeron casi totalmente su interés por la música de la banda. Mientras George Harrison se sentía menospreciado por el resto de sus compañeros, que no apreciaban su virtud como compositor.
Como resultado, para el 10 de enero, y tras una muy dura discusión con McCartney, George Harrison anuncia que dejará el grupo…
Aunque un sarcástico Lennon propuso sustituirlo por Jimi Hendrix o Eric Clapton, y seguir como si nada importara, finalmente la situación se recompuso, pero hubo 2 cambios importantes:
El primero fue el traslado de las sesiones de Twickenham a los estudios de grabación que The Beatles tenían en su empresa, Apple Corps, en la calle de Savile Row de la ciudad de Londres.
El segundo fue que al poco de retomar las sesiones, Harrison invitase al pianista, Billy Preston, amigo del grupo desde sus días en Hamburgo, a que se uniera a las sesiones, y tocara el piano en el planeado concierto.
Nacido como William Everett Preston, más conocido como Billy Preston, fue un músico de soul estadounidense; y debido a su implicación en las sesiones de grabación de “Let It Be”, es uno de los numerosos personajes en ser acreditados como “el 5º Beatle”, y junto a Tony Sheridan, es el único músico acreditado como tal en las canciones del cuarteto de Liverpool.
Preston conoció a The Beatles durante una gira por Inglaterra de Little Richard en 1962; y los por entonces poco conocidos Beatles, actuaron acompañando de Little Richard.
El Washington Post explicaría la reunión de los músicos en el siguiente artículo:
“George Harrison, siempre el mejor amigo de Preston dentro de The Beatles, se fue de los estudios, y fue a un concierto de Ray Charles en Londres, donde Preston tocaba el órgano.
Harrison llevó a Preston al estudio, donde su personalidad gregaria, y su musicalidad calmó temporalmente las tensiones entre el grupo para un concierto final inesperado”
Ambos hechos mejoraron sobremanera el ambiente en las sesiones de grabación del grupo; y la cuestión acerca de dónde, cuándo y cómo se iba a hacer el concierto, se debatió desde los primeros días de las sesiones.
Después de barajar ideas descabelladas, como tocar en un hospital rodeados de niños enfermos, a bordo de un barco con multitud de admiradores, o frente a las pirámides de Egipto con un público formado por beduinos del desierto…
Hubo otros lugares de Londres como el Palladium y el Roundhouse, pero la mayoría eran bastante lejanas:
El desierto del Sahara fue flotado como un lugar potencial, e incluso el transatlántico QE2; un anfiteatro romano de 2.000 años de antigüedad en Túnez fue considerado seriamente, y se enviaron exploradores de lugares para investigar.
“The Beatles comenzaban a tocar cuando salía El Sol”, explicó el director Michael Lindsay-Hogg, “y verías multitudes que acuden en tropel hacia ellos a lo largo del día”; pero nunca se acordó nada.
A medida que el entusiasmo por el proyecto disminuía, la banda optó por hacer algo un poco más simple y cercano a casa; y se optó finalmente por una idea ingeniosa que a todos satisfizo:
¿Por qué tener que molestarse con los preparativos y desplazamientos propios de todo concierto, cuando el grupo puede subirse al tejado del edificio donde trabajaban, enchufar los instrumentos, y ponerse a tocar allí mismo?
Aunque el concierto no se anunció, The Beatles habían planeado actuar en vivo durante sus sesiones de “Get Back” a principios de enero; y según el autor Mark Lewisohn, no se sabe quién tuvo la idea de un “concierto en la azotea”, pero la sugerencia se concibió pocos días antes del evento real:
George Harrison incorporó al tecladista Billy Preston como músico adicional, con la esperanza de que un observador externo talentoso alentara a la banda a estar apretada y concentrada.
En el recuerdo de Preston, la idea de actuar en la azotea de Apple fue de John Lennon; pero Ringo Starr recordó:
“Levantémonos en el techo”; y en su autobiografía, Sound Man, el ingeniero de grabación Glyn Johns, afirma que la idea del concierto fue suya…
Como fuera el caso, se hicieron preparativos con tablones de andamiaje dispuestos para soportar el peso del equipo; y unos minutos antes de que comenzara el concierto, la banda se acurrucó en un pequeño vestíbulo en la parte superior de las escaleras, y se recuerda:
Tenían los pies fríos.
“George no quería hacerlo, y Ringo comenzó a decir que realmente no entendía el punto”, dice Lindsay-Hogg.
“Entonces John dijo:
¡Oh, joder, hagámoslo!”
Después de haber trabajado con The Beatles en sus recientes videos promocionales de “Hey Jude” y “Revolution”, el cineasta estadounidense Lindsay-Hogg fue la opción lógica para dirigir el proyecto “Get Back”; y organizó un ejército de cámaras para capturar el momento desde todos los ángulos, enviando a un equipo a la calle, al edificio adyacente, y al área de recepción de Apple Corps, sin mencionar las 5 cámaras en el techo.
El resultado es una de las grabaciones de conciertos más icónicas de la historia; y la destreza cinematográfica “puede estar en su sangre”
En su autobiografía de 2011, Lindsay-Hogg reveló que se cree el único hijo del gigante del cine, Orson Welles.
Su madre, la actriz Geraldine Fitzgerald, negó públicamente los rumores desenfrenados, pero supuestamente reconoció la verdad a la amiga de la familia, Gloria Vanderbilt.
Cuando la hija mayor de Welles apoyó la afirmación de Lindsay-Hogg, se sometió a una prueba de ADN… pero los resultados no fueron concluyentes.
Así las cosas, durante el rodaje de la azotea, Lennon y Starr llevaban sus abrigos de dama; a 45° en Londres esa tarde de enero, eso no explica el viento helado golpeando los edificios del West End.
La niebla inminente había descartado un costoso disparo aéreo en helicóptero, y la amenaza de lluvia era muy real.
Estas condiciones no eran ideales para hacer rock and roll:
“Mis manos están demasiado frías para tocar los acordes”, murmuró Lennon entre canciones; y el ejecutivo de Apple Corps, Ken Mansfield sostuvo un flujo constante de cigarrillos encendidos para que George Harrison pudiera calentar sus dedos…
Y para protegerse del frío invernal, Lennon tomó prestado el abrigo de piel de Yoko Ono, como lo hizo en ocasiones; mientras que Ringo Starr también se puso el impermeable rojo de su esposa Maureen.
Como dato, los micrófonos que se usaron estaban envueltos en medias de mujer… y es que las ráfagas de frío también demostraron ser un problema para los delicados micrófonos de estudio que graban la batería y los amplificadores de guitarra; y en la necesidad de un escudo rápido para minimizar el ruido del viento, el ingeniero de cinta, y la futura cohorte de Pink Floyd, Alan Parsons, fue enviado esa mañana para comprar las medias de mujer que fueron usadas:
“Entré en esta tienda por departamentos, y dije:
Necesito 3 pares de pantimedias.
No importa qué tamaño”, recordó.
“Ellos pensaron que yo era un ladrón de bancos, o un travesti”, dijo.
De esa manera, a la hora del almuerzo del 30 de enero, The Beatles tocaron el que era el primer concierto desde la gira americana hecha 1966, y el que sería a la postre, el último de su carrera; y tocaron varias de las canciones que habían ensayado durante las semanas previas al concierto; y tocó hasta que las quejas de los vecinos de la zona llevaron a la policía a poner fin al concierto.
El Concierto en La Azotea consistió en 9 tomas de 5 canciones de The Beatles:
1. “Get Back” en 3 tomas:
Escrita principalmente por Paul McCartney, acreditada como Lennon/McCartney; originalmente fue lanzada como single el 11 de abril de 1969, y acreditada a “The Beatles with Billy Preston” siendo el único single de The Beatles que acreditó a otro artista a petición de ellos.
La mezcla de la canción, más tarde se convirtió en el tema final de “Let It Be” (1970), que fue el último álbum de The Beatles lanzado justo después de la división del grupo.
Además, “Get Back”, fue el primer lanzamiento de The Beatles en estéreo real en los Estados Unidos; pues en El Reino Unido, los singles de The Beatles permanecieron monoaurales hasta el siguiente lanzamiento, “The Ballad of John and Yoko”; y la versión de estéreo de este single, y la del lado B, “Don't Let Me Down”, fueron las primeras grabaciones de The Beatles en presentar el kit de batería de Starr en estéreo verdadero, mezclado en los canales izquierdo y derecho.
Esto utilizó la entonces bastante nueva tecnología de grabación de 8 pistas, y fue el resultado de la creciente popularidad del estéreo sobre mono.
La única otra pista de The Beatles que empleó este método de grabación fue “The End” en “Abbey Road”
El single “Get Back” alcanzó el #1 en El Reino Unido, los Estados Unidos, Irlanda, Canadá, Nueva Zelanda, los Países Bajos, Australia, Francia, Alemania Occidental, México, Noruega, Suiza, Austria y Bélgica.
En una entrevista en la revista Playboy en 1980, Lennon describió “Get Back” como:
“...una mejor versión de “Lady Madonna”
Ya sabes, una reescritura de una obra para hacer dinero o “potboiler”
Lennon también dijo que “hay algo subyacente en Yoko allí”, diciendo que McCartney miró a Yoko Ono en el estudio cada vez que cantaba “Regresa a donde alguna vez perteneces”
Y como dato, “Get Back” se realizó en total 3 veces; durante el 3º, que marcó el final de la actuación en la azotea, The Beatles fueron interrumpidos por la policía, que había recibido quejas de los trabajadores de las oficinas cercanas.
Después de que la policía habló con Mal Evans, apagó los amplificadores de Lennon y Harrison, solo para que Harrison los volviera a encender, insistiendo en que terminaran la canción.
Fue durante este período que McCartney se impuso:
“Has estado tocado en los techos de nuevo, y eso no es bueno, y sabes que a tu mamá no le gusta eso... ella se enoja...
¡Te van a arrestar!
¡Vuelve!”
Al final de la última actuación en la azotea de “Get Back” como un “bis”, el público aplaude, y McCartney dice:
“Gracias, Mo”, en respuesta a los aplausos de Maureen Starkey; mientras Lennon agrega:
“Me gustaría dar las gracias en nombre del grupo y de nosotros mismos, y espero que hayamos pasado la audición”
Spector usó parte de la charla que precedió a la toma maestra del 27 de enero y editó estos comentarios para hacer que la versión del álbum suene diferente del single.
2. “Don't Let Me Down” en 2 tomas:
En español, “No me decepciones”, es una canción hecha con la colaboración de Billy Preston, compuesta por John Lennon, pero acreditado como “Lennon/McCartney”; y fue grabada durante las sesiones de “Let It Be”
El tema fue originalmente producido por George Martin, y lanzado como lado B de la canción “Get Back”
“Don't Let Me Down” tiene su génesis a principios de 1969, y está estrechamente ligada a la situación personal que vivía Lennon en aquel entonces; tanto a nivel amoroso, con su absorbente relación con Yoko Ono, como con su relación con los demás miembros de la banda; la cual es deteriorada en parte por su controvertida relación amorosa.
Todo esto ligado a su dependencia a la heroína…
Este conjunto de factores, hacen que John pase por un período difícil.
Para Paul, era un grito de angustia, el mismo relata:
“De hecho, era como si dijese a Yoko:
“Me desmarco realmente de los demás esta vez, dejo mi vulnerabilidad al desnudo, así que no me decepciones”
Creo que era un verdadero grito de socorro”
Años después, en 1980, al ser consultado por la canción, John simplemente responde:
“Soy yo cantando sobre Yoko”
En un primer momento, la canción estaba pensada para ser parte del álbum “Get Back”, posteriormente “Let it be”, pero es desestimada por Phil Spector, viendo la luz solamente en aquel entonces, como la cara B de “Get Back”; y ha sido considerada como “una de sus canciones de amor más poderosas por la conmovedora voz de Lennon, que alcanzaba el éxtasis del soul, que encarna el amor entre John y Yoko Ono.
Además de ser emotiva gracias a la ayuda de un 5º Beatle momentáneo:
Billy Preston, quien también participó en “Get Back”
3. “I've Got a Feeling” en 2 tomas:
La pieza es una combinación de 2 canciones sin terminar:
“I've Got a Feeling” de Paul McCartney y “Everybody Had a Hard Year” de John Lennon; y la canción final presenta a Billy Preston en el piano eléctrico.
Primeramente, la canción incompleta “I've Got a Feeling” de McCartney, fue escrita para su novia Linda Eastman, con la que se casaría al poco tiempo, diciéndole que “ella era la chica que él siempre había buscado”
Mientras que la canción de Lennon era una letanía donde cada línea comenzaba con la palabra “Everybody”
La canción había sido grabada 2 veces antes por Lennon, antes de las sesiones de “Let It Be”:
El primero ocurrió a principios de diciembre de 1968, en la finca Kenwood de Lennon, en una cinta de casete portátil; y para esto, la letra era:
“Everybody Had a Hard Year” en lugar de los últimos “Everybody”
Más tarde, en diciembre de 1968, con la letra cambiada a “Everybody”, se filmó a Lennon interpretando la canción en el jardín trasero de Kenwood.
Este material se usó en la película artística Yoko Ono “Rape: Film No. 6”, que se emitió en la Televisión Nacional de Austria, el 31 de marzo de 1969.
Si bien la canción de McCartney era muy optimista, Lennon había soportado un “año difícil”:
Se divorció de su primera esposa, Cynthia Lennon; su novia Yoko Ono tuvo un aborto involuntario; estaba luchando contra una adicción a la heroína; fue arrestado por posesión de drogas; fue separado de su hijo Julian; y se había vuelto profundamente infeliz en The Beatles.
En la película “Let It Be”, Lennon en tono de broma, afirmó que había escrito
“Everybody Had a Hard Year” la noche anterior.
4. “One After 909” en 1 toma:
La pieza fue escrita principalmente por John Lennon, acreditada como Lennon/McCartney, fue escrita en 1957, y es una de las primeras composiciones del dúo.
En su entrevista de Playboy en 1980, Lennon explicó:
“Eso fue algo que escribí cuando tenía unos 17 años.
Vivía en el 9 de Newcastle Road.
Nací el 9 de octubre, el 9° mes.
Es solo un número que me sigue alrededor, pero numerológicamente, al parecer soy un número 6 o un 3 o algo así, pero es parte de 9”
McCartney dijo:
“No es una gran canción, pero es una de mis favoritas porque tiene grandes recuerdos para mí de John y yo, que intentamos escribir una canción con carga de blues.
Pero la canción se archivó durante 6 años hasta que The Beatles la volvieron a grabar para su proyecto “Get Back”, y finalmente vio el lanzamiento en “Let it Be”
La versión en vivo del Concierto en La Azotea, fue su tan esperado debut público en el último álbum que lanzaron; y como canción, quizás se recuerda más al rock & roll americano anterior que a cualquiera de las otras canciones del programa en la azotea, y como una broma para la charla en la azotea, Lennon canta una variante en la línea de apertura de “Danny Boy”, después de que la canción se termina.
Además, en esta versión de la azotea, algunos de los 2, Harrison o Lennon, tocan una primera nota incorrecta, resultando en un comienzo atonal…
Éste fue uno de los varios errores corregidos en “Let It Be... Naked”
5. “Dig a Pony” en 1 toma:
John Lennon fue el compositor y cantante de la canción, pero la canción fue acreditada como Lennon-McCartney; y originalmente fue llamada “All I Want Is You”
Lennon dijo que la canción era “un pedazo de basura”, aunque mostró un desprecio similar por muchas de sus canciones; y fue escrito para su futura esposa Yoko Ono, pues presentaba una multitud de frases extrañas, aparentemente sin sentido, que se unieron en lo que Lennon llama “un estilo de letra de Bob Dylan”
Como dato curioso, durante la grabación en la azotea de esta canción, un asistente tuvo que mostrar las letras a Lennon para que las cantase; pero comienza con un inicio en falso, con Ringo Starr gritando:
“¡Espera!”, para detener a los otros miembros de la banda porque se estaba sonando la nariz, y solo tenía una baqueta en la mano.
Si bien, 21 minutos del concierto llegaron a la película final de “Let It Be”, la actuación real fue el doble de larga.
Durante el set de 42 minutos, The Beatles tocaron “One After 909”, 2 versiones completas cada una de “Don't Let Me Down”, “Dig a Pony” y “I've Have a Feeling”, y 3 versiones de “Get Back”, además de varias tomas incompletas, incluida una frase de la canción popular irlandesa “Danny Boy”
Además de esto, la banda lanzó fragmentos de varias canciones que no hicieron el corte para “Let It Be”; y estos incluyen algunos compases de “I Want You” mientras que los camarógrafos cambiaron de película, que se lanzó más tarde en “Abbey Road”, y las líneas de la castaña de Irving Berlin, “A Pretty Girl Is Like a Melody”
La versión más completa de estas funciones, es una versión instrumental de “God Save The Queen”, tocada mientras el ingeniero Alan Parsons cambió los carretes de cinta.
Estos eran poco más que bromas, y nunca fueron considerados seriamente para un lanzamiento oficial.
En resumen, la primera actuación de “I've Got a Feeling”, y las grabaciones de “One After 909” y “Dig a Pony” se usaron más tarde para el álbum “Let It Be”
En 1996, se incluyó en “Anthology 3” una versión “en la azotea” de “Get Back”, que fue la última canción de la última actuación en vivo de The Beatles.
Se incluyó una edición de las 2 tomas de “Don't Let Me Down” en “Let It Be... Naked”,
Al día siguiente, el 31 de enero de 1969, The Beatles grabaron algunas otras canciones que podían interpretarse en directo, como los temas “Let It Be” o “For You Blue”, con lo que se puso fin a las sesiones para aquel disco.
Por otra parte, en las cintas de las sesiones de “Let It Be” publicadas en bootlegs, uno puede oír numerosas disputas entre John Lennon y Paul McCartney para hacer de Preston un miembro formal del grupo; mientras Lennon estaba convencido, McCartney decía que no había elección alguna por estar el grupo más cerca del final que nunca.
La noticia habría hecho oficial la etiqueta de “el 5º Beatle”, título que no explotaría durante las 3 siguientes décadas; y es que la generosa contribución musical de Preston en “Let It Be” habla por sí misma.
Lennon incluso presionó para hacer de Preston un miembro de pleno derecho de la banda, pero se topó con:
“¡Ya es suficientemente malo con 4!”, diría McCartney, supuestamente…
Aun así, su importancia fue reconocida en el lanzamiento único de “Get Back”, que se acredita como “The Beatles with Billy Preston”; y salvo reediciones no autorizadas, esta fue la primera vez que The Beatles acreditaron a alguien en sus registros de esta manera, pues Preston participaría activamente en la grabación de las canciones “I Want You (She's So Heavy)” de “Let It Be” y “Something”, de “Abbey Road”
Pero para este Concierto en La Azotea, la naturaleza cálida de Preston evidentemente calmó las tensiones, y se nota que los 4 Beatles disfrutaron la tarde juntos; y sus golpes de teclado agregaron una dosis de emoción a los procedimientos antes tristes; así, el famoso citado como “el último concierto de The Beatles”, El Concierto en La Azotea también fue su primera presentación en vivo en más de 2 años.
Si bien habían tocado “All You Need Is Love” y “Hey Jude” ante una audiencia de estudio en la televisión durante ese tiempo, esos números fueron fuertemente reforzados por una pista de acompañamiento.
El de la azotea quedó como “el primer show en vivo” desde que finalizó su gira final el 29 de agosto de 1966, en el Candlestick Park de San Francisco; donde también hicieron un pequeño descanso de la tradición al variar sus ubicaciones en el escenario clásico:
Lennon tomó el lugar medio con Harrison a su izquierda; mientras que la guitarra de George Harrison fue la primera de su tipo.
La Telecaster que Harrison tocó durante ese Concierto en La Azotea, fue hecha a medida por los maestros de la construcción, Roger Rossmeisl y Philip Kubicki como regalo de Fender.
La compañía estaba lanzando una nueva línea de guitarras totalmente de palisandro, y presentar el prototipo a un Beatle, fue una buena publicidad; y después de muchas horas de trabajo, la guitarra fue llevada a Inglaterra en su propio asiento, y entregada en la mano, en la sede de Apple Corps.
Los constructores no estaban seguros de lo que pasó con la guitarra durante más de un año, hasta que compraron boletos para ver la película “Let It Be” y vieron su obra en la pantalla grande:
“Estaba tan emocionado que casi salté de mi asiento”, recuerda Kubicki.
Al tiempo que se notó que John Lennon necesitaba tarjetas para recordar sus propias letras… pues Lennon siempre tuvo un problema con ellas.
Paul McCartney, a menudo recuerda haber visto a Lennon en el escenario cantando sus propias palabras improvisadas para “Come Go With Me” de Del Vikings, el día en que se conocieron en 1957; y queriendo que las cosas fueran razonablemente correctas para la película, The Beatles le pidieron al asistente de la oficina de Apple, Kevin Harrington, que se arrodillara justo fuera de la vista de la cámara, y sostuvo una hoja con la letra de “Dig a Pony”, pero para la grabación del concierto, ese hecho es evidentemente.
Aun así, Lennon logró un memorable estallido de arrebato durante “Don't Let Me Down”, cantando algo así como:
“Y solo Reese tenemos el blootchy- koo”
De la parte técnica del concierto, el audio fue grabado en 2 grabadoras de 8 pistas en el estudio del sótano de Apple, por el ingeniero Alan Parsons.
El director de cine, Michael Lindsay-Hogg, llevó un equipo de cámara para capturar varios ángulos de la actuación, incluidas las reacciones de la gente en la calle, que asombrada, no sabía qué pasaba... pero la policía no fue tan mala como se ha dicho:
La tradición de The Beatles retrata a La Policía Metropolitana de Londres como el prototípico azul que detuvo a la fuerza uno de los mejores momentos musicales de los años 60; y hasta cierto punto eso es cierto… pero los “bobbies” en realidad cortaron un poco la banda, y les hicieron un buen trabajo.
La Estación Central de Policía de West End, está ubicada en 27 Savile Row, a solo unos pies de la sede de Apple; y las autoridades, obviamente debieron haber escuchado la música rock fuerte por la calle... pues se dijo que las ventanas se sacudieron, los pisos se sacudieron, y las bocinas sonaron por los atascos de tráfico resultantes.
Si quisieran, la policía podría haber caminado y cerrado las cosas antes de que terminara la primera canción… en cambio, dejaron que el concierto continuara durante 42 minutos, fue solo cuando las quejas de ruido comenzaron a inundarse de negocios locales congestionados que se sintieron obligados a actuar, y eso se nota en el vídeo del concierto.
Incluso entonces, dieron a The Beatles y compañía, una amplia advertencia para deshacerse de ciertas sustancias ilícitas que podrían haber estado en la escena…
“Antes de la redada, alguien llamó desde La Estación de Policía de Savile Row, y dijo:
“Tienes 10 minutos”, recordó un empleado de Apple.
“Entonces sabíamos que iban a venir, y todos estaban listos para eso.
Cuando la policía allanó el edificio, había todo un coro de inodoros siendo vaciados”, y la crisis se evitó.
Y es que cuando The Beatles comenzaron a tocar, hubo cierta confusión entre los espectadores que observaban 5 pisos más abajo, muchos de los cuales estaban en su hora de almuerzo; y a medida que se difundían las noticias del evento, multitudes de espectadores comenzaron a congregarse en las calles y en los techos de los edificios locales.
Si bien la mayoría respondió positivamente al concierto, La Policía Metropolitana se preocupó por el ruido y el tráfico; y los empleados de Apple inicialmente se negaron a dejar entrar a la policía, pero se reconsideraron cuando se les amenazó con arrestar.
Cuando la policía ascendió al techo, The Beatles se dieron cuenta de que el concierto terminaría por cerrarse, pero continuaron tocando durante varios minutos más; fue así como Paul McCartney improvisó la letra de su canción “Get Back” para reflejar la situación:
“Has estado tocando en los techos de nuevo, y sabes que a tu mamá no le gusta, ¡Te van a arrestar!”
El concierto llegó a su fin con la conclusión de esa pieza, con Lennon diciendo:
“Me gustaría dar las gracias en nombre del grupo y a nosotros mismos, y espero que hayamos pasado la audición”
El Concierto en La Azotea de The Beatles, de esa manera marcó el final de una Era para muchos fanáticos.
El grupo grabó un álbum más, “Abbey Road”, pero en septiembre de 1969, The Beatles se habían disuelto extraoficialmente; y varias de las actuaciones en la azotea, particularmente la de “Dig a Pony”, mostraron a The Beatles una vez más en plena forma, aunque solo sea temporalmente.
Los fanáticos creían que El Concierto en La Azotea podría haber sido una prueba para volver a las presentaciones en vivo y las giras.
No fue así…
“Get Back to where you once belonged”
The Beatles acumularon muchas primicias en el transcurso de su carrera, pero no fueron la primera banda en celebrar un concierto “no autorizado” en una azotea metropolitana.
Esa distinción es para Jefferson Airplane, que se subió a la cima del hotel Schuyler del centro de la ciudad, el 7 de diciembre de 1968, y la sorprendió con gritos de:
“¡Hola, New York!
¡Despierta, cabrones!
¡Música gratis!
¡Lindas canciones!
¡Amor libre!”
Al no tener permisos, Jefferson Airplane solo lograron salir de una canción, una versión llena de ampollas de “The House at Pooneil Corners”, antes de que El Departamento de Policía de New York amenazara con ser arrestados por ruido.
La banda se fue en paz, pero su amigo, el actor Rip Torn, fue arrestado por acosar a un oficial, y fue llevado a juicio.
Afortunadamente, el acontecimiento de la guerrilla fue preservado para siempre por el director Jean-Luc Godard, quien filmó el incidente como parte de su “One A.M. Project”
Se desconoce si The Beatles se inspiraron directamente en estas travesuras de Jefferson Airplane, pero la cobertura de la prensa, sin mencionar su amistad con la banda, probablemente los habría hecho conscientes de ello.
Y es que todo pudo ser planeado:
The Beatles habían comprado el 3 Savile Row en 1968, como la sede de Apple Corps., y construyeron un estudio en el sótano, que utilizaron para grabar la segunda mitad de sus sesiones de “Get Back/Let It Be”
Harry Nilsson, Badfinger, Marc Bolan y otros también se registraron allí antes de que Apple vendiera el edificio en 1976; y posteriormente, el edificio cambió de manos varias veces a lo largo de los años, hasta que fue comprado por Abercrombie & Fitch en 2012.
Una tienda de ropa para niños, actualmente reside en la planta baja, arrojando a sastres de Londres, historiadores y fanáticos de The Beatles a un alboroto.
Y aunque “Abbey Road” fue el último álbum en ser grabado por The Beatles, “Let It Be” fue el último en ser lanzado en mayo de 1970, semanas después de la división del grupo en los titulares de todo el mundo.
De hecho, la cubierta recortada en negro, le dio una calidad funeraria, y los fanáticos estudiaron ansiosamente el mensaje de despedida del cuarteto que definió a los años 60.
Cuando “Get Back”, la última canción se acerca a su fin, se puede escuchar el sonido de la voz de John Lennon:
“Me gustaría dar las gracias en nombre del grupo y de nosotros mismos, y espero que hayamos pasado la audición”, pero fue un comentario modesto al final del espectáculo en la azotea, burlándose de las muchas audiciones que la banda hizo y fracasó a lo largo de los años.
También fue un humilde guiño al éxito sin precedentes de la banda y, sin darse cuenta, el perfecto epitafio de The Beatles.
En la cultura popular, la secuencia “Get Up and Go” de Rutles en la película “All You Need Is Cash”, imita las imágenes del Concierto en La Azotea, y utiliza ángulos de cámara similares.
En enero de 2009, la banda tributo “The Bootleg Beatles”, intentó organizar un concierto por el 40° aniversario en el mismo lugar, pero El Concejo Municipal de Westminster le negó el permiso, debido a problemas de licencia.
En el episodio de la 5ª temporada de “The Simpsons”, llamado “Homer's Barbershop Quartet”, los “Be Sharps”:
Homer, Apu, Barney y Principal Skinner, interpretan uno de sus éxitos anteriores en una azotea.
George Harrison, quien fue invitado en el episodio, se muestra diciendo despectivamente:
“¡Se ha hecho!”; y cuando termina la canción y comienzan los créditos, Homer repite la frase de John Lennon, sobre pasar la audición y todos se ríen, incluido Barney, hasta que dice:
“No lo entiendo”
En la afamada película de 2007, “Across The Universe”, un musical compuesto en su totalidad por la música de The Beatles, la banda de Sadie realiza un Concierto en La Azotea de la ciudad de New York que imita al original, y es interrumpido y cerrado por El Departamento de Policía de New York.
U2 también hizo referencia al concierto en su video de “Where The Streets Has No Name”, que presentó un Concierto en La Azotea similar en Los Ángeles.
Por su parte, Paul McCartney tocó un mini-concierto sorpresa en el centro de Manhattan, el 15 de julio de 2009, desde la parte superior de la carpa del teatro Ed Sullivan, donde estaba grabando una presentación para Late Show con David Letterman.
Las noticias del evento se difundieron a través de Twitter y el boca a boca, y las esquinas de las calles cercanas se cerraron para dar cabida a los fanáticos del set, que duplicó el concierto original de The Beatles.
Pero posteriormente al concierto de 1969, y debido a que fue interrumpido por la policía, los fanáticos pasaron décadas teorizando, qué otras canciones, si las hubiera, The Beatles podrían haber tocado si hubieran continuado.
Algunos estudiosos del rock con ojos de águila, han notado equipos en el fondo del techo de Apple que no se usaron, como un teclado adicional, una guitarra de acero, y lo que parece ser un micrófono de guitarra acústica colocado por McCartney.
¿Estuvieron planeadas canciones populares como “Two of Us” originalmente en la mezcla?
¿McCartney iba a probar algunas de sus baladas basadas en el piano como “Let It Be” y “The Long and Winding Road”?
¿Pudo Lennon haber usado la guitarra de acero como lo hizo en “For You Blue”, que le dio a Harrison su primera y única vocalización en solitario del día?
Es difícil saberlo con certeza.
Algunos fanáticos creen que Harrison pidió que sus canciones no se tocaran en el techo ese día…
Otros argumentan que estos números más tranquilos habrían sido imposibles de grabar en un entorno ventoso e incontrolado.
También parece poco probable que The Beatles hubieran repetido tantas canciones, si también intentaran interpretar otras.
¿Pero por qué los instrumentos extra?
Tal vez los “roadies” de la banda recibieron instrucciones vagas para llevar su equipo al techo, y simplemente tomaron todo lo que pudieron encontrar.
Hasta la fecha, nunca se ha encontrado una lista final de las canciones que se planearon tocar… sólo lo que se mostró.
Total, la historia ha dado a The Beatles’ Rooftop Concert, el puesto #1 de los conciertos más memorables e históricos.
“I'd like to say thank you on behalf of the group and ourselves and I hope we've passed the audition”
Un acontecimiento, más allá de servir como sinónimo de “evento”, tiene una connotación sociológica que se refiere a los sucesos imprevisibles en el horizonte de hechos que los circundan, pero que al acontecer, cambian la dinámica social, y se vuelven un filtro que permite explicar su tiempo y las circunstancias que lo rodean; y desde hace muchos años han existido millones de artistas y bandas que ofrecen miles de conciertos al año, pero solamente algunos de esos “shows” se han vuelto verdaderamente históricos; y eso no siempre tiene que ver con la cantidad de público que tuvo, o por la fama de la banda… muchas veces, un “show” se cataloga como “histórico” gracias al lugar o momento en el que se llevó a cabo.
Cualquier persona que acuda a un concierto de su artista favorito, puede decir que ese “show fue el mejor del mundo”, pero realmente existen unos cuantos eventos musicales que sí pueden entrar en la categoría de “los mejores conciertos”, porque hubo varios sucesos musicales que han marcado la historia de la humanidad, entre esos, conciertos memorables que son parte ya del imaginario público y cultural.
Sobre Festivales, pues nos remitimos al Festival de Jazz de Montreux, que de 1967 a la fecha, se lleva a cabo anualmente en Montreux, Suiza, frente al lago Lemán.
Pero en solitario, el concierto de Bob Dylan, el Electric Newport Festival del 25 de julio de 1965 fue memorable, pues esa noche, el futuro Nobel de Literatura se tornó eléctrico.
¿Por qué fue tan relevante este giro en la carrera de este cantautor?
Se decidió por los amplificadores precisamente en un Festival Folk; y después de 15 minutos, tuvo que dejar el escenario por la violenta reacción del público.
Pero el 30 de enero de 1969, fue esencial para la historia de la música en particular y la cultura popular de nuestro tiempo en general; pues ese día, The Beatles dieron el que sería su último concierto como agrupación, materializando su despedida desde la azotea de Apple Corps.
Tras ese concierto grupal histórico e irrepetible, vinieron otros…
Tras varios años de no tocar en vivo, el 5 de julio de 1969, The Rolling Stones ofrecieron un concierto gratuito en Hyde Park, uno de los foros más importantes de Londres, cuando más de 300 mil personas acudieron para lamentar, junto a Mick Jagger y el resto de la banda, la muerte de su antiguo guitarrista, Brian Jones.
y ni hablar del Festival de Woodstock, del 15 al 18 de agosto de 1969 en New York.
Aquí estamos hablando de La Meca del movimiento hippie a finales de los 60; y aquel era el primer macrofestival que se celebraba, y se hablaba de 400.500 personas abarrotando aquellos terrenos del Estado de New York; fueron 3 mágicos días de “Paz, Amor y psicodelia”, que no se repetiría hasta el concierto de Queen en el estadio de Wembley en 1986, un concierto considerado memorable, porque fue uno de los últimos conciertos y la última gira de Queen, y sin duda un día histórico para la música.
Ya luego vendría los Live Aid, y demás conciertos benéficos, pero esos son otra historia…
“Can you dig it?
Don't let me down”
The Beatles' Rooftop Concert es un cortometraje documental y musical del año 1969, dirigido por Michael Lindsay-Hogg.
Protagonizado por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr, Billy Preston, Yoko Ono, George Martin, entre otros.
La película está dirigida por Michael Lindsay-Hogg, “el supuesto hijo secreto de Orson Welles”; aunque fue adoptado y educado por El Barón Sir Edward Lindsay-Hogg.
Sir Michael Edward Lindsay-Hogg, 5º Baronet, hoy de 78 años, es un director británico de televisión, cine, video musical y teatro; que comenzando su carrera en la televisión británica, se convirtió en un pionero en la producción de videos musicales, dirigiendo películas promocionales de The Beatles y The Rolling Stones.
Después de su trabajo con estas bandas, se ramificó en cine y teatro, mientras seguía manteniendo carreras exitosas en televisión y producción de videos musicales.
Lindsay-Hogg fue contratado por The Beatles para dirigir una película; originalmente concebido como un especial de televisión, “Get Back” consistía en imágenes de The Beatles grabando un nuevo álbum, y ensayando para una aparición en un concierto; sin embargo, las sesiones fueron extremadamente duras, y la película y el álbum se archivaron durante un tiempo después del Concierto en La Azotea de The Beatles, en enero de 1969; un evento “improvisado” para todos los espectadores, producido por George Martin, y los ingenieros:
Glyn Johns y Alan Parsons.
Fue en medio de la preparación de un disco que sería el último para todos los oídos del mundo, pero para entonces “Los Cuatro de Liverpool” no eran los mismos:
El fallecimiento de Brian Epstein, la llegada de Yoko Ono, las disputas personales, y el choque constante de egos musicales gigantes, como pasó, por ejemplo, en Pink Floyd, habían ido desgastando la relación entre los 4.
Incluso, como se sabe, casi habían dejado de presentarse en vivo desde 1966; y fue por todo ese barullo que la presentación de The Beatles en la azotea de Apple Corps, empresa de la cual eran propietarios, y que incluía por supuesto el estudio de grabación en el que se estaba gestando “Let It Be”, que iba a llamarse como su último track, “Get Back”; fue tan llamativa en su momento.
“La mejor banda de la historia del rock” quiso hacer algo a lo grande, y a la vez, a lo sencillo, para dar una especie de despedida global; y esta sería su última presentación pública en vivo, juntos.
Y así fue El Concierto en La Azotea, realizado el 30 de enero de 1969, realizado en la época donde el nivel musical había comenzado un elevado ascenso, hasta llegar a la cumbre máxima en “Abbey Road”; siendo nombrado popularmente como “Concierto en La Terraza”, “Concierto en El Tejado” y “Concierto en Apple Corps”
Los integrantes de The Beatles se repartieron la tarea de esta manera:
John Lennon como vocalista, guitarra rítmica y guitarra solista.
Paul McCartney como vocalista y bajo.
George Harrison en los coros, guitarra solista y guitarra rítmica.
Y Ringo Starr a la batería
Y contaron con músicos adicionales:
Billy Preston en el piano eléctrico; en un set de 42 minutos, donde tocaron 9 tomas de 5 canciones antes de que La Policía Metropolitana les pidiera que redujeran el volumen.
Y la lista de canciones fue:
“Get Back”, “Don't Let Me Down”, “I've Got a Feeling”, “One After 909”, “Dig a Pony” y un reprise de “Get Back”
El tumulto que provocaron fue creciendo mientras los músicos se encontraban cada vez más cómodos, pero el recital no pudo durar mucho más, porque apareció la policía para explicarles que no tenían autorización para tocar.
Además, les alertaron de los posibles problemas de orden público que podrían provocar, y que de hecho ya estaban provocando, pues la multitud crecía y crecía a los pies del edificio, menos mal que no había redes sociales para convocar a las masas por aquel entonces...
Por ello, este pequeño concierto, visto solo por aquellos que estaban al nivel de la azotea, fue una presentación sorpresiva, sin convocatoria, que formaba parte de la filmación del proceso de grabación de “Get Back”, concebido exactamente como eso, un regreso a sus raíces en un esfuerzo desesperado por restaurar la unidad cuando el caos empresarial y personal amenazaba con destruir la banda; gracias a un equipo documental que los filmó ensayando y grabando nuevo material para un álbum “honesto”, libre de la magia de estudio que había dominado su trabajo reciente; y la experiencia llevó al grupo al punto de desintegración, pero necesitaban un final de la película.
Pero el disco fue engavetado para resurgir en 1970 como “Let It Be” tanto como disco y película producida en 1970, con los arreglos orquestales de Phil Spector que nunca gustaron a Paul McCartney; y que por eso se reeditó “Let it be… Naked” en 2003, con la grabación original.
Así, la gente que pasaba por la calle de la disquera Apple Corps no entendía que pasaba, pero al reconocer que eran The Beatles, comenzaron a aglomerarse y la policía tuvo que poner orden, acortando la presentación; y eso que las azoteas de los edificios vecinos también comenzaron a llenarse de curiosos y fanáticos.
La notoriedad del concierto reside en que fue el último concierto que realizó la banda, desde la gira en Norte América, mientras seguía unida como tal.
De esa manera, este concierto es recordado hasta nuestros días como una revolución en la música.
“Let's get up on the roof”
Las sesiones de lo que iba a ser el nuevo disco de The Beatles, que sería titulado “Get Back”, empezaron el 2 de enero de 1969 en los estudios cinematográficos de Twickenham de Londres, siendo el director, Michael Lindsay-Hogg, el encargado del rodaje del documental, pero prontamente se vio que la dinámica no compatibilizaba con la estabilidad del grupo.
Por un lado, las condiciones no eran las más adecuadas para The Beatles, acostumbrados como estaban a trabajar en los estudios de EMI a sus anchas, y durante largas sesiones nocturnas que se extendían a menudo hasta la madrugada:
Los estudios de Twickenham eran muy fríos, y tenían mala acústica, y al tener que contar con el equipo de grabación del documental, tenían que ensayar durante la mañana y la primera parte de la tarde.
Al tiempo que los ánimos del grupo estaban cada vez más caldeados, ya que de los 4, sólo Paul McCartney mostraba interés por sacar el grupo hacia delante, y ofrecer un buen álbum.
Por su parte, John Lennon junto a Yoko Ono pasaba por una adicción a las drogas, que redujeron casi totalmente su interés por la música de la banda. Mientras George Harrison se sentía menospreciado por el resto de sus compañeros, que no apreciaban su virtud como compositor.
Como resultado, para el 10 de enero, y tras una muy dura discusión con McCartney, George Harrison anuncia que dejará el grupo…
Aunque un sarcástico Lennon propuso sustituirlo por Jimi Hendrix o Eric Clapton, y seguir como si nada importara, finalmente la situación se recompuso, pero hubo 2 cambios importantes:
El primero fue el traslado de las sesiones de Twickenham a los estudios de grabación que The Beatles tenían en su empresa, Apple Corps, en la calle de Savile Row de la ciudad de Londres.
El segundo fue que al poco de retomar las sesiones, Harrison invitase al pianista, Billy Preston, amigo del grupo desde sus días en Hamburgo, a que se uniera a las sesiones, y tocara el piano en el planeado concierto.
Nacido como William Everett Preston, más conocido como Billy Preston, fue un músico de soul estadounidense; y debido a su implicación en las sesiones de grabación de “Let It Be”, es uno de los numerosos personajes en ser acreditados como “el 5º Beatle”, y junto a Tony Sheridan, es el único músico acreditado como tal en las canciones del cuarteto de Liverpool.
Preston conoció a The Beatles durante una gira por Inglaterra de Little Richard en 1962; y los por entonces poco conocidos Beatles, actuaron acompañando de Little Richard.
El Washington Post explicaría la reunión de los músicos en el siguiente artículo:
“George Harrison, siempre el mejor amigo de Preston dentro de The Beatles, se fue de los estudios, y fue a un concierto de Ray Charles en Londres, donde Preston tocaba el órgano.
Harrison llevó a Preston al estudio, donde su personalidad gregaria, y su musicalidad calmó temporalmente las tensiones entre el grupo para un concierto final inesperado”
Ambos hechos mejoraron sobremanera el ambiente en las sesiones de grabación del grupo; y la cuestión acerca de dónde, cuándo y cómo se iba a hacer el concierto, se debatió desde los primeros días de las sesiones.
Después de barajar ideas descabelladas, como tocar en un hospital rodeados de niños enfermos, a bordo de un barco con multitud de admiradores, o frente a las pirámides de Egipto con un público formado por beduinos del desierto…
Hubo otros lugares de Londres como el Palladium y el Roundhouse, pero la mayoría eran bastante lejanas:
El desierto del Sahara fue flotado como un lugar potencial, e incluso el transatlántico QE2; un anfiteatro romano de 2.000 años de antigüedad en Túnez fue considerado seriamente, y se enviaron exploradores de lugares para investigar.
“The Beatles comenzaban a tocar cuando salía El Sol”, explicó el director Michael Lindsay-Hogg, “y verías multitudes que acuden en tropel hacia ellos a lo largo del día”; pero nunca se acordó nada.
A medida que el entusiasmo por el proyecto disminuía, la banda optó por hacer algo un poco más simple y cercano a casa; y se optó finalmente por una idea ingeniosa que a todos satisfizo:
¿Por qué tener que molestarse con los preparativos y desplazamientos propios de todo concierto, cuando el grupo puede subirse al tejado del edificio donde trabajaban, enchufar los instrumentos, y ponerse a tocar allí mismo?
Aunque el concierto no se anunció, The Beatles habían planeado actuar en vivo durante sus sesiones de “Get Back” a principios de enero; y según el autor Mark Lewisohn, no se sabe quién tuvo la idea de un “concierto en la azotea”, pero la sugerencia se concibió pocos días antes del evento real:
George Harrison incorporó al tecladista Billy Preston como músico adicional, con la esperanza de que un observador externo talentoso alentara a la banda a estar apretada y concentrada.
En el recuerdo de Preston, la idea de actuar en la azotea de Apple fue de John Lennon; pero Ringo Starr recordó:
“Levantémonos en el techo”; y en su autobiografía, Sound Man, el ingeniero de grabación Glyn Johns, afirma que la idea del concierto fue suya…
Como fuera el caso, se hicieron preparativos con tablones de andamiaje dispuestos para soportar el peso del equipo; y unos minutos antes de que comenzara el concierto, la banda se acurrucó en un pequeño vestíbulo en la parte superior de las escaleras, y se recuerda:
Tenían los pies fríos.
“George no quería hacerlo, y Ringo comenzó a decir que realmente no entendía el punto”, dice Lindsay-Hogg.
“Entonces John dijo:
¡Oh, joder, hagámoslo!”
Después de haber trabajado con The Beatles en sus recientes videos promocionales de “Hey Jude” y “Revolution”, el cineasta estadounidense Lindsay-Hogg fue la opción lógica para dirigir el proyecto “Get Back”; y organizó un ejército de cámaras para capturar el momento desde todos los ángulos, enviando a un equipo a la calle, al edificio adyacente, y al área de recepción de Apple Corps, sin mencionar las 5 cámaras en el techo.
El resultado es una de las grabaciones de conciertos más icónicas de la historia; y la destreza cinematográfica “puede estar en su sangre”
En su autobiografía de 2011, Lindsay-Hogg reveló que se cree el único hijo del gigante del cine, Orson Welles.
Su madre, la actriz Geraldine Fitzgerald, negó públicamente los rumores desenfrenados, pero supuestamente reconoció la verdad a la amiga de la familia, Gloria Vanderbilt.
Cuando la hija mayor de Welles apoyó la afirmación de Lindsay-Hogg, se sometió a una prueba de ADN… pero los resultados no fueron concluyentes.
Así las cosas, durante el rodaje de la azotea, Lennon y Starr llevaban sus abrigos de dama; a 45° en Londres esa tarde de enero, eso no explica el viento helado golpeando los edificios del West End.
La niebla inminente había descartado un costoso disparo aéreo en helicóptero, y la amenaza de lluvia era muy real.
Estas condiciones no eran ideales para hacer rock and roll:
“Mis manos están demasiado frías para tocar los acordes”, murmuró Lennon entre canciones; y el ejecutivo de Apple Corps, Ken Mansfield sostuvo un flujo constante de cigarrillos encendidos para que George Harrison pudiera calentar sus dedos…
Y para protegerse del frío invernal, Lennon tomó prestado el abrigo de piel de Yoko Ono, como lo hizo en ocasiones; mientras que Ringo Starr también se puso el impermeable rojo de su esposa Maureen.
Como dato, los micrófonos que se usaron estaban envueltos en medias de mujer… y es que las ráfagas de frío también demostraron ser un problema para los delicados micrófonos de estudio que graban la batería y los amplificadores de guitarra; y en la necesidad de un escudo rápido para minimizar el ruido del viento, el ingeniero de cinta, y la futura cohorte de Pink Floyd, Alan Parsons, fue enviado esa mañana para comprar las medias de mujer que fueron usadas:
“Entré en esta tienda por departamentos, y dije:
Necesito 3 pares de pantimedias.
No importa qué tamaño”, recordó.
“Ellos pensaron que yo era un ladrón de bancos, o un travesti”, dijo.
De esa manera, a la hora del almuerzo del 30 de enero, The Beatles tocaron el que era el primer concierto desde la gira americana hecha 1966, y el que sería a la postre, el último de su carrera; y tocaron varias de las canciones que habían ensayado durante las semanas previas al concierto; y tocó hasta que las quejas de los vecinos de la zona llevaron a la policía a poner fin al concierto.
El Concierto en La Azotea consistió en 9 tomas de 5 canciones de The Beatles:
1. “Get Back” en 3 tomas:
Escrita principalmente por Paul McCartney, acreditada como Lennon/McCartney; originalmente fue lanzada como single el 11 de abril de 1969, y acreditada a “The Beatles with Billy Preston” siendo el único single de The Beatles que acreditó a otro artista a petición de ellos.
La mezcla de la canción, más tarde se convirtió en el tema final de “Let It Be” (1970), que fue el último álbum de The Beatles lanzado justo después de la división del grupo.
Además, “Get Back”, fue el primer lanzamiento de The Beatles en estéreo real en los Estados Unidos; pues en El Reino Unido, los singles de The Beatles permanecieron monoaurales hasta el siguiente lanzamiento, “The Ballad of John and Yoko”; y la versión de estéreo de este single, y la del lado B, “Don't Let Me Down”, fueron las primeras grabaciones de The Beatles en presentar el kit de batería de Starr en estéreo verdadero, mezclado en los canales izquierdo y derecho.
Esto utilizó la entonces bastante nueva tecnología de grabación de 8 pistas, y fue el resultado de la creciente popularidad del estéreo sobre mono.
La única otra pista de The Beatles que empleó este método de grabación fue “The End” en “Abbey Road”
El single “Get Back” alcanzó el #1 en El Reino Unido, los Estados Unidos, Irlanda, Canadá, Nueva Zelanda, los Países Bajos, Australia, Francia, Alemania Occidental, México, Noruega, Suiza, Austria y Bélgica.
En una entrevista en la revista Playboy en 1980, Lennon describió “Get Back” como:
“...una mejor versión de “Lady Madonna”
Ya sabes, una reescritura de una obra para hacer dinero o “potboiler”
Lennon también dijo que “hay algo subyacente en Yoko allí”, diciendo que McCartney miró a Yoko Ono en el estudio cada vez que cantaba “Regresa a donde alguna vez perteneces”
Y como dato, “Get Back” se realizó en total 3 veces; durante el 3º, que marcó el final de la actuación en la azotea, The Beatles fueron interrumpidos por la policía, que había recibido quejas de los trabajadores de las oficinas cercanas.
Después de que la policía habló con Mal Evans, apagó los amplificadores de Lennon y Harrison, solo para que Harrison los volviera a encender, insistiendo en que terminaran la canción.
Fue durante este período que McCartney se impuso:
“Has estado tocado en los techos de nuevo, y eso no es bueno, y sabes que a tu mamá no le gusta eso... ella se enoja...
¡Te van a arrestar!
¡Vuelve!”
Al final de la última actuación en la azotea de “Get Back” como un “bis”, el público aplaude, y McCartney dice:
“Gracias, Mo”, en respuesta a los aplausos de Maureen Starkey; mientras Lennon agrega:
“Me gustaría dar las gracias en nombre del grupo y de nosotros mismos, y espero que hayamos pasado la audición”
Spector usó parte de la charla que precedió a la toma maestra del 27 de enero y editó estos comentarios para hacer que la versión del álbum suene diferente del single.
2. “Don't Let Me Down” en 2 tomas:
En español, “No me decepciones”, es una canción hecha con la colaboración de Billy Preston, compuesta por John Lennon, pero acreditado como “Lennon/McCartney”; y fue grabada durante las sesiones de “Let It Be”
El tema fue originalmente producido por George Martin, y lanzado como lado B de la canción “Get Back”
“Don't Let Me Down” tiene su génesis a principios de 1969, y está estrechamente ligada a la situación personal que vivía Lennon en aquel entonces; tanto a nivel amoroso, con su absorbente relación con Yoko Ono, como con su relación con los demás miembros de la banda; la cual es deteriorada en parte por su controvertida relación amorosa.
Todo esto ligado a su dependencia a la heroína…
Este conjunto de factores, hacen que John pase por un período difícil.
Para Paul, era un grito de angustia, el mismo relata:
“De hecho, era como si dijese a Yoko:
“Me desmarco realmente de los demás esta vez, dejo mi vulnerabilidad al desnudo, así que no me decepciones”
Creo que era un verdadero grito de socorro”
Años después, en 1980, al ser consultado por la canción, John simplemente responde:
“Soy yo cantando sobre Yoko”
En un primer momento, la canción estaba pensada para ser parte del álbum “Get Back”, posteriormente “Let it be”, pero es desestimada por Phil Spector, viendo la luz solamente en aquel entonces, como la cara B de “Get Back”; y ha sido considerada como “una de sus canciones de amor más poderosas por la conmovedora voz de Lennon, que alcanzaba el éxtasis del soul, que encarna el amor entre John y Yoko Ono.
Además de ser emotiva gracias a la ayuda de un 5º Beatle momentáneo:
Billy Preston, quien también participó en “Get Back”
3. “I've Got a Feeling” en 2 tomas:
La pieza es una combinación de 2 canciones sin terminar:
“I've Got a Feeling” de Paul McCartney y “Everybody Had a Hard Year” de John Lennon; y la canción final presenta a Billy Preston en el piano eléctrico.
Primeramente, la canción incompleta “I've Got a Feeling” de McCartney, fue escrita para su novia Linda Eastman, con la que se casaría al poco tiempo, diciéndole que “ella era la chica que él siempre había buscado”
Mientras que la canción de Lennon era una letanía donde cada línea comenzaba con la palabra “Everybody”
La canción había sido grabada 2 veces antes por Lennon, antes de las sesiones de “Let It Be”:
El primero ocurrió a principios de diciembre de 1968, en la finca Kenwood de Lennon, en una cinta de casete portátil; y para esto, la letra era:
“Everybody Had a Hard Year” en lugar de los últimos “Everybody”
Más tarde, en diciembre de 1968, con la letra cambiada a “Everybody”, se filmó a Lennon interpretando la canción en el jardín trasero de Kenwood.
Este material se usó en la película artística Yoko Ono “Rape: Film No. 6”, que se emitió en la Televisión Nacional de Austria, el 31 de marzo de 1969.
Si bien la canción de McCartney era muy optimista, Lennon había soportado un “año difícil”:
Se divorció de su primera esposa, Cynthia Lennon; su novia Yoko Ono tuvo un aborto involuntario; estaba luchando contra una adicción a la heroína; fue arrestado por posesión de drogas; fue separado de su hijo Julian; y se había vuelto profundamente infeliz en The Beatles.
En la película “Let It Be”, Lennon en tono de broma, afirmó que había escrito
“Everybody Had a Hard Year” la noche anterior.
4. “One After 909” en 1 toma:
La pieza fue escrita principalmente por John Lennon, acreditada como Lennon/McCartney, fue escrita en 1957, y es una de las primeras composiciones del dúo.
En su entrevista de Playboy en 1980, Lennon explicó:
“Eso fue algo que escribí cuando tenía unos 17 años.
Vivía en el 9 de Newcastle Road.
Nací el 9 de octubre, el 9° mes.
Es solo un número que me sigue alrededor, pero numerológicamente, al parecer soy un número 6 o un 3 o algo así, pero es parte de 9”
McCartney dijo:
“No es una gran canción, pero es una de mis favoritas porque tiene grandes recuerdos para mí de John y yo, que intentamos escribir una canción con carga de blues.
Pero la canción se archivó durante 6 años hasta que The Beatles la volvieron a grabar para su proyecto “Get Back”, y finalmente vio el lanzamiento en “Let it Be”
La versión en vivo del Concierto en La Azotea, fue su tan esperado debut público en el último álbum que lanzaron; y como canción, quizás se recuerda más al rock & roll americano anterior que a cualquiera de las otras canciones del programa en la azotea, y como una broma para la charla en la azotea, Lennon canta una variante en la línea de apertura de “Danny Boy”, después de que la canción se termina.
Además, en esta versión de la azotea, algunos de los 2, Harrison o Lennon, tocan una primera nota incorrecta, resultando en un comienzo atonal…
Éste fue uno de los varios errores corregidos en “Let It Be... Naked”
5. “Dig a Pony” en 1 toma:
John Lennon fue el compositor y cantante de la canción, pero la canción fue acreditada como Lennon-McCartney; y originalmente fue llamada “All I Want Is You”
Lennon dijo que la canción era “un pedazo de basura”, aunque mostró un desprecio similar por muchas de sus canciones; y fue escrito para su futura esposa Yoko Ono, pues presentaba una multitud de frases extrañas, aparentemente sin sentido, que se unieron en lo que Lennon llama “un estilo de letra de Bob Dylan”
Como dato curioso, durante la grabación en la azotea de esta canción, un asistente tuvo que mostrar las letras a Lennon para que las cantase; pero comienza con un inicio en falso, con Ringo Starr gritando:
“¡Espera!”, para detener a los otros miembros de la banda porque se estaba sonando la nariz, y solo tenía una baqueta en la mano.
Si bien, 21 minutos del concierto llegaron a la película final de “Let It Be”, la actuación real fue el doble de larga.
Durante el set de 42 minutos, The Beatles tocaron “One After 909”, 2 versiones completas cada una de “Don't Let Me Down”, “Dig a Pony” y “I've Have a Feeling”, y 3 versiones de “Get Back”, además de varias tomas incompletas, incluida una frase de la canción popular irlandesa “Danny Boy”
Además de esto, la banda lanzó fragmentos de varias canciones que no hicieron el corte para “Let It Be”; y estos incluyen algunos compases de “I Want You” mientras que los camarógrafos cambiaron de película, que se lanzó más tarde en “Abbey Road”, y las líneas de la castaña de Irving Berlin, “A Pretty Girl Is Like a Melody”
La versión más completa de estas funciones, es una versión instrumental de “God Save The Queen”, tocada mientras el ingeniero Alan Parsons cambió los carretes de cinta.
Estos eran poco más que bromas, y nunca fueron considerados seriamente para un lanzamiento oficial.
En resumen, la primera actuación de “I've Got a Feeling”, y las grabaciones de “One After 909” y “Dig a Pony” se usaron más tarde para el álbum “Let It Be”
En 1996, se incluyó en “Anthology 3” una versión “en la azotea” de “Get Back”, que fue la última canción de la última actuación en vivo de The Beatles.
Se incluyó una edición de las 2 tomas de “Don't Let Me Down” en “Let It Be... Naked”,
Al día siguiente, el 31 de enero de 1969, The Beatles grabaron algunas otras canciones que podían interpretarse en directo, como los temas “Let It Be” o “For You Blue”, con lo que se puso fin a las sesiones para aquel disco.
Por otra parte, en las cintas de las sesiones de “Let It Be” publicadas en bootlegs, uno puede oír numerosas disputas entre John Lennon y Paul McCartney para hacer de Preston un miembro formal del grupo; mientras Lennon estaba convencido, McCartney decía que no había elección alguna por estar el grupo más cerca del final que nunca.
La noticia habría hecho oficial la etiqueta de “el 5º Beatle”, título que no explotaría durante las 3 siguientes décadas; y es que la generosa contribución musical de Preston en “Let It Be” habla por sí misma.
Lennon incluso presionó para hacer de Preston un miembro de pleno derecho de la banda, pero se topó con:
“¡Ya es suficientemente malo con 4!”, diría McCartney, supuestamente…
Aun así, su importancia fue reconocida en el lanzamiento único de “Get Back”, que se acredita como “The Beatles with Billy Preston”; y salvo reediciones no autorizadas, esta fue la primera vez que The Beatles acreditaron a alguien en sus registros de esta manera, pues Preston participaría activamente en la grabación de las canciones “I Want You (She's So Heavy)” de “Let It Be” y “Something”, de “Abbey Road”
Pero para este Concierto en La Azotea, la naturaleza cálida de Preston evidentemente calmó las tensiones, y se nota que los 4 Beatles disfrutaron la tarde juntos; y sus golpes de teclado agregaron una dosis de emoción a los procedimientos antes tristes; así, el famoso citado como “el último concierto de The Beatles”, El Concierto en La Azotea también fue su primera presentación en vivo en más de 2 años.
Si bien habían tocado “All You Need Is Love” y “Hey Jude” ante una audiencia de estudio en la televisión durante ese tiempo, esos números fueron fuertemente reforzados por una pista de acompañamiento.
El de la azotea quedó como “el primer show en vivo” desde que finalizó su gira final el 29 de agosto de 1966, en el Candlestick Park de San Francisco; donde también hicieron un pequeño descanso de la tradición al variar sus ubicaciones en el escenario clásico:
Lennon tomó el lugar medio con Harrison a su izquierda; mientras que la guitarra de George Harrison fue la primera de su tipo.
La Telecaster que Harrison tocó durante ese Concierto en La Azotea, fue hecha a medida por los maestros de la construcción, Roger Rossmeisl y Philip Kubicki como regalo de Fender.
La compañía estaba lanzando una nueva línea de guitarras totalmente de palisandro, y presentar el prototipo a un Beatle, fue una buena publicidad; y después de muchas horas de trabajo, la guitarra fue llevada a Inglaterra en su propio asiento, y entregada en la mano, en la sede de Apple Corps.
Los constructores no estaban seguros de lo que pasó con la guitarra durante más de un año, hasta que compraron boletos para ver la película “Let It Be” y vieron su obra en la pantalla grande:
“Estaba tan emocionado que casi salté de mi asiento”, recuerda Kubicki.
Al tiempo que se notó que John Lennon necesitaba tarjetas para recordar sus propias letras… pues Lennon siempre tuvo un problema con ellas.
Paul McCartney, a menudo recuerda haber visto a Lennon en el escenario cantando sus propias palabras improvisadas para “Come Go With Me” de Del Vikings, el día en que se conocieron en 1957; y queriendo que las cosas fueran razonablemente correctas para la película, The Beatles le pidieron al asistente de la oficina de Apple, Kevin Harrington, que se arrodillara justo fuera de la vista de la cámara, y sostuvo una hoja con la letra de “Dig a Pony”, pero para la grabación del concierto, ese hecho es evidentemente.
Aun así, Lennon logró un memorable estallido de arrebato durante “Don't Let Me Down”, cantando algo así como:
“Y solo Reese tenemos el blootchy- koo”
De la parte técnica del concierto, el audio fue grabado en 2 grabadoras de 8 pistas en el estudio del sótano de Apple, por el ingeniero Alan Parsons.
El director de cine, Michael Lindsay-Hogg, llevó un equipo de cámara para capturar varios ángulos de la actuación, incluidas las reacciones de la gente en la calle, que asombrada, no sabía qué pasaba... pero la policía no fue tan mala como se ha dicho:
La tradición de The Beatles retrata a La Policía Metropolitana de Londres como el prototípico azul que detuvo a la fuerza uno de los mejores momentos musicales de los años 60; y hasta cierto punto eso es cierto… pero los “bobbies” en realidad cortaron un poco la banda, y les hicieron un buen trabajo.
La Estación Central de Policía de West End, está ubicada en 27 Savile Row, a solo unos pies de la sede de Apple; y las autoridades, obviamente debieron haber escuchado la música rock fuerte por la calle... pues se dijo que las ventanas se sacudieron, los pisos se sacudieron, y las bocinas sonaron por los atascos de tráfico resultantes.
Si quisieran, la policía podría haber caminado y cerrado las cosas antes de que terminara la primera canción… en cambio, dejaron que el concierto continuara durante 42 minutos, fue solo cuando las quejas de ruido comenzaron a inundarse de negocios locales congestionados que se sintieron obligados a actuar, y eso se nota en el vídeo del concierto.
Incluso entonces, dieron a The Beatles y compañía, una amplia advertencia para deshacerse de ciertas sustancias ilícitas que podrían haber estado en la escena…
“Antes de la redada, alguien llamó desde La Estación de Policía de Savile Row, y dijo:
“Tienes 10 minutos”, recordó un empleado de Apple.
“Entonces sabíamos que iban a venir, y todos estaban listos para eso.
Cuando la policía allanó el edificio, había todo un coro de inodoros siendo vaciados”, y la crisis se evitó.
Y es que cuando The Beatles comenzaron a tocar, hubo cierta confusión entre los espectadores que observaban 5 pisos más abajo, muchos de los cuales estaban en su hora de almuerzo; y a medida que se difundían las noticias del evento, multitudes de espectadores comenzaron a congregarse en las calles y en los techos de los edificios locales.
Si bien la mayoría respondió positivamente al concierto, La Policía Metropolitana se preocupó por el ruido y el tráfico; y los empleados de Apple inicialmente se negaron a dejar entrar a la policía, pero se reconsideraron cuando se les amenazó con arrestar.
Cuando la policía ascendió al techo, The Beatles se dieron cuenta de que el concierto terminaría por cerrarse, pero continuaron tocando durante varios minutos más; fue así como Paul McCartney improvisó la letra de su canción “Get Back” para reflejar la situación:
“Has estado tocando en los techos de nuevo, y sabes que a tu mamá no le gusta, ¡Te van a arrestar!”
El concierto llegó a su fin con la conclusión de esa pieza, con Lennon diciendo:
“Me gustaría dar las gracias en nombre del grupo y a nosotros mismos, y espero que hayamos pasado la audición”
El Concierto en La Azotea de The Beatles, de esa manera marcó el final de una Era para muchos fanáticos.
El grupo grabó un álbum más, “Abbey Road”, pero en septiembre de 1969, The Beatles se habían disuelto extraoficialmente; y varias de las actuaciones en la azotea, particularmente la de “Dig a Pony”, mostraron a The Beatles una vez más en plena forma, aunque solo sea temporalmente.
Los fanáticos creían que El Concierto en La Azotea podría haber sido una prueba para volver a las presentaciones en vivo y las giras.
No fue así…
“Get Back to where you once belonged”
The Beatles acumularon muchas primicias en el transcurso de su carrera, pero no fueron la primera banda en celebrar un concierto “no autorizado” en una azotea metropolitana.
Esa distinción es para Jefferson Airplane, que se subió a la cima del hotel Schuyler del centro de la ciudad, el 7 de diciembre de 1968, y la sorprendió con gritos de:
“¡Hola, New York!
¡Despierta, cabrones!
¡Música gratis!
¡Lindas canciones!
¡Amor libre!”
Al no tener permisos, Jefferson Airplane solo lograron salir de una canción, una versión llena de ampollas de “The House at Pooneil Corners”, antes de que El Departamento de Policía de New York amenazara con ser arrestados por ruido.
La banda se fue en paz, pero su amigo, el actor Rip Torn, fue arrestado por acosar a un oficial, y fue llevado a juicio.
Afortunadamente, el acontecimiento de la guerrilla fue preservado para siempre por el director Jean-Luc Godard, quien filmó el incidente como parte de su “One A.M. Project”
Se desconoce si The Beatles se inspiraron directamente en estas travesuras de Jefferson Airplane, pero la cobertura de la prensa, sin mencionar su amistad con la banda, probablemente los habría hecho conscientes de ello.
Y es que todo pudo ser planeado:
The Beatles habían comprado el 3 Savile Row en 1968, como la sede de Apple Corps., y construyeron un estudio en el sótano, que utilizaron para grabar la segunda mitad de sus sesiones de “Get Back/Let It Be”
Harry Nilsson, Badfinger, Marc Bolan y otros también se registraron allí antes de que Apple vendiera el edificio en 1976; y posteriormente, el edificio cambió de manos varias veces a lo largo de los años, hasta que fue comprado por Abercrombie & Fitch en 2012.
Una tienda de ropa para niños, actualmente reside en la planta baja, arrojando a sastres de Londres, historiadores y fanáticos de The Beatles a un alboroto.
Y aunque “Abbey Road” fue el último álbum en ser grabado por The Beatles, “Let It Be” fue el último en ser lanzado en mayo de 1970, semanas después de la división del grupo en los titulares de todo el mundo.
De hecho, la cubierta recortada en negro, le dio una calidad funeraria, y los fanáticos estudiaron ansiosamente el mensaje de despedida del cuarteto que definió a los años 60.
Cuando “Get Back”, la última canción se acerca a su fin, se puede escuchar el sonido de la voz de John Lennon:
“Me gustaría dar las gracias en nombre del grupo y de nosotros mismos, y espero que hayamos pasado la audición”, pero fue un comentario modesto al final del espectáculo en la azotea, burlándose de las muchas audiciones que la banda hizo y fracasó a lo largo de los años.
También fue un humilde guiño al éxito sin precedentes de la banda y, sin darse cuenta, el perfecto epitafio de The Beatles.
En la cultura popular, la secuencia “Get Up and Go” de Rutles en la película “All You Need Is Cash”, imita las imágenes del Concierto en La Azotea, y utiliza ángulos de cámara similares.
En enero de 2009, la banda tributo “The Bootleg Beatles”, intentó organizar un concierto por el 40° aniversario en el mismo lugar, pero El Concejo Municipal de Westminster le negó el permiso, debido a problemas de licencia.
En el episodio de la 5ª temporada de “The Simpsons”, llamado “Homer's Barbershop Quartet”, los “Be Sharps”:
Homer, Apu, Barney y Principal Skinner, interpretan uno de sus éxitos anteriores en una azotea.
George Harrison, quien fue invitado en el episodio, se muestra diciendo despectivamente:
“¡Se ha hecho!”; y cuando termina la canción y comienzan los créditos, Homer repite la frase de John Lennon, sobre pasar la audición y todos se ríen, incluido Barney, hasta que dice:
“No lo entiendo”
En la afamada película de 2007, “Across The Universe”, un musical compuesto en su totalidad por la música de The Beatles, la banda de Sadie realiza un Concierto en La Azotea de la ciudad de New York que imita al original, y es interrumpido y cerrado por El Departamento de Policía de New York.
U2 también hizo referencia al concierto en su video de “Where The Streets Has No Name”, que presentó un Concierto en La Azotea similar en Los Ángeles.
Por su parte, Paul McCartney tocó un mini-concierto sorpresa en el centro de Manhattan, el 15 de julio de 2009, desde la parte superior de la carpa del teatro Ed Sullivan, donde estaba grabando una presentación para Late Show con David Letterman.
Las noticias del evento se difundieron a través de Twitter y el boca a boca, y las esquinas de las calles cercanas se cerraron para dar cabida a los fanáticos del set, que duplicó el concierto original de The Beatles.
Pero posteriormente al concierto de 1969, y debido a que fue interrumpido por la policía, los fanáticos pasaron décadas teorizando, qué otras canciones, si las hubiera, The Beatles podrían haber tocado si hubieran continuado.
Algunos estudiosos del rock con ojos de águila, han notado equipos en el fondo del techo de Apple que no se usaron, como un teclado adicional, una guitarra de acero, y lo que parece ser un micrófono de guitarra acústica colocado por McCartney.
¿Estuvieron planeadas canciones populares como “Two of Us” originalmente en la mezcla?
¿McCartney iba a probar algunas de sus baladas basadas en el piano como “Let It Be” y “The Long and Winding Road”?
¿Pudo Lennon haber usado la guitarra de acero como lo hizo en “For You Blue”, que le dio a Harrison su primera y única vocalización en solitario del día?
Es difícil saberlo con certeza.
Algunos fanáticos creen que Harrison pidió que sus canciones no se tocaran en el techo ese día…
Otros argumentan que estos números más tranquilos habrían sido imposibles de grabar en un entorno ventoso e incontrolado.
También parece poco probable que The Beatles hubieran repetido tantas canciones, si también intentaran interpretar otras.
¿Pero por qué los instrumentos extra?
Tal vez los “roadies” de la banda recibieron instrucciones vagas para llevar su equipo al techo, y simplemente tomaron todo lo que pudieron encontrar.
Hasta la fecha, nunca se ha encontrado una lista final de las canciones que se planearon tocar… sólo lo que se mostró.
Total, la historia ha dado a The Beatles’ Rooftop Concert, el puesto #1 de los conciertos más memorables e históricos.
“I'd like to say thank you on behalf of the group and ourselves and I hope we've passed the audition”
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