Calvaire

Terminando de ver “Calvaire” (2004) de Fabrice du Welz con Laurent Lucas, Jackie Berroyer, Philippe Nahon, Jean-Luc Couchard, Philippe Grand Henry, Jo Prestia, Brigitte Lahaie entre otros.
Película de terror belga, conocida como “The Ordeal” que sigue a un cantante varado, siendo víctima de un siniestro y peligroso mesonero que está decidido a mantenerlo secuestrado porque le recuerda a su mujer...
Esta es otra película del subgénero de “pervertidos que buscan víctima para torturar” con los giros esperados y predecibles, donde lo mejor es esa atmósfera densa y malsana, con momentos tensos de angustia como es una persecución en niebla a través de un bosque, o una secuencia de baile aterradora con bichos raros y una espeluznante música de piano; todo ello es retorcido y presagia un exceso de pesimismo.
Más allá de lo explícito, y precisamente por lo escaso que se muestra en lo referente al “gore”, este es un mundo que se define por las texturas y los tonos; y se nota mucho antes que lo terrible inicie, donde se nos sientan las bases de lo tortuoso con algo tan simple a base de “jumps cuts” en el viaje entre lo civilizado y lo salvaje.
Como dato, según el director Fabrice du Welz, en realidad solo hay 2 personajes en la película, Marc y Bartel; y dice que el resto de las personas en la historia son todas variaciones del personaje de Bartel...
Por otro lado, el “gore” esperado no es abundante, pero la sensación de amenaza siempre está presente, gracias al director de fotografía, Benoit Debie que crea imágenes memorables e inquietantes y hace un uso experto de lugares malsanos; pero el guión es formulista, y sigue la senda de “The Texas Chainsaw Massacre”, “Deliverance” y “Straw Dogs”, por ejemplo; donde lo malo de la propuesta es que se toma mucho tiempo en ponerse en marcha, y no genera el terror necesario y esperable para mantener al espectador interesado por algo horripilantemente original.
Y si bien es una variación de “I Spit On Your Grave”, nunca vemos ni la venganza ni el final, el horrible acto final es pobre; inconcluso, no sabe siquiera quiénes son esos niños, ni la leyenda de la gente del pueblo ni los crucificados ni nada; además, el principal problema es la naturaleza pasiva y antipática de Marc, al punto que se llega a “simpatizar” más con el villano, por su locura…
Total, en su fallida resolución nos preguntamos:
¿Y ahora qué?
No es que uno esté deseando ver atrocidades, pero es como si el director se cortase a la hora de mostrar ciertas cosas.
“Algunas personas matarían por compañía”
NO RECOMENDADA.



Comentarios

Entradas populares