G.I. Jane

“Welcome to SEAL/C.R.T. selection program.
You have volunteered for the most intensive military training known to man.
You are all proven operators within the SpecOps community:
SEAL, EOD, Army Delta, Marine Force Recon, Naval Intel community and so on.
In spite of your expertise, many of you will not successfully negotiate this program.
Those that do, will experience an operational tempo that exceeds that of any other unit within the U.S. arsenal.
That is all that is to be said about the special nature of the CRT training program.
I now turn you over to my Command Master Chief, John James Urgayle”

La igualdad de género ha sido un tema recurrente desde todo punto de vista desde el siglo pasado, e implica que hombres y mujeres deben recibir los mismos derechos, beneficios, igualdad de oportunidades, mismas sentencias y ser tratados con el mismo respeto en todos los aspectos de la vida cotidiana; por lo que el principio de igualdad y de no discriminación por razón de sexo, es una obligación de derecho internacional general, que vincula a todas las naciones, y dado su carácter primordial, se establece siempre como un principio que debe inspirar el resto de los derechos fundamentales.
Por otro lado, la llamada “neutralidad de género” es la idea de que las políticas, el lenguaje y otras instituciones sociales, llámese estructuras sociales, roles de género o identidad de género, etc., deben evitar distinguir roles según el sexo o el género de las personas, a fin de evitar la discriminación derivada de la impresión de que existen roles sociales para los que un género es más adecuado que otro.
Por ejemplo, veamos el caso de Las Fuerzas de Operaciones Especiales de Estados Unidos (SOF) que son componentes del Comando de Operaciones Especiales del Departamento de Defensa de los Estados Unidos (USSOCOM)
Por ende, la definición militar estadounidense de “Fuerzas de Operaciones Especiales” se refiere a las fuerzas activas y de reserva de servicios militares designados por El Secretario de Defensa, y específicamente organizados, entrenados y equipados para conducir y apoyar operaciones especiales.
En ese departamento se produjeron cambios importantes para las mujeres a partir de la década de 1970, pues ellas comenzaron a ingresar en los campos de guerra y aviación de superficie, obtuvieron acceso a programas de acceso de oficiales que antes solo estaban abiertos para hombres, y comenzaron a buscar oportunidades de comando en tierra.
Pero esto no sucedió hasta el año 2016.
En El Comando de Guerra Especial Naval de los Estados Unidos (NAVSPECWARCOM ), también conocido como NSWC o WARCOM, la misión es proporcionar liderazgo, orientación doctrinal, recursos y supervisión a operaciones especiales realizadas en entornos marítimos y litorales; y se especializa en una amplia gama de áreas tácticas, incluyendo guerra no convencional, acción directa, contraterrorismo, reconocimiento especial y recuperación de personal; siendo organizado principalmente alrededor de 8 equipos Navy SEAL, 3 equipos especiales de botes y varios comandos de apoyo, con un total de aproximadamente 9,200 empleados.
Las unidades pueden operar de manera independiente, como parte de los grupos de batalla de portaaviones de La Marina de los EEUU; y grupos listos para anfibios, o integrarse con otras fuerzas de operaciones especiales de los EEUU.
Así, al utilizar los barcos, submarinos e instalaciones de ultramar de La Armada, las fuerzas de NSWC pueden desplegarse rápidamente en casi cualquier parte del mundo.
Recordemos que Los SEAL son la fuerza de elección del Comando de Operaciones Especiales para llevar a cabo operaciones militares marítimas de unidades pequeñas que se originan y regresan a un río, océano, pantano, delta o costa.
Esta capacidad litoral, se considera más importante ahora que nunca, ya que la mitad de la infraestructura y la población del mundo se encuentra dentro de 1,6 km de un océano o río.
De ese modo, los Navy SEAL se han distinguido como una fuerza marítima altamente confiable, individualmente disciplinada, y altamente calificada; y debido a los peligros inherentes al NSW, los posibles SEAL pasan por lo que consideran muchos expertos militares, el entrenamiento más duro del mundo.
El intenso acondicionamiento físico y mental que se necesita para convertirse en un SEAL, comienza en el entrenamiento básico de demolición subacuática/SEAL (BUD/S)
Este curso de instrucción de 6 meses, se enfoca en acondicionamiento físico, manejo de botes pequeños, física de buceo, técnicas básicas de buceo, guerra terrestre, armas, demoliciones, comunicaciones y reconocimiento.
Una vez ganado el curso, obtienen una Insignia de Tridente de Guerra Especial de La Armada, conocida como “The Budweiser”, y reconoce que han completado el entrenamiento básico de demolición submarina/SEAL (BUD/S), que completó el entrenamiento de calificación SEAL (SQT), y fueron designados como SEAL de La Marina de los EEUU; siendo una de las insignias de pecho más reconocibles.
De esa manera, los SEAL llegan a ser conocidos como “G.I.” que puede ser usado como sustantivo o como adjetivo, y que generó en la jerga popular el famoso apodo “G.I. Joe” que se refiere a “Government Issue, Joe” y es la representación del Gobierno estadounidense en sus soldados, apodados durante La Segunda Guerra Mundial como “JOE”
Pero también es el nombre de una línea de figuras de acción concebida por Stanley Weston, quien tuvo la idea de crear unos muñecos militares enfocados a los niños, que pretendían emular el éxito de Barbie entre las niñas.
“Failure is not an option”
G.I. Jane es una película de acción bélica, del año 1997, dirigido por Ridley Scott.
Protagonizada por Demi Moore, Viggo Mortensen, Anne Bancroft, Jason Beghe, Daniel Von Bargen, Kevin Gage, David Warshofsky, Jim Caviezel, John Michael Higgins, David Vadim, Morris Chestnut, Josh Hopkins, Boyd Kestner, Angel David, Stephen Ramsey, Gregg Bello, Scott Wilson, Lucinda Jenney, Ted Sutton, Gary Wheeler, Donn Swaby, Jack Gwaltney, Neal Jones, Stephen Mendillo, Dan DePaola, John Seitz, Michael Currie, Steve Gonzales, Billy Dowd, Phil Neilson, Dimitri Diatchenko, Joseph Makkar, entre otros-
El guión es de David Twohy y Danielle Alexandra; y cuenta la historia ficticia de la primera mujer en recibir capacitación en El Grupo de Guerra Especial de La Marina de EEUU; con la característica perenne del director, comercializar temas sociales en torno a un protagonista femenino que se enfrenta a la intolerabilidad del ejército, a la que se añade una subtrama política que a la postre resulta lo más interesante de la cinta.
La acción inicia cuando debido a las presiones de La Senadora del Congreso de los Estados Unidos, Lillian DeHaven (Anne Bancroft), La Teniente Jordan O’Neil (Demi Moore) se convierte en la primera mujer de una unidad SEAL de La Marina, llamada U.S. Navy Combined Reconnaissance Team.
Nadie espera que O’Neil triunfe bajo un régimen de entrenamiento tremendamente duro, que apenas la mitad de los reclutas masculinos consiguen finalizar; sin embargo, ella está dispuesta a demostrar que todo el mundo estaba equivocado.
Y a medida que va avanza la película, vemos como el personaje es atacado desde todos los frentes:
Políticos, militares, sociales y familiares; por lo que el film incide en el habitual discurso ideológico ya apuntado en películas precedentes del mismo director, en el que se plantea una situación a priori lógica, con una mujer que desea hacer aquello para lo que, como ciudadana, puede aspirar, pero le es vetado según las leyes implícitas del patriarcado, para luego terminar afirmando valores que se encuentran a años luz del igualitarismo democrático que parecen querer defender...
La trama, trufada de una testosterona hormonal que salpica cada fotograma, nos cuenta cómo las presiones políticas convierten a una mujer en la primera que forma parte de una unidad de élite del ejército; y en el fondo, nadie espera que sea capaz de superar un régimen de entrenamiento tan severo, que obliga a que el 60% de los hombres acabe arrojando la toalla, aunque O’Neil demostrará a base de tenor y muchas “pelotas”, que nada es imposible si te lo propones, aunque se bandera sea muy feminista y por ello sea atacada para sacarla del programa.
Todo el desarrollo de esta trama se mueve entre los duros y muy violentos entrenamientos que tienen que sufrir los aspirantes, que encima son constantemente humillados por sus superiores, entre los que destaca un emergente Viggo Mortensen, que aquí luce un bigotillo fascistoide bastante particular, y las escenas palaciegas en las que los políticos machistas y homófobos de turno, luchan lo indecible para que la intrépida pionera no logre su objetivo último:
El de que hombres y mujeres seamos vistos y valorados iguales ante la ley, ante Dios… y ante un tribunal militar.
Es un hecho que estamos ante un film para el lucimiento de Demi Moore, quien se había convertido en una auténtica megaestrella hollywoodiense refrendada por éxitos posteriores; pero además de su belleza y garra, vemos secuencias de entrenamiento a como tienen que ser:
Muy severas, por lo que Scott las trata como si fuesen parte de un documental, y La Moore demuestra que puede con ellas.
Sin embargo, G.I. Jane vista ahora desde una perspectiva histórica que suele poner a cada uno en su lugar, no deja de ser un trabajo vanguardista, en el que se pueden acusar muchas de las constantes de los proyectos cinematográficos patrióticos que coincidieron con La Era Clinton en la presidencia, sobre todo el intentar dar un tono demócrata a instituciones decididamente republicanas, aunque el poder de La Familia Bush todavía estuviera muy presente en la industria hollywoodiense de la época, y más si se trataba de ensalzar El Mando de Guerra Naval por excelencia del país de las barras y estrellas.
Total, es un filme muy feminista que demuestra que no hay lugar vetado para las mujeres.
“I never saw a wild thing sorry for itself.
A bird will fall frozen dead from a bough without ever having felt sorry for itself”
G.I. Jane es una reivindicación absoluta en materia de género, también en la realidad y mucho más de lo reconocido en las leyes, del derecho de igualdad de las mujeres con los hombres, en especial en el ejército de EEUU, tradicionalmente en contra del puritanismo trasnochado que sigue ejerciendo esa sociedad retrógrada y tradicionalista que se quedó atrás hace ya demasiado tiempo.
Y es también una gran película que muestra lo que pasaba allí, en los albores del siglo pasado, denunciando uno de los muchos estigmas de la sociedad, y ello tomando como base los intereses políticos.
Así fue como un Comité de Servicios Armados del Senado, entrevista a un candidato para el puesto de Secretario de La Marina…
Allí, La Senadora Lillian DeHaven de Texas, critica a La Marina por no ser neutral en cuanto al género; pero detrás de las cortinas, se llega a un acuerdo:
Si las mujeres se comparan favorablemente con los hombres en una serie de casos de prueba, los militares integrarán a las mujeres completamente en todas las ocupaciones de La Marina.
La primera prueba es el curso de capacitación del Equipo de Reconocimiento Combinado de La Marina, similar al SEAL BUD/S de La Marina de los EEUU; donde la misma Senadora seleccionará al analista topográfico Teniente Jordan O'Neil, porque ella es físicamente más femenina que los otros candidatos…
Así, para lograr la calificación, O'Neil deberá sobrevivir a un agotador programa de selección, en el que casi el 60% de los candidatos se desvanecen, la mayoría antes de la 4ª semana, y la 3ª semana es particularmente intensa, tanto que es llamada “La Semana del Infierno”, donde el enigmático Jefe Maestro de Comando, John James Urgayle (Vigo Mortensen), ejecuta el programa de entrenamiento que involucra tareas de 20 horas diarias diseñadas para desgastar la fuerza física y mental de los reclutas, que incluyen empujar defensas de barcos gigantes por las dunas de la playa, trabajar en cursos de obstáculos, y transportar balsas de aterrizaje.
Pero dándole una ventaja de 32 veces en una carrera de obstáculos, O'Neil exige que se le impongan los mismos estándares que los alumnos varones.
Entonces, El Jefe Maestro observa a O'Neil ayudando a los otros candidatos permitiéndoles subir a su espalda para cruzar la carrera de obstáculos del muro; y 8 semanas después del programa, durante el entrenamiento SERE, El Jefe Maestro la ata a una silla con las manos detrás de la espalda, la agarra y la golpea, luego la levanta del suelo, y la sumerge repetidamente en el agua fría frente a los otros miembros de la tripulación.
O'Neil toma represalias, y logra causarle algunas heridas, a pesar de sus brazos inmovilizados; y al hacerlo, ella adquiere el respeto de él, así como de los otros aprendices.
Pero en otro escenario, los líderes de La Armada, confiados en que una mujer abandonaría el programa rápidamente, se preocupan; y los medios se enteran de la participación de O'Neil, y ella se convierte en una sensación conocida como “G.I. Jane”
Pronto, debe lidiar con acusaciones falsas de que es lesbiana, por el simple hecho que está fraternizando con mujeres; y le dicen a O'Neil que se le dará un trabajo de escritorio durante la investigación y, si está autorizada, deberá repetir su entrenamiento.
Pero ella decide “tocar la campana 3 veces”, lo que indica su retiro voluntario del programa, en lugar de aceptar un trabajo de escritorio.
Más tarde se reveló que la evidencia fotográfica de la supuesta fraternización de O'Neil, provino de la oficina de La Senadora DeHaven; que “nunca tuvo la intención de que O'Neil tuviera éxito”; pues ella la usó como moneda de cambio para evitar el cierre de bases militares en su estado natal de Texas.
Por lo que O'Neil amenaza con exponer a DeHaven, quien luego anula los cargos, y O'Neil vuelve al programa.
La fase final de la capacitación, es un ejercicio de preparación operacional que se ve interrumpida por una emergencia que requiere el apoyo de los alumnos de CRT; ya que la situación involucra un satélite de reconocimiento impulsado por plutonio de grado de armas que cayó en el desierto de Libia; por lo que un equipo es enviado para recuperar el plutonio, pero su plan de evacuación falla, y los alumnos son enviados para ayudar a Los Rangers.
El disparo del Jefe Maestro por parte de un soldado libio, para proteger a O'Neil, lleva a una confrontación con una patrulla libia; y durante la misión, O'Neil, utilizando su experiencia como analista topográfico, se da cuenta de que cuando ve el mapa del equipo, que El Jefe Maestro no va a utilizar la ruta, y los demás creen que lo hará al reagruparse con ellos; y también muestra una habilidad definitiva en liderazgo y estrategia mientras rescata al Jefe Maestro herido, a quien ella y McCool (Morris Chestnut) lo sacan de “una zona de muerte” cargada de explosivos, con los helicópteros de combate que entregan el asalto final a los defensores, la misión de rescate es un éxito.
A su regreso, todos los que participaron en la misión son aceptados en El CRT; y Urgayle le da a O'Neil su Cruz Naval y un libro de poesía que contiene un poema corto, “Autocompasión” de D.H. Lawrence, como reconocimiento de su logro, y en agradecimiento por rescatarlo.
G.I. Jane vista hoy es una gran película por diversos motivos:
Primero porque demuestra que el sexo, raza o nacionalidad, no es obstáculo para alcanzar el éxito, y eso es algo muy del “American Dream”, donde lo más importante es la voluntad que tengas para hacer las cosas.
Como el caso que cuenta, que en un mundo que siempre ha sido de hombres en casi todas las naciones y épocas, la mujer quiere abrirse camino.
Pero claro, en un mundo tan machista como es el ejército, no será nada fácil para que las primeras mujeres lo intenten.
Y es que en cuestión de sexo, raza o nacionalidad, nada ha sido dado sino a través de la lucha, la constancia y la perseverancia; pero el film de Ridley Scott nos habla sobre la discriminación de la mujer en el ejército y su derecho a ser incluidas, por lo que presenta una solución paradojal:
La inclusión es aceptada sólo si ellas eligen renunciar a su femineidad y devienen varones…
Por ejemplo, el personaje que encarna Demi Moore, no se llama Jane sino Jordan, por lo que el film podría haberse titulado “G.I. Jordan” y de igual forma lleva consigo un nombre “unisex”, pues Jordan es un nombre para hombre como para mujer, por lo que el filme ya viene dando pista desde el título.
Además, se trata de la sustitución del genérico “Joe” por su femenino Jane, anticipando así el tema del film:
El problema de la inclusión de mujeres en el ejército.
Por ello, Ridley Scott se vale de Demi Moore, que estaba en el momento de su pico de juventud y de su carrera, para integrarla a un mundo radicalmente diferente a los que ella había protagonizado, aunque siempre desde el punto de vista feminista; y propone un relato en el que una mujer atractiva se encuentra en medio de un mundo de “machos”, como es el universo de los Navy SEALs.
En otras palabras, Jordan encarna el retorno de algo expulsado del ejército de varones:
Una mujer sensual que viene a perturbar dicho mundo.
Como tal, lo segregado encarna una amenaza a este fantasma fálico, en tanto representa todo lo que lo desborda, excede o vacía de consistencia.
Aquello que excede al falo, encarna el caos, siendo figuras de lo demoniaco; es decir, lo que se manifiesta de manera contradictoria, imposible, y no puede ser cernido por palabras; porque sería entrar en un terreno heterogéneo que devendría en amenazante.
La mujer encarna lo heterogéneo a la masa, de ahí que desde la posición femenina no se pueda estar dentro de ejército, una masa unida que sostiene a un grupo en calidad de líder.
La indistinción de la masa, en varones, en la que sus miembros son equivalentes e intercambiables, se funda en la distinción de un amo erigido en uno no castrado, y la expulsión de aquello que lo objete.
Se trata pues de una formación de Homos, que rechaza lo Heteros, en tanto la excepción femenina encarna la objeción a la existencia de un grupo no castrado.
Es decir, en el ejército, virilidad y virtud militar se equivalen en una operación ideológica de signo machista.
Y si algo dice cualquier jefe militar a sus subordinados, es que los va a hacer “hombres”, en donde soldado y varón serian lo mismo; en este caso, sería mejor decir “máquinas de matar” donde el sentimentalismo femenino, aun en hombres, haría un mal soldado.
No es casual que algunos neuróticos vacilantes de su identidad sexual acuden al ejército para reasegurarse como varones.
De esa manera, si un soldado siente piedad o tiene problemas de conciencia, es calificado de “marica” y el entrenamiento ha fracasado.
En el film de Scott, la posición femenina es nombrada como “lastimera” o lastima de sí mismo, muy intrínseco del lado materno, por lo que se trata de erradicar ese aspecto de lo humano en el ejército.
Una escena inquietante es cuando Jordan se ducha mientras aparece su jefe:
La cámara se ubica de modo que veamos que este observa el bello cuerpo desnudo de la actriz; y se trata de un momento delicado:
Todos son soldados y en el ejército no hay distinción de sexualidades.
Pero el tema en esta escena es el deseo sexual puesto en juego, en una escena de confrontación con la desnudez de una mujer que, como tal, enfrenta al hombre con la diferencia sexual y la ubicuidad del falo.
Que los 2 personajes guarden las formas de lo que se espera en el ejército, no significa que no haya allí tensión sexual entre los personajes, como sutilmente la escena nos muestra.
Que en ese contexto eso se silencie, es porque el deseo sexual haría caer al Jefe de su posición, arruinando su lugar de autoridad.
De todos modos queda como una escena de subordinación homoerótica, pues Jordan en un soldado afeminizado.
Por lo que se trata aquí de un ejemplo de simulación, donde todos hacen de cuenta que la diferencia sexual y el deseo erótico no contarían.
De ahí que El Jefe se pase de límite en la paliza, como síntoma de su temor a la impotencia…
En la película, como también en la cultura, basta ver el trato que históricamente se les ha dispensado a las mujeres en el mundo por ser fuente de tentación y amenaza de castración.
La frase más famosa del filme, cuando O’Neil le grita “chúpame el pene” es un manifiesto de todo el enunciado, sumamente interesante, porque el pene del instructor es la causa de su debilidad.
A la vez, que ella diga “chúpame el pene” significa que ese no es un enunciado de un varón, sino de un soldado que habla así, independientemente de su sexo, y así lo vemos en cualquier película de entrenamiento militar o en la calle; pero aquí es un enunciado de desprecio por el miserable que la ha destrozado.
Entonces podemos ir viendo cómo su superación la lleva a ser una soldado identificada a un lugar masculino, donde desde el corte de pelo, que es una privación de la identidad, a lograr ganarle al jefe en una pelea, ella ha pasado al lugar de un varón y finalmente ha quedado integrada como un soldado más, intercambiable en el seno de una masa artificial al servicio de matar al enemigo.
Más interesante hubiese sido un film donde una mujer quiera integrarse en el ejército persistiendo en su posición femenina, y que ello no cuente como debilidad, sino como una fortaleza.
Porque la condición sexual en el film se reprime, para retornar de modos perversos a la obediencia ciega, las practicas sadomasoquistas, la agresividad desatada, el goce en la subordinación a la autoridad.
Por ello, la propuesta del film de Scott es, desde el punto de vista ético-político, una consagración de la ideología militar.
Tal vez el tema de Scott sea esa fascinación por dicha lógica; un cine donde campean las mujeres viriles como La Teniente Ripley de “Alien” (1979) de la que Jordan no solo comparte su corte de pelo.
Y es que en G.I. Jane, la defensa de la igualdad de las mujeres basada en que tienen tanto derecho como los varones a volver en bolsas negras como muertas en batalla, es una conclusión estremecedora y fascista; porque estamos muy lejos de los años 60s y la defensa que tantas militantes mujeres emprendían a que nadie vaya a la guerra en Vietnam; pero Ridley Scott realiza un film de derecha, y con mensaje inclusivo, todo muy adelantado a su tiempo.
Donde el colmo del fascismo es que puede ocultarse bajo un aparente mensaje en favor del derecho de la igualdad de la mujer, es decir:
Tiene derecho a ser igual al varón, a matar y a que la maten; pero no tiene derecho a encarnar la diferencia como mujer.
Justamente ese es el punto de horror que la angustia de castración del lado masculino intenta conjurar, velar, rechazar, denegar.
“Las mujeres son varones sin pene” es, para esta lógica, preferible a que encarnen la cabeza de La Medusa.
¿Entonces qué debía esperarse?
¿Una milicia con tacones y camiseta corta con “pearcing” en el ombligo, un peinado alto tipo “cola de caballo” y una actitud sexual de gatita?
Sin embargo, en el otro lado del espectro vemos otras interesantes reflexiones:
En la transformación de La Teniente O'Neil, me da la impresión que ese duro entrenamiento no sirve para forjar mejores soldados, solo para transformar a La Teniente en un hombre.
Eso sería una contradicción.
O'Neil entra en los Navy SEAL para demostrar que las mujeres pueden aspirar a cualquier cosa que un hombre puede hacer, y sin embargo, para conseguirlo actúa como un hombre.
La parte de las fotos con amigas haciendo ver que podría ser lesbiana, es simplemente vergonzosa cuando ya todo ha sido superado, y el terreno personal ha sido revelado, aunque sea una mentira, todo vale para hacerla caer.
Y si bien se juega el tema de la igualdad entre hombres y mujeres, también se juega donde una mujer en política es igual que un hombre de corrupto, y creo que está bien jugado, no por ser mujer quiere decir que sea bueno, y tampoco, por ser hombre tiene ser malo.
Como una de las productoras de la película, se cuenta que antes de la filmación, Demi Moore intentó contactar al Presidente Bill Clinton para solicitar asistencia del Departamento de Defensa de los Estados Unidos para producir la película, pero ella no tuvo éxito; y admito completamente que no soy el mayor fanático de Demi Moore en el mundo; pero me ganó en esta película, porque está a la altura de la línea de su personaje:
“Mira, no estoy tratando de hacer ningún tipo de declaración aquí”
Y ella no lo es.
En lugar de dejar que la vanidad se interponga o inyectar “pathos”, deja que sus acciones hablen por ella, al igual que lo hace su personaje al tratar de ganar la aceptación como un SEAL.
La escena del corte de pelo es un buen ejemplo; aunque está dirigida con broche de oro cinematográfico, y ella lo hace de hecho; por ello, la actuación de Moore es una de las 2 actuaciones que elevan esto de “película estándar de gruñidos a convertirse en soldados”
La Moore cumple admirablemente su deber, pero el mensaje bien intencionado es oscurecido por un bombardeo estilístico y una sobrecarga del “jingoismo”, que es el nacionalismo en forma de política exterior agresiva, como la defensa de un país para el uso de amenazas o fuerza real, en oposición a las relaciones pacíficas, en un esfuerzo por salvaguardar lo que percibe como sus intereses nacionales.
Coloquialmente, el “jingoísmo” es un sesgo excesivo al juzgar que el propio país es superior a los demás, un tipo extremo de nacionalismo.
Como fuera el caso, en sus memorias de 2019, “Inside Out”, Moore calificó la película como su “logro profesional más orgulloso”
El otro personaje fascinante es el de Viggo Mortensen como El Jefe Maestro, quien es el instructor SEAL; muy lejos del tirano sádico, sino más bien como un sutil manipulador que gradualmente reconoce sus equivocaciones, y reconoce a la mujer como alguien que vale la pena tomar en serio; y también evita ir por el “pathos”
Se cuenta que mientras Demi Moore y el resto del elenco principal soportaron un campamento en Florida; Viggo Mortensen se preparó para el papel por su cuenta durante varios meses.
Observó el entrenamiento real en La Base Naval de Coronado, y habló con muchos Navy SEAL activos y retirados; por lo que algunos de los otros miembros del reparto, con la excepción de Moore, estaban enojados porque Mortensen no pasó por lo que los otros tuvieron que pasar.
Eso es lo que Mortensen quería.
Otro dato de interés, es que el poema citado por El Jefe Maestro Urgayle, es “Autocompasión” de David Herbert Richards Lawrence, un escritor inglés, autor de novelas, cuentos, poemas, obras de teatro, ensayos, libros de viaje, pinturas, traducciones, y críticas literarias; cuya literatura expone una extensa reflexión acerca de los efectos deshumanizadores de la modernidad y la industrialización, abordado cuestiones relacionadas con la salud emocional, la vitalidad, la espontaneidad, la sexualidad humana y el instinto.
Las opiniones de Lawrence sobre todos estos asuntos, le causaron múltiples problemas personales, además de una orden de persecución oficial, pues su obra fue objeto en varias ocasiones de censura; y por otra parte, la interpretación sesgada de aquella a lo largo de la segunda mitad de su vida fue una constante.
Como consecuencia de ello, hubo de pasar la mayor parte de su vida en un exilio voluntario, que él mismo llamó “peregrinación salvaje”
Con el tiempo, la imagen de Lawrence se ha afianzado como la de un pensador visionario y un gran representante del modernismo en el marco de la literatura inglesa, pese a que algunas críticas feministas deploran su actitud hacia las mujeres, así como la visión de la sexualidad que se percibe en sus obras.
Del reparto, tampoco olvidar a Jim Caviezel que aquí tiene un papel totalmente deslucido e insignificante, de patán; y la gran Anne Bancroft, que siempre es un placer verla actuar, aquí en sus últimos filmes, llega a robar muchas escenas y a tragarse viva a La Moore.
Como curiosidad, el hermano de Ridley Scott , Tony, proporcionó algunas imágenes de los submarinos que quedaron de su película “Crimson Tide” (1995), y en la realidad, la película es mejor cuando se concentra en el entrenamiento.
Irónicamente, hacer solo una película estándar de gruñidos para convertirse en soldados hace que su mensaje funcione, porque al igual que los superiores de O’Neil, la tomamos en serio porque no se diferencia de nadie más.
De ahí que el comienzo es flojo, y la batalla climática al final es exagerada, lo que debilita la película.
No obstante hubo un final alternativo, filmado en secreto sin el conocimiento de los ejecutivos de Disney/Hollywood Pictures y cuando Ridley Scott proyectó por primera vez la película para ejecutivos, los sorprendió con el final en el que muere Demi Moore.
Ambos finales se examinaron de forma simultánea y, aunque el final más oscuro obtuvo una puntuación más alta con el público, los ejecutivos eligieron el final más feliz.
Ese era que Jordan es asesinada cuando arriesga su vida para salvar a su Comandante y luego elogiada en televisión por la dura Senadora.
Más tarde, la cámara explora un nuevo grupo de reclutas de SEAL, entre ellos 3 mujeres.
Otra cosa, la parte final del entrenamiento, que me parece totalmente épica, inicia cuando ella le da un escarmiento al Jefe y le grita “chúpame el pene” siendo un insulto típico de hombres, pero el que se lo diga ella es como decirle “soy más hombre que tú”
Otro dato extraño, es que no veamos nada claramente homosexual, pues sería ir demasiado lejos a lo propuesto…
Y aunque tenemos la impresión de que La Teniente O'Neil está pasando por el entrenamiento de SEAL y recibe un tridente de SEAL al final, de hecho se inscribió en el programa de selección “Equipo de Reconocimiento Combinado” en el entrenamiento centro de Navy SEALs, también conocido en la película como entrenamiento SEAL/CRT.
El CRT es un grupo de guerra especial ficticio, que reúne a operadores de varias ramas del servicio:
Navy SEAL, Army Delta, Marine Force Reconnaissance e Navy Intelligence.
En el último, por supuesto, está La Teniente O'Neil.
El curso de capacitación real de SEAL se llama BUD/S o Demolición Básica Submarina/SEAL y tiene una duración de 6 meses, con una tasa de abandono promedio de alrededor del 60%, pero en la película, el curso duró 3 meses.
Además, el curso SEAL/CRT de la película incluyó muchos elementos de BUD/S
Para los SEAL, el curso SERE y la misión de entrenamiento son normalmente parte de SEAL Tactical Training (STT), y serian otros 6 meses de entrenamiento avanzado para operadores que siguen a BUD/S
No es sino hasta completar STT y más pruebas que un candidato SEAL realmente reciba la codiciada insignia de oro Trident.
En la película, al final del curso de selección, a La Teniente O'Neil se le otorga una gran insignia de plata con las inscripciones SEAL y CRT; y asumimos que a partir de ahí, ella y los otros candidatos exitosos obtendrán un avance adicional entrenamiento antes de ser desplegado en misiones.
La medalla que El Jefe deja en el libro de poesía, es la Navy Cross, el 2º premio más alto por su valor en combate.
Solo La Medalla de Honor es más alta, y al dársela a ella le demostró que sentía que merecía al menos una parte del premio.
Un fallo, que tiene muchos, el más evidente es que las tropas en patrulla no usarían sus nombres en la radio.
Todos tendrían señales de llamada, generalmente numéricas como en 5-5-B, para denotar quiénes eran para que cualquier interceptación enemiga de sus señales, no revele información personal, y se pronuncia cinco - cinco – bravo.
En varios puntos a lo largo de la película, los instructores de SEAL cometen asaltos flagrantes a los alumnos, que incluyen golpear tanto a O’Neil que tiene lesiones visibles en su rostro, así como golpear repetidamente a un oficial herido en su rodilla herida para hacer él abandone el entrenamiento.
Incluso dentro de los rigores del entrenamiento de SEAL, estos actos serían completamente ilegales, y probablemente darían lugar a que los perpetradores enfrenten cargos marciales en La Corte de delitos graves.
En la realidad que se expone, se necesitaron 19 años más para permitir a las mujeres como Navy SEAL.
Solo desde marzo de 2016, las mujeres pueden comenzar a entrenar como Navy SEAL, donde el 99.99% de las mujeres lo abandonan.
¿Entonces qué es lo que tiene que saber hacer un soldado de EEUU?
Básicamente, apretar un gatillo y pedir apoyo aéreo mientras tanto, sin éste no saben hacer nada, pues los tiempos del trabajo físico ya pasaron.
Y en ese sentido me parece que el guión desaprovecha la historia.
Lo que me habría interesado ver, es una mezcla entre la dificultad de los entrenamientos, las denigrantes torturas que salieron a la luz pública hace unos años, y el machismo aún presente.
En definitiva, se le puede acusar de ser un blando panfleto feminista pro militar y pro estadounidense.
¿Pero este director no era británico?
Claro casi todos estamos a favor de la igualdad de géneros, pero esta película es otra excusa más para ensalzar el patriotismo estadounidense y hacernos creer que son lo máximo, que siempre se mueven bajo un noble código de honor, y que los demás son los malos, lo peor es que en su intento de mostrar que las mujeres son tan capaces como un hombre en las habilidades militares, exageran y estereotipan a más no poder.
Como dijo la célebre Senadora:
“No me diga que le gusta vivir en medio de la mugre y orinar al aire libre con una docena de cavernícolas viéndole el trasero”
¿Acaso cree el director que el sueño feminista es estar lejos de casa y vivir en medio de una jungla o en un cuartel permanente con una manada de gorilas machos, rudos, vulgares, soeces, groseros y corrientes; y soportar todo el día además de frío, calor y cansancio extremos, también bromas pesadas, chistes machistas de una bola de sementales dominados por el exceso de testosterona tirándose pedos todo el día?
Y si bien se habla de las situaciones por raza, los prejuicios contra los homosexuales conviene dejarlos para otra ocasión.
“The ebb and flow of the Atlantic tides, the drift of the continents, the very position of the sun along its ecliptic.
These are just a few of the things I control in my world.
Is that clear?”
Muchas mujeres han servido en La Marina de los Estados Unidos durante más de un siglo, desde muy diferentes frentes, y hoy en día, hay más de 52.391 mujeres en servicio activo en una variedad de clasificaciones o carreras tradicionales, que van desde lo administrativo, al médico, etc., y no tradicionales como en aviación, sistemas de combate, etc.
Al igual que sus homólogos masculinos, se espera que los marines femeninos se adhieran a las regulaciones específicas sobre la apariencia, el aseo, la salud y la forma física; sin embargo existen algunas diferencias, por ejemplo en las pruebas de aptitud física, debido a rendimiento y en relación con las disposiciones del embarazo y la crianza de los hijos creados para ayudar a mantener a las familias militares.
Y en el fondo, desde 2016 no hay excepciones para todos los roles militares en los EEUU.
No fue hasta el año pasado que la primera mujer completó la evaluación y selección de oficiales de Navy SEAL; sin embargo ella no fue seleccionada para un contrato SEAL, ya que no había enumerado a los SEAL como su comunidad de guerra de primera elección.
Hoy hay casi 1,4 millones de soldados en servicio activo en Las Fuerzas Armadas de EEUU, y alrededor del 15% son mujeres.

“Suck my dick!”



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