U zemlji krvi i meda (In The Land of Blood and Honey)

“Zašto je nekim muškarcima tako lako ubiti drugog?”
(¿Por qué es tan fácil para algunos hombres matar al otro?)

La guerra es una mierda, y por si fuera poco, salpica y corrompe a todo el que la sufre, por muy puro de corazón que sea.
La Guerra de Bosnia fue un conflicto internacional que se desarrolló en la actual Bosnia y Herzegovina del 6 de abril de 1992 al 14 de diciembre de 1995; siendo causada por una compleja combinación de factores políticos y religiosos:
Exaltación nacionalista, crisis políticas, sociales y de seguridad que siguieron al final de La Guerra Fría y La Caída del Comunismo en la antigua Yugoslavia; así, al desintegrarse Yugoslavia en 1991, con la independencia de Croacia y Eslovenia, los líderes nacionalistas serbobosnios como Radovan Karadžić y serbios como Slobodan Milošević, se marcan como objetivo principal, que todos los serbios diseminados por las distintas repúblicas que componían Yugoslavia, vivan en un mismo país; y en febrero de 1992, el pueblo de Bosnia-Herzegovina decide en referéndum su independencia de La República Federal Socialista de Yugoslavia, en una votación boicoteada por los serbobosnios.
La sección del Ejército Popular Yugoslavo en Bosnia-Herzegovina, fiel al nuevo estado, se organizó en El Ejército de La República Bosnia-Herzegovina (ARBiH); mientras los serbios formaron El Ejército de La República Srpska (VRS)
En un principio, los serbios ocuparon el 70% del territorio de Bosnia-Herzegovina, pero al unir sus fuerzas El Consejo Croata de Defensa y El ARBiH, la guerra tomó otro rumbo, y las fuerzas serbias fueron derrotadas en La Batalla de Bosnia Occidental.
La limpieza étnica, fue un fenómeno común en la guerra; por lo general, esto implicaba la intimidación, la expulsión forzosa o asesinato de la etnia indeseada, así como la destrucción de los vestigios físicos del grupo étnico, como los lugares de culto, cementerios y edificios culturales e históricos; de esa manera, las fuerzas serbias y croatas realizaron limpieza étnica en sus territorios, planificadas por sus líderes políticos con el fin de crear estados étnicamente puros.
Por otra parte, se realizaron abusos sexuales de niñas y mujeres que más tarde se conocerían como fenómeno de violaciones en masa.
Entre 20.000 y 44.000 mujeres musulmanas fueron sistemáticamente violadas por las fuerzas serbias cristianas.
Estos hechos fueron realizados en Bosnia oriental, durante las masacres de Foča y en Grbavica durante el sitio de Sarajevo; pero también un gran número de civiles bosnios desarmados en la ciudad de Višegrad, fueron asesinados debido a su origen étnico; y cientos de bosnios fueron asesinados en tiroteos al azar.
Lo más terrible fue que se informó de la existencia de “Campos de Violación” creados deliberadamente, con el objetivo de impregnar a las mujeres musulmanas y croatas cautivas; y a menudo las mujeres fueron mantenidas en confinamiento hasta la última etapa de su embarazo.
Esto ocurrió en el contexto de una sociedad patrilineal, en la cual los niños heredan la etnia de su padre, de ahí “Los Campos de Violación” destinados al nacimiento de una nueva generación de niños serbios.
Al menos 35,000 mujeres y niños fueron retenidos en tales “Campos de Violación” dirigidos por serbios.
Por ejemplo en Foča, precisamente se habilitaron diversos lugares para realizar esas violaciones; y mientras permanecían en esos sitios, las mujeres eran violadas constantemente.
Con el nombre de “Casa de Karaman” se conocía uno de ellos, donde llegó a haber menores de hasta 12 años de edad.
Las mujeres musulmanas eran escogidas específicamente para ser violadas.
Por ejemplo, las niñas y mujeres elegidas por el criminal de guerra, Dragoljub Kunarac, o por sus hombres, eran llevadas a una casa ubicada en la calle Osmana Đikić, número 16; y allí eran violadas por ellos mismos.
Algunas de estas niñas tenían solo 14 años de edad, y muchas de ellas eran sacadas de centros de detención y retenidas largos periodos de tiempo para ser sometidas a violaciones.
Otro criminal de guerra, Radomir Kovač, se hizo con 4 niñas de las que violó repetidamente en su propio apartamento, violando en varias ocasiones a 3 de las mismas; incluso invitaba a sus amigos al apartamento y algunas veces permitía que ellos abusaran de ellas.
Kovač llegó a vender a 3 de las niñas; pero antes de la venta, Kovač entregó a 2 de estas niñas a unos soldados serbios para que abusaran de ellas, por un período de más de 3 semanas antes de que se las devolvieran, procediendo a vender a una y entregar a la otra a unos conocidos suyos.
Existió constancia de que también unidades bosnias realizaron esta práctica con mujeres serbias en Kamenica, Rogatica, Kukavice, Milići, Klisa, Zvornik y otras ciudades.
Además, el papel jugado por los medios de comunicación, principalmente la cobertura internacional, ha sido puesta en entredicho tras incurrir de forma recurrente en prácticas de desinformación, manipulación de datos e imparcialidad manifiesta; y se ha denunciado que el tratamiento de los hechos acaecidos durante El Sitio de Sarajevo por parte de algunos de los principales medios comunicación, pudo conducir a una escalada en el conflicto balcánico.
La participación de la OTAN, durante 1995 contra las posiciones del VRS, internacionalizó el conflicto, pero solo en sus etapas finales.
La alianza bosnio-croata ocupó un 51% del territorio de Bosnia-Herzegovina y llegó hasta las puertas de Bania Luka, la capital política y administrativa de la entidad autónoma de La República Srpska, 2ª mayor ciudad de Bosnia y Herzegovina después de la capital Sarajevo.
De esa manera, al ver peligrar su capital de facto, los líderes serbios firmaron el armisticio, y la guerra terminó oficialmente con la firma de Los Acuerdos de Dayton en París, el 14 de diciembre de 1995.
La guerra duró poco más de 3 años, y causó cerca de 100.000 víctimas entre civiles y militares, y 1.8 millones de desplazados; y de las 97.207 víctimas totales documentadas, el 65% fueron bosnios musulmanes y el 25% serbios.
Dentro de las víctimas civiles, el 83% correspondió a bosnios.
No hay cifras exactas sobre cuántas mujeres y niñas fueron violadas sistemáticamente por las fuerzas serbias en los diversos campamentos que se establecieron, pero se estima que entre 20.000 y 50.000; y aunque los hombres también fueron víctimas de violencia sexual, la violación de guerra fue dirigida desproporcionadamente contra mujeres que fueron violadas en pandillas en las calles, en sus hogares y/o frente a miembros de su familia.
Así, la violencia sexual se produjo de múltiples maneras, incluida la violación con objetos, como botellas de vidrio rotas, pistolas y porras; y es que la violación de guerra ocurrió como una cuestión de órdenes oficiales como parte de la limpieza étnica, para desplazar al grupo étnico objetivo fuera de la región.
No es casual que Gayatri Chakravorty Spivak, una filósofa india, dijera que “la violación perpetrada por el grupo de los vencedores” es como “una celebración metonímica de la adquisición territorial”; y así, tras La Guerra de Bosnia, las violaciones fueron reconocidas por primera vez como un arma de guerra, empleada como herramienta de limpieza étnica y genocidio.
“Moje ime je Danijel Vukojević.
Ja sam ratni zločinac”
(Mi nombre es Danijel Vukojević.
Soy un criminal de guerra)
U zemlji krvi i meda (In The Land of Blood and Honey) es un drama bélico del año 2011, escrito y dirigido por Angelina Jolie.
Protagonizado por Rade Šerbedžija, Zana Marjanović, Nikola Đuričko, Goran Kostić, Branko Djuric, Goran Jevtic, Feđa Štukan, Dolya Gavanski, entre otros.
U zemlji krvi i meda (In The Land of Blood and Honey) es el debut de Angelina Jolie como directora, y muestra una historia de amor ambientada en el contexto de La Guerra de Bosnia; pero principalmente una historia de traición, venganza y tragedia, con poca o ninguna esperanza.
Jolie explicó que la razón por la que escribió y dirigió la película, fue para reavivar la atención de los sobrevivientes de una guerra que tuvo lugar en la historia reciente:
“Sentía la responsabilidad de conocer el conflicto con gran detalle.
Este fue, ya sabes, el peor genocidio desde La Segunda Guerra Mundial en Europa...
¿Qué estábamos haciendo todos?
¿Hicimos lo suficiente?
¿Y por qué no hablamos de esto lo suficiente?”, dijo.
Y respondiendo a las afirmaciones de que su película no estaba equilibrada, declaró que “la guerra no estaba equilibrada.
No puedo entender a las personas que buscan un equilibrio que no existía.
Hay algunas personas que no quieren que se les recuerde estas cosas, algunos incluso niegan que estas cosas hayan sucedido.
Esas personas se van a enojar”
Además, U zemlji krvi i meda (In The Land of Blood and Honey) habla sobre más temas como la traición, el sentido de la guerra, y la reacción de La ONU...
A destacar que las actuaciones son totalmente correctas, tiene una buena fotografía y una historia que consigue mantenerte atento en todo el metraje; y ello hace que este film sea interesante.
Sin embargo fue un fracaso de taquilla, ya que contó con un presupuesto de $13 millones, logró recaudar $1.1 millones.
El rodaje estuvo rodeado de polémica, al abordar un tema tan delicado como las violaciones masivas en Bosnia, por lo que parte de la grabación que debía ser llevada a cabo en Sarajevo, debió realizarse en Budapest y Esztergom, durante octubre y noviembre de 2010; y se rodó en 2 versiones:
En inglés y en serbocroata.
La acción está ambientada en la ciudad de Sarajevo y sus alrededores, antes y durante La Guerra de Bosnia, donde Danijel (Goran Kostić), es un soldado que combate para los serbios de Bosnia, y se reencuentra con Ajla (Zana Marjanović), una pintora bosnia con quien tuvo una relación antes de la guerra, y que ahora está prisionera en el campo que él supervisa.
Su relación, antes prometedora, se convierte en ambigua cuando sus motivaciones van cambiando durante el conflicto…
Sorprende Jolie con todo su trabajo, desde el guión, dirección y producción, y proyecta sin concesiones el realismo de una guerra sin códigos y sin referencias; por lo que se desnuda aquí, hasta dónde puede llegar el odio y las diferencias que parecen anestesiar las mentes para dejarlas inmóviles por fuera, y con cúmulo creciente en el interior del alma.
Por ello, el film es un documento bastante demostrativo para aquellos que observamos este tipo de conflictos étnicos y religiosos desde una distancia sideral, y que no podemos imaginar lo que puede expresar la capacidad humana en el dolor y sufrimiento que alimentan sin límites la venganza.
“Nisi zatvorenik ako želiš biti ovdje”
(No eres un prisionero si quieres estar aquí)
Los conflictos bélicos casi siempre han sido revisitados en El Séptimo Arte desde una perspectiva masculina, incluso en sus argumentos; y el hecho de que la actriz Angelina Jolie haya elegido el conflicto de Los Balcanes, con mujeres de protagonistas, como tema de su primera película tras las cámaras no debería sorprender a nadie.
Jolie, a menudo interesada en asuntos humanitarios, no sólo ha dirigido U zemlji krvi i meda (In The Land of Blood and Honey), también ha escrito el guión y ha participado como productora, imagino que por aquello de controlar el proyecto...
Es un hecho que La Guerra de Los Balcanes supuso el conflicto bélico más horrible, ¿qué conflicto bélico no lo es?, de la reciente historia en Europa.
Un desastre de grandes proporciones que generó atrocidades de todo tipo, y que Jolie centra en el abuso que sufrieron las mujeres bosnias, sometidas a crueldades por parte de los soldados serbios, desde violaciones a palizas.
Se cuenta que Jolie tuvo la idea de escribir un guión de una historia de amor en tiempos de guerra, después de viajar a Bosnia y Herzegovina como Embajadora de Buena Voluntad de La ONU; y mientras escribía el guión, consultó con Richard Holbrooke , un diplomático estadounidense y funcionario de alto rango de La Administración Clinton, que fue uno de los arquitectos del Acuerdo de Dayton que puso fin a La Guerra de Bosnia, El General Wesley Clark, quien fue el director para los planes estratégicos y de política Del Estado Mayor Conjunto en El Departamento de Defensa de los Estados Unidos durante la guerra; y Tom Gjelten, corresponsal extranjero para NPR.
Así, después de terminar el guión, consiguió un equipo de producción y financiamiento para el proyecto que se llamaba “Historia de amor bosnia sin título”; y cuando el equipo de producción eligió un director, Jolie se dio cuenta de que ella misma quería dirigir.
Cuando se realizaron audiciones, su nombre fue ocultado deliberadamente de todos los aspectos del proyecto; y cuando se reveló al elenco, que Angelina Jolie escribió el guión, algunos expresaron una agradable sorpresa.
La acción tiene lugar en Sarajevo, en 1992.
Ajla Ekmečić es una artista bosnia, vive con su hermana que es madre soltera de un bebé.
Una tarde, conoce a su novio, el oficial de policía serbio, Danijel Vukojević, en un club.
Ambos disfrutan de la noche juntos, pero muchos de los clientes son asesinados, y Danijel está gravemente herido cuando el fuego de artillería destruye el club, lo que significa la salva inicial de La Guerra de Bosnia.
Algunos meses después, Ajla y su hermana Lejla (Zana Marjanović) se preparan para huir de la ciudad ahora sitiada, pero su vecindario es ocupado por El Ejército de La República Srpska antes de que puedan escapar.
Los hombres son separados de las mujeres, y luego llevados para ser ejecutados; mientras que Ajla y varias otras mujeres más jóvenes y atractivas son llevadas en autobuses a un campo de violación serbio.
En el campamento, los soldados instruyen a las mujeres sobre cómo será la vida, y luego les preguntan qué tipo de tareas pueden realizar.
Un médico llamado Esma (Jelena Jovanova) se ofrece como voluntario para realizar servicios médicos.
Otra mujer dice que puede coser; en lugar de usar sus habilidades, un oficial la viola frente a las otras mujeres para desmoralizarlas.
Antes de que otro soldado pueda hacer lo mismo con Ajla, El Comandante del campo se la lleva, donde se revela que no es otro que Danijel.
La ex pareja lucha por comprender la magnitud de su situación, especialmente dado que las relaciones interétnicas están prohibidas, y cualquier evidencia de tal relación podría comprometer tanto a Danijel como a su padre Nebojša (Rade Šerbedžija), un General del personal principal del VRS.
Danijel le dice a Ajla, que para protegerla del abuso sexual a manos de los otros soldados, él ha dicho que ella es su “propiedad personal”; y comienzan una intensa historia de amor, pero Ajla está profundamente perturbada por los horrores del campamento, y posteriormente hace numerosos intentos de escapar, todos los cuales fallan.
Los intentos de escape enfurecen mucho a Danijel, y agravan su paranoia; él frecuentemente arremete contra ella.
Y es que Daniel es quien le dice a Ajla cómo intentar escapar, y la alienta a intentarlo…
La unidad de Danijel está involucrada en masacres de limpieza étnica dirigidas por Nebojša, aunque estas tácticas hacen poco para cambiar la situación en la línea del frente; y Nebojša, frustrado, se entera de la existencia de Ajla y del trato especial que recibe; por lo que él castiga a su hijo por ser cariñoso con “el enemigo”
Aun así, Danijel sigue siendo tímido, e insiste en que está cumpliendo con su deber patriótico.
Temiendo las repercusiones si su relación está expuesta, permite que Ajla escape; por lo que ella se refugia en el bosque a las afueras de la ciudad, donde las fuerzas guerrilleras bosnias la encuentran y la llevan de regreso a su campamento.
Allí se reúne felizmente con Lejla, aunque esta felicidad es de corta duración cuando Lejla le informa que su bebé murió unos meses antes, enviándola a un dolor inconsolable.
Sobre una fogata, los guerrilleros lamentan la locura paradójica de la guerra, uno en particular, señalando que siente que odia a los serbios, pero su propia madre es serbia...
Lejla culpa a Danijel, quien ha ganado notoriedad por su protagonismo en el asedio entre las fuerzas anti-serbias.
En este momento, Ajla informa al campamento que ella era su prisionera, y la guerrilla inventa un plan para que ella regrese al campamento, y actúe como un topo...
Ajla regresa al campamento alegando que es el lugar más seguro para ella, lo que lleva a Danijel confundido pero agradecido a reavivar su relación...
Poco después de su regreso, un soldado en el campamento, Darko (Nikola Đuričko), es asesinado por un artefacto explosivo improvisado, que deja huérfano a su pequeño bebé…
Nebojša, al enterarse de su regreso, inmediatamente sospecha de su participación.
Mientras Danijel está en la línea del frente, Nebojša visita a Ajla, y le ordena pintar un retrato de él; y mientras ella pinta, él critica la “decadencia musulmana” de tal carrera, que contrasta fuertemente con su propia madre, una trabajadora agrícola viuda durante toda La Segunda Guerra Mundial.
Ajla responde que su abuelo era partisano, y que él le enseñó de niña que los pueblos constituyentes de Yugoslavia son todos iguales independientemente de la etnia.
Nebojša sonríe ante su observación, y luego la deja sola con un soldado, Petar (Feđa Štukan), que la viola violentamente.
Danijel regresa de la línea del frente para encontrar a Ajla angustiada que llora en la ducha.
Creyendo que ella lo ha engañado, él la ataca, pero luego ve el retrato inacabado de su padre, y sabe lo que sucedió.
Danijel atrae a Petar a una colina sobre la ciudad, luego lo mata; y se enfrenta a su padre, quien lo ataca y lo regaña por deshonrar a la familia, diciendo “tu madre se volcaría en su tumba si supiera que te gusta follar a las putas musulmanas”
Una sensación de normalidad desciende sobre Ajla y Danijel, hasta los eventos en Srebrenica; y mientras las fuerzas de La OTAN se preparan para lanzar una ofensiva contra los serbios, Nebojša convoca una reunión con otros comandantes en una iglesia.
Danijel evita por poco ser asesinado junto a su padre, cuando una explosión masiva destruye la iglesia; si Ajla tuvo o no un papel en el ataque, queda ambiguo...
Junto con el bombardeo, las fuerzas ARBiH lanzan simultáneamente una contraofensiva; a lo que Danijel organiza apresuradamente a sus tropas para detener su avance, pero las fuerzas serbias son diezmadas, y la mayoría de sus hombres son asesinados.
Danijel regresa al campamento, ahora abandonado, y encuentra a Ajla esperando pacientemente.
Creyendo que ella ayudó a orquestar el ataque, él la golpea, luego le dispara matándola.
Danijel deambula por los restos de la ciudad, que ahora está cerca de la liberación; quizás al darse cuenta de en qué se ha convertido la guerra, y de que todo fue por nada, se echó a llorar en la calle; mientras el personal de UNPROFOR lo arresta poco después.
U zemlji krvi i meda (In The Land of Blood and Honey) sorprende por el nombre de su responsable, Angelina Jolie; pues deja aparcada su rutilante status de estrella en la gran pantalla, y su imagen de madre y esposa deseadísima tras los focos, para interesarse en las pugnas que mantuvieron a mitad de los 90 serbios, bosnios y musulmanes; y sería muy fácil dilapidar a primera vista la primera incursión en el largometraje de Jolie, pero la sorpresa es mayúscula:
Estamos ante una historia solidísima, que si bien en algunos momentos corre el riesgo de caer en el folletín más sensible, al final consigue hacernos olvidar la identidad de quien se esconde tras la cámara; pues Jolie demuestra que más allá del glamour de cierto cine comercial, existe una convicción personal, un interés más artesanal que industrial a la hora de entender el cine, un compromiso con un medio que precisa tanto de ídolos adolescentes como de contadores de historias potentes.
Así, Angelina Jolie ha rodado su historia en serbocroata, cuando lo habitual es que el cine de Hollywood se sirva de hechos ajenos llevados a terrenos locales, y con esto a la lengua inglesa; en una decisión que demuestra la inteligencia de Jolie, en primer lugar porque era consciente de que la película no podía contarse de otra manera, y en segundo término, porque al rechazar el inglés como vehículo de comunicación, se arriesgaba a crear un producto excesivamente comercial para los gustos europeos, y descaradamente extranjero para los paladares yanquis.
Lo mismo podría decirse de sus elecciones de “casting”, actores desconocidos y solventes que Jolie dirige con atino; y también de su resolución final, nada obvia, de un lirismo contenido, de un dramatismo sumamente elegante, prueba de que Jolie es capaz de dotar de identidad pero también de entidad a sus personajes, manteniéndose al margen de cualquier tremendismo o cliché rosa.
Jolie centra su atención en la relación de sus protagonistas, por lo que el conflicto bélico es llevado a tientas, pasando a servir como simple escenario, y cuya violencia se manifiesta para que no olvidemos que es la guerra, y que lo ocurrido en Bosnia fue terrible.
De hecho hay pocas escenas bélicas, porque lo importante es la vida de la pareja protagonista; por ello el elenco es completamente local, de varias partes de la ex Yugoslavia, muchos de los cuales vivieron la guerra.
Jolie dijo que habló con el elenco sobre sus experiencias durante la guerra, e intentó incorporarlas a la película.
Tan sólo la presencia del veterano actor, Rade Serbedzija, ofrece algunos momentos de intensidad, como la estupenda escena donde en su encuentro con la chica musulmana en la habitación donde se haya recluida, le obliga a realizarle un retrato en un ambiente de calma tensa.
La película muestra también, como los serbios son los malos, muy malos de la película; soldados desgreñados, sin escrúpulos, violadores, limpiadores genéticos, etc.
Lo peor de todo, que se contradice en sus intenciones, vemos al final de la película, cómo dice Angelina, que en 1995 hubo una paz inestable, y que todavía se lucha por la reconciliación, pues bien, esta película es ya considerada “non grata” en Serbia, y en La República Srpska, que tampoco les ha hecho ninguna gracia.
Aquí pintan a los bosnios como los buenos de la película, no quiero defender a los serbios, que por supuesto hicieron atrocidades, el fallo que adolece es que no hay ningún atisbo de crueldad por la parte bosnia, retratando una película de buenos-malos, dónde los buenos son los bosnios y los malos los serbios, cuál otra película más hollywoodiense.
Ese es el problema, una Angelina Jolie solidaria y concienciada, que en su intento de unir, lo único que ha conseguido es ahondar en el odio, al no saber contar con cuidado, pero también con detalle, un tema bastante difícil, y más por una estadounidense, pues no olvidemos que Kosovo es reconocida por EEUU, en la misma película nombran a Clinton, que dio luz verde al bombardeo sobre Belgrado en 1999, etc.
Ya durante la producción, se informó falsamente que la historia era sobre una mujer bosnia que se enamora de su violador serbio, lo que provocó protestas de la asociación de mujeres víctimas de guerra de Bosnia, y la revocación del permiso de filmación.
Jolie negó los rumores, y presentó el guión al Ministerio de Cultura de Bosnia, que luego restableció rápidamente el permiso.
Y en pre-producción, los productores se acercaron al magnate de Serbia y magnate de medios, Zeljko Mitrovic, sobre el uso de las etapas de sonido y los conjuntos de estudio propiedad de su Compañía Internacional Rose, subsidiaria de Rosa Films International en Simanovci.
Sin embargo, se negó a hacer negocios con ellos, y emitió un comunicado de prensa, diciendo:
“He tenido un gran afecto y admiración por Angelina Jolie como persona y como artista, pero desafortunadamente está llena de prejuicios contra los serbios.
Yo no deseo ser parte de algo que por enésima vez presenta a los serbios como malos eternos”
Mientras en los medios serbios, la película recibió más críticas negativas, argumentando que ignoró a las víctimas de guerra serbias, y presentó injustamente a los serbios como malvados.
El cineasta serbio, y 2 veces ganador de La Palme d’Or, Emir Kusturica, lo llamó una “película de propaganda”
Fue después de que la película se mostrara a víctimas no serbias en una proyección especial en Sarajevo, que Murat Tahirović, Jefe de La Asociación de Prisioneros de Guerra, dijo que Jolie “realmente logró contar la historia de toda la guerra en su película, y mostrar el situaciones más características que enfrentaron los detenidos:
Ejecuciones en masa, violaciones, ser utilizados como escudos humanos y todos los demás horrores”
La directora de una asociación de madres de víctimas de la masacre de Srebrenica, Hatidža Mehmedović, que había hablado antes en contra de Jolie después de los rumores de los medios sobre la película, dijo que el producto final era “realmente una excelente película, objetiva y sincera”, y quería “agradecer a Angelina por su inversión intelectual y financiera”
En el fondo, el filme tiene problemas con la forma en que se cuenta la historia, sobre todo porque no hay suficiente contexto dado al conflicto general; y una acusación de la vacilante reacción estadounidense a las atrocidades que los serbios cometieron contra los bosnios, así como un respaldo al intervencionismo estadounidense como la guerra civil libia de 2011.
Viendo los puntos buenos de U zemlji krvi i meda (In The Land of Blood and Honey) están:
La recreación de los escenarios, El Sitio de Sarajevo es realista, o escenas como cuando un guerrillero defiende en la iglesia a su madre en una conversación porque era serbia, y no todos los serbios son demonios, y luego especifica que sólo los nacionalistas; y después cuando está el pelotón para matar a unos bosnios, le recuerda un guerrillero al General que él es bosnio como él, que son hermanos, que le conocía, situación muy normal en aquella época.
Éstos son detalles que ayudan a la reconciliación, pero no el dibujo de buenos-malos, pues partidas bosnias borraron pueblos enteros de serbios practicando la limpieza étnica al amparo de La ONU que no movió ni un dedo, al igual que hizo viceversa, permitiendo que serbios masacraran a bosnios; o el cuarto de millón de desplazados serbios que huyeron de Croacia, República Krajina perdiendo absolutamente todo, o los serbios de Sarajevo que en 1991 eran 157.526, un 30% de la población, y ya sabemos que les suele pasar a las minorías...
Otras escenas, como cuando usan de escudos humanos a las mujeres para tomar el granero, aborrece de ingenuidad e incredulidad.
También la historia de amor es un poco sin sentido, no tiene mucho trasfondo y vuelve a mostrar 2 lados irreconciliables, lo que es desesperanzador.
¡Qué final más triste!
Lo cruel que puede llegar a ser una persona que considera a otra como de su propiedad o posesión privada, en lugar de llegar a verla como una persona que tiene sentimientos, y lo que es casi tan importante o más, su libertad.
“Intervenirajte kako bi okončali etničko čišćenje i masovna zvjerstva.
Očigledno im je potrebno spasiti lice, napraviti neku buku i baciti svoju ideju pravde u zemlju o kojoj ništa ne znaju”
(Intervenir para poner fin a la limpieza étnica y las atrocidades masivas.
Aparentemente necesitan salvar la cara, hacer algo de ruido y arrojar su idea de justicia a un país del que no saben nada)
Prueba de la magnitud de las violaciones en Bosnia y Herzegovina, llevó al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY) a tratar abiertamente con estos abusos.
Las denuncias de violencia sexual durante La Guerra de Bosnia, de 1992 a 1995, y Guerra de Kosovo de 1996 a 1999, parte de Las Guerras Yugoslavas y una serie de conflictos entre 1991 y 1999; han sido descritas como “especialmente alarmantes”; y se ha estimado que solo durante La Guerra de Bosnia, entre 20.000 y 50.000 mujeres fueron violadas; la mayoría eran musulmanas siendo violadas por soldados serbios.
Los informes indican que hubo “Campos de Violación” para fecundar a las mujeres cautivas, musulmanas y croatas; y muchas fueron mantenidas en confinamiento hasta la última etapa de su embarazo.
Esto ocurrió en el contexto de una sociedad patrilineal, en la que los hijos heredaban la etnicidad de su padre, por tanto, “Los Campos de Violación” eran dirigidos hacia el nacimiento de una nueva generación de niños serbios.
Se comprobó que la violación de guerra fue utilizada como arma de guerra, y un instrumento sistemático de limpieza étnica, siendo la violación utilizada para aterrorizar a la población civil, extorsionar a las familias, y obligar a la gente a huir de sus hogares; donde la mayoría de los autores eran paramilitares serbios, pero también incluyen la policía especial serbia, o los soldados del ejército yugoslavo.
La mayoría de las violaciones fueron violaciones en grupo, en las que se implican por lo menos 2 autores; y ocurrieron con frecuencia en presencia, y con la aquiescencia de oficiales militares; violando a sus víctimas a la vista de numerosos testigos.
Aunque no se ha determinado un número concreto, se estima que unos 3.000 hombres fueron violados durante el conflicto; sin embargo, se supone que cientos, si no miles, de víctimas nunca se han presentado debido a sus muertes, así como al estigma relacionado con el abuso sexual.
Se descubrió que muchas víctimas masculinas, habían sido excluidas de sus comunidades, a menudo despojadas de su masculinidad o acusadas de homosexualidad debido a la cultura predominantemente masculinista en Bosnia; mientras otras víctimas temían que presentarse provocaría nuevos abusos.
Y es que el rango de abuso varió ampliamente:
Algunas víctimas fueron torturadas sexualmente, mientras que otras fueron obligadas a torturar a otros prisioneros.
Los actos incluyeron sexo oral y anal forzado, mutilación genital y traumatismo cerrado en los genitales.
Las razones de estos crímenes, giraron principalmente en torno a la humillación y la afirmación del dominio sobre las víctimas, en lugar de la satisfacción sexual de los perpetradores; por lo que el trauma resultante incluyó una variedad de problemas de salud mental y física, incluyendo sentimientos de desesperanza, recuerdos retrospectivos, disfunción eréctil, disfunción orgásmica y dolor coital.
Para el año 2007, Las Naciones Unidas lanzó La Iniciativa contra La Violencia Sexual en Los Conflictos, y en 2008, El Consejo de Seguridad de La ONU, adoptó La Resolución 1820, que señalaba que “la violación y otras formas de violencia sexual, pueden constituir crímenes de guerra, crímenes de lesa humanidad o un acto constitutivo con respecto al genocidio”
Fue la primera resolución en la que se reconocía la violencia sexual como táctica de guerra, ya sea cuando se utiliza de forma sistemática para lograr fines militares o políticos, o cuando se recurre a ella de manera oportunista por motivos culturales o escudándose en la impunidad.
La resolución identifica la violencia sexual como amenaza para la paz y la seguridad internacionales que necesita una respuesta desde el punto de vista de la seguridad.
Además, reconoce que esos actos “pueden agudizar las situaciones de conflicto armado, y constituir un impedimento para el restablecimiento de la paz y la seguridad”
También señala que la violación y otras formas de violencia sexual pueden constituir un crimen de guerra, un crimen contra la humanidad, o un acto de genocidio.
En 2010, se adoptó La Resolución 1960 del Consejo de Seguridad, que proporciona un sistema de rendición de cuentas para acabar con la violencia sexual asociada a situaciones de conflicto; y exige elaborar listas de agresores e informes anuales sobre sospechosos de cometer o ser responsables de actos de violencia sexual.
Además, dispone la recogida estratégica, coordinada y oportuna de información y su presentación al Consejo de Seguridad sobre la violencia sexual asociada a situaciones de conflicto, e insta a los Estados a asumir compromisos con plazos concretos para abordar la cuestión.
Sin embargo, la reconciliación tras los conflictos, tarda en llegar…

“Mislite li da smo previše žilavi?
Razumijem.
Mladi ste.
Nije vas briga za prošlost”
(¿Crees que somos demasiado duros?
Entiendo.
Eres joven.
No te importa el pasado)



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