The Informers

Terminando de ver “The Informers” (2008) de Gregor Jordan con Billy Bob Thornton, Kim Basinger, Mickey Rourke, Winona Ryder, Jon Foster, Amber Heard, Rhys Ifans, Chris Isaak, Austin Nichols, Lou Taylor Pucci, Mel Raido, Brad Renfro, Theo Rossi, entre otros.
Drama basado en la colección de historias cortas del mismo nombre, escrita en 1994 por Bret Easton Ellis, que se desarrolla en medio de la decadencia de principios de los 80s, por lo que muestra una variedad de personajes socialmente alienados, principalmente acomodados, que adormecen su sensación de vacío con sexo casual, alcohol y drogas; así vemos a una estrella de rock con vacío interior, un conserje metido a cómplice de secuestro, un padre y un hijo intentando recuperar el tiempo perdido, un matrimonio con problemas, un trío bisexual y la llegada del SIDA.
Empiezo diciendo que la película solo se estrenó durante 3 días, y el total bruto de taquilla fue de $382,174, muy por debajo de su presupuesto de $18 millones, siendo un rotundo fracaso.
Y es que los problemas se dieron en la producción, con el coguionista Nicholas Jarecki que iba a dirigir, pero los productores optaron por un director más experimentado, y contrataron a Gregor Jordan; de ahí que el tono de la película se alejó de la premisa original de Ellis y Jarecki, para convertirse en algo que avergonzó al elenco y a los escritores.
El guión original duraba más de 2 horas, y presentaba historias no incluidas en el corte final, como una historia de un vampiro… y según Ellis, los primeros cortes, aunque muy diferentes a su guión original, hicieron una narración más ajustada y una película en general más coherente; y afirmó que cuanto más corto era el filme, con cada corte posterior tenía menos sentido.
¿Dónde están Los Confidentes del título?
En el inicio se ponen las bases:
La actitud egoísta, superficial y el desinterés por el prójimo de todos los personajes, pero hay tantos como tantas historias que muchas ni siquiera tienen un final propiamente dicho, sino que sencillamente se van diluyendo o son cortadas, y de manera terrible se intenta ligar una historia con otra.
Al fin y al cabo, todas ellas giran en torno a una serie de personajes que tratan de sobrevivir en un mundo en el que nada tiene significado:
Su rutina, motivaciones, anhelos... además de ser completamente amorales y ajenos a cualquier condicionamiento social, se basan en la agonía mental de no saber ni dónde se encuentran, ni dónde van, ni quiénes son.
Por tanto, todo gira en la forma que tienen los personajes de exponer una forma de vida que en el fondo no es ni más ni menos que la de mantener las apariencias, mientras en privado se entregan a todo tipo de vicios, excesos y mentiras; donde lo único que comparten es el brutal reflejo de la filosofía de los 80, en la que las drogas “no eran algo peligroso”, en el sexo no tenía relevancia el género ni el número; la vida era corta y podría terminar mañana, y la gente vivía únicamente para buscar dinero para la siguiente subida.
Lo peor es que se trata de dar mucho mayor valor a la imagen que a la palabra, buscando un film que funcione más por sugerencias que no por evidencias, y no lo logra, y apenas consigue transmitir la mirada pesimista de una sociedad vacía, falsa, endogámica y condenada a su autodestrucción.
El tema del SIDA, que era uno de los temas fuertes, no consigue ser lo suficientemente sutil como para hacernos reflexionar, ya ni hablar del secuestro de niños y la destrucción del “American Dream”
Del reparto, solo los actores veteranos ofrecen actuaciones decentes y parecían agregar profundidad, léase Thornton, Basinger, Rourke y Ryder, inclusive Amber Heard y Brad Renfro que aquí está muy irreconocible, producto de una vida muy parecida a la representada, resultaron interesantes pero el guión no los deja desarrollarse.
En el fondo, la película establece muchas relaciones rotas y dañadas, y un par de situaciones potencialmente acaloradas, antes de que termine de repente y muy abruptamente.
Nos queda que este fue el último largometraje de Renfro antes de su muerte el 15 de enero de 2008, a la edad de 25 años; y por ello la película fue dedicada a su memoria.
Por tanto, léase con ironía, la película fascinará a aquellos que aman ver la vida atormentada de aquellos que parecen tener más suerte que el resto de nosotros.
“¿La codicia es buena, el sexo es fácil y la juventud es para siempre?”
NO RECOMENDADA.



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