That Kind Of Woman
Terminando de ver “That Kind Of Woman” (1959) de Sidney Lumet con Sophia Loren, Tab Hunter, Jack Warden, Barbara Nichols, Keenan Wynn, George Sanders, entre otros.
Drama romántico basado en la historia corta “Layover in El Paso” (1944) de Robert Lowry, que curiosamente recuerda mucho a la película “The Shopworn Angel” (1938) pero no se le considera un “remake” oficial; y sigue a una mujer italiana que se encuentra dividida entre su estilo de vida lujoso y un hombre más joven que la enamora; así lo que parecía una fugaz aventura con un soldado, da paso a sentimientos y emociones más intensas.
El filme de tan solo 92 minutos, es la producción más corta del director Sidney Lumet, que admito tiene un tono demasiado “rosa” llegando al absurdo, y sin embargo funciona de manera interesante al ser una película modesta, con un comentario puntual y velado hacia la sociedad de esa época, que probablemente no fue muy apreciado por el mundillo que retrata:
La guerra, las extranjeras arribistas, los militares, los vividores y manipuladores que usan a las mujeres, etc.; pero donde el filme realmente brilla son en las actuaciones de la pareja principal:
Y es que desde sus primeros días, la industria del cine sacó de la oscuridad a aquellos bendecidos con buena apariencia, empujándolos al estrellato instantáneo; que además de sus atributos físicos, algunos tenían una habilidad innata para actuar, otros fueron entrenados, y con el tiempo aprendieron su oficio, mientras que muchos simplemente nunca lo dominaron…
Sophia Loren claramente pertenece a aquellos para quienes actuar era tan natural; y aquí la vemos en toda su belleza escultural, joven tan extremadamente hermosa como tremendamente talentosa.
Este filme fue hecho en el período de sus primeras películas en inglés; donde tenía un dominio fácil del idioma y un dominio completo de presencia en pantalla, siendo absolutamente protagonista.
Por el contrario, Tab Hunter no poseía una habilidad de actuación innata, aunque sin duda merece la máxima calificación por su esfuerzo; aquí está tremendamente bello, teniendo a cuestas 7 años en el negocio, había adquirido algunas habilidades y, bajo la dirección de Sidney Lumet, ofrece un excelente rendimiento.
Pero en comparación con Loren, está muy bien minimizado, aunque combina el equilibrio justo de atractivo, fuerza y vulnerabilidad.
Aun cuando Hunter estaba en la flor de su legendario atractivo, no tiene temperamento “macho” en pantalla, y creo que el director Sidney Lumet tampoco le permitió mucha personalidad, era momento de alejarse de los actores “alfa” y mostrar a un hombre guapísimo, valiente pero benigno como “Boy Scout”
Con ello, Hunter agrega gestos sin profundidad, y se nota antinatural y falso, casi un robot carente de pasión y de maneras naturales.
Por lo que Hunter tenía cero químicas con Loren, y se nota que para él, ella es un objeto de adoración no sexual, algo que ella exuda en todos sus fotogramas, una mujer demasiado sexual hasta en la mirada, tal vez ahí reside la cuestión:
Una mujer cansada de ser usada sexualmente, lucha por dejar esa vida y se redime entregándose al amor verdadero.
De ahí también que Hunter se vea “inexperto e ingenuo” con un corazón adolescente que no sabría qué hacer con Sophia Loren si la tuviera en la cama… pero ella ya estaba cansada de tipos como “The Man” que la dominaran hasta donde tenía que ver.
Ese tema en especial, hace de la película un drama romántico, donde la química no era el objetivo, sino mostrar la belleza del amor en tiempos difíciles.
Del resto del reparto, George Sanders está grandioso en cada momento que sale; Barbara Nichols y Jack Warden se roban muchas escenas siendo la pareja cómica; y Keenan Wynn como el sabueso guardaespaldas es patético.
En definitiva, esta es una película algo olvidada pero inmensamente agradable, que nos muestra a una pareja de actores que fueron leyenda del cine.
“Él sabía lo que ella era, pero la quería de todos modos”
RECOMENDADA.
Drama romántico basado en la historia corta “Layover in El Paso” (1944) de Robert Lowry, que curiosamente recuerda mucho a la película “The Shopworn Angel” (1938) pero no se le considera un “remake” oficial; y sigue a una mujer italiana que se encuentra dividida entre su estilo de vida lujoso y un hombre más joven que la enamora; así lo que parecía una fugaz aventura con un soldado, da paso a sentimientos y emociones más intensas.
El filme de tan solo 92 minutos, es la producción más corta del director Sidney Lumet, que admito tiene un tono demasiado “rosa” llegando al absurdo, y sin embargo funciona de manera interesante al ser una película modesta, con un comentario puntual y velado hacia la sociedad de esa época, que probablemente no fue muy apreciado por el mundillo que retrata:
La guerra, las extranjeras arribistas, los militares, los vividores y manipuladores que usan a las mujeres, etc.; pero donde el filme realmente brilla son en las actuaciones de la pareja principal:
Y es que desde sus primeros días, la industria del cine sacó de la oscuridad a aquellos bendecidos con buena apariencia, empujándolos al estrellato instantáneo; que además de sus atributos físicos, algunos tenían una habilidad innata para actuar, otros fueron entrenados, y con el tiempo aprendieron su oficio, mientras que muchos simplemente nunca lo dominaron…
Sophia Loren claramente pertenece a aquellos para quienes actuar era tan natural; y aquí la vemos en toda su belleza escultural, joven tan extremadamente hermosa como tremendamente talentosa.
Este filme fue hecho en el período de sus primeras películas en inglés; donde tenía un dominio fácil del idioma y un dominio completo de presencia en pantalla, siendo absolutamente protagonista.
Por el contrario, Tab Hunter no poseía una habilidad de actuación innata, aunque sin duda merece la máxima calificación por su esfuerzo; aquí está tremendamente bello, teniendo a cuestas 7 años en el negocio, había adquirido algunas habilidades y, bajo la dirección de Sidney Lumet, ofrece un excelente rendimiento.
Pero en comparación con Loren, está muy bien minimizado, aunque combina el equilibrio justo de atractivo, fuerza y vulnerabilidad.
Aun cuando Hunter estaba en la flor de su legendario atractivo, no tiene temperamento “macho” en pantalla, y creo que el director Sidney Lumet tampoco le permitió mucha personalidad, era momento de alejarse de los actores “alfa” y mostrar a un hombre guapísimo, valiente pero benigno como “Boy Scout”
Con ello, Hunter agrega gestos sin profundidad, y se nota antinatural y falso, casi un robot carente de pasión y de maneras naturales.
Por lo que Hunter tenía cero químicas con Loren, y se nota que para él, ella es un objeto de adoración no sexual, algo que ella exuda en todos sus fotogramas, una mujer demasiado sexual hasta en la mirada, tal vez ahí reside la cuestión:
Una mujer cansada de ser usada sexualmente, lucha por dejar esa vida y se redime entregándose al amor verdadero.
De ahí también que Hunter se vea “inexperto e ingenuo” con un corazón adolescente que no sabría qué hacer con Sophia Loren si la tuviera en la cama… pero ella ya estaba cansada de tipos como “The Man” que la dominaran hasta donde tenía que ver.
Ese tema en especial, hace de la película un drama romántico, donde la química no era el objetivo, sino mostrar la belleza del amor en tiempos difíciles.
Del resto del reparto, George Sanders está grandioso en cada momento que sale; Barbara Nichols y Jack Warden se roban muchas escenas siendo la pareja cómica; y Keenan Wynn como el sabueso guardaespaldas es patético.
En definitiva, esta es una película algo olvidada pero inmensamente agradable, que nos muestra a una pareja de actores que fueron leyenda del cine.
“Él sabía lo que ella era, pero la quería de todos modos”
RECOMENDADA.
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