The Public Enemy
“It is the ambition of the authors of “The Public Enemy” to honestly depict the environment that exists today in a certain strata of American life, rather than glorify the hoodlum or the criminal.
While the story of “The Public Enemy” is essentially a true story, all names and characters appearing herein, are purely fictional”
El término “enemigo público” se utilizó por primera vez, ampliamente en los Estados Unidos en la década de 1930, para describir a individuos cuyas actividades se consideraban criminales y extremadamente perjudiciales para la sociedad; aunque la frase se había utilizado durante siglos para describir piratas, vikingos, bandoleros, bandidos, mafiosos y forajidos similares; y el uso moderno del término se popularizó por primera vez en abril de 1930, por Frank J. Loesch, entonces Presidente de La Comisión de Delitos de Chicago, en un intento de denunciar públicamente a Al Capone y otros gánsteres del crimen organizado, diciendo:
“Hice que El Director de Operaciones de La Comisión de Delitos de Chicago me presentara una lista de los matones sobresalientes, asesinos conocidos, asesinos que usted y yo conocemos pero que no podemos probar, y había alrededor de 100 de ellos.
Puse a Al Capone a la cabeza y a su hermano después, siendo cada hombre realmente un forajido.
Los llamé “Enemigos Públicos”, y así los designé en mi carta, enviados al Jefe de Policía, al Sheriff y a todos los agentes de la ley.
El objetivo es mantener luz sobre los gánsteres más prominentes, conocidos y notorios de Chicago hasta el final, para que puedan estar bajo observación constante por las autoridades policiales y los ciudadanos respetuosos de la ley”
Todos los que figuran en la lista tenían fama de ser gánsteres o delincuentes, y la mayoría eran contrabandistas de ron.
Aunque se sabía que todos eran infractores de la ley consistentes, sobre todo en lo que respecta a La XVII Enmienda de La Constitución de los Estados Unidos que prohíbe el alcohol; ninguno de los nombrados eran fugitivos o la ley los requería activamente.
El propósito de la lista era claramente avergonzar a los nombrados, y alentar a las autoridades a procesarlos.
Por otro lado, la frase “Enemigo Público” fue más tarde apropiada por J. Edgar Hoover y El FBI, quienes la usaron para describir varios fugitivos notorios que persiguieron durante la década de 1930; y a diferencia del uso de Loesch del término, “Los Enemigos Públicos” del FBI eran criminales buscados y fugitivos que ya estaban acusados de delitos.
Entre los criminales a quienes El FBI llamó “Enemigos Públicos” estaban:
John Dillinger, “Baby Face” Nelson, Bonnie y Clyde; Pretty Boy Floyd, “Machine Gun” Kelly, Ma Barker y Alvin Karpis.
El término se usó tan extensamente durante la década de 1930, que algunos escritores llaman a ese período de la historia temprana del FBI “La Era del Enemigo Público”
Como dato, el uso del término eventualmente se convertiría en “la lista de los 10 fugitivos más buscados del FBI”
En definitiva, el término “Enemigo Público” fue utilizado en discursos, libros, películas, comunicados de prensa y memorandos internos y sigue en uso hasta nuestros días.
“As far as Paddy Ryan's concerned, there are only two kinds of people:
Right and wrong.
I think you're right.
And you'll find out that I am”
The Public Enemy es una película de acción, del año 1931, dirigida por William A. Wellman.
Protagonizada por James Cagney, Jean Harlow, Edward Woods, Joan Blondell, Donald Cook, Mae Clarke, Beryl Mercer, entre otros.
El guión es de Harvey F. Thew, basado en la novela no publicada llamada “Beer and Blood” de John Bright y Kubec Glasmon que era 2 ex pandilleros durante La Época de La Prohibición que habían presenciado algunas de las rivalidades asesinas de Al Capone en Chicago; y de forma ligera, retrata la vida de un gánster de aquellos tiempos, Earl “Hymie” Weiss, quien fue uno de los rivales más destacados de Al Capone y que, como no podía ser de otro modo, murió “prematuramente” a la edad de 29 años.
Para la producción del filme, por exigencias de Warner Bros., y debido al turbulento período en que se rodó la película, los nombres de los protagonistas se cambiaron debidamente ya que el libro se basaba en hechos reales y estaba inspirado en la vida de gánsteres como Dean O’Banion y Weiss, cuya sangre irlandesa sería derramada por Al Capone con el intento de hacerse con el control de la zona norte de la ciudad de Chicago.
Así, e director del estudio, Darryl F. Zanuck, compró los derechos de la novela y asignó al director William A. Wellman para dirigir la película.
Wellman, que había servido en La Primera Guerra Mundial, como el hermano del personaje principal; le dijo a Zanuck:
“Te traeré la película más dura y violenta que hayas visto”, y así fue…
The Public Enemy obtuvo 1 nominación al Premio Oscar al mejor argumento; desafortunadamente, la película ni siquiera recibió una nominación a mejor película, ni Cagney fue recompensado con una nominación por su desempeño dinámico y cinético.
Como dato, el pequeño papel de Jean Harlow como una prostituta sexy, fue su única aparición en la pantalla con Cagney, y su único papel principal con Warner.
No obstante, esta película significó la consagración de James Cagney en la pantalla grande, como uno de los villanos más convincentes.
The Public Enemy también fue una de las primeras películas modestas en recaudar más de $1 millón en taquilla con un presupuesto de $151,000; tardando en filmarse en solo 6 días.
Como dato, durante el rodaje, Cagney también hizo “Smart Money”, coprotagonizada por Edward G. Robinson, quien ya había terminado su película revolucionaria del crimen y mafia, “Little Caesar”
The Public Enemy narra la historia de Tom Powers (James Cagney) y Matt Doyle (Edward Woods), 2 jóvenes en el bajo mundo de Chicago que se dedican a hacer fechorías; y con la llegada de La Ley Seca, ambos aprovechan para adentrarse en el negocio del contrabando de alcohol, ganando fama y dinero, pero no sin tener que enfrentarse a la policía y a pandillas rivales.
Mientras en lo personal, Tom busca mantener contacto con su hermano Mike Powers (Donald Cook) y su madre (Beryl Mercer), la única persona quien realmente ama.
El film nos presenta los 2 lados de la moneda, con 2 hermanos que a falta de un padre que los discipline y guie en la vida, toman caminos contrarios:
Tom escoge hacer dinero fácil, delinquir con la prohibición del alcohol; y su hermano Mike escoge el camino más sacrificado, el de la honradez.
Pero sobre todo, esta es una película sobre gánsteres, sobre La Prohibición, sobre el abanico infinito de relaciones humanas como la amistad, la familia, los modelos a seguir, las figuras de autoridad a honrar o a desafiar, las relaciones insatisfactorias, el amor… y como no podía ser de otro modo, es una película sobre la violencia, sobre el ascenso y la decadencia de un tipo que termina desplomándose bajo la lluvia balbuceando:
“No soy tan duro”
Ese es James Cagney, transformándose en una estrella con una sonrisa perversa estampada en el rostro, en una película que sienta las bases para todo un género, y que en especial anticipa muchos momentos de filmes como “The Godfather” (1972)
Todo eso y seguramente mucho más es The Public Enemy; que si bien está lejos de ser perfecta; los primeros minutos cuando nos muestra una visión de la infancia de los personajes son, en el mejor de los casos, espasmódicos y se siente como si gran parte de ellos hubiera quedado en el piso de la sala de corte…
El ritmo rápido e incesante de la película, a partir de entonces, no permite que se hunda mucho, pero Cagney salva el día con una actuación absolutamente ardiente.
Aquí, ninguna persona se salva de su ira burbujeante y su entrega feroz, haciendo de The Public Enemy, una de las primeras películas de la mafia que siguió al ascenso y la caída de un gánster, y mostró no solo la implicación de sus acciones en sí mismo, sino también en su familia.
Cabe señalar que es también una de las primeras producciones del cine sonoro gangsteril, por tanto, máximo respeto pese a la nota que se le ponga.
“Ain't you got a drink in the house?”
Fue en Warner Bros., gracias a la popularidad de la temática criminal durante el final de los 20 y principios de los 30, junto a la necesidad de expansión comercial dentro de un suculento negocio, donde el cine de gánsteres tuvo mayor y mejor acogida; y a pesar de situar la historia en momentos temporales concretos como si fuera una crónica, sólo constituye el marco en el que volver a contar nuevamente el proceso de ascensión y caída del protagonista, hampón con rasgos definitorios como su afición por el alcohol, el dinero, el desprecio de la autoridad, la violencia incontenida, el gusto por el vestir estrafalario y ostentoso o el desprecio hacia las mujeres…. características que comparte con otros hampones anteriores, pero de su misma quinta como Caesar Bandello de “Little Caesar”, o posteriores como Tony Camonte de “Scarface: The Shame Of The Nation”
Nada menos que 5 films estrenó el director William Wellman en este 1931, donde la implantación del sonoro se daba la mano con una depresión social galopante; y el cine apostó por 2 caras:
Dar al público “cuentos de hadas de evasión alejados de la realidad”, y reflejar lo mal que estaban las calles, el auge de la delincuencia a la que contribuía en buena medida La Ley Seca y unos anti héroes que se las buscaban a costa de lo que fuera.
El Código Hays aún no estaba vigente, y a pesar de la propia autocensura, películas como esta podían ver afortunadamente la luz.
El guión basado en el libro “Beer and Blood” llamó la atención de Wellman, que convenció a Zanuck que en aquel momento llevaba Warner para que diera luz verde al 3° en el mismo año sobre un tema de gansterismo, y además se lo dejase dirigir.
No muy convencido, Zanuck aceptó.
Así, The Public Enemy junto a “Little Caesar” y “Scarface: The Shame Of The Nation” marcan los códigos del género, aunque en ese momento fuera cine social, pues era la realidad del país.
Para esta producción, se utilizaría una narración cortante y dura, como el propio Cagney, y no da las causas por las que los personajes actúan… obligado por la censura, no se podía mostrar los asesinatos por lo que se utiliza el fuera de campo de forma magistral, que impacta más que si lo viéramos.
Además, contiene uno de los finales más duros de las historia del cine.
La película presentó un prólogo:
“Se informa a la audiencia que los matones y terroristas del Inframundo deben ser expuestos, y el glamour arrancado de ellos”, y un epílogo señalando la moraleja de que “la civilización está de rodillas y preguntando en voz alta, cuándo acabará”
Así, cuando eran jóvenes en la década de 1900 en Chicago, los irlandeses estadounidenses, Tom Powers y su amigo de toda la vida, Matt Doyle, se dedican a pequeños robos y venden su botín a “Putty Nose” (Murray Kinnell), que los convence de unirse a su pandilla en un robo en un almacén de pieles, asegurándoles que los cuidará si algo sale mal.
Cuando Tom es sorprendido por un oso disecado, le dispara, alertando a la policía que mata al miembro de la pandilla Larry Dalton.
Perseguido por un policía, Tom y Matt tienen que matarlo… sin embargo, cuando van donde “Putty Nose” en busca de ayuda, descubren que se ha ido de la ciudad…
El hermano mayor de Tom, Mike, intenta pero falla de convencer a Tom para que abandone el crimen; pues Tom mantiene sus actividades en secreto de su madre cariñosa; y cuando Estados Unidos entra en La Primera Guerra Mundial en 1917, Mike se alista en La Infantería de Marina.
En 1920, con La Prohibición a punto de entrar en vigencia, Paddy Ryan (Robert Emmett O'Connor) recluta a Tom y Matt como “vendedores” de cerveza, más bien como ejecutores en su negocio de contrabando; y se alían con el conocido gánster, Samuel “Nails” Nathan (Leslie Fenton); por lo que a medida que el negocio de contrabando se vuelve cada vez más lucrativo, Tom y Matt hacen alarde de su riqueza.
Pero Mike descubre que el dinero de su hermano no proviene de la política, como afirma Tom, sino del contrabando, y declara que el éxito de Tom se basa en nada más que “cerveza y sangre”, que es el título del libro en el que se basa la película.
Tom replica con disgusto:
“Tus manos no están tan limpias.
Mataste y te gustó.
No conseguiste medallas por tomarse de la mano con los alemanes”
Por otro lado, Tom y Matt adquieren novias:
Kitty (Mae Clarke) y Mamie (Joan Blondell) respectivamente.
Tom finalmente se cansa de Kitty; y en una escena famosa, cuando ella se queja con demasiada frecuencia, él enojadamente empuja la mitad de una toronja en su cara; y la deja por Gwen Allen (Jean Harlow), una mujer con una debilidad confesada por los hombres malos…
En un restaurante la noche de la boda de Matt con Mamie, Tom y Matt reconocen a “Putty Nose” y lo siguen a su casa…
Rogando por su vida, “Putty” toca una canción en el piano con la que había entretenido a Tom y Matt cuando eran niños... a lo que Tom le dispara y lo mata.
Tom, le da a su madre una gran cantidad de dinero, pero Mike rechaza el regalo; a lo que Tom rompe los billetes y los arroja a la cara de su hermano.
Cuando Nails Nathan muere en un accidente de equitación, lleva a Tom a encontrar el caballo y dispararle.
Y cuando una pandilla rival encabezada por Schemer Burns aprovecha el desorden resultante de la muerte de Nathan, precipitando una guerra de pandillas, empieza la caída de los 2 amigos.
Matt es asesinado a tiros en público, con Tom escapando por poco del mismo destino.
Furioso, Tom se encarga de resolver las cuentas solo con Burns y algunos de sus hombres; pero cae gravemente herido en el tiroteo, y termina en el hospital.
Cuando su madre, su hermano y la hermana de Matt, Molly, llegan a verlo, él se reconcilia con Mike y acepta la reforma.
Sin embargo, Paddy advierte a Mike, que Tom fue secuestrado por la mafia de Burns del hospital.
Más tarde, su cadáver es devuelto a la casa de los Powers…
Como suele ser en estos casos, se puede ver The Public Enemy como un estudio retorcido del “Sueño Americano”, el lado salvaje del Capitalismo darwinista, y como estamos en la etapa en que aún estaba vigente esta espiral de salvajismo que era La Ley Seca, donde se quiere hacer ver que el crimen no paga, remarcado por enunciados prólogo y epílogo, queriendo despojar a estas mafias del glamur que muchos veían en sus lujos derivados del dinero fácil.
Desde el inicio, William Wellman se propuso realizar la más verosímil radiografía de un terrible fenómeno que, en las primeras décadas del siglo XX, había alcanzado cifras escandalosas en los Estados Unidos:
La delincuencia juvenil.
Para hacernos a una idea, en 1920, cada día cerca de 100 mil niños deambulaban en las calles de New York.
¿Y qué rumbo tomaban luego sus vidas?
En un alto porcentaje, se convertían en delincuentes que luego iban a parar a los correccionales que muy poco corregían; y otro alto porcentaje, se convertía en temibles bandidos y gánsteres de la peor calaña.
¿Y cómo empezaba todo esto?
Siendo “el enemigo público”
Wellman hizo un drama de cine negro e intriga basado en hechos reales con un ritmo trepidante, siendo osada y temeraria por el tema tan delicado que trata en un momento en el que estaba tan arraigado, al tiempo que es innovadora y asombrosa, con un resultado extraordinario, tanto como irresistible e implacable, con imágenes que pasaron a la historia.
La fotografía en blanco y negro utiliza con gran ingenio los claroscuros y resalta el lujo y la ostentación en que vivían aquellos personajes.
Mientras la música es usada en contadas ocasiones, con orquestas en directo y con sonidos agradables y melódicos, emotivos en ocasiones; sin olvidar algunos efectos visuales competentes y asombrosos para la época, que exaltan la violencia; y un montaje lineal y cronológico narrativo y clásico, que cuenta la vida del protagonista desde que era un niño, hasta adulto y su ascenso al poder.
El guión es interesante y atractivo, algo belicoso y violento, argumentado de modo que engancha al espectador desde el principio por ser impetuoso e implacable, lleno de detalles y guiños que pasaron a la posteridad; empleando diálogos irónicos y sarcásticos, agudos y agresivos, típicos y característicos de este género; y unos vestuarios y caracterizaciones sugerentes a cada una de las épocas narradas, y personajes que la forman, siendo estéticamente detalladas y conseguidas.
Con unos movimientos de cámara y planos inteligentes y lúcidos con primeros planos, subjetivos, seguimiento, planos detalle, “avanti” y retroceso bien elaborados y sorprendentes para la época, realizando un más que digno trabajo técnico.
Las actuaciones son magníficas y arrolladoras:
Edward Woods fue originalmente elegido para el papel principal de Tom Powers, y James Cagney fue elegido como el mejor amigo de Tom, Matt Doyle, hasta que el director Wellman decidió que Cagney sería más efectivo en el papel, y cambió los 2 actores; pero nunca volvió a filmar las secuencias con los personajes como niños, razón por la cual, el niño que interpreta el papel de Cagney se parece a Woods, mientras que el que interpreta el papel de Woods se parece a Cagney.
Otra razón para el cambio, es que la tecnología de sonido utilizada en The Public Enemy fue superior a la utilizada en películas anteriores, por lo que ya no es imprescindible tener un actor en el papel principal que tenga una enunciación impecable.
Y a pesar de ser un cantante bailarín consumado, Cagney se dio a conocer en el cine con un prototípico rol de matón gangsteril, enjuto pero vigoroso, cínico y violento, y todo esto arrancó con este papel de Tom Powers; que basó su actuación en el gánster de Chicago, Charles O’Banion y 2 matones de la ciudad de New York que había conocido de joven; por lo que el personaje principal es retratado como un individuo sexualmente magnético, engreído, completamente amoral, emocionalmente brutal, despiadado y terriblemente letal.
Sin embargo, al ser el protagonista un delincuente de sangre fría, duro como un clavo y “enemigo público”, comienza su vida no como un criminal endurecido, sino como un niño travieso en las calles de la ciudad antes de La Prohibición, cuyo entorno temprano claramente contribuye al desarrollo evolutivo de su vida de delincuencia adulta, y su inevitable muerte espantosa; que a diferencia de otras películas, esta examinó las fuerzas sociales y las raíces del crimen de una manera seria.
Sin embargo, me cuesta creer mucho que Cagney sea alguien que volviera locas a las mujeres, eso sí que no, su machismo no cuela como fundamento para alcanzar la gloria en el amor, incluso se me hace bastante afeminado...
Mientras que Louise Brooks fue la elección original de Gwen Allen, una mujer con debilidad confesada por los hombres malos.
Pero ella rechazó el papel, que fue para una actriz más joven, Jean Harlow.
Así, rechazar este papel marcó el verdadero final de la carrera cinematográfica de Louise Brooks.
Con Harlow, se cuenta que un día, en el set, James Cagney miró el escote de Jean Harlow y preguntó, probablemente con perfecta inocencia y buen humor:
“¿Cómo mantienes esas cosas?”
“Los helo”, dijo Harlow, antes de salir corriendo a su camerino para hacer precisamente eso… y aunque Harlow no hace un papel largo, los momentos que sale ella son grandes.
Pero igual, ella era un canon de belleza de la época que hoy puede parecer un travesti, ya que su rosto es muy fuerte y muy peculiar para la belleza estándar... pero la tenían como una musa, como una gran belleza, supongo que sus rasgos tan marcados y su pelo blanco, la hacían atractiva para la época; pero sin lugar a dudas hace una muy buena pareja con Cagney.
La primera novia de Tom, Kitty, fue interpretada por Mae Clarke, quien no fue acreditada...
De las escenas, aquella cuando Tom finalmente deja a Kitty por Gwen, después de que él empuja la mitad de una toronja en su cara, siendo la escena más famosa de la película.
Por otro lado, Joan Blondell interpretó a Mamie, la novia de Matt.
Ella ya había trabajado con Cagney en “Sinners 'Holiday” (1930) y trabajaría con él en 2 películas que también salieron este año:
“God's Gift in Women” y “Blonde Crazy”
Otras películas en las que trabajaron juntos fueron:
“The Crowd Roars” (1932), “Footlight Parade” (1933) y “He Was Her Man” (1934)
Cagney dijo una vez, que Blondell era la única mujer que amaba además de su esposa.
Finalmente, Donald Cook interpretó al hermano de Tom, Mike.
Una anécdota cuenta que en la escena en la que Mike golpea a su hermano Tom, Wellman llevó a Donald Cook a un lado y, explicando su deseo de autenticidad en la reacción de Tom, le pidió al actor que realmente golpeara a Cagney.
Cook hizo su parte demasiado bien, y golpeó a Cagney en la boca con tanta fuerza, que en realidad le rompió uno de los dientes.
Sin embargo, a pesar de su genuino shock y dolor, Cagney se mantuvo en el personaje y terminó el resto de la escena.
En otro incidente, se utilizó munición real en una escena en la que Tom Powers se agacha en la esquina de un edificio para protegerse del fuego de una ametralladora...
El uso de munición real era una práctica común en ese momento; y de hecho, las balas golpearon la pared del edificio en el lugar donde la cabeza de Cagney había estado solo un momento antes.
También, la toma del bombardeo del bar de Paddy Ryan, se disparó simultáneamente desde otros ángulos que se usaron en otras películas de Warner Bros., completadas con las bombas que en realidad rebotaban en la calle.
También, existen varias versiones del origen de la notoria escena de la toronja, pero la más plausible es aquella en la que James Cagney y Mae Clarke están de acuerdo:
La escena, explicaron, en realidad fue hecha como una broma a expensas del equipo de filmación, solo para ver sus asombradas reacciones… y nunca hubo ninguna intención de usar la toma en la película completa; pero el director William A. Wellman, eventualmente decidió quedarse con la toma, y usarla en la impresión final de la película.
No obstante, la infame escena de la toronja hizo que grupos de mujeres de todo Estados Unidos protestaran por el abuso en pantalla contra Mae Clarke...
Una conexión de la vida real, en referencia a Charles Dion O’Banion, es que la pandilla rival en la película, está dirigida por Schemer Burns, una referencia obvia a la vida real Schemer Drucci, que era parte de la Pandilla North Side dirigida por O’Banion.
Por otro lado, la película muestra con precisión la cerveza como el foco principal del contrabando en Chicago.
Esto está en contraste con New York, donde predominaba el licor fuerte.
La razón es la geografía, pues para un contenido de alcohol equivalente, la cerveza es mucho más voluminosa que el licor fuerte, y distribuir las cantidades necesarias de cerveza, no era práctico en los espacios confinados de Manhattan…
Como dato, aproximadamente media hora después de la película, cuando Powers y Doyle entran al club nocturno “Black and Tan”, dado que The Public Enemy tiene mucho que ver con La Prohibición, resulta que el nombre es un juego de palabras inteligente por parte de los cineastas, ya que “el negro y el bronceado” también son una mezcla de cervezas generalmente gruesas y ale, de ahí su nombre.
Además, la escena en la que Tom dispara al caballo que lanzó y mató a Sam “Nails” Nathan en un accidente de equitación, se basó en un incidente real:
En 1924, Sam “Nails” Morton, miembro de la pandilla de Charles Dion O’Banion, fue arrojado de su caballo y asesinado mientras viajaba en el Lincoln Park de Chicago.
Otros miembros de la pandilla, liderados por Louis “Two Gun” Alteri, secuestraron al caballo, lo llevaron al lugar donde ocurrió el accidente, y lo mataron a tiros.
Como elementos negativos de la película:
Todos los personajes son arquetipos que no evolucionan, ninguno, todos son iguales al principio y al final, por lo que hacen que relato sea tan lineal como desprovisto de sorpresas; pero es llamativo la poca importancia tiene la policía en la historia, y pareciera que estos mafiosos se mueven a sus anchas sin aparecer la ley ni tan siquiera para sobornarla, y eso que el padre de Tom es policía...
Esto me resulta cuando menos extraño…
Además hay rellenos que despistan, como ese personaje de Jean Harlow que no se sabe qué pasó con ella, y no se explica porque la banda de Paddy permanecer escondida…
Asimismo me chirría que haya una metralleta apuntando a Tom y Matt pueda acabar con ellos en un par de segundos, y sin embargo, espera a que los 2 se desplacen…
Y la toma final en que Mike Powers abre la puerta de su casa y aparece amortajado Tom Powers, es de película de terror que recuerda a Hannibal Lecter; y chirría que Mike no hace por cogerlo, y lo deja caer como un fardo de patatas.
Sin embargo es una escena impresionante, y una de las más duras de la historia del cine.
Visiones críticas ven aquí un intento de cargar en la responsabilidad familiar la aparición en la sociedad de esta clase de delincuentes sin escrúpulos.
Esta afirmación es respaldada porque el personaje que encarna el modelo válido de comportamiento, lo representa el mismo hermano de Tom, Mike, un dechado de virtuosismo social y honradez.
Sin embargo, el verdadero mensaje de Wellman no parece ser que “el crimen no paga”:
Al final, Tom no muere como “castigo” por su vida criminal, sino porque intentó desafiar a una banda más poderosa, la cual, habiendo terminado con sus rivales, “Nails” murió por accidente, Matt y Tom ya no están, y si bien no sabemos qué pasó con Paddy, es fácil aventurar su final… no recibe ningún castigo en la película; aun cuando ningún personaje villano sobrevive…
De ese modo, el epílogo de la película no pretende resolver el problema de los “enemigos públicos”, sino que llama a la sociedad a atenderlo… un problema que 90 años después sigue vigente.
Otro detalle que levantó cejas es la misoginia de Cagney, especialmente la escena de la bofetada y la toronja, políticamente incorrecta, y que acarreó protestas de grupos feministas.
Desafortunadamente, la película también pareció glamorizar actividades criminales como el contrabando, aunque esa no era su intención; y enfatizó su alto estilo de vida con varias “floozies” interpretadas por Joan Blondell, Mae Clarke y Jean Harlow.
Por tanto, la película aceleró los esfuerzos del Código de Producción autoimpuesto de Hollywood, a principios de los años 30, para censurar estrictamente las películas con temas criminales y sexuales que representaban figuras sociales, o temas sexuales indeseables de una manera comprensiva o realista.
No obstante, la película fue relanzada en 1941 después de que El Código de Producción entró en vigencia; donde muchas escenas fueron cortadas:
Una es de un sastre marcadamente afeminado que mide a Tom por un traje, otro donde Mamie sirve el desayuno de Matt en la cama, y el tercero muestra a Tom siendo seducido cuando se escondió en el departamento de una mujer.
Estas 3 escenas se restauraron más tarde para todos los lanzamientos de DVD, Blu-ray y en Turner Classic Movies.
Pero para el estreno teatral en 1931, los censores de New York hicieron los siguientes recortes:
La escena donde Putty Nose les entrega a Tom y Matt un arma; todas las escenas del robo del almacén; escenas que muestran a los muchachos obteniendo su recompensa del atraco de licor del gobierno; la mayor parte de la escena donde Tom mata a Putty Nose; y la seducción de Tom por la mujer de Paddy, y la escena posterior donde Tom la abofetea… por lo que me ha resultado llamativo, pues esa mujer se aprovechó de él, emborrachándolo para fornicar, vamos, que lo violó…
No sé cómo la censura de entonces permitió esto en otros teatros…
La película también fue relanzada en 1954, con un prólogo escrito antes de los créditos de apertura, que aconseja que gánsteres como Tom Powers y Caesar “Rico” Bandello, el personaje principal de “Little Caesar” interpretado por Edward G. Robinson, sean una amenaza que el público debe enfrentar.
Por último, decir que la música fue interpretada por la Orquesta Vitaphone, dirigida por el director David Mendoza con la canción “I’m forever Blowing Bubbbles” que aparece cuando el cuerpo de Tom es entregado en su casa.
En definitiva, para contentar a los censores, el gánster no tuvo un final feliz…
Eso sí, el modo de vida de Tom contrasta con el de su honrado hermano, y ahí radica el mensaje final de The Public Enemy.
“Do you think I care if there was just beer in that keg?
I know what's in it.
I know what you've been doing all this time, how you got those clothes and those new cars.
You've been telling Ma that you've gone into politics, that you're on the city payroll.
Pat Burke told me everything.
You murderers!
There's not only beer in that jug.
There's beer and blood, blood of men!”
Como la historia del Séptimo Arte ha demostrado en innumerables ocasiones que los géneros y movimientos cinematográficos no surgen por casualidad, sino de la mano de determinadas coyunturas políticas y socioeconómicas, la aparición y el éxito del cine de gánsteres debe entenderse dentro de su marco histórico; que no es otro que el de La Gran Depresión que siguió al Crack del 29.
En ese contexto de crisis e inseguridad colectiva, se hacía necesaria la existencia de antihéroes que afirmaran su individualismo al margen de un sistema económico y legal fracasado.
Al público de entonces le encantaban los personajes como el interpretado aquí por James Cagney:
Un tipo duro y sin escrúpulos que se enriquecía fácilmente a base de dar puñetazos y apretar el gatillo.
Es por ello que casi todas estas películas contenían un final moralizante, una especie de advertencia sobre lo que a uno le podía pasar si decidía saltarse las reglas.
Y en ese sentido, pocos epílogos resultan tan descarnados en su mensaje como el de la obra que ahora nos ocupa, donde a veces es mejor no abrir la puerta cuando tocan…
The Public Enemy nos muestra entonces el ascenso a lo más alto y la caída, en medio de sucesivos baños de sangre, de un gánster brutal y despiadado, que pretendía ser un crónica social de la dramática realidad del momento, es decir el apogeo de La Ley Seca y el gansterismo, haciendo en su introducción, un llamamiento a la sociedad para que pusiera fin a esa lacra, cosa que obviamente y por desgracia, nunca se logró del todo y sigue sin lograrse, ni en EEUU ni en ninguna parte.
Cierto que The Public Enemy fue tremendamente violento para la época, y de hecho supuso el nacimiento del género del cine de gánsteres y un antecedente de lo que luego se pasaría a llamar “cine negro”
“The Public Enemy is, not a man, nor is it a character; it is a problem that sooner or later we, the public, must solve”
While the story of “The Public Enemy” is essentially a true story, all names and characters appearing herein, are purely fictional”
El término “enemigo público” se utilizó por primera vez, ampliamente en los Estados Unidos en la década de 1930, para describir a individuos cuyas actividades se consideraban criminales y extremadamente perjudiciales para la sociedad; aunque la frase se había utilizado durante siglos para describir piratas, vikingos, bandoleros, bandidos, mafiosos y forajidos similares; y el uso moderno del término se popularizó por primera vez en abril de 1930, por Frank J. Loesch, entonces Presidente de La Comisión de Delitos de Chicago, en un intento de denunciar públicamente a Al Capone y otros gánsteres del crimen organizado, diciendo:
“Hice que El Director de Operaciones de La Comisión de Delitos de Chicago me presentara una lista de los matones sobresalientes, asesinos conocidos, asesinos que usted y yo conocemos pero que no podemos probar, y había alrededor de 100 de ellos.
Puse a Al Capone a la cabeza y a su hermano después, siendo cada hombre realmente un forajido.
Los llamé “Enemigos Públicos”, y así los designé en mi carta, enviados al Jefe de Policía, al Sheriff y a todos los agentes de la ley.
El objetivo es mantener luz sobre los gánsteres más prominentes, conocidos y notorios de Chicago hasta el final, para que puedan estar bajo observación constante por las autoridades policiales y los ciudadanos respetuosos de la ley”
Todos los que figuran en la lista tenían fama de ser gánsteres o delincuentes, y la mayoría eran contrabandistas de ron.
Aunque se sabía que todos eran infractores de la ley consistentes, sobre todo en lo que respecta a La XVII Enmienda de La Constitución de los Estados Unidos que prohíbe el alcohol; ninguno de los nombrados eran fugitivos o la ley los requería activamente.
El propósito de la lista era claramente avergonzar a los nombrados, y alentar a las autoridades a procesarlos.
Por otro lado, la frase “Enemigo Público” fue más tarde apropiada por J. Edgar Hoover y El FBI, quienes la usaron para describir varios fugitivos notorios que persiguieron durante la década de 1930; y a diferencia del uso de Loesch del término, “Los Enemigos Públicos” del FBI eran criminales buscados y fugitivos que ya estaban acusados de delitos.
Entre los criminales a quienes El FBI llamó “Enemigos Públicos” estaban:
John Dillinger, “Baby Face” Nelson, Bonnie y Clyde; Pretty Boy Floyd, “Machine Gun” Kelly, Ma Barker y Alvin Karpis.
El término se usó tan extensamente durante la década de 1930, que algunos escritores llaman a ese período de la historia temprana del FBI “La Era del Enemigo Público”
Como dato, el uso del término eventualmente se convertiría en “la lista de los 10 fugitivos más buscados del FBI”
En definitiva, el término “Enemigo Público” fue utilizado en discursos, libros, películas, comunicados de prensa y memorandos internos y sigue en uso hasta nuestros días.
“As far as Paddy Ryan's concerned, there are only two kinds of people:
Right and wrong.
I think you're right.
And you'll find out that I am”
The Public Enemy es una película de acción, del año 1931, dirigida por William A. Wellman.
Protagonizada por James Cagney, Jean Harlow, Edward Woods, Joan Blondell, Donald Cook, Mae Clarke, Beryl Mercer, entre otros.
El guión es de Harvey F. Thew, basado en la novela no publicada llamada “Beer and Blood” de John Bright y Kubec Glasmon que era 2 ex pandilleros durante La Época de La Prohibición que habían presenciado algunas de las rivalidades asesinas de Al Capone en Chicago; y de forma ligera, retrata la vida de un gánster de aquellos tiempos, Earl “Hymie” Weiss, quien fue uno de los rivales más destacados de Al Capone y que, como no podía ser de otro modo, murió “prematuramente” a la edad de 29 años.
Para la producción del filme, por exigencias de Warner Bros., y debido al turbulento período en que se rodó la película, los nombres de los protagonistas se cambiaron debidamente ya que el libro se basaba en hechos reales y estaba inspirado en la vida de gánsteres como Dean O’Banion y Weiss, cuya sangre irlandesa sería derramada por Al Capone con el intento de hacerse con el control de la zona norte de la ciudad de Chicago.
Así, e director del estudio, Darryl F. Zanuck, compró los derechos de la novela y asignó al director William A. Wellman para dirigir la película.
Wellman, que había servido en La Primera Guerra Mundial, como el hermano del personaje principal; le dijo a Zanuck:
“Te traeré la película más dura y violenta que hayas visto”, y así fue…
The Public Enemy obtuvo 1 nominación al Premio Oscar al mejor argumento; desafortunadamente, la película ni siquiera recibió una nominación a mejor película, ni Cagney fue recompensado con una nominación por su desempeño dinámico y cinético.
Como dato, el pequeño papel de Jean Harlow como una prostituta sexy, fue su única aparición en la pantalla con Cagney, y su único papel principal con Warner.
No obstante, esta película significó la consagración de James Cagney en la pantalla grande, como uno de los villanos más convincentes.
The Public Enemy también fue una de las primeras películas modestas en recaudar más de $1 millón en taquilla con un presupuesto de $151,000; tardando en filmarse en solo 6 días.
Como dato, durante el rodaje, Cagney también hizo “Smart Money”, coprotagonizada por Edward G. Robinson, quien ya había terminado su película revolucionaria del crimen y mafia, “Little Caesar”
The Public Enemy narra la historia de Tom Powers (James Cagney) y Matt Doyle (Edward Woods), 2 jóvenes en el bajo mundo de Chicago que se dedican a hacer fechorías; y con la llegada de La Ley Seca, ambos aprovechan para adentrarse en el negocio del contrabando de alcohol, ganando fama y dinero, pero no sin tener que enfrentarse a la policía y a pandillas rivales.
Mientras en lo personal, Tom busca mantener contacto con su hermano Mike Powers (Donald Cook) y su madre (Beryl Mercer), la única persona quien realmente ama.
El film nos presenta los 2 lados de la moneda, con 2 hermanos que a falta de un padre que los discipline y guie en la vida, toman caminos contrarios:
Tom escoge hacer dinero fácil, delinquir con la prohibición del alcohol; y su hermano Mike escoge el camino más sacrificado, el de la honradez.
Pero sobre todo, esta es una película sobre gánsteres, sobre La Prohibición, sobre el abanico infinito de relaciones humanas como la amistad, la familia, los modelos a seguir, las figuras de autoridad a honrar o a desafiar, las relaciones insatisfactorias, el amor… y como no podía ser de otro modo, es una película sobre la violencia, sobre el ascenso y la decadencia de un tipo que termina desplomándose bajo la lluvia balbuceando:
“No soy tan duro”
Ese es James Cagney, transformándose en una estrella con una sonrisa perversa estampada en el rostro, en una película que sienta las bases para todo un género, y que en especial anticipa muchos momentos de filmes como “The Godfather” (1972)
Todo eso y seguramente mucho más es The Public Enemy; que si bien está lejos de ser perfecta; los primeros minutos cuando nos muestra una visión de la infancia de los personajes son, en el mejor de los casos, espasmódicos y se siente como si gran parte de ellos hubiera quedado en el piso de la sala de corte…
El ritmo rápido e incesante de la película, a partir de entonces, no permite que se hunda mucho, pero Cagney salva el día con una actuación absolutamente ardiente.
Aquí, ninguna persona se salva de su ira burbujeante y su entrega feroz, haciendo de The Public Enemy, una de las primeras películas de la mafia que siguió al ascenso y la caída de un gánster, y mostró no solo la implicación de sus acciones en sí mismo, sino también en su familia.
Cabe señalar que es también una de las primeras producciones del cine sonoro gangsteril, por tanto, máximo respeto pese a la nota que se le ponga.
“Ain't you got a drink in the house?”
Fue en Warner Bros., gracias a la popularidad de la temática criminal durante el final de los 20 y principios de los 30, junto a la necesidad de expansión comercial dentro de un suculento negocio, donde el cine de gánsteres tuvo mayor y mejor acogida; y a pesar de situar la historia en momentos temporales concretos como si fuera una crónica, sólo constituye el marco en el que volver a contar nuevamente el proceso de ascensión y caída del protagonista, hampón con rasgos definitorios como su afición por el alcohol, el dinero, el desprecio de la autoridad, la violencia incontenida, el gusto por el vestir estrafalario y ostentoso o el desprecio hacia las mujeres…. características que comparte con otros hampones anteriores, pero de su misma quinta como Caesar Bandello de “Little Caesar”, o posteriores como Tony Camonte de “Scarface: The Shame Of The Nation”
Nada menos que 5 films estrenó el director William Wellman en este 1931, donde la implantación del sonoro se daba la mano con una depresión social galopante; y el cine apostó por 2 caras:
Dar al público “cuentos de hadas de evasión alejados de la realidad”, y reflejar lo mal que estaban las calles, el auge de la delincuencia a la que contribuía en buena medida La Ley Seca y unos anti héroes que se las buscaban a costa de lo que fuera.
El Código Hays aún no estaba vigente, y a pesar de la propia autocensura, películas como esta podían ver afortunadamente la luz.
El guión basado en el libro “Beer and Blood” llamó la atención de Wellman, que convenció a Zanuck que en aquel momento llevaba Warner para que diera luz verde al 3° en el mismo año sobre un tema de gansterismo, y además se lo dejase dirigir.
No muy convencido, Zanuck aceptó.
Así, The Public Enemy junto a “Little Caesar” y “Scarface: The Shame Of The Nation” marcan los códigos del género, aunque en ese momento fuera cine social, pues era la realidad del país.
Para esta producción, se utilizaría una narración cortante y dura, como el propio Cagney, y no da las causas por las que los personajes actúan… obligado por la censura, no se podía mostrar los asesinatos por lo que se utiliza el fuera de campo de forma magistral, que impacta más que si lo viéramos.
Además, contiene uno de los finales más duros de las historia del cine.
La película presentó un prólogo:
“Se informa a la audiencia que los matones y terroristas del Inframundo deben ser expuestos, y el glamour arrancado de ellos”, y un epílogo señalando la moraleja de que “la civilización está de rodillas y preguntando en voz alta, cuándo acabará”
Así, cuando eran jóvenes en la década de 1900 en Chicago, los irlandeses estadounidenses, Tom Powers y su amigo de toda la vida, Matt Doyle, se dedican a pequeños robos y venden su botín a “Putty Nose” (Murray Kinnell), que los convence de unirse a su pandilla en un robo en un almacén de pieles, asegurándoles que los cuidará si algo sale mal.
Cuando Tom es sorprendido por un oso disecado, le dispara, alertando a la policía que mata al miembro de la pandilla Larry Dalton.
Perseguido por un policía, Tom y Matt tienen que matarlo… sin embargo, cuando van donde “Putty Nose” en busca de ayuda, descubren que se ha ido de la ciudad…
El hermano mayor de Tom, Mike, intenta pero falla de convencer a Tom para que abandone el crimen; pues Tom mantiene sus actividades en secreto de su madre cariñosa; y cuando Estados Unidos entra en La Primera Guerra Mundial en 1917, Mike se alista en La Infantería de Marina.
En 1920, con La Prohibición a punto de entrar en vigencia, Paddy Ryan (Robert Emmett O'Connor) recluta a Tom y Matt como “vendedores” de cerveza, más bien como ejecutores en su negocio de contrabando; y se alían con el conocido gánster, Samuel “Nails” Nathan (Leslie Fenton); por lo que a medida que el negocio de contrabando se vuelve cada vez más lucrativo, Tom y Matt hacen alarde de su riqueza.
Pero Mike descubre que el dinero de su hermano no proviene de la política, como afirma Tom, sino del contrabando, y declara que el éxito de Tom se basa en nada más que “cerveza y sangre”, que es el título del libro en el que se basa la película.
Tom replica con disgusto:
“Tus manos no están tan limpias.
Mataste y te gustó.
No conseguiste medallas por tomarse de la mano con los alemanes”
Por otro lado, Tom y Matt adquieren novias:
Kitty (Mae Clarke) y Mamie (Joan Blondell) respectivamente.
Tom finalmente se cansa de Kitty; y en una escena famosa, cuando ella se queja con demasiada frecuencia, él enojadamente empuja la mitad de una toronja en su cara; y la deja por Gwen Allen (Jean Harlow), una mujer con una debilidad confesada por los hombres malos…
En un restaurante la noche de la boda de Matt con Mamie, Tom y Matt reconocen a “Putty Nose” y lo siguen a su casa…
Rogando por su vida, “Putty” toca una canción en el piano con la que había entretenido a Tom y Matt cuando eran niños... a lo que Tom le dispara y lo mata.
Tom, le da a su madre una gran cantidad de dinero, pero Mike rechaza el regalo; a lo que Tom rompe los billetes y los arroja a la cara de su hermano.
Cuando Nails Nathan muere en un accidente de equitación, lleva a Tom a encontrar el caballo y dispararle.
Y cuando una pandilla rival encabezada por Schemer Burns aprovecha el desorden resultante de la muerte de Nathan, precipitando una guerra de pandillas, empieza la caída de los 2 amigos.
Matt es asesinado a tiros en público, con Tom escapando por poco del mismo destino.
Furioso, Tom se encarga de resolver las cuentas solo con Burns y algunos de sus hombres; pero cae gravemente herido en el tiroteo, y termina en el hospital.
Cuando su madre, su hermano y la hermana de Matt, Molly, llegan a verlo, él se reconcilia con Mike y acepta la reforma.
Sin embargo, Paddy advierte a Mike, que Tom fue secuestrado por la mafia de Burns del hospital.
Más tarde, su cadáver es devuelto a la casa de los Powers…
Como suele ser en estos casos, se puede ver The Public Enemy como un estudio retorcido del “Sueño Americano”, el lado salvaje del Capitalismo darwinista, y como estamos en la etapa en que aún estaba vigente esta espiral de salvajismo que era La Ley Seca, donde se quiere hacer ver que el crimen no paga, remarcado por enunciados prólogo y epílogo, queriendo despojar a estas mafias del glamur que muchos veían en sus lujos derivados del dinero fácil.
Desde el inicio, William Wellman se propuso realizar la más verosímil radiografía de un terrible fenómeno que, en las primeras décadas del siglo XX, había alcanzado cifras escandalosas en los Estados Unidos:
La delincuencia juvenil.
Para hacernos a una idea, en 1920, cada día cerca de 100 mil niños deambulaban en las calles de New York.
¿Y qué rumbo tomaban luego sus vidas?
En un alto porcentaje, se convertían en delincuentes que luego iban a parar a los correccionales que muy poco corregían; y otro alto porcentaje, se convertía en temibles bandidos y gánsteres de la peor calaña.
¿Y cómo empezaba todo esto?
Siendo “el enemigo público”
Wellman hizo un drama de cine negro e intriga basado en hechos reales con un ritmo trepidante, siendo osada y temeraria por el tema tan delicado que trata en un momento en el que estaba tan arraigado, al tiempo que es innovadora y asombrosa, con un resultado extraordinario, tanto como irresistible e implacable, con imágenes que pasaron a la historia.
La fotografía en blanco y negro utiliza con gran ingenio los claroscuros y resalta el lujo y la ostentación en que vivían aquellos personajes.
Mientras la música es usada en contadas ocasiones, con orquestas en directo y con sonidos agradables y melódicos, emotivos en ocasiones; sin olvidar algunos efectos visuales competentes y asombrosos para la época, que exaltan la violencia; y un montaje lineal y cronológico narrativo y clásico, que cuenta la vida del protagonista desde que era un niño, hasta adulto y su ascenso al poder.
El guión es interesante y atractivo, algo belicoso y violento, argumentado de modo que engancha al espectador desde el principio por ser impetuoso e implacable, lleno de detalles y guiños que pasaron a la posteridad; empleando diálogos irónicos y sarcásticos, agudos y agresivos, típicos y característicos de este género; y unos vestuarios y caracterizaciones sugerentes a cada una de las épocas narradas, y personajes que la forman, siendo estéticamente detalladas y conseguidas.
Con unos movimientos de cámara y planos inteligentes y lúcidos con primeros planos, subjetivos, seguimiento, planos detalle, “avanti” y retroceso bien elaborados y sorprendentes para la época, realizando un más que digno trabajo técnico.
Las actuaciones son magníficas y arrolladoras:
Edward Woods fue originalmente elegido para el papel principal de Tom Powers, y James Cagney fue elegido como el mejor amigo de Tom, Matt Doyle, hasta que el director Wellman decidió que Cagney sería más efectivo en el papel, y cambió los 2 actores; pero nunca volvió a filmar las secuencias con los personajes como niños, razón por la cual, el niño que interpreta el papel de Cagney se parece a Woods, mientras que el que interpreta el papel de Woods se parece a Cagney.
Otra razón para el cambio, es que la tecnología de sonido utilizada en The Public Enemy fue superior a la utilizada en películas anteriores, por lo que ya no es imprescindible tener un actor en el papel principal que tenga una enunciación impecable.
Y a pesar de ser un cantante bailarín consumado, Cagney se dio a conocer en el cine con un prototípico rol de matón gangsteril, enjuto pero vigoroso, cínico y violento, y todo esto arrancó con este papel de Tom Powers; que basó su actuación en el gánster de Chicago, Charles O’Banion y 2 matones de la ciudad de New York que había conocido de joven; por lo que el personaje principal es retratado como un individuo sexualmente magnético, engreído, completamente amoral, emocionalmente brutal, despiadado y terriblemente letal.
Sin embargo, al ser el protagonista un delincuente de sangre fría, duro como un clavo y “enemigo público”, comienza su vida no como un criminal endurecido, sino como un niño travieso en las calles de la ciudad antes de La Prohibición, cuyo entorno temprano claramente contribuye al desarrollo evolutivo de su vida de delincuencia adulta, y su inevitable muerte espantosa; que a diferencia de otras películas, esta examinó las fuerzas sociales y las raíces del crimen de una manera seria.
Sin embargo, me cuesta creer mucho que Cagney sea alguien que volviera locas a las mujeres, eso sí que no, su machismo no cuela como fundamento para alcanzar la gloria en el amor, incluso se me hace bastante afeminado...
Mientras que Louise Brooks fue la elección original de Gwen Allen, una mujer con debilidad confesada por los hombres malos.
Pero ella rechazó el papel, que fue para una actriz más joven, Jean Harlow.
Así, rechazar este papel marcó el verdadero final de la carrera cinematográfica de Louise Brooks.
Con Harlow, se cuenta que un día, en el set, James Cagney miró el escote de Jean Harlow y preguntó, probablemente con perfecta inocencia y buen humor:
“¿Cómo mantienes esas cosas?”
“Los helo”, dijo Harlow, antes de salir corriendo a su camerino para hacer precisamente eso… y aunque Harlow no hace un papel largo, los momentos que sale ella son grandes.
Pero igual, ella era un canon de belleza de la época que hoy puede parecer un travesti, ya que su rosto es muy fuerte y muy peculiar para la belleza estándar... pero la tenían como una musa, como una gran belleza, supongo que sus rasgos tan marcados y su pelo blanco, la hacían atractiva para la época; pero sin lugar a dudas hace una muy buena pareja con Cagney.
La primera novia de Tom, Kitty, fue interpretada por Mae Clarke, quien no fue acreditada...
De las escenas, aquella cuando Tom finalmente deja a Kitty por Gwen, después de que él empuja la mitad de una toronja en su cara, siendo la escena más famosa de la película.
Por otro lado, Joan Blondell interpretó a Mamie, la novia de Matt.
Ella ya había trabajado con Cagney en “Sinners 'Holiday” (1930) y trabajaría con él en 2 películas que también salieron este año:
“God's Gift in Women” y “Blonde Crazy”
Otras películas en las que trabajaron juntos fueron:
“The Crowd Roars” (1932), “Footlight Parade” (1933) y “He Was Her Man” (1934)
Cagney dijo una vez, que Blondell era la única mujer que amaba además de su esposa.
Finalmente, Donald Cook interpretó al hermano de Tom, Mike.
Una anécdota cuenta que en la escena en la que Mike golpea a su hermano Tom, Wellman llevó a Donald Cook a un lado y, explicando su deseo de autenticidad en la reacción de Tom, le pidió al actor que realmente golpeara a Cagney.
Cook hizo su parte demasiado bien, y golpeó a Cagney en la boca con tanta fuerza, que en realidad le rompió uno de los dientes.
Sin embargo, a pesar de su genuino shock y dolor, Cagney se mantuvo en el personaje y terminó el resto de la escena.
En otro incidente, se utilizó munición real en una escena en la que Tom Powers se agacha en la esquina de un edificio para protegerse del fuego de una ametralladora...
El uso de munición real era una práctica común en ese momento; y de hecho, las balas golpearon la pared del edificio en el lugar donde la cabeza de Cagney había estado solo un momento antes.
También, la toma del bombardeo del bar de Paddy Ryan, se disparó simultáneamente desde otros ángulos que se usaron en otras películas de Warner Bros., completadas con las bombas que en realidad rebotaban en la calle.
También, existen varias versiones del origen de la notoria escena de la toronja, pero la más plausible es aquella en la que James Cagney y Mae Clarke están de acuerdo:
La escena, explicaron, en realidad fue hecha como una broma a expensas del equipo de filmación, solo para ver sus asombradas reacciones… y nunca hubo ninguna intención de usar la toma en la película completa; pero el director William A. Wellman, eventualmente decidió quedarse con la toma, y usarla en la impresión final de la película.
No obstante, la infame escena de la toronja hizo que grupos de mujeres de todo Estados Unidos protestaran por el abuso en pantalla contra Mae Clarke...
Una conexión de la vida real, en referencia a Charles Dion O’Banion, es que la pandilla rival en la película, está dirigida por Schemer Burns, una referencia obvia a la vida real Schemer Drucci, que era parte de la Pandilla North Side dirigida por O’Banion.
Por otro lado, la película muestra con precisión la cerveza como el foco principal del contrabando en Chicago.
Esto está en contraste con New York, donde predominaba el licor fuerte.
La razón es la geografía, pues para un contenido de alcohol equivalente, la cerveza es mucho más voluminosa que el licor fuerte, y distribuir las cantidades necesarias de cerveza, no era práctico en los espacios confinados de Manhattan…
Como dato, aproximadamente media hora después de la película, cuando Powers y Doyle entran al club nocturno “Black and Tan”, dado que The Public Enemy tiene mucho que ver con La Prohibición, resulta que el nombre es un juego de palabras inteligente por parte de los cineastas, ya que “el negro y el bronceado” también son una mezcla de cervezas generalmente gruesas y ale, de ahí su nombre.
Además, la escena en la que Tom dispara al caballo que lanzó y mató a Sam “Nails” Nathan en un accidente de equitación, se basó en un incidente real:
En 1924, Sam “Nails” Morton, miembro de la pandilla de Charles Dion O’Banion, fue arrojado de su caballo y asesinado mientras viajaba en el Lincoln Park de Chicago.
Otros miembros de la pandilla, liderados por Louis “Two Gun” Alteri, secuestraron al caballo, lo llevaron al lugar donde ocurrió el accidente, y lo mataron a tiros.
Como elementos negativos de la película:
Todos los personajes son arquetipos que no evolucionan, ninguno, todos son iguales al principio y al final, por lo que hacen que relato sea tan lineal como desprovisto de sorpresas; pero es llamativo la poca importancia tiene la policía en la historia, y pareciera que estos mafiosos se mueven a sus anchas sin aparecer la ley ni tan siquiera para sobornarla, y eso que el padre de Tom es policía...
Esto me resulta cuando menos extraño…
Además hay rellenos que despistan, como ese personaje de Jean Harlow que no se sabe qué pasó con ella, y no se explica porque la banda de Paddy permanecer escondida…
Asimismo me chirría que haya una metralleta apuntando a Tom y Matt pueda acabar con ellos en un par de segundos, y sin embargo, espera a que los 2 se desplacen…
Y la toma final en que Mike Powers abre la puerta de su casa y aparece amortajado Tom Powers, es de película de terror que recuerda a Hannibal Lecter; y chirría que Mike no hace por cogerlo, y lo deja caer como un fardo de patatas.
Sin embargo es una escena impresionante, y una de las más duras de la historia del cine.
Visiones críticas ven aquí un intento de cargar en la responsabilidad familiar la aparición en la sociedad de esta clase de delincuentes sin escrúpulos.
Esta afirmación es respaldada porque el personaje que encarna el modelo válido de comportamiento, lo representa el mismo hermano de Tom, Mike, un dechado de virtuosismo social y honradez.
Sin embargo, el verdadero mensaje de Wellman no parece ser que “el crimen no paga”:
Al final, Tom no muere como “castigo” por su vida criminal, sino porque intentó desafiar a una banda más poderosa, la cual, habiendo terminado con sus rivales, “Nails” murió por accidente, Matt y Tom ya no están, y si bien no sabemos qué pasó con Paddy, es fácil aventurar su final… no recibe ningún castigo en la película; aun cuando ningún personaje villano sobrevive…
De ese modo, el epílogo de la película no pretende resolver el problema de los “enemigos públicos”, sino que llama a la sociedad a atenderlo… un problema que 90 años después sigue vigente.
Otro detalle que levantó cejas es la misoginia de Cagney, especialmente la escena de la bofetada y la toronja, políticamente incorrecta, y que acarreó protestas de grupos feministas.
Desafortunadamente, la película también pareció glamorizar actividades criminales como el contrabando, aunque esa no era su intención; y enfatizó su alto estilo de vida con varias “floozies” interpretadas por Joan Blondell, Mae Clarke y Jean Harlow.
Por tanto, la película aceleró los esfuerzos del Código de Producción autoimpuesto de Hollywood, a principios de los años 30, para censurar estrictamente las películas con temas criminales y sexuales que representaban figuras sociales, o temas sexuales indeseables de una manera comprensiva o realista.
No obstante, la película fue relanzada en 1941 después de que El Código de Producción entró en vigencia; donde muchas escenas fueron cortadas:
Una es de un sastre marcadamente afeminado que mide a Tom por un traje, otro donde Mamie sirve el desayuno de Matt en la cama, y el tercero muestra a Tom siendo seducido cuando se escondió en el departamento de una mujer.
Estas 3 escenas se restauraron más tarde para todos los lanzamientos de DVD, Blu-ray y en Turner Classic Movies.
Pero para el estreno teatral en 1931, los censores de New York hicieron los siguientes recortes:
La escena donde Putty Nose les entrega a Tom y Matt un arma; todas las escenas del robo del almacén; escenas que muestran a los muchachos obteniendo su recompensa del atraco de licor del gobierno; la mayor parte de la escena donde Tom mata a Putty Nose; y la seducción de Tom por la mujer de Paddy, y la escena posterior donde Tom la abofetea… por lo que me ha resultado llamativo, pues esa mujer se aprovechó de él, emborrachándolo para fornicar, vamos, que lo violó…
No sé cómo la censura de entonces permitió esto en otros teatros…
La película también fue relanzada en 1954, con un prólogo escrito antes de los créditos de apertura, que aconseja que gánsteres como Tom Powers y Caesar “Rico” Bandello, el personaje principal de “Little Caesar” interpretado por Edward G. Robinson, sean una amenaza que el público debe enfrentar.
Por último, decir que la música fue interpretada por la Orquesta Vitaphone, dirigida por el director David Mendoza con la canción “I’m forever Blowing Bubbbles” que aparece cuando el cuerpo de Tom es entregado en su casa.
En definitiva, para contentar a los censores, el gánster no tuvo un final feliz…
Eso sí, el modo de vida de Tom contrasta con el de su honrado hermano, y ahí radica el mensaje final de The Public Enemy.
“Do you think I care if there was just beer in that keg?
I know what's in it.
I know what you've been doing all this time, how you got those clothes and those new cars.
You've been telling Ma that you've gone into politics, that you're on the city payroll.
Pat Burke told me everything.
You murderers!
There's not only beer in that jug.
There's beer and blood, blood of men!”
Como la historia del Séptimo Arte ha demostrado en innumerables ocasiones que los géneros y movimientos cinematográficos no surgen por casualidad, sino de la mano de determinadas coyunturas políticas y socioeconómicas, la aparición y el éxito del cine de gánsteres debe entenderse dentro de su marco histórico; que no es otro que el de La Gran Depresión que siguió al Crack del 29.
En ese contexto de crisis e inseguridad colectiva, se hacía necesaria la existencia de antihéroes que afirmaran su individualismo al margen de un sistema económico y legal fracasado.
Al público de entonces le encantaban los personajes como el interpretado aquí por James Cagney:
Un tipo duro y sin escrúpulos que se enriquecía fácilmente a base de dar puñetazos y apretar el gatillo.
Es por ello que casi todas estas películas contenían un final moralizante, una especie de advertencia sobre lo que a uno le podía pasar si decidía saltarse las reglas.
Y en ese sentido, pocos epílogos resultan tan descarnados en su mensaje como el de la obra que ahora nos ocupa, donde a veces es mejor no abrir la puerta cuando tocan…
The Public Enemy nos muestra entonces el ascenso a lo más alto y la caída, en medio de sucesivos baños de sangre, de un gánster brutal y despiadado, que pretendía ser un crónica social de la dramática realidad del momento, es decir el apogeo de La Ley Seca y el gansterismo, haciendo en su introducción, un llamamiento a la sociedad para que pusiera fin a esa lacra, cosa que obviamente y por desgracia, nunca se logró del todo y sigue sin lograrse, ni en EEUU ni en ninguna parte.
Cierto que The Public Enemy fue tremendamente violento para la época, y de hecho supuso el nacimiento del género del cine de gánsteres y un antecedente de lo que luego se pasaría a llamar “cine negro”
“The Public Enemy is, not a man, nor is it a character; it is a problem that sooner or later we, the public, must solve”
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