Project Almanac

“To fix the past, would you risk your future?”

Es posible que no haya otra concepto que capture la imaginación más, que la idea del viaje en el tiempo, la habilidad de viajar hacia cualquier punto en el pasado o futuro.
¿Qué sería más novedoso?
¡Usted pudiera saltar a su máquina del tiempo para ir hacia atrás, y ver importantes acontecimientos en la historia, y hablar con las personas que estuvieron allí!
¿A quién viajaría usted a ver?
¿Julio César, Leonardo da Vinci, Elvis Presley?
Y si usted iría hacia atrás dentro de su línea de tiempo, y se encontraría a sí mismo a una edad más temprana, iría hacia delante para ver cómo se vería usted en el futuro…
Son estas posibilidades, que pudieran haber hecho del viaje en el tiempo, el tema de tantos libros y películas de ciencia ficción.
El viaje a través del tiempo, es un concepto de desplazamiento hacia delante o atrás, en diferentes puntos del tiempo, similar a como se hace un desplazamiento en el espacio.
Además, algunas interpretaciones de viaje en el tiempo, sugieren la posibilidad de viajes entre realidades o universos paralelos.
Ideas de viaje en el tiempo, han existido por siglos, pero cuando Albert Einstein lanzó su Teoría de La Relatividad del recorrido del tiempo, él puso las bases para la posibilidad teórica del viaje en el tiempo.
Como todos sabemos, nadie lo ha demostrado exitosamente, así como nadie ha sido capaz de dominarlo tampoco.
Sin embargo, la realidad es más confusa…
No todos los científicos creen que sea posible viajar en el tiempo.
Algunos dicen incluso, que los resultados podrían resultar fatales para cualquier humano que se ofreciera a intentarlo.
Indudablemente, la idea del viaje en el tiempo, la de volver al pasado para corregir los errores cometidos, conocer determinadas personalidades, o hasta ver a los dinosaurios, así como la de viajar al futuro, para saber cómo funcionarán las cosas dentro de varios años, nos ha seducido a todos por igual.
Pero:
¿Qué tan reales pueden ser estas ideas?
¿Es realmente imposible?
¿Es posible crear una máquina que nos permita realizar esos viajes?
“You know what I would've done if I was smart enough to build a time machine?
I would've gone back in time to meet you sooner”
Project Almanac es una película de ciencia ficción, del año 2015, dirigida por Dean Israelite.
Protagonizada por Jonny Weston, Sofia Black-D'Elia, Sam Lerner, Allen Evangelista, Virginia Gardner, Amy Landecker, Gary Weeks, Macsen Lintz, Gary Grubbs, Michelle DeFraites, Curry Stone, Jamila Thompson, entre otros.
El guión es de Jason Harry Pagan y Andrew Deutschman; producida por Michael Bay, a través de Platinum Dunes, junto con sus socios:
Andrew Form y Brad Fuller; y MTVFilms…
Como dato, Project Almanac anteriormente se llamó “Welcome to Yesterday” y también conocida como “Cinema One”; siendo la primera película que dirige Dean Israelite, y que escriben Pagan y Deutschman; pero precisamente se notan los ingredientes básicos de todas las películas que financia Bay/MTV.
Se podría considerar un “fast-food” cinematográfico, aunque funcionará perfectamente entre el público más joven, y deseoso de un subidón, cámara en mano.
Y es que las películas producidas por Michael Bay, son un verdadero cóctel de ingredientes atractivos para un público juvenil:
Chicas guapas por doquier, acción a raudales, y una trama trepidante; y aunque no la dirige, Michael Bay sí la produce, y eso se nota muchísimo durante el metraje, con una capacidad para saturarnos a base de estímulos visuales que lleva desarrollando durante décadas.
Ahora además, con una trama juvenil, de colores y luces saturadas; viajes en el tiempo, con la capacidad de controlar esta desconocida dimensión, y las consecuencias de los mismos; producidas por un grupo de jóvenes, que se embarca en una aventura cuando descubren planes secretos para construir una máquina del tiempo, que utilizarán para arreglar sus problemas, y obtener beneficios personales.
Ellos mantienen en secreto este descubrimiento, y comienzan a viajar al pasado, experimentando ligeros cambios que van alterando, poco a poco, sus vidas.
En cada viaje aumenta la aventura, pero también el riesgo de lo que ponen en juego, y al intentar adaptar el mundo a ellos mismos, crean efectos a escala mundial, que acaban por afectarles directamente.
Al final, se enfrentan a una carrera contra el pasado y el futuro, para corregir sus errores, y poner su vida de nuevo en orden.
Project Almanac es una película de cómo ser adolescente, y evitar caer en ciertos códigos de conducta.
“We didn't invent time travel.
We just put it together with the instructions”
Cada generación, recibe el viaje en el tiempo que se merece.
Técnicamente, aunque los movimientos de cámara por el formato “found footage”, en ocasiones son demasiado bruscos, pueden llegar a marear al espectador, pero al mismo tiempo dan un mayor toque realista a la historia.
La aventura está protagonizada por un grupo de “Millenials” en plena adolescencia, rodada en una especie de “grabación documental” con mucha cámara en primera persona, y algunas escenas capturadas, incluso con GoPros.
Toda la tecnología actual, juega su papel; tanto es así, que la máquina del tiempo acaba construida con piezas de Xbox, la batería de un Prius, y el software corriendo como una app del móvil.
La historia es la de David Raskin (Jonny Weston), un inteligente, atractivo y tímido nerd, que quiere ir a estudiar al prestigioso MIT, pero que ante las dificultades para ser becado, decide buscar un buen proyecto que presentar.
Junto a su hermana, Christina (Virginia Gardner), una rubia despampanante que apenas vemos en pantalla, porque se dedica a grabar todas las peripecias en las que se ve envuelto el grupo, encontrarán la antigua cámara de vídeo de su padre, Ben Raskin (Gary Weeks), que les abrirá un mundo desconocido de nuevas dimensiones, y saltos temporales.
Ayudado por sus amigos ingenieros:
Adam Le (Allen Evangelista) y Quinn Goldberg (Sam Lerner), y otra amiga, Jessie Pierce (Sofia Black D'Elia), 5ª integrante del grupo, y amor platónico del protagonista, que le da el toque de tensión-sexual-no-resuelta-al-asunto, todo se empieza a complicar en una alocada espiral, según se desarrollan los acontecimientos.
Me pareció muy divertido, cómo estos geeks, usan su peculiar jerga y referencias a la cultura popular a lo largo del metraje; pero llegado el problema, comienzan los dilemas:
¿Qué harías si pudieras viajar al pasado?
¿Aprobar exámenes, ganar la lotería, ir al estreno de “Star Wars”?
Pero naturalmente, el universo se retuerce, casi de forma literal, cuando deciden emplear el poder de los viajes temporales para cambiar o “arreglar” cosas del pasado.
Una auténtica perla de diálogo es cuando, en una ocasión intentan imitar a Bill Murray en “Groundhog Day” (1983), y repetir y repetir y repetir un instante, hasta culminarlo a la perfección, mientras un profesor no hace más que alterar su comportamiento ante cada pequeña modificación de la realidad.
En conjunto, Project Almanac es una película de ciencia ficción, con mucho gancho dirigida principalmente al perfil de público que sigue la cadena de televisión MTV; que aúna los estereotipos sociales, muchas veces repetidos en la gran pantalla que tanto atraen a los jóvenes estadounidenses; es decir, el clásico grupo de amigos, filmado hasta la saciedad, donde siempre encontramos a la chica superficial, y el chico guapo que se enamora, al gracioso, y como no, al simpático con rasgos orientales.
Así, estamos ante una variante de ese esquema de adolescentes con-poderes-más-allá-de-su-alcance, y entonces:
¿Qué ofrece Dean Israelite como novedad propia que no remita a los demás?
Poco, la verdad, sobre adolescentes jugando al “Efecto Mariposa”, aceleración desmesurada de sus inconscientes pasos, juventud desmadrada que retiene tu atención con pocas ganas y gracias, a una celeridad que se nutre de visionar-sin-tiempo-a-rechazar, aunque no evita ese regusto inicial, apenas sugerente o ilusionado, que suscita atracción leve por una idea ya presentada por muchos que no sabe encontrar su propio carácter e identidad para sobresalir, adquirir pasión, y dejar memoria única.
Y es que Project Almanac comienza como si fuese a ser divertida, pero después queda demostrado que no tiene casi ningún interés en las posibilidades que da su premisa de inicio.
Las intenciones son buenas, pero tanto la historia, hace aguas por todas partes, y consigue que se haga una película un tanto larga, y sin sentido; aun mezclando acción y moralina; pero sí acierta en el retrato de la adolescencia actual, que puede revelarse como un filme bastante estúpido, si nos empezamos a preguntar cosas, al aunar en una sola la incoherencia del “grábalo todo” con su libre interpretación de las paradojas temporales, y el comportamiento no siempre comprensible de los adolescentes o realizadores del Hollywood más comercialmente terrorista.
Pero lo mejor es la cantidad de preguntas que se nos plantean:
¿Es tan fácil conseguir material para fabricar una máquina del tiempo?
Y esa pregunta me lleva a otra:
¿Qué estudian los chicos de hoy en día, para tener semejantes materiales en el colegio?
Pero sin duda, la pregunta que más se hace a lo largo del visionado es:
¿Qué hay de aquella frase inalienable de:
“Si cambias algo del pasado, repercutirá en el presente”?
Tal parece que los protagonistas de Project Almanac, han estado aislados del mundo siempre, es algo que no me entra muy bien en la cabeza...
Por ejemplo, se explica al espectador, durante la primera parte del metraje, el proceso y creación de la máquina, como si de verdaderos expertos de La NASA se tratase… y cambia de registro radicalmente a la mitad, para ir entonces a una especie de “thriller”, pero que no es capaz de atraparnos en ningún momento, tanto por la poca originalidad del asunto, como por las continuas fallas que muestra el guión; y si uno se pone a pensar, los viajes en el tiempo del filme, no se sustentan por ninguna parte, incumpliéndose las reglas temporales que propone Project Almanac.
Así llega el gran punto de inflexión de la trama, el que provoca las disgresiones temporales, y los conflictos futuros, que tenga, lugar durante un festival de música, escenario edénico, hedonista, y el gran fetiche de los jóvenes en “La Era del Like” y de la experiencia como mercancía; que resulta más que atractivo.
No sólo porque es una de las secuencias mejor resueltas de la producción, sino también, porque aparece como la que mejor retrata y define a la generación de la que está hablando el filme, y a la que se dirige.
Es decir, se produce una tremenda simplificación del mensaje científico, aderezándolo estúpidamente para que sea mucho más digerible para los espectadores poco inquietos mentalmente.
Así, Project Almanac reduce todas las posibilidades de la máquina, a un simple disfrute pasajero; y es más que indicativo de un gran espectro de la sociedad actual, y en este sentido, el filme es también un reflejo de todo ello:
Mentalidad pequeñoburguesa, que demuestra que realmente tenemos un problema como sociedad, si lo mayor que podemos hacer al ir al pasado, es ir al Festival de Lollapalooza... estamos realmente mal.
Por otro lado, resulta curiosa la mención del Massachusetts Institute of Technology (MIT), una universidad privada, localizada en Cambridge, Massachusetts, Estados Unidos; la cual es la escuela de ingeniería reconocida como la mejor en Estados Unidos, y en el mundo, por U.S. News & World Report.
El MIT, ha sido catalogado mundialmente como el mejor en tecnología por Times Higher Education-QS World University Rankings; y adicionalmente, ha sido reconocido como la mejor universidad en el mundo en 2012, 2013, 2014, y 2015 por QS World University Rankings.
El Instituto, cuenta con 76 Premios Nobel entre sus egresados y profesorado, contando solamente aquellos cuya relación con El MIT haya superado un año de duración; si se incluyesen todos, serían 80.
La admisión en El MIT es muy rigurosa, y ha sido clasificada por The Atlantic Monthly, y otras publicaciones, como la universidad más selectiva de los Estados Unidos.
Pero todo ello se pierde, porque Project Almanac es una película enfocada para un público juvenil, que lo único que les interesa, es pasarlo bien, por lo que hay mucha cohesión entre los personajes, lo que viven, sienten y sueñan, es algo con lo que uno puede identificarse, aun cuando lo de física está expuesto de una manera superficial, y uno pueda encontrar “grietas” en su desarrollo.
Su “pero” sería en el segundo acto, en el que flojea, porque creo que se pierde el sentido de la película por el tono “teen”, y más que sea un “found footage”, aunque le sume una experiencia más agradable en este caso.
En otros aspectos, las actuaciones no están mal, tampoco es que para estos papeles se requieran unas dotes interpretativas muy grandes, pero vamos que cumplen con su papel, aunque a la mayoría no los conozca ni Cristo.
Los efectos visuales son pasables, no es que se muestren gran cosa, pero se dejan ver.
La única falencia “grave” de Project Almanac, es lo mucho que se centra en David, y lo mucho que deja de lado a los demás personajes en la historia conforme nos vamos acercando al desenlace, o que probablemente daba para ver alguna que otra catástrofe más, porque el desarrollo es tan atrapante, que cuando llegan los créditos, es imposible no tener esa sensación de que podrían haber metido algo más allí.
Project Almanac, es una película que no tenía que salir mal si tan, solo la coherencia hubiese formado parte del plan de quien escribió la película; por lo que carece de ello desde un principio, ya que no pasan 5 minutos para que empecemos con las interrogantes de cómo, cuándo, y quién… pero el problema es que dicha falta, no solo forma parte del proceso de “construcción” de la película.
Hay cosas que, como espectadores y fanáticos del género de ciencia ficción, podemos perdonar; todo en pro de que la experiencia sea buena.
Pero Project Almanac es extraordinariamente superficial, en cuanto a congruencia y adherencia.
Quizás sueno exagerado, pero les aseguro que esta no es una ocasión, en la que se pueden olvidar algunos detalles.
De entrada, Project Almanac está rodada cámara en mano, con ese toque de “falso documental” que a mí la verdad, no me gusta nada, porque ya cansa...
Dentro de lo malo, la cámara es algo menos frenético que en otros títulos del mismo estilo visual.
Lo malo es lo innecesario de hacerlo así, si bien la excusa es que los protagonistas pretender documentar su hazaña, una vez conseguida, no tiene objeto ni sentido alguno, y en muchos momentos, es ridículo que los protagonistas carguen y graben con la cámara, cuando están huyendo, o tienen momentos en los que a nadie le daría por grabarse…
Absurdo es que el director emplee un formato como el 2:35, el formato más cinematográfico, cuando lo que quieres ofrecer es un punto de vista doméstico...
Cosas que no tienen sentido:
Cuando el padre, que es un científico, inédito, con un taller que puede generar más energía que la de una planta eléctrica nuclear, o que los muchachos puedan viajar hacia el pasado con poca energía, sin trajes, reguladores de presurización...
¿Dónde rayos trabajaba el padre, y cómo llegó a tal idea?
Respecto al viaje, el tiempo solo es lineal hacia delante, y no hacia atrás; así que estarás muchos años congelado dentro del lugar o capsula.
También, se puede ver como un estudiante sin entrenamiento y conocimientos avanzados de física, pueda entender mejor que un físico el campo de la ciencia, o sea, todas las locuras que dejo el padre, con plena seguridad lo arman solo con la coincidencia de una foto captada de su cumpleaños cuando era niño…
Project Almanac nos plantea un nuevo problema:
¿Puedo viajar al pasado, y cambiar las cosas continuamente para que se ajusten a lo que quiero en el presente?
Sí, pero:
¿Y si pasa algo inesperado en el presente, puedo volver al pasado a cambiar lo que ya cambié entonces... y esperar que no haya consecuencias?
Cuando David vuelve, de vuelta al festival, debería haberse encontrado con su otro yo…
¿Qué hace con su “yo” que estaba allí junto a la chica?
¿Cómo lo despista, y lo aleja del muro donde se halla, sin la ayuda de nadie?
¿Por qué David no salva al padre, si ya lo tenía?
Cuando David quema las 2 máquinas del tiempo, desaparece el y su mochila... ¿Pero su cámara no?
Al final, encuentran 2 cámaras, en 1 cámara está grabado lo del cumpleaños, y en la otra, no debería comenzar la reproducción desde cuando ellos mismos encuentran la cámara, tendría que comenzar desde otra toma grabada...
Otra cosa, que no es una crítica como tal, sino más bien algo curioso, es que si este grupo de chicos ha viajado hacia atrás en el tiempo varias veces, y cambiar algunas cosas, se supone que lo que han grabado la primera vez ya no existe, sino sólo el momento en el que vuelven para arreglarlo, que se ha convertido en la única realidad, entonces, tampoco debería existir esa “primera versión” grabada en la cámara.
Ni hablar de los cambios físicos producidos por los viajes…
Al final, el protagonista da entender, que vio toda la grabación de la cámara de lo que les sucedió durante toda la película, por tanto sabrá lo que sucede en los días siguientes... lo que podrá corregir lo que estuvo mal.
Así, el protagonista quema una sola máquina del tiempo, por tanto queda la otra máquina del tiempo, y con esa podrá hacer las cosas bien, y poder cambiar el mundo; aunque la premisa era que cuando viajan al pasado, se encuentran con sus “yos”, pero cuando regresan, sus “yos” verdaderos desaparecen, y los viajantes no recuerdan…
En definitiva, Project Almanac es un engaño vulgar, y casi insultante hacia aquellos que de alguna forma analizamos todo el tema de viajes en el tiempo en el cine.
Lo peor es quedarte con la sensación de que la contarías mejor…
Lo que antes era fresco e innovador, ahora es cansado y exagerado.
“Did you ever stop to think that maybe I've liked you since the first time I met you?”
Aunque los viajes en el tiempo parecen no ser posibles, al menos en el sentido de que un humano pudiera sobrevivir la experiencia, con la física que utilizamos hoy en día, el tema se encuentra en constante cambio.
Los avances en Las Teorías Cuánticas, tal vez podrían proporcionar un mejor entendimiento sobre cómo superar las paradojas presentes en este tipo de viajes.
Si tenemos en cuenta, que cada vez sabemos más de física cuántica, y que la tecnología progresa a través del tiempo, se puede postular que deberíamos ser visitados por viajeros del tiempo, hecho no observado, y que puede ser considerado una paradoja.
Para explicar esto, se ha postulado que esto puede indicar, que la humanidad se extinguirá antes de descubrir la tecnología de viajar en el tiempo, lo que también se aplicaría a presuntos mundos en universos paralelos, porque ellos tampoco habrían desarrollado la tecnología para viajar entre universos.
Otra paradoja dice, que aun siendo posible crear una máquina del tiempo dentro de 100 años, esta no podría volver más atrás del momento en el que se construyó dicha máquina, porque se tardaría más de 100 años en crear una relación de tiempo de 100 años.
Dicho esto, se podría construir una máquina durante 110 años, para regresar atrás en el tiempo 100 años, pero no 400.
La única posibilidad sería, por ejemplo, que otra civilización hubiese construido una máquina, mucho antes de nuestra existencia, para así poder volver hasta el punto en el que se construyó, es decir, antes de haberse creado La Tierra.
Otras explicaciones menos convencionales, y con características pseudocientíficas, son aquellas que postulan la existencia de viajeros temporales ocultos.
Tales viajeros, rehusarían manifestarse públicamente, y actuarían como auténticos “turistas” temporales u observadores, sin aparentemente, mayor injerencia en los asuntos de la humanidad actual, pero esta hipótesis sería por supuesto, completamente indemostrable.
Se ha alegado también, que ciertos individuos podrían ser viajeros temporales más o menos ocultos, mencionándose entre ellos, a notables inventores o literatos; no obstante, ninguna de las pruebas aducidas, resulta convincente.
Del mismo modo, supuestos “visitantes” de otras épocas, han probado ser en todos los casos, fraudes o productos de informes inexactos.
Ciertos autores mencionan como evidencia del viaje temporal, los vestigios de civilizaciones con una tecnología muy similar a la nuestra, como por ejemplo el mecanismo de Anticitera, que data de entre los años 82 y 65 a.C. o las baterías de Bagdad, procedentes de la misma época.
O proyectos arquitectónicos similares, como las pirámides de Egipto y las Aztecas/Mayas…
En todos estos casos, la existencia de tales dispositivos tecnológicos, puede ser explicada mucho mejor, enmarcándolos en su contexto histórico.
Otra teoría con respecto al viaje en el tiempo, nos trae la idea de universos paralelos, o historias alternativas.
Digamos que usted viaja hacia atrás, a conocer a su abuelo cuando él era todavía un muchacho…
En la teoría de universos paralelos, usted pudiera haber viajado hacia otro universo, uno que es similar al nuestro, pero tiene diferente sucesión de eventos.
Por ejemplo, si usted fuese a viajar hacia atrás en el tiempo, y matar a uno de sus ancestros, usted solo mató a esa persona en un universo, el cual ya no es el universo en el que usted existe.
Si usted entonces, trata de regresar a su propio tiempo, usted pudiera terminar en otro universo paralelo, y nunca ser capaz de regresar al universo de donde partió.
La idea aquí, es que cada acción causa la creación de un nuevo universo, y que hay un número infinito de universos que existen.
Cuando usted mató a su ancestro, usted creó un nuevo universo, un universo que era idéntico al suyo propio, hasta el momento en que usted cambió la sucesión original de eventos.
Así, las oportunidades son infinitas, tantas como capacidad racional posee el hombre, quien nunca detiene su deseo de saber más, su anhelo por conocer lo aún no descubierto, su ansiedad por abarcar la inmensidad que se abre ante sus ojos, la adrenalina de avanzar y mejorar, cambiar y prosperar, el sano desespero de indagar, no hallar y volver, por cabezonería prescrita a la humanidad, a la tarea que se resiste pero, tarde o temprano, caerá…

“Sorry guys.
I would never do anything to hurt you guys.
You'll never even know it happened”