The Buddy Holly Story

“Music never felt this good”

El mundo de la música y sus protagonistas, es una fuente inagotable de historias; y más que en otras profesiones, en este universo se pueden encontrar personajes coloridos, rebeldes, y en algunos casos, autodestructivos ideales para la historia cinematográfica.
El Rock & Roll puro, está compuesto en un 70% del ADN de Buddy Holly.
Charles Hardin Holley, mejor conocido como Buddy Holly, fue un compositor y cantante estadounidense, considerado hoy en día, como uno de los más destacados pioneros y creadores del rock and roll, a mediados de la década de 1950.
La música de Buddy Holly, fue muy innovadora en su momento:
Abandonó el “rockabilly”, el cual había sido su influencia primaria, y enriqueció notablemente el lenguaje de la música popular de su tiempo.
Utilizó instrumentos poco usuales en el rock & roll, como la celesta, o las percusiones latinas; y fue un guitarrista influyente, tanto con la guitarra solista como con la rítmica, especialmente en canciones como:
“Peggy Sue” y “Not Fade Away”
Aunque la mayoría de sus canciones reproducen los esquemas habituales de aquellos años, escribió también letras más sofisticadas.
Muchos de sus canciones, tienen melodías y armonías bastante más complejas que lo que se había hecho hasta el momento.
Buddy Holly nació el 7 de septiembre de 1936, en Lubbock, Texas, Estados Unidos; y fue uno de los 4 hijos del matrimonio de Lawrence y Ella Holley, que se habían mudado hacia Lubbock, para conseguir trabajo en la industria algodonera.
El pequeño Charles, aprendió a muy temprana edad a tocar violín, banjo, mandolina, piano y guitarra.
Su habilidad vocal, se desarrolló gracias a una competencia de canto, todo esto ocurría cuando solo tenía 5 años.
Como dato, su familia siempre lo llamaba “Buddy”, y de allí surgió su nombre artístico.
Pasados unos años, Buddy Holly formó un nuevo grupo llamado “The Crickets”, conformada por:
Buddy Holly como guitarrista principal y vocalista; Jerry Alison en la batería; Joe B. Mauldin en el bajo; y Nicky Sullivan en la guitarra rítmica.
La canción en proyecto “That'll Be The Day”, estaba inspirada en una frase que el personaje interpretado por John Wayne, repite insistentemente en la película “The Searchers” (1956)
Así, las actuaciones en vivo de Buddy Holly & The Crickets, generaron un sonido emocionante y envolvente.
En particular, Allison fue un baterista con mucha inventiva, y contribuyó a la composición de canciones con sus colegas; mientras que Joe B. Mauldin y Niki Sullivan, siempre daban ritmos muy sólidos, con igual entusiasmo que en las grabaciones.
Durante el periodo de 1957 a 1958, Buddy Holly & The Crickets, encadenaron una sucesión de sencillos que más tarde serían históricos, los cuales lo convirtieron en unos de los artistas más populares de su tiempo con los sencillos:
“Peggy Sue”/“Everyday” y “Oh Boy!”/“Not Fade Away”
Sencillos que tuvieron su éxito, llegando a los puestos 3 y 10 respectivamente, pero en el Reino Unido, “Oh Boy!” tuvo una mejor recepción, llegando al puesto #3.
Por su parte, Buddy Holly logró acortar la división racial que había en el rock and roll; así mientras Elvis Presley hacía que la música negra fuera más aceptable para el público blanco, Holly llamaba la atención del público negro, y llegó a persuadir a una audiencia negra, cuando él junto a The Crickets, tocaron en El Teatro Apollo de New York, del 16 a 22 de agosto de 1956.
La banda, se embarcó en numerosas giras, durante las cuales, gracias a su simpatía, a su extrovertido carácter tejano, y también gracias a los nuevos sencillos:
“Words of Love”, “Maybe Baby”, “Rave on”, e “It's So Easy”, trabaron amistad con muchos de sus colegas más significativos, como Chuck Berry, con quién solía jugar a las cartas; Little Richard que apreciaba la sensibilidad y genio del joven tejano; Eddie Cochran, al que Buddy admiraba por su talento como guitarrista...
Pero de todas las estrellas con las que tuvo amistad, The Everly Brothers fueron quienes se transformaron en sus mejores amigos.
En agosto de 1958, Buddy se casó con la puertorriqueña María Elena Santiago, y poco a poco se fue distanciando de sus compañeros, y de Norman Petty, su productor; y a finales de año, se separó definitivamente de The Crickets; y se mudó a New York.
Si bien durante su corta trayectoria de 5 años, sólo alcanzó a publicar 3 álbumes de estudio, su innovación y sobresaliente obra musical, sirvieron de inspiración, y fue la influencia de muchos músicos posteriores como:
The Beatles, The Beach Boys, The Rolling Stones y Bob Dylan, entre otros, además de ejercer una profunda influencia en la música popular, como uno de los primeros artistas que ingresaron en El Salón de La Fama del Rock and Roll, en 1986.
Pero para finales de 1958, Buddy Holly se encontraba con problemas económicos, y ya separado de The Crickets, decidió unirse a la gira “Winter Dance Party”, que consistía en una serie de conciertos alrededor de 24 ciudades, durante sólo 3 semanas, junto a Ritchie Valens, Dion and the Belmonts, y The Big Bopper.
Los músicos se encontraban acompañados por el grupo Waylon Jennings, el guitarrista Tommy Allsup, y Carl Bunch en la batería.
Una noche, tras actuar en Clear Lake, Iowa; Buddy Holly decidió alquilar una avioneta, ya que la calefacción del autobús se había roto, y hacía mucho frío ese día, y para tener más tiempo para dormir antes de su próxima presentación.
Por lo que Carroll Anderson contrató a The Dwyer Flying Service, una compañía de vuelos chárter, propiedad de Hubert Dwyer, en el aeropuerto de Mason City, Iowa; para trasladar a los músicos a Fargo, Dakota del Norte.
La aeronave que los transportaría, era una Beechcraft Bonanza 35, con la matrícula N3794N, con 12 años de servicio.
El piloto era Roger Peterson, un piloto con apenas 700 horas de vuelo, y 21 años de edad.
Cada pasaje costó $36, y en la cabina del avión, sólo podrían viajar 3 pasajeros más el piloto.
Así las cosas, The Big Bopper había enfermado de gripe, por lo que pidió al bajista Waylon Jennings, su lugar en la aeronave.
Cuando Buddy Holly se enteró, le dijo a Jennings:
“Ojalá que tu viejo autobús se congele”
A lo que Jennings le contestó en tono jocoso:
“Bueno, pues ojalá que tu avión se estrelle”
Ese chascarrillo, atormentaría a Jennings el resto de sus días.
Pero ni las bajas temperaturas, ni la calefacción estropeada del autobús, fueron las causantes de su muerte.
Sí lo fue el joven e inexperto piloto que pilotaba la avioneta, Roger Peterson.
La avioneta despegó de Clear Lake, a la 1am… y 2 horas y media más tarde, se denunció la desaparición del avión.
En ese avión, Holly estaba acompañado por Ritchie Valens y The Big Bopper.
En esa misma mañana del 3 de febrero de 1959, se encontró en un campo de maíz, un avión totalmente destrozado, y alrededor de ese avión, se encontraron los 3 cuerpos de los músicos que habían salido despedidos por la gran colisión del avión contra el suelo del campo, muriendo instantáneamente, mientras en la cabina se encontró el cadáver del piloto.
Así terminaba la carrera de Buddy Holly, quién se convertiría en uno de los músicos más influyentes de la historia del rock.
La muerte de Holly, Ritchie Valens y Big Bopper, causó un gran impacto en su época.
Las dramáticas fotografías del accidente, dieron la vuelta al mundo:
Elvis Presley envió un telegrama de condolencia desde Alemania.
Al entierro de Buddy Holly, acudieron numerosos artistas y disc jockeys del momento.
Su féretro fue llevado por sus antiguos compañeros de The Crickets, y por Phil y Don Everly.
Además, Eddie Cochran grabó una versión de la canción “Three Stars” en honor de sus camaradas muertos.
El trágico accidente aéreo, en que Holly perdió la vida, inspiró a Don McLean para escribir, en 1971, su popular canción “American Pie”, en la que menciona el día del accidente como:
“The Day That Music Died”
The Buddy Holly Story es un musical del año 1978, dirigido por Steve Rash.
Protagonizado por Gary Busey, Don Stroud, Charles Martin Smith, Conrad Janis, William Jordan, Maria Richwine, Amy Johnston, Dick O'Neill, Fred Travalena, Neva Patterson, John F. Goff, Gloria Irizarry, entre otros.
El guión es de Robert Gittler, adaptado del libro “Buddy Holly: His Life and Music” de John Goldrosen, y en una historia de Alan Swyer.
The Buddy Holly Story ganó un Premio Oscar a La Mejor Canción Original; y obtuvo 2 nominaciones:
Mejor actor (Gary Busey) y sonido.
The Buddy Holly Story es un retrato de la vida y trayectoria de una de las estrellas del Rock & Roll con más proyección mundial:
Buddy Holly (Gary Busey), un pionero en su género, muchos son sus éxitos, desde aquellos días en los que “Peggy Sue” se convirtió en “Cindy Lou”, una canción sobre su novia... su banda “The Crickets” formada por Jesse Charles (Don Stroud) y Ray Bob Simmons (Charles Martin Smith) hasta que “That'll Be the Day” los catapultará a un ascenso meteórico a la fama, pasando por su matrimonio con Maria Elena Santiago (Maria Richwine), y su muerte prematura, son algunos de los temas que se tratarán en The Buddy Holly Story, aunque no es perfecta, sí es una buena versión cinematográfica sobre su corta vida, especialmente para aquellos que la desconocen, y que se redescubrirán escuchando temas que conocían, pero que no sabían que pertenecían a Buddy Holly.
“Hey, Riley, we're all plugged in and checked up... yeah, we're ready”
A pesar de no contar la historia real, por culpa de los derechos de autor, lo que cuenta The Buddy Holly Story, no está tan lejos de la realidad como puede parecer, y no influye para nada en su disfrute; que se hace corto por la música de ese pionero del rock & roll que fue Buddy Holly.
Y es que The Buddy Holly Story generó bastantes controversias en su momento, ya que Hollywood se tomó bastantes licencias, como es usual, en la adaptación de los hechos de la vida del cantante.
Esto se produjo mayormente, debido a enormes obstáculos para elaborar el guión, por problemas de derechos legales y de permisos, como en el caso de Norman Petty y The Crickets:
El primero, no aparece en la historia; y los segundos, obligaron a cambiar sus nombres, a sus personajes de ficción:
Así, Ray Bob Simmons y Jesse Charles, eran nombres de caracteres empleados en el lugar de Joe B. Mauldin, y J. I. Allison, los Crickets reales.
Los 3 Crickets, se redujeron a 2 miembros, omitiendo Niki Sullivan...
Mientras que otros como Sonny Curtis, Bob Montgomery, Don Guess, y Larry Welborn, fueron dejados por fuera por completo, y nunca se les muestra en la obra.
Esta distorsión de la realidad, produjo como consecuencia, la inmediata la realización del documental:
“The Real Buddy Holly Story”, producido por Sir Paul McCartney, que contó con la participación de Curtis, Montgomery, Allison, Mauldin, así como miembros de la familia Holly.
Por otra parte, The Buddy Holly Story, se basa en el fascinante libro autobiográfico, donde su viuda, María Elena Santiago, contribuyó en gran medida; siendo escrito por  John Goldrosen, y adaptado a la gran pantalla por Robert Gittler.
Así las cosas, la historia, que no es un “biopic”, comienza desde que Holly era un estudiante de Lubbock, hasta su trágica muerte.
A destacar a Gary Busey, no sólo por su parecido físico, sino por su gran interpretación, en la que se adapta completamente al papel, y parece que estemos viendo al mismísimo mito musical vivo de nuevo; en la que fue quizás, la mejor interpretación de su carrera.
Actor amado y detestado, su actuación en The Buddy Holly Story, es de una increíble meticulosidad, desde el proceso de adelgazamiento, que perdió 17 kilos, hasta su plus interpretativo de los gestos, muecas y tics, propios del genial Buddy.
Eso se evidencia en las secuencias de los show en directo; además agregar que Busey cantó con su propia voz, todos los temas.
De hecho, The Buddy Holly Story, respeta el subgénero cinematográfico del musical, pero es también un film que plasma la intolerancia estadounidense de los años 50.
Una sociedad fuertemente influenciada por la religión y el racismo, pero también aterrorizada por todo aquello que pueda mover los cimientos de su sociedad, como por ejemplo, algo tan inocente como la música, que pasa a ser “Obra de Satán” que amenaza a la sociedad.
El miedo a lo desconocido y a lo diferente, es algo que ha continuado a lo largo de las décadas...
The Buddy Holly Story es un film por momentos electrizante, y con momentos francamente divertidos.
La única falla reside en contar la historia linealmente, sin profundizar demasiado.
Pero esto lo no, pues entretiene y posee una dirección de arte que recrea a la perfección los años 50.
No en vano, The Buddy Holly Story está considerado como uno de los 10 mejores films sobre la industria de la música.
La cuestión reside, en que esta producción, tiene mucho de serie B, y en algunos momentos, sigue su argumento lineal y disperso de lo acontecido al soberbio músico y compositor, como el “affaire” del Apolo en Harlem, o cierto histrionismo en recalcar la mala relación entre los integrantes de la banda.
Demasiado forzado, y muchos momentos fuera de lugar...
Si bien se introduce el elemento del amor a primera vista, entre la preciosa joven  portorriqueña, María Elena Santiago; el punto cúspide de la boda, dejando en evidencia, los recelos familiares, en un momento donde Buddy estaba loco por María, y siguiendo la pauta de la estructura de todo filme biográfico, el momento de su estrellato en la música, la prensa musical de medio mundo, y los fans a sus pies, cuando quedaba muy poco tiempo para el desgraciado accidente de aviación.
Se deja por fuera, qué fue de su familia, y cómo era su vida familiar, y el hijo que su esposa perdió por la noticia del accidente…
Buddy sólo tenía 22 años.
Mientras para unos, la interpretación de Gary Busey, de 33 años, es tremendamente exagerada, y poco tiene que ver con la locura mucho más simpática y tierna del auténtico Holly; la historia tampoco profundiza demasiado, ni en la vida de Holly, ni el desarrollo del Rock and Roll en los 50.
Lo único interesante, es ver cómo han subrayado la faceta de productor, algo en lo que realmente destacó Holly.
Y es que a diferencia de los típicos filmes de cantantes y artistas más recientes como el de Johnny Cash, Ray Charles... en los que la música aparece en un segundo plano, más pendientes de psicología, amoríos, dramatizaciones... The Buddy Holly Story presta como es debido, total interés a las canciones de su protagonista, para muchos, el verdadero “Rey del Rock & Roll”
Otro detalle es que estamos hablando del Sagrado Período entre 1956 y 1959; del cine en 3D, genial la escena de las gafas... del Teatro Apollo, que fuera olimpo neoyorquino de Sam Cooke; de pinchadiscos locos, que repetían la misma canción no sé cuántas veces; de programas como el Show de Ed Sullivan; de la amistad improvisada entre músicos, con Holly tocando con Cochran un tema de Chuck Berry; de violines encajando con el rock & roll !!...
Del sonido orquestal de un ruiseñor y par de “grillos”...  o la bestial “Not Fade Away”, que según The Buddy Holly Story, acabaría siendo el último tema que tocaría en directo, la misma noche en que cogió aquel maldito vuelo…
Puestos en claro, The Buddy Holly Story tiene aspectos realmente notables, como una banda sonora espectacular y fantástica.
Una credibilidad lógica, en gran parte a la grandilocuencia, de temas como:
“Maybe Baby”, “Rave On”, “Everyday”, “Hearbeat”, “Oh boy”, “No Fade Away”, “Peggy Sue”, “Early in The Morning” o “It´s So Easy”, etc.
Joe Renzetti, que recibió el premio de La Academia por la mejor adaptación musical, y la aportación técnica de los actores que acompañan a Busey; Don Stroud, y Charles Martin Smith, que tocaron sus propios instrumentos, de un modo muy convincente, y cantaron todos los temas con su propia voz, agregan un plus mágico a toda la obra.
Si bien ahora la podemos juzgar por tener una narrativa convencional, consideremos que la producción es de 1978, por tanto la voy por recomendada, como documento musical, para reconocer la grandeza del genio creador, y restituirlo en el pedestal de los más grandes iconos musicales de la historia.
“All right, that's a good level, Buddy, hold it right there...”
Su legado e importancia en la historia de la música popular, llámese Pop, Rock & Roll... y sus creaciones innovadoras, tanto en sonido y producción, no son ningún secreto.
De Buddy Holly tomaron su nombre The Beatles, ya que “Beatles” significa en inglés, algo así como “escarabajos”, es una referencia/homenaje a “The Crickets”, que inglés es “grillos”
Se sabe que John Lennon tenía influencias del músico tejano.
También se sabe, que George Harrison aprendió a tocar la guitarra con su madre, y con los discos de The Crickets, y de hecho, ellos grabaron su propia versión de “Words of Love”, la cual se encuentra en su álbum “Beatles for Sale”, como también The Rolling Stones, que grabaron su versión de “Not Fade Away”, y de hecho, la utilizaron en varios conciertos como “canción de apertura del show”
También, el otro “beatle”, Paul McCartney, es fan de Buddy Holly, y propietario de los derechos del catálogo entero de sus canciones, y entre 1978 y 1986, organizó anualmente “The Buddy Holly Week”
Posteriormente, McCartney produjo y narro el documental “The Real Buddy Holly Story” en 1982.
En realidad, se puede afirmar con rotundidad, que en mayor o menor grado, desde los The Kinks hasta los The Who, pasando por The Animals, la sombra de Buddy Holly planeaba sobre cualquier grupo inglés del periodo 1963-1966.
Entre sus rivales contemporáneos, Bill Haley fue quién estableció el rock & roll; Elvis Presley agregó la sexualidad; y Chuck Berry fue quién trajo las raíces del blues, junto con algunos de los puntos más finos de su sexualidad.
En una carrera que duró desde la primavera de 1957 hasta el invierno de 1959, menos tiempo del que estuvo Elvis Presley en el ejército; Buddy Holly se convirtió en la fuerza creativa más influyente del rock & roll; y fue una de las primeras grandes estrellas pop de aquella época; el primer artista de su época que, sin renunciar a su patrimonio cultural como el country, y generacional rock and roll, marcó un estilo en el que primaban la melodía y los arreglos sobre el ritmo.
Aquel esquema clásico, metódicamente repetido por millones de bandas de rock de todo el mundo desde entonces, el cual consta de 2 guitarras, bajo y batería, fue establecido y popularizado por The Crickets.
Además, Buddy Holly fue un precursor en el campo de la fusión de las orquestas con los instrumentos amplificados, y en la introducción en el rock de sonidos poco habituales.
Buddy Holly & The Crickets, experimentaron con sus canciones, utilizando trucos de volumen, y otras técnicas desconocidas hasta el momento, de modo que el lanzamiento de “Peggy Sue”, aprovechara la clase de cambios del volumen y el timbre en la guitarra, que por lo general era utilizada para grabaciones instrumentales; asimismo “Words of Love”, era uno de los ejemplos acertados más tempranos de voz doble-rastreada en el rock and roll, que The Beatles, en particular, lo utilizarían en la década de 1960.
En el 2004, la revista Rolling Stone situó al músico, en el puesto #13 en su lista:
The 100 Greatest Artists of All Time.
Por su parte, la banda The Crickets, continuó estando en activo después de la muerte de Holly.
David Box, nacido en Lubbock, Texas, y casi idéntico a Holly musicalmente, se unió al grupo como vocalista; pero irónicamente moriría en un accidente aéreo, al igual que Holly, el 23 de octubre de 1964, durante una gira en la cual actuaba como solista.
El 28 de octubre de 2008, The Crickets fueron incluidos en El Salón de La Fama en Nashville, Tennessee.
En la ceremonia, interpretaron “Peggy Sue”, “Not Fade Away”, y “That'll Be The Day”, junto con el “stone”, Keith Richards.
El 14 de abril de 2012, The Crickets fueron incluidos en El Salón de La Fama del Rock, por una comisión especial, con el objetivo de corregir el error de no incluir la banda de Buddy Holly, cuando fue introducido por primera vez, en 1986.
Sin embargo, el grupo no pudo asistir a la ceremonia, debido a la enfermedad de Joe Mauldin.
La banda sigue activa hasta la actualidad, y está formada por Glen Hardin al piano; Jerry Allison en la batería; Joe B. Mauldin en el bajo; y Sonny Curtís en la guitarra.
Por último, al momento del accidente de Buddy, la esposa de Buddy, María, tenía un mes y medio de embarazo, y abortó poco después del accidente.
María Elena Santiago-Holly, no pudo asistir al funeral, y nunca ha visitado el sitio de la tumba.
Ella dijo en una entrevista:
“En cierto modo, me culpo a mí misma, pero no me sentía bien cuando se fue, yo estaba embarazada de 2 semanas, y quería que se quedara conmigo, pero él había previsto el Tour; fue la única vez que no estaba con él; y me culpo porque sé que, si yo hubiera ido, Buddy nunca se habría metido en ese avión”
Con el tiempo, María se volvió a casar, y tuvo 3 hijos; ahora está divorciada, y es una abuela que vive en Dallas, Texas.
Aún sigue promoviendo el legado de Buddy Holly.
Hoy, María Elena Holly, de 83 años, es la dueña de los derechos del nombre de Buddy Holly, imágenes, marcas comerciales, y otra propiedad intelectual.
La Fundación para La Educación Buddy Holly, también conocido como TBHEF, fue cofundada en 2010, por María Elena Holly, y Peter Bradley Snr.

“Thank you, Clearlake!
C'mon... we love you, we'll see you next year”



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