Project X
“That's my party.
I'm Thomas Kub.
It's my birthday today”
La popularidad, es la notoriedad social que acompaña a ciertas personas que son conocidas por su trabajo, a través de los medios de comunicación; este es el caso de los artistas de cine y de los cantantes, o también, puede darse la popularidad a menor escala, al tener notoriedad en un lugar concreto.
Existen distintos grados de popularidad; de hecho, la popularidad que está vinculada con el carisma, también es propia del chico más popular del grupo de amigos, que es un líder nato.
La verdadera popularidad, radica en el trabajo bien hecho, por tanto, el éxito es la conquista del esfuerzo, el trabajo duro, y el sacrificio.
En la sociedad actual, “la prensa rosa” ha dado lugar hacia un nuevo concepto de popularidad.
Este es el caso de las personas que son populares, simplemente por haber tenido una relación sentimental con un personaje famoso, o por haber participado en un “reality” de televisión, es decir, los llamados “celebrities”
Pero la popularidad puede ser muy efímera y muy engañosa, como refleja el ejemplo real de personas que después de haber alcanzado la cima, cayeron en el olvido…
Esta es una de las razones por las que es muy importante tener humildad, para no poner el valor personal en el aplauso ajeno, sino en uno mismo.
La popularidad, tiene un lado agradable, y otro menos amable.
Desde el punto de vista positivo, las personas famosas gozan de una buena posición social, cuentan con recursos económicos, reciben muchos elogios, y son admiradas por su público.
Sin embargo, desde el punto de vista negativo, la fama también es sinónimo de pérdida de libertad, al no poder desconectar del personaje en ningún momento.
Otro lado negativo de la popularidad, es el exceso de presión que pueden sentir las personas, al ser conscientes de que todo aquello que hacen tiene eco y repercusión en los medios.
Además, las personas famosas, no solo reciben elogios sino también, críticas negativas.
Desde el punto de vista psicológico, asimilar la popularidad no es sencillo.
Con frecuencia, la fama trae consigo egos y vanidades en quien distorsiona la realidad, y se cree el centro del mundo.
Es más difícil asimilar bien la popularidad en la juventud, que en la etapa adulta, porque a partir de los 40 años, la persona tiene más experiencia y madurez para diferenciar lo prioritario, de lo secundario.
Además, piensa en la tendencia que tienen las personas populares a juzgar frecuentemente a los demás, inclusive, puede darse la oportunidad, que siendo tachado de raro, te conviertas en una tachador de “raros”; y piensa si perseguir enérgicamente la popularidad vale la pena, en especial, si solo se consigue a costa de los demás.
Son muchas las películas de Hollywood, donde nos muestran como los adolescentes y universitarios, se desbordan en sus fiestas sin medir las posibles consecuencias que ello pueda acarrear, y en ellas, siempre me queda la duda si su realización es para vendernos un tipo de cultura, o como crítica de ellos mismos a sus comportamientos poco éticos…
Desafortunados adolescentes, que sólo piensan irresponsablemente y desbordadamente en sexo, alcohol, drogas, y el deseo de ser reconocido por los demás, así sus actos no sean correctos.
Pues la idea que vende, es que en los cerebros de los jóvenes, no hay nada más que basura.
¿Qué pasaría si unos pringados consiguiesen el sueño de su vida?
Un sueño que, para la generación de los “realities” de MTV y demás, pasa ineludiblemente por alcanzar la mayor popularidad en el instituto.
Pero claro, si en los 80 eso significaba ser “reyes de la fiesta de graduación”, en la era de Facebook, Twitter, y tantas otras redes sociales, como YouTube, la cosa se vuelve más complicada... o más sencilla.
Ha cambiado la galería de espejos que refleja el recorrido, generalmente de una noche, de estudiantes que empiezan a celebrar las mieles del verano, y las sobredimensionadas perspectivas universitarias.
“Party rocking” desde que el mundo es mundo, o desde que el mundo empezó a lucir aceras y jardines, lo bastante limpios como para que los mozos pudiesen ocuparlos con sus tocadiscos y sus botellas.
Porque si hay algo que teme todo adolescente solo en casa, y decidido a montar una fiesta multitudinaria, es que al día siguiente aparezcan unos incriminatorios registros de vídeo con toda la juerga documentada…
“I don't know how to fix this.
I don't know how to fix any of this shit.
I'm sorry Thomas.
I just wanted to get some pussy”
Project X es una comedia del año 2012, dirigida por Nima Nourizadeh.
Protagonizada por Thomas Mann, Oliver Cooper, Jonathan Daniel Brown, Kirby Bliss Blanton, Dax Flame, Miles Teller, Nichole O'Connor, Alexis Knapp, Jillian Reynolds, Martin Klebba, Rick Shapiro, Caitlin Dulany, Peter MacKenzie, entre otros.
El guión es de Matt Drake y Michael Bacall; y fue originalmente concebido, como un nombre temporal, pero el título no se cambió, porque el secreto generado a su alrededor, aumentó el interés en el mismo.
Los productores, con el fin de mantener la confidencialidad, decidieron no enviar guiones a ningún miembro del futuro reparto, y en su lugar, proporcionaban solo páginas especiales con marcas de agua.
El origen del proyecto, lo explica Todd Phillips así:
“…nos sentamos en círculo en una habitación, y comenzamos a compartir historias de fiestas memorables, algunas que habíamos vivido, y otras de las que solo habíamos escuchado hablar”, explica el productor de “The Hangover” (2009)
“A partir de ahí, solo teníamos que decidir la sensación que queríamos transmitir, la perspectiva, y la historia de la película.
Esa es la parte divertida.
Y Cuando llegó la hora de los ensayos con los actores, se les pidió que contaran sus momentos más locos y surrealistas en las fiestas en las que habían estado, con el fin de que los guionistas los incorporaran al guión.
La personalidad y las anécdotas que aportó cada actor, influyeron tanto en la producción de Project X, que decidieron que sus personajes tuvieran los nombres y apodos de los propios intérpretes”
Por su parte, Nima Nourizadeh, es un director inglés de origen hindú, especializado en videoclips y comerciales; y Project X es su salto a la gran pantalla y a la dirección de largometrajes.
Tal vez sea su procedencia hindú, lo que motivo la visión tan poco complaciente que da de la sociedad estadounidense, que ofrecen una imagen deplorable en este título:
Unos muchachos descerebrados, y que utilizan un lenguaje empobrecido, vocabulario minúsculo, y términos malsonantes, que deciden convertirse en personajes populares en el instituto:
Thomas (Thomas Mann), Costa (Oliver Cooper), y J.B. (Jonathan Daniel Brown) junto con Dax (Dax Flame), quien filmará todo, pues es un silencioso cámara gótico, al que convencen para ello; deciden organizar una fiesta salvaje en casa del cumpleañero, y promocionándola en las redes sociales como “la fiesta más loca de la temporada”
Además, los chicos deciden grabarla, para luego colgarla en la red.
Pero, poco a poco, irán surgiendo una serie de complicaciones imprevistas...
Cierra la fauna, Kirby (Kirby Bliss Blanton), la amiga de toda la vida del protagonista, la típica con la que este se acostaría, pero ella parece lejana en popularidad; un par de niños negros que se encargarán de la seguridad, y que se creen ninjas; y un sinfín de personajes:
Desde vecinos, camellos, y hasta un enano o un perro.
La fiesta queda completamente fuera de control, y todo queda grabado.
Por momentos, Project X da la sensación de estar viendo un videoclip con música alta, que anima a bailar y con constantes secuencias presentadas como diapositivas plagadas de jóvenes borrachos y/o drogados, un reparto escatológico que mezcla vómitos y micciones por doquier, alguna escena de sexo, y un festival de bustos femeninos para todos los gustos…
Las noticias corren como la pólvora, y arruinan sueños, manchan el historial de las personas, y nacen leyendas....
La ironía del director, es demoledora.
Tras destrozar el barrio donde viven, provocar incendios, la huida del vecindario, violencia fascistoide, y demás desatinos, los descerebrados acaban conquistando un gran prestigio social en el instituto, se convierten en héroes, y en personajes importantes a los que todos admiran, por haber hecho realidad esa fiesta tan particular, que en realidad ni siquiera pretendieron.
En definitiva, Project X muestra cómo el descerebramiento puede convertirse en la piedra de toque para conseguir ese bien tan preciado que es “la popularidad”
Profundamente irresponsable, Project X es un aviso a los padres y a la policía de todas partes.
“The party you've only dreamed about”
Nima Nourizadeh toma un evento particular, e incluso cotidiano, como es una fiesta preparatoriana, y la lleva a otro nivel.
La fiesta épica de la región de Pasadena; una subida estrepitosa a la cumbre de lo “cool”
Así el debut en el cine como director de Nourizadeh, que nos hace participes de la mayor fiesta que hayamos visto en el siglo XXI; y decide llevar al extremo las consecuencias destructivas de reunir a una multitud de adolescentes con las hormonas revolucionadas, barra libre de alcohol, y una buena ración de éxtasis gratuito.
Y lo hace subiéndose al último carro, el de la cámara en mano, que busca otorgar una pátina de realidad a lo que estamos viendo, basado en la repetición de una fórmula primigenia que se ha ido actualizando hasta nuestros días:
El perdedor que busca una popularidad gratuita y efímera, y de paso, perder la virginidad; empresa a la que contribuye, relajando notablemente el esfuerzo, el tirón de las redes sociales.
Thomas, Costa y J.B. son 3 alumnos del último año de instituto, que pasan totalmente desapercibidos para todo el mundo.
Su misión es salir del anonimato, y darse a conocer por todo lo alto.
En teoría, su proyecto no deja de ser de lo más inocente e inofensivo:
Montar una fiesta en casa de Thomas, aprovechando que sus padres están fuera, para dejar huella en todos sus compañeros, y grabarlo todo en vídeo.
Sin embargo, nunca hubieran imaginado en lo que podría desembocar todo eso...
El rumor comienza a propagarse como la espuma, hasta que todo el mundo se entera.
La convocatoria será un éxito; las cosas irán más o menos bien, hasta que, poco a poco, todo comenzará a descontrolarse, cuando se intoxiquen con éxtasis, y empiecen a desvariar, llamando la atención de los vecinos y la policía.
A pesar de eso, ellos seguirán con la fiesta... sin saber hasta dónde llegarán las consecuencias.
Todo culmina en la actitud de un padre que, pese a estar viendo cómo sacan su coche de una piscina, que hacía unas horas estaba llena de gente desnuda, no puede evitar aplaudir la capacidad de convocatoria de su hijo, y sólo se le ocurre decir:
“¿Hubo mucha gente al menos?”
Así nos va...
Desde lo técnico, se utiliza para dar más verosimilitud a lo que vemos, el uso y abuso de la cámara en mano, como si todo estuviese grabado por uno de los asistentes a la fiesta en cuestión.
“Esa perspectiva pasaba por los múltiples puntos de vista, desde los que se puede filmar la acción.
Teniendo en cuenta que en una fiesta todo el mundo puede grabar lo que sucede con su móvil, el rodaje iba a exigir hasta 8 tipos diferentes de cámaras, si bien la que se utilizó como principal fue la HD Sony F23, capaz de grabar con iluminación extrema, y de captar tanto la luz del sol como la estroboscópica de la noche; además, durante las 25 noches que duró la filmación, se repartieron una docena de cámaras Flip entre los extras, unos 200 en total; y se les pidió que registraran cualquier cosa divertida que pasara a su alrededor”, explica el productor Todd Phillips.
Hubo periodos de grabaciones, de hasta 20 minutos que eran solo del baile de los extras…
Por tanto, Project X se presentó principalmente desde la perspectiva del personaje Dax y su cámara.
Aparte de esto, se utilizaron imágenes proporcionadas por el reparto y extras, con dispositivos de grabación como BlackBerrys e iPhones, para capturar los eventos que ocurren fuera de la perspectiva del camarógrafo.
Esto dio lugar, a horas de material inservible, que tuvieron que ser revisadas por Nourizadeh y su equipo, para encontrar segmentos que pudieran ser incorporados en la película final.
Nourizadeh declaró que “cuando se tiene material verdadero, siendo grabado por personas reales, se siente entonces como es”
Se encontró material de archivo; y odiaba pasar 10 horas mirando a través de trozos de material, pues “la gente no pulsa parar, es como si lo tuvieran en sus bolsillos”, comentó.
Otro material fue proporcionado por la policía de ficción, y cámaras de televisión, para dar una perspectiva diferente de los hechos.
Muy bien realizada, Project X está totalmente rendida a una espectacularización que aumenta sus niveles de catarsis colectiva, y que desde su exagerada irrealidad, quita hierro a reprimendas posteriores que podrían llover desde sectores conservadores, pues la narrativa se sirve de elementos que contribuyen a que el menú sea aún más digerible, tales como una banda sonora propiamente dicha, o ralentizaciones a cámara lenta, que no buscan la verosimilitud documental propia de las grabaciones con cámaras caseras, teléfonos móviles, o cámaras de televisión, y de la policía.
El resultado es un batiburrillo en el que no termina de quedar claro, si es más importante que los protagonistas adquieran la popularidad que ansían obtener a través de la descontrolada fiesta, o la sucesión de fantasías adolescentes, hechas realidad, que van sucediéndose en pantalla, pues aquello es un festín de tetas y muy lésbico...
Que raro que sea solo entre mujeres y no se presenten gays… tan abierta la sociedad estadounidense…
Como dato, el lugar escogido para rodar, fue una casa ubicada en El Rancho Warner de Burbank, un plató consistente en un complejo de viviendas en una falsa calle residencial.
“No teníamos muchas opciones a la hora de buscar un barrio en el que rodar, porque cerrar un vecindario todas las noches, durante 5 semanas, hubiera sido muy molesto para la comunidad”, explica Phillips.
También, una ventaja importante, fue el hecho de que fuera rodada en orden cronológico, ya que de esta manera, el departamento artístico no tenía que volver a recuperar el aspecto que tenían ciertas partes del plató, antes de ser destrozadas.
¿Hay una intención paródica en Project X?
¿Crítica?
¿Se busca hacer un retrato exagerado de la juventud actual?
¿Hay un mensaje conservador, que viene a decir que los jóvenes, por definición, son un peligro, y cuando se juntan, lo son más?
¿O, de manera contraria, se busca decir que al fin y al cabo, son lo que sus mayores han creado?
¿Crítica al consumismo, las drogas, los padres, la responsabilidad…?
Project X, es de aquellas películas donde muy seguramente, una opinión genera bastante crítica, y es debido al abordaje de la temática, la cual para unos puede parecer muy divertida, mientras que para otros, todo un desastre.
La comedia “teen”, alcanza su punto más desesperadamente terminal en estos tiempos de crisis y juventud confundida, cuando el director toma partido por los descerebrados personajes, y minimiza la catástrofe provocada y sus consecuencias.
Esto realmente da miedo; pero la crítica se centró en contra de la misoginia percibida, lo miserable, el comportamiento repugnante de los personajes, y el desprecio por los efectos del consumo de drogas.
Otras opiniones la consideraron divertida y emocionante, y se la comparó como una encarnación moderna de la comedia “Animal House” (1978)
Luego de su lanzamiento, grandes fiestas con finales accidentados, han culpado o hecho referencia al largometraje como inspiración…
Vaya usted por delante, la realidad imitando la ficción, de la que hablaré al final de la nota.
Por ejemplo, Chris Hewitt de “Empire”, calificó a los personajes como:
“Impenitentes, nihilistas, viles, venales, animalistas, avaros, sin encantos, sin título, sub-Kardashian, mocosos imponentemente irresponsables” y terminó su opinión al afirmar que la película era “posiblemente la peor película de los últimos 20 años”
Todd McCarthy de The Hollywood Reporter, fue igualmente crítico, que la calificó de “sombríamente deprimente, “teensploitation”, tristemente sin gracia”, pero admitió que podría “cautivar a un público de edad de la escuela secundaria/universidad, que representa demográficamente, al igual que los atentados, confunde y disgusta a otros públicos, presumiblemente mayores”
El problema es que Project X es una comedia con un contenido humorístico muy limitado, siendo más importantes las locuras que pasen en la fiesta, a absolutamente cualquier otro elemento utilizado.
Tampoco es mucho mejor la cosa en el arranque, donde cualquier aspecto reflexivo sobre la adolescencia, y la necesidad vital de dejar de ser un pringado, adquieren tintes un tanto irrelevantes.
Me extraña, como después de tanto desastre, tan siquiera hubo un sólo muerto, porque todo lo que se realiza allí, es de bastante riesgoso, tal como lo advierten al inicio.
En cuanto a los protagonistas, la elección se hizo por medio de un “casting” abierto a través de la web ProjectXOpenCall.com.
Uno de ellos, Thomas Mann, ya tenía algo de experiencia en cine, pero en ningún caso en un proyecto de esta envergadura, ni en uno que ofreciera tantas posibilidades para la diversión:
“Fue increíble estar en el plató en una fiesta que pasa de ser una celebración, a un desenfreno total.
Me resultó difícil interpretar el terror que siente Thomas, ante el giro que da la fiesta, porque nos estábamos divirtiendo muchísimo”, asegura.
Mann audicionó 7 veces, antes de ganar el papel finalmente.
En el caso de Jonathan Daniel Brown y Oliver Cooper, ambos habían dejado la universidad e intentaban empezar una carrera como monologuistas, hasta que se encontraron con el regalo de sus respectivos papeles:
“No me lo esperaba; esperaba tener un trabajo donde me pagaran $8 la hora toda mi vida”, recuerda Brown en su debut cinematográfico.
Para Cooper, su forma de actuar de mala gana, tan natural que mostró, donde se sentía que daba la impresión de ser de New York, a pesar de ser originario de Ohio.
Pero los comentarios de su personaje, Costa, me resultan muy cargantes, pesados, estúpidos, idiotas, y más que inmaduros e inconscientes directamente con algún tipo de retraso mental.
¿Será porque es judío?
Y Dax Flame, fue descubierto a través de su blog personal de vídeos en YouTube.
Al describir a su personaje, Flame declaró:
“Debido a que está sosteniendo la cámara, mi personaje no tiene una gran cantidad de tiempo en pantalla, pero cuando lo hace, es muy impactante”, porque el personaje de Dax, está bajo investigación por la desaparición de sus padres…
Aquí hay un guiño a los “darks”, inclusive llama la atención que sea uno de los pocos que no toman nada, al igual que los 2 chicos de seguridad.
Otros actores que destacan entre la multitud son:
Kirby Bliss Blanton, que interpreta a una amiga de toda la vida de Thomas; Miles Teller, como el típico deportista popular y chulo; Rick Shapiro, haciendo las veces del furioso traficante T-Rick; Martin Klebba es el enano que descarga toda su furia en la fiesta; Rob Evors es el vecino; Caitlin Dulany y Peter MacKenzie son los padres de Thomas; Jesse Marco es el DJ que pone música a esa noche épica; y Brady Hender y Nick Nervies, son los 2 “seguratas” contratados por Costa.
Mientras los conductores de televisión, Jillian Barberie y Jimmy Kimmel, hacen un cameo como ellos mismos.
El reparto central, poco experimentado en su mayor parte, funciona muy bien, y las conclusiones finales, entroncan perfectamente con el desarrollo y el espíritu de un órdago a compartir, que coloca a los perdedores del Séptimo Arte, en lo más alto del cajón.
De hecho, lo más interesante es, cómo Nourizadeh lleva hasta las últimas consecuencias la explosión de hormonas del pobre protagonista:
Fuego, caos y disturbios, acaban por tomar el relato en una suerte de precisa analogía con la montaña rusa emocional del adolescente; y es que durante la fiesta, los creadores no muestran pudor en mostrar cuerpos desnudos, besos entre chicas, y todo lo que pasa en una fiesta de un “rock star”
Es algo que por más superficial que suene, siempre vamos a querer ver...
Si bien, Project X da en la diana en su retrato generacional, falla estrepitosamente en su mensaje final, cuando llegan las consecuencias de esa bacanal imposible que, mientras dura, no deja de ser divertida si uno se deja llevar por la juerga.
Las consecuencias de los actos del cuarteto protagonista, en parte son realistas.
La defensa de los padres hacia sus hijos, la actitud del padre que no riñe, sino que se sorprende de que su hijo perdedor, haya sido capaz de montar semejante embrollo; y el protagonista, volviendo al instituto como un triunfador, consiguiendo incluso a la chica…
Todo forma parte de una crítica hacia los fallos de la educación familiar moderna, lo cual está logrado, pero sus minutos finales parecen lanzar un mensaje subliminal de apoyo a la rebelión masiva.
Un desenlace feliz muy forzado que, pese a su coherencia, parece transmitir la idea de que sus actos les harán ser héroes.
Y este discurso, tengamos cuidado, es más incendiario, que montar la fiesta más salvaje del año.
Project X es la película más infame que podrás ver.
La razón es que muestra todas las cosas que quisiéramos que pasaran, una fiesta a la que vamos en un rato.
Muestra el sentido más primitivo de quienes nos gusta ir de farra, y “acabar los trapos”
Lo negativo de la situación, es que emula a muchas películas que ya hemos visto antes, y tarda demasiado en mostrar lo diferente de la propuesta.
Si bien, admito que lo disfrute, no puedo decir que es una película buena.
No tiene límites, y cuando las cosas se salen de control, disfrutamos.
Lo que viene después, es lo que termina por destruir un filme que nunca fue cinematográfico.
Siempre fue un comercial para mala música y ropa de adolescentes.
Demasiado de esto, es algo dañino para el filme.
Demasiadas secuencias en cámara lenta, con música Hip Hop; inclusive, demasiadas tetas... a modo de un vídeo musical para un rapero.
Además de esto, la trama toma un giro permisivo al final:
Estos chicos, no deberían ser perdonados por lo que ocurrió.
Deberían ir presos.
Este perdón, hace del filme absurdo, y rompe con el esquema de peligro que su género a lo “found footage” tiene.
La sociedad de EEUU, sale muy mal parada, sobre todo por el consumismo.
El gran progreso económico de los Estados Unidos, no corre parejo con su evolución social.
Los personajes hablan siempre con una jerga infumable a base de tacos, exabruptos, y se comportan como si fueran todos mongólicos, incluso parece que se han escapado de un manicomio.
De la tele basura, hemos pasado en definitiva, a la sociedad basura.
En fin, una visión lamentable del modo de vida estadounidense, que se vende muy bien en el extranjero, y en cierto modo, de todas las sociedades occidentales, cuya crisis actual, no sólo es económica, sino ideológica e intelectual.
Y en esencia, viene a retratar con bastante acierto una generación perdida y desarraigada, adicta a las nuevas tecnologías, como el uso del “found footage”, más que cambiar el estilo del género, es un recurso inevitable, consecuencia de la cultura social actual:
Hijos de unos padres excesivamente permisivos, que no han sabido transmitir deberes, sino derechos.
Y, claro está, una generación extremadamente salida, aunque en eso no hemos cambiado desde los clásicos de Hollywood.
Con los mejores momentos, de la persecución del loco al coche de Thomas en busca de su gnomo; al niño de seguridad electrocutando al vecino...
Después de la llegada de la policía, Costa grita:
“¡Hasta que salga el puto sol!”... y de desata la locura.
Para resultar patética la escena de la policía y la gente en silencio en la parte de atrás…
Los asistentes a la fiesta, tirándose al suelo a recoger lo que se supone es éxtasis que había dentro de la figura del Gnomo, y directamente se lo tragan sin estar seguros de lo que es...
Como zombies de “The Walking Dead”
Y la parte final de la destrucción masiva, sobrada tras sobrada, árboles en llamas, coches explotando, disparos, helicópteros, gases lacrimógenos, cargas policiales...
Decir que me he visto la versión extendida, que tiene unos 6 minutos extras aproximadamente; no sé qué escenas tiene de menos la versión normal, pero si incluye el rap de cumpleaños censurado, realizado por el actor Simon Rex.
La banda sonora tiene canciones como “We want some pussy” de 2 Live Crew; “Pursuit of hapinnes” de Steve Aoki; y “Head will a roll” de Yeah Yeah Yeah’s que le dan ritmo a la película, en donde los puntos de quiebre suben y suben, así como grupos de todos los géneros:
Dr. Dre, Snoop Dogg, Eminem, LCD Soundsystem, Animal Collective, Metallica, Kanye West, Jay Z, Queens of the Stone Age, Four Tet, The Kills, Boys Noize... hasta Pitbull.
“And I'm sorry for all the times I called you “fat fuck”, “Pudgy bitch”, “Fudgy the whale”
And I'm sorry for that time at your brother's Bar Mitzvah when I told everyone you look like Rosie O'Donnell because you don't”
La libertad para muchos, es igual a la anarquía más absoluta, añadiendo a ello la lujuria, la desinhibición por encima de todo, y yo no estoy de acuerdo…
Los héroes de hoy en día, son recordados por mear encima de un borracho, y conseguir más “Likes” al colgarlo en redes sociales.
Y es que tras el lanzamiento de Project X, muchas fiestas se inspiraron en la película:
El 9 de marzo de 2012, “Project M” se convirtió en el primer evento en llamar la atención de los medios de comunicación, después que una invitación para una fiesta, fuera publicada en Twitter por Mikey Vasovski, un estudiante de secundaria de Farmington Hills, Michigan, y posteriormente se pasó a miles de usuarios, hasta el punto de que el mensaje estaba siendo reenviado una vez por segundo, y se publicó en Craigslist.
El evento se denominó “Project M” por Vasovski, y la invitación contenía la dirección de una vivienda hipotecada, donde la fiesta se llevaría a cabo.
A las 9am del 9 de marzo, los posibles asistentes a la fiesta, comenzaron a aparecer, pero a las 11, la fiesta había sido cancelada oficialmente, cuando la policía comenzó a retirar a la gente.
Basándose en su trabajo de promoción, Gawker Media le ofreció una pasantía de verano a Vasovski…
El 10 de marzo de 2012, una segunda fiesta ganó la atención de los medios:
Titulada “Proyect Kris”, la organizó un estudiante canadiense.
En las primeras 24 horas, la invitación había sido vista por más de 900 mil personas.
El evento, supuestamente pretendía ser una pequeña fiesta para 30 personas…
El 13 de marzo de 2012, 2 fiestas por separado, se intentaron en Miramar, Florida, y en Houston, Texas:
En Miramar, las personas fueron invitadas a una vivienda hipotecada, para recrear la cinta como “Project X House Party 2”
El promotor fue arrestado antes de que la fiesta comenzara, y fue acusado de daño criminal, al pago de $19 mil.
La policía afirmó, que se apartaron a 2 mil adolescentes que se acercaron a la propiedad, conscientes de la cancelación de la fiesta.
Mientras en Houston, 13 adolescentes fueron arrestados después de realizar con éxito, una fiesta que causó hasta $100 mil de daños a una casa vacía.
Cuando la policía interrogó a los adolescentes acerca de su motivación, afirmaron que se inspiraron en el filme Project X.
Una 2ª fiesta en Houston, atrajo entre 500 y 1,000 personas, pero resultó con la muerte de una persona, después de que uno de los asistentes comenzó a disparar con un arma de fuego, cuando la policía intentó disolver el evento.
El 21 de septiembre de 2012, en la pequeña ciudad holandesa de Haren, hubo una fiesta fuera de control, después de una invitación por Facebook.
Informes de prensa indicaron que “hubo múltiples menciones de una película estadounidense llamada “Project X”, y que algunos juerguistas llevaban camisetas impresas con “Project X Haren”
El daño se estimó en más de 1 millón €, unos $1,320.000.
En 2012, se celebró en Pilar, provincia de Buenos Aires, Argentina; una fiesta llamada “Proyecto X”, que reunió a 4,500 adolescentes, a quienes se les vendía alcohol.
En 2014, una fiesta llamada “Project P”, en el condado de Mecosta, Michigan, atrajo a más de 2 mil personas a una casa de campo aislada.
Según los informes, se contrató para la fiesta a strippers, un lanzador de fuego, y 2 DJs.
Decenas de invitados, fueron trasladados a hospitales de la zona, después de una sobredosis de drogas, especialmente por heroína; por el consumo de alcohol, y se reportó una violación sexual.
Las 7 estaciones de policías que acudieron, decidieron cerrar el perímetro para no empeorar la situación, debido al riesgo de que cientos de conductores ebrios, huían de la escena; y 3 presuntos organizadores del desbando, fueron acusados formalmente.
Así las cosas, primero disfrutamos, y luego lamentamos, aunque lo veamos en pantalla, pues luego ponemos tweets criticando a la humanidad, a los que nos mandan, a los jóvenes, y todos nos volvemos muy concienciados, los apoyamos y decimos:
“¡Qué asco de país, qué asco de mundo, qué asco de todo!”
Luego vamos al cine, vemos Project X, y lo primero que decimos es:
“Ojalá hubiera estado en esa fiesta”
Sinceramente, Project X es una fiesta donde solo parece celebrarse la defunción de una generación, si estos drogatas son el futuro, que paren el tren, que me quiero bajar; pues esta es la basura de juventud que tenemos hoy.
La popularidad es falsa, fugaz y efímera.
Lo peor es que todos pueden ver lo que realmente es, incluso cuando pretendan respetar la popularidad del momento.
Ten en consideración, que las personas están dispuestas a cambiar su lealtad en cuanto aparezca la siguiente estrella; así de volubles son los amigos con la popularidad.
“I'm gonna go have a long cry, and then start calling some lawyers”
I'm Thomas Kub.
It's my birthday today”
La popularidad, es la notoriedad social que acompaña a ciertas personas que son conocidas por su trabajo, a través de los medios de comunicación; este es el caso de los artistas de cine y de los cantantes, o también, puede darse la popularidad a menor escala, al tener notoriedad en un lugar concreto.
Existen distintos grados de popularidad; de hecho, la popularidad que está vinculada con el carisma, también es propia del chico más popular del grupo de amigos, que es un líder nato.
La verdadera popularidad, radica en el trabajo bien hecho, por tanto, el éxito es la conquista del esfuerzo, el trabajo duro, y el sacrificio.
En la sociedad actual, “la prensa rosa” ha dado lugar hacia un nuevo concepto de popularidad.
Este es el caso de las personas que son populares, simplemente por haber tenido una relación sentimental con un personaje famoso, o por haber participado en un “reality” de televisión, es decir, los llamados “celebrities”
Pero la popularidad puede ser muy efímera y muy engañosa, como refleja el ejemplo real de personas que después de haber alcanzado la cima, cayeron en el olvido…
Esta es una de las razones por las que es muy importante tener humildad, para no poner el valor personal en el aplauso ajeno, sino en uno mismo.
La popularidad, tiene un lado agradable, y otro menos amable.
Desde el punto de vista positivo, las personas famosas gozan de una buena posición social, cuentan con recursos económicos, reciben muchos elogios, y son admiradas por su público.
Sin embargo, desde el punto de vista negativo, la fama también es sinónimo de pérdida de libertad, al no poder desconectar del personaje en ningún momento.
Otro lado negativo de la popularidad, es el exceso de presión que pueden sentir las personas, al ser conscientes de que todo aquello que hacen tiene eco y repercusión en los medios.
Además, las personas famosas, no solo reciben elogios sino también, críticas negativas.
Desde el punto de vista psicológico, asimilar la popularidad no es sencillo.
Con frecuencia, la fama trae consigo egos y vanidades en quien distorsiona la realidad, y se cree el centro del mundo.
Es más difícil asimilar bien la popularidad en la juventud, que en la etapa adulta, porque a partir de los 40 años, la persona tiene más experiencia y madurez para diferenciar lo prioritario, de lo secundario.
Además, piensa en la tendencia que tienen las personas populares a juzgar frecuentemente a los demás, inclusive, puede darse la oportunidad, que siendo tachado de raro, te conviertas en una tachador de “raros”; y piensa si perseguir enérgicamente la popularidad vale la pena, en especial, si solo se consigue a costa de los demás.
Son muchas las películas de Hollywood, donde nos muestran como los adolescentes y universitarios, se desbordan en sus fiestas sin medir las posibles consecuencias que ello pueda acarrear, y en ellas, siempre me queda la duda si su realización es para vendernos un tipo de cultura, o como crítica de ellos mismos a sus comportamientos poco éticos…
Desafortunados adolescentes, que sólo piensan irresponsablemente y desbordadamente en sexo, alcohol, drogas, y el deseo de ser reconocido por los demás, así sus actos no sean correctos.
Pues la idea que vende, es que en los cerebros de los jóvenes, no hay nada más que basura.
¿Qué pasaría si unos pringados consiguiesen el sueño de su vida?
Un sueño que, para la generación de los “realities” de MTV y demás, pasa ineludiblemente por alcanzar la mayor popularidad en el instituto.
Pero claro, si en los 80 eso significaba ser “reyes de la fiesta de graduación”, en la era de Facebook, Twitter, y tantas otras redes sociales, como YouTube, la cosa se vuelve más complicada... o más sencilla.
Ha cambiado la galería de espejos que refleja el recorrido, generalmente de una noche, de estudiantes que empiezan a celebrar las mieles del verano, y las sobredimensionadas perspectivas universitarias.
“Party rocking” desde que el mundo es mundo, o desde que el mundo empezó a lucir aceras y jardines, lo bastante limpios como para que los mozos pudiesen ocuparlos con sus tocadiscos y sus botellas.
Porque si hay algo que teme todo adolescente solo en casa, y decidido a montar una fiesta multitudinaria, es que al día siguiente aparezcan unos incriminatorios registros de vídeo con toda la juerga documentada…
“I don't know how to fix this.
I don't know how to fix any of this shit.
I'm sorry Thomas.
I just wanted to get some pussy”
Project X es una comedia del año 2012, dirigida por Nima Nourizadeh.
Protagonizada por Thomas Mann, Oliver Cooper, Jonathan Daniel Brown, Kirby Bliss Blanton, Dax Flame, Miles Teller, Nichole O'Connor, Alexis Knapp, Jillian Reynolds, Martin Klebba, Rick Shapiro, Caitlin Dulany, Peter MacKenzie, entre otros.
El guión es de Matt Drake y Michael Bacall; y fue originalmente concebido, como un nombre temporal, pero el título no se cambió, porque el secreto generado a su alrededor, aumentó el interés en el mismo.
Los productores, con el fin de mantener la confidencialidad, decidieron no enviar guiones a ningún miembro del futuro reparto, y en su lugar, proporcionaban solo páginas especiales con marcas de agua.
El origen del proyecto, lo explica Todd Phillips así:
“…nos sentamos en círculo en una habitación, y comenzamos a compartir historias de fiestas memorables, algunas que habíamos vivido, y otras de las que solo habíamos escuchado hablar”, explica el productor de “The Hangover” (2009)
“A partir de ahí, solo teníamos que decidir la sensación que queríamos transmitir, la perspectiva, y la historia de la película.
Esa es la parte divertida.
Y Cuando llegó la hora de los ensayos con los actores, se les pidió que contaran sus momentos más locos y surrealistas en las fiestas en las que habían estado, con el fin de que los guionistas los incorporaran al guión.
La personalidad y las anécdotas que aportó cada actor, influyeron tanto en la producción de Project X, que decidieron que sus personajes tuvieran los nombres y apodos de los propios intérpretes”
Por su parte, Nima Nourizadeh, es un director inglés de origen hindú, especializado en videoclips y comerciales; y Project X es su salto a la gran pantalla y a la dirección de largometrajes.
Tal vez sea su procedencia hindú, lo que motivo la visión tan poco complaciente que da de la sociedad estadounidense, que ofrecen una imagen deplorable en este título:
Unos muchachos descerebrados, y que utilizan un lenguaje empobrecido, vocabulario minúsculo, y términos malsonantes, que deciden convertirse en personajes populares en el instituto:
Thomas (Thomas Mann), Costa (Oliver Cooper), y J.B. (Jonathan Daniel Brown) junto con Dax (Dax Flame), quien filmará todo, pues es un silencioso cámara gótico, al que convencen para ello; deciden organizar una fiesta salvaje en casa del cumpleañero, y promocionándola en las redes sociales como “la fiesta más loca de la temporada”
Además, los chicos deciden grabarla, para luego colgarla en la red.
Pero, poco a poco, irán surgiendo una serie de complicaciones imprevistas...
Cierra la fauna, Kirby (Kirby Bliss Blanton), la amiga de toda la vida del protagonista, la típica con la que este se acostaría, pero ella parece lejana en popularidad; un par de niños negros que se encargarán de la seguridad, y que se creen ninjas; y un sinfín de personajes:
Desde vecinos, camellos, y hasta un enano o un perro.
La fiesta queda completamente fuera de control, y todo queda grabado.
Por momentos, Project X da la sensación de estar viendo un videoclip con música alta, que anima a bailar y con constantes secuencias presentadas como diapositivas plagadas de jóvenes borrachos y/o drogados, un reparto escatológico que mezcla vómitos y micciones por doquier, alguna escena de sexo, y un festival de bustos femeninos para todos los gustos…
Las noticias corren como la pólvora, y arruinan sueños, manchan el historial de las personas, y nacen leyendas....
La ironía del director, es demoledora.
Tras destrozar el barrio donde viven, provocar incendios, la huida del vecindario, violencia fascistoide, y demás desatinos, los descerebrados acaban conquistando un gran prestigio social en el instituto, se convierten en héroes, y en personajes importantes a los que todos admiran, por haber hecho realidad esa fiesta tan particular, que en realidad ni siquiera pretendieron.
En definitiva, Project X muestra cómo el descerebramiento puede convertirse en la piedra de toque para conseguir ese bien tan preciado que es “la popularidad”
Profundamente irresponsable, Project X es un aviso a los padres y a la policía de todas partes.
“The party you've only dreamed about”
Nima Nourizadeh toma un evento particular, e incluso cotidiano, como es una fiesta preparatoriana, y la lleva a otro nivel.
La fiesta épica de la región de Pasadena; una subida estrepitosa a la cumbre de lo “cool”
Así el debut en el cine como director de Nourizadeh, que nos hace participes de la mayor fiesta que hayamos visto en el siglo XXI; y decide llevar al extremo las consecuencias destructivas de reunir a una multitud de adolescentes con las hormonas revolucionadas, barra libre de alcohol, y una buena ración de éxtasis gratuito.
Y lo hace subiéndose al último carro, el de la cámara en mano, que busca otorgar una pátina de realidad a lo que estamos viendo, basado en la repetición de una fórmula primigenia que se ha ido actualizando hasta nuestros días:
El perdedor que busca una popularidad gratuita y efímera, y de paso, perder la virginidad; empresa a la que contribuye, relajando notablemente el esfuerzo, el tirón de las redes sociales.
Thomas, Costa y J.B. son 3 alumnos del último año de instituto, que pasan totalmente desapercibidos para todo el mundo.
Su misión es salir del anonimato, y darse a conocer por todo lo alto.
En teoría, su proyecto no deja de ser de lo más inocente e inofensivo:
Montar una fiesta en casa de Thomas, aprovechando que sus padres están fuera, para dejar huella en todos sus compañeros, y grabarlo todo en vídeo.
Sin embargo, nunca hubieran imaginado en lo que podría desembocar todo eso...
El rumor comienza a propagarse como la espuma, hasta que todo el mundo se entera.
La convocatoria será un éxito; las cosas irán más o menos bien, hasta que, poco a poco, todo comenzará a descontrolarse, cuando se intoxiquen con éxtasis, y empiecen a desvariar, llamando la atención de los vecinos y la policía.
A pesar de eso, ellos seguirán con la fiesta... sin saber hasta dónde llegarán las consecuencias.
Todo culmina en la actitud de un padre que, pese a estar viendo cómo sacan su coche de una piscina, que hacía unas horas estaba llena de gente desnuda, no puede evitar aplaudir la capacidad de convocatoria de su hijo, y sólo se le ocurre decir:
“¿Hubo mucha gente al menos?”
Así nos va...
Desde lo técnico, se utiliza para dar más verosimilitud a lo que vemos, el uso y abuso de la cámara en mano, como si todo estuviese grabado por uno de los asistentes a la fiesta en cuestión.
“Esa perspectiva pasaba por los múltiples puntos de vista, desde los que se puede filmar la acción.
Teniendo en cuenta que en una fiesta todo el mundo puede grabar lo que sucede con su móvil, el rodaje iba a exigir hasta 8 tipos diferentes de cámaras, si bien la que se utilizó como principal fue la HD Sony F23, capaz de grabar con iluminación extrema, y de captar tanto la luz del sol como la estroboscópica de la noche; además, durante las 25 noches que duró la filmación, se repartieron una docena de cámaras Flip entre los extras, unos 200 en total; y se les pidió que registraran cualquier cosa divertida que pasara a su alrededor”, explica el productor Todd Phillips.
Hubo periodos de grabaciones, de hasta 20 minutos que eran solo del baile de los extras…
Por tanto, Project X se presentó principalmente desde la perspectiva del personaje Dax y su cámara.
Aparte de esto, se utilizaron imágenes proporcionadas por el reparto y extras, con dispositivos de grabación como BlackBerrys e iPhones, para capturar los eventos que ocurren fuera de la perspectiva del camarógrafo.
Esto dio lugar, a horas de material inservible, que tuvieron que ser revisadas por Nourizadeh y su equipo, para encontrar segmentos que pudieran ser incorporados en la película final.
Nourizadeh declaró que “cuando se tiene material verdadero, siendo grabado por personas reales, se siente entonces como es”
Se encontró material de archivo; y odiaba pasar 10 horas mirando a través de trozos de material, pues “la gente no pulsa parar, es como si lo tuvieran en sus bolsillos”, comentó.
Otro material fue proporcionado por la policía de ficción, y cámaras de televisión, para dar una perspectiva diferente de los hechos.
Muy bien realizada, Project X está totalmente rendida a una espectacularización que aumenta sus niveles de catarsis colectiva, y que desde su exagerada irrealidad, quita hierro a reprimendas posteriores que podrían llover desde sectores conservadores, pues la narrativa se sirve de elementos que contribuyen a que el menú sea aún más digerible, tales como una banda sonora propiamente dicha, o ralentizaciones a cámara lenta, que no buscan la verosimilitud documental propia de las grabaciones con cámaras caseras, teléfonos móviles, o cámaras de televisión, y de la policía.
El resultado es un batiburrillo en el que no termina de quedar claro, si es más importante que los protagonistas adquieran la popularidad que ansían obtener a través de la descontrolada fiesta, o la sucesión de fantasías adolescentes, hechas realidad, que van sucediéndose en pantalla, pues aquello es un festín de tetas y muy lésbico...
Que raro que sea solo entre mujeres y no se presenten gays… tan abierta la sociedad estadounidense…
Como dato, el lugar escogido para rodar, fue una casa ubicada en El Rancho Warner de Burbank, un plató consistente en un complejo de viviendas en una falsa calle residencial.
“No teníamos muchas opciones a la hora de buscar un barrio en el que rodar, porque cerrar un vecindario todas las noches, durante 5 semanas, hubiera sido muy molesto para la comunidad”, explica Phillips.
También, una ventaja importante, fue el hecho de que fuera rodada en orden cronológico, ya que de esta manera, el departamento artístico no tenía que volver a recuperar el aspecto que tenían ciertas partes del plató, antes de ser destrozadas.
¿Hay una intención paródica en Project X?
¿Crítica?
¿Se busca hacer un retrato exagerado de la juventud actual?
¿Hay un mensaje conservador, que viene a decir que los jóvenes, por definición, son un peligro, y cuando se juntan, lo son más?
¿O, de manera contraria, se busca decir que al fin y al cabo, son lo que sus mayores han creado?
¿Crítica al consumismo, las drogas, los padres, la responsabilidad…?
Project X, es de aquellas películas donde muy seguramente, una opinión genera bastante crítica, y es debido al abordaje de la temática, la cual para unos puede parecer muy divertida, mientras que para otros, todo un desastre.
La comedia “teen”, alcanza su punto más desesperadamente terminal en estos tiempos de crisis y juventud confundida, cuando el director toma partido por los descerebrados personajes, y minimiza la catástrofe provocada y sus consecuencias.
Esto realmente da miedo; pero la crítica se centró en contra de la misoginia percibida, lo miserable, el comportamiento repugnante de los personajes, y el desprecio por los efectos del consumo de drogas.
Otras opiniones la consideraron divertida y emocionante, y se la comparó como una encarnación moderna de la comedia “Animal House” (1978)
Luego de su lanzamiento, grandes fiestas con finales accidentados, han culpado o hecho referencia al largometraje como inspiración…
Vaya usted por delante, la realidad imitando la ficción, de la que hablaré al final de la nota.
Por ejemplo, Chris Hewitt de “Empire”, calificó a los personajes como:
“Impenitentes, nihilistas, viles, venales, animalistas, avaros, sin encantos, sin título, sub-Kardashian, mocosos imponentemente irresponsables” y terminó su opinión al afirmar que la película era “posiblemente la peor película de los últimos 20 años”
Todd McCarthy de The Hollywood Reporter, fue igualmente crítico, que la calificó de “sombríamente deprimente, “teensploitation”, tristemente sin gracia”, pero admitió que podría “cautivar a un público de edad de la escuela secundaria/universidad, que representa demográficamente, al igual que los atentados, confunde y disgusta a otros públicos, presumiblemente mayores”
El problema es que Project X es una comedia con un contenido humorístico muy limitado, siendo más importantes las locuras que pasen en la fiesta, a absolutamente cualquier otro elemento utilizado.
Tampoco es mucho mejor la cosa en el arranque, donde cualquier aspecto reflexivo sobre la adolescencia, y la necesidad vital de dejar de ser un pringado, adquieren tintes un tanto irrelevantes.
Me extraña, como después de tanto desastre, tan siquiera hubo un sólo muerto, porque todo lo que se realiza allí, es de bastante riesgoso, tal como lo advierten al inicio.
En cuanto a los protagonistas, la elección se hizo por medio de un “casting” abierto a través de la web ProjectXOpenCall.com.
Uno de ellos, Thomas Mann, ya tenía algo de experiencia en cine, pero en ningún caso en un proyecto de esta envergadura, ni en uno que ofreciera tantas posibilidades para la diversión:
“Fue increíble estar en el plató en una fiesta que pasa de ser una celebración, a un desenfreno total.
Me resultó difícil interpretar el terror que siente Thomas, ante el giro que da la fiesta, porque nos estábamos divirtiendo muchísimo”, asegura.
Mann audicionó 7 veces, antes de ganar el papel finalmente.
En el caso de Jonathan Daniel Brown y Oliver Cooper, ambos habían dejado la universidad e intentaban empezar una carrera como monologuistas, hasta que se encontraron con el regalo de sus respectivos papeles:
“No me lo esperaba; esperaba tener un trabajo donde me pagaran $8 la hora toda mi vida”, recuerda Brown en su debut cinematográfico.
Para Cooper, su forma de actuar de mala gana, tan natural que mostró, donde se sentía que daba la impresión de ser de New York, a pesar de ser originario de Ohio.
Pero los comentarios de su personaje, Costa, me resultan muy cargantes, pesados, estúpidos, idiotas, y más que inmaduros e inconscientes directamente con algún tipo de retraso mental.
¿Será porque es judío?
Y Dax Flame, fue descubierto a través de su blog personal de vídeos en YouTube.
Al describir a su personaje, Flame declaró:
“Debido a que está sosteniendo la cámara, mi personaje no tiene una gran cantidad de tiempo en pantalla, pero cuando lo hace, es muy impactante”, porque el personaje de Dax, está bajo investigación por la desaparición de sus padres…
Aquí hay un guiño a los “darks”, inclusive llama la atención que sea uno de los pocos que no toman nada, al igual que los 2 chicos de seguridad.
Otros actores que destacan entre la multitud son:
Kirby Bliss Blanton, que interpreta a una amiga de toda la vida de Thomas; Miles Teller, como el típico deportista popular y chulo; Rick Shapiro, haciendo las veces del furioso traficante T-Rick; Martin Klebba es el enano que descarga toda su furia en la fiesta; Rob Evors es el vecino; Caitlin Dulany y Peter MacKenzie son los padres de Thomas; Jesse Marco es el DJ que pone música a esa noche épica; y Brady Hender y Nick Nervies, son los 2 “seguratas” contratados por Costa.
Mientras los conductores de televisión, Jillian Barberie y Jimmy Kimmel, hacen un cameo como ellos mismos.
El reparto central, poco experimentado en su mayor parte, funciona muy bien, y las conclusiones finales, entroncan perfectamente con el desarrollo y el espíritu de un órdago a compartir, que coloca a los perdedores del Séptimo Arte, en lo más alto del cajón.
De hecho, lo más interesante es, cómo Nourizadeh lleva hasta las últimas consecuencias la explosión de hormonas del pobre protagonista:
Fuego, caos y disturbios, acaban por tomar el relato en una suerte de precisa analogía con la montaña rusa emocional del adolescente; y es que durante la fiesta, los creadores no muestran pudor en mostrar cuerpos desnudos, besos entre chicas, y todo lo que pasa en una fiesta de un “rock star”
Es algo que por más superficial que suene, siempre vamos a querer ver...
Si bien, Project X da en la diana en su retrato generacional, falla estrepitosamente en su mensaje final, cuando llegan las consecuencias de esa bacanal imposible que, mientras dura, no deja de ser divertida si uno se deja llevar por la juerga.
Las consecuencias de los actos del cuarteto protagonista, en parte son realistas.
La defensa de los padres hacia sus hijos, la actitud del padre que no riñe, sino que se sorprende de que su hijo perdedor, haya sido capaz de montar semejante embrollo; y el protagonista, volviendo al instituto como un triunfador, consiguiendo incluso a la chica…
Todo forma parte de una crítica hacia los fallos de la educación familiar moderna, lo cual está logrado, pero sus minutos finales parecen lanzar un mensaje subliminal de apoyo a la rebelión masiva.
Un desenlace feliz muy forzado que, pese a su coherencia, parece transmitir la idea de que sus actos les harán ser héroes.
Y este discurso, tengamos cuidado, es más incendiario, que montar la fiesta más salvaje del año.
Project X es la película más infame que podrás ver.
La razón es que muestra todas las cosas que quisiéramos que pasaran, una fiesta a la que vamos en un rato.
Muestra el sentido más primitivo de quienes nos gusta ir de farra, y “acabar los trapos”
Lo negativo de la situación, es que emula a muchas películas que ya hemos visto antes, y tarda demasiado en mostrar lo diferente de la propuesta.
Si bien, admito que lo disfrute, no puedo decir que es una película buena.
No tiene límites, y cuando las cosas se salen de control, disfrutamos.
Lo que viene después, es lo que termina por destruir un filme que nunca fue cinematográfico.
Siempre fue un comercial para mala música y ropa de adolescentes.
Demasiado de esto, es algo dañino para el filme.
Demasiadas secuencias en cámara lenta, con música Hip Hop; inclusive, demasiadas tetas... a modo de un vídeo musical para un rapero.
Además de esto, la trama toma un giro permisivo al final:
Estos chicos, no deberían ser perdonados por lo que ocurrió.
Deberían ir presos.
Este perdón, hace del filme absurdo, y rompe con el esquema de peligro que su género a lo “found footage” tiene.
La sociedad de EEUU, sale muy mal parada, sobre todo por el consumismo.
El gran progreso económico de los Estados Unidos, no corre parejo con su evolución social.
Los personajes hablan siempre con una jerga infumable a base de tacos, exabruptos, y se comportan como si fueran todos mongólicos, incluso parece que se han escapado de un manicomio.
De la tele basura, hemos pasado en definitiva, a la sociedad basura.
En fin, una visión lamentable del modo de vida estadounidense, que se vende muy bien en el extranjero, y en cierto modo, de todas las sociedades occidentales, cuya crisis actual, no sólo es económica, sino ideológica e intelectual.
Y en esencia, viene a retratar con bastante acierto una generación perdida y desarraigada, adicta a las nuevas tecnologías, como el uso del “found footage”, más que cambiar el estilo del género, es un recurso inevitable, consecuencia de la cultura social actual:
Hijos de unos padres excesivamente permisivos, que no han sabido transmitir deberes, sino derechos.
Y, claro está, una generación extremadamente salida, aunque en eso no hemos cambiado desde los clásicos de Hollywood.
Con los mejores momentos, de la persecución del loco al coche de Thomas en busca de su gnomo; al niño de seguridad electrocutando al vecino...
Después de la llegada de la policía, Costa grita:
“¡Hasta que salga el puto sol!”... y de desata la locura.
Para resultar patética la escena de la policía y la gente en silencio en la parte de atrás…
Los asistentes a la fiesta, tirándose al suelo a recoger lo que se supone es éxtasis que había dentro de la figura del Gnomo, y directamente se lo tragan sin estar seguros de lo que es...
Como zombies de “The Walking Dead”
Y la parte final de la destrucción masiva, sobrada tras sobrada, árboles en llamas, coches explotando, disparos, helicópteros, gases lacrimógenos, cargas policiales...
Decir que me he visto la versión extendida, que tiene unos 6 minutos extras aproximadamente; no sé qué escenas tiene de menos la versión normal, pero si incluye el rap de cumpleaños censurado, realizado por el actor Simon Rex.
La banda sonora tiene canciones como “We want some pussy” de 2 Live Crew; “Pursuit of hapinnes” de Steve Aoki; y “Head will a roll” de Yeah Yeah Yeah’s que le dan ritmo a la película, en donde los puntos de quiebre suben y suben, así como grupos de todos los géneros:
Dr. Dre, Snoop Dogg, Eminem, LCD Soundsystem, Animal Collective, Metallica, Kanye West, Jay Z, Queens of the Stone Age, Four Tet, The Kills, Boys Noize... hasta Pitbull.
“And I'm sorry for all the times I called you “fat fuck”, “Pudgy bitch”, “Fudgy the whale”
And I'm sorry for that time at your brother's Bar Mitzvah when I told everyone you look like Rosie O'Donnell because you don't”
La libertad para muchos, es igual a la anarquía más absoluta, añadiendo a ello la lujuria, la desinhibición por encima de todo, y yo no estoy de acuerdo…
Los héroes de hoy en día, son recordados por mear encima de un borracho, y conseguir más “Likes” al colgarlo en redes sociales.
Y es que tras el lanzamiento de Project X, muchas fiestas se inspiraron en la película:
El 9 de marzo de 2012, “Project M” se convirtió en el primer evento en llamar la atención de los medios de comunicación, después que una invitación para una fiesta, fuera publicada en Twitter por Mikey Vasovski, un estudiante de secundaria de Farmington Hills, Michigan, y posteriormente se pasó a miles de usuarios, hasta el punto de que el mensaje estaba siendo reenviado una vez por segundo, y se publicó en Craigslist.
El evento se denominó “Project M” por Vasovski, y la invitación contenía la dirección de una vivienda hipotecada, donde la fiesta se llevaría a cabo.
A las 9am del 9 de marzo, los posibles asistentes a la fiesta, comenzaron a aparecer, pero a las 11, la fiesta había sido cancelada oficialmente, cuando la policía comenzó a retirar a la gente.
Basándose en su trabajo de promoción, Gawker Media le ofreció una pasantía de verano a Vasovski…
El 10 de marzo de 2012, una segunda fiesta ganó la atención de los medios:
Titulada “Proyect Kris”, la organizó un estudiante canadiense.
En las primeras 24 horas, la invitación había sido vista por más de 900 mil personas.
El evento, supuestamente pretendía ser una pequeña fiesta para 30 personas…
El 13 de marzo de 2012, 2 fiestas por separado, se intentaron en Miramar, Florida, y en Houston, Texas:
En Miramar, las personas fueron invitadas a una vivienda hipotecada, para recrear la cinta como “Project X House Party 2”
El promotor fue arrestado antes de que la fiesta comenzara, y fue acusado de daño criminal, al pago de $19 mil.
La policía afirmó, que se apartaron a 2 mil adolescentes que se acercaron a la propiedad, conscientes de la cancelación de la fiesta.
Mientras en Houston, 13 adolescentes fueron arrestados después de realizar con éxito, una fiesta que causó hasta $100 mil de daños a una casa vacía.
Cuando la policía interrogó a los adolescentes acerca de su motivación, afirmaron que se inspiraron en el filme Project X.
Una 2ª fiesta en Houston, atrajo entre 500 y 1,000 personas, pero resultó con la muerte de una persona, después de que uno de los asistentes comenzó a disparar con un arma de fuego, cuando la policía intentó disolver el evento.
El 21 de septiembre de 2012, en la pequeña ciudad holandesa de Haren, hubo una fiesta fuera de control, después de una invitación por Facebook.
Informes de prensa indicaron que “hubo múltiples menciones de una película estadounidense llamada “Project X”, y que algunos juerguistas llevaban camisetas impresas con “Project X Haren”
El daño se estimó en más de 1 millón €, unos $1,320.000.
En 2012, se celebró en Pilar, provincia de Buenos Aires, Argentina; una fiesta llamada “Proyecto X”, que reunió a 4,500 adolescentes, a quienes se les vendía alcohol.
En 2014, una fiesta llamada “Project P”, en el condado de Mecosta, Michigan, atrajo a más de 2 mil personas a una casa de campo aislada.
Según los informes, se contrató para la fiesta a strippers, un lanzador de fuego, y 2 DJs.
Decenas de invitados, fueron trasladados a hospitales de la zona, después de una sobredosis de drogas, especialmente por heroína; por el consumo de alcohol, y se reportó una violación sexual.
Las 7 estaciones de policías que acudieron, decidieron cerrar el perímetro para no empeorar la situación, debido al riesgo de que cientos de conductores ebrios, huían de la escena; y 3 presuntos organizadores del desbando, fueron acusados formalmente.
Así las cosas, primero disfrutamos, y luego lamentamos, aunque lo veamos en pantalla, pues luego ponemos tweets criticando a la humanidad, a los que nos mandan, a los jóvenes, y todos nos volvemos muy concienciados, los apoyamos y decimos:
“¡Qué asco de país, qué asco de mundo, qué asco de todo!”
Luego vamos al cine, vemos Project X, y lo primero que decimos es:
“Ojalá hubiera estado en esa fiesta”
Sinceramente, Project X es una fiesta donde solo parece celebrarse la defunción de una generación, si estos drogatas son el futuro, que paren el tren, que me quiero bajar; pues esta es la basura de juventud que tenemos hoy.
La popularidad es falsa, fugaz y efímera.
Lo peor es que todos pueden ver lo que realmente es, incluso cuando pretendan respetar la popularidad del momento.
Ten en consideración, que las personas están dispuestas a cambiar su lealtad en cuanto aparezca la siguiente estrella; así de volubles son los amigos con la popularidad.
“I'm gonna go have a long cry, and then start calling some lawyers”
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