別告訴她 (The Farewell)

“中国人说,当人们得癌症时,他们就会死亡
杀死他们的不是癌症,而是恐惧”
(Los chinos dicen que cuando las personas contraen cáncer mueren.
No es el cáncer lo que los mata, es el miedo)

Una “mentira piadosa” es la afirmación falsa, proferida con intención benevolente; que puede tener como objetivo, el tratar de hacer más digerible una verdad, tratando de causar el menor daño posible; y suele ser utilizada simplemente para evitar fricciones innecesarias, secuelas o actitudes que pueden ser desagradables para alguien al que estimamos y apreciamos.
Y es que interpretamos que aquella persona que recibe nuestra mentira, “no sería capaz de soportar la realidad, y eso nos inspira protección.
Es una buena intención, que es lo que la diferencia de la mentira común, por lo que es la intención más que el contenido.
No obstante, el debate se da cuando se mezcla con la ética y la moral; y probablemente algunas personas consideran que toda mentira es reprochable, y por eso caen en algunas verdades innecesarias.
¿Cuál es el sentido?
En esta gente, tan brutalmente honesta, lo que habría que pensar es si su intención es decir la verdad, o herir al otro valiéndose de un pretexto moral.
Por su parte, Immanuel Kant, en su imperativo categórico, principio fundamental, del que según este autor derivan todos nuestros deberes y obligaciones; sintetizó su teoría moral:
Una máxima es moral si es universalizable, es decir, si la regla que nos autoriza a realizar ciertas acciones puede ser universal, o sea, que todos se rijan bajo esta regla.
Para Kant, el deber de no mentir, es una ley moral inviolable, porque el mentir no se debería convertir en una ley universal; mentir sistemáticamente, acarrearía desconfianza entre las personas, y no se podría vivir en sociedad, pues la confianza es la base primordial para establecer vínculos entre las personas.
Además, si la mentira fuera una regla universal, todas las personas sabrían que todos mienten, entonces la mentira ya no tendría el efecto esperado.
Por tanto, el decir la verdad, no debe depender de lo que el individuo quiera o desee, afirma Kant, sino que debe ser siempre así.
Para explicar esto, Kant diferenciaba los deberes categóricos de los llamados “imperativos hipotéticos”, que nos dicen qué hacer siempre, y cuando la acción sirva para cumplir un deseo.
Podemos deshacernos libremente de estos “imperativos hipotéticos” simplemente ya no teniendo el deseo de realizar la acción.
En contraste con ello, los requisitos morales como no mentir, son “deberes” categóricos, por lo que estos requisitos no dependen de si el individuo quiere o desea hacerlos, dependen de que “debe hacerlos”
Kant basa “los deberes hipotéticos” en los deseos, y “los deberes categóricos” en la razón; y siguiendo la línea de razonamiento de Kant, teniendo en cuenta la restricción que hace de no mentir bajo ningún motivo, podemos preguntarnos:
¿En realidad, el no mentir debe ser una regla universal?
No podemos perder de vista que, en la vida, se pueden presentar circunstancias en las cuales nos veamos bajo la imperiosa necesidad de mentir; por ejemplo, en el caso de que la vida de una persona dependa de que nosotros digamos una mentira, porque, por ejemplo, un asesino la persigue; guiándonos por el deber categórico de la no mentira de Kant, tendríamos que dejar que la persona muera…
Y si aceptamos el razonamiento de Kant:
¿Cómo podríamos resolver este problema?
¿Nace el hombre sincero, y es la mentira un comportamiento aprendido?
El filósofo y escritor, Francesc Torralba, no cree posible ofrecer una respuesta:
“Nacemos integrados en un sistema de creencias y valores que nos impiden conocer al ser humano en estado natural”
Aun así, defiende la teoría de que existe una tendencia inherente del hombre a la sinceridad, “pero ya en los primeros años de vida, existen mecanismos de control, de censura y de limitación, que hacen que aprendamos a gestionar la intimidad y los deseos en virtud de contextos y parámetros culturales”
“生活不仅与您的工作有关,还与您的工作方式有关”
(La vida no se trata solo de lo que haces, se trata más de cómo lo haces)
別告訴她 (The Farewell) es un drama chino, del año 2019, escrito y dirigido por Lulu Wang.
Protagonizado por Awkwafina, Tzi Ma, Jim Liu, Gil Perez-Abraham, Diana Lin, Yongbo Jiang, Shuzhen Zhou, entre otros.
Este es el 2º largometraje de Lulu Wang, que se basó en parte en sus experiencias, y que primero discutió públicamente como parte de su historia de radio, “What You Don't Know”, que apareció como parte de un episodio de “This American Life” en 2016.
Aquí, la curiosidad de su propuesta, es que la pequeña Nai Nai se interpreta a sí misma en la película; por lo que Lulu Wang dijo que ella mantuvo el secreto de su abuela durante y después de la producción cinematográfica.
“Era incómodo guardar el secreto, cuando la abuela visitó la filmación, a una cuadra de su casa”
Wang dijo que la película estaba basada en la enfermedad de su abuela, y afirmó que “yo siempre sentí la división en mi relación con mi familia versus mi relación con mis compañeros de clase y mis colegas, y con el mundo en el que habito.
Esa es la naturaleza de ser un inmigrante, y estar a caballo entre 2 culturas”
Hablado en chino, el relato sigue a una joven y su familia de EEUU a China, para afrontar la eventual muerte de la matriarca.
No obstante, 別告訴她 (The Farewell) se ocupa en paralelo de otras cuestiones que enriquecen dicha trama; siendo una película estadounidense, aunque con coproducción china, realizada por una escritora y cineasta estadounidense de familia china, que muestra cómo el desarraigo cultural va haciendo mella en las nuevas generaciones, desligándolas de las raíces de sus países de origen hasta el punto de perder su idioma originario.
Aquí, Wang remueve patrones culturales enfrentados para buscar una cierta llamada a la tradición bajo un barniz emociona; y no es sencillo realizar una película como esta, por lo suave de su trazo, por su apuesta por empapar de emoción cada secuencia, sin estridencias ni afectación, sin clímax grandilocuentes; pues en todo el metraje late una sincera reflexión sobre el sentido de la pérdida.
Pero también es una forma muy divertida de presentar una historia basada en hechos reales; y lo que hace que la película sea tan efectiva, es que, al indagar en un caso tan específico, invita al espectador a reflexionar sobre su propia familia.
La película se filmó principalmente en Changchun, China y en New York.
Visualmente, la directora de fotografía, Anna Franquesa Solano, declaró que las referencias para la película incluían “Force Majeure” y “Still Walking”
Sin embargo, agregó que su principal fuente de inspiración, provino de “pasar tiempo con la familia de Lulu, en su casa en Changchun, durante la preproducción”
La historia arranca tras descubrir que la querida matriarca, 奶奶/Nai Nai (Shuzhen Zhao) padece un cáncer de pulmón terminal, por lo que su hermana menor, la pequeña Nai Nai (Hong Lu) y su familia, decide que ella no lo sepa.
Esto está en línea con el dicho chino:
“Cuando las personas contraen cáncer mueren”; basado en la justificación de que no es necesariamente la enfermedad la que te mata, sino el miedo que destruye tu vida útil.
Así, convocan una reunión familiar en China, a la que se espera que acudan todos los miembros que la han conocido a lo largo de su vida.
Toda la familia extendida se suscribe, de mala gana, a la decisión; y organizan una boda falsa.
Esto es entre el cómico nieto 浩浩/Hao Hao (Han Chen) y su nueva novia japonesa, 爱子/Aiko (Aoi Mizuhara), hasta el pequeño Bau (Jinhang Liu) en este caso, con la cara permanentemente en su teléfono.
Aunque los padres de 王比莉/Billi Wang (Awkwafina), 王海燕/Haiyan (Tzi Ma) y 陆建/Lu Jian (Diana Lin), que viven en New York, se niegan a participar en lo que para ellos es una farsa, su joven y tozuda hija, se pone rumbo a China para poder despedirse de su abuela y, de paso, volver a forjar los vínculos perdidos con su familia, a causa de la distancia.
別告訴她 (The Farewell) captura hábilmente las dinámicas familiares complicadas, con un drama conmovedor y bien actuado, que combina la especificidad cultural con temas universalmente relacionados; así como una lucha chino-estadounidense con el tradicionalismo de su pasado, y su impacto en el futuro; pues Billi es un motor absorbente para la mirada introspectiva de la película, como una máxima en la reunión familiar inusual; y mientras somos testigos de las dinámicas familiares, y del choque cultural entre oriente y occidente, que incluso hoy y en cosas que asumimos tan básicas como la relación médico – paciente, la cinta nos hace reflexionar sobre nuestra propia familia, sobre todas las cosas que quisimos decir y no dijimos y, también, sobre todas las que dijimos y desearíamos haber callado.
Así se nos enfrenta al dilema sobre, si deberían contarle a Nai Nai la verdad de su enfermedad, o no.
Desde una óptica occidental, parece muy egoísta, e incluso ilegal, ocultarle esa información a alguien, pero la cinta consigue que nos planteemos realmente si no es lo más conveniente.
De esa manera, Lulu Wang cuenta conmovedoramente no solo una historia sobre las negociaciones de amor familiar, sino también sobre la experiencia de los inmigrantes, de volver a visitar la patria para, en algunos sentidos, decirle adiós; así como es un vistazo a las tradiciones y costumbres orientales, sobre todo en oposición/contraste a las occidentales, donde si bien el choque cultural es evidente, también lo será el generacional; pero el amor es lo que prevalece, así como el respeto hacia una cultura milenaria; y universalmente, el filme muestra el apego que sentimos hacia nuestros abuelos, y la importancia que tienen en el núcleo familiar; porque esta obra tiene una resonancia especial con todos aquellos que hayan emigrado, dado que analiza el rol de la familia y de las tensiones que crea la distancia, así como de los lazos entre los miembros.
También es interesante el choque cultural y generacional dentro de la comunidad asiática inmigrante, con un enfrentamiento entre la rigidez de la primera generación, más conservadora social y económicamente que la segunda generación, donde hay un desapego de las normas culturales de sus padres.
Como si no fuera suficiente, la película también analiza la imagen que la sociedad china actual tiene de sí misma, contrastando la población que emigró con aquella que permaneció, que oscila entre el orgullo personal de no necesitar a nadie, y al mismo tiempo, buscar la validación de los individuos e instituciones occidentales.
Pero Billi, será la dinamita que a lo largo de la historia estará en constante dilema pensado, si es correcto o no, tomando consideraciones que tienen que ver con la búsqueda de identidad, si la tienen, de los inmigrantes de, como se ven las cosas en el Oriente y Occidente, ya que su mayor tiempo de vida ha sido en EEUU; la confortable calidez y también el riguroso control familiar, el supuesto derecho a saber la verdad, y de quienes la asumen y quienes la ocultan; y, si es válida para proteger a un ser querido.
Total, Billi se enfrentará a sus convicciones sobre cómo afrontar la muerte; y cómo expresa su directora:
¿Era más compasivo mantener a una mujer fuerte e inteligente, una verdadera matriarca, en la ignorancia?
¿No es la sinceridad lo más importante en las relaciones?
¿No tenemos todos, el derecho inalienable de morir y despedirnos a nuestra manera?
Por encima de todo, la película trata sobre un tema importante relacionado con la comunicación en momentos muy especiales de la vida de una persona, y los puntos de vista de afrontarlos según las culturas; por lo que estamos ante una historia sobre los distintos lenguajes del amor, y sobre el modo en que cada cultura lo demuestra y lo transmite.
En la cultura china, la familia considera que la mejor forma de demostrarle a la abuela su amor, es manteniéndola al margen de la realidad, y eso es completamente distinto a lo que estamos acostumbrados en Occidente.
別告訴她 (The Farewell) es una pequeña película melancólica, que explora las diferencias culturales, y trata la muerte de una manera totalmente encantadora y discreta; sin olvidar que tiene su mensaje antropológico, diálogos interesantes, tono ligero, vivacidad melancólica, y un sentido paródico; oscilaciones entre la melancolía y la hilaridad, pero evitando el humor obvio o ramplón.
Todo ello sin afectación.
Lo cómico, lo irónico y lo dramático, bailando al compás de una interesante y alegórica música de Alex Weston, junto a una bonita fotografía esplendente de Anna Franquesa Solano.
“他们什么时候要告诉我?
你怎么能让我这样发现呢?”
(¿Cuándo iban a decirme esto?
¿Cómo pudiste dejarme descubrirlo así?)
La premisa de esta película, se basa en una historia real de Lulu Wang, como lo hace la familia en la película, su familia realmente le mintió a la abuela de Wang sobre el diagnóstico de cáncer terminal, en un intento de prolongar su vida.
Así, el elemento de la historia en el que usan, una boda familiar, como una excusa para que todos vengan a visitar a la abuela porque ella está muriendo, también se basó en hechos reales.
Pero Wang tuvo muchos problemas para encontrar financieros que respaldaran la filmación.
Los productores estadounidenses se opusieron al elenco asiático, e insistieron en que necesitaba agregar personajes blancos prominentes.
Los financieros chinos pensaron que la historia era demasiado estadounidense, y también insistieron en agregar caracteres blancos.
Entonces, en otro intento de llamar la atención sobre el proyecto, Wang adaptó la historia en un segmento del episodio del 22 de abril de 2016, del programa público de narración de radio “This American Life” donde Chris Weitz viene como productor, y obtiene otro financiamiento.
La película comienza con una tarjeta que dice que está “basada en una verdadera mentira”
Billi vive en New York con sus padres Haiyan y Jian, pero sigue muy cerca de su abuela en China, Nai Nai, y hablan por teléfono todo el tiempo.
Un día, Billi recibe una llamada de Nai Nai por la mañana, en New York, y se alborota como hacen todas las abuelas con sus nietos…
Lo que Nai Nai no le dice, es que está en el hospital para algunas pruebas acompañada de su hermana, la pequeña Nai Nai; y acuerdan que hablarán más tarde, por lo que Nai Nai se hace una tomografía computarizada.
Su hermana, va a hablar con el médico después, y luego le dice a Nai Nai que no hay nada malo, solo “algunas sombras benignas”
Pero Billi no está realmente bien en su vida, y mientras habla por teléfono con Nai Nai, más tarde ese día, abre una carta que dice que su solicitud para una beca Guggenheim ha sido rechazada.
Ella guarda esta información de Nai Nai y de todos los demás; y va a visitar a sus padres, donde su madre se lamenta por el hecho de que ella no tiene dinero, o parece no estar avanzando en su vida.
También le dice que ella y Haiyan se irán a China al día siguiente, porque su sobrino Hao Hao se va a casar con Aiko, que es japonesa y no habla chino; y Billi no debe acompañarlos.
Cuando Billi pregunta por qué la boda es tan apresurada, Jian la calla mientras Haiyan está durmiendo; y pregunta por qué, ya que son solo las 6:00 PM…
Billi luego entra a la habitación donde su padre está sentado en la cama; y pregunta qué está mal, porque puede decir que algo no está bien, y pregunta si él ha estado bebiendo, lo cual él niega.
Haiyan finalmente le dice que Nai Nai tiene cáncer de pulmón en etapa cuatro, y que la boda es solo una excusa para que todos vayan allí y la vean.
Billi dice que debe ir, pero sus padres se niegan; Jian dice que no le están contando a Nai Nai sobre su condición, porque en China, las familias creen que si le dices a alguien que tiene cáncer, mueren, no por la enfermedad sino por el miedo.
Y la razón por la que no quieren que se vaya, es porque las emociones de Billi se muestran en su rostro, y Nai Nai sabrá que algo está mal...
Billi finalmente aparece en China, para consternación de sus padres, y deleite de Nai Nai; a lo que Jian pregunta una vez más, de dónde obtuvo Billi el dinero para el boleto de avión, pero Billi no responde; en cambio le muestra que puede ocultar sus sentimientos.
A partir de entonces, se trata de la planificación de la boda y las diferencias entre Estados Unidos y China, con Jian y YuPing, un pariente lejano, hablando de oportunidades de vida en los 2 países; pero Nai Nai corta los argumentos, diciendo que no pueden criticar a China, pase lo que pase.
Luego, Nai Nai le enseña a Billi algún tipo de ejercicio de caminar/respirar que implica gruñir en voz alta “para que pueda hacerlo solo cuando regrese a Estados Unidos”
Billi lucha con la cosa de “no le estamos diciendo a Nai Nai que tiene cáncer” y sigue planteándola, solo para que la callen una y otra vez.
Finalmente, después de una noche de consumo excesivo de alcohol por parte de la familia inmediata, Nai Nai va al hospital después de un ataque de tos.
Una vez más, Billy habla con el médico sobre la situación con Nai Nai, y él también le aconseja que no le cuente sobre su condición.
Él le dice a Nai Nai, que la tos ha quedado de la neumonía que había tenido a principios de año, y que es una infección secundaria.
Él acepta cambiar su medicina, y ordena una radiografía; pero luego Billi encuentra a su padre y su tío 海滨/Haibin (Yongbo Jiang) fumando en el hotel donde se alojan todos, y ella vuelve a mencionar las mentiras.
Haibin explica que la diferencia entre vivir en Estados Unidos y en China, es que en Estados Unidos la gente cree que su vida se pertenece a sí misma, mientras que en China, la vida de las personas es parte de un todo, de una familia, de la sociedad, por tanto, es el deber de la familia llevar la carga emocional del conocimiento del cáncer para Nai Nai.
Billi le dice a su madre que quiere quedarse en China para cuidar a Nai Nai, pero Jian no lo acepta, y una vez más regaña a su hija, ya que “no puede cocinar, no puede limpiar, ¿qué va a hacer?”
Billi menciona que no pudo venir a China cuando murió su abuelo, Ye Ye en mandarín; y cómo eso la afectó; y Jian una vez más evita hablar de ello.
Antes de la boda, Nai Nai le pide a Billi que sea amable y cortés con los invitados a la boda, sonriendo y saludándolos, y aceptando cantar si se les pide que lo haga.
El día de la boda, después de discutir con su hermana por tener que esperar hasta el lunes para obtener sus resultados de rayos X, Nai Nai llama la atención de Billi, y le hace un gesto para que sonría; así que Billi hace lo que se le ha pedido que haga, y es amable con todos.
Sin embargo, en el momento de los discursos, Haibin, padre del novio, sube al escenario, y básicamente pierde la cordura y comienza a llorar, lo que él atribuye a estar “muy feliz”
Billi también sube al escenario y hace un discurso, con la ayuda de su padre, quien le dice “mandarinas” al chino mandarín; y también hacen karaoke juntos para cantar “Killing Me Softly”
Después de un escandaloso juego de beber, Hao Hao comienza a llorar desconsoladamente... y cuando llega el momento de la foto familiar con la novia y el novio, Nai Nai pregunta, por qué el novio está llorando, y una vez más le dicen que “son lágrimas de alegría”
La pequeña Nai Nai pregunta si pueden tomar una con su cámara, que Nai Nai dice que le dio a la Sra. Gao, su criada; y cuando la pequeña  Nai Nai pregunta dónde está la Sra. Gao, Nai Nai dice que la envió al hospital para obtener los resultados de la radiografía.
Tan pronto como se toma la foto, Billi se dirige al hospital para interceptar a la Sra. Gao, lo que hace, solo para darse cuenta de que la Sra. Gao es analfabeta, y no sabe cuáles son los resultados de la prueba.
Luego, Billi y la pequeña Nai Nai llevan los resultados a una tienda para que los modifiquen, y se lean “sombras benignas”
Cuando el empleado de la tienda pregunta qué significa eso, la pequeña Nai Nai responde:
“¡No es terminal!”
Así, finalmente Nai Nai obtiene los resultados de la prueba, y les dice a todos:
“¡No se preocupen por nada!
¡Les dije que estaba bien!”
Después de eso, se encuentra con Billi antes de irse, y le da un sobre con dinero, porque ella le había dado uno a Hao Hao, así que Billi también recibe uno; y cuando Billi se opone, ya que no se casó, Nai Nai dice que esa es más la razón para que ella lo acepte, y no lo gaste en algo razonable como el alquiler, sino para conseguir algo bueno.
Billi luego le confiesa a Nai Nai que perdió la beca, y Nai Nai le informa que no es tanto lo que haces en la vida, sino la forma en que lo haces.
Billi y sus padres se van, y Nai Nai abraza a Billi por más tiempo antes de dejarla ir y asegurarle que se verán de nuevo.
Ahora, Billi está de regreso en la ciudad de New York, insegura de qué hacer, y mientras camina por la calle, se detiene y grita ruidosamente, como Nai Nai le enseñó; y la película termina, solo para mostrar un video de la verdadera Nai Nai, que aún se fortalece 6 años después de su diagnóstico de cáncer en etapa cuatro.
Escrita y dirigida por Lulu Wang, quien cuenta todo desde la perspectiva de Billi, quien nació en China, pero que Estados Unidos se ha convertido en su hogar, mudándose allí con sus padres cuando era niña; y como tal, su conflicto interno es muy parecido al de nosotros, por la ansiedad de tener que mentir descaradamente sobre la salud física de alguien, sino que también es nuestro conducto para comprender muchos de los temas de división cultural de Occidente y Oriente que son presentados por varios personajes.
Así, la acción sigue las andanzas de Billi, una muchacha de origen chino que vive en New York desde que sus padres emigrasen a “la ciudad de las oportunidades” cuando era muy pequeña.
Sin embargo, está a punto de cumplir los 30, y se siente un tanto perdida, sin haber conseguido alcanzar sus metas, ni sentimentales ni profesionales, esperando la aprobación de una beca de estudios que nunca llega…
Este personaje, que ha crecido con una visión occidentalizada de la vida, es un claro alter ego de la directora, criada en Miami, que tuvo que vivir las mismas circunstancias por las que atraviesa Billi:
Las de tener que regresar a su país de origen para despedirse de su querida abuela, diagnosticada de un cáncer terminal, que debería acabar con su vida en cuestión de pocos meses.
Pero no es este un reencuentro típico del familiar que recorre una larga distancia para estar junto a su ser querido en sus últimos momentos de vida, ya que, como suele ser una arraigada tradición en China, el resto de parientes ha decidido ocultar la gravedad de su estado a la anciana, por lo que se planea una reunión familiar fundamentada en la falsa excusa de la boda de un nieto de la mujer, con una novia a la que acababa de conocer hacía solo 3 meses.
Por lo que 別告訴她 (The Farewell) muestra de esta manera, cómo es el choque de culturas y las diferentes, opuestas, más bien, maneras de gestionar los sentimientos y las prioridades.
La mentalidad, mucho más abierta y rebelde de Billi, choca con la forma en que sus parientes más adultos afrontan la dramática situación, por tanto, la opinión de la chica sobre la necesidad de que su abuela conozca que está muriéndose, para que pueda resolver posibles temas pendientes antes de abandonar este mundo, es opuesta a la de sus padres y tíos, obcecados en que en China una persona es mucho más que un individuo con derechos para decidir sobre su propia vida, ya que este forma parte de una familia que está ahí para, valiéndose de una elaborada mentira piadosa, hacer que la persona enferma permanezca ajena a su situación real, el mayor tiempo posible, y esta, a la vez, es otra pequeña parte de una gran comunidad.
La cinta muestra así, en un amable tono de comedia dramática, los entresijos del viaje, físico y emocional de una protagonista que se debate entre ser fiel al individualismo en el que cree tras la educación adquirida en Estados Unidos, o apoyar al resto de sus familiares en esa gran mentira.
La directora, Lulu Wang, explicó que la mentira que forma la base de la trama de esta película, no solo es una verdadera historia familiar, ya que la propia familia de Wang, realmente mintió a la abuela sobre su diagnóstico de cáncer terminal, también le han seguido mintiendo sobre su salud, y la trama de esta película, ya que brindarle información detallada sobre la historia de la película, también revelaría la mentira inicial sobre su cáncer intratable.
“Mi abuela vino a la fiesta de inicio de producción.
Y conoció a todos los actores, vio claramente que estaban haciendo, ya sabes, miembros de nuestra familia.
Y Shuzhen Zhao, la actriz que interpretó a mi abuela, en realidad quería conocerla, entonces, ella fue a su casa a desayunar.
Y pasaron la mañana juntos.
Así, sabes, eventualmente, mi abuela llegó a saber que la película trata sobre nuestra familia.
Pero le dije que, ya sabes, era solo este tipo de historia de inmigración sobre esta familia que se fue, y regresa para una reunión debido a una boda, lo cual, ya sabes, es solo una mentira por omisión.
Es mentira.
Pero, ya sabes, creo que no fue tan difícil mantenerse al día, porque incluso cuando visitó el set, muchas de las escenas que vio, reflejaban la trama que le conté”
Wang también confirmó que su familia asumió que, mentir sobre la trama de la película, no representaría un problema, porque la abuela probablemente moriría antes de que saliera, lo que no sucedió...
Sin embargo, Wang dijo que su abuela finalmente había descubierto la verdad.
Cuando el moderador de Los Globos de Oro, le preguntó a Wang, si su abuela todavía no sabía sobre la trama de la película, o su propio diagnóstico de cáncer, la respuesta de Wang fue:
“Oh, Dios mío.
Esta es una pregunta complicada.
De hecho, acaba de enterarse.
Y es muy traumático que salga a la luz en China.
Y el título de la película es “No se lo digas” en chino.
Y su amiga vio una crítica, y estaba muy orgullosa de ella, una de sus amigas más antiguas, y se la envió a ella con un comentario:
“La película está basada en la vida real de la abuela de Lulu Wong, que fue diagnosticada con cáncer en etapa cuatro en 2013; por lo que su familia hizo una boda falsa para su prima de Japón, y su abuela no lo supiera.
Luego hizo una película al respecto..., así que pasó por toda la historia de nuestra familia, y mi abuela la leyó.
Y entonces le dijo a la pequeña Nai Nai, su hermana, que se interpreta a sí misma en la película:
“Solo pensé que eras realmente tonta, porque fuiste y filmaste una película, fuiste al estreno en New York, y regresas, no puedes decirme nada al respecto.
No puedes decirme de qué se trata.
No puedes decirme el título.
Pero mira, dice en el periódico que se llama “No se lo digas”, y es por eso que no me lo dijiste, porque soy “ella” del “no se lo digas”
Y es que toda la película habla sobre las mentiras que les contamos a nuestros seres queridos para evitar disgustarlos.
A Billi le parece inmoral mentirle de esa forma a su abuela, pero es la cultura china la que dicta esa manera de comportarse, una cultura que a Billi, a veces, le cuesta comprender; pero ella misma miente a sus familiares acerca de temas más triviales.
Al comienzo de la película, vemos cómo Billi habla por teléfono con su abuela, Nai Nai como se refiere a ella, esta le pregunta si lleva puesto un gorro porque en New York hace frío, y la protagonista le responde que sí, cuando realmente no lo lleva puesto.
Más tarde, también oculta información acerca de si le han concedido una beca, ella ya sabe la respuesta, pero no la comparte...
Al principio, lo más normal es que compartamos el punto de vista de Billi, al fin y al cabo, también pertenecemos a una cultura occidental, pero la película consigue convencernos cada vez más de la razón por la que en su cultura deciden comportarse de esa manera, y el motivo no podría ser más bienintencionado.
別告訴她 (The Farewell), pese a tratar un tema tan triste como es la cercanía de la muerte, y el ritual que supone la despedida de un ser querido, sorprende por un tono nada afectado, salvo algún detalle simbólico, como ese pajarillo extraviado que, de manera casi sobrenatural, aparece en 2 instantes ante Billi, provisto de una alegre ligereza que consigue extraer algunos buenos momentos de comedia, sobre todo en la parte que gira alrededor de los preparativos de la boda.
Hay en el guion de Wang, mucha verdad, y un gran amor por lo que cuenta y hacia cada uno de sus personajes, por lo que no se detiene a juzgar ni sus pensamientos ni sus decisiones, ya que todas, por opuestas que sean, se mueven en una misma dirección:
Buscar lo que es mejor para la querida abuela Nai Nai.
Todo el reparto está perfecto en sus contribuciones, y los personajes secundarios están muy bien definidos, desde los tíos que emigraron a Japón, a la hermana de la abuela que ha aparcado su vida familiar para cuidar de la enferma, de modo incondicional.
Pero es en la química que establecen la fantástica Awkwafina y Shuzhen Zhao, como esa anciana de fuerte carácter y espíritu jovial que, pese a estar consumiéndose por dentro, continúa funcionando como motor de toda la familia, siendo allí donde la película encuentra sus mejores escenas, las más intimistas y emotivas, como la despedida entre las 2 mujeres, logra conmover al espectador más duro de corazón, dentro de un conjunto que nunca sucumbe ante el dramatismo fácil.
Así, la obra de Wang no se detiene en la anécdota, ya que, entre líneas, la directora habla de temas tan trascendentales como las diferencias generacionales; el desarraigo que sufre en emigrante cuando regresa a su país, años después, como si le invadiera una sensación de no pertenecer a ninguna parte; y de esos secretos que todos guardan, ya sean mínimos, como ese padre que fuma a escondidas, con temor a que la esposa descubra que nunca dejó el tabaco; o la propia Billi, ocultando que su beca ha sido rechazada; o enormes como esa salud de hierro que los propios doctores que, cómplices de los parientes, dibujan a su paciente.
別告訴她 (The Farewell), será una propuesta pequeña y humilde, de esas que llegan sin hacer demasiado ruido a nuestras vidas, pero su visionado no deja de ser absolutamente reconfortante, removiendo ideas, pensamientos y emociones en un espectador que, ya sea oriental u occidental, no podrá evitar empatizar con las desventuras de una familia excéntrica y encantadora, como pudiera ser la de cualquiera, con sus grietas internas y sus errores, pero, también, solidaria y unida ante la adversidad; por lo que el filme consigue capturar la esencia de lo que es vivir entre 2 culturas, y los choques que se dan entre ellas; pero hay un interés genuino en mostrar la cultura china, con sus posibles virtudes y defectos, pero siempre desde un cariño latente, riéndose a veces de las tradiciones, pero mostrándolas desde el respeto de alguien que las ha vivido desde dentro.
Sin duda, lo más bonito es cómo consigue manejar la comicidad dentro de la tragedia, no hay escena que muestre esto mejor que una ceremonia que se da en un cementerio chino, en la que el equilibrio entre lo triste y lo cómico, el respeto por la tradición y la ridiculez del momento, llegan a su culmen.
Técnicamente, no hay nada del otro mundo, para una película tan pequeña, la escala a veces es realmente cinematográfica.
La directora y escritora, Lulu Wang, logra algunos momentos de cine gloriosamente memorables:
Una marcha decidida y con cara de piedra de los protagonistas claves hacia la cámara, es lenta durante unos 30 segundos, y es totalmente hipnótica.
Y una escena en un cementerio, es una obra maestra cómica de la tradición china; y acompaña el relato de una banda sonora, el sonido de temas de música clásica y ciertos detalles de la trama, todo ello para diferenciar el modo de vida occidental y el oriental.
En tanto en occidente prevalece una concepción individualista, en oriente es predominante un concepto colectivista, un todo ineludible que en el film representa a la familia, o incluso al país chino y sus tradiciones; y argumenta con claridad ambos puntos de vista, donde la cosa da para imaginar que ambas concepciones son compatibles.
Todo eso se desarrolla con planos fijos y una dirección ligera de Wang, cuyo resultado está más centrado en el montaje que en los movimientos de cámara, con pocos primeros planos, y el gusto por el encuadre; y la historia queda modulada por cierto convencimiento de la directora en lo que hace, y una elegante nota de ligereza.
La película resulta interesante en la excelente puesta en escena y la permanente reflexión alrededor de la denominada “mentira piadosa” para que la abuela no conozca su fatal destino; donde todos los personajes en sus diálogos e interacciones emotivas mienten; pero también se mienten a sí mismos; hasta Lulu Wang, como conoceremos al final, miente al espectador.
Mentiras en aras a la felicidad, lo cual el mismísimo Kant, para quien el deber de decir la verdad es una ley moral inviolable, no habría admitido; no así Nietzsche, para quien la verdad indulgente es plausible; pero la principal realidad es que estamos en China, en cuya cultura, la mentira para proteger a los ancianos de una verdad terrible como la inminente muerte, es concebible y aceptada.
No creo errar si afirmo que la idea contraria prevalente en occidente de decir la verdad al enfermo terminal, tiene un sesgo pragmático e interesado:
Voluntades, testamento, etc.
Todo es un relato íntimo de sentimientos, de nostalgia, del recuerdo perdido que nunca se recupera, del futuro y del pasado, donde los personajes huyen del estereotipo y el humor es elegante; sobre todo, lo anterior es captado por la gran Awkwafina, toda una revelación, tanto que ella protagoniza el filme, y sobre ella recae toda la trama y el simbolismo de la película, imperdible las escenas de su rostro, su contención y su tristeza es bastante desbordante sin llegar al patetismo propio del melodrama.
De ella, Lulu Wang ha dicho:
“Realmente ella quería interpretar a Billi, porque sentía un vínculo muy fuerte con el personaje y con la historia.
Su madre murió cuando era ella una niña, y esas emociones la ligaban de manera muy intensa a la historia.
Y creo que en su actuación se nota”
Mientras que Shuzhen Zhao, quien interpreta a Nai Nai, es muy popular actriz en China, y cómo tuvo que suplicarle personalmente que aceptara este papel.
Ella ofrece una actuación cálida, es un personaje de varias capas, que lleva algunas de las costumbres culturales chinas que serán ajenas al público no oriental, pero también guía a Billi a encontrar su propio camino dentro del tiempo limitado que les queda juntas.
Uno de los muchos rituales relajantes que se ven a lo largo de la película, es un ejercicio físico destinado a expulsar la energía negativa,  además de ser bellamente coreografiado.
También hay una devolución poética a la secuencia que bien podría ser un golpe al corazón.
Por ello, el personaje mejor desarrollado es el de Nai Nai.
Tanto el optimismo como la tranquilidad brotan de la matriarca familiar, que maneja su día a día con una sonrisa, sin sospechar demasiado de lo que puede avecinarse en su destino.
Ella tiene un gran corazón, y se lo hace saber seguido a sus seres queridos.
Por tanto, el largometraje es básicamente un drama, pero los tintes de comedia se hacen presentes en muchas de las secuencias en donde aparece la mencionada; y el final tiene un agradable atisbo perspicaz, que lo aleja de cualquier caudal de lágrimas fácil.
Sin olvidar a Tzi Ma y Diana Lin, que se ponen en la piel de Haiyan y Lu Jian, los padres de Billi; Lu Hong como la hermana menor de Nai Nai, y abuela real de la directora; y la presencia de Jiang Yongbo, Chen Han, Aoi Mizuhara, Zhang Jing y Li Xiang en diversos papeles.
Todos hacen que el filme sea muy cercano, por lo que vale la pena meterse en una tradición lejana que promueve la longevidad a costo del sufrimiento.
¿Y la eutanasia?
Quedan las lecturas…
Esta es una buena película sobre un tema difícil; pero el final de la película, no es el esperado, la muerte, y logra el truco de ser devastador y estimulante al mismo tiempo; y lo que encontré particularmente interesante, es que la película es verdaderamente multicultural.
No es una película estadounidense con algún contenido local insertado crudamente para atender a los mercados del Lejano Oriente.
La película es una mezcla casi igual de lenguaje americano y mandarín con subtítulos; tanto que Lulu Wang tampoco teme molestar a los funcionarios en ninguno de los 2 países.
¿Cuál es mejor, EEUU o China?
La pregunta sigue planteándose a Billi y discutida entre la familia.
Y, como es de esperar, hay aspectos positivos y negativos en cada lado.
La película realmente no toma partido; y eso es una posición realmente equilibrada para tomar.
Finalmente decir que la banda sonora es de Alex Weston, y es una de las estrellas de la película.
Es verdaderamente peculiar, con todo tan diverso como una versión vocalizada de “La Sonata No. 8, Pathetique” de Beethoven; una versión de karaoke de “Killing Me Softly”; y una versión china, enormemente entretenida y encantadora de “Without You” de Niilson sobre los títulos finales; y además de escribir y dirigir, Lulu Wang también toca el piano en la banda sonora de la película.
“我知道这很困难
这对我们来说也很困难”
(Sé que fue difícil.
También fue difícil para nosotros)
¿Por qué mentimos?
Por miedo, tanto en la edad infantil como en la adulta, mentimos por temor a lo que pueda pasar, a no controlar la situación o a vernos perjudicados por una determinada información.
Después, estaría la compasión, a la que atribuye la responsabilidad de las mentiras piadosas, que muchos desaprueban totalmente.
Porque la mentira piadosa, no es aceptable desde el punto de vista ético, pues significa tratar al otro de un modo paternalista, y no como un interlocutor válido, un sujeto autónomo.
Sin embargo, las mentiras tienen grados, y dependen mucho de las circunstancias…
Hay situaciones en las que, por no hacer daño a los demás o a uno mismo, faltamos a la verdad.
En estos casos, mentir puede evitar males mayores.
Esto no significa que se defienda la mentira:
Lo ideal es ser sincero, y aceptar las consecuencias que la verdad traiga consigo.
Pero como seres humanos que somos, la mayoría de nuestras mentiras son errores achacables a nuestra imperfección; y hay veces que, según los expertos, es aconsejable maquillar la verdad.
Mostrar su lado más benévolo, su cara menos cruel.
Por lo que debería prevalecer, no es tanto ser una persona 100% sincera, sino no decir nunca lo contrario de lo que pensamos.
Y por encima de la sinceridad a ultranza, están sus posibles efectos dañinos para los demás y uno mismo.
El hecho de no evaluar con anterioridad lo que vamos a decir, y cómo va a afectar a los demás, puede tener consecuencias muy negativas, tanto para nuestro entorno como para nosotros.
Esta arma arrojadiza, en que se convierte la verdad no calculada, da lugar a lo que algunos psicólogos llaman “sincericidio”, que es el acto por el que una persona creyéndose honesta y valiente, se muestra sincera ante los demás, cuando en realidad muchos ven en ese comportamiento un acto desconsiderado, carente de tacto, e irresponsable verbalmente.
Total, en ocasiones preferimos no saber la verdad.
Que nos mientan, o al menos que no nos cuenten todos los detalles.
En estos episodios, optamos por la mentira, porque no tenemos garantía de poder resistir emocional y mentalmente ciertas verdades; por lo que vivir en la ignorancia no es la solución, y eso es identifica como una actitud cobarde, pero también hay que reconocer que hay veces que es un acto de supervivencia.
No es fácil asumir ciertas verdades biográficas, hechos que nos duelen profundamente y dañan emocionalmente.
Pero, en esta batalla, se apuesta porque venza la verdad.
Un ciudadano adulto, autónomo y responsable, debe afrontar la verdad por dura que sea, y no escudarse en la mentira.
Así, el miedo a no saber gestionar situaciones difíciles, nos provoca conductas de defensa como hacer oídos sordos… pero debemos arriesgarnos a saber la verdad, solo así podemos decidir qué hacer desde una postura justa.
Y cuando una persona está enferma, y no quiere conocer su pronóstico, se encuentra en pleno derecho de no saberlo, y solo ella debe decidirlo.
Existen, por tanto, ciertas mentiras o verdades a medias permitidas, que la mayoría comete, y que la sociedad admite como parte de las “reglas de juego” para mantener una convivencia pacífica, agradable y educada.

“东方的生活是整体的一部分”
(La vida en el este es parte de un todo)



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