乱 (Ran)

“クレイジーな世界では、クレイジーな人だけが正気です!”
(En un mundo loco, ¡Solo los locos están cuerdos!)

Dice el dicho:
“Quien siembra vientos, recoge tempestades”
En el cine, Akira Kurosawa ha sido probablemente, el director oriental más conocido, y el que más ha influido en el cine mundial; y parece que algunos críticos japoneses lo criticaban de “ser excesivamente occidentalizado”; y de hecho, el genial director nipón mostraba su admiración por el mundo occidental, pero sus películas no tienen nada de occidentales.
Su filmografía es un muestrario del devenir del Japón y sus costumbres; por lo que su estilo es muy ajeno al occidental, tanto en ritmos y formas, es cine nítidamente oriental.
Se conoce como “大名” o “daimyō” al soberano feudal más poderoso desde el siglo X al siglo XIX dentro de la historia de Japón, el término significa literalmente “gran nombre”, es decir, el término, “大” o “dai” significa “grande”, y “名 田” o “myō que significa “myōden”, significa “tierra privada”
El daimyō fue el auténtico poder en Japón, desde el siglo XII hasta 1868, bien que el shogunato Tokugawa fue a partir del siglo XVII el más importante, llegando a provocar una escisión interna entre los shogún en La Época Edo de finales del siglo XIX.
También, el término “daimyō” es utilizado en ocasiones para referirse a figuras de liderazgo de los clanes, también llamados “señores” y era usualmente, aunque no de forma exclusiva, el líder militar que un sogún o regente seleccionaba.
Como dato, el “daimyō” utilizaba usualmente colores púrpuras, que variaban de oscuros a claros dependiendo de qué tan alto fuera el nivel donde se encontrara.
Los púrpuras oscuros y claros, precedían a los verdes oscuros y claros, negros y rojos claros, y finalmente el negro.
Además, los “daimyōs” de más alto rango, eran considerados nobles; por lo que ellos debían mantener residencias en Edo, así como sus feudos, y moverse periódicamente entre Edo y sus feudos, generalmente pasando años alternos en cada lugar, en una práctica llamada “參 勤 交代”o “参 勤 交代” que significa “Sankin-kōtai” o “asistencia alternativa” que era una política del shogunato Tokugawa durante la mayor parte del Período Edo de la historia japonesa; cuyo propósito era fortalecer el control central sobre los daimyōs o “grandes señores feudales” y se requería que ellos alternaran la vida durante un año en su dominio y en Edo , la capital.
Uno de los más importantes fue 毛利元就 (Mōri Motonari), un destacado “daimyō” en el oeste de La Región de Chūgoku de Japón durante El Período Sengoku, que hoy es recordado como uno de los más grandes señores de la guerra japoneses de mediados del siglo XVI; al tiempo que es conocido como un gran estratega, que comenzó como un pequeño Señor de La Guerra local, o “jizamurai” de la provincia de Aki, que extendió el poder de su clan a casi toda la región de Chūgoku, a través de la guerra, el matrimonio, la adopción y el asesinato.
Motonari era conocido incluso en su día como un “maestro de artimañas”, cuyos planes ganaron tantas batallas como sus soldados.
Pero es mejor recordado por un evento que probablemente nunca tuvo lugar:
“La lección de las 3 flechas”
En esta parábola, se dice que Motonari le da a cada uno de sus hijos una flecha para romper…
Luego les da 3 flechas agrupadas, y señala que si bien una se puede romper fácilmente, cuando 3 se unen como una, no.
Los 3 hijos eran, por supuesto:
毛利隆 元 (Mōri Takamoto), 吉川 元 春 (Kikkawa Motoharu) y 小早川 隆 景 (Kobayakawa Takakage)
La lección es una que los niños japoneses todavía aprenden hoy en la escuela; y de hecho, tenía otros 6 hijos, 2 de los cuales parecen haber muerto en la infancia; pero no se sabe con certeza si esto realmente sucedió, o si es una leyenda apócrifa; lo que sí se cree es que la parábola sobre Motonari, sus 3 hijos y “la lección de las 3 flechas” fueron una fuente de inspiración para Akira Kurosawa cuando estaba escribiendo su película épica, 乱 (Ran)
“裏切り者は裏切られていますか?”
(¿Se traiciona un traidor?)
乱 (Ran) es un drama bélico japonés, del año 1985, dirigido por Akira Kurosawa.
Protagonizado por Tatsuya Nakadai, Akira Terao, Jinpachi Nezu, Pîtâ, Mieko Harada, Masayuki Yui, Daisuke Ryû, Yoshiko Miyazaki, Hisashi Igawa, Kazuo Katô, Norio Matsui, Kenji Kodama, Toshiya Ito, Mansai Nomura, Takeshi Katô, Jun Tazaki, Hitoshi Ueki, Takao Zushi, Yoshitaka Zushi, Tetsuo Yamashita, Akihiko Sugizaki, Masaaki Sasaki, Yoshimitsu Yamaguchi, Masuo Amada, Masaru Sakurai, Sakae Kimura, Ryûjirô Oki, entre otros.
El guión es de Akira Kurosawa, Hideo Oguni y Masato Ide.
El título del filme se traduce como “caos” o “miseria”; y es una crónica del ansia implacable de poder, la traición al padre por parte de sus hijos, y las omnipresentes guerras y asesinatos, que destruyen a todos los personajes protagonistas.
乱 (Ran) es considerada hoy como una de las obras clave del cineasta; tanto que la trama está basada, además de las leyendas del daimyō Mōri Motonari, en la tragedia “King Lear”, una de las principales obras de William Shakespeare, escrita en su III periodo, que comenzó su redacción en el año 1603, y fue representada por primera vez a fines del año siguiente; siendo su fuente principal, una obra anterior, “King Leir”, representada en 1594 e impresa en 1605; y ambas deudoras de la fuente principal, La Historia Regum Britanniae, escrita hacia 1135 por Godofredo de Monmouth, de raíz netamente céltica.
Y es que desde el siglo XIX, la versión original de Shakespeare ha sido considerada como uno de sus logros supremos; una tragedia que se destaca por sus observaciones de sondeo sobre la naturaleza del sufrimiento humano y el parentesco; cuyo tema principal es la ingratitud filial, aunque también trata de la vejez y de la locura.
La obra de Shakespeare ha sido ampliamente adaptada para el escenario y las películas, con el papel principal codiciado por muchos de los actores más consumados del mundo; donde Lear es un legendario soberano de Bretaña, aunque resulta obvio que su historia es parte del patrimonio de diversas culturas; el Lear histórico habría vivido antes de la fundación de Roma, es decir en el siglo VIII a.C. según “La Historia Regum Britanniae”, que decía que Lear, al llegar a la vejez, decidió dividir su reino entre sus hijas y sus respectivos maridos, aun cuando mantendría su autoridad real; y para ello las somete a prueba.
Sin embargo, pronto se sentirá amenazado por ellas, al verse absolutamente abandonado.
Sólo algunos fieles al Rey, intentarán devolver el reino a su antiguo propietario.
De esa manera, la obra describe las consecuencias de la irresponsabilidad y los errores de juicio de Lear, dominador de la antigua Bretaña, y de su consejero, El Duque de Gloucester.
El trágico final llega como resultado de entregar el poder a sus hijas malvadas por partes iguales, y no a Cordelia, quien manifiesta un amor capaz de redimir el mal por el bien; sin embargo, ella muere al final, brindando la idea de que el mal no se destruye a sí mismo; no obstante, acaece el funesto destino de las hermanas de Cordelia, y del oportunista hijo bastardo del Conde de Gloucester.
Según el director:
“乱 (Ran) es una tragedia sobre el poder, sobre la ambición y la estupidez de los hombres que luchan y guerrean.
No estoy de acuerdo tampoco con quienes afirman que hay una cierta influencia judeocristiana, en cuanto tragedia del remordimiento.
Esa idea es también japonesa.
Para nosotros, siempre se paga por lo que se ha hecho, siempre se vuelve y se hace balance”
El director Akira Kurosawa, para entonces tenía 76 años, siendo curiosamente, como Shakespeare, la película final de su “III Período”, de 1965 a 1985; una época en la que tuvo dificultades para obtener apoyo para sus producciones, y con frecuencia se vio obligado a buscar el respaldo financiero extranjero.
Si bien, Kurosawa había dirigido más de 20 películas en las primeras 2 décadas de su carrera, dirigió solo 4 en estas 2 décadas.
Además, muchos de sus rivales más jóvenes, se jactaban de que había terminado su carrera; tanto que, incapaz de obtener fondos nacionales, y plagado de problemas de salud, Kurosawa intentó suicidarse cortándose las muñecas...
Aunque sobrevivió, su desgracia siguió plagándolo hasta finales de la década de 1980.
Se cuenta que, en el proceso de esta producción, se desarrolló a lo largo de 1 década, debido al trabajo de investigación sobre la época en que se ambienta la trama, y a las dificultades para encontrar presupuesto suficiente para desarrollar la película, conforme a la visión perfeccionista del cineasta japonés:
“He esperado casi 10 años para poder realizar 乱 (Ran)
Empecé entonces a estudiar la época, el siglo XVI, y a preparar los bocetos, los dibujos sobre el vestuario y los escenarios, pero hasta hace sólo 2 años no encontré productor”, dijo Akira Kurosawa; por lo que el filme fue su última gran película épica, que contó con un presupuesto de $12 millones, siendo la película japonesa más cara jamás producida.
“Yo he dicho que es la obra de mi vida, pero no mi última obra.
Para mí es precisamente lo contrario, un punto de partida, el comienzo de una nueva época, porque ahora puedo desprenderme de algo que me tenía obsesionado”, dijo el director.
Pero además, la vista de Akira Kurosawa se había deteriorado casi por completo cuando comenzó la fotografía principal; y solo podía enmarcar tomas con la ayuda de asistentes, que usaban sus pinturas de guiones gráficos como pautas.
Por ello y más, la película fue aclamada por sus poderosas imágenes y el uso del color; tanto que fue nominado a Los Premios de La Academia por:
Mejor dirección de arte, cinematografía, diseño de vestuario, premio que ganó; y la dirección de Kurosawa, en su única nominación al Oscar al Mejor Director; que también fue la única película de ese año nominada al Oscar al Mejor Director, pero no a Mejor Película.
乱 (Ran) es un “Jidaigeki” o drama japonés que muestra la caída de 一 文字 秀 虎 (Hidetora Ichimonji/Tatsuya Nakadai) un Señor de La Guerra de La Era Sengoku, que sería el equivalente de la película al Rey Lear, que decide abdicar en favor de sus 3 hijos:
一 文字 太郎 孝 虎 (Ichimonji “Tarō” Takatora/Akira Terao), el hijo mayor y heredero de Hidetora, que sería el equivalente de la película a Goneril.
一 文字 次郎 正 虎  (Ichimonji “Jirō” Masatora/Jinpachi Nezu), el segundo hijo de Hidetora, que sería el equivalente de la película a Regan.
一 文字 三郎 直 虎  (Ichimonji “Saburō” Naotora/Daisuke Ryu), el hijo menor de Hidetora,  que sería el equivalente de la película a Cordelia.
Así, tras llevar a cabo esta decisión, su reino se desintegra debido a las luchas de poder entre su prole, que tratan de asesinar a sus rivales.
La historia sigue entonces al antaño poderoso clan Ichimonji, después de que su patriarca, Hidetora, tomara la decisión de dar el control de su reino a sus 3 hijos, y entra en una espiral de decadencia.
Tarō, el hijo mayor, recibe el prestigioso Primer Castillo, y se convierte en el líder del clan Ichimonji.
A los otros 2 hijos, Jirō y Saburō, se les concede los castillos Segundo y Tercero respectivamente.
Jirō y Saburō tienen que apoyar a Tarō y, al ilustrarles esta orden mediante la imagen de un haz de flechas, su padre Hidetora les aconseja fortalecerse entre los 3; pero Hidetora seguirá siendo el líder oficial, y mantendrá el título de Gran Señor; a lo que Saburō critica la lógica de su padre.
“Hidetora consiguió su poder mediante la traición”, le dice, y sin embargo espera que sus hijos le sean leales.
Hidetora confunde este comentario con una amenaza y, cuando su sirviente 平山 丹後 (Hirayama Tango/Masayuki Yui) sale a defender a Saburō, les destierra a ambos.
Así empieza la tragedia:
Primero, su hijo mayor le arrebata su nominal título, por lo que se va a su segundo hijo, Jirō, el cual también actúa contra él.
Finalmente ambos se alían contra Hidetora, cuando se refugia en El Tercer Castillo, donde le derrotan.
Así, Hidetora empieza a enloquecer, algo que se acentúa más cuando esas luchas de poder, que ahora hacen sus 2 hijos mayores entre sí, destruyen más y más el reino.
Y es que Hidetora mismo tiene una historia de fondo:
Un ascenso violento y despiadado al poder, y la película retrata a víctimas contrastantes:
Los personajes virtuosos, 末の方 (Lady Sué/ Yoshiko Miyazaki) y 鶴丸 (Tsurumaru/Mansai Nomura) que pueden perdonar; y la vengativa 楓 の 方 (Lady Kaede/Mieko Harada), la nuera de Hidetora, y villana como Lady Macbeth.
De esa manera, la historia sigue la máxima de Shakespeare:
“Solo los dramas de Los Reyes merecen ser contados”; y por ello, aquí solo vemos a la nobleza y su espiral oscura de villanía a disimilares niveles, por lo que el pueblo llano no aparece, no lo vemos, y esto deriva en una sensación de opresión cercana a la claustrofobia, al dar impresión de localización cerrada en la inmensidad.
De hecho, en toda la película el pueblo no aparece reflejado jamás.
Sólo aparecen ellos, “los señores” que protagonizan esta historia de intrigas y luchas intestinas, inmersos en una claustrofóbica y degradante atmósfera de desconfianza que acaba por destruirlos.
Y podríamos seguir así, sacándole jugo a la profundidad de esta obra maestra, pero es tarea ardua e ineficaz ante un trabajo tan lleno de matices; sin olvidar que tiene un aire teatral en varias de sus escenas:
El padre traicionado por sus hijos, la ambición desmesurada, la ingratitud filial, la vejez, la locura, las reacciones antinaturales en la familia, son aspectos que analiza el film; así como es impresionante la omnipresente presencia del Gran Señor, abandonado y demente, que siente en el alma la traición de sus hijos, pero también se arrepiente de las barbaridades que, a lo largo de su vida ha cometido.
¿Paga por los males cometidos?
¿Es la venganza la que destruye su vida?
Hay que destacar que Kurosawa dota del mayor grado de maldad y ambición; a la vez, inteligencia a la nuera del Gran Señor... pero es la espectacularidad, la plasticidad y el cromatismo lo que brilla realmente en la película; sin olvidar que la ambientación, la escenografía y el vestuario subliman el film.
Aun cuando Kurosawa ya tenía ¾ de siglo, estaba cargado de sabiduría y experiencia artística; e hizo una obra de arte; donde hay una parsimonia grandiosa en las batallas, en el cabalgar de los guerreros, en la exhibición de los estandartes de colores, en las escenas crueles de muertos y heridos, en el sonido ancestral de la flauta, en el silencio de las armas, guerreros y caballos... por lo que hay una sucesión de cuadros pictóricos polícromos, perfectamente ensamblados.
Así, su genialidad es contar su historia, para que cada paso sugiera cuán salvaje ha sido un viaje personal.
Al principio, esta figura audaz y dominante, ahora llamada Hidetora, es un monstruo sagrado que quiere ser una especie de Señor de La Guerra emérito; que espera legar poder a su hijo mayor, mientras conserva su propio séquito y emblemas de mando; y no ha tenido en cuenta la ambición de su sucesor, o la habilidad manipuladora de la esposa de su heredero, que apuesta por la yugular sexual y política de cualquiera que invada su esfera.
De esa manera, el filme lleva a los espectadores a un lugar que preferirían no explorar por su cuenta; un mundo de crueldad que Kurosawa ha demostrado, cómo los momentos del horror pueden tener belleza; sin olvidar que Shakespeare escribió al Rey Lear como “un espejo de la condición humana”
No tenemos que ser reyes para identificarnos con el deseo del padre por el bienestar de sus hijos, incluso si su propia vida fue de crueldad y dolor.
Vemos este tema en la gran literatura y el cine; y lo que Kurosawa ha hecho, es proporcionar al espectador muchos pequeños momentos dentro del dolor para darse cuenta de la belleza.
Incluso el momento de la epifanía de Hidetora, cuando sus acciones logran su locura, es de una belleza incomparable; mientras la tormenta se desata afuera de la pequeña casa del príncipe, cegó, a los padres que mató, a cuya hermana se casó por la fuerza; y los sonidos simples de la flauta proporcionan un enfoque intenso en el aquí y ahora.
Es en este momento, cuando Hidetora reconoce que él mismo sembró las semillas de su propia destrucción.
No hay diálogo, no hay bravuconadas, solo la terrible belleza de la música.
Al igual que con muchas de las películas de Kurosawa, a pesar de su alcance épico, son los pequeños trazos de pintura los que componen el lienzo del maestro, que legó su último “canto de cisne épico”
“男性は喜びよりも痛みを好む... 平和よりも苦しみ”
(Los hombres prefieren el dolor sobre la alegría... el sufrimiento sobre la paz)
乱 (Ran) es una película japonesa-francesa, producida por Herald Ace, Nippon Herald Films y Greenwich Film Productions; cuya planificación de la producción pasó por un largo período de preparación:
Kurosawa concibió la idea de 乱 (Ran) a mediados de la década de 1970, cuando leyó sobre Motonari, famoso por tener 3 hijos muy leales; e ideó un complot en el que los hijos se vuelven antagonistas de su padre.
Aunque la película se inspiró en gran medida en la obra de Shakespeare, “King Lear”, Kurosawa comenzó a usarla solo después de haber comenzado a planificar previamente para 乱 (Ran)
Después de esta planificación previa, Kurosawa filmó “Dersu Uzala” en 1975, seguido de “Kagemusha” principios de la década de 1980, antes de obtener el respaldo financiero para filmar 乱 (Ran); que sería el 2º encuentro de Kurosawa con Shakespeare durante su carrera cinematográfica.
En 1957, Kurosawa dirigió “Throne of Blood” basado en la obra de Shakespeare “Macbeth”
Y a pesar de los cambios en el entorno y el lenguaje, se considera que 乱 (Ran) y “Throne of Blood”, están entre las mejores adaptaciones cinematográficas de “King Lear” y “Macbeth”
Y como la última epopeya de Kurosawa, 乱 (Ran) a menudo ha sido citado como “uno de sus mejores logros” y es ampliamente considerado como “una de las mejores películas jamás hechas”
El rodaje comenzó en 1983, con 1.400 uniformes y armaduras utilizadas para los extras, que fueron diseñados por Emi Wada y Kurosawa, y fueron confeccionados a mano, por maestros sastres durante más de 2 años.
La película, también usó 200 caballos.
Por otro lado, a Kurosawa le encantaba filmar en lugares exuberantes y extensos, y la mayor parte de 乱 (Ran) fue filmada en medio de las montañas y llanuras del Monte Aso, el volcán activo más grande de Japón; y recibió permiso para filmar en 2 de los lugares más famosos del país, los antiguos castillos de Kumamoto y Himeji.
Para el castillo de la familia de Lady Sué, por ejemplo, utilizó las ruinas del castillo Azusa, construido a medida, hecho por el equipo de producción de Kurosawa cerca del Monte Fuji; y para El Tercer Castillo de Hidetora, que se quemó hasta los cimientos, fue un edificio real que Kurosawa construyó en las laderas también del Monte Fuji.
No se usaron miniaturas para ese segmento, y Tatsuya Nakadai tuvo que hacer la escena donde Hidetora huye del castillo de una sola vez.
Se cuenta que Kurosawa también filmó una escena que requería rociar oro en todo un campo, pero la cortó de la película final durante la edición…
El documental “AK”, muestra la filmación de esa escena.
Así las cosas, lo primero que hace Kurosawa es eliminar la profundidad de la imagen; y vuelve a situar la distancia de foco; descarta los volúmenes en la composición, y se libera de las servidumbres de la perspectiva funcional, para volver a darle el sentido pictórico que había perdido.
También se deshace del yugo de la iluminación en la fotografía, y se centra en el color.
Con sus planos sin apenas relieve y de intensa significación cromática, compone en horizontal; por lo que hay que ver el filme en su correcta relación de aspecto; donde sólo mueve la cámara en horizontal.
El sonido, no acompaña, sino que forma parte del drama; y hace todo lo contrario que los cineastas de su época, preocupados por las fuentes de luz, el hilo musical y el movimiento de la cámara.
De hecho, Kurosawa a menudo tomaba escenas con 3 cámaras simultáneamente, cada una con lentes y ángulos diferentes; tanto que se emplearon muchos tiros lejanos y muy pocos acercamientos.
En varias ocasiones, Kurosawa usó cámaras estáticas, y de repente trajo la acción al marco, en lugar de usar la cámara para rastrear la acción.
También usó cortes de salto para avanzar ciertas escenas, cambiando el ritmo de la acción para lograr un efecto fílmico.
Como dato, la esposa de Akira Kurosawa de 39 años, Yōko Yaguchi, murió durante la producción de la película; y se detuvo la filmación por 1 día para llorarla antes de reanudar el trabajo.
Su ingeniero de grabación habitual, Fumio Yanoguchi, también murió después, durante la producción, en enero de 1985.
Como se dijo, la filmación de 乱 (Ran) comenzó en 1983; y casi toda la película se realiza a larga distancia, solo hay un puñado de primeros planos, como cuando a Lady Kaede se le presenta la cabeza de una estatua de zorro… mientras el desarrollo y la concepción de la filmación de las escenas de guerra en la película, fueron influenciados por las opiniones de Kurosawa sobre La Guerra Nuclear.
Según se dijo, gran parte de la película, era una metáfora de La Guerra Nuclear y la ansiedad de La Era posterior a Hiroshima.
Kurosawa creía que, a pesar de todo el progreso tecnológico del siglo XX, todas las personas habían aprendido cómo matarse mutuamente de manera más eficiente.
Y en 乱 (Ran), el vehículo para la destrucción apocalíptica es el arcabuz, una de las primeras armas de fuego que se introdujo en Japón en el siglo XVI; de hecho, los arquebuses revolucionaron La Guerra Samurái; y Kurosawa ya había tratado este tema en su película anterior, “Kagemusha”, en la que la caballería Takeda es destruida por los arcabuces de los clanes Oda y Tokugawa.
Pero en 乱 (Ran), La Batalla de Hachiman es una ilustración de este nuevo tipo de guerra, donde los arcabuceros de Saburō aniquilan a la caballería de Jirō, y expulsan a su infantería al atacarlos desde el bosque, donde la caballería no puede aventurarse.
Del mismo modo, el asesinato de Tarō y Saburō por un francotirador, también muestra, cómo los héroes individuales pueden ser fácilmente eliminados en un campo de batalla moderno.
Kurosawa, también ilustra esta nueva guerra con su cámara:
En lugar de centrarse en los ejércitos en guerra, con frecuencia establece el plano focal más allá de la acción, para que en la película aparezcan como entidades abstractas; y como marca del director, tenemos un cielo que gradualmente se vuelve más y más nublado a medida que avanza la trama; que finalmente culmina después de la primera mitad, cuando aparecen fuertes ráfagas de viento.
“Con todo, a lo que intentaba llegar en 乱 (Ran), y esto estaba allí desde la etapa del guión, era que los dioses, o Dios o quien sea que esté observando los acontecimientos humanos, sienten tristeza por cómo los seres humanos se destruyen entre sí, y la impotencia de cómo afecta al comportamiento humano” dijo Akira Kurosawa.
En lo formal, Kurosawa consigue una interesante y extraña fusión entre cine, teatro shakesperiano, teatro japonés y un estudio pormenorizado y detallista de la historia de Japón del siglo XVI, para crear, a través del reflejo del caos, las consecuencias nefastas del poder, la violencia y la venganza; y convierte la tragedia shakesperiana, en una más extremista…
La historia sigue a Hidetora Ichimonji, un Señor de La Guerra poderoso, aunque ahora anciano, cuando decide dividir su reino entre sus 3 hijos:
Tarō, Jirō y Saburō.
Tarō, el mayor, recibirá el prestigioso Primer Castillo, y se convertirá en el líder del clan Ichimonji; mientras que Jirō y Saburō recibirán El Segundo y Tercer Castillos.
Hidetora retiene el título de Gran Señor; y Jirō y Saburō deben apoyar a Tarō.
Al tiempo que Hidetora da una conferencia a sus hijos sobre la importancia de la unidad, usando 3 flechas, donde una flecha es fácil de romper por la mitad, pero 3 flechas juntas son mucho más duraderas; Saburō, sin embargo, rompe las 3 flechas con su rodilla, y califica la conferencia de tonta; tanto que señala que Hidetora es un tonto si espera que sus hijos sean leales a él, recordándole que, incluso Hidetora había usado previamente los métodos más despiadados para alcanzar el poder.
Hidetora infiere que los comentarios son subversivos, y cuando su sirviente Tango sale en defensa de Saburō, exilia a ambos hombres.
藤 巻 信 弘 (Fujimaki Nobuhiro/Hitoshi Ueki) es un Señor de La Guerra visitante que había presenciado estos eventos, y está de acuerdo con la franqueza de Saburō, y lo invita a tomar la mano de su hija en matrimonio.
Después de la división de las tierras de Hidetora entre sus 2 hijos restantes, la esposa de Tarō, Lady Kaede, comienza a instar a su esposo a usurpar el control de todo el clan Ichimonji.
Ella todavía está amargada por la pérdida de su familia; pues las fuerzas de Hidetora la mataron después de una disputa de tierras, y se apoderaron de las suyas.
Cuando Tarō le exige a Hidetora que renuncie a su título de Gran Señor, Hidetora sale corriendo del castillo, y viaja al castillo de Jirō, solo para descubrir que Jirō solo está interesado en usar Hidetora como un peón titular.
Hidetora y su séquito abandonan también el castillo de Jirō, sin ningún destino claro…
Finalmente, Tango aparece con provisiones, pero fue en vano… y luego le dice a Hidetora sobre el nuevo decreto de Tarō:
Muerte a quien ayude a su padre.
Por fin, Hidetora se refugia en El Tercer Castillo, abandonado después de que las fuerzas de Saburō siguieron a su señor al exilio.
Tango no lo sigue...
狂 阿 弥 (Kyoami/Peter), es un tonto de La Corte, que luego bromea sobre la situación de Hidetora, solo para ser expulsado del Tercer Castillo.
Poco después, Hidetora y su séquito de samuráis son asediados militarmente por las fuerzas combinadas de Tarō y Jirō; y en un asedio breve pero violento, prácticamente todos los defensores son asesinados mientras se incendia El Tercer Castillo.
Solitario, Hidetora sucumbe a la locura, y se aleja del castillo en llamas.
Pero cuando las fuerzas de Tarō y Jirō asaltan el castillo, Tarō es asesinado por una bala disparada por El General de Jirō, 鉄 (Kurogane/Hisashi Igawa)
Luego, Hidetora es descubierto deambulando por el desierto por Kyoami y Tango, quienes aún son leales a él, y se quedan para ayudarlo.
En su locura, Hidetora está obsesionado por las horribles visiones de las personas que destruyó en su búsqueda del poder; y todos se refugian en la casa de un campesino, solo para descubrir que el ocupante es 鶴 丸 (Tsurumaru/Mansai Nomura), el hermano de Lady Sué, la esposa de Jirō.
Con Tarō muerto, Jirō se convierte en El Gran Señor del clan Ichimonji, lo que le permite moverse al Primer Castillo.
Al regreso de Jirō de la batalla, Lady Kaede, aparentemente sin inmutarse por la muerte de Tarō, chantajea a Jirō para que tenga una aventura con ella, y ella se convierte en el poder detrás del trono; y exige que Jirō mate a Lady Sué y se case con ella.
Jirō le ordena a Kurogane que haga el acto, pero él se niega, advirtiéndole a Jirō, que Kaede quiere arruinar todo el clan Ichimonji.
Kurogane, luego advierte a Sué y Tsurumaru que huyan.
Tango, que todavía vigila a Hidetora con Kyoami, se encuentra con 2 ronin que una vez sirvieron como espías para Jirō; y antes de matarlos, uno de los ronin le dice que Jirō está considerando enviar asesinos…
Alarmado, Tango se aleja para alertar a Saburō.
El ejército de Saburō regresa al territorio de Jirō para enfrentarlo.
Las noticias también llegan a Jirō, de que 2 señores rivales aliados a Saburō:
綾 部 政治 (Ayabe Seiji/Jun Tazaki) y Fujimaki, también han ingresado al territorio, lo que obligó a Jirō a movilizar apresuradamente a su ejército.
En el campo de batalla, los 2 hermanos aceptan una tregua, pero Saburō se alarma cuando Kyoami llega para contarle el descenso de su padre a la locura.
Saburō va con Kyoami para rescatar a su padre, y se lleva a 10 guerreros con él; mientras que Jirō envía varios artilleros para seguir a Saburō y emboscarlos a ambos.
Jirō, luego ordena un ataque contra la fuerza mucho más pequeña de Saburō; y el ejército de Saburō se retira al bosque para cubrirse, y dispara contra las fuerzas de Jirō, frustrando el ataque.
En medio de la batalla, llega un mensajero con la noticia de que un caudillo rival, Ayabe, marcha hacia El Primer Castillo, sublevando a Jirō.
Saburō encuentra a Hidetora en la llanura volcánica; y este recupera parcialmente su cordura, comenzando a reparar su relación con Saburō.
Sin embargo, uno de los francotiradores que Jirō había enviado, disparara y matara a Saburō.
Superado por el dolor, Hidetora muere.
Fujimaki y su ejército llegan de su victoria, solo para presenciar a Tango y Kyoami lamentando la muerte de padre e hijo.
Mientras tanto, Tsurumaru y Sué, llegan a las ruinas de un castillo destruido pero, sin darse cuenta, dejan atrás la flauta que Sué le dio a Tsurumaru cuando fue desterrado.
Ella le da una foto de Amida Buda para compañía, mientras intenta recuperar la flauta que falta.
Cuando regresa a la choza de Tsurumaru para recuperarla, es emboscada y asesinada por el asesino de Jirō.
Al mismo tiempo, el ejército de Ayabe persigue al ejército de Jirō hasta El Primer Castillo y comienza un asedio.
Cuando Kurogane se entera de que Lady Sué ha sido asesinada por uno de los hombres de Jirō, Kurogane se enfrenta a Kaede.
Esta admite su perfidia y su complot para vengarse contra Hidetora y el clan Ichimonji por haber destruido a su familia años antes; por lo que enfurecido, Kurogane mata a Kaede.
Jirō, Kurogane y todos los hombres de Jirō mueren posteriormente en la batalla con el ejército de Ayabe que los había perseguido.
Finalmente se celebra una solemne procesión fúnebre para Saburō y Hidetora; mientras tanto, solo en las ruinas del castillo, Tsurumaru viaja, dejando caer la imagen del Buda Amida que Sué le había dado.
乱 (Ran) termina con una toma a distancia de Tsurumaru, ciego y solo, recortado, sobre las ruinas.
En el momento de su estreno, el director japonés, Akira Kurosawa, concedió entrevistas en las que explicaba el trabajo de años y años que había supuesto la película, así como la dificultad de llevarla a cabo, por la necesidad de un alto presupuesto, hasta que se hizo realidad la figura de un productor que arriesgó:
Serge Silberman; donde el cuidado extremo fue puesto en la reconstrucción de los castillos medievales, el “atrezzo” y también en el vestuario de cada uno de los personajes; tanto que llevó a cabo una puesta en escena absolutamente cuidada y calculada, que devuelve un espectáculo visual especial, además de provocar una especie de extrañamiento y distanciamiento con el espectador.
Sus figuras, sus actores, se mueven en una naturaleza que acompaña sus emociones y sentimientos; una naturaleza que se muestra hermosa, majestuosa y distante, pero que acompaña y sirve de paisaje al caos que provoca “la naturaleza del ser humano”
Y no solo se sirve del color para contar la historia y para explicar a sus personajes, con rojos, amarillos y azules… para cada uno de los hijos, por ejemplo; sino para también aporta a la interpretación de sus actores, tanto Hidetora como Lady Kaede, parece que en vez de rostros poseen expresivas máscaras.
Según el director, dio a los actores indicaciones sobre cómo se movían, actuaban y se comportaban en el siglo XVI para que realizar 乱 (Ran), una interpretación meticulosa pero tampoco dejó de lado ciertos ecos de la esencia de la interpretación de una variación del drama japonés en los escenarios:
El “nô”; aunque Kurosawa no reconoció esta vez su influencia, como por ejemplo sí lo hacía en su otra adaptación cinematográfica del teatro de Shakespeare, “Throne of Blood”
Todas estas indicaciones dotan a 乱 (Ran) de un carácter especial, coreográfico y lírico en sus escenas de batalla, y en las más violentas representaciones; pero también una poesía especial en los momentos de calma o de soledad de los personajes.
乱 (Ran) se adentra en la historia del Japón, entre los años 1467 y 1582.
Sobre la época en la que se enmarca el film, Kurosawa explicaba que había sido una etapa más libre, en la que los hombres estaban menos controlados; donde si a un samurái no le gustaba su señor, podía abandonarlo.
Eso le permitía poder desarrollar los caracteres de sus personajes a su antojo; por lo que preparó minuciosamente todos los detalles del film, y volvió a demostrar su dominio de la planificación y la puesta en escena, dando especial relevancia al uso del color.
Y es que El Maestro quería reproducir los colores del siglo XVI japonés, haciendo hincapié sobre todo en el vestuario; mientras que en las batallas, atribuyó un color a cada una de las partes enfrentadas, para no confundir al espectador, otorgando también una cierta simbología con los caracteres que representaban.
Como en toda su filmografía, los escenarios y los personajes forman una asociación indisoluble.
Así, el hijo mayor utilizaba el color amarillo, un color que no es neto, como su propia personalidad.
Las tropas de Saburō, el menor de los hermanos, llevan banderas azules, en un tono que produce calma.
Finalmente, el rojo de Jirō, clama su vengativa sed de sangre.
La interpretación de los actores, no está relacionada con el teatro clásico japonés; los movimientos de los personajes están condicionados, no por reglas teatrales, sino por el formalismo y el código de la buena educación del siglo XVI.
Este código lo reglamentaba todo:
Cómo sentarse, cómo moverse, dónde colocar el sable, etc.
En este aspecto, como en tantos otros, Kurosawa fue inflexible.
De hecho, la escena en la que Lady Kaede presenta a su cuñado el casco de su marido asesinado, exigió varias semanas de preparación, porque previamente hubo que enseñar a la actriz cada movimiento, obligarla a poseer un dominio perfecto de cada uno de sus gestos.
Especial atención merece el trabajo de Tatsuya Nakadai, en una interpretación tan alucinante como emotiva.
Así, el empaque estético, el rigor de la ambientación, con trajes de colores de la época y ruidos directos de sus movimientos ceremoniales, la pausa intensa e interior del drama y la composición visual de los planos, los suaves “travellings” laterales que subrayan determinadas acciones, la profundidad de campo... hacen que la historia que se nos cuenta, adquiera una singular elegancia.
A pesar de las 2 horas y media de su metraje, éste no se hace largo, ya que la belleza de las situaciones se combina sin pausa con las acciones de exterior e interior y los diálogos.
Tras una escena apabullante, que nos deja agitados en la butaca, llega otra no menos fascinante; por lo que el espectáculo está al servicio de la historia, y no al revés.
Sin ir más lejos, Kurosawa se sirve de miles de extras para las escenas de las batallas, pero es capaz de desprenderse de ellos para mostrarnos la crudeza de la guerra, y mostrarnos el caos a partir de planos en los que vemos los golpes de las patas de los caballos en tierra.
Una lección de cine,
Pero Akira Kurosawa no solo se apodera, a su manera, del argumento shakesperiano, sino que lo radicaliza, la tragedia es mucho más extrema; y muestra la universalidad de la esencia del dramaturgo, al convertirla totalmente en un fresco histórico japonés.
Si muestra su dominio y cuidado en el reflejo del Japón medieval, donde se pasó años no solo especializándose en el siglo XVI, sino estudiando vestuarios, caracteres, comportamientos… demuestra la misma dedicación en captar la esencia de las tragedias de William Shakespeare.
Y esto puede verse totalmente en, cómo aborda 2 personajes:
Uno, curiosamente, es aportación e invención de Kurosawa:
Lady Kaede; y el otro es la traslación de un personaje del Rey Lear a este fresco histórico japonés:
El personaje del bufón.
El gran personaje de 乱 (Ran) es Lady Kaede, que a su vez está en contraposición con otro personaje aportación de Kurosawa a su particular Rey Lear, Sué, que se mueve por la sumisión y compasión.
Ambas son esposas de 2 de los hijos de Hidetora:
Tarō y Jirō.
Y ambas sirven para dibujar el pasado de guerrero violento y sin piedad alguna, a la hora de conseguir sus dominios de Hidetora.
Por una parte, Lady Kaede se mueve única y exclusivamente por un deseo de venganza.
Todos sus actos, sus acciones, sus maquinaciones y manipulaciones tienen un único objetivo:
La destrucción del clan Ichimonji; y repetir lo que Hidetora hizo con su familia.
Lady Kaede es una especie de Lady Macbeth, que ya inspiró a Kurosawa para “Throne Of Blood”, que se mueve por venganza, no por ambición de poder, y de todos aquellos personajes manipuladores, vengativos y a la vez trágicos del dramaturgo británico, como Yago, Casio o Richard III.
Así, Kurosawa crea un personaje radicalmente shakesperiano.
Lady Kaede, hierática de movimientos calculados pero también inesperados; donde su cabeza solo funciona para la venganza y emplea a los hombres:
Primero a Tarō y luego a Jirō, como marionetas para sus maquinaciones.
No quiere rival en su camino, llega a obsesionarse con la eliminación de Sué, que sufrió lo mismo que ella, y vive para un único objetivo.
La forma en la que Kaede tiene de seducir a Jirō, además, es la de un ritual demoníaco, vampírico, en toda regla:
Primero le corta el cuello, y luego sorbe la sangre que emana de la herida como gesto previo al acto sexual.
Por añadidura, la terrible escena que cierra el filme, redunda en el hecho de que los hombres han perdido, literalmente, a Buda, a Dios.
No hay salvación posible ni esperanza, y alguien tan noble como Tsurumaru, que ha sido capaz de hospedar sin reticencias a su enemigo, se queda, de nuevo literalmente, solo y al borde del abismo.
Posiblemente por ello sea caracterizado con ese aire efébico, medio hombre/medio mujer, y consuele su dolor mediante el arte, tocando la flauta.
¿No es a la sazón, este superviviente último de las intrigas de poder entre los distintos señores de la guerra, emblema del presente de la humanidad?
¿Un ser sin creencias y sin atributos, que vive aislado en su propio mundo… y que carece de visión?
El segundo gran personaje de 乱 (Ran), es El Bufón Kyoami:
Como en las obras de Shakespeare, siempre actúa en contraposición con el personaje principal; y aunque es el contrapunto cómico, siempre bien por su papel de bufón o de loco… puede soltar verdades como puños.
Pero Kurosawa le da además una profundidad más trágica y compleja, pues según Hidetora va perdiendo la cordura, el bufón es más cuerdo y serio, además de pintar con complejidad la relación entre ambos.
Kyoami ve a un hombre loco y vencido, pero que a la vez en su pasado ha hecho daño, ha sido violento, ha cometido actos terribles… y no solo se lo echa en cara, sino que a su vez se siente incapaz de abandonarlo y dejarlo a su suerte.
Como dato sobre los personajes, la descripción de Hidetora en el primer guión, se basó originalmente en Toshiro Mifune; sin embargo, para el papel fue elegido Tatsuya Nakadai, un actor que había interpretado a varios personajes secundarios y principales en películas anteriores de Kurosawa, como Shingen y su doble en “Kagemusha”
Como Hidetora, usaba maquillaje para toda la cara, que tardó unas 4 horas en aplicarse.
Otros veteranos de Kurosawa en 乱 (Ran), fueron:
Masayuki Yui que hace de Tango; Jinpachi Nezu de Jirō; y Daisuke Ryu de Saburō; todos ellos salen en “Kagemusha”
Kurosawa también contrató a 2 comediantes para momentos más ligeros:
Shinnosuke “Peter” Ikehata como el tonto de Hidetora, Kyoami; e Hitoshi Ueki como El Señor de La Guerra rival, Nobuhiro Fujimaki.
Además, se emplearon alrededor de 1.400 extras; y si bien la mayoría de los personajes de 乱 (Ran) están representados por técnicas de actuación convencionales, 2 actuaciones recuerdan al teatro japonés “Noh”
El “Noh” es una forma especializada de teatro tradicional japonés que requiere actores y músicos altamente entrenados, donde las emociones se transmiten principalmente por gestos convencionales estilizados.
El maquillaje pesado y fantasmal que usa Tatsuya Nakadai, el personaje de Hidetora, se asemeja a las máscaras emotivas que usan los artistas tradicionales de “Noh”
El lenguaje corporal exhibido por el mismo personaje, también es típico del teatro “Noh”:
Largos períodos de movimiento estático y en silencio, seguidos de un cambio de postura abrupto, a veces violento.
El personaje de Lady Kaede, también está influenciado por “Noh”
El tratamiento de “Noh”, enfatiza la naturaleza despiadada, apasionada y resuelta de estos 2 personajes.
Y a diferencia de la mayoría de los otros personajes de la película, el personaje del loco, Kyoami, no tiene ninguna base en el histórico de Japón.
La posición más similar en relación con un histórico Señor de La Guerra japonés, sería una página, pero sus responsabilidades serían bastante diferentes.
Más bien, Kyoami se basa en el tonto o bufón de la época medieval europea y, por supuesto, en el personaje de William Shakespeare del tonto del Rey Lear.
Además, mucho se ha dicho que el protagonista de 乱 (Ran), Hidetora, se inspira en el personaje del daimyō, Mōri Motonari, una figura capital durante la encarnizada y larga época de confrontaciones bélicas que asoló Japón, conocida como “Sengoku Jidai” o “Período de Los Estados en Guerra”
Aparte de que el propio Kurosawa declarase que la idea original del filme partió de dicho señor feudal, si se vincula 乱 (Ran) a Motonari es, en primer lugar, porque la acción transcurre en el mismo momento histórico en el que el daimyō vivió, con lo que las violentas tácticas de ascensión al poder de uno y otro son similares; y en segundo lugar, porque al principio del metraje se recoge una famosa parábola que se le atribuye, seguramente de forma apócrifa:
La de las 3 flechas.
Igualmente, Motonari, además de un brillante estratega militar, fue un mecenas artístico, y él mismo era un notable poeta, un punto que no se menciona en la cinta, pero que, sin duda, también cimienta la identificación de Hidetora con Motonari.
De todas formas, lo justo sería decir que la película que nos ocupa, es una versión de El Rey Lear pasada por el tamiz de una mirada ajena a la tradición occidental, que con sensatez busca puntos de anclaje dentro de su propia cultura; en este caso Motonari, para destacar lo que de universal y atemporal tiene esa obra de Shakespeare, gracias a lo cual, paradójicamente, capta la esencia del texto original de una forma tan perfecta, tan irrefutable, que versiones caligráficas jamás podrían hacerlo igual.
Por otro lado, las divergencias de 乱 (Ran) respecto a la obra de la que parte, se advierten con facilidad:
El cambio de sexo de la progenie de Hidetora/Lear, la configuración psicológica dispar de los 2 villanos de sendas funciones (Kaede/Edmundo), la desaparición de un personaje tan importante como el de Edgar, y la trama paralela asociada al mismo, cuyos actos, circunstancias y hasta destino, se mezclan con los de su padre, Gloucester, y se subsumen en los de Tsurumaru, etc.
Pero todo ello queda pronto en un segundo plano, cuando el espectador aprecia que los grandes temas sobre los que gravita El Rey Lear siguen intactos o, mejor dicho, son elevados a la enésima potencia por Kurosawa, algo que, tratándose como se trata de la más desgarradora de todas las piezas del dramaturgo inglés, convierte a este filme en un verdadero descenso a los infiernos, en una horrenda pesadilla sobre el sinsentido del sufrimiento humano.
Así, Akira Kurosawa, influenciado por William Shakespeare y su Rey Lear, toma muchos elementos de la misma:
Ambos representan a un Señor de La Guerra que envejece y decide dividir su reino entre sus hijos.
Hidetora tiene 3 hijos, Tarō, Jirō y Saburō, que corresponden a las hijas de Lear:
Goneril, Regan y Cordelia.
En ambos, El Señor de La Guerra destierra tontamente a cualquiera que no esté de acuerdo con él por orgullo; en Lear, es El Conde de Kent y Cordelia; mientras que en 乱 (Ran) son Tango y Saburō.
El conflicto en ambos, es que 2 de los hijos del señor, finalmente se vuelven contra él, mientras que el tercero lo apoya, aunque los hijos de Hidetora son mucho más despiadados que Goneril y Regan.
Tanto en Rey Lear como 乱 (Ran), terminan con la muerte de toda la familia, incluido El Señor.
Peor hay algunas diferencias cruciales entre las 2 historias.
En King Lear, es una obra de teatro sobre el sufrimiento inmerecido, y Lear mismo es, en el peor de los casos, un tonto.
Mientras que Hidetora, por el contrario, ha sido un guerrero cruel durante la mayor parte de su vida:
Un hombre que asesinó sin piedad a hombres, mujeres y niños para lograr sus objetivos.
En 乱 (Ran), Lady Kaede, Lady Sué y Tsurumaru, fueron todas víctimas de Hidetora.
Mientras que en Rey Lear, el personaje de Gloucester tenía sus ojos desgarrados por los enemigos de Lear, pero en 乱 (Ran) fue el propio Hidetora quien dio la orden de cegar a Tsurumaru.
El papel del Loco, se ha ampliado a un personaje principal, Kyoami; y Lady Kaede sirve como el equivalente de Goneril, pero se le da un personaje más complejo e importante.
Kurosawa, también estaba preocupado porque Shakespeare no les dio a sus personajes pasado, y quería darle una historia a su versión del Rey Lear.
Por otro lado, la etimología compleja y variante de la palabra “乱”o “Ran” es utilizada como título y se ha traducido de varias maneras como “caos”, “rebelión”, “revuelta”; y pues significar también “perturbado” o “confundido”
Y en la obra, Shakespeare ahonda en la condición humana y en las relaciones antinaturales que pueden darse en la familia, tanto entre padres e hijos, como entre hermanos; donde la concepción isabelina del universo, contemporánea de Shakespeare, era la de un orden cósmico cuya clave era la armonía, que residía en el respeto por la jerarquía y la subordinación natural del inferior al superior.
El orden y la armonía, debían darse en 3 esferas interrelacionadas entre sí:
El universo/macrocosmos, el estado político, y el hombre/microcosmos.
Lo que sucedía en una de ellas, tenía su paralelo, correspondencia y repercusión en las otras.
Así, el asesinato de un rey, la usurpación del trono, o una revolución, llevaba a un caos que encontraba su paralelo en un desorden atmosférico, como por ejemplo, una tormenta o un eclipse, y también en el hombre, que caía víctima del insomnio o la locura.
En las tragedias de Shakespeare, el mal no es únicamente externo, producto de la casualidad o el destino.
El héroe trágico es destruido porque hay algo en él que contribuye a su propia destrucción.
En el caso de Lear, la tragedia se desencadena cuando él desmiembra su reino, se equivoca con respecto a sus hijas, cae presa de la furia, y destierra a Kent, que es su súbdito más fiel.
El bien y el mal, son territorios claramente delimitados; donde los personajes se distribuyen en 2 grupos básicos:
Lear, Cordelia, Edgardo y Gloucester están del lado del bien; y Goneril, Regania, Edmundo y Cornwall están del lado del mal.
Sin embargo, no es posible simplificar a los personajes, ya que se trata de personas complejas, empezando por Lear, que emerge como un nuevo ser positivo después de un proceso de purificación que lo hace renacer.
Edmundo, por su parte, no es un personaje maligno, sino amoral, y tiene cualidades que lo redimen como su capacidad para reconocer errores, cambiar de opinión, y querer salvar a Cordelia.
De forma análoga, cambian y crecen a lo largo de la obra, Gloucester y Albania.
Entonces, la historia central de Lear y sus hijas, tiene su correspondencia en la de Gloucester y sus hijos.
Ambos patriarcas contribuyen al caos en la familia y El Estado; posteriormente Lear se sume en la locura, y Gloucester en la ceguera, pero en ambos casos, la oscuridad da paso a la iluminación espiritual.
Al desnudarse en el páramo, Lear se desprende de lo accesorio y superfluo, y llega a un estado puro, a la esencia humana desnuda, incontaminada por la civilización.
El destierro al que se ve sometido Lear, lo enfrentará al paisaje; a aquel paisaje que le ofrece una naturaleza salvaje y caótica, y a su propio paisaje interior:
El paisaje de la locura.
En esta obra, la naturaleza es un personaje más; también, el orden que Shakespeare nos presenta en Rey Lear, es un orden precristiano, un orden pagano, en que la naturaleza es un dios, y el hombre se encuentra regido por la fuerza de los elementos y los astros; donde la tormenta es como la manifestación física y como tema, representa eje central de la obra, marcando un punto de inflexión en los principales personajes.
Por tanto, la analogía del desarrollo de 乱 (Ran) con el Rey Lear de Shakespeare, se extiende también a los elementos temáticos que se encuentran en la película:
Al igual que con King Lear, el tema central de la película es su estudio temático de la herencia del poder intergeneracional, entre un padre soltero y sus 3 hijos.
Y por analogía, en Lear se dramatiza, entre otras cosas, los significados contrastantes de la naturaleza,
En 乱 (Ran), el estudio temático en cinematografía y contenido de la  naturaleza y lo “natural” se revisan en numerosas ocasiones desde la escena inicial que representa nubes expansivas, hasta la escena final que representa una figura única filmada contra un paisaje expansivo.
Lo “antinatural”, o la palabra “乱” o “Ran” traducida como “caos” o “desorden”, ocurren en las escenas temáticas recurrentes de guerra y nihilismo representadas a lo largo de la película.
En analogía con Shakespeare, Kurosawa también refleja un debate en la época de Shakespeare sobre cómo eran realmente la naturaleza humana y la naturaleza.
Hay temáticamente 2 puntos de vista fuertemente contrastantes de la naturaleza humana en la película de Kurosawa:
La de la fiesta de Hidetora, análoga a Lear, Gloucester, Albania y Kent; y al igual que con Shakespeare, la película de Kurosawa explora temáticamente estos 2 aspectos de la naturaleza humana:
Lady Kaede y su esposo, son la nueva generación de herederos, miembros de una era de competencia, sospecha, gloria, en contraste con la sociedad más antigua que ha descendido de Hidetora y su tiempo, con su creencia en la cooperación, la decencia razonable, y respeto por el todo.
Entonces, en 乱 (Ran) como en Rey Lear, es una alegoría.
La sociedad más antigua, la de la visión medieval, con su cariñoso rey y Señor de La Guerra, cae en el error, y se ve amenazada por la nueva generación heredera; que está parcialmente regenerada y salvada por una visión de un nuevo orden, encarnada en el hijo menor y rechazado por Hidetora, que finalmente falla.
También, los 3 temas de caos, nihilismo y guerra, se repiten a lo largo de la película.
Con referencia al caos, en muchas escenas, Kurosawa lo presagia filmando nubes de cumulonimbos que finalmente se convierten en una tormenta furiosa durante la masacre del castillo.
Hidetora es un autócrata, cuya poderosa presencia mantiene el campo unificado y en paz; y su abdicación libera a otros personajes, como Jirō y Lady Kaede, para que sigan sus propias agendas, lo que hacen con absoluta crueldad.
Si bien, el título es casi seguro una alusión a la decisión de Hidetora de abdicar, y el caos resultante que sigue; hay otros ejemplos del trastorno de la vida, lo que comúnmente se llama “una teoría de la anarquía goteante”
La muerte de Tarō, finalmente eleva a Lady Kaede al poder, y convierte a Jirō en un peón involuntario en sus planes.
La decisión de Saburō, de rescatar a Hidetora, finalmente atrae a 2 señores de la guerra rivales, y conduce a una batalla no deseada entre Jirō y Saburō, que culmina en la destrucción del clan Ichimonji.
El último ejemplo del caos, es la ausencia de dioses.
Cuando Hidetora ve a Lady Sué, una budista devota y el personaje más religioso de la película, le dice:
“Buda se ha ido de este mundo miserable”
Sué, a pesar de su creencia en el amor y el perdón, finalmente se corta la cabeza.
Cuando Kyoami afirma que los dioses no existen, o son la causa del sufrimiento humano, Tango responde:
“Los dioses no pueden salvarnos de nosotros mismos”
Con ello, Kurosawa ha repetido el punto, diciendo que “la humanidad debe enfrentar la vida sin depender de Dios o Buda”
La última toma de la película, muestra a Tsurumaru parado sobre las ruinas del castillo de su familia.
Incapaz de ver, se tambalea hacia el borde hasta que casi se cae.
Deja caer el pergamino del Buda que su hermana le había dado, y se queda allí parado, es un hombre ciego al borde de un precipicio, privado de su dios, en un mundo cada vez más oscuro.
Esto puede simbolizar el concepto moderno de la muerte de Dios, como Kurosawa también declaró:
“El hombre está perfectamente solo... como Tsurumaru, representa a la humanidad moderna”
Además de sus elementos caóticos, 乱 (Ran) también contiene un fuerte elemento de nihilismo, que está presente desde la secuencia inicial, donde Hidetora persigue sin piedad a un jabalí, solo para abstenerse de comerlo, hasta la última escena con Tsurumaru.
En resumidas cuentas, 乱 (Ran) es una película del siglo XX, ambientada en la época medieval, en la que un anciano puede llegar al final de su vida después de haber ganado todas sus batallas, y tontamente piensa que todavía tiene el poder de arreglar las cosas para una nueva generación.
Pero la vida avanza sin ningún respeto por la continuidad histórica; sus hijos tienen sus propias lujurias y furias.
Su voluntad es irrelevante, y dividirán su botín como perros desgarrando un cadáver.
Esto marcó una desviación radical de las películas anteriores de Kurosawa, muchas de las cuales equilibraron el pesimismo con la esperanza; donde solo “Throne of Blood”, una adaptación de “Macbeth” de Shakespeare, tenía una perspectiva tan sombría; incluso “Kagemusha”, aunque relató la caída del clan Takeda y su desastrosa derrota en La Batalla de Nagashino, había terminado con una nota de pesar, y no de desesperación.
Por el contrario, el mundo de 乱 (Ran), es un mundo “hobbesiano”, donde la vida es un ciclo interminable de sufrimiento, y todos son villanos o víctimas, y en muchos casos, ambos.
Los héroes como Saburō, pueden hacer lo correcto, pero al final también están condenados.
A diferencia de otros héroes de Kurosawa, como Kikuchiyo en “Seven Samurái” o Watanabe de “Ikiru”, que mueren realizando grandes actos, Saburō muere sin sentido.
Los personajes gentiles como Lady Sué, están condenados a ser víctimas del mal y la violencia que los rodea; y los personajes intrigantes como Jirō o Lady Kaede, nunca tienen la oportunidad de expiar, y están predestinados a una vida de maldad que culmina en una muerte violenta.
Tanto Lear, en la tragedia de Shakespeare, como Hidetora, en la película de Kurosawa, generan una ruptura en el “cuerpo” del reino, cuyo resultado será una guerra fratricida.
Ambos representaban la plenitud, el orden, el reino bien ajustado.
La opción de dividirlo, hace explotar una naturaleza desordenada, actuando en el orden de las cosas y en el orden político; y este concepto de unidad, está muy bien establecido por Kurosawa en una serie de símbolos:
El escudo de Hidetora, que está formado por la unión del Sol y La Luna.
La conjunción del Sol y La Luna, como El Rey y La Reina, el hermano y la hermana, el hombre y la mujer, es el símbolo de la totalidad, la unidad de la naturaleza, donde los contrarios no se niegan, sino que se afirman en una continua sinergia.
Los hijos van vestidos de distintos colores:
Rojo, el violento Tarō; amarillo, el pusilánime Jirō; y azul, el noble Saburō; mientras que Hidetora está vestido de blanco, el que comprende todos los colores.
Los personajes se encuentran resguardados por un cuadrado de lados iguales:
Están emplazados, el lugar y sus símbolos, el tiempo y la naturaleza, así nos lo revelan, en la seguridad, en la protección, en la unidad y en la perfección.
Del mismo modo, la conjunción en las telas que conforman la carpa de los colores azul/negro y oro/blanco, considerados en simbología, también, como la representación del “ying y del yang”, del hombre y de la mujer, de lo positivo y de lo negativo, de la totalidad, cuando se representan juntos.
O al comienzo de la película, antes de la partición, los Ichimonji y sus huéspedes se encuentran en un lugar elevado, y protegidos por la naturaleza, que, en ese momento, aparece de manera apacible, dominada por un cielo claro.
Por el contrario, tras la partición cada hijo se atribuye un símbolo unitario:
El Sol para Jirō, La Luna para Tarō, y un circulo, símbolo de la unidad, pero truncado, para Saburō, por lo que el enfrentamiento es inevitable.
La naturaleza comienza a quejarse de las decisiones del hombre, y El Cielo apacible amenaza con una tormenta que se oye a lo lejos.
La tempestad en Rey Lear, y la batalla final por El Tercer Castillo en 乱 (Ran), son las fuerzas desbordadas de la naturaleza que aparecen motivadas por la ruptura del orden establecido tras la decisión de ambos, y tal tempestad y derrota, arrastra el mundo de los hombres, de la política y del destino del propio protagonista.
Él es culpable.
No está liberado de responsabilidad.
Su decisión individual, su provocación al orden, ha generado un sufrimiento político, un quiebre en el orden; y ha dado lugar a la violencia y al terror de la naturaleza.
En otras palabras, la realidad ha desbordado los cauces de control del hombre.
Sin olvidar también que el film deja un subtexto de reflexión religiosa agnóstica, donde en diversos momentos se habla Dios y Buda de modo displicente y nihilista, con frases que sueltan los protagonistas:
“Buda se ha ido de este mundo miserable”
El bufón de Hidetora, Kyoami, dice que no existen los dioses, su creencia es la causa del sufrimiento humano, a lo que Tango responde:
“Los dioses no pueden salvarnos de nosotros mismos”
Esto entra en la filosofía de vida de Kurosawa, cuando dijo:
“La humanidad debe enfrentar la vida sin depender de Dios o Buda”
En el epílogo, vemos entonces a Tsurumaru, un ciego, solo con una figura de Buda en sus manos, está sobre las ruinas del antiguo castillo familiar, se mueve a tientas, sin saber hacia dónde ir, justo al filo de una gran altura, se le cae el Buda, al parecer, una alegoría del humano, sobre las ruinas de nuestro pasado, solo frente al abismo, ciego ante nuestro destino, y abandonado por Dios…
Kurosawa dijo de la escena:
“El hombre está solo...
Tsurumaru representa a la humanidad moderna”
Por último, la banda sonora, escrita por Tōru Takemitsu y con influencia de Gustav Mahler, suena aislada, con el sonido de la escena enmudecido, particularmente cuando el castillo de Hidetora está siendo destruido.
Dijo Kurosawa:
“El compositor, Toru Takemitsu, es un hombre de talento, con una fuerte personalidad, pero en el cine, el músico tiene que ajustarse a la voluntad del realizador.
Yo le explicaba cómo había sido el rodaje de la película, y discutíamos hasta ponernos de acuerdo sobre la banda sonora”
Tōru Takemitsu fue un compositor de partituras de cine preeminente de Japón, y Kurosawa aseguró su participación en 1976, durante las primeras etapas del proyecto.
Su concepción inicial, era usar un “tategoe”, un estilo de canto de voz estridente sin instrumentación.
Y durante los años siguientes, la concepción de la partitura de Kurosawa cambió dramáticamente.
Cuando comenzaron la producción, su deseo había cambiado 180°, y ahora, insistiendo en una poderosa orquestación, basada en Mahler, es que Takemitsu respondió con lo que muchos describen como “su esfuerzo más romántico”, uno que logró una combinación perfecta de sensibilidades orientales y occidentales.
Por su parte, Takemitsu ha declarado que fue influenciado significativamente por el concepto kármico japonés de “ma” interpretado como un excedente de energía que rodea un vacío abundante; tanto que fue guiado en sus esfuerzos mejor resumidos en la palabra japonesa “ma”, que sugiere la incongruencia de un vacío lleno de energía; y relató:
“Mi música es como un jardín, y yo soy el jardinero.
Escuchando mi música puede ser comparado con caminar a través de un jardín y experimentar los cambios de luz, patrón y textura”
Por otra parte, Kurosawa originalmente quería que La Orquesta Sinfónica de Londres para que interpretara la partitura de 乱 (Ran), pero al encontrarse con el director, Hiroyuki Iwaki de La Orquesta Sinfónica de Sapporo, contrató a Iwaki y a la orquesta para grabarla.
De esa manera, Kurosawa hizo que la orquesta tocara hasta 40 tomas de la música.
“男は泣いて生まれます
彼が十分に泣いたら、彼は死にます”
(El hombre nace llorando.
Cuando ha llorado lo suficiente, muere)
En 乱 (Ran) nos encontramos con un pasado sangriento, con un presente sangriento, y esperamos un futuro también sangriento; no es casual que en la escena final con el ciego Tsurumaru, hermano de Sué, esposa de Jirō, y ambos víctimas de la violencia pasada de Hidetora, apunto de despeñarse al abismo desde las ruinas del castillo de sus antepasados, y perdiendo la imagen del buda, único elemento que le protegía; nos habla de un futuro nada halagüeño; donde la acción y las imágenes de 乱 (Ran), denotan el resurgimiento en Kurosawa de una perspectiva oscura de la historia contemporánea:
“Si nos fijamos en la situación del mundo alrededor, creo que es imposible en este día y era para ser optimistas…
Todo el progreso tecnológico de estos últimos años, sólo enseñó a los seres humanos, cómo matarse entre ellos más rápido.
Es muy difícil para mí mantener una perspectiva optimista sobre la vida en tales circunstancias”
Así, pasan los días, pasan los años y los siglos, y la sociedad humana sigue sin entender nada sobre la existencia.
Lo único que necesitamos, es aprender a vivir en hermandad, los unos con los otros, pero en principio, desde los mismos gobernantes se da el maldito ejemplo de todo lo contrario:
Se compite, se rivaliza, se usurpa, se invade y se aniquila.
Con esto, los gobiernos son el peor enemigo de la justicia social, y de ellos parte el atraso ideológico con que se empobrece a la humanidad.
Si desaparecieran los absurdos afanes de poder, sería tan fácil vivir en hermandad.
Bastaría que nadie acumulase, que la tierra fuera para todos y que, el trabajo, la comida y la vivienda, se garantizaran a cada ser humano.
Pero, se vislumbra tan lejano ese bello día de luz, y la comprensión que traería dicha para todos y cada uno de los hombres.
Por esto, me sumo a ese grito “kurosawano” de uno de los personajes de esta brillante versión que, del “Rey Lear” ha hecho el maestro japonés:
“Son los dioses quienes lloran.
Nos ven matándonos, una y otra vez, desde el comienzo de los tiempos.
No pueden salvarnos de nosotros mismos.
Los hombres prefieren la pena a la alegría, el sufrimiento a la paz… y festejan la muerte”
Alguien muy iluso, pensó por allá en el siglo XVII, que la barbarie del “Rey Lear” era cosa del pasado, y desde entonces, se adaptó a la obra un final feliz que se sostuvo durante algunos años… hasta cuando otros concluyeron que, aún el hombre carecía de la suficiente claridad para aprender a vivir en paz, y que los abruptos caminos de la obra, seguían siendo trazados por muchos hombres en la actualidad.
En una reacción en cadena, todos, de un modo u otro, todos vamos a pagar…
Muy pocos son inocentes.
Los fantasmas siempre vuelven; y no se pueden dejar atrás.
¡Siempre habrá sangre!
Como dato histórico final, en 1869, un año después de La Restauración Meiji, el daimyō, junto con el “kuge”, y formaron una nueva aristocracia, el “kazoku”
En 1871, se abolieron los han, y se establecieron las prefecturas, terminando así efectivamente La Era del daimyō en Japón.
A raíz de este cambio, muchos daimyō permanecieron en control de sus tierras, siendo nombrados gobernadores de la prefectura; sin embargo, pronto fueron relevados de este deber, y llamaron en masa a Tokio, cortando así cualquier base de poder independiente de la cual potencialmente se rebelarían.
A pesar de esto, los miembros del ex daimyō, las familias permanecieron prominentes en el gobierno y la sociedad, y en algunos casos continúan siendo prominentes hasta nuestros días.
Por ejemplo, Mōrhiro Hosokawa, el ex Primer Ministro japonés, es descendiente del daimyō de Kumamoto.
No olvidar entonces que 乱 (Ran) significa “caos”, y es el más palpable y doloroso ejemplo de la invidencia humana que se ha mantenido por siglos.
Los hombres se matan por el poder externo, se envidian por las posesiones materiales, se autodestruyen por ley de compensación, y desconocedores de toda historia, repiten y repiten el mismo proceso aniquilador hasta el infinito.
¡Estamos condenados a desaparecer, y Dios lo sabe!

“失敗した心は心の失敗を見る”
(La mente fallida ve las fallas del corazón)



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