Min and Bill

“You are too dumb to be anything but honest”

Las películas trágicamente realistas formaron una gran parte de La Era del Cine Mudo donde los silencios se prestaron naturalmente al melodrama; y el único medio por el cual un actor podía comunicar el significado y los sentimientos era a través de expresiones faciales y gestos.
Antes de que La Administración del Código de Producción en 1934 frenase con estrictos códigos de censura, Hollywood produjo una serie de melodramas francos y sórdidos, con mujeres duras, pecaminosas, obscenas, traviesas y caídas, buscadoras de oro, amantes del placer, prostitutas y despiadadas divorciadas, algunas de las cuales fueron castigadas por su pecaminosidad e indiscreciones con el rechazo, la drogadicción, muerte o anonimato.
Para 1934, los censores del Código de Producción prohibieron o censuraron rigurosamente las historias explícitas de mujeres caídas, involucradas en relaciones peligrosas o desastrosas con hombres; y Hollywood sacó “filmes de mujeres” o “weepies” con un fervor emocional excesivo en la década de 1930 y después.
En parte, debido a que contenían pocos personajes masculinos e ídolos de “matinee” adecuados para desmayarse, y fueron películas creadas para el segmento femenino de la audiencia; además, los productores pensaron que las mujeres estarían más interesadas que los hombres en relaciones, amor y matrimonio; escapando de sus propios problemas y empatizando y llorando con los sufrimientos en pantalla de fuertes protagonistas femeninas.
Hasta se llegó a señalar que “las películas de mujeres”, a menudo fueron criticadas por reforzar los valores convencionales, sobre todo, la noción de que las mujeres solo podían encontrar la felicidad en el amor, el matrimonio y la maternidad.
Sin embargo, se argumenta que fueron sutilmente subversivos; porque implicaron que una mujer no podía combinar una carrera y una vida familiar feliz, pero también ofrecieron a las mujeres, una visión de un mundo fuera del hogar, donde no sacrificaron su independencia por el matrimonio, el hogar y la crianza de los hijos.
Esas mostraban a mujeres con carreras exitosas como periodistas, pilotos, presidentes de compañías automotrices y restauradores; y de manera similar se señala que el género ofrecía una mezcla de represión y liberación, en la cual, las narrativas represivas son desafiadas regularmente, en parte a través de la puesta en escena y actuando, pero también por conflictos dentro de las narraciones mismas; de esa manera, tales resistencias estuvieron presentes en algunas de las primeras películas de mujeres, y se convirtieron en la regla con las películas de mujeres estadounidenses de la posguerra.
Otros han argumentado, sin embargo, que las narrativas de estas películas ofrecen solo la perspectiva represiva, y que los espectadores deben leer los textos “contra la corriente” para poder encontrar un mensaje liberador.
No obstante, el público femenino se sentiría atraído por tramas que incluían asuntos de amor condenados, infidelidad, amor no correspondido, varias crisis familiares o separación matrimonial; y los protagonistas de las películas de mujeres, a menudo superan los roles de género estereotipados, examinando los grandes logros de estos personajes.
Allí encontramos a los melodramas maternos, que incluyeron tramas con figuras sacrificiales y desinteresadas, que amaban tanto que sufrieron dificultades.
Eran un subgénero popular de lágrimas que requerían múltiples pañuelos para llegar a los finales emocionales; donde los personajes maternos eran cruelmente descuidados y despreciados, o separados de sus hijos por cualquier número de causas, sea presiones sociales para renunciar al niño, indigencia financiera, escándalo o un fracaso moral, etc.
Sin importar lo víctimas que pudieran ser, a menudo se convertirían en heroínas al sacrificarse por sus seres queridos.
“Ah c'mon, Bill, c'mon, show us the bottom of the bottle”
Min and Bill es una comedia del año 1930, dirigida por George W. Hill.
Protagonizada por Marie Dressler, Wallace Beery, Dorothy Jordan, Marjorie Rambeau, Don Dillaway, entre otros.
El guión es de Frances Marion y Marion Jackson, basadas en la novela “Dark Star” (1929) de Lorna Moon, que cuenta la historia de las tribulaciones de una posadero en un muelle mientras trata de proteger la inocencia de su hija adoptiva; todo mientras ama y lucha con un pescador borracho que reside en la posada.
Moon fue una autora y guionista escocesa de los primeros días de Hollywood ; que desarrolló guiones para personajes notables como Gloria Swanson, Norma Shearer, Lionel Barrymore y Greta Garbo; por lo que esta película fue todo un éxito; tanto que logró producirse un secuela titulada “Tugboat Annie”, que volvió a unir a Marie Dressler y Wallace Beery en papeles similares, y los impulsó a ambos a ser superestrellas.
De hecho, gracias a Marion y Dressler; Beery se convirtió en el actor mejor pagado de MGM a principios de la década de 1930, antes de que Clark Gable asumiera esa corona; tanto que Beery tenía una cláusula en su contrato de 1932, que le aseguraba $1 por año más que cualquier otro actor en el estudio; no obstante, con este filme, Marie Dressler ganó El Premio Oscar de La Academia a como Mejor Actriz; siendo la única nominación que recibió esta película; siendo a la vez, la película con mayor recaudación de ese año para MGM.
Y es que en su día, Min and Bill fue un éxito popular masivo, catapultando a sus 2 estrellas, ya muy queridas, como los mejor pagados de La Era del sonido temprano en Hollywood; y aun hoy, uno no necesita pasar mucho tiempo analizándolo para comprender por qué…
La acción sigue a Min (Marie Dressler), que es dueña del hotel frente al mar donde vive Bill (Wallace Berry), el capitán de un barco de pesca.
Nancy (Dorothy Morgan) también vive y trabaja en el hotel, a quien Min acogió hace unos años como una niña abandonada.
Ahora que Nancy es mayor, las autoridades de custodia y la policía piensan que Nancy debería ser trasladada a un entorno diferente, y Min está dividida entre su apego a Nancy, y su preocupación de que la costa no sea el mejor lugar para una mujer joven.
Las cosas empeoran y se ponen de manifiesto por la repentina reaparición de Belle (Marjorie Rambeau), la madre de mala reputación de Nancy.
De corta duración, con solo 64 minutos de metraje, el filme tiene 2 partes muy diferenciadas:
La primera es donde juega más con la comedia, y da una explicación de los ambientes marineros por los que se mueven los personajes; y la segunda, donde la relajación anterior gira hacia el drama, sobre todo por el sacrificio anónimo de los personajes principales en pro de las personas que más quieren.
La historia en general, puede ser demasiado melodramática, especialmente en un par de secuencias demasiado emotivas, pero también es demasiado corta y efectiva.
Dicho esto, Min and Bill presenta momentos poderosos, con ese desgarrador final emocional que es lo más destacado; o la pelea entre los 2 viejos, que literalmente se convirtió en una confrontación física hilarante, que recordó al Jack Torrance en “The Shining” con todo y hacha.
Lo más destacado, es Min, Marie Dressler como una mujer que se sacrifica por amor.
Si bien hay otros ejemplos famosos, y todos son llorosos; es la actuación estoica de Dressler, de la mujer que no podía decirle a su hija, cuánto la amaba, más que a su propia vida; sigue siendo tan poderosa hoy como debió ser antes, aunque hoy en día, el tema generalmente se presenta como un padre que no puede expresar su amor a su hijo.
“That's the same way I feel about you Min, too”
Min and Bill es un comedia clásica de tintes trágicos, donde la guionista, Frances Marion, veterana de la etapa silente, hizo una fuerte dupla de su asociación con Wallace Beery; además en los años 1910s había escrito buena parte de los argumentos que convirtieron a Mary Pickford en “La Novia de EEUU”
Sin embargo, también demostró que sus habilidades podían convivir con el sonoro.
Con el guión de “The Champ” (1931) le valieron sendos reconocimientos, incluido los Premios Oscar, siendo la primera mujer en conseguir tal récord; y visto el éxito, el equipo al completo se pone de nuevo manos a la obra en una cinta que supone la creación de una nueva pareja, la formada por Beery y Marie Dressler.
Ambos habían trabajado en el vodevil y en las comedias de 1 y 2 rollos allá por la década de 1910s; y sus fuertes personalidades como su capacidad para armonizar patetismo y bufonería, convencieron al público y a la profesión.
Como se citó, Min and Bill es un melodrama que dista de ser un esquema nuevo:
Tras el éxito de “Madame X” (1929), Hollywood ha encontrado un pequeño filón de madres inmoladas, al ser acusadas de crímenes que sus hijos deben ignorar a toda costa, que encuentra aquí un nuevo eslabón; eso fue el detonante perfecto para atraer al público y para montar una producción en tono más realista, donde muchos de “los de a pie” pudieran identificarse; por ello, para la filmación de Min and Bill, la ubicación en un puerto real, ayudó considerablemente a la película.
La inequívoca declaración de intenciones, llegaba ya en la contundente frase que abría la novela de Lorna Moon:
“Nancy se alegró cuando murió su abuela”
Así vemos a Min Divot, que dirige una posada junto al muelle.
Ella ha estado criando a Nancy Smith como suya desde que su madre prostituta la dejó en la posada cuando era niña; y discute frecuentemente con el pescador del lugar, Bill.
A pesar de la bebida casi constante de Bill, Min y él se cuidan el uno al otro; y son los únicos que conocen la identidad de la verdadera y “viva” madre de Nancy.
Aunque Min es una mujer de clase muy baja, sacrifica todo para que Nancy tenga una buena vida, es decir, llegue a la clase alta, que era común en la década de 1930.
Así, Min hace todo lo posible para criar a Nancy, y evitar que aprenda sobre las actividades reales de las personas que viven y trabajan en los muelles.
A pesar de no tener mucho dinero extra, o una casa fuera de su posada, Min hace todo lo posible para convertir a Nancy en una joven respetable; y hace todo lo posible para asegurarse de que nunca esté cerca cuando Bella llegue de visita...
Al tiempo que Nancy ama a Min como su propia madre, con frecuencia se salta la escuela para estar con ella; y después de tratar repetidamente con el oficial de custodias, Min usa el dinero que había escondido en su habitación, para enviar a Nancy a un elegante hogar que le brindará un internado; esperando que la escuela le enseñe a Nancy mejores modales que los que había estado recogiendo de Bill y los demás en los muelles.
La educación funciona, y Nancy regresa a Min con buenos modales, educación y la noticia de que ahora está comprometida con un hombre muy rico; por lo que quiere que Min asista a la boda.
Min está emocionada, hasta que descubre que Bella ha regresado…
Al ver lo feliz que está Nancy de casarse, y la boda se llevará a cabo en unos días; Min, deliberadamente discute con Nancy, y le dice cosas terribles para que Nancy se vaya de inmediato; pero está enojada consigo misma por haberla lastimado, al tiempo que se siente aliviada de que se haya ido para cuando Bella llegue.
Min, detiene a Bella, esperando que la boda se lleve a cabo, y la pareja pueda irse de luna de miel antes de que Bella pueda interferir; y cuando se lleva a cabo la ceremonia, ella se enfrenta a Min; descubriendo la identidad de su hija y la de su nuevo esposo muy rico; y Bella se burla de Min, y se compromete a atormentar a Nancy y a su nuevo esposo hasta que le den dinero y la lleven a su nuevo hogar.
Min piensa en la boda y la felicidad de Nancy, y trata de evitar que Bella se vaya.
Cuando Bella ataca a Min con un rizador caliente, e intenta irse, Min toma un arma oculta y la mata.
Min deja caer el arma, y huye de la habitación.
Bill, sabiendo lo que estaba pasando, trata de ayudar a Min, pero ella deja la posada; aunque quiere ver a Nancy por última vez…
Min ve a la feliz pareja cuando están a punto de abordar un barco para su luna de miel; y decide que Nancy no sepa que ella está allí, permaneciendo oculta entre la multitud; hasta que 2 policías la confrontan silenciosamente sobre el tiroteo en la posada.
Min no dice mucho... y echa un último vistazo a una sonriente Nancy mientras se va con su esposo.
Min se da vuelta y sonríe mientras se aleja en silencio con los oficiales.
Está triste porque puede ser la última vez que ve a Nancy, pero al mismo tiempo, está contenta de que Nancy dejó el lugar y logró una mejor vida.
Gracias a la escritora Frances Marion, al director George Hill y al productor Irving Thalberg, en Min and Bill se muestran muchas disputas y momentos de comprensión para proteger a los seres queridos; que llegó muy bien como espejo del público en La Era de La Gran Depresión; muy a pesar de que a MGM tradicionalmente se le recuerda estrictamente como el estudio de la ostentación y el glamour; a menudo lo era, pero el sentido artístico del joven Thalberg y su apego emocional al populismo, tan evidente cuando trabajaba en Universal, nunca lo abandonaron; de hecho, fue potenciado por su poder económico en los años 30; y aquí, en solo 65 minutos, te lleva a través de un torbellino de 2 años que reúne todo y nada en la vida de 4 personas:
Min es una mujer luchadora que ahorra obstinadamente para una escapada largamente deseada a Seattle, lejos de los muelles y de su ruido; y ella no necesita ayuda de nadie.
Bill, es el tipo de persona que siempre está presente a pesar de que nadie sabe exactamente por qué, que presta apoyo y conciencia a Min.
Nancy es una hija adoptada ilegalmente, abandonada por su verdadera madre cuando era bebé, que comienza a sentir deseo sexual.
Y la decadente, borracha y problemática Bella, en realidad la madre de Nancy, un secreto guardado cuidadosamente por Min para que Bella, siendo una persona caótica, que trae la condenación de la crueldad y el egoísmo a la casa cuando está presente.
Pero aquí la guinda la hace los primeros 2, y una gran razón por la que Beery y Dressler resonaron con el público como héroes modestos, aunque hacen muy poco en esta película más allá de simplemente vivir sus vidas, al menos hasta el clímax; es que no solo actúan sino que miran como personas reales:
Dressler es una actriz más fuerte, al menos para este tipo de película, que Beery, cuya caminata informal es convincente pero que tiende a perjudicar a la cámara de una manera afable, pero a veces distractora.
No obstante, su química es fascinante, y es aún más fuerte porque Beery es un tipo de hombre de aspecto extraño, y porque Dressler es una mujer grande de unos 60 años.
Ambos son rápidos con una observación cortante, pero en el sentido más cariñoso y realista, nunca en la forma artificial conocida de las comedias rápidas de los últimos años.
Por eso estas películas son maravillosas, pero esta tiene objetivos diferentes:
La comedia es mucho más amplia, y se basa mucho más en lo físico y lo mundano, por lo que el alcance hacia los espectadores es por lo cómico y lo sentimental, mucho más directo y sin pretensiones; y en contraste con las películas de MGM, tan conocidas por su sentido de confinamiento lujoso, desde “Grand Hotel” hasta “The Wizard of Oz”, Min and Bill son estimulantes en el uso de escenarios al aire libre, el mar cercano siempre es palpable y creíble en su entorno de estrés económico; donde el naturalismo de los lugares y los personajes, le permite sentirse como una imagen, una ventana en la que se está viviendo y viendo.
Por supuesto, hay un asunto cómico de sobra:
Una persecución prolongada en barco, una escena de lucha bastante implacable entre Dressler y Beery, que te atrapa con su facilidad sin vergüenza, pero cuando la historia desvía su atención hacia Nancy y Bella, las cosas se vuelven más oscuras y dramáticas.
Por un tiempo, es casi una especie de complacencia:
Min hace muy evidente que no quiere perder a Nancy como parte del día a día de su vida, dando vueltas diariamente en su bar clandestino, pero ante la reaparición de Bella, el deseo de Min para proteger a Nancy de su verdadera madre y la vida severamente embrujada que simboliza, la supera.
Ella no solo regala sus preciados ahorros, sino que finalmente se prepara para una pérdida aún mayor.
Y en el momento crucial, en una de las escenas finales más desgarradoras de la historia de Hollywood, deja en claro que todo lo que quiere es felicidad para su amada, y nada de la gloria y gracias por venir de ella.
Proporcionar desinteresadamente es, de hecho, cuando ella llega a creer, su mayor vocación; y toda esta historia se cuenta en nada más que un movimiento de cámara y una expresión facial en los últimos 3 minutos.
Con “The Champ”, esto podría haber sido ordeñado por todo su potencial de lágrimas y, al ser el MGM de Thalberg, probablemente habría sido perdonado e incluso aceptado por ello.
En cambio, Hill lo cubre rápidamente, con cuidado, sin palabras, solo brindándonos la información suficiente para ver los resultados del acto final imperdonablemente violento, pero de alguna manera desinteresado de Min.
Se tambalea al borde de lo sutil, pero de alguna manera sale, gracias a los esfuerzos conjuntos de Marion, Hill y especialmente Dressler, para ser una de las secuencias más profundas y sin esfuerzo del cine.
Para una persona con adopción en su familia, eso se duplica; porque es tan emocionalmente agotador para una persona como probablemente sea para una pareja que pasó por problemas y se reavivó.
Recordar también que el filme fue producido durante La Era “Pre-Code” por lo que hay algunos momentos interesantes al respecto:
Cuando Bill pasa de contrabando en vodka ilícito desde fuera de los límites legales de los estados; cuando Alec (Russell Hopton) le dice a Nancy que debería casarse con él porque, “¡sé cómo puedes ganar mucho dinero!”; u otros diálogos como:
“No se permiten caballeros en la cabaña de una mujer”, “no hay ningún caballero aquí”, etc.
Pero toda la trama es movida por Min y Bill:
Ese tipo de relación, llena de juegos divertidos, tomas y analogías, es una que rara vez se ve en las películas más allá del coqueteo cargado de sexo.
Es una especie de comodidad con otra persona, una sensación de ensueño que no es hostil, sino el signo de una relación cálida y amorosa.
Min, no es una mujer con la que jugar; ella le pone una navaja de afeitar en la garganta a Bill, cuando él dice que la última vez que se la consideró una belleza fue La Guerra Civil; y al igual que Bill, puede ser tan desagradable o dulce como el estado de ánimo.
Sin embargo, solo hay una persona en el mundo a la que Min tiene miedo, y ni siquiera se trata del viejo Wallace Beery; y es en realidad, la madre de Nancy, Bella.
Retrocedamos un segundo; al igual que muchas películas de la época, y sacamos la idea de “los que tienen y los que no tienen”
Si bien, muchas películas en estos días ven el triunfo de los que no tienen en cómo demuestran a los que tienen, su validez como humanos al demostrar que los que tienen son igual de mezquinos y falibles; este escenario no se vio con tanta igualdad en los años 30.
El éxito para los que no tenían en aquel entonces, era convertirse en uno de los que tienen.
No es sorprendente considerando el repentino énfasis necesario de La Gran Depresión y el continuo entusiasmo estadounidense por un fetiche monetario…
Y Bella es el extremo de “no tener”
En lugar de ser estrictamente pobre monetariamente, también está en bancarrota en espíritu.
Ella es fuerte, grosera y busca explotar su alrededor, y en el momento en que aparece, está bebiendo con Bill y pidiéndole a Min que deje ver a su hija; y no por razones sentimentales, por supuesto, sino para que alguien las use…
Fuera de este drama, esta es una historia de la mujer que sacrifica todo por su ser querido, a la que volvemos regularmente, y en eso, la película es bastante sólida.
Ella sabe que si se queda con Nancy, la niña nunca tendrá la oportunidad de encajar con la sociedad adecuada, por lo que debe seguir alejando a esta chica que obviamente aprecia tanto, una y otra vez.
Los problemas se presentan en tramos pequeños pero rígidos, como una secuencia de payasadas absurda temprana que ve a Min y Nancy al volante de un bote desbocado; y para muchos, mata el frágil impulso narrativo de la película, y no es la primera vez que la película está más interesada en la comedia amplia que en el tipo más lúdico y terrenal en el que sobresale.
Agrega los problemas habituales de conversación temprana que obtiene en películas como esta, con largas pausas y algunos ángulos de cámara; y la imagen simplemente se vuelve estática por unos períodos de tiempo; pero todavía tiene a Marie Dressler y Wallace Beery.
Si bien, su trama puede ser una versión de una vieja canción, estos 2 le dan un poco de dinamismo.
La relación entre Min y Bill es el auténtico soporte del relato; una relación que lleva hasta sus últimas consecuencias la batalla de los sexos con persecuciones, estrangulamientos, trompadas y hachazos, sirven de ilustración literal a la propuesta a lo largo de una de las escenas más recordadas de la película.
Los 2 titulares son una gran pareja, y 2 personajes muy creíbles y bellamente realizados.
Me encantaron sus interacciones, y eso hizo que esta película fuera tan buena como es, siempre que se centró en los demás y no en ellos.
Como dato, Wallace Beery comenzó su carrera muy fuerte a principios de los años 30 y con esta película; y su racha fue gloriosa a partir de allí.
Pero Marie Dressler se roba el show, y esta es su película, por supuesto.
Ella siempre es genial en cada película que hizo, pero aquí realmente tuvo un papel largo; y fue genial presenciar tanto en términos de humor como de emoción genuina.
Ella es creíble, muy divertida y su escena final fue poderosa.
A saber, Marie Dressler era una actriz de teatro y cine canadiense-estadounidense, especialmente comediante, siendo una de las primeras estrellas del cine mudo y de La Era de La Depresión.
Exitosa en el escenario en vodevil y óperas cómicas, también tuvo éxito en el cine; y en 1914, ella estaba en la primera comedia de largometraje; aunque su carrera se redujo en la década de 1920, Dressler se vio reducida a vivir de sus ahorros mientras compartía un apartamento con una amiga.
En 1927, regresó al cine a la edad de 59 años  y experimentó una notable serie de éxitos.
Siendo un fenómeno, casi una fuerza de la naturaleza, es descrita una vez por tener una cara como la parte trasera de un autobús, no obstante, fue la mejor estrella de Hollywood en los últimos 3 años de su vida; y obtuvo esa posición por su bondad innata, una cualidad que los espectadores podían percibir en todos sus roles; porque ella actúa con su cara.
¡Y qué cara!
Si ser una estrella de cine significaba ser hermosa y glamorosa, Dressler lo tenía, para nada.
Su rostro era verdaderamente hogareño; pero era capaz de 100 expresiones diferentes, algunas de ellas bastante sutiles; y era, en cierto sentido, la mujer Lon Chaney; tanto que puedes comprobar por qué ella fue un éxito en El Cine Mudo.
También, ella era una cómica muy física, experta en personajes que se muestran como feos o de mala calidad, que no intenta que se vean bien en ningún momento.
En ese sentido, igualmente memorable es Wallace Beery, una vez caracterizado por tener un cuerpo como una bolsa de lavandería sobrecargada, tenía la parte del pícaro adorable, perfeccionada y patentada.
Muy popular entre los fanáticos, con Dressler creó uno de los legendarios acoplamientos de pantalla.
El resto del elenco está realmente allí para apoyar a las 2 estrellas, pero Marjorie Rambeau se destaca como una figura que conoce muchos de los secretos de Min; y lo curioso de Dorothy Jordan, que tenía 24 años cuando se hizo esta película, no 14; es que la edad del personaje que interpreta cuando comienza la película, tenía su voz aguda y un aspecto infantil muy creíble.
Por su tema de fondo, inclusive por la trama misma de la película, debería titularse “Min and Nancy”, porque es Dorothy Jordan, no Beery, quien se asocia con Dressler en el estallido principal de la película, incluida la persecución en bote muy bien trabajada; mientras que Rambeau usurpa casi por completo a Beery en los momentos posteriores, y proporciona un clímax deslumbrante.
Sobre el final, Min tiene una leve y dulce sonrisa en su rostro mientras es escoltada por la policía a través de la multitud de curiosos que habían observado a la joven pareja.
Ella no le hizo saber a su hija adoptiva, que estaba entre la multitud.
Había visto a la niña tener un buen comienzo.
Iban a establecerse lejos, por lo que sería poco probable que supieran lo que sucedió, y Min nunca diría por qué…
Todavía estamos en La Era del “Pre-Code”, y lo vemos cuando a las personas se les permitía vivir duro con los resultados de esa vida dura cincelada en su cara y cuerpo, pero eso no significaba que fueran malas personas.
Nunca se dice, pero Min probablemente trabaja tan duro con Nancy para que no tenga tiempo de meterse en problemas.
Min, era probablemente una prostituta cuando era más joven, porque una prostituta le dio a Nancy cuando era un bebé, y no quiere que Nancy se meta en problemas como lo hizo.
Min, le ha dicho que su madre murió, no queriendo que la niña supiera que fue abandonada, o que fuera a buscar a su madre, porque es una mala noticia.
Min, nunca envió a Nancy a la escuela, porque nunca se le ocurrió, no porque no le importara su futuro.
Y el vistazo final al alma de Min, cuando finalmente muestra el orgullo de una madre en su rostro, mientras mira a Nancy, toda adulta, enfrentando un futuro brillante, a pesar de que la niña no la ve en la multitud, es arrollador.
Una cosa que encontré muy extraña, fue que Min nunca le mostró afecto a Nancy; pero Nancy pensaba en el mundo de ella.
Tal vez, Min sabía que algún día Nancy crecería y no quería que estuviera demasiado apegada cuando tuvo que enviarla lejos de los muelles para salvarla de un futuro en la prostitución.
Tal vez no quería admitir sus sentimientos para sí misma, porque siempre supo que la madre de Nancy podría regresar en cualquier momento, y simplemente llevársela.
Nunca lo sabremos, porque Min nunca dice.
Todo lo que sabemos es que Min es una buena mujer con un buen corazón, que probablemente no tiene nada en su educación o en su pasado que le muestre la forma correcta de criar a un hijo, solo está inventando estas cosas a medida que avanza, pero siempre ha tenido el mejor interés de Nancy en el fondo.
De esa manera, no tienes que dar a luz o estar en las mejores, o incluso buenas circunstancias para mostrar el amor de ser una madre, y que dar a luz no necesariamente te convierte en madre.
Tan real y actual como en 1930.
“And you know me, Min.
When I call a spade a spade, nobody forgets”
Decía Marie Dressler:
“El destino me hizo interpretar el papel de un patito feo sin la promesa de un cisne...
He jugado mi vida como una comedia, en lugar de la tragedia que muchos habrían provocado”
Y para el momento de su muerte en 1934, Marie Dressler era una de las principales estrellas de taquilla, y una de las estrellas más prestigiosas de MGM, junto con otros compañeros de la lista de éxitos como:
Greta Garbo, Jean Harlow y Norma Shearer, fue un logro monumental para una actriz en sus 60 años, y quién inclinó la balanza a 200 libras.
Junto con su compañera canadiense, Mary Pickford, Dressler era una de la mayoría de las exportaciones del mundo del espectáculo importante y lucrativo de este país, en la primera parte del siglo 20, cabeza de cartel de la película de comedia, y primer largometraje en 1914 junto a Charlie Chaplin, e incluso ganadora del Premio de La Academia como Mejor Actriz por su actuación en Min and Bill.
Sin embargo, más de 150 años después de su nacimiento, rara vez se le da su debido lugar en las historias de la industria del cine y la comedia; tal vez un síntoma persistente de su estrellato totalmente improbable.
Fue por Maurice Barrymore, el padre de John, Lionel y Ethel; quien convenció a Dressler de que no tenía por qué ser una actriz dramática o una diva de ópera, como había soñado durante mucho tiempo; más bien, debería apegarse a la comedia, ya que su físico inusual y su presencia dominante, eran activos lucrativos, y la distinguían de otras estrellas en Broadway y en el vodevil.
Dressler hizo caso a sus consejos y, con una sucesión de papeles destacados en comedias, su carrera despegó; pero no pudo encontrar ningún papel importante en la pantalla o en el escenario, pues su imagen ahora parecía demasiado anticuada, demasiado “eduardiana” a la luz de la obsesión naciente del “Jazz Age” con la juventud y el glamour.
Y en un momento en que muchos actores estaban preocupados por la llegada del sonido, Dressler confiaba en que perseveraría, ya que su voz, perfeccionada durante décadas de trabajo teatral, era tan dominante como su físico; y en 1934, Dressler enfermó gravemente con lo que más tarde se reveló como cáncer terminal.
Según los informes, el jefe de MGM, Louis B. Mayer, le había pedido al médico del estudio que ocultara el diagnóstico a Dressler para no molestarla.
Murió en julio de ese año, a la edad de 66 años.
Y a diferencia de cualquier otra estrella de su edad, en el momento de su muerte, Marie Dressler estaba en un punto álgido de su carrera.
Pocas actrices, entonces o ahora, han logrado lo que Dressler hizo, alzándose de las cenizas de la obsolescencia, para encontrar un renacimiento profesional en sus últimos años, y demostrando sin lugar a dudas, que “un patito feo” podría mantenerse en la corte con la más glamorosa de las estrellas.
Marie Dressler murió demasiado pronto.
Ella fue, por un corto tiempo, un tesoro nacional, a pesar de que era canadiense; y protagonizó muy pocas películas, pero ganó 1 Oscar por esta.
En todas sus películas, era perfecta, con un poco de estancamiento, pero era actriz de teatro antes de que Hollywood se hiciera así mismo.
Es triste decirlo, nunca habrá otra como ella, pero Min And Bill es un buen ejemplo de su personaje en pantalla, completamente entretenido y aleccionador.

“Well, you trust me, dontcha?”



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