Kentucky

“A glorious tradition inspires a great picture... and the romance of The Blue Grass Country!”

Kentucky es un estado situado en el Sur de los Estados Unidos; y aunque se definió como “El Estado de Kentucky” en la ley que lo creó, porque en la primera constitución de Kentucky se utilizó el término “estado”, es uno de los 4 estados de los Estados Unidos constituidos como una comunidad, junto a Virginia , Pensilvania y Massachusetts.
Originalmente una parte de Virginia, en 1792, Kentucky se separó de ella, y se convirtió en el 15° Estado en unirse a La Unión; siendo el 37º más extenso y el 26º más poblado de los 50 Estados Unidos; y aunque Kentucky fue representada por la estrella central en la bandera de batalla de La Confederación, permaneció oficialmente “neutral” durante La Guerra Civil debido a las simpatías de La Unión de la mayoría de los ciudadanos del Commonwealth.
Pero sobre todo, Kentucky es conocido como “El Estado del Pasto Azul” o “El Estado Blue Grass”, un apodo basado en una especie de hierba que se encuentra en muchos de sus pastos.; siendo una de las principales regiones de Kentucky, la región de Bluegrass en el centro del Estado, que alberga sus 2 ciudades más grandes, Louisville y Lexington .
El Estado es una tierra con diversos entornos y abundantes recursos, incluido el sistema de cuevas más largo del mundo, El Parque Nacional Cueva del Mamut, una de las mayores extensiones de vías navegables y arroyos en los Estados Unidos contiguos, y los 2 lagos artificiales más grandes al este del río Mississippi; pero Kentucky es mundialmente conocido por sus caballos purasangre, y las carreras de caballos, especialmente El Derby de Kentucky, que es una carrera de caballos que se celebra anualmente en Louisville, en el primer sábado de mayo, coronando las 2 semanas de duración del Festival Derby de Kentucky.
La competencia, es una carrera de riesgo de Grado I para “Thoroughbreds” de 3 años, a una distancia de 2 km en Churchill Downs.
El “Thoroughbred” es una raza de caballos mejor conocida por su uso en carreras de caballos; y aunque la palabra “purasangre” a veces se usa para referirse a cualquier raza de caballo de raza pura, técnicamente se refiere solo a la raza purasangre; que son considerados caballos de “sangre caliente” que son conocidos por su agilidad, velocidad y espíritu.
Por otra parte, se llama “The Run for The Roses”, a la manta de rosas que cubre al ganador del Derby, que también es conocido en los Estados Unidos como “los 2 minutos más emocionantes en el deporte” o “los 2 minutos más rápidos en el deporte” debido a su duración aproximada.
Así, El Kentucky Derby se ha mantenido ininterrumpido desde 1875; incluso durante La Gran Depresión y ambas Guerras Mundiales.
“The song birds are the sweetest in Kentucky; the thoroughbreds are fleetest in Kentucky; mountains tower proudest, thunder peals the loudest, the landscape is the grandest and politics the damnedest in Kentucky”
Kentucky es un drama del año 1938, dirigido por David Butler.
Protagonizado por Loretta Young, Richard Greene, Karen Morley, Walter Brennan, Douglass Dumbrille, Moroni Olsen, entre otros.
El guión es de Lamar Trotti y John Taintor Foote; y es una versión de la historia de “Romeo y Julieta” de Shakespeare, pero en medio de una carrera de caballos de Kentucky, en la que una disputa familiar se remonta a La Guerra Civil y se mantiene viva por el tío de la protagonista.
La película obtuvo un premio Oscar al Mejor Actor de Reparto para Walter Brennan; en la única nominación para la película; lo cual es sorprendente, dado que su papel es más protagónico.
Pero Kentucky es más famoso por incluir imágenes de carreras de caballos en Tecnicolor; y parte de la razón de su éxito es sin duda la mano libre del productor, Darryl F. Zanuck con el dinero del estudio.
La acción sigue a Peter Goodwin (Walter Brennan), el patriarca de una familia que odia a Los Dillon desde que ambos clanes se enfrentaron en La Guerra Civil; pero surge un pequeño problema cuando su sobrina Sally (Loretta Young) se enamora de Jack (Richard Greene), el hijo de Los Dillon.
Además, para echar más leña al fuego en este romance imposible, Jack ayuda a Sally a formarse como jinete, y participar en El Derby de Kentucky.
El preludio de saqueo de los yanquis, explica más o menos la eventualidad de que años más tarde Sally se enamore de Jack, y que sus respectivas familias pisoteen el camino del amor verdadero, literalmente, ya que la historia actualizada, ahora se juega contra un fondo de “bluegrass”
El filme entra en el modo de Hollywood, y prescinde de la logística del guión y la historia, y disfruta de todo lo demás...
Las actuaciones, a pesar de que encarnan estrictamente el cliché y la caricatura, previsiblemente racial; siguen siendo maravillosas para aquellos que aman un revolcadero al estilo Fox.
Pero la película está generalmente bien editada y las secuencias de carreras son particularmente emocionantes, todo ello eleva la propuesta como un documento temprano en el uso del color, en exteriores, y con sentido documental.
“Every day's a good day for racing!”
Además de su relativa placidez, de su mirada conservadora en torno al colectivo negro, o de la mezcla de blandura y eficacia que describe en su base argumental central, Kentucky destaca por 2 elementos determinantes:
De un lado, es un claro exponente del tipo de producción “familiar”, que en aquellos finales años 30, articulaba con mano experta el gran Darryl F. Zanuck.
Ligado con lo anterior, aunque articulando en ello un aporte entonces novedoso, la película aparece como uno de los primeros exponentes, más o menos cuidados en la apuesta por el Tecnicolor de manera normalizada en la gran pantalla.
Siendo “The Look Of Eagles”, el título de la historia que inspiró la película; es lo que todo gran caballo de carreras tiene, según Walter Brennan en Kentucky.
Y es ese brillo en el ojo que ves en cualquier atleta, humano o equino, lo que te dice que tiene corazón.
En el caso de los caballos, con el corazón suficiente para recorrer la distancia de una milla y cuarto, la distancia establecida del Derby de Kentucky; la acción se insertará en las primeras décadas del siglo XX, deteniéndose en los descendientes de ambas familias, e introduciendo al espectador en la cotidianeidad de ambas.
Todo inicia durante La Guerra Civil:
Thad Goodwin, Sr., (Charles Waldron) de Elmtree Farm, un criador de caballos local, se resiste al Capitán John Dillon (Douglass Dumbrille) y una compañía de soldados de La Unión que confiscan sus caballos.
Él es asesinado por Dillon, y su hijo menor, Peter (Bobs Watson), se queda llorando mientras los soldados se alejan con los caballos…
Han pasado 75 años, y en 1938, Peter ahora es un anciano malvado, que aún reside en Elmtree Farm y cría caballos con su sobrina Sally.
El nieto del Capitán Dillon, Jack, y Sally se encuentran, sin saber que él era un Dillon…
El padre de Sally, Thad Goodwin, Jr., muere cuando su especulación sobre el algodón cae; y Los Goodwin se ven obligados a subastar casi todos sus caballos; por lo que Jack ofrece sus servicios a Sally, como entrenador de su último caballo de premio, “Bessie's Boy”, quien luego se lesionó.
Sally, finalmente pierde la granja, y el Sr. Dillon cumple con su apuesta original con Thad Jr., y le ofrece criar a uno de sus potros en su granja.
Ella elige “Blue Grass” en lugar del favorito, “Postman”; y Jack lo entrena para El Derby.
Pero finalmente ella se entera de la verdadera identidad de Jack, y lo despide como entrenador.
Durante la carrera, “Blue Grass” corre cuello con cuello con “Postman” de Dillon, pero “Blue Grass” gana gracias al consejo de Jack.
Sally abraza a Jack, pero Peter se derrumba antes de la ceremonia de entrega del premio, y muere.
En su funeral, Dillon lo elogia y lo enaltece como “el gran hombre viejo del césped americano”
Todo ello será la base de una mixtura en la que se dirima un homenaje expreso al mundo de los caballos, sirviendo esta película casi como precedente, de títulos que se irían sucediendo en el seno del Fox Studio.
Y partirá de la misma premisa:
Romance juvenil, leve trama melodramática, contrapunto de un personaje de relieve que represente la veteranía, y el obligado “Happy End”
Punto por punto, se cumple la premisa en Kentucky, envuelto en la suavidad y los contrastes del Tecnicolor que embellece la técnica Natalie Kalmus, dosificado por una realización funcional y en algunos momentos blanda, como no podía ser de otra manera, estando firmada por David Butler.
Sin embargo, reconociendo de entrada su limitado alcance, lo cierto es que la película se deja ver con moderado agrado, en buena medida por elementos evidentes, como es la química que ofrece la pareja juvenil formada por La Young y el británico Richard Greene, al cual, el hecho de tener que combatir pocos años después en La Segunda Guerra Mundial, impidió consolidar una carrera que Zanuck le dispuso con notable intuición.
Ellos serán el contraste con la brillante “performance” que brindará Walter Brennan, quien con menos de 40 años de edad, ofrece un creíble retrato del veterano Goodwin.
Pero junto a ello, con los elementos de producción que acentúan esa sensación de placidez que rezuma su leve base argumental, justo es reconocer que Kentucky rehúye esa sensación acaramelada que estuvo presente en algunos otros de los títulos de este subgénero.
Es más, en los mejores instantes de la película, hay que reconocer que Butler sabe insuflar una cierta intensidad cinematográfica, bien sea expresada ésta en pulsiones dramáticas o, por el contrario, insertas en un tono de comedia; donde predominarán, no obstante, las primeras.
Con instantes tan bien resueltos y montados, como la secuencia en la que el caballo que Brennan cuida, tenga que marcharse por el asfalto bajo la lluvia, montado por Sally, corriendo para buscar un médico que pueda socorrer a su madre… o la propia secuencia final, en la que entre la alegría del triunfo, se describa en “off” la muerte de este, casi como definitiva ofrenda para alguien que ha logrado ya en vida su último anhelo; que su caballo ganara el gran premio de Kentucky.
Sin embargo, dentro de este sustrato dramático, surgirá el fragmento más brillante de la película:
La descripción de la carrera en la que Peter depositará todos sus ahorros, y que quedará descrita en la propia sala de apuestas.
Un fragmento magnífico, lleno de emoción, en el que incluso se insertará un quiebro de equívoco, al quedar el caballo de Goodwin en segunda posición, con la consiguiente desolación de este, hasta que el ganador quede descalificado por mal comportamiento.
Secuencias que, dentro del aporte de comedia, tendrán 2 brillantes exponentes:
Por un lado, la divertida secuencia en la que el astuto Goodwin descubre, entonando una canción y con paso de baile, como se esconden los valiosos ejemplares en las caballerizas de Dillon, sin que su propietario haya ordenado tal cosa.
Más comedia aparecerá en la secuencia descrita dentro de un baile, en la que Jack vaya en busca de una desengañada Sally, a la que intentará dar explicaciones sorteándola en medio de sus bailes con distintos cortejadores.
La secuencia finalizará con un instante revestido de inesperada sinceridad, en el que este le señale algo que queda patente entre ambos, pese a todas las contradicciones, que se aman.
Del reparto, los protagonistas en Kentucky son Loretta Young y Richard Greene, quien sin duda fue llevado a 20th Century Fox como respaldo de Tyrone Power.
De hecho, no me sorprendería si la película fue desarrollada originalmente como algo para Power, quien coprotagonizó con Young en algunas ocasiones.
Y como cité, si no fuera por La Segunda Guerra Mundial, Richard Greene hoy podría estar en la lista de estrellas de La Era Clásica de 20th Century Fox; y habría sido un sólido rival para Tyrone Power, pero cuando estalló la guerra en Inglaterra, regresó para servir a su país, perdiendo todo el impulso de su carrera.
Aquí se ve muy hermoso, con su cabello negro ondulado y una sonrisa deslumbrante; haciendo una buena pareja con la bella bellísima Loretta Young; que siempre no defrauda en cualquier fotograma que aparece.
Pero la gran actuación proviene de Walter Brennan; que tenía 38 años interpretando a un hombre de unos 85 años; y ofrece una actuación divertida, aunque exagerada; con sus travesuras mantiene la película en movimiento con algunas risas agradables.
Además, como dato, alrededor de 300 extras afroamericanos se utilizaron a lo largo de esta película; donde el estereotipo de los sirvientes negros podrían ofender a algunos, ya que todos parecen bastante tontos, pero también lo hacen los personajes sureños...
Y si las estrellas románticas son atractivas, las verdaderas estrellas de Kentucky son los caballos más magníficos que hayas visto; más en las secuencias de las carreras.
Referido a ello, hay apariciones especiales de grandes artistas equinos del territorio estadounidense como Man O'War y su hijo de La Triple Corona de 1937, el veloz Almirante de La Guerra.
También está haciendo una aparición especial en Kentucky, el ganador de La Triple Corona de 1935, Omaha, el único descendiente de un ganador de La Triple Corona en la historia de las carreras de caballos, cuyo padre fue el ganador de La Triple Corona de 1930, Gallant Fox, quien también está en la película.
Por ello hay una secuencia documental inusual en la mitad de la película, que muestra y ensalza a los grandes caballos de carreras de Kentucky.
De hecho, El Derby de Kentucky de 1938 se trabajó en la trama donde Calumnet Farms Lawrin montado por Eddie Arcaro gana, y Arcaro también obtiene una línea en la película.
Lawrin, sustituye al potro de 3 años propiedad de una de las familias enemistadas; pero la victoria también está nublada por la tragedia...
Como curiosidad, al comienzo de Kentucky, vemos al tío Peter durmiendo en su sillón con el periódico, que cubre su rostro, titulado “Seabiscuit”, quien también aparece como invitado en la película, para enfrentarse al War Admiral en el Belmont Park de New York en una carrera por $100,000
Esa “Match Race” entre los 2 caballos campeones, tuvo lugar en Pimlico, conocido como Old Hilltop, en las afueras de Baltimore, Maryland, y no en el parque Belmont de New York.
Y de la producción, la verdadera estrella de este espectáculo fue la fotografía sublime que honestamente puedo decir que ofreció el ejemplo más rico y mejor conservado de Tecnicolor de 3 tiras anteriores a los 40 que he visto hasta ahora.
Incluso después de más de 50 años, su luminiscencia fue asombrosamente impactante y llena de brillo, con el amarillo en particular registrando con mucha más fuerza de lo que había visto anteriormente en una película Tecnicolor de los años 30, y con un aspecto verde natural al aire libre, como si hubiera sido rociado con tinte de kiwi.
Sin duda, desplegado deliberadamente para mejorar la naturaleza rutinaria de la historia, todavía se necesitaría una considerable patada de potencia para elevar la película a la grandeza de, digamos, “Gone With The Wind” (1939), a lo que lleva más que un drama dramático pasajero y cierta semejanza.
Un dato final es que todas las películas de esta temática deportiva equina tienen finales felices… pero aquí es agridulce, en el mejor de los casos; pues a lo largo de la trama mueren 3 personajes clave.
Pero, de nuevo, eso prueba que los productores aquí querían una historia sólida, familiar, y cumplen.
“A Dillon horse?
So what are you doing looking at her then?
C'mon, lets get outta here”
Se sabe que aproximadamente 35.000 potros nacen y son registrados cada año en los Estados Unidos; y la mayor cantidad nacen en Kentucky, Florida y California.
Los caballos de purasangre, se crían principalmente para correr bajo la silla de montar al galope; y a menudo son conocidos por ser corredores de distancia o velocistas, y su conformación generalmente refleja lo que han sido criados para hacer.
Los velocistas suelen estar bien musculados, mientras que los que se quedan o los corredores de distancia tienden a ser más pequeños y delgados.
El tamaño del caballo, es una consideración para los compradores y entrenadores al elegir un caballo de carreras potencial; aunque ha habido caballos de carreras campeones de todas las alturas, pero los mejores caballos de carreras, son generalmente de tamaño promedio.
Los caballos más grandes, maduran más lentamente y tienen más estrés en sus piernas y pies, lo que los predispone a la cojera; mientras que algunos caballos pequeños, se consideran en desventaja debido a su paso más corto y la tendencia de otros caballos a golpearlos, especialmente en la puerta de salida.
Históricamente, los purasangre han aumentado constantemente de tamaño, con una altura promedio en 1700, de aproximadamente 13.3 manos de alto; para 1876, esto había aumentado a 15.3
En 2007, hubo 71.959 caballos que comenzaron en carreras en los Estados Unidos, y el caballo de carreras promedio de purasangre en los Estados Unidos y Canadá, corrió 6.33 veces en ese año.
Total, estadísticamente, menos del 50% de todos los caballos de carrera, alguna vez ganan una carrera, y menos del 1% alguna vez ganan una carrera de apuestas como El Kentucky Derby; y cualquier caballo que aún no ha ganado una carrera, se conoce como “una doncella”
¿Acoso animal?
Y los caballos que terminaron con una carrera de carreras, que no son adecuados para la cría, a menudo se convierten en caballos de equitación o compañeros equinos; por lo que existen varias agencias para ayudar a hacer la transición de la pista de carreras a otra carrera, o para ayudar a encontrar hogares de retiro para ex caballos de carreras.

“The day goes by like a shadow o’er the heart, with sorrow where all was delight; the time has come when the darkies have to part:
Then my old Kentucky home, good night!”



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