Call Me By Your Name

“…and I will call you by mine”

En la antigüedad clásica, escritores como Heródoto, Platón, Jenofonte, Ateneo y muchos otros exploraron los aspectos del amor homosexual en La Antigua Grecia; donde la más extendida forma de relación sexual homosexual se daba entre hombres adultos y jóvenes adolescentes, conocida como “pederastia”
En Atenas, el hombre mayor era llamado “erastés” y se encargaba de educar, proteger, amar y dar ejemplo a su amado.
El joven era llamado “erómeno”, y su retribución al amante era su belleza, juventud y compromiso.
Un eróme¬nos debía ser atractivo, inteligente y vir¬tuoso; no se esperaba de él que sintiera deseo hacia su protector, sino afecto y agradecimiento.
Era el erastés, quien per¬día la cabeza:
Los poemas suelen presen¬tarle como un juguete en manos de Eros.
Los griegos, sentían una gran admiración por los cuerpos atléticos, de hecho, casi toda la es¬cultura clásica es un canto a la belleza masculina; por ello, lo masculino se convirtió en una escala absoluta para medir lo bello y lo civilizado.
Toda una exaltación de lo masculino, de su valor, de su fuerza, pero también de su belleza y de su fidelidad.
Pero en La Antigua Grecia, no se concebía la orientación sexual como identificador social, cosa que sí se ha hecho en las sociedades occidentales en el último siglo; ni tenía una connotación especialmente negativa, como la pudo tener en periodos de la historia más reciente; y hay que tener en cuenta, que las sociedades no evolucionan de forma lineal, y si algo tenían de positivo los griegos era que la sexualidad de las personas no estaba marcada por el concepto del pecado, tan presente en toda la sexualidad del occidente cristiano.
La sociedad griega, no distinguía el deseo o comportamiento sexual por el sexo biológico de quienes participaran, sino por cuánto se adaptaba dicho deseo o comportamiento a las normas sociales.
Estas normas se basaban en el género, la edad y el estatus social; principalmente, hay 2 puntos de vista sobre la actividad sexual masculina en la antigua sociedad griega; y algunos eruditos afirman que existía una marcada polarización entre compañeros activos y pasivos, es decir, penetrador y penetrado, y esta polarización activo/pasivo estaría asociada con roles sociales dominantes y sumisos:
El rol activo se asociaría con la masculinidad, con un estatus social alto y con la edad adulta; mientras que el papel pasivo se asociaría con la feminidad, con un estatus social bajo y con la juventud.
Según esta visión, cualquier actividad sexual en la que un hombre penetrara a alguien socialmente inferior, se consideraba normal; igualmente, ser penetrado, especialmente por alguien socialmente inferior, podía ser considerado vergonzoso.
Otros estudiosos, sin embargo, argumentan que las relaciones entre hombres normalmente incluían a un hombre adulto y a uno joven:
El hombre mayor tomaría el rol activo.
También las describen como “cariñosas, amorosas y afectivas”, y argumentan que la tradición griega de las relaciones homosexuales era central en la historia griega y la guerra, la política, el arte, la literatura y la educación, resumiendo, en el milagro griego.
Se conocen muchas parejas de hombres adultos en la historia, en las que ambos son adultos; y entre éstas, la de Eurípides, en la setentena, con Agatón de Atenas, de unos cuarenta; o el legendario amor entre Alejandro Magno y su amigo de la infancia, Hefestión, se considera según teorías acerca de las relaciones personales de Alejandro Magno, una relación de este tipo.
Los expertos han mostrado que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, eran practicadas de manera abierta, en gran medida con permiso oficial, en muchas áreas de la vida desde el siglo VII a.C., hasta La Era de La Antigua Roma.
Otros puntos de vista enfatizan que en Atenas, el deseo entre personas del mismo sexo era parte de la ideología sexual de la democracia, compartida por la élite y el “dêmos”, de lo que son ejemplo los tiranicidas Aristogitón y Harmodio.
Incluso quienes defienden que la pederastia estaba limitada a las clases más altas, conceden generalmente que “era parte de la estructura social de la ciudad”
Haciendo un arco temporal enorme, hasta de temática, en 1983, el mundo era otro; uno quizá algo más ingenuo que el actual.
El peor miedo consistía en volverse polvo cósmico a causa de una Tercera Guerra Mundial…
Fuera de eso, las disyuntivas generadas en el sector social clasemediero, no parecían ser demasiado complejas:
Pepsi o Coca; punk o disco; Intellivision o Atari; telenovelas o series...
Se antoja pensar, que en tiempos tan aparentemente inocentes, incluso un tanto frívolos, previos a la aparición del SIDA y a la revolución de la conducta humana que han supuesto el Internet y las redes sociales; la manifestación de sentimientos también era más simple, y si no más simple, siquiera más transparente.
¿Qué es el amor, sino un infinito viaje de auto-descubrimiento, en el que nos ilusionamos, nos enamoramos, nos rompen el corazón, le rompemos el corazón a alguien, aprendemos de nuestros errores, y volvemos a intentarlo nuevamente?
Es un continuo ciclo a través del cual aprendemos demasiadas cosas de uno mismo.
Se aprende a ser auténticos, a practicar la compasión, a vivir y disfrutar la vida con plenitud, a creer que la magia existe en el mundo.
“Nature has cunning ways of finding our weakest spot”
Call Me By Your Name es un drama italiano del año 2017, dirigido por Luca Guadagnino.
Protagonizado por Armie Hammer, Timothée Chalamet, Michael Stuhlbarg, Amira Casar, Esther Garrel, Victoire Du Bois, Vanda Capriolo, Antonio Rimoldi, Elena Bucci, Marco Sgrosso, Andre Aciman, Peter Spears, entre otros.
El guión es de James Ivory y Luca Guadagnino, basados en la novela homónima de André Aciman, publicada en 2007, que narra su romance de verano y los 20 años que siguen... es una verdadera obra de arte, la forma en que el autor relata, cómo los impulsos ocultos de miedo, fascinación y deseo de ambos chicos, intensifican hasta desbordar una pasión única.
André Aciman, es un escritor nacido en Alejandría, Egipto, en 1951, tras pasar parte de la adolescencia en Italia, se trasladó junto a su familia a Estados Unidos, donde ha desarrollado su carrera literaria.
El guión, fue aprobado por Aciman mismo, quien elogió la adaptación como “directa, real y persuasiva; como escritor, me encontré a mí mismo diciendo: '
Wow, lo han hecho mejor que el libro”
El guión completado fue vital para asegurar fondos para la producción de la película; y entre los financieros se encontraban las productoras:
La Cinéfacture (Francia); Frenesy Film Company (Italia, propiedad de Guadagnino); RT Features (Brasil), y Water's End Productions (Estados Unidos); junto con el apoyo del Ministerio Italiano de Patrimonio Cultural y Actividades y Turismo.
Durante las negociaciones, el presupuesto de producción se redujo de $12 a $3.5 millones; y es una producción realmente internacional, y pertenece a la trilogía “Deseo” de Guadagnino, junto a:
“Io Sono L'Amore” (2009) y “A Bigger Splash” (2015) donde aquí demuestra su capacidad para romper las reglas de la ortodoxia, y deslumbrar a través de una suntuosidad de aroma “vintage” al borde del delirio, que certificaba su naturaleza hedonista, una característica que recorre toda su obra.
Y es que sus películas son puro goce estético y también sensitivo.
En ellas, se exalta la sensualidad del cuerpo, del placer, del deseo carnal contenido; y tras esas pulsiones primitivas, descubrimos a un puñado de personajes presos de sus debilidades y sus más profundas miserias.
La película representa una desviación de su trabajo anterior, ya que en ella tomó un enfoque “no agresivo” y simple; él ha dicho que esta es la película “más tranquila” que ha hecho; y a pesar de ser una adaptación literaria, muchas escenas de la película transcurren sin palabras:
“Las palabras son parte de lo que está sucediendo, pero no es necesariamente lo que está sucediendo debajo.
Creo que esta película celebra lo de abajo”, dijo Guadagnino, que considera la película como “un homenaje a los padres”, refiriéndose tanto a su propio padre, como a 4 cineastas que lo han inspirado:
Jean Renoir, Jacques Rivette, Éric Rohmer y Bernardo Bertolucci.
Guadagnino ha descrito Call Me By Your Name como una película orientada a la familia, con el propósito de “transmitir el conocimiento, y esperar que personas de diferentes generaciones vengan a ver la película juntas”
Nunca la vio como una película gay, sino como una película sobre “la belleza de la idea recién nacida del deseo, imparcial y no cínica”, y refleja su lema de “vivir con un sentido de alegría”
“Si esta película tiene una lección, es que en realidad, siempre debemos ser muy fervientes con los propios sentimientos, en lugar de esconderlos o protegernos”, dijo el director, que intentó evitar los defectos que había visto en la mayoría de las películas sobre la mayoría de edad, en las que el crecimiento a menudo se retrata como resultado de la resolución de ciertos dilemas preconcebidos, como tener que elegir entre 2 amantes; y también quería que la historia siguiera a 2 personas en el momento, en lugar de centrarse en un antagonista, o una tragedia.
Como alguien que considera que el sexo en una película es una representación del comportamiento y la identidad de los personajes, Guadagnino no estaba interesado en incluir escenas explícitas de sexo en la película, para mantener el tono según lo planeado, diciendo:
“Quería que la audiencia confiara completamente en el viaje emocional de estas personas, y sentir el primer amor...
Para mí fue importante crear esta poderosa universalidad, porque la idea de la película es que la otra persona te haga bello, te ilumine, te eleve…”
El productor, Peter Spears, dijo que la película está dedicada a Bill Paxton quien murió en febrero de 2016:
“Mi esposo, Brian Swardstrom, fue el mejor amigo y agente de Bill durante casi toda su carrera.
Brian y Bill, vinieron a visitarnos en el set mientras estábamos filmando en Crema, Italia, en su camino a Cannes, donde Bill tuvo un estreno de la película.
Bill y Luca se hicieron amigos, ya que habían sido grandes admiradores del trabajo de los demás durante muchos años, y Luca decidió honrar su memoria dedicándole la película; gesto en movimiento por el cual Brian y yo estaremos eternamente agradecidos”
La fotografía principal tuvo lugar en Crema, Lombardía, donde vive Guadagnino, y en los pueblos cercanos de Pandino y Moscazzano, durando 34 días.
Guadagnino filmó la película en orden cronológico; y fue grabada en rollos de 35mm, bajo el mando del cinematógrafo Sayombhu Mukdeeprom.
Ambientada en el norte de Italia, en 1983, Elio Perlman (Timothée Chalamet), es un joven de 17 años, que pasa el cálido y soleado verano en la casa de campo de sus padres en el norte de Italia.
Y se pasa el tiempo holgazaneando, escuchando música, leyendo libros, nadando y coqueteando con su amiga Marzia (Esther Garrel)
Elio disfruta de una estrecha relación con su padre (Michael Stuhlbarg), un eminente profesor especializado en cultura grecorromana, y su madre Annella (Amira Casar), traductora, que lo favorece con los frutos de la alta cultura en un entorno que se desborda de delicias naturales.
Si bien la sofisticación y las dotes intelectuales de Elio sugieren que ya es un adulto de pleno derecho, aún hay mucho que permanece inocente y sin forma sobre él, particularmente sobre asuntos del corazón… hasta que un día, el nuevo ayudante de EEUU de su padre llega a la gran villa:
Oliver (Armie Hammer), es un estudiante graduado de la universidad, de 24 años, que trabaja en su doctorado, llega como el interno anual de verano encargado de ayudar al padre de Elio, es encantador y, como Elio, tiene raíces judías; también es joven, seguro de sí mismo y atractivo.
Al principio, Elio se muestra algo frío y distante hacia el joven, pero pronto ambos empiezan a salir juntos de excursión y, conforme el verano avanza, la atracción mutua de la pareja se hace más intensa.
Así, durante esos días de calor, fruta madura, música y deportes, se desarrollará entre ellos una relación muy especial, llena de pasión, deseo y secreto; en medio de ese paisaje de voluptuosidad campestre, nos encontraremos con la desesperación y confusión hormonal de Elio ante la llegada del nuevo huésped que pasará el verano con sus padres, porque ellos, profesores universitarios de historia, acogen cada año a estudiantes que están realizando una tesis académica.
Pero Oliver parece sacado de una de esas esculturas grecolatinas de proporciones apolíneas que estudia su progenitor… y desde el primer instante, todo lo que veamos en la película pasará a través de los ojos de Elio; así nos sumergiremos en su desazón, en sus contradicciones perpetuas, en el proceso de asimilación de su identidad sexual, en la negación, en la toma de iniciativas, en ese torbellino, al fin y al cabo, que supone el primer amor.
Ese amor que parece prohibido, que reta y avasalla por dentro, que desmoraliza y al minuto siguiente, tras una nimia señal, envalentona.
La historia de amor entre Elio y Oliver, se irá desplegando poco a poco; a ritmo de largas siestas, de lecturas al borde de la piscina, de paseos en bicicleta y de lecciones de arte que nos conectan con el pasado, con la historia de Italia, con el tiempo que avanza sobre nosotros.
Y como suele ocurrir, la pasión tan largamente deseada, será tan intensa como breve:
Marcará a fuego, y se quedará para siempre incrustada, provocando primero dolor, después una nostalgia difusa; porque este es un vitalista y trágico retrato del amor juvenil y del deseo prohibido, en un perfeccionamiento del estilizado y hípster estilo narrativo de Luca Guadagnino, que aúna en esta ocasión, estilo y sustancia con acierto, en un relato que usa el arte y la música para establecer un tono bucólico, y cargar de matices su recreación de una época muy concreta, en un paraje idílico de felicidad, placer alimenticio, despertar sexual y entrada en la edad adulta; pero atención que la película no juega con el morbo, sino con los sentimientos en estado puro.
Tiene algo de milagro, el que supone mostrar de una manera tan nítida como al mismo tiempo dolorosa y reconfortante, lo que significa primero desear, después amar, y por último perder.
Es una película de aprendizaje, pero su lección, afortunadamente nunca termina de aprenderse del todo.
No sólo este tipo de historias han encontrado la aceptación en un mercado más comercial, sino que también exploran sus temáticas desde un punto de vista universal:
Call Me By Your Name, es sobre un amor que va más allá del género y preferencias sexuales, así como también de las creencias o ideologías religiosas.
El amor es amor, y éste simplemente no conoce fronteras.
“What things that matter?”
Después de ver una primera galera de la novela debut de André Aciman, “Call Me By Your Name” en 2007, los productores estadounidenses, Peter Spears y Howard Rosenman, compraron los derechos de la pantalla antes de su publicación; siendo además, la primera película en 8 años de James Ivory.
El cineasta británico, un habitual en los Oscar gracias a películas como:
“A Room With a View” (1985), “Howards End” (1992), y “The Remains Of The Day” (1993), estuvo a punto de codirigir Call Me By Your Name junto a Guadagnino, pero los productores consideraron que sería arriesgado tener a 2 directores trabajando juntos; y el veterano Ivory, que cumplió 89 años en junio, se limitó a escribir el guión.
Guadagnino, inicialmente fue contratado como consultor de localización, para ayudar a “armar la película desde el lado italiano”; la inesperada colaboración de él e Ivory, 2 directores de estilos diferentes y separados por más de 40 años, es un ejercicio cinematográfico inspirado y plagado de detalles, donde las miradas y los pequeños gestos elevan una sólida historia sobre el primer amor y el agujero que éste deja en el corazón cuando llega a su inevitable final.
Al revisar el borrador del guión de Ivory, Guadagnino eliminó una cantidad considerable de desnudos; y ha dicho que la versión de Ivory probablemente habría sido “una película mucho más costosa y diferente”, una que de hecho, no podría haber sido hecha, debido a “las realidades del mercado”
Guadagnino, quien describió la novela como “un libro de Proust sobre recordar el pasado, y caer en la melancolía de las cosas perdidas”, como película difiere de su material de origen de varias maneras.
Mientras que la novela sirve como una pieza de memoria desde la perspectiva de Elio, los realizadores eligieron establecer la película completamente en el presente, una solución mucho más eficiente para ayudar a la audiencia a entender a los personajes y reflejar la esencia del libro.
De esa manera, el entorno cambió de Bordighera, en La Riviera Italiana, al campo de Crema, Lombardía.
Guadagnino decidió retrasar la configuración original de 1987 a 1983, que explicó que era un año, “en Italia al menos, cuando todo lo que era genial sobre los años 70 está definitivamente cerrado”, y uno en el que los personajes “están en una forma no tocada por la corrupción de los '80:
En Estados Unidos, Reagan; y en El Reino Unido, Thatcher”; al parecer para que los personajes mantuvieran la inocencia previa a ola de conservadurismo desatada, y antes de que estallara definitivamente El SIDA como una enfermedad que terminaría convirtiéndose en un arma de miedo política para estigmatizar las relaciones homosexuales.
Otro dato es que la profesión del Sr. Perlman fue refinada por Ivory de un estudioso de clásicos a “un historiador de arte, del tipo arqueólogo”
Además de la eliminación de la desnudez, el director también descartó gran parte de la narración “en off” del guión original de Ivory; de hecho, al director no le gustó la idea de que el personaje principal cuente la historia de forma retrospectiva, afirmando que “mata a la sorpresa”
Por tanto, contar una historia de la burguesía, es ciertamente un buen escenario para el tono de la historia, porque el tema de la homosexualidad de los protagonistas no se infla artificialmente, y cae dentro de un aire de opulencia sin exageración; simplemente hay un agradable romance, que con encanto y peculiaridades se convierte en la excusa perfecta de los acontecimientos.
En la novela, el narrador es Elio Perlman, que recuerda los acontecimientos del verano de 1987, cuando tenía 17 años, y vivía con sus padres en Italia.
Cada verano, sus padres recibían a un estudiante de doctorado como invitado de la casa durante 6 semanas, quien revisaba un manuscrito del libro mientras ayudaba a su padre con el papeleo académico.
Elio se resiente de la tradición, ya que se le exige que desaloje su dormitorio para que el invitado pueda usarlo durante su estadía...
Oliver, el invitado para el verano, es despreocupado y distante, un marcado contraste con la introversión de Elio.
En la novela, Elio fue quien seleccionó a Oliver como invitado, con la esperanza de tener “afinidades instantáneas” entre ellos, y actúa como su guía turístico, aunque los intentos de Elio de impresionar a Oliver son recibidos con indiferencia.
Cuando Oliver agarra el brazo de Elio después de un partido de tenis, en la novela, Elio se retrae con miedo.
Aunque Elio reconoce su propia bisexualidad y su atracción por Oliver, está particularmente emocionado por su descubrimiento de que Oliver es judío, viéndolo como un vínculo entre ellos, y duda de que Oliver corresponda a sus sentimientos.
Un día, Elio se cuela en la habitación de Oliver, y se masturba mientras lleva puesto el bañador de Oliver en la cabeza.
Más tarde, Elio confiesa su atracción por Oliver, y se besan en una berma donde supuestamente Claude Monet pintó algunas de sus imágenes…
Cuando Elio toca el pene de Oliver a través de su ropa, Oliver lo empuja, como “rechazando la invitación”, por lo que Oliver y Elio crecerán distantes en los días posteriores…
Elio comienza una aventura con Marzia, una chica local de aproximadamente su edad; y buscando reconciliación, Elio desliza una nota debajo de la puerta de la habitación de Oliver, con un plan para reunirse a la medianoche.
A medianoche, Elio entra a la habitación de Oliver, donde tienen relaciones sexuales.
Elio se siente culpable por el encuentro, y decide que no puede continuar su relación con Oliver…
En la novela, a la mañana siguiente, Oliver usa el traje de baño de Elio para el desayuno, reflejando el comportamiento fetichista anterior de Elio, y luego realiza sexo oral con Elio; éste se da cuenta de que su atracción por Oliver persiste, y que desea continuar su relación.
Pero Elio visita la casa de Marzia, en la novela, y los 2 tienen relaciones sexuales; por la tarde, se masturba con un melocotón cortado, y eyacula dentro de él.
Oliver, luego visita la habitación de Elio, come el melocotón y su contenido, en la novela; y nuevamente tiene relaciones sexuales con Elio; mientras en la película, la relación empieza a cobrarle sentimientos fuertes en Elio hacia Olivier y rompe en llanto.
Antes de regresar a los Estados Unidos, Oliver decide pasar 3 días en Roma, en la novela, donde es la montaña en la película, donde lo acompaña Elio.
Al regresar del viaje, en la novela, Elio se entristece al descubrir que sus pertenencias ya han sido devueltas a su dormitorio original, y que todos los rastros de la visita de Oliver se han desvanecido... y tiene una discusión con su padre, quien dice que aprueba la amistad y la relación entre Elio y Oliver; mientras en la película, el padre se confiesa con su hijo, diciéndole que los sentimientos del primer amor, es algo que debe vivirlo, y que comprende “su amor secreto”
En la novela, en La Navidad, Oliver vuelve a visitar a la familia Perlman, y anuncia que intenta casarse el próximo verano; mientras en la película es a través de una llamada de larga distancia; y concluye la película con la mirada de Elio frente al fuego, donde reconoce el amor verdadero... y perdido…
Pero en la novela, la historia continua:
Oliver y Elio quedan fuera de contacto, y no se comunican entre sí durante muchos años; y 15 años después, Elio visita a Oliver en los Estados Unidos, donde Oliver es ahora profesor.
Elio, no está dispuesto a conocer a la esposa e hijos de Oliver, admitiendo que todavía siente atracción hacia Oliver, y celos hacia su nueva familia.
Mientras Oliver admite que ha seguido la carrera académica de Elio, y le muestra una foto enmarcada de Elio que ha conservado a lo largo de los años.
Durante una reunión final en un bar, Elio y Oliver piensan que las personas pueden llevar 2 vidas paralelas:
Una en la realidad, y otra en la fantasía que les es negada por fuerzas externas…
Así, 20 años después de su primera reunión, y 1 año antes del presente del narrador, Oliver visita la casa familiar de Elio en Italia.
Recuerdan su tiempo juntos; Elio le informa a Oliver que su padre ha muerto, y que ha extendido sus cenizas por todo el mundo.
La novela concluye con Elio, como el narrador, comentando al lector que si Oliver alguna vez realmente lo amaba y lo recordaba todo como dice que lo hizo, debería una vez más “mirarme a la cara, sostener mi mirada, y llamarme por su nombre”
Call Me By Your Name es una historia que parte de lugares comunes, pero que huye de grandilocuencias y giros imposibles; al tiempo que es contemplativa de la belleza masculina, desde el punto de vista más artístico posible, hay que decirlo todo, no es casual que los créditos iniciales muestren esculturas griegas, dando a entender que todo lo que veremos tratará de, cómo la belleza nos impacta, nos conmueve, emociona y fascina.
El guión está muy adecuadamente empleado, al adecuarse a la personalidad de los personajes en los que nunca se aprecia una gota de artificialidad; sus palabras son reales y su deseo es palpable.
El erotismo es altamente efectivo, y de una ternura que emociona; por lo que la historia es muy sólida:
El despertar sexual de un joven, así como del círculo emocional familiar entre los hombres… de una belleza que solo los cineastas europeos pueden ofrecer, con locaciones de Italia que recuerdan a la filmografía de Luchino Visconti, que bien podría ser un homenaje al Tadzio de “Morte a Venezia” (1971) y a la cinematografía del Conde de Lonate Pozzolo por la iluminación, la belleza del encuadre, los escenarios, la música escogida, los temas y símbolos de la mitología mediterránea en general.
Los paisajes rurales y las angostas calles de los pequeños pueblos italianos, se convierten en un personaje importante dentro de la trama.
La naturalidad y sensualidad con la que recorremos estos lugares, nos invitan a conocer Italia, para alejarnos de la civilización por un par de semanas, y enamorarnos de sus ciudades, su comida, sus bebidas, y su gente.
Los escenarios rústicos, complementan a la perfección los gustos de los 2 protagonistas por la música clásica y su fascinación hacia el pasado.
En esta ocasión, reposa la cámara a la altura de la fragilidad de sus personajes, parece estar más pendiente de ellos, de sus miedos e inseguridades que de componer planos de una elaboración sofisticada; pero cada imagen se impregna de una enorme elegancia y sutileza.
Nada se explica, todo se intuye, y eso deja al espectador el suficiente espacio para comulgar de forma íntima y experiencial con aquello que está viendo.
Quizás por esa razón, la película provoca un impacto emocional fuerte.
Nadie queda inmune; y termina de alguna extraña manera, convirtiéndose en trascendente.
Hay una sensualidad técnica distintiva en la producción, de la cámara de Sayombhu Mukdeeprom, gira constantemente hacia los pequeños detalles:
Una fruta madura, una mirada, un toque, un espacio en la pantaloneta para ver algo más… incluso secuencias de los personajes recostados en la yerba denotan intimidad.
Junto con las características de historias de amor, Call Me By Your Name hace que sea fácil sentir el deseo entre 2 hombres, e imita dolorosamente lo que significa no poder vivir el posible gran amor de tu vida.
De una belleza extraordinaria, música y escenarios se mezclan con actores comprometidos, de riesgo por las escenas, tratándose el tema de fondo, un hombre maduro y un adolescente… donde siempre está latente que todo vaya mal… y es importante señalar, que aunque de temática gay del filme está planteada con sensibilidad y sutileza, sin cargar las tintas, y con empaque cinematográfico; es decir, no subraya la tesis homosexualista con trazo grueso, sino envuelta en un tono romántico, no hay pluma, ni intriga ni nada “queer”
Aunque lo que está contando es el romance entre un hombre adulto y un adolescente, un menor, y por ello tuvo controversia, lanzando furibundos ataques en nombre de la moral de EEUU, en concreto, el actor James Woods atacó la película con un tuit, en que hacía referencia a “la pérdida de los valores y la decencia en la sociedad” utilizando el hashtag de una organización defensora de la pedofilia.
Armie Hammer le contestó con un contundente:
“¿No saliste tú con una chica de 19 años cuando tenías 60?”
Y actrices como Amber Tamblyn, reconocieron en esa misma red social, que era “una práctica habitual de Wood, el coquetear con menores de edad”
Solo en lo que se refiere a la homosexualidad, habría un potencial para crear un conflicto; pero la película evita eso.
En ningún momento crea disputa, la homosexualidad, nunca se convierte en algo difícil de ver o ser, solo se trata de dos personas que buscan afecto mutuo.
No hay padres que se rebelan contra él, ni chicas celosas…
Esto permite que el espectador se adentre completamente en este romance, y lo disfrute, tal como lo hacen Elio y Oliver.
Los conflictos están en los 2 jóvenes:
Incertidumbre, miedo, decepción y el tiempo mismo; pero no de una manera en la que se pudiera confundir su amor a tan solo un romanticismo veraniego, por el contrario, saca una gran parte de su fuerza en la búsqueda de todos los sentimientos.
Recordar que esto es Europa, no Hollywood, y aquí el antagonista es el tiempo, que se nos va señores:
¿Qué hacemos con él?
Según el director, la decisión de alejarse del aspecto retrospectivo del libro, se tomó porque quería centrarse en la esencia.
“Quería que la audiencia se sumergiera en estos personajes, y que la historia no fuera impulsada por la conciencia de un tercero, o el narrador en otra posición en el tiempo”
Él quería que la audiencia creciera con ellos; y ha deliberado sobre la idea de una secuela desde el estreno de la película en El Festival de Cine de Sundance, cuando se dio cuenta de que los personajes “podían ir más allá de los límites de la película”
Durante el London Film Festival, el director declaró que esperaba hacer una secuela de la película en 2020, sugiriendo que podría estar en el estilo de la trilogía “Before” de Richard Linklater, mientras contaba la historia de Oliver y Elio a medida que envejecían:
“Si emparejé la edad de Elio en la película con la edad de Timothée, en 3 años, Timothée tendrá 25 años, al igual que Elio en el momento en que se estableció la segunda historia”, dijo.
En la novela, Elio y Oliver se reencuentran 15 años después, cuando Oliver está casado… y Guadagnino dijo que probablemente Elio no sería gay en la secuela potencial:
“No creo que Elio se convierta necesariamente en un hombre gay.
Todavía no ha encontrado su lugar.
Puedo decirte que creo que lo haría; comienza una relación intensa con Marzia de nuevo”
Guadagnino, también está interesado en la política de la década de 1990, diciendo que “sería el comienzo de La Era de Berlusconi en Italia, y significaría lidiar con La Guerra de Irak”
Escenas para el recuerdo… muchas:
Hay algunas escenas que conmueven sorprendentemente, al surgir de un momento sucio y cómico, pero que se transforma en vulnerabilidad y fragilidad emocional totalmente genuina, mostrando una gran habilidad en su director; en planos que solo actores de gran calidad y categoría pueden sostener, miradas que dicen/gritan; que bien puede ser un filme para los sentidos, aunque “sin experimentarlos”, así podemos saborear los melocotones, tremenda alegoría; oler el aroma de las camisas o las pantalonetas; oír la belleza de las composiciones creadas por ilustres artistas que enmarcan a fuego en la memoria fotográfica de momentos que no volverán… esa conversación padre/hijo del final, es de una fuerza que parte el corazón, así como la larga escena final frente al fuego de la pasión, que solo la puede lograr un actor como Timothée Chalamet, entregado totalmente en una historia tan personal, e íntima como real, pues puede sucederle a cualquiera.
Su interpretación es de esas que cogen por sorpresa, que quizás no valoras en su justa medida hasta el plano final, que se encarga de concentrar a través de su mirada y su rostro, todo el recorrido vital, todo el aprendizaje emocional que ha sentido a lo largo de ese verano que cambió su vida para siempre.
Como dato, esa escena es la séptima noche, o Janucá, según el calendario hebreo, que tiene lugar el 1 de Tevet 5744, o el 6 de diciembre de 1983.
Por otra parte, Guadagnino tuvo la tentación de eliminar una escena de la novela, en la que Elio se masturba en un melocotón deshuesado, ya que pensó que era una metáfora de “impulsos sexuales y energía”, y la consideró demasiado explícita...
Timothée Chalamet también estaba nervioso por la escena, describiéndola como la clave para iluminar “la sobreabundante energía sexual del personaje”
A pesar de sus reservas, Guadagnino y Chalamet probaron el método por sí mismos, y finalmente incluyeron la escena en la película.
Una escena que muestra el baile entusiasta de Elio y Oliver en el tema “Love My Way” de The Psychedelic Furs en un pequeño bar, no está sacada del libro, sino inspirada por el tiempo cuando Guadagnino bailaba solo en un dormitorio cuando era joven.
Ivory, describió la escena en la que 2 protagonistas llegan en bicicleta a la ciudad, y Elio confronta sus sentimientos por Oliver como la clave para capturar “la pasión e inquietud eufórica de su primer amor”
“Pensé que estaba muy bien escrito, y una escena muy buena con mucho poder, y quería asegurarme de que estuviese allí en la película”, dijo.
El joven actor, tiene una presencia atípica y un carisma arrollador que nada tiene que ver con la nueva generación de actores salidas de la pequeña pantalla o los “blockbusters” de Hollywood.
El cielo es el límite para un actor que tiene apenas 2 películas…
Guadagnino de inmediato sintió que el actor tenía “la ambición, la inteligencia, la sensibilidad, la ingenuidad, y el arte para el papel de Elio”
Chalamet leyó la novela de Aciman cuando tenía 17 años, y la describió como “una ventana a una persona joven”
Chalamet, que habla francés con fluidez, y tocó el piano durante años, llegó a Italia 5 semanas antes para aprender italiano, piano y guitarra.
Chalamet y Armie Hammer brillan de forma independiente, pero cuando comparten escena, la química es explosiva.
El joven actor resiste sobre sus hombros todo el peso emotivo de la película; y el plano fijo de los títulos de crédito, bien merece un Oscar.
El juego de miradas y gestos entre los 2, es una delicia difícil de rechazar.
Ellos se enamoran, y nosotros con ellos.
En el libro, Elio tiene 17 años y Oliver tiene 24; como curiosidad, Timothée Chalamet tenía 20 años cuando se filmó la película, mientras que Armie Hammer tenía 29.
La película se desarrolla en Italia, y la edad de consentimiento en el país, es de 14 años.
Después de ver la actuación de Armie Hammer en “The Social Network” (2010), Guadagnino “se enamoró” de él, y cultivó su pasión por Hammer y las películas que realizó después.
El director lo encontró como un “actor sofisticado, con una gran variedad” y lo tenía en mente para el papel de Oliver.
Y es que aquí, Armie Hammer nunca estuvo mejor, su personaje es respetuoso y logrado, que se contiene mucho…
Pero atención, que Hammer y Chalamet firmaron contratos que prohibían la desnudez frontal completa.
Ivory, cuyo guión original contenía todo tipo de desnudos, quedó consternado por la decisión, criticando lo que él veía como una actitud estadounidense:
“A nadie parece importarle mucho o sorprenderse por una mujer totalmente desnuda.
Son los hombres.
Esto es algo que debe ser tan profundamente cultural que uno debería preguntar: ¿Por qué?”, dijo.
No le falta razón a Ivory, es raro ver desnudos frontales en las películas estadounidenses, aunque tampoco es habitual que se muestren desnudos frontales de las actrices, normalmente muestran culos o pechos, y a menudo usan dobles, así que quizás el problema son los genitales.
Por otro lado, Luca Guadagnino es italiano, y Call Me By Your Name es una coproducción, no es puramente una producción de EEUU o de Hollywood.
Y también sorprende la respuesta de Guadagnino para justificar que no haya desnudos frontales, como pedía Ivory.
Si eran importantes para la película, por fidelidad al material original, debería haber contratado a actores que pudiesen rodar esas escenas.
Si no lo hizo, es porque no consideró necesario incluirlas, o porque no le dejaron desde un principio por cuestiones comerciales, supongo que sería más difícil de vender...
En todo caso, no suena honesto.
De hecho, Guadagnino permaneció involucrado en el “casting”, y eligió actores en función de sus actuaciones y química, en lugar de elegir investigar o etiquetar su sexualidad.
“La idea de que tienes que elegir a alguien que tiene cierto conjunto de habilidades y, lo que es peor, una determinada identidad de género en cualquier rol, eso es opresivo para mí”, dijo.
Como curiosidad, los actores ensayaban sus escenas todas las noches antes de disparar, y pasaron varios días rodando en desnudo.
“Nunca he estado tan íntimamente involucrado con un director.
Luca fue capaz de mirarme y desnudarme por completo”, dijo Hammer.
A pesar de varias escenas sexuales en la película, Armie Hammer declaró en una entrevista, que lo más incómodo que había sentido durante el rodaje, era cuando estaba filmando las escenas de baile…
El primer rompehielos de Armie Hammer y Timothée Chalamet durante el rodaje, fue el ensayo de una escena en la que Elio y Oliver se besan en la hierba:
Solo tuvieron un ensayo antes de disparar; y en múltiples entrevistas, Timothée y Armie han dicho que el director, un día les pidió que salieran a ensayar en el patio trasero de la villa.
Caminaron hacia un trozo de hierba, y cambiaron su guión a una escena seleccionada al azar para practicar.
Cuando abrieron el guión, la página solo decía:
“Elio y Oliver ruedan por la hierba”
Se miraron el uno al otro y dijeron:
“¡Bien, vamos!”
Pero apenas unos segundos después de la escena, Luca intervino, y les ordenó que actuaran más apasionadamente; entonces comienzan a besarse, a besarse y a besarse… y nadie les dijo que pararan.
Finalmente ambos se detuvieron, miraron a su alrededor, y Luca se había alejado, dejándolos rodando por la hierba.
Ese fue su único ensayo.
Por otra parte, Michael Stuhlbarg merece una mención especial, como un padre emocionalmente fracasado.
El actor no comenzó a leer el libro hasta que ya se había unido a la producción; y se conmovió por “los muchos hermosos sentimientos expresados en el guión”, cuando lo leyó por primera vez, incluido “el sentido de generosidad, amor y comprensión del Sr. Perlman”
Stuhlbarg, nos presenta a un ser humano comprensivo, que está orgulloso al ver a su hijo adolescente navegar las complicadas aguas de la vida, disfrutando de su juventud al máximo, y dándose la oportunidad de descubrir el significado del amor. 
De las actrices, Amira Casar, Esther Garrel y Victoire Du Bois, aparecen en papeles muy secundarios como Annella, Marzia y Chiara, respectivamente.
Las mujeres son satelitales, que no intervienen mucho, ni son tratadas mal, simplemente esta es una historia de sexualidad masculina, de hombres para hombres… que bien cae para crear más tolerancia en aspectos de identidad diversa.
El escritor André Aciman, y el productor Peter Spears, también aparecen brevemente en los papeles de Mounir e Isaac, una pareja gay que asisten a una cena.
A Aciman se le pidió que participara en la película, después de que los actores no estuvieran disponibles.
Por otro lado, la emotiva música se combina con el ambiente bucólico de la campiña italiana en la que se desarrolla la historia, y que coadyuvan a la belleza del romance que se desarrolla con cierto idealismo, pero también con realismo en las actitudes.
Timothée Chalamet, tenía un auricular tocando la canción de Sufjan Stevens, “Visions of Gideon” mientras filmaba la escena final, que se reproduce a través de los créditos para comprender correctamente y transmitir el desamor de Elio.
Y es que Luca Guadagnino normalmente selecciona la música para sus películas él mismo.
Tanto él y su equipo de cineastas, investigaron qué canciones habrían sido éxitos de radio contemporáneos durante el verano de 1983 en Italia, y los veranos anteriores; y usaron eso para elegir varias de las canciones para la banda sonora para mantenerse fiel al período de tiempo.
También consideraron a qué hora del día se tocarían las canciones, desde la radio hasta la discoteca; porque el director quería encontrar un “narrador emocional para la película a través de la música”, inspirado en el trabajo de “Barry Lyndon” (1975), “The Magnificent Ambersons” (1942) y “The Age of Innocence” (1993)
“Es menos pesado, menos presente y más envolvente que una voz y un texto”, dijo Guadagnino; que descubrió que el lirismo del trabajo de Sufjan Stevens tenía resonancia en él.
Inicialmente, el director le pidió a Stevens que narrara la película a través de la perspectiva de Elio, y grabó una canción original, “casi como una ruptura en la narración”
Stevens no creía que la voz “en off” fuera el movimiento correcto, y el director estuvo de acuerdo; y Stevens eventualmente contribuiría con 3 canciones:
“Mystery of Love”, “Visions of Gideon”, y una nueva versión de “Futile Devices” a piano.
Stevens, se inspiró en el guión, el libro, y las conversaciones con el director sobre los personajes; y presentó las canciones unos días antes de que comenzara el rodaje.
Sorprendido por el resultado, el director los escuchó con los actores en el set.
De esa manera, Call Me By Your Name marca la primera contribución de Stevens a la banda sonora de un largometraje; pero la banda sonora también presenta canciones de:
The Psychedelic Furs, Loredana Berté, Bandolero, Giorgio Moroder, Joe Esposito y F.R. David; con composiciones de:
John Adams, Frank Glazer, Ryuichi Sakamoto, Johann Sebastian Bach y Maurice Ravel.
Todo debido a que Guadagnino quería que la música de la película se conectara con Elio, un joven pianista al que le gusta transcribir y adaptar piezas para acercarse a Oliver.
La música, se usa para reflejar el tiempo, la familia de los personajes, el nivel de educación y “el tipo de canon del que formarían parte”
“Cinema is a mirror of reality and it is a filter”
Pareciera que el triunfo de “Moonlight” (2016) ganando de manera extraña el Oscar como Mejor Película, abre una nueva puerta para el cine de temática gay, mayor visibilidad, que los productores se arriesguen a más contenidos como este, etc.
Sin embargo, esto no ha sido así, debido en gran parte al cerrazón arraigado por las grandes compañías.
El año pasado, por ejemplo, los Oscar dieron la sorpresa al premiar con el máximo galardón a una película independiente, de un autor prácticamente desconocido, protagonizada por afroamericanos, y de temática gay.
Después de la polémica suscitada por el lema #OscarSoWhite, y en plena vorágine por tener al xenófobo y homófobo Donald Trump como Presidente de EEUU; y toda su batería de ataques raciales y sexuales, los premios más importantes de la industria del cine decidieron apostar por “Moonlight”, una historia de personajes que luchaban por integrarse en el seno de una sociedad que parecía darles la espalda por esa acumulación de etiquetas que la película se encargaba de subrayar:
Negro, pequeño, pobre y marica.
Y es que los grandes estudios se niegan a reconocer el poder de contar una buena historia de temática gay, sin tener que explotar el tema por sí mismo, sino véase “Brokeback Mountain” (2005)
Sin embargo, la película de Barry Jenkins trataba la homosexualidad de una manera un tanto “naíf”, como si tuviera miedo de herir sensibilidades y disfrazara su discurso de poesía tan estilizada como vacía.
No hurgaba en los deseos y las frustraciones de los personajes, ni mostraba sus pulsiones sexuales de una forma contundente.
Un año antes, Todd Haynes fue apartado de las nominaciones a pesar de haber rodado uno de los relatos más hermosos y delicados del cine reciente, como fue la adaptación de la novela de Patricia Highsmith, “Carol”
El amor lésbico y las escenas explícitas entre mujeres, demostraron ser todavía un tabú dentro de Hollywood.
Y eso que la película era finísima…
Esta temporada, los académicos más conservadores se van a volver a rasgar las vestiduras cuando vean Call Me By Your Name.
Curiosamente, Call Me By Your Name llega aupado por la crítica, cuando en Hollywood se han producido los escándalos de Kevin Spacey y otros actores y productores, acusados de acoso sexual a hombres, mujeres y menores.
Y es que en Hollywood tienen una doble moral impresionante:
Puedes exhibir masacres y grandes carnicerías en el cine, al fin y al cabo, que podemos inmunizarnos al “gore” y la violencia, pero un desnudo, y más si es masculino, es la cosa más inmoral que se puede mostrar en un cine, no vaya a ser que la gente se quiera restregar sus partes en medio de la sala.
En Hollywood deberían aprender de una maldita vez, que si eres lo suficientemente mayor para entrar a la función de una película clasificación R, eres lo suficiente mayor para decidir por ti mismo, si quieres ver una película que contenga desnudos, sexo, palabras mal sonantes, violencia y demás guarradas, por ti mismo; y en el fondo no es doble moral, es autocensura para adaptarse al mercado global.
A Hollywood le da más dinero el mercado internacional, que el estadounidense, por tanto, imagínense el sufrimiento del estadounidense que ve Call Me By Your Name con subtítulos, porque se habla en italiano y en francés.
Pongámonos a pensar esto:
En lo que va del año, 4 películas comerciales han destacado un tema LGBT:
“Beauty and The Beast”, con personajes homosexuales y algunas muestras de travestimiento es un atisbo de apertura al tema por parte de Disney.
“Alien: Covenant”, que metió el tema muy veladamente a pesar de contar con una pareja gay.
“Ghost In The Shell” contó con un beso lésbico que si parpadeas, te lo pierdes.
Y “Power Rangers”, que mostró a una ranger decidiendo sobre su sexualidad.
O “Battle Of The Sexes”, que podría llegar a más pantallas gracias al triunfo en los Oscar de Emma Stone…
Sólo los pequeños estudios han conjugado esta forma para traernos joyas como “Carol”, y la misma “Moonlight”; los cuales siempre se han mostrado propositivos con el tema; pero aun así, directores como  Ira Sachs han denunciado en repetidas ocasiones el bloqueo de los distribuidores por mover contenidos LGBT.
La censura hace que estos se puedan ver únicamente en festivales o plataformas en demanda.
El caso más sonado, fue el estreno de su película “Love Is Strange”, la cual trata sobre una pareja gay en su plenitud de vida, y su relación con su familia, no había desnudos ni erotismo, pero los clasificadores la sellaron para ser “exclusivamente para adultos”, cerrándole así el paso para que llegara a las carteleras comerciales.
Y si el panorama se pone peor, en México está dando burla y escarnio, como si se tratase de los setentas u ochentas; y eso por películas como “Macho”, la infame “Pink”, o “Hazlo Como Hombre”, que de simple vista promete estereotipos y prejuicios.
Sin duda, el éxito de Call Me by Your Name será determinante para decirle a las productoras hollywoodenses, que ya se dejen de prejuicios y apuesten a contenidos no confinados a una representación secundaria.
Es tiempo de evolucionar en las historias de una vez por todas, y Call Me By Your Name lo vale.

“We rip out so much of ourselves to be cured of things faster than we should that we go bankrupt by the age of thirty and have less to offer each time we start with someone new.
But to feel nothing so as not to feel anything, what a waste!”



Comentarios

  1. este editorial de CMBYN es una extraordinaria manera de diseccionar una de las peliculas mas trascendentales de nuestra epoca...felicito y celebro al articulista, agradeciendole, ademas,la incursion en detalles e informaciones complementarias de las cuales no tenia conocimiento....GRAN TRABAJO....

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