The Hound Of The Baskervilles

“Murder, my dear Watson.
Refined, cold-blooded murder”

El “perro negro” es un ente espectral que se encuentra principalmente en el folklore de Las Islas Británicas, pero también en otras culturas con otros nombres, por ejemplo “el cadejo” y “el dip”; y es esencialmente un espectro nocturno, y su apariencia fue considerada como un augurio de muerte.
En general, se supone físicamente más grande que un perro, y a menudo tiene grandes y brillantes ojos; se asocia a menudo con tormentas eléctricas y cruces de caminos, lugares de trabajo y antiguas vías.
Los orígenes del perro negro son difíciles de discernir; y es imposible determinar, si el fantasma es originario de los elementos en la cultura británica, celta o germánica.
Uno de los más conocidos es el sabueso de Los Baskerville, situado en Devon; cuyo nombre en inglés, “The Hound Of The Baskervilles”, es la 3ª novela de Arthur Conan Doyle, que tiene como protagonista principal a Sherlock Holmes.
La novela fue publicada por entregas en el The Strand Magazine entre 1901 y 1902; pues era adecuado para este tipo de publicación, ya que los capítulos individuales terminan en “cliffhangers”; siendo impreso en forma de novela el año siguiente.
Sir Arthur Ignatius Conan Doyle, KStJ, DL;  fue un escritor y médico británico, creador del célebre detective de ficción, Sherlock Holmes; fue un autor prolífico, cuya obra incluye relatos de ciencia ficción, novela histórica, teatro y poesía; además, Doyle escribió más de 50 cuentos con el famoso detective Sherlock Holmes; historias generalmente consideradas hitos en el campo de la ficción criminal.
Conan Doyle, escribió “The Hound Of The Baskervilles”, poco después de regresar de Sudáfrica, donde había trabajado como voluntario médico en The Langman Field Hospital en Bloemfontein; y fue asistido en el argumento, por un periodista de 30 años de edad del Daily Express, llamado Bertram Fletcher Robinson.
Sus ideas para la novela, provienen de la leyenda de Richard Cabell, que fue la inspiración de la leyenda de Los Baskerville; y cuya tumba se puede ver en un pueblo llamado Buckfastleigh.
Richard Cabell, vivió durante el 1600, y fue el escudero local en Buckfastleigh; tenía una pasión por la caza, y era lo que en aquellos días se describía como “un hombre monstruosamente malo”; y ganó esta reputación por, entre otras cosas, su inmoralidad, y por haber “vendido su alma al diablo”; también se rumoreaba que había asesinado a su esposa, Elizabeth Fowell, hija de Sir Edmund Fowell, primer Baronet de Fowelscombe.
Pero el 5 de julio de 1677, Cabell falleció, y lo enterraron en su sepulcro, pero eso fue sólo el comienzo de la historia:
La noche de su entierro, apareció un fantasma con forma de perro caminando por todo el páramo, y aullando en su tumba.
Desde esa noche, se puede encontrar el fantasma, por lo general, en el aniversario de su muerte.
Si este no se va de caza, es posible encontrarlo en su tumba aullando y chillando... y en un intento por dejar el alma descansar, los aldeanos construyeron un gran edificio alrededor de la tumba, y para estar doblemente seguros, se colocó una gran losa encima.
Además, el folclore de Devon incluye historias de un temible perro sobrenatural conocido como el sabueso Yeth, que Conan Doyle pudo haber escuchado.
Por otra parte, la descripción de Conan Doyle de Baskerville Hall, se inspiró en una visita al Cromer Hall en Norfolk; también se ha afirmado, que Baskerville Hall se basa en una propiedad en Mid Wales, construida en 1839, por Thomas Mynors Baskerville.
La casa, anteriormente se llamaba Clyro Court, y pasó a llamarse Baskerville Hall, a finales del siglo pasado.
Arthur Conan Doyle, era aparentemente un amigo de la familia que a menudo se quedaba allí, y puede haber tenido conocimiento de una leyenda local del sabueso de Los Baskerville.
Algunos elementos de la historia, fueron inspirados por una estancia en el Real Links Hotel en Cromer, donde Conan Doyle oyó hablar por vez primera de la historia del Black Shuck, el perro fantasma de la zona de Cromer, que se dice que camina entre Overstrand en el este, y East Runton en el oeste.
Como novela, usa muchas técnicas novelísticas tradicionales que habían sido abandonadas en gran medida en el momento de la escritura, como cartas, extractos de diarios, manuscritos interpolados y similares, como se ve en las obras de Henry Fielding y, más tarde, Wilkie Collins; e incorpora 5 tramas:
La historia ostensible de maldición, las 2 tramas secundarias sobre Selden y el otro extraño que vive en el páramo; los sucesos reales ocurridos en Baskerville, según lo narrado por Watson; y el plan oculto que descubrirá Holmes.
Doyle escribió, que la novela se concibió originalmente como una “enredadera victoriana” como se ve en las obras de J. Sheridan Le Fanu; con la idea de presentar a Holmes, como el “deus ex machina” que surge más adelante.
La novela, está principalmente ambientada en Dartmoor, en Devon, un condado del oeste de Inglaterra; y cuenta la historia de un intento de asesinato inspirado en la leyenda de un perro temible y diabólico, de origen sobrenatural.
Sherlock Holmes y su compañero, El Dr. Watson, investigan el caso.
Esta fue la primera aparición de Holmes desde su aparente muerte en “The Final Problem”, pues Doyle tuvo que explicar que Holmes había fingido su propia muerte, debido al éxito de “The Hound Of The Baskerville” que lo condujo al eventual renacimiento del personaje.
Como protagonistas de esta novela tenemos a:
Sherlock Holmes, detective inglés de gran inteligencia, generalmente se levanta muy tarde y, según su compañero Watson, es alto, delgado y de complexión atlética, corre con gran velocidad a pesar de fumar mucho.
Suele vestir con un traje de tweed y una gorra de paño.
Es un gran boxeador, y tiene una excelente habilidad con el violín.
El Doctor Watson es médico, amigo y principal ayudante y confidente de Holmes; como es el narrador de la historia, hay pocas descripciones suyas en la novela, por no decir ninguna.
Por lo que dice Holmes de él, se deduce que es una persona muy activa y compulsiva, ya que se lanza a hacer conclusiones sin tener los datos necesarios.
El Doctor James Mortimer, vecino del páramo, descrito como una persona alta y delgada, con una larga nariz picuda que surge de entre 2 ojos grises y penetrantes, bastante juntos, cuyo brillo se percibe tras unas gafas de montura de oro que lleva.
Es joven, pero tiene la espalda ya curvada, y camina con la cabeza inclinada hacia delante.
Es un convecino de Sir Henry de Baskerville.
Mortimer es el doctor y médico de cabecera de Sir Charles, y también un gran amigo suyo; y es a quien Sir Charles entrega el manuscrito de la historia de Los Baskerville.
Sir Henry Baskerville, es un hombre bajo de acento estadounidense, avispado, su rostro es moreno, y sus ojos grandes y de color castaño; de unos 30 años, su complexión es fuerte, sus cejas son espesas y negras, las cuales le dan un carácter combativo.
Lleva un traje de tweed y, según Watson, daba la impresión de haber vivido al aire libre, pero en su mirada había algo que demostraba que se trataba de un caballero.
Era el sobrino de Sir Charles Baskerville y, al parecer, el único heredero de su fortuna.
Jack Stapleton, naturalista, vecino del páramo, un hombre de talla baja, delgado, de facciones rasuradas y rostro fino; de entre 30 y 40 años, pelo rubio y mandíbulas pequeñas.
En realidad, es un Baskerville, pero él y su esposa Beryl, cambiaron de nombre, y se hicieron pasar por hermanos al llegar al páramo.
Y el sabueso, es un perro de enorme tamaño usado por Stapleton, para hacer creer a todos que era el verdadero sabueso de la leyenda.
Es descrito como una bestia negra, de mandíbula grande, dientes muy afilados, que echa fuego por la boca.
Su dueño lo untaba de fósforo para que pareciera más una bestia diabólica.
Como dato, en 1902, el manuscrito original de Doyle del libro, se dividió en hojas individuales como parte de una campaña promocional de la editorial estadounidense de Doyle, por lo que se usaron como parte de las exhibiciones de escaparates de libreros individuales.
De un estimado de 185 a 190 hojas, solo se sabe que todavía existen 36, incluidas todas las hojas del Capítulo 11, en poder de La Biblioteca Pública de New York.
Otras hojas son propiedad de bibliotecas universitarias y coleccionistas privados.
Un ejemplo recién redescubierto, fue vendido en una subasta en 2012, por $158.500.
En 2003, el libro fue incluido como #128 de 200, en la encuesta de la BBC, The Big Read, de la novela más querida del Reino Unido.
Y ya para 1999, estaba incluida como la mejor novela de Holmes, con una calificación perfecta de “Sherlockian” eruditos de 100.
Hasta 2006, hay al menos 24 versiones de película de The Hound Of The Baskervilles; algunas son muy fieles al texto del libro original, mientras que otros son notablemente diferentes en argumento; entre ellos se encuentran algunos pastiches, y una parodia.
“Not a soul would have believed it”
The Hound Of The Baskervilles es una película de terror y suspense, del año 1939, dirigida por Sidney Lanfield.
Protagonizada por Richard Greene, Basil Rathbone, Wendy Barrie, Nigel Bruce, Lionel Atwill, John Carradine, Barlowe Borland, Beryl Mercer, Morton Lowry, Eily Malyon, entre otros.
El guión es Ernest Pascal, basado en la novela “The Hound Of The Baskervilles” de Arthur Conan Doyle; cuyo título original se refiere a un perro que aterroriza a una familia llamada Baskerville.
El título alemán “Der Hund von Baskerville”, es una mala traducción, pues se refiere a un sabueso, que solo vive en Baskerville, una ciudad, que no tiene un papel en la historia.
The Hound Of The Baskervilles, fue la primera adaptación cinematográfica del personaje Sherlock Holmes que estuvo ambientada como una obra de época; y también es notable como la película más antigua conocida de Sherlock Holmes, que se ambienta en el período victoriano de las historias originales, ya que todas las películas anteriores conocidas de Holmes, hasta e incluyendo la serie de películas británica de 1930, protagonizada por Arthur Wontner como Holmes, habían sido actualizadas a un escenario contemporáneo con el estreno de las películas.
También, es la única película de la serie, que es una adaptación estricta de un material de origen, mientras que las entregas posteriores incluirían títulos originales, e incorporarían varios elementos de diferentes historias; además habían sido ambientadas durante el siglo XX, incorporando elementos como teléfonos o automóviles.
Por tanto, esta es una de las adaptaciones cinemáticas más conocidas del libro, y a menudo se considera como una de las mejores.
Debido a que la Fox no estaba seguro de que la película fuera un éxito, y que Rathbone y Bruce aparecerían en más películas de Sherlock Holmes juntos, la mejor factura recayó en Richard Greene, quien fue el protagonista romántico de la película.
Rathbone, fue nombrado segundo; Wendy Barrie, que interpretó a Beryl Stapleton, la mujer con la que se enamora Greene, recibió la tercera factura; y Nigel Bruce, el Dr. Watson de la película, fue nombrado cuarto.
En todas sus otras películas de Holmes, Rathbone y Bruce, recibirían la primera y la segunda facturación en pantalla, respectivamente; y en total, fueron estrenadas 13 cintas más, entre los años 1939 y 1946.
Pero también hubo controversia, en España, The Hound Of The Baskervilles no fue estrenada completamente hasta una restauración de 1975, ya que anteriormente lo había hecho, pero obviando las partes donde se hablaba de la adicción de Holmes a las drogas…
Y después de estar fuera de circulación durante muchos años, en parte debido al remake de la Hammer, “The Hound Of The Baskerville” (1959) en Tecnicolor, y protagonizado por Peter Cushing; esta película fue restaurada y reeditada en los cines en 1975, con gran fanfarria; siendo mostrada en su totalidad de 80 minutos de duración, y artículos de periódicos y revistas comentaron el hecho de que la línea:
“¡Oh, Watson, la aguja!”, refiriéndose al hábito de la cocaína de Holmes, y usualmente citado incorrectamente como, “Rápido, Watson, ¡la aguja!”, se volvió a colocar después de haber sido cortado por los censores.
Como una atracción añadida, el estudio agregó un raro “featurette” de película sonora, que mostraba a Sir Arthur Conan Doyle, autor de los libros de Sherlock Holmes, hablando sobre su creación.
La Fox, puso mucho empeño en promocionar la película The Hound Of The Baskervilles, hasta el punto de que proclamó que se había gastado $93.000 de la época, solo en niebla carbónica… pues el filme se rodó exclusivamente en interiores.
Así las cosas, la ambición humana y los mitos que recorren muchas provincias en el mundo, pueden llegar a volverse en miedo; y durante más de 200 años, una maldición parece haber caído sobre la aristocrática familia de Los Baskerville.
Cuando Sir Charles Baskerville (Ian Maclaren) es hallado muerto en extrañas circunstancias, el legendario Sherlock Holmes (Basil Rathbone) y su compañero Dr. John H. Watson (Nigel Bruce), comienzan a investigar, y llegan a la conclusión de que la próxima víctima será Sir Henry Baskerville (Richard Greene), el único miembro vivo de la familia y, por tanto, el heredero universal de la fortuna de Los Baskerville.
Sobra decir que Sir Henry corre peligro, pues cuenta la leyenda, que quien hereda la propiedad Baskerville, muere trágicamente por las fauces de un perro fantasmal.
¿Tiene que ver la supuesta maldición, en la que un monstruoso perro busca venganza de los propietarios de La Casa Baskerville desde hace años?
¿O se trata de un elaborado plan para ahuyentar de la casa a sus legítimos propietarios?
Holmes y Watson entran en escena para tratar de desentrañar el misterio.
El filme incluye hasta una interesante sesión espiritista, además de interesantes personajes; que no basa sus méritos tanto en su intriga, sino más bien en la agilidad del relato, y en la sugerente y temible ambientación; que se consiguió de manera genial y tétrica; con los efectos de un perro rabioso con sus ataques muy eficientes; y posiblemente, esta sea la mejor o una de los muchas versiones que se han hecho de esta historia, de las más conocidas y laureadas del detective; un clásico a revisionar, pues su antigüedad no le ha quitado nada de su brillantez, y su corta duración se hace frenética para los seguidores de Sherlock.
“There are still some gaps to be filled in, but all in all, things are becoming a little clearer”
El argumento de la novela The Hound Of The Baskervilles, es una mezcla de intriga policiaca y de suspense gótico, que se adapta con gran facilidad al lenguaje cinematográfico, cosa que no suele ocurrir con las narraciones policiacas clásicas.
Y es un hecho que la novela negra de EEUU, siempre ha funcionado a la perfección en sus adaptaciones a la gran pantalla; por el contrario, el carácter de “juego intelectual”, de enigma de salón que para su resolución precisa de la mente privilegiada de un detective con cualidades casi sobrehumanas, ha tenido éxito en pocas ocasiones, por ejemplo, con “Murder On The Orient Express” (1974) de Sidney Lumet; y esto es lo que ocurre una y otra vez en todas y cada una de las adaptaciones que se han llevado a cabo.
Creo que mucha parte de culpa la tiene la propia idiosincrasia de la obra literaria, que consigue ocultarte siempre y hasta el último momento, al asesino.
En la pantalla, en cambio, aparece camuflado entre la normalidad, despierta la desconfianza del espectador, y boicotea cualquier atisbo de sorpresa.
La primera opción para dirigir The Hound Of The Baskervilles, fue Irving Cummings, pero fue posteriormente asignado a otra cinta, “The Story of Alexander Graham Bell”; y el proyecto fue luego asumido por William Seiter; pero fue finalmente, Sidney Lanfield, quien asumió la dirección.
Lanfield no pudo rodar todas las escenas de la película, por lo que algunas debieron ser realizadas por Alfred Werker; y se nota que se hizo con mayor presupuesto y mimo que las otras de la serie Rathbone/Bruce, quizás con la intención de competir con “Monster Mash” de Universal, no en vano, hay montones de intérpretes que aparecieron en el ciclo de terror de la productora de los Laemmle.
El ambiente del páramo, combinando decorados con maquetas, está muy conseguido; y en este caso, nos hallamos ante un filme de corte expresionista, opción estilística y visual, que se ajusta muy bien a los requisitos propios del relato; pese a permitirse alguna que otra licencia, sigue de forma bastante fidedigna el argumento de la novela, captando bastante bien el ambiente, con toques fantasmales correctamente sugeridos y dispuestos.
Tal vez, hubiera podido exigirse un guión más rico, o matizado, pues el que aquí comentamos, resulta algo soso, aunque no fallido; porque es un filme no tan dialogado, donde no aparece tanto la suficiencia y la fanfarronería dialéctica de Holmes, sino que propone un inquietante clima, donde algo salvaje y bestial acecha la fragilidad de la familia Baskerville; y es una película que descubre la identidad del asesino bastante antes del desenlace, pero que logra mantener al espectador entretenido, debido a su envolvente atmósfera que transmiten los lóbregos paisajes pantanosos donde se desarrolla la trama, y al llamativo “modus operandi” en que el asesino obra para concretar sus enigmáticos intereses.
Y jamás, una película de Holmes había sido ambientada en la época victoriana hasta entonces; por lo que, nuevamente, el guión aprovecha los elementos fantásticos y tenebrosos contenidos en la obra original, logrando una atmósfera sobrecogedora, como nunca antes se había visto, en lo que resulta en una fiel y extraordinaria adaptación.
Esto se ve reflejado en el diseño de producción, en especial en el escenario del páramo de Grimpen, una borboteante y siniestra ciénaga envuelta por la niebla.
Este escenario fue recreado en un gran plató, y se alcanzaron tales cotas de realismo, que el actor Richard Greene, que hizo de Henry Baskerville, se perdió en él…
En fin, es una cinta absorbente, gracias a su intensa narración que nos transporta a una casona con misteriosos personajes, la cual está enquistada en unos páramos pantanosos, donde un enorme animal, vaya uno a saber por qué anda a la caza de los herederos de esas tierras… acecha exclusivamente a Los Baskerville.
The Hound Of The Baskervilles inicia de manera percutante, mostrando las tenebrosas circunstancias que marcaron la violenta muerte del dueño de la hacienda, Sir Charles, tío de Henry, su heredero, apareciendo en plena noche de aquellos páramos, un perro de alcance sobrenatural, y el rostro de un viejo de aspecto siniestro; por su definición recuerda algunos instantes al filme “The Wolf Man” (1941) de George Wagner.
Esa será la manera con la que Sidney Lanfield logrará atrapar al espectador en la historia, mientras muy poco después asistiremos a la presentación de la pareja de detectives, recogiendo documentación de Los Baskerville; y haciendo gala de las dotes deductivas de Holmes; hasta que, alentados por James Mortimer (Lionel Atwill), relatará a este la leyenda existente en dichos lares, creada a partir del comportamiento impío de Sir Hugo de Baskerville (Ralph Forbes)
La narración, abrirá un breve “flashback”, evocando la vida disoluta del lejano ascendente de dicha familia, y la primera manifestación de la terrible leyenda, vivida por él en carne propia, en una muerte violenta, extendida en todos sus descendientes.
El relato les conminará a que se sumen al esclarecimiento de esa leyenda, protegiendo de hecho, a su nuevo propietario.
Dicho y hecho, Holmes y Watson se encomendarán a la misión, aunque sea el segundo, el que por orden del detective, permanezca en el interior de la mansión a la llegada de Sir Henry, enviando al detective constantes escritos en donde le detalla sus impresiones ante lo que contempla, un elemento de guión muy bien insertado.
A partir de dichas premisas, la trama seguirá un sendero que serviría como base a la posterior sucesión de exponentes del personaje.
Nos encontraremos con sirvientes de apariencia inquietante:
Barryman (John Carradine) y La Sra. Barryman (Eily Malyon), o falsos sospechosos como el propio Mortimer; otros de apariencia casi fantasmagórica, ese ser de desarrapada presencia que adopta el perfil de un espectro…
Todo ello se plantea con habilidad en un metraje ajustado que no llega a alcanzar los 80 minutos, y en donde el componente terrorífico tiene un peso importante en esa escenografía neblinosa, lúgubre, y por lo general nocturna, que definen los páramos de Baskerville.
En su seno a punto estará Sir Henry de perecer en varias ocasiones, cayendo en arenas movedizas, atacado por el perro que pulula, y se erige como símbolo siniestro de aquella maldición.
También lo estarán este y el propio Watson, atacados por ese ser de aspecto fantasmal; e incluso el detective protagonista, ya demostrará su inclinación por los disfraces, lo cual se revelará pertinente, pero al mismo tiempo incorpora la interrogante sobre cómo le llegaban los escritos de Watson…
Se sucederán secuencias de interiores nocturnos de la mansión, con otras en los que los pantanos tendrán un especial protagonismo, en especial, aquella en la que el joven heredero es atacado de forma brutal, revelándose que la maldición procede de una mente criminal, aunque de forma curiosa, adquiriendo más consistencia dramática su procedencia, hasta que por último, Holmes descubra al artífice del plan que eliminaría a este, basándose en un muy curioso, y un tanto pillado por los pelos, detalle plasmado en un lienzo del genuino Sir Hugo.
Todo ello se ofrece en la pantalla con eficacia y sentido del ritmo.
Sin embargo, hay un elemento en la película, que personalmente echo de menos; densidad; pues el guion y las interpretaciones son, en principio, fieles a la novela, y es cierto que le falta algo de profundidad, algo propio de la época, pero resulta digerible, ya que se centra en la trama sin desviarse; por lo que la forma de narrarnos las investigaciones y las conclusiones de Holmes, es muy tramposa, pero bueno, los personajes del detective y su asistente, resultan simpáticos.
De todas maneras, y para no ser injustos, decir que el ingenio y los toques de humor tienen cabida, sobre todo en la figura de Basil Rathbone, quien acapara evidentemente toda la atención.
The Hound Of The Baskervilles tiene un metraje corto y un ambiente lúgubre para sacar a Holmes de su despacho en la Londres victoriana, que sirven para enfatizar ese aroma misterioso que sirve de principal envoltorio para la historia; y he aquí el debut como Sherlock Holmes, del ya muy establecido como estrella, Basil Rathbone; muy a pesar de que no recibe el crédito principal, que corresponde a la pareja romántica; es el protagonista indiscutible de la película, haciendo una brillante actuación, especialmente cuando se pone disfraces, mostrando su poco conocida pero considerable vertiente cómica.
Contrástese su entusiasmo aquí, con el progresivo cansancio que mostrará lo largo de la serie; junto a Watson en Nigel Bruce, responsable directo de que mucha gente tome a Watson por el típico ayudante idiota...
En esa época, parece que gustaba mucho; Rathbone decía que le encantaba…
Claro que Rathbone y Bruce ya eran amigos íntimos en la vida real, mucho antes de empezar esta saga; pero desde luego, Bruce era un incordio, y va en sentido contrario al espíritu del personaje original, una especie de plasmación ficticia del mismo Arthur Conan Doyle, también médico y novelista.
Sin embargo, debe apuntarse que aquí ofrece su actuación más digna y convincente, cosa afortunada, ya que pasa un buen tiempo solo, y se supone que debe protagonizar un buen trecho sin Rathbone; y no llega a caer en el ridículo como en filmes posteriores.
Y es que el “casting” de Rathbone como Sherlock Holmes, ha suscitado alguna que otra leyenda en Hollywood:
Algunos dicen que Darryl F. Zanuck se cruzó con Rathbone en una fiesta de alto copete y, girándose de pronto, le espetó que sería un Sherlock Holmes perfecto.
Así, de sopetón, logró su papel.
Una historia más plausible, dice que el guionista de la película, sugirió, en plan informal, durante una cena con Zanuck, que una saga sobre Holmes podría ser un gran éxito para la 20th Century Fox, y dejó caer los nombres de Rathbone y Bruce como protagonistas.
Un entusiasta Zanuck, empezó a trabajar en ello al día siguiente, y lo tuvo todo atado casi al momento, como quien dice.
Según Rathbone, The Hound Of The Baskervilles fue su película favorita de las que trabajó como el detective, sosteniendo que “fue en esta película donde tuve la estimulante experiencia de crear, dentro de mi propio marco limitado, un personaje que me ha intrigado como cualquier otro que he interpretado”
Y resulta magnífico transmitiendo la frialdad característica del detective, con su apariencia, alto, con distinguidas facciones aquilinas, dotado de una magnifica voz.
Rathbone desbordaba energía física e intelectual; que ningún actor anterior o posterior ha reunido tal equilibrio de características que le hicieran merecedor del título del Holmes definitivo.
Aunque no totalmente pasivo, el papel original de Watson, fue principalmente como observador de Holmes, y el cronista de sus casos; y con esta película comenzó una nueva tradición, donde Watson disfrutó de la misma factura con Holmes.
En las manos de Nigel Bruce, el personaje se convirtió en una película de comedia y un poco bromista.
Las interpretaciones posteriores variarían, pero el personaje permaneció más grande que el enigma original de la literatura.
La Era Rathbone, se divide entonces en 2 etapas:
La del estudio 20th Century Fox, con 2 películas; y la de la productora Universal, con 12 títulos, rodados entre 1942 y 1946.
No obstante, la relación terminó en enemistad años más tarde, cuando Rathbone, cansado del personaje, no renovó los contratos que le vinculaban a Holmes en el cine y la radio.
Bruce se sintió traicionado, aunque hubo reconciliación años más tarde…
Del resto del reparto:
Richard Greene interpreta a un Sir Henry Baskerville de aspecto demasiado joven y pulcro, pero tan decidido como el de la novela; Wendy Barrie, que se convertiría en una gran experta en interpretar cine de misterio, policíaco y negro; es una elegante Beryl Stapleton.
Greene y Barrie son muy competentes y logran que sus escenas románticas no sean un estorbo, gracias en gran parte a los buenos diálogos.
Lionel Atwill es un Dr. Mortimer, aficionado al ocultismo que tiene la misión de proteger al bueno de Sir Henry.
Como dato, Atwill luego interpretó al Prof. Moriarty en “Sherlock Holmes and The Secret Weapon” (1942)
Atwill y  John Carradine, fueron 2 actores asociados con papeles de villanos o secundarios, sobre todo dentro del género fantástico.
Esto no debió de ser algo hecho al azar:
La siniestra presencia de ambos, contribuía a realzar el tono tenebroso del film; al actuar como señuelos, desviaban la atención respecto a la identidad del auténtico villano de la película; pero se advierte cierta amargura en unas declaraciones de Carradine respecto a su papel, cuando manifestaba lo poco creíble que resultaba que un mayordomo británico luciese barba, y que era una mera cortina de humo para desviar la atención del villano.
Mientras la dulce anciana sevillana, Beryl Mercer, hace una típica actuación de médium, ni más ni menos, en Jennifer Mortimer; actriz que murió menos de 3 meses después del lanzamiento nacional de la película, y antes de su lanzamiento internacional.
Morton Lowry, es un Stapleton elegante y distinguido, pero lo opaca John Carradine que está a la altura como típico mayordomo sospechoso, aunque resulta demasiado joven, pues en la novela está cerca de la jubilación; y Eily Malyon está muy bien como su sufrida esposa.
Y el sabueso está muy bien concebido, siendo su aspecto bastante infernal.
En esta película, fueron utilizados 3 perros, todos hermanos entre sí.
El perro del título, fue presentado al público bajo el nombre de “Chief”, aunque su nombre real era “Blitzen” que es “Relámpago” en alemán.
Ello era debido a que en esos inicios de La Segunda Guerra Mundial, lo que sonara germano solía ser evitado por miedo a la mala publicidad, un tanto irónico siendo el inglés una lengua germánica… por lo que estuvieron finos si querían evitarla, ya de que de “Blitzen” viene el funesto nombre “Blitzkrieg” o “Guerra Relámpago”, el método que el ejército del Tercer Reich usó para sojuzgar Europa.
Como diferencias, en la historia original, se descubre que la señorita Stapleton es en realidad la esposa de Stapleton, no su hermana.
Esta parte de la historia es ignorada en la película.
En la novela original, y en todas las versiones posteriores de la película, el mayordomo se llama Barrymore.
En esta versión, el mayordomo se renombró Barryman, ya que la famosa familia Barrymore, compuesta por:
Lionel Barrymore, Ethel Barrymore y John Barrymore, todavía estaban actuando en películas en ese momento.
La fecha del manuscrito que lee Dr. Mortimer, ha sido cambiada de la novela.
En la novela, el manuscrito data de 1742, y en la película data de 1650.
Y más allá de la historia lineal de delito, averiguación del culpable y arresto o castigo, supone, al igual que la novela, la apuesta por la razón frente a lo sobrenatural; por lo que en el desenlace de la historia, la explicación lógica acerca de cómo el famoso perro provenía del infierno, supone la derrota de la superstición, de la creencia popular, generalmente producto de las deficiencias educativas de las clases sociales más bajas, basada en mitos, leyendas o enseñanzas represoras y amenazantes, explotadas durante siglos por las religiones, principalmente monoteístas, y el tributo a la luz de la razón, a las capacidades del hombre para entender, diagnosticar, prevenir y esclarecer los distintos fenómenos a los que asiste; en pocas palabras, la defensa del raciocinio como instrumento de conocimiento y progreso, muy al contrario que en la conocida última versión, en la que el recurso a lo mágico, a lo sobrenatural, vuelve a ser una forma de imponer la simpleza de juicios, criterios y gustos.
Ésa, y no otra, es la esencia de Sherlock Holmes.
“Oh, Watson... the needle”
A raíz de la novela, se conoce “El Efecto Baskerville”, o “El Efecto Sabueso de Los Baskerville”, una observación estadística, de que la mortalidad por ataques cardíacos, se ve incrementada por el estrés psicológico.
El término deriva de la novela de Sherlock Holmes, The Hound Of The Baskervilles, en la que un perro negro grande y feroz, resplandece en la oscuridad con fósforo; el perro de aspecto infernal persigue a un hombre, que corre con gran temor y muere de un aparente ataque al corazón.
Otro hombre cae luego a su muerte, mientras es perseguido por el sabueso…
El Efecto Baskerville, fue descubierto por David Phillips y sus colegas de la Universidad de California en San Diego, quienes encontraron que el número diario de muertes de 200,000 chinos, japoneses y estadounidenses que murieron de ataques cardíacos entre 1973 y 1998, fue 7% más alto en el 4° día del mes, en comparación con el promedio de los otros días de ese mes.
El número 4 se considera un número desafortunado en chino, y por tanto en japonés y coreano, porque suena como “muerte”; de hecho, algunos hoteles y hospitales chinos y japoneses no lo usan como número de habitación.
Su hipótesis fue, que el pico fue causado por el estrés inducido por la superstición que rodea este número...
Investigaciones previas, también mostraron un efecto complementario, la mortalidad cayó antes de las ocasiones favorables, y volvió a aumentar después.

“Mr. Holmes, we've admired you in the past, as does every Englishman.
Your record as our greatest detective is known throughout the world.
But this... seeing how you work... knowing that there is in England such a man as you, gives us all a sense of safety and security.
God bless you, Mr. Holmes”



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