Notre-Dame de Paris

“Il est venu le temps des cathédrales le monde est entré dans un nouveau millénaire.
L'homme a voulu monter vers les étoiles écrire son histoire dans le verre ou dans la Pierre…”

La Arquitectura Gótica Francesa o “Arte Francés” designa un estilo arquitectónico de la segunda parte de La Edad Media, que surgió en lo que hoy es Francia, como evolución de la arquitectura románica.
El gótico por su parte, apareció hacia 1130 y 1140, en las regiones de la Île-de-France y Haute-Picardie bajo el nombre de “opus francigenum” en latín, que significa “obra franciliana” y se difundió rápidamente.
Su fuerte identidad, tanto filosófica como arquitectónica, representa probablemente uno de los mayores logros artísticos de La Edad Media; al tiempo que las técnicas y la estética gótica se perpetuaron en la arquitectura francesa más allá del siglo XVI, en pleno período clásico, en algunos detalles y modos de reconstrucción.
En particular, el gótico francés se considera dividido en 4 estilos, que no periodos, ya que a veces se superpusieron cronológicamente:
El primero llamado “temprano”, “primitivo”, “inicial” o “preclásico”, tuvo lugar de 1130 a 1180, caracterizado por la adopción del arco apuntado y la transición desde el final de la arquitectura románica.
Para elevar más los muros, los constructores los dividieron en 4 niveles:
La arcada, que incluye arcos y pilares; galería, triforio y clerestorio; y para estabilizar los altos muros, inventaron los arbotantes, que alcanzaron la madurez solamente en el alto gótico durante el siglo XIII.
Las bóvedas eran bóvedas sexpartitas de 6 nervios.
Eran edificaciones notables del estilo, que incluye por ejemplo a La Catedral de Notre-Dame de Paris.
La famosa Cathédrale Notre-Dame, es una catedral de culto católico, sede de La Archidiócesis de Paris; siendo dedicada a La Virgen María, Madre de Jesucristo, y se sitúa en la pequeña isla de la Cité, rodeada por las aguas del río Sena; siendo a la vez, uno de los monumentos más populares de la capital francesa, ya que aproximadamente, 12 millones de personas la visitan cada año, lo que lo convierte en el monumento más visitado de Paris.
Cabe señalar que bajo La Ley de 1905 sobre la separación de Iglesia y Estado , Notre-Dame de Paris es una de las 70 iglesias en Paris construidas antes de ese año, y que son propiedad del estado francés; por lo que La Iglesia Católica es el beneficiario designado, que tiene el derecho exclusivo de usarlo para fines religiosos a perpetuidad.
Por su parte, La Arquidiócesis es responsable de pagar a los empleados, por la seguridad, la calefacción y la limpieza, y por garantizar que La Catedral esté abierta de forma gratuita para los visitantes; no obstante, La Arquidiócesis no recibe subsidios del Estado francés.
Y entre los momentos históricos ocurridos en La Catedral de Notre-Dame, están:
En 1185, Heraclio de Cesarea llama a La Tercera Cruzada desde La Catedral aún incompleta.
Se cree que 1239, La Corona de Espinas de Jesús fue colocada en La Catedral de San Louis durante la construcción de La Sainte-Chapelle.
En 1314, Jacques Bernard de Molay, noble francés y el último Gran Maestre de La Orden del Temple, fue quemado vivo en la hoguera frente a La Catedral, aún en construcción.
En 1429, tuvo lugar La Coronación de Henry VI de Inglaterra como Rey de Francia durante La Guerra de Los 100 Años.
En 1804, tuvo lugar La Coronación de Napoleón Bonaparte como Emperador de Francia, y de su mujer Josèphe de Beauharnais como Emperatriz, en presencia del Papa Pío VII; siendo debido a este evento, que El Papa elevó a Notre-Dame a la categoría de Basílica Menor.
En 1909 tuvo lugar La Beatificación de Jeanne d'Arc; y la liberación de Paris se celebró en Notre-Dame en 1944, con el canto del “Magnificat” de Bach.
Y entre El Tesoro, La Catedral guarda algunas reliquias relacionadas con La Pasión de Cristo, como La Corona de Espinas, un fragmento de L Vera Cruz, y uno de los clavos que sirvió para La Crucifixión.
Estas preseas sacras, fueron compradas por El Rey Louis IX al Emperador de Constantinopla.
 El 19 de agosto de 1239, El Rey en persona llevó las reliquias a Notre-Dame mientras se construía un edificio adecuado para ellas, lo que sería La Sainte Chapelle; y durante La Revolución Francesa, las reliquias fueron llevadas a La Biblioteca Nacional.
Tras El Concordato de 1801, se entregaron a la custodia del Arzobispo de Paris, que las depositó de nuevo en La Catedral el 10 de agosto de 1806.
El Órgano Principal de La Catedral, es un destacado instrumento, obra de Aristide Cavaillé-Coll en su mayor parte; y posee una caja adornada con autómatas.
En 1900, Louis Vierne es nombrado organista de Notre-Dame de Paris, después de una dura competencia, contra más de los 500 músicos de órgano más talentosos de La Era; y el 2 de junio de 1937, Vierne muere en el órgano de La Catedral, como era su deseo de toda la vida, cerca del final de su concierto número 1750.
El puesto de organista titular, o “titulaires des grandds orgues” en Notre-Dame, se considera uno de los puestos de organista más prestigiosos de Francia.
Así, Notre-Dame recupera presencia en la pintura, avanzado el siglo XIX, y especialmente gracias a Victor Hugo y al gusto neogótico que se impone en Europa.
Y es que se trata de uno de los edificios más señeros y antiguos de cuantos se construyeron en ese estilo gótico.
El uso innovador de la bóveda de crucería y del arbotante, los enormes y coloridos rosetones, y el naturalismo y la abundancia de decoración escultórica, lo diferencian de la arquitectura románica.
Su edificación comenzó en el año 1163 y, para 1260, ya estaba completada en su mayor parte, aunque se terminó en el año 1345, y se modificó de manera frecuente a lo largo de los siglos siguientes, debido a necesidades de renovación y también por la evolución del gusto dominante.
Las 2 torres tienen 69 metros de altura, y fueron las estructuras más altas de Paris hasta la finalización de La Tour Eiffel en 1889; y fueron el último elemento importante de La Catedral que se construyó.
La Torre Sur se construyó primero, entre 1220 y 1240; y La Torre Norte, entre 1235 y 1250.
La Norte, más nueva, es un poco más grande, como se puede ver cuando se ven directamente desde la iglesia.
El “contrefort” o contrafuerte de La Torre Norte también es más grande.
La Torre Norte es accesible a los visitantes por una escalera, cuya entrada se encuentra en el lado norte de la torre.
La escalera tiene 387 escalones, y tiene una parada en la sala gótica al nivel del rosetón, donde los visitantes pueden mirar por encima del “parvis” y ver una colección de pinturas y esculturas de épocas anteriores de la historia de La Catedral.
Un depósito de agua con techo de plomo entre las 2 torres, detrás de la columnata y la galería, y antes de la nave y el “pignon” proporciona agua para combatir incendios…
La “flèche” o aguja central, estaba ubicada sobre el crucero y el altar.
Cabe señalar que la aguja original se construyó en el siglo XIII, probablemente entre 1220 y 1230; y fue golpeada, debilitada e inclinada por el viento durante 5 siglos, y finalmente se eliminó en 1786, al estar dañada por las inclemencias del tiempo, por lo que hubo de ser desmontada.
Durante la restauración del siglo XIX, Eugène Viollet-le-Duc decidió recrearla, haciendo una nueva versión de roble cubierto con plomo.
Toda la aguja pesaba 750 toneladas; y siguiendo los planes de Viollet-le-Duc, la aguja estaba rodeada por estatuas de cobre de los 12 Apóstoles, un grupo de 3 en cada punto de la brújula; y cada grupo está precedido por un animal que simboliza a uno de los 4 evangelistas:
Un novillo para San Lucas, un león para San Marcos, un águila para San Juan, y un ángel para San Mateo.
Por cierto, el gallo en lo alto de la aguja, contenía 3 reliquias:
Una pequeña pieza de La Corona de Espinas, y las reliquias de Denis y Saint Genevieve, Santos Patrones de Paris; que fueron colocados allí en 1935, por El Arzobispo Jean Verdier, para proteger a la congregación de los rayos o daños.
La Catedral gótica, es también un “pauperum liber” o “un libro de gente pobre”, pues está cubierta con esculturas que ilustran vívidamente historias bíblicas, para la gran mayoría de feligreses que eran analfabetos; y para agregar el efecto, toda la escultura en las fachadas, fue originalmente pintada en dorado.
El tímpano sobre el portal central en la fachada oeste, frente a la plaza, ilustra vívidamente El Juicio Final, con figuras de pecadores que son llevados al Infierno, y los buenos cristianos llevados al Cielo.
La escultura del portal de la derecha, muestra La Coronación de La Virgen María; y el portal de la izquierda muestra la vida de los santos que fueron importantes para los parisinos, especialmente Santa Ana, la madre de La Virgen María.
Era común que los exteriores de las catedrales y otras iglesias góticas también se decoraran con esculturas de una variedad de monstruos grotescos, fabulosos y aterradores; y estas incluían la gárgola, la quimera, una criatura híbrida mítica que usualmente tenía el cuerpo de un león y la cabeza de una cabra, y el “Strix” o “stryge”, una criatura que se parece a una lechuza o un murciélago, que se dice, “come carne humana”, siendo descrito por el poeta romano Ovidio , quien fue ampliamente leído en La Edad Media, como “un ave de cabeza grande con ojos paralizados, pico rapaz y alas de color blanco grisáceo”; y formaban parte del mensaje visual para los adoradores analfabetos, como “símbolos del mal y peligro que amenazaban a los que no seguían las enseñanzas de La Iglesia”
Las gárgolas, que se agregaron a Notre-Dame alrededor de 1240, tenían un propósito más práctico:
Eran los surtidores de lluvia de La Catedral, diseñados para dividir el torrente de agua que brotaba del techo después de la lluvia, y para proyectarla hacia afuera lo más lejos posible de los contrafuertes, las paredes y ventanas donde podría erosionar el mortero que ataba la piedra.
Así, para producir muchas corrientes finas en lugar de un torrente de agua, se utilizaron una gran cantidad de gárgolas, por lo que también se diseñaron para ser un elemento decorativo de la arquitectura.
El agua de lluvia corría desde el techo a las canaletas de plomo, luego bajaba los canales en los contrafuertes voladores, luego a lo largo de un canal cortado en la parte posterior de la gárgola, y hacia afuera por la boca, lejos de La Catedral.
Y en medio de todas las figuras religiosas, parte de la decoración escultórica se dedicó a ilustrar la ciencia y la filosofía medieval.
El portal central de la fachada oeste, está decorado con figuras talladas que sostienen placas circulares con símbolos de transformación tomados de la alquimia.
El pilar central de la puerta central de Notre-Dame, muestra una estatua de una mujer en un trono, con un cetro en la mano izquierda, y en su mano derecha, 2 libros, uno abierto como símbolo del conocimiento público; y el otro cerrado como símbolo del conocimiento esotérico; junto con una escalera con 7 pasos, que simboliza los 7 pasos que los alquimistas siguieron en su búsqueda científica de tratar de transformar los metales comunes en oro.
Muchas de las estatuas, particularmente las grotescas, fueron removidas de la fachada en los siglos XVII y XVIII, o fueron destruidas durante La Revolución Francesa; siendo reemplazados por figuras de estilo gótico, diseñadas por Eugène Viollet-le-Duc, durante la restauración del siglo XIX.
Las vidrieras de Notre-Dame, particularmente los 3 rosetones, se encuentran entre las características más famosas de La Catedral:
El rosal oeste, sobre los portales, fue la primera y la más pequeña de las rosas en Notre-Dame.
Tiene 9,6 metros de diámetro, y se fabricó en aproximadamente 1225, con las piezas de vidrio colocadas en un marco de piedra circular gruesa.
Ninguno de los vidrios originales, permanece en esta ventana; que fue recreada en el siglo XIX.
Las 2 ventanas de la nave, son más grandes, y contienen una mayor proporción de vidrio que la rosa en la fachada oeste, porque el nuevo sistema de contrafuertes hizo que las paredes de la nave fueran más delgadas y más fuertes.
La rosa del norte, se creó alrededor de 1250, y la rosa del sur, aproximadamente 1260.
La rosa del sur en la nave, es particularmente notable por su tamaño y arte.
Tiene 12,9 metros de diámetro; con el “claire-voie” rodeándolo, y un total de 19 metros.
Fue entregado a La Catedral por El Rey Louis IX de Francia, conocido como “San Louis”
Mientras que la rosa del sur tiene 94 medallones, organizados en 4 círculos, que representan escenas de la vida de Cristo, y de quienes presenciaron su tiempo en La Tierra.
El círculo interior, tiene 12 medallones que muestran a los 12 apóstoles.
Durante las restauraciones posteriores, algunos de estos medallones originales fueron movidos a círculos más alejados.
Los siguientes 2 círculos, representan mártires y vírgenes célebres.
El 4° círculo muestra 20 ángeles, así como santos importantes para Paris, en particular, Santa Denis, Margarita La Virgen con un dragón, y San Eustaquio.
El 3° y 4° círculos, también tienen algunas descripciones de los temas del Antiguo Testamento.
El 3° círculo tiene algunos medallones con escenas del Nuevo Testamento, como El Evangelio de Mateo que data del último cuarto del siglo XII.
Estos son los vidrios más antiguos de la ventana.
Escenas adicionales en las esquinas alrededor del rosetón, incluyen El Descenso de Jesús al Infierno, Adán y Eva, La Resurrección de Cristo; San Pedro y San Pablo están en el fondo de la ventana, y María Magdalena y Juan El Apóstol en la parte superior.
Sobre la rosa, había una ventana que mostraba a Cristo triunfante sentado en El Cielo, rodeado por sus apóstoles, y debajo hay 16 ventanas con imágenes pintadas de profetas.
Estos no eran parte de la ventana original; pues fueron pintados durante la restauración en el siglo XIX, por Alfred Gérenthe, bajo la dirección de Eugène Viollet-le-Duc; basado en una ventana similar en La Catedral de Chartres.
La rosa del sur, tiene una historia difícil:
En 1543 se dañó por el asentamiento de los muros de mampostería, y no se restauró hasta 1725 a 1727.
Fue seriamente dañada en La Revolución Francesa de 1830; pues los manifestantes quemaron la residencia del Arzobispo, junto a La Catedral, y muchos de los cristales fueron destruidos.
La ventana fue completamente reconstruida por Viollet-le-Duc en 1861, con un giró que le dio a la ventana de 15°, para darle un claro eje vertical y horizontal, y reemplazó las piezas de vidrio destruidas, por vidrios nuevos del mismo estilo.
La ventana de hoy, contiene tanto vidrio medieval como del siglo XIX.
En la década de 1960, después de 3 décadas de debate, se decidió reemplazar muchas de las ventanas de rejilla del siglo XIX en la nave diseñada por Viollet-le-Duc, con ventanas nuevas.
Las nuevas ventanas, hechas por Jacques Le Chevallier, son sin figuras humanas, y usan diseños y colores abstractos de “grillaille” para tratar de recrear la luminosidad del interior de La Catedral en el siglo XIII.
También Las 10 campanas de La Catedral, se encuentran en La Torre Sur; y todas ellas tienen nombres particulares.
El “bourdon” llamado Emmanuel ha acompañado algunos de los eventos más importantes en la historia de Francia, desde que se alzó por primera vez, como el “Te Deum” para La Coronación de los reyes franceses, junto con eventos importantes como la visita del Papa, y otros para marcar el final de los conflictos, incluida La Primera y La Segunda Guerra Mundial.
También suena en tiempos de dolor y drama para unir a los creyentes en La Catedral de Notre-Dame, como en los funerales de los jefes de estado francés, tragedias como los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, y está reservada para las ocasiones especiales de La Catedral como:
Navidad, Pascua y Ascensión.
Ésta en particular, es la obra maestra de todo el grupo de campanas, que pesa 13 toneladas y, afortunadamente, se salvó de la devastación que surgió durante La Revolución Francesa; tanto que según los campaneros y los músicos expertos, dicen que sigue siendo “uno de los recipientes de sonido más bellos, y uno de los más notables de Europa”
La campana data del siglo XV, y fue refundida en 1681 a petición del Rey Louis XIV, quien la llamó “Emmanuel Bell”
Por otra parte, durante la década de 1790, tras La Revolución francesa, Notre-Dame fue desacralizada, y sufrió el robo o dispersión de muchos de sus bienes, así como la profanación de parte de su imaginería religiosa, que quedó dañada o destruida.
Tras ser empleada como almacén, en 1802, se devolvió su uso a La Iglesia Católica gracias a Napoleón Bonaparte, quien se coronaría Emperador en Notre-Dame 2 años después.
Con todo, el templo subsistió en modestas condiciones, hasta que la publicación en 1831, de una novela escrita por Victor Hugo, y cuyo escenario principal era Notre-Dame, reavivó el interés popular por la vieja Catedral parisina.
Y es que Victor Hugo, tras separarse de su mujer Adèle en 1830, fue testigo de las apreciaciones negativas de sus contemporáneos, respecto del arte gótico de la ciudad de Paris, donde se promovían y ejecutaban demoliciones de edificios y fachadas de La Época Medieval.
Dolido por esta situación, Hugo escribió panfletos defendiendo las muestras de arquitectura gótica, aún subsistentes en la capital francesa, como parte de un patrimonio artístico que debía preservarse, y rechazando a “los demoledores”, aunque sin mayor éxito...
Cuando el editor Gosselin, le requirió una novela para fines de 1830, Hugo vio en este encargo como una oportunidad de plasmar su preocupación, y convencer a los parisinos de proteger El Patrimonio Artístico Gótico de su ciudad.
Así, Hugo creó una historia de romances desdichados, aventuras emocionantes y personajes marginales, pero ambientada en el Paris medieval, y haciendo largas descripciones de La Catedral gótica de Nuestra Señora de Paris, que sería escenario de la novela, y le daría nombre a ésta.
“Notre-Dame de Paris” fue finalmente publicada en 1831, y está compuesta por 11 libros, centrándose en la desdichada historia de Esmeralda, una gitana; de Quasimodo, un jorobado sordo; y Claude Frollo, un archidiácono en el Paris del siglo XV.
Todos sus elementos:
Ambientación renacentista, amores imposibles, personajes marginados… hacen de la obra, un modelo de los temas literarios del Romanticismo.
Se cuenta que Victor Hugo trabajó desde septiembre de 1830, llevándole aproximadamente 6 meses, y agotándose físicamente.
Pero el esfuerzo valió la pena, ya que fue bien valorada por los críticos, y tuvo gran éxito entre los lectores, cosa que le supuso un alivio económico; además, la obra impulsó entre sus contemporáneos, una valoración más favorable de los edificios medievales franceses.
El libro, en cuyo prólogo el autor ya denunciaba el olvido al que se había abocado el edificio, consiguió llamar la atención de la ciudadanía parisina.
Porque Hugo se oponía abiertamente al plan de restauración original, de tintes neoclásicos, dirigido por el arquitecto Étienne-Hippolyte Godde, y abogaba, en cambio, por el diseño gótico de Eugene Viollet-le-Duc.
La historia de la novela, se desarrolla en Paris, en 1482, durante el reinado de Louis XI.
La gitana Esmeralda, nacida como Agnes, captura los corazones de muchos hombres, incluidos los del Capitán Phoebus, y Pierre Gringoire; pero especialmente de Quasimodo y su archidiácono, Claude Frollo.
Pero Frollo se debate entre su lujuria obsesiva por Esmeralda, y las reglas de La Catedral de Notre-Dame por lo que le ordena a Quasimodo que la secuestre, pero Quasimodo es capturado por Phoebus y sus guardias, que salvan a Esmeralda.
Gringoire, quien intentó ayudar a Esmeralda, pero fue secuestrado por Quasimodo, está a punto de ser ahorcado por mendigos, cuando Esmeralda lo salva al aceptar casarse con él en 4 años.
Al día siguiente, se condena a Quasimodo a ser azotado, y se le enciende la picota durante 2 horas, seguido de una exposición pública de otra hora.
Él pide agua… y Esmeralda, al ver su sed, se acerca a las reservas públicas, y le ofrece un trago de agua.
Ella le salva, y captura su corazón.
Más tarde, Esmeralda es arrestada y acusada del intento de asesinato de Phoebus, a quien Frollo intentó matar por celos después de verlo intentando seducir a Esmeralda; y ella es condenada a muerte por ahorcamiento.
Mientras la llevan a la horca, Quasimodo se balancea hacia la cuerda de Notre-Dame, y la lleva a La Catedral, protegiéndola temporalmente del arresto, bajo la ley del santuario.
Frollo, luego informa a Gringoire, que La Corte de Parlement ha votado para eliminar el derecho de Esmeralda al santuario, para que ya no pueda buscar refugio en La Catedral, y será llevada para ser asesinada.
Clopin, el líder de los gitanos, escucha las noticias de Gringoire, y reúne a los ciudadanos de Paris para encargarse de La Catedral, y rescatar a Esmeralda.
Cuando Quasimodo ve a los gitanos, asume que están allí para lastimar a Esmeralda, así que los expulsa.
Igualmente, él piensa que los hombres del Rey quieren rescatarla, y trata de ayudarlos a encontrarla.
Ella es rescatada por Frollo y Gringoire; pero después de otro intento fallido de ganarse a su amor, Frollo traiciona a Esmeralda, entregándola a las tropas, y observa mientras la están ahorcando.
Cuando Frollo se ríe durante el ahorcamiento de Esmeralda, Quasimodo lo empuja desde la altura de Notre-Dame encontrando la muerte.
Quasimodo va al cementerio, abraza el cuerpo de Esmeralda, y muere de hambre con ella…
El libro describe La Era Romántica como una de las cumbres en la arquitectura, por la pasión y la religión; y explora el tema del determinismo, que es el destino, tal como se establece en el prefacio de la novela, a través de la introducción de la palabra “ANANKE”, así como La Revolución y la lucha social.
También, Victor Hugo presentó en esta obra, el concepto de la novela como “Teatro Épico”, en una inmensa obra épica sobre la historia de un pueblo entero, personificado en la figura de la gran Catedral, como testigo y protagonista silencioso de la historia; y la idea del tiempo y la vida, como un panorama continuo y orgánico centrado en docenas de personajes atrapados en medio de esa historia.
Además, cabe señalar que esta es la primera novela en tener mendigos como protagonistas; y es la primera obra de ficción en abarcar la vida como un todo, desde el Rey de Francia, hasta las ratas de alcantarilla de Paris, en una forma adoptada más tarde por Honoré de Balzac, Gustave Flaubert, Charles Dickens y muchos otros.
La enorme popularidad del libro en Francia, estimuló el movimiento francés de preservación histórica, y alentó en gran medida La Arquitectura Neogótica.
En última instancia, condujo a restauraciones importantes en Notre-Dame en el siglo XIX, dirigidas por Eugène Viollet-le-Duc; y gran parte del aspecto actual de La Catedral, es resultado de estas restauraciones.
Victor Hugo diría de La Catedral:
“La Iglesia de Notre-Dame de Paris sigue siendo sin duda, un edificio majestuoso y sublime.
Pero, por hermoso que se haya conservado en la vejez, es difícil no suspirar, no estar tan indignado, ante las innumerables degradaciones y mutilaciones que tanto el tiempo como los hombres han hecho sufrir al venerable monumento, sin respeto por Carlomagno, quien colocó su primera piedra, o para Philip Augustus, quien puso la última”
En la cara de esta anciana reina de nuestras catedrales, junto a una arruga, siempre se encuentra una cicatriz:
“Tempus edax, homo edacior”; que me gustaría traducir así:
“El tiempo es ciego, el hombre es estúpido”
Ni La Revolución ni Las Guerras Mundiales, provocaron lo que sucedió la noche del 15 de abril de 2019.
Una quema importante en el centenario edifico, que duró aproximadamente 15 horas, sufriendo graves daños, incluida la destrucción total de la aguja de madera sobre el cruce, y la mayoría del techo de madera cubierto de plomo sobre el techo abovedado de piedra.
No cabe duda que el evento conmovió al mundo, porque Notre-Dame de Paris es uno de los grandes e indiscutibles edificios de todos los tiempos, y que fue protagonista de muchas historias en El Arte Universal, que recreando el mito de “La Bella y La Bestia” es una historia verdaderamente inmortal; porque desde el siglo XIX, La Catedral ha actuado como musa de artistas.
El primero en retratarla, fue Victor Hugo, y tras él se multiplicaron las torres, los jorobados y las gitanas.
Toda la música, la pintura, el cine y la literatura, se rindió ante Nuestra Señora de Paris; todos quisieron contar este tesoro, que las llamas casi apagan.
“C'est une histoire qui a pour lieu Paris la belle en l'an de Dieu mil-quatre-cent-quatre-vingt-deux histoire d'amour et de désir.
Nous les artistes anonymes de la sculpture ou de la rime tenterons de vous la transcrire pour les siècles à venir”
Notre-Dame de Paris es un musical francés del año 1998, dirigido por Gilles Maheu.
Protagonizado por Hélène Ségara, Garou, Daniel Lavoie, Bruno Pelletier, Patrick Fiori, Suerte Mervil, Julie Zenatti, entre otros.
El guión está basado en la novela “Notre-Dame de Paris” de Victor Hugo, con música de Riccardo Cocciante, y libreto y letras en francés, de Luc Plamondon.
El musical contiene 51 temas musicales:
28 en la primera parte, y 23 en la segunda, que apuestan por una música moderna, en la línea del rock y del pop; en una historia que conjuga el amor y el desamor, la pasión y el dolor, y que se vive a través de hermosas interpretaciones musicales, lo que la convierte en una obra maestra en su género.
A tiempo de señalar que se trata de un musical 100% cantado, con una estructura compleja por la dinámica que integra un ensamble de orquesta sinfónica, cantantes y bailarines profesionales, además de un trabajo de tramoya y escenografía pocas veces visto.
Todo inicia en 1993, después del éxito fenomenal de “Starmania” desde 1978, y el fracaso de “La Légende de Jimmy”, musical creado en 1990, del letrista de óperas rock, Luc Plamondon, que ahora decidió inspirarse en una gran historia...
Para escribir su próxima ópera moderna, él se sumerge en la lectura de la obra de Hugo, “Notre-Dame de Paris”; y en las 600 páginas que lee, señala unas 30 ideas de canciones:
“Quería poner en la canción, una gran historia conocida en todo el mundo.
Quién sabe, puede abrirme puertas...”
Y para la música, recuerda que uno de sus antiguos colaboradores, Richard Cocciante, había escrito algo poco antes… siendo Richard quien le propone hacer una comedia musical.
Al principio, escéptico, declaró:
“Al principio tenía tanto miedo como para atacar semejante monumento de la literatura francesa”, dijo Cocciante; pero es por la belleza de la letra de la canción “Belle”, que estuvo convencido, y creyó en el proyecto de su amigo, una canción que, 5 años después, será el verdadero detonante de la obra.
Luc Plamondon luego confesó haber tenido la idea de esta canción después de haber visto la película homónima de Jean Delannoy de 1956, con Anthony Quinn y Gina Lollobrigida.
Así, de 1994 a 1996, Luc Plamondon y Richard Cocciante pasaron 3 años escribiendo y componiendo Notre-Dame de Paris; y se dan cuenta de que han creado un espectáculo musical de casi 3 horas…
Tomará mucho tiempo quitar esa hora; y es en este momento que el director, Gilles Maheu, interviene.
Como hombre de teatro de vanguardia, admite que se sentiría muy tentado por un musical; y en las palabras de Maheu, Plamondon se apresura a responder:
“¡Mi nuevo proyecto no te interesará, es un tema muy clásico!”
Luc finalmente aceptó, cuando Gilles insiste:
“¿Sabe usted que la primera obra de mi juventud era un ballet “Esmeralda y sus 3 amantes”?”
Lo demás es historia…
El trabajo más grande está hecho, por lo que Luc y Richard estaban buscando un productor para el drama musical; y después de 3 importantes negativas en el universo del espectáculo, Guy Darmet, director de La Casa de La Danza en Lyon, y amigo de Plamondon desde hace mucho tiempo, se lo presenta a Victor Bosch, Jefe del Transporter.
Este último está bastante interesado, y organiza una cita con Charles Talar, anunciando desde el principio:
“Un musical de Plamondon, me interesa, la música de Cocciante, es genial, y una novela de Victor Hugo, me conviene!”
Y sin haber leído o escuchado nada, les dijo:
“Si está de acuerdo, produzco el disco y el espectáculo”
Se organizó la escucha, acompañándose al piano, con Richard interpretando todos los papeles, y Luc localiza las escenas.
Más tarde se dijo que el Palais des Congrès quiere Notre-Dame de Paris para el estreno en otoño de 1998, y el contrato se firmó en enero de 1997.
La hermosa partitura incluye canciones como “Vivre”, “Belle” y “Le temps des cathédrales”, que han alcanzado mucha popularidad, y se han convertido en éxitos de ventas en el mercado francófono.
Y el musical, según El Libro Guinness de Los Récords, tuvo el primer año más exitoso de todos los musicales; y es que la partitura se ha grabado al menos 7 veces; el álbum original en francés, que incluía a la cantante israelí, Achinoam Nini, también conocida como Noa, como Esmeralda; fue seguido por una grabación en vivo, y completa del elenco original de Paris.
Finalmente, Notre-Dame de Paris tuvo su “première” mundial el 16 de septiembre de 1998, en el Palais des Congrès de Paris, donde se representó hasta el 31 de enero de 1999, para a continuación emprender una gira por Francia, Bélgica, Canadá y Suiza.
El director, Gilles Maheu, organizó el espectáculo en estilo de concierto, con los principales cantantes en el centro del escenario, con bailarines que no cantaban en el escenario, proporcionando emoción visual, pero no dramática.
La orquesta y el coro fueron pregrabados; y los artistas llevaban micrófonos muy obvios.
El elenco original, estuvo liderado por Garou como Quasimodo, Hélène Ségara como Esmeralda, Daniel Lavoie como Frollo, Bruno Pelletier como Gringoire, Patrick Fiori como Febo, Luck Mervil como Clopin y Julie Zenatti como Fleur-de-Lys. Noa, la intérprete de Esmeralda en el álbum conceptual, declinó participar en la versión teatral debido a su apretada agenda y a que su francés no era lo suficientemente bueno.
La elegida para reemplazarla, fue la cantante Hélène Ségara, quien ya había audicionado para el papel en 1997.
Dirigido por Gilles Maheu, el espectáculo contó con un equipo creativo formado por Martino Müller en la coreografía, Christian Rätz en el diseño de escenografía, Fred Sathal en el diseño de vestuario, Alain Lortie en el diseño de iluminación y Manu Guiot en el diseño de sonido.
La puesta en escena fue similar a la de un macro-concierto, con los cantantes principales colocados en el centro del escenario, y un cuerpo de bailarines y acróbatas apoyando los números musicales.
La orquesta y los coros, fueron pregrabados.
El éxito obtenido por el musical Notre-Dame de Paris, volvió a poner de moda el musical en Francia, y permitió a algunos de sus protagonistas desarrollar una carrera como solistas, incluyendo a Garou, Hélène Ségara, Patrick Fiori y Julie Zenatti.
En la edición de 1999 de los premios Victoires de La Musique, la obra fue premiada en las categorías de “canción del año” por “Belle”; y al mejor espectáculo musical.
Desde entonces ha podido verse en numerosas ciudades a lo largo de todo el mundo.
La trama tiene lugar en el año de gracia de 1482.
Gringoire (Bruno Pelletier), es un trovador que se compromete a contar una historia que ha presenciado...
Los bohemios, guiados por Clopin (Luck Mervil), llegan a Paris y tienen la intención de establecerse allí durante algún tiempo.
Pero eso no complace a Jean-Claude Frollo (Daniel Lavoie), archidiácono de La Catedral de Notre-Dame; y usando el poder de La Iglesia, convence a Phoebus (Patrick Fiori), un joven caballero y jefe de los arqueros del Rey, para expulsarlos.
Sin embargo, no había esperado que entre estos indocumentados hubiera una joven de la cual Phoebus se enamorara:
Esmeralda (Hélène Ségara), es muy bonita, y tiene la protección de Clopin.
Pero, ingenua, ella se enamora de este hermoso caballero, y sin darse cuenta de que ella también se ha convertido en “el objetivo” de otras 2 personas.
Esto crea un cuadrado amoroso entremezclado con otro triángulo amoroso.
En efecto, Phoebus está casado con Fleur-de-Lys (Julie Zenatti), una joven de una buena familia que no tiene, como es de esperar, la intención de compartir a su prometido con otra…
Frollo también se enamora de Esmeralda, pero su condición de sacerdote le impide tener una esposa…
Quasimodo, el campanero, también se enamora de ella, excepto que él es muy feo, jorobado, tuerto y cojo; y tiene una confianza completa y ciega en Frollo, su maestro, quien lo crio como suyo, después de que fue abandonado por su madre.
De esa manera, la historia menciona la intriga de enamoramiento que se establece alrededor de la bella Esmeralda.
En resumen, a Quasimodo le gusta la gitana; pero a ella le gusta Phoebus, el novio de Fleur-de-Lys; mientras Frollo, el sacerdote de La Catedral Notre-Dame, siente violentos deseos carnales para Esmeralda; y por ello, celoso, apuñala a Phoebus...
Pero es a la bella gitana a quien se acusa de ello; pero Quasimodo la libera, y se la lleva en una de las torres de La Catedral.
Él mata a Frollo, y Esmeralda es ejecutada.
Al final, Quasimodo recupera su cuerpo, y se deja a morir cerca de ella.
La adaptación musical que nos ocupa, aparte de que como he dicho, musicalmente tiene canciones realmente interesantes, se planteó escénicamente como un concierto, en el que los intérpretes “cantaban al público”, y prácticamente no había dúos en los que interactuasen los intérpretes; ese formato puede levantar la ceja al acostumbrado del musical al uso; además, se buscó la espectacularidad con todo un grupo de acróbatas que, con sus volteretas y saltos, llenasen el escenario en los temas más rítmicos de la obra, destinados principalmente a los mendigos que habitaban en la llamada “Corte de Los Milagros”, y que aquí son llamados “sin papeles”, equiparándolos con los emigrantes que levantaron varias revueltas en el Paris de la época en que se estrenó.
Como consecuencia, la producción hizo que los musicales volvieran a estar de moda en Francia y, desde su inicio, ha generado una serie de otras producciones notables; y como parte de la publicidad previa a la apertura de Paris, se lanzaron 3 canciones como “singles”:
“Vivre”, “Le Temps des cathédrales” y “Belle”; ésta última se convirtió en un gran éxito, siendo nombrada “Canción del Año” en Francia, y nominada a Canción del Siglo.
En el fondo, incluso cuando hay cambios con respecto a la obra original, el musical se mantuvo bastante fiel a la historia original; siendo mucho más precisa que la versión de Disney, e incluye muchas canciones hermosas, jamás escritas.
En definitiva, la obra es conocida por la fuerza y pasión en sus interpretaciones, y se la conoce como “el musical espectacular”, una obra que vale la pena ver, apreciar y valorar… y como no, hasta cantar y vivirla.
“J'ai posé mes yeux sous sa robe de gitane à quoi me sert encore de prier Notre-Dame quel est celui qui lui jettera la première pierre celui-là ne mérite pas d'être sur terre”
El éxito mundial del musical “Les Miserables”, salvo en Francia, que quizá sea el único país donde tuvo una vida mucho más comedida; y eso no quiere decir que en Francia no gusten del musical; sino que el público francés busca más el espectáculo o el formato de concierto, que el musical en si como puesta en escena, tal como lo entendemos el resto, en el que existe una interacción entre los personajes, y las canciones ayudan a avanzar la acción, como parte dramatizada de la historia.
Eso no ocurre en Notre-Dame de Paris, que  en 1993, Luc Plamondon comenzó a preparar una nueva ópera rock tras haber alcanzado el éxito con “Starmania” (1978), y a pesar del fracaso de “La Légende de Jimmy” (1990), estaba buscando inspiración en una gran historia.
Plamondon se sumergió en la lectura de la novela de Victor Hugo, y entre sus páginas encontró material para aproximadamente una treintena de canciones.
Entonces se puso en contacto con su amigo y antiguo colaborador, Riccardo Cocciante, y le ofreció hacerse cargo de la partitura.
En un principio, Cocciante se mostró escéptico ante la idea de convertir un icono de la literatura francesa en un musical, pero finalmente quedó convencido cuando Plamondon le enseñó la letra que había escrito para una de las canciones:
“Belle”
Esta canción, que según el propio Plamondon fue inspirada por la película “Notre-Dame de Paris” (1956), dirigida por Jean Delannoy y protagonizada por Anthony Quinn y Gina Lollobrigida; posteriormente se convertiría en un éxito masivo en los países de habla francesa, y sería una de las principales impulsoras del espectáculo.
Durante los siguientes 3 años, Plamondon y Cocciante se dedicaron a componer la música, creando una pieza de casi 3 horas de duración, de las cuales cerca de una tuvo que ser recortada.
Una vez completada la partitura, Plamondon le ofreció la dirección a Gilles Maheu sin muchas esperanzas de que aceptase formar parte de un proyecto de corte tan clásico, ya que éste se había curtido en la escena teatral “avant garde”
Sin embargo, dio la casualidad de que uno de los primeros trabajos de juventud de Maheu, había sido precisamente un ballet sobre la gitana Esmeralda y sus 3 pretendientes, así que Plamondon obtuvo un sí por respuesta.
Tras varios intentos frustrados de encontrar un productor, Guy Darmet, director de La Maison de La Danse de Lyon, y un viejo amigo de Plamondon, le presentó a Victor Bosch, responsable de la sala Transbordeur de Villeurbanne.
Bosch organizó un encuentro con Charles Talar, veterano de la industria discográfica francesa, y éste accedió a producir la obra tras escuchar varias de las canciones, con Cocciante al piano interpretando todos los personajes, y Plamondon explicando las escenas; y se acordó que la “première” tendría lugar en otoño de 1998, en el Palais des Congrès de Paris.
Para promocionar el espectáculo, en enero de 1998 se editó un álbum conceptual grabado en los estudios Artistic Palace, por el mismo reparto que después estrenaría el musical, exceptuando el papel de Esmeralda, que en el disco fue interpretado por la cantante israelí, Noa.
El álbum fue un éxito inmediato, y encabezó las listas musicales durante 17 semanas consecutivas, vendiendo más de 2 millones de copias, solo en Francia.
Mientras que las canciones “Vivre”, “Belle” y “Le temps des cathédrales” fueron publicadas como “singles”, y consiguieron una gran repercusión en el mercado francés.
El álbum original está grabado y mezclado en el estudio Artistic Palace de Paris, con Manu Guiot en la consola; en cuanto al álbum completo, está grabado en vivo, en el Palais des Congrès.
Gilles Maheu, mientras tanto, buscó sus diseñadores visuales en Europa, excepto Alain Lortie, para la iluminación, que trajo de Montreal.
Para los decorados, se eligió a Christian Rätz en Estrasburgo; en la moda parisina, el estilista Fred Sathal para crear trajes; y del Ballet Contemporáneo de Ámsterdam, el coreógrafo Martino Müller.
Cerca de 400 cantantes fueron audicionados en ambos lados del Atlántico, y solo 7 fueron los escogidos como principales; además, 600 bailarines y acróbatas audicionaron para la aventura, siendo solo 16 los escogidos.
Así, durante más de 2 años, fueron una parte integral de la compañía, y realizaron los ensayos cada noche.
De hecho, la compañía completa proviene de 12 países diferentes; y unos 40 técnicos, maquinistas, peluqueros, maquilladores, tocadores y asistentes fueron contratados para el espectáculo.
La historia se desarrolla en Paris en el año 1482; y se divide en 2 actos:
Acto I:
El poeta Gringoire, quien a lo largo de la historia actúa no solo como participante, sino también como una especie de comentarista, entra para preparar la escena para la historia; y relata cómo el hombre ha escrito su historia en el edificio de las catedrales (“Le temps des cathédrales”)
Los desamparados y los refugiados, encabezados por Clopin, pululan ante la entrada de La Catedral de Notre-Dame, pidiendo ayuda y un santuario (Les sans-papiers)
Frollo, el archidiácono de Notre-Dame, le ordena a Phoebus, Capitán de Los Arqueros Reales, que sus hombres dispersen a la multitud.
Cuando sus hombres están alejando a los refugiados, Phoebus ve a la bella gitana Esmeralda, que vale decir que en producciones posteriores, la escena cambia para que la vea mientras baila antes de entrar a Notre-Dame; y se siente fascinada por ella.
Esmeralda le cuenta sobre sí misma, sobre su vida como gitana y sus sueños (“Bohémienne”); y en lugar de arrestarla, Phoebus la deja sola...
Clopin, que ha vigilado a Esmeralda desde que tenía 8 años después de la muerte de sus padres, le dice que ya no es una niña, y que ha alcanzado la edad en la que descubrirá el amor (“Esmeralda tu sais”); y le advierte que tenga mucho cuidado, ya que no se debe confiar en todos los hombres…
En el siguiente número, la audiencia es presentada a la bella y noble Fleur-de-Lys, con quien Phoebus está comprometido para casarse.
El amor de Fleur-de-Lys por Phoebus, es infantil e irracional, como el de Juliet por Romeo (“Ces diamants-là”)
Ahora comienza la salvaje y colorida “Fiesta de Los Locos”, presidida por Gringoire (“La fête des fous”), cuyo punto culminante es la elección del Rey de Los Locos entre el grupo de personas que puede hacer la cara más fea… y El Rey será coronado por Esmeralda.
Escondiéndose en las sombras, hay una figura monstruosa que es arrastrada hacia la luz; es el campanero de Notre-Dame, el Quasimodo jorobado y deformado facialmente; y por decisión unánime, él es elegido y coronado como “El Rey de Los Locos”, pero sabe que por todo el poder que tiene este día, nada puede hacer que una mujer como Esmeralda lo cuide (“Le pape des fous”)
Pero Frollo rompe las festividades, y le ordena a Quasimodo que secuestre a Esmeralda, y se la lleve a él esa noche para que pueda ser encarcelada por “bruja y violadora de la decencia pública” (“La sorcière”)
Quasimodo, quien está dedicado a Frollo por criarlo y educarlo después de haber sido abandonado cuando era un bebé (“L'enfant trouvé”), dice que obedecerá.
La noche cae en Paris con sus secretos oscuros y ocultos comentados por Gringoire (“Les portes de Paris”); mientras Quasimodo acecha a Esmeralda por las calles oscuras, y está a punto de apoderarse de ella, cuando Phoebus y sus guardias llegan y arrestan a Quasimodo.
Phoebus se presenta a Esmeralda; y él hace una cita para con ella, la noche siguiente en el Cabaret du Val d'Amour; mientras Phoebus y sus hombres, se llevan a Quasimodo, Esmeralda se lanza a la oscuridad (“Tentative d'enlèvement”)
En “La Corte de Los Milagros”, el refugio de todos los parias de Paris, Clopin preside una fiesta salvaje, y señala que todos son verdaderamente iguales aquí, sin importar su raza, religión, color de piel o antecedentes criminales (“La cour des miracles”)
Gringoire, quien ha entrado por accidente, es capturado, y Clopin le dice que lo ahorcarán por su entrada ilegal, a menos que una de las mujeres acepte casarse con él.
Esmeralda, que ha llegado durante esto, acepta casarse con Gringoire, solo de nombre; y Clopin, como “Rey de Los Marginados”, los une y se unen a la juerga salvaje.
Más tarde, cuando Gringoire y Esmeralda se quedan solos (“Le mot Phoebus”), se presenta a ella como “El Príncipe de Las Calles de Paris”, y le asegura que si bien no es “un homme a femmes”, se alegraría si ella fuera su Musa e inspiración.
Dado que Gringoire es educado, Esmeralda le pregunta qué significa la palabra “Phoebus”; y él le dice que en latín significa “El Sol” o “dios del Sol”
Esmeralda reflexiona sobre la palabra, ya que se relaciona románticamente con el hombre “Phoebus” (“Beau comme le soleil”); y se une a ella en el escenario con Fleur-de-Lys, quien también reflexiona sobre Phoebus, aunque parece estar más aprensiva con él; pero ambas creen que Phoebus las amará por siempre...
El propio Phoebus no tiene dudas sobre qué tipo de hombre es; quiere a las 2 mujeres, una como esposa y la otra como amante temporal (“Déchiré”)
Al día siguiente, Frollo llama a Gringoire a Notre-Dame, y le pregunta sobre Esmeralda, prohibiéndole que la toque…
Gringoire cambia la conversación, preguntando por una inscripción extraña en griego en la pared de La Gallerie des Rois en Notre-Dame, la palabra “Anarké”
Frollo le dice que significa “Destino” en griego; y observan cómo Quasimodo es arrastrado por el escenario en La Gran Rueda por su intento de secuestro de Esmeralda, (“Anarkia”)
Quasimodo soporta su castigo, pero clama por agua (“A boire”), una súplica que todos ignoran; y de repente, aparece Esmeralda y le da un trago de agua de su taza, un acto de bondad que toca profundamente al pobre jorobado.
Luego es liberado de La Gran Rueda, y él, Frollo y Phoebus, cantan sobre sus diferentes sentimientos por Esmeralda (“Belle”):
Quasimodo canta sobre su creciente sentimiento de ternura hacia ella; Frollo canta sobre su creciente fascinación por ella; y Phoebus, observado celosamente por Fleur-de-Lys, canta sobre su deseo de tener un romance con ella, antes de que se case con Fleur-de-Lys.
Posteriormente Quasimodo lleva a Esmeralda a Notre-Dame, y le cuenta cómo La Catedral ha sido su hogar y su santuario, y ahora puede ser suyo siempre que lo necesite (“Ma maison c'est ta maison”)
A pesar de su temor inicial a este hombre extraño y deforme, Esmeralda se siente conmovida por su amabilidad, y se enternece hacia Quasimodo.
Quedando sola, Esmeralda, que nunca ha orado antes, reza a La Virgen María (“Ave Maria païen”), mientras que Quasimodo piensa en ella (“Si tu pouvais voir en moi”)
Frollo, espiando secretamente a Esmeralda, se da cuenta de que su lujuria por ella lo destruirá, pero sabe que no puede resistirse ni quiere hacerlo (“Tu vas me détruire”)
Esa noche, Phoebus se dirige al Cabaret du Val d'Amour para su cita con Esmeralda, cuando se da cuenta de que está siendo acechado por una figura en la sombra.
La figura es Frollo disfrazado, que le advierte que no vaya más allá (“L'ombre”), pero Phoebus se niega a prestar atención a la amenaza, y continúa su camino.
En Val d'Amour, Gringoire, que parece ser un cliente habitual, comenta cómo todos, sin importar la raza, el credo o el color, vienen aquí por un buen momento, y por un precio muy bajo (“Le Val d'Amour”)
Phoebus llega, como un cliente habitual también; y se encuentra con Esmeralda en una sala privada (“La volupté”)
Se abrazan y están a punto de hacer el amor, cuando Frollo se apresura y apuñala a Phoebus con el cuchillo de Esmeralda, que ella había colocado antes en el suelo.
Esmeralda se derrumba sobre el cuerpo de Phoebus, Frollo hace su escape, y Gringoire, Clopin, Frollo, Quasimodo y El Coro, comentan sobre el terrible poder del Destino (“Fatalité”)
Acto II:
Frollo y Gringoire discuten los eventos y descubrimientos científicos que tienen lugar, y cómo algunos de ellos, como la imprenta de Johannes Gutenberg y las doctrinas de Martín Lutero, están cambiando el mundo para siempre (“Florence”)
Gringoire se da cuenta de lo silenciosa que es La Catedral, y Frollo le dice que Quasimodo no ha tocado las campanas durante 3 días.
En el campanario, Quasimodo relata cómo las campanas de La Catedral son sus únicos amigos y amores (“Les Cloches”), especialmente las 3 “Maries”:
“La pequeña Marie”, que se toca para los funerales de los niños; “La gran Marie”, que es para cuando los barcos zarpan; y “La enorme Marie” que se llama para las bodas; y su mayor esperanza es que llamen a Esmeralda para escuchar que la ama…
Frollo le pregunta a Gringoire, dónde está su “esposa” (“Ou Est Elle?”); y Gringoire dice que no sabe, y contesta oblicuamente, pero le dice a Clopin, que ha estado buscando a Esmeralda, que ha sido encarcelada en la prisión de La Sainte, y que será ahorcada si Clopin no la salva.
En su celda, Esmeralda se compara con un ave enjaulada, y llama a Quasimodo para salvarla, mientras que en Notre-Dame, Quasimodo se pregunta sobre la desaparición de Esmeralda hace 3 días, y teme por su seguridad (“Les oiseaux qu'on met en jaula”)
Clopin y un grupo de marginados, son arrestados y arrojados a la prisión de La Sainte (“Condamnes”) mientras Esmeralda es procesada por el intento de asesinato de Phoebus, y por brujería; con Frollo como Juez Presidente (“Le Procès/La Torture”)
Y cuando se niega a confesar, ella es sometida a una tortura aplastante, hasta que ella grita:
“¡Lo confieso!”
Y Frollo la condena a muerte, a ser ahorcada, pero Esmeralda todavía profesa su amor por Phoebus; y Frollo se ve afectado por el tormento emocional de su pasión no correspondida (“El Prêtre Et Aimer Une Femme”); mientras Esmeralda llama a Phoebus para salvarla (“Phoebus”)
En otra parte, un Phoebus recuperado, se enfrenta a Fleur-de-Lys, pero afirma como excusa, que fue embrujado por Esmeralda.
Fleur-de-Lys le dice que él todavía tendrá su corazón y su amor si jura que ejecutarán a Esmeralda (“La Monture”)
A las 5am, el día de la ejecución, Frollo visita la celda de Esmeralda, y para su horror, le confiesa que le arrebató a Phoebus por amor a ella (“Un Matin Tu Dansais”), y le ofrece una opción:
La muerte en la horca, o la vida dándole amor.
Cuando Esmeralda rechaza sus avances, intenta violarla, pero Quasimodo, quien lo ha seguido en secreto; libera a Clopin y a los otros prisioneros; Clopin ataca a Frollo, dejándolo inconsciente, y libera a Esmeralda y huyen de la prisión a Notre-Dame para buscar refugio (“Liberes”)
Gringoire canta a La Luna (“Lune”) en la que describe el dolor y el sufrimiento de Quasimodo debido a su amor por Esmeralda; mientras Quasimodo deja a Esmeralda dormida en un lugar seguro en Notre-Dame (“Je Te Laisse Un Sifflet”), pero refleja amargamente que mientras la amará por siempre, su fealdad asegurará que ella nunca lo amará (“Dieu Que Le Monde Est Injuste”)
Sola, Esmeralda espera que ella sobreviva para el hombre que ama, y canta acerca de cómo el amor tiene el poder de cambiar el mundo, incluso si ella muriera (
(“Vivre”)
Con Clopin y su gente ocupando Notre-Dame, Frollo ordena a Phoebus y sus hombres que rompan El Santuario, y ataquen La Catedral para expulsarlos (“L'Attaque de Notre-Dame”)
Clopin y su gente resisten valientemente, pero no son rival para los soldados armados, y en el primer ataque, Clopin cae gravemente herido.
Muriendo, le ruega a Esmeralda que tome su lugar como líder.
La batalla final hace que Esmeralda y su gente se enfrenten a Phoebus y sus soldados, pero el resultado es una conclusión inevitable:
Esmeralda es capturada, y los marginados son derrotados.
Phoebus le entrega a sangre fría a Esmeralda para que la ejecuten, y ordena la expulsión de a los parias de Paris (“Déportés”), y se va con Fleur-de-Lys.
Quasimodo, buscando a Esmeralda en Notre-Dame, encuentra a Frollo en la cima de una de las torres, y le suplica que ayude a Esmeralda (“Mon Maitre, Mon Sauveur”)
Frollo, finalmente enloquecido, le muestra la visión de que ahorcan a Esmeralda, y para horror de Quasimodo, anuncia que él es el responsable.
Mientras se ríe salvajemente, el furioso Quasimodo lo agarra y lo arroja por las escaleras de la torre donde cae muerto.
Cuando los verdugos están bajando a Esmeralda de la horca, aparece Quasimodo, y exige que le entreguen su cuerpo inerte.
Al alejarlos, se arrodilla junto a su cuerpo, y la llora, prometiendo quedarse con ella, y que, incluso en la muerte, no serán separados (“Danse, Mon Esmeralda”)
Así concluye la obra, pero después de la llamada “a cortina”, Gringoire dirige el reparto en una repetición de “Le Temps des Cathédrales”
La historia, generalmente sigue la trama que Victor Hugo estableció en su famosa novela, con algunas modificaciones muy ingeniosas operadas por Plamondon.
Las palabras se eligen tan ingeniosamente, que uno puede simplemente volver a la época de Hugo, y revivir la historia a pesar de que ahora tiene lugar en un simple escenario; es decir, muy minimalista, con poco decorado y muchas luces.
Esta es la razón por la que creo que este gran musical es generalmente más valorado por los hablantes franceses, que por el público acostumbrado al montaje escénico musical habitual; por lo que imagine al musical “Riverdance” con esteroides, y “West Side Story” se encuentra con “Cirque de Soleil”, o con un motín de Paris, y usted tiene una idea del alcance de este increíble espectáculo.
La coreografía, es la más enérgica, por no decir frenética, que he visto, y la más imaginativa; y es difícil decidir, a veces, si estamos viendo un baile o una exhibición de gimnasia… porque el estilo de presentación es realmente muy refrescante y enérgico, y no parece importar que estos actores ya no se canten entre sí, sino a la audiencia a través de micrófonos muy obvios.
Pero hay algunas pequeñas preocupaciones con las pistas pregrabadas y el coro, pero este pequeño truco es perdonado en vista de las impresionantes actuaciones en vivo del elenco.
Este tipo de presentación, junto con los bailarines, que a menudo se convierten en una extensión del conjunto, hace que este musical parezca más un concierto de pop/rock, siendo quizás más atractivo para un público más joven.
Así, la coreografía es muy expresiva, y los bailarines establecen el ritmo y el sentimiento perfecto para cada pieza de música interpretada; y las acrobacias, por más impresionantes que sean, nunca ponen en escena a los artistas, logrando un equilibrio uniforme.
El sentimiento oscuro, frío y bastante estéril del vacío escenario, evoca un sentido del modernismo; y por cierto, aquí algunos cambios de la obra de Hugo:
El papel de Pierre Gringoire, se ha expandido para que funcione como “nuestro” narrador callejero y guía a través de la historia.
Bruno Pelletier, un deleite sabio y adictivo, se encuentra en su lugar más travieso en “Val d'Amour”, rodeado de rameras al estilo de “Folies Bergère”
Y los otros personajes principales cumplen los roles que uno espera:
Luck Mervil es un Clopin dinámico, aunque juvenil, es un poco chocante cuando dice que ha criado a Esmeralda como padre… y tienen la misma edad…
Y se hace suyo en la maravillosa escena “Cour des Miracles”, en la que Pierre escapa por poco colgando.
Garou, es un Quasimodo impresionante y conmovedor.
Hélène Ségara es una agraciada Esmeralda, aunque quizás también digna.
En lo que respecta a la escritura, hay problemas con las adaptaciones, como ésta, que le dan una personalidad más fuerte y madura, porque, si bien es más convincente en términos de su pasado, la trama depende de su credulidad e inmadurez.
Siguiendo con el reparto, Daniel Lavoie es desgarrador, y una buena presencia vocal, como Claude, aunque como en la mayoría de las dramatizaciones, un par de décadas más que el personaje…
También tiene algunas de las mejores canciones:
“Tú vas me détruire”, “Etre prêtre” y “Un matin, tu dansais”; y ayuda que las letras hagan un uso poderoso de algunos de los discursos de Claude de la novela.
Pero entonces, su difícil situación, desgarrada entre sus deseos y sus votos, entre su educación eclesiástica tradicional y el nuevo aprendizaje del Renacimiento, aquí expresado en un dúo con Pierre, “Florence”, es lo que impulsa la novela y le da su corazón trágico.
También describe la creciente crisis mental del archidiácono, hasta el estallido histérico final que precipita su muerte, dramáticamente escenificada.
No estoy convencido de que la semi-modernización lo haga un racista, pues el único gitano con quien realmente tiene un problema en el libro, es Esmeralda, y eso se debe a su atracción por ella.
Julie Zenatti es efectiva como Fleur-de-Lys, aquí retratada como una adolescente, pero astuta e intrigante, que sabe lo que es Phoebus, y busca asegurar su control sobre él, diciéndole que “cuelgue a la gitana”
Por otro lado, los sets minimalistas funcionan bien en términos de permitir que las secuencias de baile se destaquen, y centren la atención en los personajes principales; sin embargo, como ya se mencionó, no estoy totalmente convencido por la modernización parcial.
El injerto de temas políticos modernos, sobre refugiados indocumentados, racismo policial y brutalidad, se produce cuando también tenemos canciones como “Florence”, que sitúa la acción en El Renacimiento y anticipa la próxima Reforma.
Una modernización completa de la ambientación, podría funcionar… o una puesta en escena medieval completa; pero esto no es ni una ni otra.
En general, sin embargo, este es un espectáculo magnífico, y a pesar de su omisión de los argumentos secundarios en torno a la verdadera familia de Esmeralda, y la relación de Claude con su hermano; está más cerca de la novela que la mayoría de las versiones cinematográficas.
Del reparto del estreno, el puñado de jóvenes desconocidos que protagonizan esta producción, son la mayoría de Quebec, y son casi abrumadores en su talento como cantantes, bailarines y artistas dramáticos.
Todos los cantantes involucrados, tienen voces extraordinarias y buen talento para la actuación; de hecho, los bailarines han sido elegidos con tanto cuidado, que su interpretación simplemente sorprende.
Garou, es simplemente perfecto para la parte de Quasimodo, con una voz inolvidable y única; su actuación no podría haber sido más perfecta, ya que su voz áspera, retrata con precisión la tristeza desgarradora del personaje.
Atención a que debe moverse con la joroba y “cantar” con la prótesis dental…
Patrick Fiori y Julie Zenatti, son 2 voces hermosas y jóvenes que se convertirán en grandes estrellas de la escena musical francesa.
Ambos son maravillosos cuando cantan juntos como Phoebus y Fleur-de-Lys, y son igualmente fuertes en sus roles individuales.
Daniel Lavoie, perfecto para el papel de Frollo, es humano y malicioso al mismo tiempo; y su voz se adapta perfectamente; pero sus canciones parecen carentes en comparación con otras.
Hélène Ségara como una Esmeralda niña, gitana, suave, elegante y refinada; es dulce sin ser desagradable, una de las únicas Esmeraldas que no se enreda con Phoebus desde el primer momento; y es poderosa con su voz cuando necesita estar, mientras retiene un sonido más ligero cuando es necesario.
Clopin de Luck Mervil, es fuerte como líder de los gitanos, aunque sus notas son a veces mercuriales, y bastante impredecibles.
Por último, pero no menos importante:
Bruno Pelletier como Gringoire, una de las voces más hermosas y poderosas de la historia.
¿Me pregunto si este hombre respira alguna vez?
Y su actuación está muy bien hecha.
En general, hay que tener en cuenta que la mayoría de estos actores han hecho algún tipo de teatro en el pasado, hay muy pocas excepciones, principalmente relacionadas con los bailarines, y la falta de interacción entre los personajes; pero este musical benefició a muchos, tanto en la preparación del mismo desarrollando entre los participantes habilidades musicales, de interpretación, de diversión sana… pero sobre todo, impartiendo valores en su puesta en escena, como amor, respeto a las distintas razas y etnias, convivencia, aceptación de los más desfavorecidos, no juzgar por el aspecto, combatiendo prejuicios; atender a la diversidad, integración social… todas ellas son grandes lecciones para el público.
Finalmente, la música de Richard Cocciante es simplemente divina y única.
Aunque es un gran escritor de música y cantante, Notre-Dame de Paris es el mayor éxito de su vida.
No obstante, como dato, el compositor fue declarado culpable de fraude fiscal por un Tribunal de Paris, el 20 de marzo de 2006, y recibió una pena de prisión de 10 meses más una multa de 37500 euros.
Él y su esposa Catherine, fueron declarados culpables de ocultar las ganancias de este exitoso musical, que se cree que está en la región de los 6 millones de euros, unos $7.3 millones; por lo que habrían tenido que pagar 2,8 millones de euros en impuestos.
Él no estaba en El Tribunal para la sentencia, y su esposa dijo que tenían la intención de apelar...
El 25 de enero de 2007, El Tribunal de Apelación de Paris condenó a Cocciante y su esposa a 3 años de prisión por evasión de impuestos, una multa de 37,500 euros cada uno, y ambos fueron privados de sus derechos cívicos, civiles y familiares durante un período de hasta 5 años.
En lo que respecta al musical en sí, además del disco conceptual en francés, se han editado numerosos álbumes interpretados en sus respectivas lenguas por los elencos de Paris en 1998, 2001 y 2017; Londres en 2000; Italia en 2001 y 2002; España en 2001; Rusia en 2002; en Asia en 2005; Corea del Sur en 2008 y 2013; y Bélgica en 2010; así como 2 grabaciones en vídeo de las producciones originales de Paris e Italia.
Y para promocionar la versión en lengua inglesa del espectáculo, la cantante Celine Dion grabó la canción “Live (for The One I Love)”, que fue publicada como 2° “single” de su disco recopilatorio “All The Way... A Decade of Song”, y también se incluyó en el álbum original de Londres.
“Dieu que le monde est injuste lui si beau et moi si laid Je te donnerais la lune tu ne voudrais pas m'aimer”
Nadie hubiera creído la imagen parisina de este 15 de abril de 2019, con Notre-Dame en llamas...
Tan usual en el cine, como en Disney, al ver la caída de su techo y aguja, con los patronos San Denis y San Genevieve… se asemeja más a las ficciones que tanto inspiró, que a una verdadera quema; y de estar vivo, hoy Marcel Proust recordaría esta escena con cada olor de madera, mientras que los impresionistas diluirían con lágrimas la silueta de La Catedral, creando un todo anaranjado, de casi un siglo de historia.
Y es que la llamada “Señora de Paris”, el “Nuestra” que antecede pertenece a los franceses, es un símbolo religioso, pero también una referencia artística.
Situada donde se cruzan todos los caminos de la capital, representa al gótico europeo que buscaba ganarse a Dios con cualquier minúsculo detalle:
Cuanto más monumental fuera este, más espiritualidad adquiría sus bóvedas de crucería, sus enormes arbotantes, y sus coloridos rosetones.
Y con el florecer de La Época Romántica, y el éxito de “Notre-Dame de Paris”, la novela de Victor Hugo, La Catedral se apreció con otros ojos:
Bajo esta nueva luz del pensamiento, se inicia un programa de restauración de La Catedral en 1844, liderado por los arquitectos Eugène Viollet-le-Duc y Jean-Baptiste-Antoine Lassus.
El arquitecto, Eugène Viollet-le-Duc, defensor del naciente estilo neogótico, encabezó un proyecto de restauración que comenzó en 1845, y se prolongó durante un cuarto de siglo; pues esta intervención, demasiado audaz según algunos historiadores, no solo reparó ornamentos dañados, sino que también incorporó elementos enteramente nuevos, como una nueva aguja de 96 metros de altura, y las hoy célebres gárgolas; y demolió los edificios circundantes.
Ya en 1963, se procedió a limpiar de hollín la fachada, que así recuperó su color original.
Entre 1991 y 2000, se llevó a cabo una nueva campaña de limpieza y restauración, pero el edificio seguía necesitando intervenciones en otras partes, como su aguja central, y tras dificultades para reunir financiación, las reparaciones se reactivaron en 2019…
El 15 de abril de este año, el edificio sufrió daños significativos a causa de un incendio; y 2/3 de la techumbre fueron destruidos, la aguja central de Viollet-le-Duc cayó, y los rosetones quedaron dañados.
El fuego pudo deberse a un descuido durante las obras de remozamiento que se estaban efectuando, pero esta suposición está sujeta a una investigación ahora en curso…
Según las autoridades francesas, La Catedral apenas escapó de la destrucción completa, ya que estuvo a 15 a 30 minutos de un daño estructural tan severo, que probablemente hubiera causado el colapso del edificio.
Los bomberos pudieron salvar la fachada, las torres, las paredes, los contrafuertes y los vitrales.
El Gran Órgano también fue salvado, pero sufrió daños por la caída de la agua.
Y debido a la renovación en curso, las estatuas de cobre en la aguja habían sido retiradas antes del incendio…
La bóveda de piedra que forma el techo de La Catedral, tenía varios agujeros, pero por lo demás estaba intacta.
Y vale decir que desde 1905, las catedrales de Francia, incluida Notre-Dame, han sido propiedad del Estado, que está auto-asegurado.
Algunos costos pueden recuperarse a través de la cobertura del seguro si se determina que el incendio fue causado por contratistas que trabajan en el sitio.
Por su parte, la aseguradora francesa, AXA, proporcionó cobertura de seguro para 2 de las empresas contratantes que trabajan en la restauración de Notre-Dame antes del incendio que la devastó; y también proporcionó cobertura de seguro para algunas de las reliquias y obras de arte en La Catedral.
La estructura primaria, incluidas las 2 torres, y un tercio del tejado, permanecen sin daños.
No obstante, gran parte de la estructura de madera se quemó, aproximadamente 21 hectáreas de robles equivalentes a 1,300 robles talados para la construcción de La Catedral en los siglos XII y XIII.
La mayor parte del incendio, se extinguió a las 23:30, y se consideró completamente extinguido después de unas 12 horas.
El jefe de bomberos de Paris, dijo que los campanarios y otros elementos estructurales, probablemente habrían caído si el fuego hubiera ardido durante otros 30 minutos.
Las primeras investigaciones atribuyen el origen del siniestro, a un accidente en las faenas de restauración de la aguja de La Catedral.
El 18 de abril, un oficial de la policía judicial, informó que los investigadores creen que un cortocircuito fue la causa más probable.
El Presidente de La República, Emmanuel Macron, dijo que aproximadamente 500 bomberos ayudaron a combatir el fuego; que un bombero resultó gravemente herido, y 2 policías resultaron heridos durante el incendio.
Macron prometió que se restauraría Notre-Dame, y pidió que el trabajo se complete dentro de 5 años; que también se lanzará un concurso internacional de arquitectura para rediseñar el techo y la aguja.
Por otra parte, diversos líderes internacionales e instituciones, expresaron sus condolencias, o transmitieron su preocupación por lo ocurrido.
Además, que las ceremonias y los servicios de La Semana Santa que normalmente tienen lugar en Notre-Dame, se trasladaron a La Iglesia de San Sulpicio, que curiosamente ardió 1 mes antes, y a La Iglesia de San Eustaquio.
Así, durante la noche del 15 de abril, y hasta el día siguiente, los ciudadanos y visitantes de Paris se reunieron a lo largo del Sena para celebrar vigilias, rezar y cantar oraciones a La Catedral dañada.
Arquitectos de todo el mundo, dieron su opinión al respecto:
Andrew Crompton espera que un modelo en 3D de La Catedral pueda reemplazar la labor de los canteros para repararla.
El hijo de mismo nombre del restaurador Andrés Seoane, que salvó La Catedral de León de un incendio en 1966; consideró que el plomo influyó más al incendio que la madera, y que el intentó de apagar el fuego con agua, podría haber sido fatal.
Los hermanos restauradores, Alfonso y Pablo Muñoz Ruiz, coinciden en que lo mejor hubiera sido dejar arder la madera, o utilizar otros métodos como espuma, aunque no critican la labor de los bomberos.
Se desconoce a cuánto ascenderán los costes de la reparación, pero la Fondation du Patrimoine francesa, hizo una estimación de cientos de millones de euros.
Las aseguradoras de arte europeas, declararon que el costo sería similar a las renovaciones en curso del Palacio de Westminster de Londres, que en la actualidad, se estima en unos 700 millones de euros.
Si bien, Macron deseaba reconstruir La Catedral en 5 años, a tiempo para Los Juegos Olímpicos de Paris en 2024, los arquitectos esperan que el trabajo pueda durar entre 20 y 40 años.
Y se discute si reconstruir La Catedral de forma veraz a la original, o de una forma modificada…
¿Qué diría Victor Hugo?
Se ha sugerido reconstruir el techo con láminas de titanio y cerchas de acero; mientras otras opciones incluyen el plomo original y la madera, o una fusión de lo antiguo restaurado, y lo nuevo.
La región de Isla de Francia, comunicó que iba a destinar 10 millones de euros, mientras que la ciudad de Paris colaborará con 50 millones.
Y es que 12 horas después del inicio del incendio, más de 900 millones de euros habían sido prometidos por varias personas, empresas e instituciones para la reconstrucción de La Catedral:
El empresario y multimillonario esposo de Salma Hayek, François-Henri Pinault, se comprometió a aportar 100 millones de euros de su compañía familiar, el Groupe Artémis.
Bernard Arnault, dueño de LVMH, y también multimillonario, anunció una donación de 200 millones.
Patrick Poyanne, Director General de Total, dio 100 millones; y la familia Bettencourt, dueños de L'Oréal, 200 millones.
Al día siguiente del siniestro, Tim Cook, Director General de Apple, tuiteó que la compañía iba a donar una cantidad de dinero aún sin especificar para la reconstrucción de La Catedral.
Por su parte, The Walt Disney Company, reveló una donación de 5 millones para su reconstrucción.
El Comité Olímpico Internacional, dijo que daría 500 mil euros.
La aseguradora agrícola, Groupama, ha anunciado que ofrecerá 1,300 robles; y Air France promete proporcionar transporte gratuito a quienes participen en la reconstrucción.
Ubisoft promete aportar $500 mil para el esfuerzo de restauración de Notre-Dame, además de permitir descargas gratuitas de su videojuego “Assassin's Creed Unity” para PC en su honor, del cual se especula sobre la posible utilización del modelo 3D de dicha catedral del juego para su reconstrucción.
Muchos otros hicieron promesas más pequeñas...
Una propuesta del ex ministro, Jean-Jacques Aillagon, de que las donaciones corporativas para Notre-Dame debieran obtener una deducción fiscal del 90%, en lugar del 60% estándar, se retiró después de la protesta pública, y algunos donantes dijeron que no buscarán deducciones fiscales…
¿Acaso el colapso tiene algún significado simbólico?
¿Hay alguna lección que aprender de un incendio?
Puede que sea hora de calmarse... pues hubo demasiado entusiasmo por todos lados, y las redes lapidaron a Notre-Dame en comparación a otras desgracias más humanas…
¿Y si el colapso de la aguja fue la continuación lógica de lo que hacemos con la historia?
Olvido, desprecio, seguridad en sí mismo, indiferencia, arrogancia, fetichismo del futuro... y un día, todo acaba en cenizas.
Tal vez nada cambie, y continuaremos espiándonos unos a otros, odiándonos, conspirando… así que diremos que la aguja ha hecho bien en caer sobre las llamas de nuestro propio Infierno, pues no hemos sido merecedores por nuestro actuar.
No es casual que el musical Notre-Dame de Paris tenga ahora una revisitación mucho más poderosa, pues en su tiempo fue visto por más de 10 millones de espectadores en todo el mundo.
A modo personal, el descubrimiento de esta Obra Maestra vino de mi querida amiga Maite Hidalgo, que vive hoy en Paris, y a quien le dedico esta nota.
¡Merci mon amie!

“Et la cathédrale n’était pas seulement son compagnon, c’était l’Univers, c’était plutôt la Nature el-même.
Il n'a jamais rêvé qu'il y avait d'autres haies que le vitrail en floraison continue; une autre ombre que celle du feuillage de pierre toujours en herbe, plein d'oiseaux dans les buissons des capitales saxonnes; d'autres montagnes que les tours colossales de l'église; ou d'autres océans que Paris rugit sous leurs pieds”



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