Free Willy

“You like whales?”

Keiko fue una orca macho, conocida mundialmente por su participación en la saga de películas “Free Willy”
Se calcula que Keiko nació en 1976, debido a que contaba con unos 3 años cuando fue capturada cerca de Islandia en 1979.
Al momento de su captura, Keiko, nombre de origen japonés que significa “niña afortunada”, era todavía una cría que dependía de su madre para sobrevivir.
Tras su captura, fue vendida a un acuario islandés; y 3 años después, fue vendida al parque de diversiones de Marineland, en Ontario, Canadá, donde se le adiestró para que hiciera actuaciones en público.
En este lugar, desarrolló una infección alrededor de su aleta pectoral, la cual indicaba su mala salud.
Allí, dejó de ser una simple orca, y aprendió todas las destrezas que le permitirían, a principios de los 90, convertirse en estrella de cine.
En 1985, Keiko fue donado a Reino Aventura, ahora Six Flags México, otro parque de diversiones en Ciudad de México.
Ahí tuvo diversos entrenadores.
La llegada del mamífero al parque de diversiones Reino Aventura, fue el pretexto perfecto para que la compañía discográfica Musart decidiera lanzar al mercado un disco con 2 temas dedicados a Keiko, interpretados por la cantante infantil Lucerito.
Keiko, actuó en Reino Aventura durante 10 años, volviéndose muy popular entre el público mexicano.
En 1987, apareció en el capítulo final de la telenovela mexicana “Quinceañera” y en 1990, apareció en la película mexicana “Keiko en Peligro”
A inicios de los años 1990, fue descubierta por cazatalentos de Hollywood, quienes buscaban una orca amaestrada, para participar en la película Free Willy, que se convirtió en uno de los filmes más vistos durante 1993, dándole fama mundial.
En 1996, Keiko participó en la telenovela mexicana “Azul”
Poco después, la revista Life publicó un artículo, donde dio a conocer las condiciones en que vivía Keiko, debido a que medía 7 metros, 30 centímetros de largo, y su estanque tenía una profundidad de 6 metros, 30 centímetros, dando como evidencia, que el mamífero marino, ya no cabía en su estanque, esto motivó a sus entrenadores y admiradores de todo el mundo, a iniciar una campaña para devolverle su libertad, a la cual se unió la compañía Warner Bros, productora de la trilogía Free Willy, el millonario Craig McCaw, y la organización ecologista Earth Island Institute.
Con este apoyo, y gracias a diversas donaciones, valuadas en $20 millones, se fundó la “Free Willy/Keiko Foundation”, sin embargo, antes de liberar a Keiko, había que acostumbrarla a vivir en su hábitat natural; pues entonces pasaba por una situación preocupante.
El animal, que pasó a vivir en un parque marino de México después de la filmación de Free Willy, donde bajó drásticamente de peso, presenta lesiones en su piel, y sufre la caída de su aleta dorsal.
El primer paso de la fundación, fue aliarse con el Oregon Coast Aquarium en Newport, Oregon, donde se construyó una inmensa piscina equipada con rocas marinas, y agua salada.
En enero de 1996, fue trasladada de Reino Aventura a su nueva casa en Oregon Coast Aquarium, vía aérea por United Parcel Service.
Durante el tiempo que vivió en Oregon, la orca recuperó cerca de una tonelada de peso.
El siguiente paso de su liberación, se dio en septiembre de 1998, cuando fue llevada a la bahía de Klettsvik, en Vestmannaeyjar Islandia, lugar donde había sido capturada años antes.
El plan para liberarla, generaba ya una amplia polémica, pues muchos dudaban de que el animal pudiera regresar a la vida salvaje, después de sus años de domesticación.
A pesar de estas propuestas, se siguió con el proceso de entrenar a Keiko para la vida salvaje, con un programa a cargo de la Ocean Futures Society, el cual incluía sesiones de nado en mar abierto.
Un documental de 12 minutos llamado “Freeing Willy”, realizado por Retro Report y The New York Times, cuenta la situación que atravesaba el animal para presentar la campaña “Free Keiko”, destinada a recibir donaciones para la construcción de un centro de rehabilitación para la orca en Oregon, Estados Unidos.
El principal objetivo, según detalla el portal The Huffington Post, es regresar a Keiko a la vida salvaje.
Keiko, la ballena de 5 toneladas, que se hizo famosa en Hollywood, por protagonizar la serie de películas “Free Willy”, será arrojada al mar, después de 19 años de vida en cautiverio.
La ballena, que estuvo hasta ahora en un acuario en Newport, Oregon, en la costa oeste de Estados Unidos, llegará a Islandia, y será llevada a un lugar de adaptación como paso previo a su salida al mar abierto.
Durante casi un año, desde mayo de 1994, la fundación hizo fuertes campañas y negociaciones, hasta que logró en junio de este año, que el primer ministro de Islandia, David Oddsson, le diera permiso para construir un corral con redes en la bahía natural de Vestmannaeyjar, donde la orca empezará, de a poco, a adaptarse al mar abierto.
Desde entonces, admiradores de Keiko en todo el mundo, siguieron su aventura a través de Internet.
En Islandia, no todos están contentos con la llegada de Keiko.
Sin embargo, El Morgubladid, el diario más importante de ese país, recibió amenazas contra la ballena; siendo la 4ª advertencia que se registraba.
Y Keiko, fue finalmente liberada, el 11 de julio de 2002, sin embargo, al ser aprisionada desde su niñez, Keiko, nunca aprendió a comunicarse con las demás orcas.
El animal permaneció muy apegado a los humanos, y desde Islandia, viajó hasta la costa de Noruega, instalándose en Halsa, donde permitió a la población interactuar con ella.
A causa de esto, fue llevada a la bahía de Taknes, con la esperanza de disminuir su contacto con los humanos.
El 12 de diciembre de 2003, Keiko murió repentinamente, debido a una neumonía, con aproximadamente 27 años de edad, una gran edad para una orca en cautiverio, pero muy pequeña para una en libertad.
La alcaldesa del municipio de Halsa, Margrete Seter, comunicó la noticia a la radio NRK:
“Estaba ligeramente resfriada ayer, y cuando los médicos se disponían a examinarla, poco después del atardecer, la hallamos muerta junto al muelle” dijo.
Seter, ha lamentado la muerte de la orca:
“Hemos perdido a un gran personaje, que significó mucho para la industria turística local”
Por su parte, Dane Richards, un miembro del equipo encargado de cuidar a Keiko, ha explicado que desde “hace 2 días que estaba como en letargo, y no aceptaba muy bien la comida”, hasta que “su comportamiento y su actividad” se deterioraron.
“Pudo tratarse de un catarro”, ha añadido Richards.
La edad media que alcanzan estos mamíferos, es de 35 años.
David Phillips, de “Free Willy/Keiko Foundation”, señaló que, todavía no han decidido, si la enterrarán en tierra, o la dejarán en su elemento natural.
Siguiendo la petición de sus fans, se le hizo un servicio fúnebre en el Oregon Coast Aquarium, el 20 de febrero de 2004, al cual acudieron alrededor de 700 personas.
Finalmente, la orca Keiko, fue enterrada la madrugada del 15 de diciembre de 2003, en la bahía nórdica de Taknes, en tierra firme, y en una ceremonia celebrada en secreto, para no empañar la idílica imagen del cetáceo, cuyo cuerpo se encontraba ya en proceso de descomposición.
Lo normal hubiera sido, transportar la ballena hasta alta mar, y dejarla sumergirse en el océano, pero el deseo de “Free Willy/Keiko Foundation” era enterrar al animal en tierra firme.
“Así procedieron la madrugada del domingo, para evitar despertar la atención”, declaró el consejero de cultura de la municipalidad de Halsa, Lars Olav Lillebo.
El pequeño municipio costero noruego, situado en el noroeste del país, estudia ahora la posibilidad de construir un monumento en memoria del cetáceo, con el objetivo de preservar algo del atractivo turístico, que Keiko había conseguido generar.
“Let's free Willy!
We can take him down at the bay and put him back in the water”
Free Willy es una película de aventura, del año 1993, dirigida por Simon Wincer.
Protagonizada por Jason James Richter, Lori Petty, Michael Madsen, Jayne Atkinson, August Schellenberg, Michael Ironside, entre otros.
El guión es de Keith Walker & Corey Blechman, sobre Willy, una impresionante orca, confinada en un pequeño parque acuático en el Pacífico Norte, lejos de su hábitat natural, y separada de toda su familia, y hogar.
Nadie en el parque, entiende el comportamiento y los sentimientos de Willy, excepto un muchacho de 12 años, quien al igual que Willy, sabe muy bien lo que significa estar lejos de su familia.
El éxito de Free Willy, llevó a los productores, a realizar una segunda parte:
“Free Willy, The Adventure Home”, que se estrenó en 1995; y posteriormente “Free Willy 3: The Rescue” (1997)
La serie cinematográfica, sensibilizó al público, en particular al infantil, y millones de chicos reclamaron la liberación de la ballena en la vida real.
La maravillosa canción “Will You Be There”, fue grabada por Michael Jackson, y pertenece a su álbum “Dangerous”
Free Willy es además de un trabajo para toda la familia, muy educativo:
Ecologismo, amistad, valor, lealtad, amor pero también, por ejemplo, que puedes trabajar mucho y bien, y fracasar.
O que el éxito no está en ganar dinero, o que la gente te aclame.
O a afrontar las frustraciones fruto de unos deseos, que lo más seguro que no se cumplan.
Si a esto añadimos una brillante banda sonora de Basil Poledouris, y algunas de sus archifamosas tomas, nos sale una de las obras más emblemáticas de los años 90.
Así pues, nacido en las aguas de Islandia, pero atrapado cuando apenas era un bebé, Willy (Keiko) tiene la difícil tarea de aprender a cazar su propia comida, y nadar en aguas profundas.
Susan Orlean, redactora del New Yorker, resume la situación en una sola frase:
“Un humano enseñando a una ballena, a ser ballena”
La trama de Free Willy, gira alrededor de un muchacho de 12 años, llamado Jesse (Jason James Richter) quien una noche, huyendo de la policía, se esconde en el acuario donde Willy estaba encerrado.
Resultaba irónico, que aquella orca que una vez había dominado los mares, fuera ahora prisionera en un lugar tan pequeño, donde la mantenían los dueños del acuario para lucrarse.
La orca, había sido un gran negocio, y buscaban mantenerla, y mantener las ganancias que ella producía, a costa de lo que fuera.
Pero con lo que no contaron fue, con que Jesse se convirtió en amigo de la orca.
Una noche, Jesse se dio cuenta de que los dueños del acuario, habían decidido romper el tanque donde vivía Willy, para así cobrar el seguro, que valía $1 millón.
La orca valía, viva o muerta, y los malos de Free Willy, como en cualquier película, son malos son maluquísimos, estaban decididos a cobrarlo.
Pero Jesse, su amigo Perry (Michael Bacall), y Rae Lindley (Lori Petty), la entrenadora del parque marino, deciden que no lo permitirán.
Menos cuando se percatan de que la familia de Willy está mar afuera, esperándolo.
En una trama llena de acción, en la que los protagonistas hacen lo posible, y casi lo imposible para rescatar a Willy de la maldad de los villanos dueños del acuario, llegamos a la escena final, en la que deben sortear toda clase de obstáculos, desde la persecución de la policía, pasando por un árbol caído que les obstruye el camino al muelle, el rapto de Willy, hasta una batería de barcos bloqueando la costa con redes, listas para lanzarlas sobre el cetáceo, si éste llegara a acercarse.
Pero no contaban con que Jesse llevara a la orca hasta el rompeolas, y ésta saltase por encima, quedando libre…
Sin embargo, Free Willy no trata en realidad, de una orca que quiere ser libre, sino de un niño de 12 años, que tiene que liberarse de todo un pasado de desgracias y carencias afectivas, tras el abandono de su conflictiva madre.
Jesse será castigado a limpiar los destrozos que en una noche de gamberradas ha hecho en el acuario de la ciudad, al mismo tiempo que unos padres adoptivos lo acogen cariñosamente en su casa.
Este es el punto de partida, dramático donde los haya, que dará pie al retrato verídico de una infancia desolada, perdida, y rebelde que personifica Jesse, a quien, atentos al dato, no le importa ni el dinero, ni una casa propia, ni bonitos regalos.
Sólo su afinidad con una orca cautiva en el parque acuático, le llevará a aprender lecciones de la vida tan fundamentales, como la aceptación de las normas, el enfrentarse a la derrota y a las frustraciones, perder el miedo a amar, y a confiar, o luchar con constancia, y con nobleza, en cualquier empresa que te propongas.
Eso es Free Willy.
Cuánto bueno...
El punto más fuerte, es explorar la amistad en algo que no exige palabras, pues las orcas, no parecen entender el lenguaje humano, y en la capacidad de las personas para evolucionar y corregirse a sí mismas.
Ello incluye pasar por todo:
El sentimiento de estar solo, caminar entre un pasado desagradable, un futuro desconocido, y un presente que más vale no pensar, la necesidad individual de sentir a alguien al lado, y la libertad como derecho de todas las formas sensibles.
El final, eso si, es una fantasmada, una orca no puede dar ese salto... es imposible, pero lo que nadie puede negar, es que esa bella imagen, la del cartel promocional, que se convirtió en un símbolo de los años 90, y del cine en general.
Con ella, el uso más extenso de CGI en Free Willy, fue ese clímax, filmado en Astoria, Oregon, donde Willy salta sobre Jesse, y de allí, al medio natural.
No obstante, todas las acrobacias con la orca, fueron realizadas por el joven entrenador de orcas, Justin Sherman.
Por cierto, a modo de curiosidad:
¿Sabían que las orcas, en libertad, pueden llegar a vivir más de 70 años?
Pues bien, ninguna orca en cautiverio, ha llegado jamás a vivir más de 12 años...
Somos los putos amos del mundo en la horripilante cadena evolutiva y alimenticia.
“300 years ago, there were so many fish in the water”
En Free Willy, se refleja cómo estamos tratando a los niños de nuestra época:
A patadas y sin corazón.
Que una película como Free Willy, tenga hoy por hoy, un alto rating de visionados, indica lo que esperamos del cine para jóvenes.
De segundo punto, he visto con toda claridad, la razón por la cual, las películas, por ejemplo de Pixar, producen excitación generalizada:
Porque no son para niños.
De hecho, son para adultos desencantados, y de ahí que todos los personajes se comporten como criaturas ya crecidas, con los típicos problemas laborales y sociales, que puede tener el ser humano maduro.
Estos señores que acompañan a sus hijos al cine, no quieren que nadie venga a soltarles sermones sobre nada, ni siquiera desean que les recuerden que fueron niños inocentes, sensibles, y mágicos una vez, y que aún guardan dentro de ellos, un alma que puede ser siempre, más buena de lo que es.
No, esto no quieren pensarlo las personas grandes, y con la vida hecha.
¿Qué pasa, entonces, con los niños?
¿Los niños...?
¿Qué niños?
Free Willy en realidad, el subliminal mensaje nos indica que hay muchos personas, especialmente en el mundo del espectáculo, recuerden a Charlie Chaplin, que manifiestan de alguna manera u otra, su punto de vista idelogico, aunque nunca hayan leído a Karl Marx.
La lógica simple, parece que los guía hacia el análisis correcto de la sociedad en la que viven.
El lucro puede llegar a veces a situaciones extremas.
No solo con una pobre orca Willy, salida de la imaginación de un escritor; con su irónica contraparte real:
Keiko.
Y Japón y algunos países balleneros, que no se han detenido, ni siquiera por las amenazas de la ONU, en su afán por continuar en la tarea de acabar con las pocas ballenas que quedan en el planeta.
El lucro, por encima de la vida, no solo de estos animales, sino de la vida de todos los seres humanos, es una horrorosa realidad con la que todos hemos tenido que vivir.
Podemos sustituir a Keiko, y colocar a cualquier ser humano, a cualquier etnia, a cualquier país, etc., y los argumentos no cambiarían en su esencia.

“This is a disaster”



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