The Scarecrow

“Food with integrity”

Muchas son las marcas que declaran “haber tomado conciencia frente a la problemática medioambiental que estamos viviendo”, pero son pocas las que, más allá de una evidente oportunidad de “marketing” y comunicación, han actuado con constancia, convicción, y liderazgo.
Chipotle Mexican Grill, es una compañía que ha enfrentado con tal convicción, el problema que se presenta en la producción de alimentos transgénicos industrializados, y de origen poco, o nada natural, que el carácter publicitario de sus comunicaciones, ha pasado a un segundo plano, aparentemente.
Chipotle Mexican Grill es una cadena de restaurantes, que se especializa en los burritos de San Francisco, y tacos.
Fundado por Steve Ells en 1993, y con sede en Denver, Colorado, EEUU, el restaurante es conocido por su grueso guacamole, y grandes burritos.
Chipotle, es una de las primeras cadenas exitosas, en una nueva categoría de establecimientos de comida rápida.
En el pasado, McDonald's Corporation, era propietaria de la mayoría de las acciones de Chipotle.
McDonald's desde ese entonces, ha vendido todas sus acciones de Chipotle; la venta total de sus acciones, fueron completadas en octubre de 2006.
Aparte de utilizar el tema mexicano en los alimentos, se usó el tema al estilo de “sándwich submarino”, y el restaurante ha llegado a ser similar en concepto, a Subway y Quiznos, en términos de diseño y pedido.
La cadena, ha abierto más de 500 restaurantes por todo los Estados Unidos.
Todos, propiedad de la compañía, y no de franquicias, siendo una empresa que no suele gastar mucho dinero en grandes campañas publicitarias de televisión.
¿Qué pasa cuando se unen, una marca responsable, un estudio creador de cortometrajes ganadores del Oscar, una canción clásica, y una gran cantante?
The Scarecrow, es un cortometraje animado, de casi 3 minutos, 30 segundos, de la cadena Chipotle, en el que acompañamos a un espantapájaros, en su camino para descubrir cómo se hacen los alimentos que consume la gente en fábricas, con ingredientes artificiales, y con prácticas poco éticas, respecto a los animales.
The Scarecrow, es un cortometraje animado, dirigido en 2013, por Brandon Oldenburg y Limbert Fabian.
Oldenburg y Fabian encontraron inspiración de “Willy Wonka & The Chocolate Factory”, así como en el film de 1927 “Metropolis” de Fritz Lang.
Para la producción, Chipotle ha contado esta vez, con la colaboración de la productora Moonbot, ganadora de un Oscar, por el corto:
“The Fantastic Flying Books Of Mr. Morris Lessmore” (2012)
El protagonista de la campaña, es un espantapájaros, el cual observa lo que ocurre dentro de la fábrica de alimentos “Crow Foods”, el video, es acompañado por la música de la intérprete Fiona Apple.
Los espantapájaros, han sido desplazados de su papel tradicional, como protectores de los alimentos, y ahora son utilizados por los cuervos, para conseguir ejecutar sus malvados planes de dominación del sistema alimentario.
Pero en este mundo terrible, un solitario espantapájaros que no es feliz, y que sueña con una vida mejor, decide escapar de la tiranía de los cuervos, y emprende un emocionante viaje, con el que se propone encontrar una alternativa a la comida procesada, y al insostenible sistema de producción industrial.
The Scarecrow comienza en un mundo distópico, el personaje principal, El Espantapájaros, comienza a trabajar en el “humo que escupe” Crow Foods Incorporated.
Él ve un tubo de extracción, de una sustancia con la etiqueta “100% Beef-ish”, pero que se comercializan a los consumidores como “completamente naturales” con un  espantapájaros vestido de arpillera, con cara triste, y los ojos de color negro brillante.
Durante su día de trabajo, el espantapájaros observa:
Cómo un tubo inyecta una sustancia, que luego aparece con la etiqueta “100 % Beef-ish”, un cuervo robótico, inyecta a un pollo, un líquido verde que hace que se expanda como un globo, y una vaca, con los ojos embrujados, tiembla dentro de una caja de metal.
Al final del día, el espantapájaros vuelve a casa, su pequeña granja, con su cerca blanca, y un granero rojo.
Parece golpeado por lo que ha visto, pero cuando agarra un pimiento rojo, la iluminación y la luminosidad de la música, se vuelve más feliz:
El Espantapájaros tiene una idea.
Él cosechará vegetales, y viajará a la ciudad, donde se abrirá un “stand burrito”
Y es que, al percatarse del caso, cuando el protagonista decide dejar “Crow Food Incorporated” la empresa maligna, y cultivar su propia granja con alimentos frescos, lo que podría suponer un guiño de la empresa afincada en San Francisco, a un futuro, y supuesto vuelco hacia lo meramente vegetal.
“Cultivar un mundo mejor”, indica a la bandera que se despliega por encima de su pequeña operación.
El mensaje es algo así como:
“Chipotle no sólo es delicioso, es virtuoso”
El Espantapájaros ha sido elogiado como un innovador de la comercialización en esta hermosa obra de arte, y han sido aplaudidos por su mensaje contra la industrialización agrícola; curioso es entonces, que el protagonista que normalmente protege los alimentos”, en este corto protege “algo que llamamos comida, pero es algo que seriamente produce en exceso, en una escala dramática... y que no está tan lejos de la verdad.
Ahora, Chipotle han dado un paso más con The Scarecrow, e incorpora un juego para iOS, iPad e iPhone, en el que ayudaremos a un espantapájaros, a frustrar los malvados planes de Crow Foods, una maléfica empresa controlada por cuervos, y romper su monopolio en la producción y suministro de alimentos, en La Ciudad de La Abundancia, y devolver la esperanza a los animales, las granjas, y el medio ambiente.
Con los logros en el juego, se obtienen vales que se podrán cambiar por burritos, ensaladas, y otros platos en los Chipotle de Estados Unidos.
Quizás por eso, el juego no está disponible en la Apple Store, fuera de EEUU.
Para Chipotle, The Scarecrow es “un capítulo más en nuestro compromiso de Food With Integrity, y representa lo que aspiramos lograr a través de esta misión”
Este “Food With Integrity” o “Comida con Integridad” es el ideario de la marca que trata de demostrar que la comida rápida, no tiene porqué ser mala, ni un mal negocio, con un trato digno a los animales, y cuidando el medio ambiente.
Y es que Chipotle, es una empresa con presencia en Estados Unidos, Canadá, Francia, y Reino Unido, especializada en comida mexicana como burritos y tacos.
Con más de 1,400 tiendas, podríamos considerarla, una cadena tan malvada como la ficticia “Crow Foods”, pero desde 1999, se ha preocupado por obtener su carne de granjas, donde se practique la ganadería extensiva, y en 2001, dio a conocer “Food With Integrity”, una declaración de propósitos, donde se comprometió a aumentar su uso de productos criados naturalmente, sin hormonas y orgánicos.
El cuento del espantapájaros, trata entonces sobre la industrialización de los alimentos:
Las vacas a las que se satura de hormonas, pollos que reciben dosis de una sustancia, para estar más gordos, y la infelicidad de tener cada vez menos espacios verdes y naturales.
Con una estética “timburtoneana”, The Scarecrow trasciende las fronteras del “marketing” para convertirse en un potente alegato visual, en defensa de una alimentación consciente, saludable, natural, y en armonía con el entorno.
El espantapájaros del título, se ve envuelto en una atmósfera oscura y agobiante, donde prácticamente todos los alimentos parecen producirse mediante métodos artificiales, y siniestros.
Cualquier parecido con la realidad, no es pura coincidencia…
Chipotle invita a su público, a reflexionar sobre qué es lo que está comiendo y, más importante aún, plantea su producto, como una solución de confianza, ante el maquiavélico, robotizado, e inhumano futuro que nos espera.
Es una campaña exitosa, que funciona, porque:
Nos cuenta una historia, algo muy importante que hay que tener en cuenta; tiene emotividad y empatía, y nos ponemos en el lugar del protagonista.
Una música que atrapa:
La canción, está interpretada por Fiona Apple, y se llama “Pure Imagination”, original de la clásica película de 1971 “Willy Wonka and The Chocolate Factory” nos introduce en un mundo alienado por las fábricas de comida rápida, y su fría/plana comida.
Con un juego complementario divertido, con el que los usuarios interactúan;  y un mensaje fácil de entender.
El director de “marketing” Mark Crumpacker, declaró que debido a que su compañía “está en una misión para cambiar la forma en que el mundo piensa sobre lo que come, y la comida rápida” querían informar al público, acerca de cómo los alimentos se consumen.
Crumpacker, también declaró que, The Scarecrow representa la “elaborada fachada que ha sido creada por la industria de alimentos”, que han hecho “un trabajo muy bueno, en la creación de un cortometraje optimista de su industria”
Así pues, The Scarecrow refleja la estrategia de “marketing” de Chipotle, evitar la publicidad televisiva; la meta de la compañía es, y debe ser percibida, como una alternativa a la agricultura industrial, y una opción más “intelectual” con respecto a otros restaurantes de comida rápida.
El vocero, líder de la marca, William Espey, agregó que querían crear “esta experiencia, esta película y juego para móviles, que ayudaría a apoyar esa misión”
El juego consiste en que los jugadores acompañen al espantapájaros en su viaje, y descubrir las fórmulas para volver a un consumo responsable, sano, y sostenible.
Con él, persiguen concienciar a un amplio público, sobre una serie de cuestiones relacionadas con la producción de alimentos, y los hábitos de consumo, que deben abordarse de manera urgente, pues se han convertido en un gravísimo problema en el mundo actual.
El cortometraje, que es crudo y emocional, pues presenta una realidad que muchos ignoramos, o preferimos ignorar, y nos reta, nos cuestiona, nos invita a pensar sobre nuestros hábitos alimenticios, y nuestro lugar dentro de esta problemática.
Por su parte, Fiona Apple lanzó la grabación del tema central en iTunes, las ganancias, beneficiarán a la organización sin fines de lucro, “Chipotle Cultivation Foundation”
“¿Sabemos lo que comemos?”
The Scarecrow ha generado controversia en la industria publicitaria, lo que ha provocado que en tan sólo 15 días, el video tenga más de 6 mil visionados en youtube.
Y mientras el mensaje de The Scarecrow ha ganado los elogios de algunos aficionados, y defensores de la reforma de los alimentos, algunos productores agrícolas, han respondido airadamente, acusando Chipotle, del tráfico de representaciones erróneas de métodos agrícolas convencionales:
Los agricultores, en su opinión, se preocupan por sus animales, y nadie mantiene una vaca en una caja de metal, o inyecta un pollo con limo verde, salvo KFC, digámoslo todo.
Pero desde hace una década, Chipotle asegura, que está comprometida con los “alimentos con integridad”, esto es, uso de carne de animales, criados de manera natural, vegetales orgánicos, y lácteos sin hormonas.
Pese a que Chipotle asegura que su alimentación es saludable, ha recibido críticas por el alto contenido calórico, y de sodio, de varios de sus burritos.
Por otra parte, el 18 de abril de 2008, un restaurante Chipotle Mexican Grill en Kent, Ohio, EEUU, cerró por un corto tiempo, después de que 180 personas tuvieran que ser tratadas médicamente, por síntomas asociadas con intoxicación alimentaria.
Después de que el restaurante fuera limpiado, y los empleados fueron entrevistados, el restaurante volvió a abrir al día siguiente.
En abril de 2008, por lo menos 22 personas fueron diagnosticadas con Hepatitis A, en un restaurante en La Mesa, California, EEUU.
¿Realidad o fantasía?
The Scarecrow, no deja de ser una animación, pero refleja un panorama que reúne los mitos urbanos, más extendidos acerca de la producción de alimentos:
El maltrato animal, la utilización de sustancias que hacen duplicar su tamaño a los animales, un mundo dominado por máquinas, y como no, la lucha del pequeño productor, frente a las grandes corporaciones.
El objetivo de Chipotle, es continuar posicionando a la marca como una empresa fiel a su slogan:
“Eat Local and Eat Better” y enfatizar el uso de ingredientes ecológicos y de calidad.
Chipotle, hace de su compromiso sustentable, una bandera, y un argumento publicitario, por cierto.
Bajo el lema “Alimentos con Integridad”, la compañía dice emplear ingredientes locales, y agroecológicos, y su política de abastecimiento contempla buenas prácticas en materia de trato hacia los animales, comercio justo, y cuidado ambiental.

“Cultivate a better world”



Comentarios

Entradas populares