Murder In The First

“ln life for every action there is a definite and distinct reaction”

Primero solo una isla, luego faro, más tarde prisión militar, después, temible cárcel federal, y en la actualidad, monumento turístico, eso es La Isla de Alcatraz.
Juan Manuel de Ayala, la bautizó en 1775, como “La Isla de Los Alcatraces”, porque esta era el hogar de muchos alcatraces, aves parecidas al pelicano.
Con el tiempo, el nombre se simplificó, y la isla se empezó a conocer simplemente como “Alcatraz”
Tras estar en manos del gobierno mexicano, periodo en el que se construye el faro, terminaría volviendo a las manos estadounidenses, tras la incorporación de California a los EEUU.
Fue fortín, que nunca abrió fuego, y prisión militar durante La Guerra Civil.
En 1933, cuando pasa a manos del Departamento de Justicia de los EEUU, se convierte en cárcel Federal.
En agosto del 34, abre sus puertas; y además de los reos, unos 250, también vivía el personal de la prisión, junto a sus familias.
Debido sobre todo, a los altos costes de mantenimiento, Alcatraz cerró sus puertas el 21 de marzo del 63.
El último preso en abandonarla, Frank Watherman, aseguró:
“Alcatraz nunca hizo ningún bien a nadie”
Y es que a Alcatraz, no se enviaba a cualquier preso directamente.
Todos los reos que estuvieron allí presos, estuvieron antes encerrados en otras cárceles, en las que crearon problemas.
Ir al Alcatraz, entonces, era el castigo que recibían, “la cárcel de las cárceles” por así decirlo.
Así pues, 12 veces al día, se hacía el recuento de los presos, y la disciplina era rigurosa.
Cualquier infracción al reglamento, podía ser castigada con una estadía en el “agujero”, en el que el preso era encerrado desnudo, en la más completa oscuridad.
Los reclusos, no podían ducharse con agua fría, y se los obligaba a ducharse con agua muy caliente.
La razón de esta peculiar medida, era que no pudieran acostumbrarse al frío, e intentar huir nadando.
Además, los guardias, habían hecho correr el rumor de que, las aguas estaban infestadas de tiburones, aunque no existen noticias de ataques en la región.
Algunos presos famosos, que estuvieron allí prisioneros fueron el prisionero AZ#85, Al Capone, gánster pillado por evasión de impuestos, encarcelado 11 años; y el prisionero Az#244, Henri Theodore Young, ladrón de bancos con rehenes; que en su estancia en Alcatraz, intentó escapar, y mató a un compañero.
Young era un ladrón de bancos, y era conocido por tomar agresivamente rehenes.
En 1933, cometió un asesinato.
Después de pasar tiempo en las cárceles del Estado de Washington y Montana, fue enviado a La Prisión Federal en La Isla de Alcatraz.
En la noche del 13 de enero de 1939, Young junto con los presos:
Rufus McCain, Arthur Barker, Dale Stamphill, y William Martin, intentaron escapar.
Martin, Young, y McCain se rindieron, mientras que Barker y Stamphill negaron a rendirse, y fueron fusilados posteriormente.
Barker, finalmente murió de sus heridas.
Young fue capturado, y puesto en confinamiento solitario, rápidamente.
Young y McCain, estaban cada uno, presuntamente condenados a largas penas de confinamiento solitario, pero estaban de regreso en la población general de la prisión, en unos meses.
Un año más tarde, Young mató a Rufus McCain, hundiéndole una cuchara en su cuello; y nunca reveló sus motivos.
En el juicio por el asesinato de McCain, Young y su abogado, argumentaron que el duro sistema en Alcatraz, lo había embrutecido y deshumanizado.
Según el San Francisco Examiner:
Se puso énfasis, en repetidas ocasiones, el hecho de que Young se encontraba en aislamiento o confinamiento solitario, durante más de 3 años, y que eso lo condujo al asesinato de McCain, a tan sólo 11 días después de la liberación del encierro, hecho claro que la defensa espera demostrar no sólo que Young fue coaccionado, pero que los golpes más duros, fueron administrados por “El Sistema de Alcatraz”
Al describir las condiciones en confinamiento solitario, Young declaró:
“El tamaño de la celda, era aproximadamente, 9 pies por 5 pies, por unos 7 metros de altura.
Tan sólo podía tocar el techo estirando el brazo...
Fui despojado, desnudo, y empujado dentro de la celda.
Los guardias me quitaron la ropa.
No tenía jabón ni tabaco, ni cepillo de dientes... y el olor, usted puede describirlo sólo con la palabra “peste”
Es como entrar en una alcantarilla.
Era nauseabundo.
No tenía zapatos, ni cama, ni colchón, nada más que las 4 paredes húmedas, y 2 mantas; las paredes estaban pintadas de negro, una vez al día, me dieron 3 rebanadas de pan…
Algunos días me dieron 4 rebanadas; me daban una comida en 5 días, y nada de pan en el medio; en la totalidad de los 13 días que estuve allí, me dieron 2 comidas...
He visto un solo hombre tomar un baño en régimen de aislamiento, en todo el tiempo que he estado allí, ese hombre tenía un cubo de agua fría, que era arrojado sobre él”
Young testificó sus experiencias en “The Hole” en Alcatraz, durante su juicio de 1941.
Su juicio posterior, condujo a las preguntas sobre la forma en que Alcatraz era administrada.
En 1954, Young fue trasladado a La Penitenciaría del Estado de Washington, en Walla Walla, para comenzar una cadena perpetua por la condena por asesinato en 1933.
En 1972, Young fue liberado, tenía 54 años; saltó a la libertad condicional, y desapareció...
De acuerdo con las autoridades del Estado de Washington, se desconoce su paradero.
El cierre de la prisión, tuvo lugar sobre todo, por las condiciones inhumanas que recibían los presos:
Celdas diminutas, castigos en cámaras especiales, sin luz, y un trato pésimo por parte de las autoridades.
La idea central fue, hacer una cárcel de máxima seguridad para los hombres más peligrosos del país, con lo que el trato hacia esas personas, no se supo controlar, provocando estos excesos o abusos de poder, que concluirían con el cierre definitivo.
“Did you kill Rufus McCain?”
Murder In The First es un drama estadounidense, dirigido por Marc Rocco, en el año 1995.
Protagonizado por Kevin Bacon, Christian Slater, Gary Oldman, Embeth Davidtz, Brad Dourif, William H. Macy, R. Lee Ermey, Kyra Sedgwick, Ben Slack, Mia Kirshner, Stephen Tobolowsky, entre otros.
El guión es de Dan Gordon.
Murder In The First, se rodó en diversas localizaciones de Estados Unidos; destacando San Francisco, y Alcatraz, ambas en el estado de California, EEUU.
Murder In The First es uno de los dramas carcelarios mejor filmados, elaborados, e interpretados, de toda la historia del cine, una historia tremendamente dura, que a más de uno, seguramente hará reflexionar.
Inspirada en una historia real en los años 30s, cuenta los hechos que vivió Henri Young (Kevin Bacon), un modesto ladrón que, tras robar $5 de una oficina de correos, es condenado a prisión, debiendo cumplir su condena en Alcatraz, la prisión de máxima seguridad, para los más peligrosos criminales.
Luego de un frustrado intento de fuga, Henri es puesto en la celda de confinamiento, donde el castigo máximo es de 19 días.
Pero Henri pasó años allí, completamente solo, y en la oscuridad.
Cuando finalmente es liberado, se ha convertido en un salvaje, y en un asesino.
El joven abogado, James Stamphill (Christian Slater), es asignado para defenderlo, luego de que Henri asesina a otro prisionero; e intentará probar que la prisión de Alcatraz, es culpable del estado mental de su cliente, y por tanto, no debe ser ejecutado.
Independientemente de su calidad técnica e interpretativa, Murder In The First es además, un valioso y desgarrador testimonio sobre los atropellos de la justicia.
Debido a que los productores querían más autenticidad en sus papeles, las estrellas Bacon, Slater, y Oldman, pasaron parte de su tiempo libre, encerrados en celdas de la cárcel, mientras Murder In The First estaba siendo filmada con otras escenas.
Bacon perdió cerca de 5 kilos para su papel de Henri Young, lo que no parece mucho, pero hay que tener en cuenta de que el actor es de constitución delgada.
Como dato, el rodaje de las escenas de la sala del tribunal, fueron interrumpidas por el terremoto de Northridge, en 1994.
Definiría Murder In The First como dura, en ocasiones brutal, crítica, comprometida, y muy necesaria.
Así era Alcatraz, y así estaba el sistema judicial, así sigue y permanece con injusticias incomprensibles.
“I was the weapon, but I ain't no killer”
No es ninguna novedad la trama de Murder In The First, la injusticia vivida por un ser humano en la cárcel, sometido a las vejaciones más ruines de personas que se llaman “normales”, y que solo son escoria.
Todo eso ya lo hemos visto en otras películas:
El hombre hundido y degradado, que intenta sobrevivir y levantarse, el hombre sencillo, que aparentemente sin nada que ganar, intenta ayudarle a costa de hundirse, y por último, el alcaide ruin, odioso, que campa a sus aires, basándose en sus propias leyes de moralidad y justicia.
Marc Rocco dirige este drama carcelario, basado en hechos reales, en el cual se le propone al espectador, un caso extremo, libremente adaptado, cargado de un excesivo dramatismo, donde desde el principio se juega con una trama que ofrece una literal “muerte anunciada” junto con un continuo atentado a los derechos humanos, por parte de un alcaide para con sus presos, y donde un joven abogado, intentará justificar las causas de un crimen, intentando que le conmuten la pena de muerte a su protegido, excusándose en que los severos daños psicológicos, causados por el alcaide, son los verdaderos culpables del “homicidio en primer grado”
En el reparto, 3 actores a destacar:
Kevin Bacon, el mejor, con una interpretación que bien le podría haber valido un Oscar, al menos una nominación; con sus miradas y sus gestos que conmueven de tal manera, que no es necesario decir nada.
Bacon hace, no sólo un buen papel, sino un retrato bastante lógico de la situación tan espeluznante a la que se ve sujeto.
No basta, con hacerse el loco inmóvil, y yacer en el suelo 3 años seguidos sin poder moverse más que media hora al año...
Sufriendo palizas, cortes en los tendones de los pies, sacudidas de agua fría, juegos con las ratas que se acercan a la cara, y dormir entre tus excrementos y orina, en un agujero sin ventilación, los gritos de los policías guardianes, y las voces que ya desde dentro del cerebro, también le van sacudiendo lentamente, hasta que pierde el sentido del lenguaje, y la comunicación “normal”...
Soberbio.
Christian Slater, hubo quien dijo que era demasiado joven para el papel… y por último, Gary Oldman, un malvado alcaide al nivel de los grandes “malos” de la historia del cine.
Sin embargo, el reparto femenino está muy descuidado:
Embeth Davidtz no aporta mucho, mientras Kyra Sedgwick y Mia Kirshner, apenas salen.
Aunque Murder In The First ponga, que se ha inspirado en la historia, es mucho más fantasiosa que la real, porque es imposible que lo metan en la cárcel solo por eso, y mucho más imposible, que llegue a estar tanto tiempo encerrado en las mazmorras, cualquiera se suicidaría ahí dentro, antes de pasar tantos años…
Pero si tenemos en cuenta, que Murder In The First no está basada en la historia real, y solamente inspirada, tiene mucho más mérito el guión, que consigue emocionarnos con la historia de un preso, y hacer que disfrutemos con el espectáculo que resultan ser Los Tribunales de Justicia.
Y es que en general, Murder In The First pasó desapercibida, o al menos que no es tan reconocida como otros dramas carcelarios, y sin embargo, la encuentro magnífica y emotiva, como pocas.
Quizás la moralina de que los malos son muy, muy malos, y que los buenos son muy, muy buenos, es lo que la mantiene actual.
“The definition of rehabilitate:
To restore to a state of physical, mental, and moral health through treatment and training”
Al menos el director tuvo la deferencia al principio, de poner que estaba inspirada en hechos reales, y no basada.
Si uno lee atentamente lo que ocurrió de verdad, Murder In The First resulta un espectáculo circense en los tribunales de San Francisco.
Es una historia horrible la que se cuenta, y no hay en mi opinión, una afrenta más grande, que la que comete un estado contra el individuo, porque nos hace a todos cómplices por acción, u omisión.
Hay que aclarar entonces que, Murder In The First hace numerosos cambios en los acontecimientos históricos reales:
El verdadero Henri Young, no fue condenado por el robo de $5 para salvar a su hermana de la miseria.
Él era un endurecido ladrón de bancos, que por lo menos en una ocasión, tomó un rehén, y había cometido un asesinato en 1933.
Young no era ajeno al sistema penal, antes de ser encarcelado en Alcatraz en 1936, ya había cumplido condenas en 2 cárceles en los Estados de Montana y de Washington.
En 1935, pasó su primer año en los centros penitenciarios federales en la Isla McNeil, Washington, antes de ser trasladado a Alcatraz.
Murder In The First termina con la ficción, de que Henri Young es devuelto a los calabozos de Alcatraz, en la década de 1940, donde supuestamente muere…
En realidad, el verdadero Young, permaneció en “La Roca” hasta 1948, antes de ser trasladado al Centro Médico de los Estados Unidos para Prisioneros Federales en Springfield, Missouri, donde permaneció hasta 1954.
Mientras que en Alcatraz, permaneció en el pabellón principal, a Young no se le mantuvo en el hoyo, ya que éste se había clausurado casi una década antes.
En 1954, Young fue trasladado a La Penitenciaría del Estado de Washington, en Walla Walla, para comenzar una sentencia de cadena perpetua, por haber cometido el asesinato de 1933.
Henri Young fue encarcelado varias veces, antes de ir a Alcatraz, acusado de homicidio, y de asaltos a bancos, con toma violenta de rehenes.
Nunca estuvo 3 años en “mazmorras”, sino de 3 a 4 meses en una celda de segregación individual, con muchos otros presos violentos, pero en el mismo edificio común.
Esa celda, tenía luz eléctrica, retrete, lavabo, cama, y todos los servicios propios de la cárcel.
No era pacífico y callado, sino que tenía un largo historial de altercados, incendios, incitaciones a la rebelión, contrabando, y agresiones hacia otros presos.
Aunque sí escapó y le pillaron, nunca sufrió abusos del personal, no le tiraron por las escaleras, y no le cortaron un tendón.
Mató al otro preso 1 año después de su intento de fuga, no el día que salió, y no en el cuello, sino en el abdomen, y tampoco con una cuchara, sino con 2 cuchillos que fabricó en el taller.
Un poco premeditado, ¿no?
El otro preso, nunca le delató, lo mató porque retrasó la fuga 45 minutos, por no saber nadar, y por eso los pillaron, lo que le enfureció.
En el juicio, nunca se alegó homicidio por torturas de Alcatraz, sino por asco a supuestas proposiciones homosexuales del preso que mató.
En 1972, Young fue liberado de la cárcel del estado de Washington a los 54 años, salió en libertad condicional, pero no se reportó con su supervisor.
Según las autoridades del estado de Washington, se desconoce su paradero.
Young nació en 1918, y si sigue vivo en el 2014 tendría 96 años de edad.
De acuerdo con el San Francisco Examiner, del 16 de abril de 1941, la defensa declaró ante el tribunal que, Henri Young fue encerrado en confinamiento solitario durante más de 3 años.
Esto está tomado literalmente, y hace énfasis que pusieron en varias ocasiones a su cliente en aislamiento, durante más de 3 años, y que por eso apuñaló en el abdomen a McCain, tan sólo 11 días después de que salió del confinamiento solitario, hecho claro que la defensa pretende demostrar, no sólo que era Young, sino su demencia por los golpes que “El Sistema de Alcatraz le propino”
Muchas de las ideas de Murder In The First, fueron tomadas directamente de los artículos de prensa, incluida la escena final, donde el jurado sólo se convence del homicidio involuntario de Henri, y pide que se investigue a Alcatraz.

“Unlike many men who lived long after, Henry Young did not die in vain.
In the end he was not afraid.
He lived and he died in triumphed.
If only we could all do that”



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