The Normal Heart

“Ned, I have something to tell you”

Los 80, fueron la época de la liberación sexual para la comunidad gay, después de tantos años de represión, por lo que la promiscuidad estaba a la orden del día.
El escritor Larry Kramer, fue uno de los cofundadores de “Gay Men’s Health Crisis”, una organización surgida en New York, a principios de los años 80, que se ha convertido en la mayor organización privada del mundo, de apoyo a personas que padecen SIDA.
El autor expresó su frustración de aquellos primeros años, en una obra de teatro titulada “The Normal Heart” que se estrenó en 1985.
Ya desde el primer momento, esta obra fue considerada de referencia, pero no ha sido hasta estos últimos años, que ha tenido una exhibición más normalizada, siendo reestrenada con éxito, en los escenarios de Broadway.
Además, y tras años intentando llevarla al cine, se recuerda que durante años, estuvo vinculada a Barbra Streisand, ha sido finalmente la cadena HBO, quien de la mano del director Ryan Murphy, ha conseguido por fin, darle formato de película; y la experiencia se ha saldado, con un logro divulgativo y emocional de primer orden.
Casi 30 años después, Kramer ha adaptado el guion para su versión cinematográfica, una película producida por Brad Pitt, para la cadena estadounidense HBO.
Cuando la obra de teatro se reestrenó en 2011, en Broadway, Larry Kramer creó un folleto titulado “Please Know” o “Por Favor, Sepan” que se entregaba a los asistentes; en el que explicaba, que la mayoría de los personajes y acontecimientos de la obra, están basados en personas y hechos reales.
El personaje de Ned, por ejemplo, estaría basado en el propio Kramer; Paul Popham, otros de los fundadores de la organización, sería Bruce; y la doctora Linda Laubenstein sería Emma.
Del elenco que participó en la obra de teatro de 2011, tan sólo Jim Parsons y Joe Mantello, repiten en la película.
Parsons en el mismo papel, Tommy, y Mantello, que en el teatro, se encargó de interpretar al protagonista Ned Weeks, en esta ocasión, interpretará a Mickey Marcus.
“Well, there's 3,339 cases so far and 1,122 dead.
Sounds like a plague to me.
I'm scared, aren't you?”
The Normal Heart es una película dramática, del año 2014, dirigida por Ryan Murphy.
Protagonizada por Mark Ruffalo, Matt Bomer, Taylor Kitsch, Jim Parsons, Julia Roberts, Alfred Molina, Joe Mantello, B.D. Wong, Jonathan Groff, Stephen Spinella, Finn Wittrock, Denis O'Hare, Corey Stoll, Danielle Ferland, Chris Sullivan, Erik Conover, entre otros.
El guión es de Larry Kramer, escritor, productor de cine, y activista gay estadounidense, basada en su obra de teatro, del mismo nombre, escrita en 1985; y ganadora de 3 premios Tony en 2011.
En el comienzo de la crisis del SIDA, Kramer fundó en 1982, junto a otras personalidades, en entre ellas, Edmund White, “Gay Men's Health Crisis”, que un año después se disolvió.
En 1985, escribió la obra de teatro “The Normal Heart”, sobre el SIDA, con la que obtuvo varios premios.
Posteriormente, colaboró con ACT UP.
De sus años de activismo, a favor de los enfermos, y por la prevención del SIDA, escribió “Reports From The Holocaust: The Making Of An AIDS Activist”
En 1988, conoció que era portador del virus, lo que le llevó a escribir “The Destiny Of Me”
En la época de mayor virulencia del SIDA, se ignoraba casi todo sobre una enfermedad que se calificó como “El Cáncer Gay”
The Normal Heart cuenta, cómo la sociedad estadounidense, fue asimilando la expansión de la gran epidemia; por lo que el guionista Larry Kramer, traslada a la pantalla, su propia experiencia vital.
En agosto de 2011, Ryan Murphy declaró en una entrevista, al sitio Deadline, que tenía intenciones de producir la versión cinematográfica de la obra escrita por Larry Kramer, y que sería protagonizada por Mark Ruffalo.
El rodaje comenzó el 8 de junio de 2013, en la ciudad de New York.
Algunas escenas, fueron rodadas en la Pequeña Italia.
Durante el transcurso de la filmación, la producción fue suspendida temporalmente, para permitir a algunos de los actores, cambiar su apariencia física:
Matt Bomer, por ejemplo, perdió 40 libras para mostrar los estragos del SIDA en su personaje.
El día de su estreno, The Normal Heart fue visto 1,4 millones de espectadores, colocándose en la 5ª posición de películas originales de HBO, más vistas desde 2010.
The Normal Heart es una “película de televisión”, un estilo que se ha puesto de moda, y que ha conseguido una categoría propia en los premios cinematográficos más conocidos.
Se estrenó hace muy poco, el 25 de mayo, 2014; durante un fin de semana de fiesta nacional en Estados Unidos, que no permitía aspirar a la gran audiencia que en otra fecha seguro que hubiera obtenido, pero se decidió así, para que pudiera optar a todos los premios que se celebrarán en los próximos meses.
De hecho, pocos días después de su estreno, ya se anunciaba que The Normal Heart había sido nominada a varios Critics’ Choice Television Award...
The Normal Heart narra el combate, y los desacuerdos de un grupo de activistas de New York, que se negó a dejar a los grandes poderosos, los médicos, la prensa, o la política, enterrar la realidad alrededor de la epidemia creciente de VIH.
Tanto la ambientación, como la fotografía, están muy cuidadas, y se consigue retratar fielmente, el New York de los 80.
Las calles, el vestuario, las fiestas en las discotecas, o en la playa.
Todo está, meticulosamente imaginado.
La acción comienza en 1981, cuando Alexander “Ned” Weeks (Mark Ruffalo) está llegando en barco a Fire Island, una isla situada a pocos kilómetros de Manhattan, donde los gays adinerados, tienen sus casas de la playa.
Música petarda ochentera, tipos musculados de muñeca quebrada, paseando su bronceado palmito con bañadores de la mínima extensión, o directamente en bolas, “cruising”, sexo anónimo, alcohol y “poppers” a tutiplén.
Todos los elementos de una vida frívola, hedonista, epicúrea, irresponsable, donde sólo hay cabida para la fiesta y la diversión.
Pero pronto, una sombría mancha echa un oscuro manto sobre toda esta felicidad paradisíaca, una demoledora epidemia, llega para quedarse, y para “castigar” y matar a muchos de los que participaban de esta vida abocada al placer sin fronteras.
La primera hora muestra de que algo va mal en el paraíso, la tenemos cuando un fornido joven, llamado Craig Donner (Jonathan Groff) se desploma en la playa, mientras está jugando a pelota.
¿Una insolación?
No, es el primer personaje que sufre de lo que durante muchos años se denominó, “El Cáncer Gay”
Así, Ned Weeks, un escritor neoyorquino, homosexual declarado, muy directo y radical a la hora de expresar sus opiniones sobre cualquier tema; lee una noticia sobre un tipo de cáncer, que solo afecta a homosexuales, e intenta conocer algo más sobre la enfermedad.
Se entrevista con la doctora Emma Brookner (Julia Roberts), una mujer de fuerte carácter, que le cuenta como sus pacientes tienen muy dañado su sistema inmune, y están muriendo de enfermedades que no harían daño a un bebé.
Emma le pide ayuda, para que la comunidad gay sea conocedora de la enfermedad, y se modere en sus relaciones sexuales, hasta que se conozcan más detalles de la enfermedad.
Después de ver morir a un amigo suyo, y de visitar el hospital donde trabaja la doctora, donde los empleados se niegan a entrar en la zona de enfermos críticos, Ned y un grupo de amigos, iniciaran un movimiento activista de concienciación, creando una organización humanitaria llamada “Gay Men’s Health Crisis”
Pero se encuentran con infinidad de problemas, no solo de las instituciones del Gobierno o Ayuntamiento; y de la comunidad médica, sino también del propio colectivo gay, que no quiere perder los derechos adquiridos, y admitir que la enfermedad la padecen principalmente homosexuales, sólo va a servir para estigmatizarles de nuevo.
Así las cosas, Ned Weeks, tras intentar luchar contra su homosexualidad en su juventud, vive ahora completamente fuera del armario, y en lucha constante contra la comunidad gay neoyorkina, por sus opiniones con respecto a la liberación sexual, tendrá que luchar una guerra.
The Normal Heart está basada en la crisis del VIH-SIDA en La Ciudad de New York, entre 1981 y 1984, todo ello, a través de los ojos del activista gay judío-estadounidense, Ned Weeks, fundador de uno de los grupos de activistas más importantes respecto al VIH; y aliados que tratan de exponer la verdad sobre la epidemia, a un país en negación.
Pero The Normal Heart va más allá, y prefiere centrarse en los estragos que causó la enfermedad en sus inicios, cuando El Gobierno de EEUU, se negaba a admitir que era un problema de salud pública, ya que era una enfermedad completamente desconocida, que solo afectaba a una minoría.
Y no con la intención de sermonear al espectador, sino más bien para hacerle pensar sobre la importancia de movilizarse, de ser un ciudadano activo y participe, capaz de implicarse con causas importantes.
En The Normal Heart, Murphy y Kramer entran a reflexionar, sobre el entramado asociativo que montó la comunidad gay, para suplir la falta de apoyo del gobierno, en la lucha contra la enfermedad.
Pues la agenda del activismo gay, estaba únicamente centrada en la liberación sexual.
No había un movimiento asociativo que reclamara derechos o visibilización del colectivo.
Esto provocó que, cuando tuvieron que afrontar la amenaza mortal que supuso el SIDA, no estaban preparados:
No tenían ni los medios, ni la experiencia, ni el valor.
A gran parte de los líderes gays, les faltó valor; y el director Ryan Murphy, no escatima a la hora de mostrar los daños causados por la enfermedad, cuerpos pálidos, extremadamente delgados, llenos de moratones y úlceras, hombres desolados que terminan muriendo.
Por cierto, que tan solo una vez escuchamos la palabra SIDA.
En general, The Normal Heart no abusa de los tópicos gay, aunque no puede evitar incluir “I Will Survive” de Gloria Gaynor.
En cuanto al contenido sexual, decir que hay bastantes escenas, pero ninguna excesivamente explicita, ni se recrea en los detalles, eso sí, si se sienten incómodos al ver hombres desnudos en pantalla, mejor abstenerse.
El guión se fija en algunos hechos y conductas de todos los implicados:
Desde la despreocupación inicial por parte de algunos gays, una instantánea del movimiento LGTB de aquellos años, la falta de atención sanitaria que sufrieron los enfermos al principio, mientras los pocos sanitarios que los atendían, se veían sobrepasados; sin obviar la estrategia de “oídos sordos” que desempeñó el gobierno o los gobiernos alrededor del mundo, la situación a la que hicieron frente como pudieron, sin olvidar apuntar que fue la extensión del virus entre la población heterosexual, la que condujo a que finalmente, las instituciones tomaran cartas en el asunto.
Muy buenas actuaciones, con un reparto lleno de caras conocidas, para un drama desgarrador, con mensaje social, y una llamada al activismo político.
La única mujer es Julia Roberts, en un papel con bastantes limitaciones físicas, al estar confinada en una silla de ruedas, aun así, sus discursos estarán llenos de furia y rabia.
Mark Ruffalo, igual de apasionado y vehemente que ella, a destacar los sutiles toques gay que aporta al personaje.
Matt Bomer, ofrece una interpretación sorprendente, el actor llegó a perder unas 40 libras, unos 18 kg, para que su físico reflejara el padecimiento de su personaje.
Sorprendente la presencia de Jim Parsons, absolutamente genial, completa el reparto Taylor Kitsch, Jonathan Groff, y Alfred Molina, entre otros.
En The Normal Heart, se plantean 2 formas antagónicas de alcanzar objetivos desde fuera de las esferas de poder:
Puedes cambiar al sistema, colaborando con él.
O puedes cambiar al sistema, enfrentándote a él.
Mientras Weeks apostaba por lo 2º, usando cualquier plataforma para lanzar sus polémicos mensajes como:
“El Gobierno de Estados Unidos está dejando morir a los homosexuales”, el resto de sus compañeros en la lucha, creían en que debían mantener un perfil bajo, no incomodar al poder para así, finalmente, obtener su apoyo en la búsqueda de soluciones para frenar la epidemia.
Esta dicotomía, está presente en todos los actores que buscan tener cierta dimensión pública.
Atacar o colaborar.
Aquí mismo, ahora, en este país, en estos tiempos convulsos, el asociacionismo está viviendo una época de efervescencia sin precedentes.
Este agrio retrato político, de una dureza inusual con el activismo gay, es lo que aporta de novedoso e interesante The Normal Heart.
Murphy, uno de los gays más poderosos de la Industria, y Kramer, escriben así un ajuste de cuentas con los líderes gays de los 80.
The Normal Heart es ante todo, la crónica de una derrota doble, frente al sistema externo como los poderes públicos; y al sistema interno como el resto de activistas.
El protagonista, está solo ante el peligro.
Un peligro llamado SIDA.
Le ha salido una película cruda a Ryan Murphy, la obra más desoladora de su carrera.
Y también la más dramática, aunque tiene esos pequeños estallidos de humor corrosivo, marca de la casa; y la más ambiciosa.
“You're accusing the government of the United States of a conspiracy to murder all gay men?”
En ocasiones, las historias que nos han contado muchas veces, terminan por diluirse, por pasar a ser un capítulo más de la historia de una sociedad que no deja de sobresaltarse, y el caso del SIDA, es una de estas historias.
En este caso, la forma de abordarlo, es desde la impotencia, la incapacidad para hacer reaccionar a una sociedad trufada de afectados, escondidos, avergonzados, dispuestos a morir, antes que reconocer su verdadero yo, o su simpatía por una forma de vivir, que no deja de ser tan normal como la de cualquiera que tenga un corazón, uno que ama, que sufre, que siente como cualquier otro.
Un corazón normal.
Pero hay que tener cuidado para, con 30 años de perspectiva, no convertir una historia de víctimas, en una historia de victimismos.
The Normal Heart te mete en la intimidad torturada de una pareja, asistes a la cruel lotería de enfermar en ese momento, sinónimo de muerte.
Es cierto que el estigma del Sarcoma de Kaposi resulta repetitivo, no todos los primeros enfermos padecían sarcomas, de hecho, no solía ser la forma en la que la enfermedad hacia su debut; pero esa es una concesión justificable, con la intención de que el espectador medio, entienda los estigmas físicos de la enfermedad.
Yo creo que la gran aportación de The Normal Heart, es mostrar los errores del conjunto de la sociedad en ese momento:
Pasotismo por parte de las autoridades civiles y médicas, ignorancia y miedo por parte del personal médico, miedo atroz de la población general, incapacidad de parte de la población gay de cambiar sus hábitos sexuales; y la misma solidaridad entre la misma comunidad frente a un mal que afecta a todos.
Opino que el error en mayúsculas, fue denominar a la enfermedad “Cáncer Gay” ese dato es real, lo que culpabilizo, satanizó casi al colectivo, y a las primeras víctimas.
Por último, decir que la histeria, la rabia, y las lágrimas, son expresiones humanas, comprensibles en personas encerradas en estas circunstancias, que ven morir a amigos, a examantes, a gente joven, sin saber exactamente por qué.
¿Cómo hubiéramos reaccionado nosotros?
No estábamos allí, pero Larry Kramer sí.
Por eso, The Normal Heart nos muestra, cómo en 2 años, esta comunidad pasa de ser un paraíso, a ser una comunidad destrozada, triste, y devastada.
Narrada de manera apasionante, hipnótica, y cruel, The Normal Heart consigue transmitir la sensación irracional de manipulación, desde las altas esferas, hasta la sociedad anónima sin recursos, donde a pesar de batallar durante largo tiempo, tiene la guerra pérdida.
Conflictos políticos y sociales, es lo que deja entrever su guión, dentro de la carga emotiva y dramática, que lógicamente nos muestra, criticando duramente el sistema y los principios estatales del gobierno de la época.
Y lo hace a través de imágenes, especialmente potentes:
1) Hombres que llegan a las puertas de los hospitales, con sus amigos/amantes, a punto de morir a cuestas, gritando dolorosamente.
2) Gente que tiene miedo a descolgar el teléfono, y que una vez más, sea la noticia de que otro amigo suyo, ha fallecido.
3) Modelos de pasarela masculinos, que tapan con maquillaje sus sarcomas en la piel, para borrar las secuelas que la enfermedad está ocasionando en sus jóvenes rostros, y así evitar el rechazo de la gente, que los tachará de depravados, de enfermos que se lo han buscado.
4) Gente con miedo a recibir besos; y gente con miedo a darlos.
5) Pacientes relegados a tristes zonas de aislamiento, donde la gente lleva trajes anti pandémicos…
Zonas de los hospitales, donde las condiciones de salubridad son asquerosas, porque los de la limpieza no se atreven a entrar, los técnicos no se atreven a arreglar los electrodomésticos que se estropean por miedo al contagio.
La Dra. Brookner, se niega a tomar medidas, para no contagiarse, y en un momento de la película dice:
“Nunca las he tomado, y nunca las tomaré, y de momento sigo aquí...”
6) Discotecas gays, llenas de gente con sarcomas en la cara, donde suena el “I Will Survive”, y todos son luces de neón y purpurina, pero nada de esto puede cubrir las secuelas que esta devastadora peste del siglo XX, está dejando sobre la ahora debilitada y asustada comunidad gay.
Sobrevivir era una lotería.
Todos hicieron lo mismo, pero sólo algunos de ellos sobrevivieron...
7) Un piloto de avión, que se niega a despegar si no baja un pasajero infectado.
Total, The Normal Heart no se corta para nada en mostrar los momentos más desoladores, en los que pueda verse una persona, y con esto no sólo me refiero al hecho de estar muriendo, sino también al sentimiento de impotencia, al rechazo de la sociedad, al conformismo de tu propia comunidad.
Pero The Normal Heart es, en primera instancia, una obra de teatro, escrita en pleno apogeo de lo que se conoció en sus inicios como “El Cáncer Gay”
Kramer tuvo los arrestos de contarle al público neoyorquino su historia, la historia de sus amigos, y de cómo el sistema de salud de EEUU, y por tanto el gobierno, al hacer oídos sordos a los gritos de socorro del colectivo, estaba dejando morir a los hombres homosexuales, tal y como el personaje interpretado por Jim Parsons afirma en uno de los momentos más emotivos:
“Porque no les gustamos”
Entonces y ahora, un alto porcentaje de hombres gays, está muriendo, y nadie está haciendo nada por ayudarlos.
Partiendo de esta premisa, era muy fácil caer en un maniqueísmo disfrazado de buenísmo:
“Pobres homosexuales, con lo buenos que son” y todavía viven en esos prejuicios.
Todavía hay quien afirma, que si un personaje homosexual, no respira bondad por cada uno de sus poros, quien la ha creado, peca de homofobia.
Todavía se pueden leer barbaridades como esta, u otra...
No en vano, desgraciadamente, nuestra sociedad es experta en hacer de las víctimas, por el mero hecho de serlo, héroes.
Afortunadamente, nada de esto ocurre en The Normal Heart, donde el escalofriante contexto, “más de 50 personas que conozco, han muerto ya”, dice un personaje en un momento determinado; saca a relucir los miedos, debilidades, y defectos de cada uno de sus personajes, los enfrenta entre ellos, y los desune, para terminar, en muchos casos, matándolos.
The Normal Heart es recomendable, porque muestra la cruda realidad de un colectivo, y del VIH.
Asombra ver, cómo Felix Turner (Matt Bomer) le dice a Ned, que ha pasado por 4 quimios, porque por aquellos entonces, se pensaba que era cáncer; 4 quimios, una bomba para el cuerpo, y más cuando el SIDA te está matando el sistema inmunológico, y encima, atacan con algo más agresivo…
Pensar lo que debió pasar esas personas, pone los pelos de punta; pues cuesta creer, que a día de hoy, no haya cura contra el SIDA y el cáncer, pero sigo pensando que no conviene…
Las industrias farmacéuticas ganan mucho dinero, y el mundo está súper poblado, por lo que falta espacio para tanta gente.
Una vergüenza, pero así creo que es…
Sobre la homosexualidad, a día de hoy, los siguen tratando como apestados y enfermos.
Vamos de adelantados, pero todavía hay personas que discriminan y condenan socialmente a personas, por su orientación sexual.
Eso es triste y repugnante a la vez.
Ojalá The Normal Heart sirviera para abrir los ojos, a todos esos cerrados de mente y alma, que no ven que los homosexuales son personas, con sentimientos, y que sienten y padecen como cualquier ser humano, que poseen un corazón normal.
“$5 million dollars doesn't seem right for some 2,000 cases.
The government spent $3 million dollars for 7 deaths from Tylenol”
La primera vez que oí hablar del SIDA, fue a raíz de la muerte del actor Rock Hudson, siendo yo un proyecto de adolescente.
Pero a esa edad, en ningún momento fui consciente, de lo que la irrupción de esta enfermedad supuso para la sociedad, a principios de los años 80.
El cine se encargó, ya durante los primeros años 90, de retratar, con más o menos acierto, el drama que el SIDA representó, primero para la comunidad gay, y luego para el resto de la sociedad...
Sé que son razones ajenas a The Normal Heart, pero 36 millones de personas han muerto por culpa del SIDA, desde 1981; y 6,000 se contagian cada día...
En un momento se dice que, “con esta enfermedad, ninguna información es 100% segura”
Lo triste y escalofriante es, que hoy en día, a pesar de que se ha avanzado en el tema, muchas de ellas siguen sin serlo.
Muchos interrogantes que se plantean en The Normal Heart siguen abiertos a día de hoy.
Es la particular aportación de Murphy, a una lucha que ya está medio olvidada, y que merece la pena recordar, cuando los homosexuales estaban a la merced de una enfermedad que nadie quería investigar, que los políticos ignoraban, y la sociedad miraba con desconfianza.
Un virus que ahora, está esparcido también entre los heterosexuales, y que en países como Botswana, Mozambique, y Sudáfrica, afecta más de un 10% de la población.
Pero también, se trata de un virus que merece ser recordado, sobre todo ahora, que tantos jóvenes se olvidan de su existencia, porque es menos visible, como hay tratamientos que ayudan a paliar los síntomas, hay menos mortalidad; y que tantas chicas no toman precauciones al respecto, como las pastillas anticonceptivas, que no previenen las enfermedades de transmisión sexual, etc.
Como dato, The Normal Heart es, también, la enésima prueba, de que HBO arriesga con sus proyectos, que se convierte en un escaparate ideal para distribuir cintas que el sistema de estudios de Hollywood no quiere, o quizá no puede directamente hacer.
The Normal Heart también parece denunciar el hecho de que, la medicina y la política, no empezaron a moverse realmente, hasta que se dieron cuenta de que se trataba de un virus, que no sólo mataba a homosexuales.
Pero bien, ya se sabe, “el hombre es un lobo para el hombre”
La enfermedad sigue siendo una de las primeras causas de mortalidad en todo el planeta.
Sobre todo en África, claro, ellos no tienen activistas que luchen por sus vidas, ni medios de comunicación que sirvan de altavoz, ni organismos públicos con capacidad de inversión, ni claro, farmacéuticas interesadas en mercados de bajísimo poder adquisitivo; donde las mujeres son la población más alta de infectados.
El 69% de los portadores del VIH, unos 23,5 millones; vive en África subsahariana, donde 3,1 millones de niños, el 94% del total mundial, están infectados.
Pese a lo dramático de estas cifras, esta región también, ha visto una importante disminución de los fallecimientos relacionados con el SIDA, un 32%, entre 2005 y 2011, año este último, en el que la cifra de muertos fue de 1,2 millones...
Y es que gracias a las inversiones en terapias antirretrovirales, el número de muertes anuales por esta enfermedad, ha descendido, y ha pasado de 2,2 millones en 2005, a 1,7 millones en 2011.
Solo en los 2 últimos años, el acceso a los tratamientos contra el VIH se ha incrementado en un 63% en todo el mundo.
En la actualidad, 8 millones de personas, reciben tratamiento antirretroviral, lo que significa que hay más enfermos que nunca, que reciben ayuda para vivir vidas más prolongadas, más saludables, y más productivas, según ONU/SIDA.
En América Latina, donde la epidemia del SIDA, que afecta a 1,4 millones de personas, se encuentra en una fase “estable”, las investigaciones también revelan, un leve descenso de casos de nuevos infectados.
Y Latinoamérica se mantiene, como la región, entre las de ingresos medios y bajos, con la mayor cobertura de tratamiento para portadores del VIH, con una tasa del 68%, frente a una media mundial del 54%, según ONU/SIDA.
La información presentada, reúne los últimos datos disponibles de la Dirección de SIDA y ETS del Ministerio de Salud de la Nación, y el Programa Conjunto de Naciones Unidas para el SIDA (ONU/SIDA)
La última actualización de Octubre de 2013 nos dice:
Número de personas que se estima viven con el VIH: 34 millones.
Nuevas infecciones por año: 2,5 millones.
Muertes por enfermedades relacionadas al SIDA por año: 1,7 millones.
Nuevas infecciones en menores de 15 años por año: 370.000…
Hay cosas de las que nunca se habla lo suficiente.

“Please Know”



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