Film Stars Don't Die in Liverpool

“A true story of what happens when a hollywood legend discovers romance”

Con el tiempo, algunas estrellas de Hollywood se apagan, y pasan al olvido… y una de las actrices de reparto más emblemáticas y cautivadoras de la historia del cine, fue precisamente Gloria Grahame, que también hizo teatro y televisión; siendo galardonada con el premio Oscar a La Mejor Actriz Secundaria por su participación en la película “The Bad and The Beautiful” (1952)
Grahame, desempeñó papeles importantes en producciones de Hollywood durante las décadas de los 40 y 50, siendo 2 veces nominada al Oscar de La Academia de Hollywood, siempre en papeles secundarios; y comenzó su carrera de actuación en el teatro; y en 1944, hizo su primera película para MGM; y a pesar de tener un papel destacado en “It's a Wonderful Life” (1946), MGM no creía que tuviera el potencial de tener un gran éxito, y vendió su contrato a RKO Studios.
Frecuentemente elegida en proyectos de cine negro, Grahame recibió una nominación al Oscar por “Crossfire” (1947); protagonizó junto a Humphrey Bogart, la película “In A Lonely Place” (1950) para Columbia Pictures, un espectáculo por el que ganó elogios; aunque hoy se considera una de sus mejores actuaciones, no fue un éxito de taquilla; y Howard Hughes, propietario de RKO Studios, admitió que nunca la vio…
Cuando ella pidió papeles en “Born Yesterday” (1950) y “A Place In The Sun” (1951), Hughes se negó, y en su lugar la hizo desempeñar un papel secundario en “Macao” (1952); y muy a pesar de aparecer por poco más de 9 minutos en la pantalla, Graham ganó El Premio de La Academia a como Mejor Actriz de Reparto en “The Bad and the Beautiful” de MGM, también en 1952; un récord en ese momento, por tener la actuación más corta en pantalla en ganar un Oscar; que sostuvo durante 24 años, antes de que Beatrice Straight lo rompiera en “Network” (1977)
Otros papeles memorables de La Grahame, fueron la intrigante Irene Neves en “Sudden Fear”, también en 1952; la mujer fatal, Vicki Buckley, en “Human Desire” (1953) y la mafia Moll Debby Marsh en “The Big Heat” (1953) de Fritz Lang en la que, en una horrorosa escena, ella queda mojada por el café caliente arrojado en su cara por el personaje de Lee Marvin.
Grahame, apareció como la rica seductora Harriet Lang en “Not as a Stranger” (1955) de Stanley Kramer, protagonizada por Olivia de Havilland, Robert Mitchum y Frank Sinatra; y también hizo sus propias acrobacias como Angel “The Elephant Girl” en el filme de Cecil B. DeMille, “The Greatest Show on Earth”, que ganó el Oscar a La Mejor Película de 1952.
Pero la carrera de Grahame comenzó a decaer después de su actuación en la película musical “Oklahoma!” (1955)
Y es que Grahame, a quien el público estaba acostumbrado a ver como una “femme fatale” del cine negro, fue vista por algunos críticos, como “una muchacha ignorante en un musical saludable”, y la parálisis de su labio superior, producto de la cirugía plástica, alteró su habla y su apariencia.
Además, se rumoreaba que Grahame había sido difícil en el set de “Oklahoma!”, subestimando a algunos de los actores, y alienando a sus coprotagonistas, lo que impulsó su caída en Hollywood.
Es un hecho que en el transcurso de su carrera, Grahame comenzó a preocuparse cada vez más por su apariencia física:
Ella estaba particularmente preocupada por la apariencia de su labio superior, el cual se sentía demasiado delgado, y tenía crestas demasiado profundas.
Para remediar esto, Grahame comenzó a rellenar con algodón o fajos de pañuelos entre el labio y los dientes, para darle la apariencia de plenitud que, según ella, “le daba un aspecto más sexy”, pero varias coestrellas descubrieron esto después de filmar escenas de besos con Grahame, ya que el tejido o el algodón, a menudo se transferían a la boca.
A mediados de la década de 1940, Grahame comenzó a someterse a pequeños procedimientos cosméticos en los labios y la cara; y de acuerdo con su sobrina, Vicky Mitchum, la obsesión de Grahame con su aspecto, la llevó a someterse a procedimientos más cosméticos, que inutilizaron su labio superior debido a daños en los nervios.
Mitchum dijo:
“Con los años, ella se talló, tratando de hacerse una imagen de la belleza que sentía que debería existir, pero no lo era.
Otros la vieron como una persona hermosa, pero ella nunca lo fue, y las cosas se salieron de control”
En la década de los 60, Grahame se mantuvo muy activa en el medio teatral, pero prácticamente abandonó el cine, interviniendo solo en un western… y en el año 1964, participó en el capítulo “The Homecoming” en la serie de TV, The Fugitive, en donde tiene el papel de Dorina Pruitt.
Desde el comienzo de la década siguiente, hasta principios de los 80, Grahame tendría una actividad considerable en el cine y la televisión, sin abandonar el medio teatral, representando varias obras en Inglaterra.
La obra, “The Time of Your Life” fue revivida el 17 de marzo de 1972 en el Teatro Huntington Hartford en Los Ángeles, con Grahame, Henry Fonda, Richard Dreyfuss, Lewis J. Stadlen, Ron Thompson, Jane Alexander, Richard X. Slattery y Pepper Martin entre el elenco, con Edwin Sherin dirigiendo.
En 1973, intervino en el cine español, y participó en “Tarot” de José María Forqué, junto a Fernando Rey y Sue Lyon.
En 1974, le diagnosticaron cáncer de mama; y entró en remisión menos de un año después, pero Grahame regresó al trabajo.
En lo personal, Gloria estuvo casada en 4 ocasiones:
Primero con Stanley Clements (1945 a 1948); luego Nicholas Ray (1948 a 1952) con quien tuvo un hijo, Timothy; luego con Cy Howard (1954 a 1957) tuvieron una hija, Marianna Paulette; y con Anthony “Tony” Ray (1960 a 1974), quien era el hijo de su segundo marido, Nicholas Ray, y su primera esposa, Jean Evans; por tanto, Anthony Ray era su hijastro... y según se informó, su relación comenzó cuando Tony Ray tenía 13 años, y Grahame todavía estaba casada con su padre, lo que efectivamente terminó con el matrimonio en 1950, cuando Nicholas Ray los atrapó en la cama juntos…
Los 2 se volvieron a conectar en 1958, y se casaron en Tijuana, México, en mayo de 1960.
La pareja tendría 2 hijos:
Anthony, Jr., y James.
Las noticias de ese matrimonio, se mantuvieron en secreto hasta 1962, cuando se escribieron en la prensa sensacionalista, y el escándalo resultante dañó la reputación de Grahame, y afectó su carrera.
El estrés del escándalo, su carrera menguante, y su batalla por la custodia con Howard, le pasaron factura a Grahame, y tuvo un ataque de nervios…
Más tarde se sometió a terapia de electroshock en 1964; y a pesar del escándalo que lo rodeaba, el matrimonio de Grahame con Anthony Ray, fue su único, de 4, que duró más de 4 años, pues su matrimonio con Ray Sr. duró 4 años y 2 meses; ya que no se divorciaron hasta unos pocos días antes de su 14° aniversario, en mayo de 1974.
En 1981, Grahame fue diagnosticada de cáncer de estómago, pero ella rechazó el resultado del diagnóstico, y viajó a Inglaterra para proseguir con su actividad profesional en el teatro.
Pero a fines de la década de 1970, es que entra un joven en su vida:
Peter Turner era un joven actor que vivía en los suburbios de Primrose Hill; siendo uno de sus compañeros de habitación en el apartamento de Londres de Gloria Grahame; y para cuando conoció a Peter, ella estaba interpretando a Sadie en una producción de Somerset Maugham de “Rain”, en el Watford Palace.
“Ella pidió prestada una camisa, luego necesitó un billete de $5...
A partir de ahí, la relación comenzó a aumentar”, recuerda Turner.
Y la pareja comenzó una relación intermitente, que pareció reducirse a nada, hasta fines de 1981:
Contactando a su antiguo amante, el actor Peter Turner, ella solicitó vivir en Liverpool, en la casa de su madre.
Grahame solicitó a Turner, que no contactara a los médicos ni a su familia, pero Turner lo hizo, porque estaba preocupado por su salud.
Según el libro de Peter Turner, “Film Stars Do Not Die In Liverpool”, su médico familiar le dijo a Grahame que tenía un tumor canceroso en el abdomen “del tamaño de una pelota de fútbol”
El cáncer de mama no se menciona en el libro... y Peter Turner informó a 2 de los hijos de Grahame, Timothy y Paulette, que estaban en los Estados Unidos, acerca de su enfermedad.
Ellos viajaron a Liverpool para decidir llevar a su madre a Estados Unidos en contra de los deseos del médico, Grahame, Peter Turner y su familia.
Su salud disminuyó rápidamente, y desarrolló peritonitis después de someterse a un procedimiento para extraer líquido de su abdomen, en septiembre de 1981; y su salud se deterioró rápidamente después de permanecer 6 días en la casa de la madre de Peter Turner, el 5 de octubre de 1981, por lo que Grahame fue enviada de regreso a los Estados Unidos por sus 2 hijos, donde fue ingresada de inmediato en el Hospital St. Vincent en la ciudad de New York; falleciendo finalmente en el hospital, unas horas después de la admisión, a los 57 años de edad. 
“Has anyone ever told you that you look like Lauren Bacall when you smoke?”
Film Stars Don't Die in Liverpool es un drama del año 2017, dirigido por Paul McGuigan.
Protagonizado por Annette Bening, Jamie Bell, Julie Walters, Vanessa Redgrave, Stephen Graham, Leanne Best, Kenneth Cranham, Frances Barber, Tom Brittney, Ben Cura, Bentley Kalu, Adam Lazarus, Tim Ahern, Rick Bacon, Nicola-Jayne Wells, entre otros.
El guión es de Matt Greenhalgh; basado en las memorias de Peter Turner, y su romance durante los últimos años de vida de la oscarizada actriz Gloria Grahame en la década de 1970, en Liverpool, sólo para enfrentar la realidad cuando se le diagnostica cáncer de mama.
Film Stars Don't Die in Liverpool es la 3ª película que no pertenece a la saga James Bond, producida por Eon Productions, de la productora Barbara Broccoli; pues la primera es “Call Me Bwana” (1963) y la segunda “Chitty Chitty Bang Bang” (1968); por lo que los motores impulsores de la adaptación, son los productores Colin Vaines y Barbara Broccoli.
Broccoli, había albergado durante mucho tiempo la ambición de llevar la historia de Turner y Grahame a la gran pantalla:
“Llevo más de 20 años queriendo hacer esta película.
Es algo muy valioso para mí.
Conocí a Gloria y a Peter cuando estaban juntos”
Broccoli conoció a Turner, cuando éste trabajaba en una serie llamada “Spearhead”, junto a su novio de aquel entonces.
“Más tarde coincidí con Gloria en varias ocasiones.
Era una actriz extraordinaria y una persona encantadora.
Había algo cautivador en ella.
Obviamente, cuando Gloria murió resultó demoledor, y Peter se sintió vacío.
Pero luego, después de un cierto tiempo, nos mostró aquel manuscrito, y dijo que se lo había enviado a un editor.
Se trataba de una autobiografía conmovedora, sencilla y hermosa”
Para el director, Paul McGuigan, el atractivo de hacer el filme residía en la propia Grahame, y en el hecho de que esta fascinante parte de su vida fuera contada a través de la singular experiencia de Peter:
“Habiéndome dedicado al cine durante tantos años, he visto muchas de las películas de Gloria Grahame.
Tuvo una vida increíble, controvertida en cierto modo también, pero Peter no sabía nada sobre ella; eran tiempos anteriores a Internet.
También me gustaba el impecable dispositivo narrativo de que un hombre joven se enamorara de ella; y así, el público logra conocerla a través de los ojos de él.
Aquello me pareció muy bonito, y además se trataba de un gran libro.
Luego, el guión de Matt sintetizó aún más esta historia; es un guión muy bien condensado”
A Matt Greenhalgh, el libro de Turner le pilló por sorpresa, dice:
“No me esperaba esta historia para nada.
Y aun así, pude ver inmediatamente el potencial que había en ella.
Una historia como ésta, necesita tener un cierto nivel de profundidad para enganchar al público, puesto que no puedes simplemente basarte en la fama de Gloria, y sacarle partido.
Ella ya no era tan famosa.
No es como si se tratara de Marilyn Monroe...
Es una prueba de que cuando lees el libro, tienes la sensación de que debería ser una película”
McGuigan dio respuesta inmediata al guión de Greenhalgh, y visualizó de forma clara y singular, cómo quería relatar esta historia concreta:
“No quería contar la historia de su vida ocurrida hasta el momento en que Peter descubre realmente su vida.
No quería hacer “flashbacks” de su vida o de sus películas”, dijo; y de esa manera tenemos un guión lleno de sensibilidad y de cariño, que intenta ser un “biopic” diferente a lo que estamos acostumbrados, jugando con el tiempo y las imágenes, y capaz de dejar una sensación agridulce en el espectador, aunque esperanzadora.
La película se desarrolla en Londres, New York, Los Ángeles y Liverpool.
Cada ciudad, es pintada con un matiz diferente por el director escocés.
En 1981, el actor británico Peter Turner (Jamie Bell) recibe una llamada inesperada:
Su ex amante, la actriz ganadora del Oscar por “The Bad and The Beautiful” (1952), Gloria Grahame (Annette Bening), ha sufrido un colapso en un hotel de Lancaster… mientras ella se niega a ser atendida por los médicos, a él no le queda más remedio que ir a buscarla para llevársela a su humilde casa familiar en Liverpool.
Allí, mientras cuida de ella, revivirá todo lo que les unió durante años, y también lo que les separó:
Peter se enamoró de Gloria la primera vez que la vio; era su nueva vecina, una diva de Hollywood, alegre, divertida y llena de energía; y él era un joven actor que comenzaba a cosechar tímidos éxitos en el Liverpool de finales de los 70.
Pero ni la diferencia de edad entre ellos, ni la fama, impidieron el flechazo que dio lugar a una de las historias de amor más apasionadas y comentadas de la época, donde cinematográficamente, los silencios, las risas, el pensamiento que grita con las miradas, las ganas de vivir y el amor imposible que no llega a ser eterno, son unos de los temas que Paul McGuigan dirige con maestría, al tiempo que nos expone la vida de Gloria Grahame, una actriz que fue consumida por Hollywood, desechada, y que vale la pena rescatar, pues sus filmes fueron inolvidables.
La película tiene mucha fuerza, y nos llama a reflexionar con profundidad sobre el cine que poco conocemos:
“Lo malo y lo hermoso”
De esa manera, Film Stars Don't Die in Liverpool se alza como una bonita, dulce y sencilla historia de amor, nada empalagosa, que además nos hace descubrir a una estrella olvidada, a la que se la hace un sentido homenaje, impagable final con su momento recogiendo El Oscar; cautivándonos de tal forma que nos deja con ganas de rescatar su filmografía.
“Love, Just Like in the Movies”
El aumento de las imágenes habladas en el cine, coincidió con La Gran Depresión…
La ostensible Edad de Oro de los estudios, era paralela a los días más oscuros de los años 30 con El Código de Producción y La Caza de Brujas posterior….
“Citizen Kane” (1941) de Orson Welles, lanzado 2 meses y 2 días antes del bombardeo de Pearl Harbor, provocó una revolución artística en medio de los traumas sofocados de La Segunda Guerra Mundial.
Y en la actualidad, Hollywood logra su autoimagen pública a partir de los fantasmas y los humos de La Era Clásica de Estudios; y en el proceso, evoca con un anhelo falaz, los tiempos duros que las películas de alto presupuesto simbolizaban.
La última revelación de la gloria reflejada, no es una película de Hollywood, sino una británica; basada en las memorias del actor británico, Peter Turner, sobre su relación con la luminaria de Hollywood, Gloria Grahame, que comenzó en 1978, cuando ella tenía 54 años, y él tenía 26; y duró hasta la muerte de Gloria, en 1981.
La fuerza del libro, se encuentra en sus bocetos de conexiones personales sorprendentes, a través de una amplia gama de lugares y escenarios:
Turner y Grahame, se conocieron en Londres, visitaron California y Las Vegas, y vivieron juntos en New York, antes de que Turner regresara a Liverpool y, después de un descanso en su relación, fue convocado a Londres para reunirse con Grahame, y lidiar con su mala salud.
Turner, un actor de renombre local, se puso en contacto con una leyenda, cuya forma de vida se había vuelto sorprendentemente ordinaria, pero cuya personalidad conservaba su grandeza, y cada comentario casual, resonaba con el peso de un pasado poblado por potentados, genios y por conflictos feroces, íntimo, público, e histórico.
Al igual que el libro de Turner, la película dirigida por Paul McGuigan, escrita por Matt Greenhalgh, depende de esta división:
La ordinariez de la vida de una antigua estrella.
Cuando Turner y Grahame se encuentran, en la vida real, en 1978; la película lo tiene como 1979, y su carrera fue reducida en gran medida.
Para entonces, ella hizo pequeños papeles en buenas películas como “Melvin & Howard” de Jonathan Demme; pero trabajó principalmente en teatro, con una aclamación moderada.
Sin embargo, en el momento en que ella y Turner se encuentran, ella está en Londres haciendo una obra de teatro, y viviendo en un sencillo apartamento en un modesto edificio residencial en Primrose Hill; él es su vecino de arriba, trabaja en una tienda, y realiza una audición para los papeles; su fuego de estrella de cine aún ardía... e interesa ver cómo Peter logró mantener la fe en ella durante los años en que, como él dice, “se negó a hacerse”, casi como si “Gloria no lo tuviera”
Lo que realmente lo mantuvo en marcha, por supuesto, fue el amor, la necesidad de hacerle justicia a Gloria.
Porque, sí, la ciudad ha cambiado, y la naturaleza de la fama ha cambiado, pero una cosa no ha cambiado:
Cómo se tratan las estrellas femeninas.
A Gloria se le ofreció el papel principal en la película de 1950, “Born Yesterday”
“Pero ella no viajaría sola en la limusina con el entonces jefe de RKO, Howard Hughes.
Así que la echaron a un lado”, dijo Turner.
La estrella, también fue intimidada para que le hicieran un trabajo en la cara y, durante sus divorcios, abogados de la industria altamente pagados, difundieron horrendas historias sobre ella, como que era ninfómana, que los corresponsales del espectáculo domesticados, se aseguraron de quedarse atascados.
Curiosamente, la única biografía de ella se llama “Suicide Blonde”, como si fuera ella, como si ella fuera uno de sus personajes… que no es tal; porque ella fue encasillada.
Pero el guionista Matt Greenhalgh y el director Paul McGuigan, hacen la película tanto sobre la familia de Peter, como sobre los amantes.
Y la muerte de Gloria los involucra a todos, desde el viaje que una vez en la vida de mamá y papá a Australia se ve interrumpido, hasta el heroico ataque heroico de gran velocidad de su hermano mayor Joe (Stephen Graham)
El libro, también tiene páginas de diálogo cruzado divertido, sobre si llamar al médico, y cuándo llamar al sacerdote, ya que en toda la familia, Peter es uno de los 9 hijos de os Turner.
Greenhalgh conserva con ternura todo esto, al tiempo que nos otorga el placer inesperado de ver a Jamie Bell bailar nuevamente, y de qué manera...
Así, Gloria Grahame, actriz de La Edad Dorada de Hollywood, ganadora del Oscar a Mejor Actriz de Reparto por “The Bad and The Beautiful” (1952), que tras dejar de recibir la llamada de La Meca del Cine, continuó trabajando en el teatro, especialmente en Inglaterra, conoce a un joven aspirante a actor, con el que pasó los últimos años de su vida.
La relación entre Grahame y Turner, fue sólida, y transcurrió durante varios años; y a través del punto de vista de él, descubrimos a una mujer divertida, generosa y humilde, que compartía anécdotas curiosas de su vida en Hollywood, pero que nunca se jactaba de sus logros, y que tras un historial amoroso tumultuoso, encontró en un joven y tranquilo británico, lo más parecido a un alma gemela que se puede tener cuando ya estás en el ocaso.
Desde un presente doloroso, Turner viaja al pasado a través de “flashbacks” que recorren toda su vida conjunta, en la que también tienen un papel fundamental los padres de él:
Bella (Julie Walters) y Joe (Kenneth Cranham), llenos de comprensión y cariño.
Y es común que las películas británicas, a menudo presentan a la familia como aquello de lo que tienes que escapar si quieres madurar... y aquí, la familia es un vórtice de tolerancia y comprensión, porque la relación de Peter y Gloria es desequilibrada, inapropiada y sexualmente confusa.
Ella era una mujer frágil y exigente; pero nada de eso se discute.
Todos simplemente se llevan bien, y hacen lo correcto.
A través de “flashbacks”, la acción se desarrolla entre el momento actual y el pasado; así se asiste al romance de una mujer que después de haber contraído matrimonio en 4 oportunidades, encuentra en el joven actor, un inmenso placer, y a quien poder ofrecer devoción amorosa; a pesar de que ella lo dobla en edad, eso no es obstáculo para que Peter corresponda genuinamente a los sentimientos de su pareja.
De este modo, ambos gozan de la mutua compañía, danzando al compás de la música que emerge de un disco, yendo al cine, como así también disfrutando de la intimidad sexual con inmensa ternura; no faltará tampoco un viaje conjunto a California, donde Peter llega a conocer a la madre de Gloria, Jeanne McDougall (Vanessa Redgrave), y su hermana Joy (Frances Barber), quien lanza algunos dardos ponzoñosos sobre la actriz, al revelarle al joven, que ella se había casado por 4ª vez con el hijastro de su 2º marido…
A través de este vínculo sentimental, Gloria quiere desmentir el paso del tiempo, y es así que desea que Peter le diga que se ve joven; incluso le manifiesta que le gustaría interpretar con la Royal Shakespeare Company, la obra “Romeo y Julieta” donde ella daría vida a la juvenil heroína shakesperiana…
La vida real, se muestra tan dramática fuera de la pantalla, como lo es para estos 2 actores:
La envejecida superestrella de Hollywood, Gloria Grahame; y su amante más joven, Peter Turner.
A medida que su romance no coincidente, aumenta y disminuye con el tiempo, los eventos conspiran para mantenerlos en la vida de los demás, incluso cuando resulta difícil y exigente.
En última instancia, descubren que cada uno de ellos debe aceptar cualquier destino al que se enfrenten en el futuro, ya sea que estén juntos o separados.
Pero desde 1974, Gloria había sido diagnosticada con cáncer de mama… recibió radioterapia, cambió su dieta, dejó de fumar y de beber, y el cáncer entró en remisión… solo para regresar en 1980.
El libro de Peter, no menciona el cáncer de mama, y en él, Gloria parece no tener idea de que va a morir…
Curiosamente, en la realidad, Gloria tenía una colección completa de Shakespeare en esa habitación de Primrose Hill, y tal vez, esa última aventura con un joven actor, tuvo algo de “lista de deseos”, al igual que experimentar la vida en el corazón de una familia grande y caótica, que durante 3 décadas, Peter fue el guardián de esa llama.
El libro, cuando se publicó por primera vez, trataba sobre un recuerdo reciente; mientras la película es ahora una pieza de época, del maltratado Liverpool que se retrata, casi ha desaparecido.
Como para enfatizar el punto, estamos hablando en Pen Factory, un elegante bar y restaurante en la ciudad.
“Hace 30 años no teníamos DVD, mucho menos YouTube” dijo Peter, que tuvo que confiar en sus padres para contar los días de gloria de su novia de LA, y esperar una retrospectiva de una casa de arte; y ese es uno de los momentos favoritos en la película:
La belleza cristalina del CinemaScope de Gloria en blanco y negro, mirando por debajo de sus ojos encapuchados hacia el sombrío calor de una casa…
Y se nota que Annette Bening disfrutó interpretando el papel de una actriz envejecida, reminiscente de la Gloria Swanson de “Sunset Boulevard” (1950) y como Bette Davis en “All About Eve” (1950), Grahame se preocupa por el futuro de su carrera, ahora que ya no gusta en Hollywood y las décadas pasan veloces.
Sin embargo, sigue mostrando entusiasmo, confianza y excentricidad.
Es así como se establece en Londres, a finales de los 70, esperando demostrar que todavía no está acabada, trabajando en los escenarios.
Lo primero que llama la atención de Turner de ella, es su iniciativa y su extravagancia.
En un marcado contraste con Bening, Jamie Bell encarna a Peter Turner como una persona apacible y discreta.
Turner es un hombre modesto, algo que se nota en cómo Bell trata de pasar desapercibido, y en su hablar lento y reflexivo; de hecho, el film apenas habla de su carrera, aunque acaba siendo el detonante de una importante ruptura narrativa; por lo que McGuigan se muestra más interesado en la relación que Turner tiene con las 2 mujeres mayores de su vida:
Grahame y su madre.
Pero Turner se pelea con su hermano Joe y su familia, que no acepta su relación con Grahame; y hay algo poco natural en la relación entre Turner y la actriz oscarizada, y más que la diferencia de edad, lo que los hace una extraña pareja son sus personalidades y conductas opuestas.
La disparidad entre ambos, y la diferencia de escala en sus interpretaciones, es interesante, pero a veces también crea una brecha extraña, como si cada uno estuviera en una película diferente...
La cinta vira a la tragedia y al sentimentalismo cuando Grahame cae enferma, y se va a vivir con los Turner.
La exuberancia de las primeras escenas, deja paso al patetismo y la tristeza, a medida que Grahame va quedando relegada a la cama.
Ahí es cuando la película encuentra su mejor registro, pues logra conmover y provocar empatía por Grahame, que va languideciendo ante nuestros ojos.
Peor el filme contiene muchos aspectos brillantes e interesantes, empezando por la narrativa, que utiliza muy bien el “flashback” y muestra “posibilidades” de narración de los hechos, puntos de vistas y perspectivas de acuerdo a los personajes protagonistas; así como técnicamente, el uso del color, el encuadre, “el cartón piedra” y la iluminación, sin olvidar la dirección de arte, decorados y escenarios, muy de acuerdo con la época; y la hermosa banda sonora, que incluye un tema de José Feliciano digno para el recuerdo, como la escena de baile, totalmente lograda; y una secuencia poéticamente emotiva, cuando pocos días antes de su deceso, Peter sorprende a su amada, transportándola a un vacío escenario de un teatro de Liverpool, para que juntos reciten un extracto de “Romeo y Julieta”, cumpliéndose en parte, la ilusión de Gloria.
De esa manera McGuigan opta por rendir homenaje a algunas de sus obras más conocidas, especialmente las de cine negro.
“Deseaba que muchas de las escenas tuvieran un aspecto bastante teatral, situando muchas de ellas en el estudio”, dijo.
De ahí que haya varias transiciones interesantes entre escenas distintas:
“Hicimos muchas transiciones en las que el decorado daba la vuelta, y pasabas a estar en otro decorado.
Un personaje atraviesa una puerta en un decorado, y acaba en Los Ángeles, o atraviesan una puerta y pasan a estar en la playa”
Además de eso, incluyó guiños a la filmografía de Grahame, usando la retroproyección, una técnica habitual en muchas de sus películas de cine negro.
Un ejemplo destacado, aparece en una escena de playa con Grahame y Turner en Malibú, que homenajea concretamente un momento clásico con Grahame y Bogart de “In A Lonely Place” (1950)
Otra idea que empleó McGuigan, fue la de rodar una escena especialmente importante:
La ruptura de la pareja en el apartamento de Grahame en New York, a partir de 2 perspectivas diferentes; esto le permite al público, comprender mejor por qué Grahame debía decir adiós a Turner…
McGuigan explica:
“Muestro la escena 2 veces de manera que puedas ver la ruptura desde el punto de vista de Turner.
Ves la cadena de sucesos que conduce a su separación; y entonces, 10 minutos después, vuelves atrás, y lo ves desde el punto de vista de Gloria.
Esto te permite entender, por qué ella tenía que decirle adiós, y desde el punto de vista emocional queda muy claro”
En líneas generales, no hay mucha historia desde el punto de vista argumental; pero uno de los aspectos más destacables del relato, radica en el momento en que se produce esa ruptura del romance en New York; cuando después de una cita médica, ella se impone, que ya no existe tratamiento alguno para el cáncer que invade su cuerpo, y al retornar al hotel, descarga su frustración en Peter, echándole de la habitación en que están alojados.
El otro elemento relevante, es el patetismo de Gloria, al negarse a admitir que no le queda mucho tiempo de vida, a pesar de los terribles dolores que la aquejan.
McGuigan opta por contar esta relación amorosa en forma no lineal, pero al hacerlo, puede que abuse innecesaria-mente de los continuos traslados de la acción entre el presente y pasado; en este caso, la no cronología de los acontecimientos puede afectar su narración, impidiendo lograr la necesaria envergadura dramática; y a todo ello, la innecesaria repetición de ciertas secuencias, como la de la estadía en el hotel neoyorkino, alarga el metraje más allá de lo debido.
Al concluir, el realizador ofrece una nota nostálgica; recurriendo al material de archivo, donde se asiste al momento de la ceremonia del Oscar de 1953, donde Grahame es galardonada como Mejor Actriz de Reparto por su actuación en “The Bad and The Beautiful” del realizador Vincent Minnelli.
No es de extrañar también, que el filme omita muchos de los mejores incidentes en el libro y en la vida de la actriz, en los que Grahame habla libremente y con agudeza de su pasado y de sus personajes prominentes.
También omite la política, escueta pero nítida, que Turner cita en el libro:
“Gloria detestaba la política y los políticos de derecha.
No puedo soportar ver a Ronnie Reagan.
¡Me gustaría ponerle mi Oscar por el culo!”
La película, también hace algunos cambios y adiciones útiles, y pone a punto, con ventaja, los incidentes centrales del libro, que incluyen los malentendidos y los engaños que condujeron a la ruptura de Turner y Grahame.
Si solo la película completa sostuvo ese nivel de inspiración..  y agrega un poco de diálogo y una escena para abordar una historia que Turner se refiere al libro:
“Se ha informado ampliamente que, en 1951, el 2º marido de Grahame, el director Nicholas Ray, hizo su mejor película, “In A Lonely Place”, un romance agónico y también cine negro arraigado en el trauma de la posguerra, que regresó a casa para encontrar a Grahame en la cama con su hijo, Tony, que tenía 13 años en ese momento; y 9 años más tarde, Grahame y Tony Ray se casaron”
En la película, esta historia es revelada maliciosamente a Turner por la hermana de Grahame, Joy, cuando Turner le pregunta a Grahame, con una severidad crítica, si la historia es cierta, ella responde:
“No, pero todos en esta ciudad ya están decididos.
Estoy harto de los ladridos.
Puedes pensar lo que quieras”
En una entrevista reciente, Bening discutió la secuencia añadida, sobre la relación de Grahame con el adolescente, y dijo:
“Creo que fue un hecho inolvidable, pero realmente no nos preocupamos por eso, y mucha gente incluso lo extraña en la película.
Pero sucedió, y creo que le dio un gran golpe a Gloria”
Pero nada en la película sugiere que haya tenido algún efecto sobre Grahame…
La independencia de temperamento que Grahame mostraba en sus películas, no estaba muy lejos de la forma en que ella vivió su vida, y es una de las principales virtudes de las películas clásicas de Hollywood, que sus técnicas extremas de artificio sirvieron, sin embargo, para una peculiar transparencia de actuación.
La vasta máquina de la ilusión, la mecánica de los decorados y los trajes, el maquillaje y el estudio, no enmascaraban ni disfrazaban la personalidad de sus actores, al menos no de los mejores, sino que la revelaban.
Es por eso que la mayoría de los mejores actores clásicos, no son los que tienen la mejor técnica o la mejor artesanía, pero sí la presencia más fuerte.
Esa es también la razón por la cual la película no desarrolló la visión más amplia del libro de Grahame:
Su presencia, su temperamento, sus ideas inteligentes y reminiscencias, es doblemente lamentable.
Pero donde brilla es en los actores:
Annette Bening está inmensa como una actriz “olvidada”, cuando el peso de los años y la maldita enfermedad afecta una mujer llena de vida.
Bening tenía 59 años en el momento del estreno de esta película, por lo que es 2 años mayor que Gloria Grahame cuando murió; y curiosamente, antes de que Annette Bening representara a Gloria Grahame en esta película, había utilizado la actuación de Grahame en “The Big Heat” (1953) como inspiración para su propia representación de una mujer fatal en “The Grifters” (1990)
Y tuvo la rara oportunidad de conocer a la actriz, Terry Moore, una vieja amiga de Gloria Grahame que interpretó a su madrastra en “Man on a Tightrope” (1953)
Moore y Grahame asistieron a Los Premios de La Academia, la noche en que Moore fue nominada para “Come Back, Little Sheba” (1952), y Grahame ganó por “The Bad and The Beautiful” (1952)
Mientras Annette pudo aprender que Grahame era una persona bastante privada, que nunca hablaría sobre su marido o su vida familiar en general.
También era tan obstinada, que el director Elia Kazan solo logró que llorara por una escena en “Tightrope”, al decirle que su coestrella, Moore, que era una mejor actriz…
También se destacó la valentía y honestidad de Annette para mostrarse tal cual es, sin retoques, aportando veracidad y credibilidad a la película, “sus movimientos eran rítmicos y resbaladizos.
Su voz distintiva y su rostro familiar.
Ella no vestía ropa cara, solo su habitual camiseta y unos pantalones vaqueros.
Me cautivó, y me deslumbró su estilo”, escribió Peter Turner.
Como dato, hay una brecha de 28 años entre Annette Bening y Jamie Bell; donde Bell demuestra estar en su mejor momento, y en el mejor papel de su vida tras “Billy Elliot” (2000), donde muestra su lado más dramático, sensible y encantador; donde cada encuadre de la pareja, muestra la química/complicidad más extraordinaria vista jamás en el cine recientemente; sin olvidar el pequeño papel de Vanessa Redgrave, que está deslumbrante en una escena memorable, haciendo de la madre de Grahame, Jeanne McDougall.
Mientras la familia de Turner, por su parte, incluye a Stephen Graham en el papel de su hermano, Joe Junior; Kenneth Cranham como su padre, Joe Senior; y la gran Julie Walters en el papel de su madre, Bella; que por cierto, se reúne con Jamie Bell, 17 años después de “Billy Elliot” (2000)
También, el verdadero Peter Turner, en cuyas memorias se basa el filme, aparece en el papel de Jack.
Y para destacar, de manera inusual para este tipo de película “biográfica”, los clips de época presentan a la real Gloria Grahame, en lugar de “entablillar” a Bening, usando CGI, como es más común en estos días.
Todo un logro de dignidad, respeto y belleza natural.
“Humphrey Bogart… and I didn't like it then either”
La carrera de Gloria Grahame fue una tan relevante como olvidada hoy en día.
Diva del Hollywood Dorado, “femme fatale” por excelencia y musa, entre otros, del cineasta Nicholas Ray, que también fue su esposo, uno de los 4 que le pusieron un anillo en el dedo, siendo el último su propio hijastro, Anthony Ray, cuyo magnetismo lo resumió como nadie el personaje que interpretaba Humphrey Bogart, compañero de elenco en “In A Lonely Place”:
“Nací cuando ella me besó, morí el día que me abandonó, y viví el tiempo que me amó”
La actriz Gloria Grahame, construyó una carrera como respuesta contestataria a la ingenuidad de Marilyn Monroe, y al igual que tantas otras antes y después, fue jubilada de forma prematura por la dictadura sexista que sigue rigiendo La Meca de Hollywood, hoy a la sombra de Harvey Weinstein, donde el caso de Gloria Grahame, mordida y escupida por los estudios, no podría ser más relevante.
Pero la película obtiene su poder inusual del hecho de que tiene algo que ofrecer en lugar de la fama y la opresión sexual.
En otras manos, esto podría haber sido una alegre farsa británica sobre la extraña pareja de un muchacho de la clase obrera, y la realeza de Hollywood.
Y al final, de eso se trata esta película:
La decencia común…
La decencia de negarse a dejar que alguien muera solo; que nos hace geniales al insistir en que cumplimos el desafío establecido por las necesidades de los demás.
La decencia que nos permite volver a estar juntos, cuando el poder nos ha aplastado; que falta por completo en la vida pública.
La decencia que rara vez aparece en las películas y los programas de televisión sobre la vida de la clase trabajadora, pero es prácticamente todo lo que hace que esas vidas sean posibles.
“Solo quiero que la gente la recuerde”, dice Peter Turner.
Y existe la posibilidad de que la historia de Gloria se convierta en taquigrafía para todas las actrices que intentaron recomponerse después de ser desgarradas por Hollywood; porque Gloria nunca sucumbió ante el sistema de estrellas.
Ella siempre mantuvo su propio sentido de identidad, e iba muy por delante de su tiempo.
Estaba muy a favor del movimiento de la mujer y de los derechos de los homosexuales; luchó de verdad por todas esas cosas; y fue una extraordinaria mujer, por lo que esta es una historia especial.

“Thank you very much”



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