Salvador

“There is no more God”

La República de El Salvador, es un país soberano de América Central, ubicado en el litoral del Océano Pacífico, con una extensión territorial de 21 041 km²; que tuvo recientemente una Guerra Civil que duraría 12 años, finalizando el 16 de enero de 1992, cuando El Gobierno y La Guerrilla firmaron Los Acuerdos de Paz que dieron lugar a reformas militares, sociales y políticas; como conflicto, militarmente se definió como “una guerra de baja intensidad”, o “guerra popular prolongada”, como la denominaban las fuerzas guerrilleras del Frente Farabundo Martí para La Liberación Nacional (FMLN), y que costó la vida a más de 75.000 personas entre muertos y desaparecidos.
No obstante, El Salvador ya había sufrido anteriormente, al menos una Guerra Civil entre 1826 y 1829, cuando formaba parte de La República Federal de Centro América; y esta vez, se enfrentó El Ejército Gubernamental o Fuerza Armada de El Salvador (FAES) contra las fuerzas insurgentes del FMLN.
Como dato, Agustín Farabundo Martí Rodríguez, fue un político comunista salvadoreño, cuya figura fue retomada por la izquierda salvadoreña en las décadas siguientes a su muerte en 1932, como símbolo de resistencia frente a los sucesivos gobiernos militares.
Este conflicto armado, nunca fue declarado en forma oficial, aunque el país vivió un ambiente de crisis política y social anterior y durante la década de 1970, debido a la falta de libertades, la abismal brecha entre ricos y pobres, donde el 10% de la población disfrutaba del 80% de las riquezas del país; sumados a la creciente tensión internacional entre occidente y el bloque comunista, contribuyeron a caldear el país; y entre otros factores estuvieron:
La caída internacional del precio del café, los constantes fraudes electorales y el descontento de la población por la forma de gobernar de los militares; por lo que hacia 1979, la violencia entre el gobierno derechista y la oposición izquierdista, degeneró en una Guerra Civil:
La izquierda se organizó en la agrupación que buscaba recoger el testimonio de Farabundo Martí, el denominado FMLN, liderado por Schafik Handal, Salvador Cayetano Carpio y Joaquín Villalobos, con apoyo de los sectores campesinos organizados en las zonas rurales y entre los sectores obreros urbanos; y entre algunos sucesos que encendieron los ánimos durante el conflicto armado destacan los asesinatos del Arzobispo de San Salvador, Óscar Arnulfo Romero, y Fray Cosme Spessotto Zamuner, ambos en 1980.
El gobierno, por su parte, movilizó al ejército y a la policía, a fin de combatir a la insurgencia.
En tanto, grupos de militares y policías al margen de la ley, con apoyo de empresarios y terratenientes, crearon los llamados “Escuadrones de La Muerte”, que se dedicaban a aterrorizar las zonas rurales y paupérrimas, de donde El FMLN obtenía su mayor apoyo; y se sospechó que algunos miembros de los Escuadrones de La Muerte eran financiados o sostenidos por contribuciones directas de personas con poder económico que los miraban como su protección personal en contra de sus opositores; esas contribuciones eran económicas, facilidades de transporte, infraestructura, coordinación con otros grupos similares y en general, de la protección e impunidad que les era necesaria para su actuación.
Si bien los Escuadrones de La Muerte iniciaron sus acciones en términos de ejecución de una política de contra-insurgencia, teniendo como blanco de sus acciones a sectores populares, rápidamente derivaron hacia una serie de acciones de delincuencia pura, y llegando inclusive a secuestrar a empresarios del país, exigiendo rescate para liberarlos.
Estas acciones fueron el inicio del desmantelamiento, restricciones o mayor control de los Escuadrones de La Muerte, pues se habían vuelto un peligro contra sus eventuales financieros de manera directa, y ponían en riesgo a aquellos protegidos por el gobierno y sus fuerzas en combate.
El punto más alto de las hostilidades, tuvo lugar el 2 de diciembre de 1980, en que 4 misioneras católicas de los Estados Unidos que trabajaban en El Salvador fueron violadas y asesinadas por 5 miembros de La Guardia Nacional de El Salvador.
Eran las hermanas:
Maryknoll Maura Clarke e Ita Ford, Ursulina Dorothy Kazel, y la misionera laica, Jean Donovan.
Las asesinadas estaban involucradas en una misión de ayuda humanitaria internacional, que era sospechosa por el régimen, de fomentar la oposición política.
Su tumba poco profunda, fue exhumada al día siguiente, frente a 15 periodistas, hermanas y misioneros, junto al entonces Embajador de EEUU, Robert White.
A medida que las noticias de los asesinatos se hicieron públicas en los Estados Unidos, la indignación pública obligó al gobierno de EEUU a presionar al régimen salvadoreño para que investigara.
El Presidente de EEUU, Jimmy Carter, suspendió toda la ayuda a El Salvador, pero luego la reincorporó.
Las primeras investigaciones fueron condenadas por los últimos intentos de encubrimiento, y con el tiempo, Las Naciones Unidas designaron una Comisión de La Verdad para El Salvador, para investigar quién dio las órdenes de esos asesinatos, quién sabía, y quién lo encubrió.
Varios guardias de bajo nivel fueron condenados, y 2 familias fueron demandadas por las familias de las mujeres en los tribunales federales de EEUU.
Por su responsabilidad de comando por el incidente, a diferencia del Presidente Carter, su sucesor, Ronald Reagan, favoreció al régimen militar salvadoreño; autorizó el aumento de la ayuda militar, y envió a más asesores militares de Estados Unidos al país, para ayudar al gobierno a reprimir La Guerra Civil y La Guerrilla; pues El Salvador representaba un bastión estadounidense en contra de La URSS en plena Guerra Fría.
“You gotta get close to get the truth.
You get too close, you die”
Salvador es un drama bélico del año 1986, dirigido por Oliver Stone.
Protagonizado por James Woods, John Savage, Jim Belushi, Michael Murphy, Elpidia Carrillo, Tony Plana, Colby Chester, Cindy Gibb, José Carlos Ruíz, Jorge Luke, Salvador Sánchez, Roberto Sosa, entre otros.
El guión es de Richard Boyle y Oliver Stone; basados en hechos reales, y en la historia de Richard Boyle, amigo del director Oliver Stone, periodista y autor del libro “The Flower Of The Dragon: The Breakdown Of The U.S. Army in Vietnam” (1972), que cubre La Guerra Civil Salvadoreña, y se enreda con las guerrillas izquierdistas y el militar de derecha, mientras intenta rescatar a su novia nativa y a sus hijos.
Al director Oliver Stone, le costó mucho conseguir fondos para esta película; por lo que se vio obligado a poner una 2ª hipoteca en su casa para obtener financiación, hasta que el productor británico, John Daly, prometió su apoyo al proyecto.
La película se hizo con un presupuesto de poco menos de $5 millones; y mientras se planeaba, un asesor de la película fue asesinado en El Salvador en la etapa de la producción.
Por su parte, Orion Pictures inicialmente iba a distribuir la película, pero debido a la preocupación por el sombrío final de la película, el estudio se retiró, y los productores de Hemdale Film Corporation la estrenaron.
Un ejecutivo de Orion admitió más tarde, que la decisión fue un error; pues Hemdale también financió la otra película del director Oliver Stone, “Platoon” (1986), ese mismo año.
Como dato, el título “Salvador” tiene un doble significado:
Se refiere al país de El Salvador, donde está ambientada la película; pero también es usado para designar la palabra “salvador”
¿Pero quién o de quiénes?
La película es muy comprensiva con los revolucionarios de izquierda, y critica fuertemente la influencia de Estados Unidos en el ejército salvadoreño, y trata la muerte de 4 eclesiásticas estadounidenses, incluyendo a Jean Donovan, y el asesinato del Arzobispo Óscar Romero a manos de un escuadrón de la muerte.
Salvador, recibió 2 nominaciones a los Premios Oscar en las categorías de mejor actor (James Woods) y guión original.
Como dato, en los premios de La Academia de 1987, el director Oliver Stone tenía 2 filmes en disputa:
Salvador y “Platoon”
La primera con 2 nominaciones; y la otra tuvo 8; otorgando a Stone, un total combinado de 10 nominaciones de 2 películas, ambas de guerra y ambas con títulos de una sola palabra.
No obstante, Salvador no pudo ganar ningún Oscar, pero “Platoon” se llevó 4, incluyendo Mejor Película.
Salvador es pues la tragedia sobre las guerras civiles de Centroamérica en los años 80, donde seguiremos a Richard Boyle (James Woods), un reportero de EEUU que trabajó en El Salvador en ese periodo; y la conmoción que experimentó al descubrir por sí mismo ciertos aspectos de la realidad que ignoraba, lo impulsó a comprometerse y a tomar partido.
Salvador cuenta pues las peripecias del veterano reportero en Centroamérica:
Arruinado por sus problemas con el alcohol y las drogas, decide viajar a El Salvador, donde pretende realizar algunos reportajes como “freelance”
Allí le acompaña un amigo, Doctor Rock (Jim Belushi), un pinchadiscos que no tiene trabajo.
Al llegar, ambos comprueban que la situación es mucho más grave de lo que pensaban, cuando, poco después de atravesar la frontera, son testigos de cómo El Ejército asesina un estudiante.
Así, cuanto más profundiza en su realidad, más consciente es Boyle de que el país se encamina a un peligroso caos, por lo que decide marcharse…
El problema es que no quiere dejar atrás a María (Elpidia Carrillo), una joven salvadoreña de la que se ha enamorado.
En el país también se encontrará con otro reportero gráfico de gran integridad, John Cassady (John Savage); y también con Los Paramilitares, La Guerrilla, con el pueblo que sufre, con las monjas del cuerpo de paz, con los integrantes de La CIA, con la corrupción política, con los abusos policiales… y entre borracheras y colocones con hierba, encontrará un camino hacia la denuncia y la integridad; que no le será fácil.
Salvador hace reflexionar al espectador, sobre lo duro que debe ser para un periodista destinado a cubrir ese tipo de guerrillas o guerras, se están jugando la vida por una foto; al tiempo que muestra la realidad histórica que no debe ser olvidada, y rendir tributo a miles de personas víctimas de una guerra absurda.
“They're not just shooting the Indians... they're shooting at us!”
El director y activista, Oliver Stone, siempre ha tenido un especial interés por el cine con contenido político, y por la crítica a las actuaciones de su país, EEUU, en los conflictos internacionales, y aquí estamos en esta cuestión; pues Salvador forma parte de un ciclo de filmes realizados durante la década de 1980 que mostraban a periodistas cubriendo la guerra; que incluyen:
“Circle of Deceit” (1981), “The Year of Living Dangerously” (1982), “Under Fire” (1983), “The Killing Fields” (1984), “Witness in the War Zone” (1987), y “Cry Freedom” (1987)
Y Salvador fue una de las 2 películas de mediados de la década de 1980 con fotoperiodistas que cubren la guerra en América Latina; pues la otra película fue “Under Fire” (1983); y esta producción supuso también el debut del director Oliver Stone en el género político, así como también fue una de las primeras películas de resonancia del cineasta, puesto que anteriormente no había realizado ningún film de auténtico interés.
Hasta entonces, el director no se había atrevido a abordar un campo del que pronto se convertiría en un importante icono.
Además, en Salvador se dan las características que luego le harían célebre, con una potente carga crítica contra la política exterior de los Estados Unidos.
Para esta ocasión se sabe que el dirigente del Partido Comunista Salvadoreño (PCS), Farabundo Martí, denunció públicamente lo que consideró “actos de fraude electoral por parte del General Maximiliano Hernández”, quien ascendió al poder ejecutivo tras derrocar al Presidente Manuel Enrique Araujo.
Ante la ineficacia de su denuncia, Martí junto al PCS, organizó un levantamiento popular que se inició el 22 de enero de 1932, pero, mal armados y con mucha desventaja, el acto de insurrección fue arrasado por El Ejército de Hernández, que no tuvo contemplaciones de ningún tipo, y cobró la vida de cerca de 20 mil personas.
Por lo que Martí fue encarcelado junto a 2 de sus compañeros, pero sólo él admitió haber sido el máximo líder de la insurgencia, e incluso argumentó en defensa de sus camaradas, pero, en un juicio relámpago, los 3 fueron condenados por El Tribunal Militar, y se les fusiló el 1° de febrero de 1932.
Por éste y otros hechos, el nombre de Farabundo Martí se convirtió en símbolo de la resistencia frente a los sucesivos gobiernos militares que padeció El Salvador, y fue, en honor a su nombre, que se bautizó la poderosa alianza guerrillera que enfrentó la cruenta Guerra Civil que tuvo lugar entre 1980 y 1992, fecha en la que se firmaron Los Acuerdos de Paz.
El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), fue creado el 10 de octubre de 1980, y logró la coordinación de las 5 organizaciones guerrilleras más importantes del país centroamericano, y su alto poder, llevaría a la intromisión de EEUU para salvaguardar sus intereses en la región, aunque también ellos contaron con ayuda de Cuba, Rusia y Nicaragua.
El punto más cruento de La Guerra, lo impuso el mayor Roberto D’Aubuisson, a quien el propio embajador de los EEUU, Robert White, acusó de fundar y dirigir los Escuadrones de La Muerte que sembraron el terror en la tierra salvadoreña.
Algunos de los episodios más lamentados de esta guerra, serán los que nos cuente el director, Oliver Stone, tomando como personaje protagónico al periodista estadounidense, Richard Boyle, un hombre al que le atraían los escenarios de guerra, pues él mismo estuvo en Vietnam, Camboya, Irlanda y Líbano.
Inicialmente, este periodista con problemas con el alcohol y las drogas, agobiado por las deudas económicas, y abandonado por su mujer; busca salir de su mala racha, y decide retomar su carrera en algún lugar del mundo, donde se presenten noticias bélicas que interesen a los periódicos internacionales.
Al descubrir la situación de inestabilidad política y social en la que El Salvador se encontraba, decide probar suerte en dicho país, al que ya conocía con anterioridad.
A través del auspicio y bajo engaño, viaja con su mejor amigo, Dr. Rock, un Disc jockey jubilado, para cubrir la naciente Guerra Civil que parecía explotar de un momento a otro; por lo que Boyle se instala en Puerto de La Libertad, donde vive con una chica salvadoreña llamada María, a quien conocía desde hace tiempo, y sostenía una relación a escondidas de su esposa.
Desde allí, este se entera de la realidad de un país sumido en la represión militar, y al borde de la ruina con su población enfrentada en 2 bandos.
Aunado aparte a una prensa sesgada por los dirigentes ultra-derechistas, y las intenciones de sus altos miembros bajo los Escuadrones de La Muerte, Boyle es además testigo de crímenes como el asesinato de Monseñor Romero en San Salvador, y el de 4 religiosas estadounidenses provenientes de Nicaragua, entre ellas, su amiga Cathy Moore (Cynthia Gibb)
Al ver lo complicado de la situación, y conociendo el origen de María, Morazán; Boyle sabe que la misma ya está fichada junto a sus familiares en los registros del ejército, esto porque algunos de sus miembros son afines al movimiento guerrillero del FMLN, y habían sido ejecutados.
Con ello, busca todos los medios para salvarle la vida, sacándola del país y llevándola a vivir a Estados Unidos por un tiempo, recibiendo el apoyo del embajador Thomas Kelly (Michael Murphy), aunque no logra conseguir que se legalicen sus papeles.
Por otro lado, Boyle, junto y gracias a su amigo el fotógrafo, John Cassady (John Savage) obtiene grandes tomas del conflicto, que tendrían un enorme valor al retornar a su país, y que lo volverían de nuevo famoso.
Sin embargo, al llegar a cruzar por El Paso, la policía migratoria los detiene, y María es deportada de regreso.
La película, como casi todas de Oliver Stone, es muy crítica, y no hay concesiones.
El desarrollo es el del clásico reportero que una vez dentro del país empieza a empaparse de la cultura local, y finalmente tomar partido por una causa; por lo que nos encontramos con una película de reporteros gráficos en zonas de conflictos violentos.
Fotógrafos de guerra que en esta ocasión, en uno de eso podridos conflictos que han empobrecido constantemente a la gente de Centro y Sudamérica, cogidos entre la pobreza y los intereses de las potencias que pelearon los conflictos “de baja intensidad” fuera de sus fronteras; donde el trabajo de estos profesionales es difícil, muchas veces cogidos entre los intereses de todas las partes que quieren utilizarlos, o callarlos, y con su vida en continuo riesgo.
En lo político, Salvador crítica al gobierno de Ronald Reagan durante su presidencia, y lo hace de una forma directa, revelando la hipocresía de su político.
Por el contrario, en muchos momentos suele apoyar al FMLN, diciendo en boca de sus protagonistas:
“They are a legitimate leftist peasant uprising”, lo cual es muy generoso por su parte, porque en realidad, ellos cometieron casi los mismos atropellos que los Escuadrones de La Muerte del gobierno.
La representación de Stone, simpatiza pues y mejor con los agricultores revolucionarios de izquierda, pero en una escena importante critica, el asesinato de prisioneros; y critica fuertemente el apoyo de Estados Unidos a los militares de derecha aliados con los Escuadrones de La Muerte, concentrándose en los asesinatos de 4 monjas estadounidenses, incluyendo a Jean Donovan.
La representación de Stone de La Iglesia Católica, como una fuerza de justicia, refleja los eventos en aquellos tiempos, ejemplificado en el sermón político del Arzobispo Óscar Romero, el cual está basado casi palabra por palabra en el discurso que hizo Romero antes de ser asesinado por un Escuadrón de La Muerte.
Y todo ello con apoyo cubano y de los sandinistas de Nicaragua.
Aquí, sobre todo, son los militares y paramilitares salvadoreños, junto con el apoyo de EEUU, los que se llevan la peor parte, y Oliver Stone no vacila en señalarlos.
El caso es que entre unos y otros, aquello fue una carnicería, y en un país como El Salvador, tan pequeño, 100.000 muertos son muchos muertos.
Sin lugar a dudas, fue una de las peores guerras civiles contemporáneas que han existido, especialmente en la cantidad de víctimas civiles.
En lo que respecta al filme, en realidad, el inicio es realmente desalentador, y demuestra la poca pericia que tenía Stone por aquel entonces:
Primero, no sabe contextualizar a la pareja protagonista, rozando el ridículo no sólo con la presentación de los personajes, sino también con el desarrollo y alistamiento en la aventura que resulta a todas luces forzada.
En un par de escenas, el guión pretende hacernos creer, que los protagonistas no tienen nada más que hacer que apuntarse en una aventura suicida, y además, el filme respalda esta idea, con un montaje tan apresurado, que nos muestra de manera confusa a los 2 protagonistas llegando a El Salvador sin que apenas hayan conducido durante más de un par de secuencias.
De hecho, a lo largo del filme se demostrará el poco interés de la película por situar exactamente los hechos en el país exacto, sino que simplemente el filme da un marco general, como si todos los países centroamericanos y sudamericanos fueran totalmente iguales; y para más INRI, sólo hay que contemplar la secuencia final, donde sucede exactamente lo mismo que al inicio, con el incidente en la frontera.
Del reparto, es fácil adivinar que el personaje que interpreta James Woods tiene gran parte de alter ego del propio cineasta, más viendo en retrospectiva la carrera del director.
El momento más claro en que vemos este desdoblamiento, es en la secuencia en la que James Woods realiza un discurso ante sus compatriotas militares que pretenden iniciar “un nuevo Vietnam”, por lo que, digamos que el personaje de Woods no quiere meterse en problemas, pero casi desde el primer momento lo hace consciente e inconscientemente al mismo tiempo, junto a su compañero de viaje, que es como si fuera la parte cómica pero no siempre, porque en muchas ocasiones le hace ver que está cometiendo errores, y le hace reflexionar.
Se cuenta que James Woods y Jim Belushi, frecuentemente se enfrentaron durante el rodaje; y su rivalidad competitiva fue secretamente alentada por el director Oliver Stone.
Según cuenta Stone, hubo una cena en la que James Woods y Jim Belushi conocieron a sus homólogos de la vida real; y en palabras de Stone:
“Belushi salió furioso de la cena, mientras que Woods no se llevaba bien con el verdadero Boyle”
Por su parte, según Jim Belushi, no hubo tráileres ni maquillaje durante la producción; y admitió que terminó usando su propia ropa en ciertas partes de la película.
Mientras que John Savage interpretó una versión ficticia de un fotógrafo real, John Hoglund o Olivier Rebbot, en la película; la actriz Cynthia Gibb que encarna a Cathy Moore, una animosa misionera de EEUU, que parece claramente una representación de Jean Donovan, que fue violada y asesinada por militares de paisano junto con 3 monjas en El Salvador, tiene un papel que no representa la realidad de Donovan en el involucramiento con Boyle.
Por otro lado, esta fue una de las películas latinoamericanas hechas por Hollywood en la década de 1980, en las que apareció la actriz mexicana Elpidia Carrillo; las otras fueron:
“The Border” (1982), “Beyond the Limit” (1983), y “Under Fire” (1983)
Como dato, según James Woods, cuando fue a ver la película en un teatro local y, mientras se iba, un refugiado de El Salvador se arrodilló ante él y le besó la mano, agradeciéndole que le contara la historia de la masacre de su familia...
Como errores, en el filme se muestra que El Arzobispo Óscar Romero es asesinado a quemarropa con una pistola.
Sin embargo, el verdadero Romero fue disparado por un francotirador, aunque en las mismas circunstancias.
En Salvador se plantea:
¿Cómo debe ser un izquierdista, cuál es la relación entre la rebeldía y el consumo de drogas?
Acaso sea, porque quien usa drogas en muchos casos busca escapar de la realidad, que no en todas, porque evidentemente existen drogas que se usan para adaptarse mejor en el entorno capitalista; de hecho, existe una película con este mismo protagonista que presenta tal situación.
Pero lo cierto es que este personaje, casi loco e indigente, es precisamente la encarnación de muchos que no son fanáticos de izquierda, y que se atreven a criticar a quienes ejercen violencia desde la izquierda, acusándolos de ser iguales, a los de ultraderecha, porque se entiende que aplicar sus mismos métodos, es ser igual a ellos, aunque se persigan diferentes fines; de hecho, él lo dice:
“Soy de izquierda pero no comunista”
Me pregunto si quienes somos izquierdistas no fanáticos, estamos condenados a ser indigentes locos con grandes sueños, que por su alta ética socialista no encajan en el socialismo real, ni mucho menos en El Capitalismo; que tampoco somos alcohólicos ni drogadictos... todo un llamamiento al estereotipo más guerrillero y falso.
Pero Salvador se salva porque contiene algunas secuencias realmente brillantes, por ejemplo, la secuencia de la prisión, donde se nos muestra con todo el horror, la manera de actuar de la gente que no considera o da importancia a la vida; rodada cámara en mano, es capaz de transmitir una realidad horrible y apabullante.
De igual manera están rodadas las secuencias donde hay acción, como la espectacular parte final donde se plasma la batalla entre las milicias y el ejército del gobierno.
Seguramente, una secuencia totalmente irreal, en que los periodistas se meten totalmente en la batalla, y no tienen reparos en pasar de una trinchera a otra, sin ser alcanzados por las balas… pero realmente es espectacular, como las imágenes del inicio en tono documental que muestran, literalmente, por dónde irán los tiros.
“You don't know what it's like in El Salvador!”
La Guerra Civil de El Salvador ha sido considerada como uno de los conflictos derivados de la confrontación ideológica, política y militar entre La Unión Soviética y los Estados Unidos, con sus respectivos aliados, conocida como Guerra Fría.
Esos 2 bandos en pugna en el conflicto salvadoreño, estaban influenciados por la contienda global; y El Gobierno de El Salvador había mantenido una firme alianza con los Estados Unidos desde mediados del siglo XX; donde Oficiales del Ejército Gubernamental, La FAES, recibieron adiestramiento en centros militares estadounidenses, como La Escuela de Las Américas, aún en la época anterior al conflicto bélico salvadoreño, obteniendo el apoyo de los gobiernos de Jimmy Carter, Ronald Reagan y George H.W. Bush.
Ese ambiente turbulento finalizó en 1992, cuando los combatientes del FMLN, formado por 5 agrupaciones de izquierda, y el gobierno de derecha del entonces Presidente Alfredo Cristiani, de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), firmaron Los Acuerdos de Paz, el 16 de enero de 1992, en Chapultepec, México, que aseguraron reformas políticas y militares, pero no profundizaron en el aspecto social.
Como resultado de la negociación, se produjeron varios acuerdos y modificaciones de La Constitución de La República, que permitieron que ambas partes cedieran hasta lograr un consenso, en parte forzados por factores internos y externos que influyeron en las decisiones.
El documento final de los acuerdos, se dividió en 9 capítulos que abarcan 5 áreas fundamentales:
Modificación de Las Fuerzas Armadas, creación de La Policía Nacional Civil, modificaciones al Sistema Judicial, y a la defensa de los Derechos Humanos, modificación en El Sistema Electoral y adopción de medidas en el campo económico y social.
El cumplimiento de los acuerdos se dio bajo la tutela de una misión especial de Naciones Unidas, la cual dio un finiquito tras 3 años de gestión.
Por otra parte, según La Comisión de La verdad de Las Naciones Unidas, las fuerzas gubernamentales fueron las acusadas del 85% de las 22.000 denuncias recibidas entre casos de homicidios, desapariciones, violaciones, torturas, secuestros y lesiones.
De las 11.268 muertes y desapariciones civiles, las fuerzas gubernamentales son responsables del 55% de los asesinatos de civiles; mientras que los grupos paramilitares de extrema derecha, entre los que se encuentran los Escuadrones de La Muerte, serían responsables del 40%; y los guerrilleros del FLMN eran responsables del 5%
La Comisión de La Verdad reprodujo una lista de 11.582 soldados de La Fuerza Armada de El Salvador, y 1.098 combatientes del FLMN caídos durante La Guerra Civil, pero estas cifras no están consideradas en los porcentajes anteriores.
Al tiempo que se hizo público que decenas de miles de personas resultaron heridas físicamente, como consecuencia de armas de fuego, explosiones, minas antipersonales, etc.; y miles de ellos quedaron con mutilaciones que los incapacitaron de por vida.
Miles, también, resultaron con graves secuelas psicológicas, si se tiene en cuenta las violaciones a las que fueron sometidas incontables mujeres, y las torturas y vejaciones que padecieron otros tantos hombres; y numerosos niños quedaron huérfanos de padre, madre, o ambos.
Los daños materiales, por su parte, fueron cuantiosos:
Puentes, carreteras, torres de transmisión eléctrica, etc., resultaron destruidos o severamente dañados; la fuga de capitales, y la retirada del país o el cierre de innumerables empresas, hizo que la economía del país se estancara durante más de una década; de hecho, la reconstrucción de la infraestructura, se ha prolongado hasta la actualidad.
Desde el punto de vista social, el costo también fue muy alto.
La desmovilización de los excombatientes y su reinserción a la vida civil, ha sido una dura labor que aún continúa.
Como consecuencia de La Guerra, quedaron en manos de la población civil miles de armas de fuego, lo cual propició el surgimiento de las pandillas de jóvenes y adultos denominadas “maras”, dedicadas a la delincuencia y al tráfico de drogas, y que han hecho de El Salvador, uno de los países, con ausencia de guerra, más violentos del mundo.
Por otro lado, cerca de 500.000 salvadoreños se vieron obligados a abandonar el país; la mayoría se radicó en el estado de California, donde los emigrados y sus descendientes se han convertido en una importante fuerza económico-laboral, y las remesas de dinero que envían a sus familiares en El Salvador, se han transformado en uno de los principales motores de la economía nacional.
En 1997, Butros Butros-Ghali, Secretario General de Naciones Unidas, dio por finalizado El Proceso de Paz en El Salvador, señalando que “si bien era cierto que no todos los acuerdos se habían cumplido en su totalidad, el grado de cumplimiento es aceptable”
En la celebración de los 15 años de Los Acuerdos, la sociedad salvadoreña se vio dividida por la polarización política imperante; por lo que el gobierno realizó por su parte, el acto oficial de conmemoración en el lugar en el que se había firmado El Acuerdo de Paz Social, evento al cual asistieron representantes de todos los partidos políticos; sin embargo, la oposición política también lo celebró, pero en un acto público en el centro de San Salvador, frente a La Catedral Metropolitana.
Por último, y referente a la película, con motivo de la muerte de Richard Boyle, a principios de septiembre de 2016, el director, Oliver Stone, escribió una nota de despedida, en la que contaba que, fue Ron Kovic, el veterano que le inspiró el oscarizado filme “Born On The Fourth Of July” (1989), quien le presentó a Boyle en un café de Venecia, Italia, en 1977; y que éste fue a El Salvador, porque “allí estaba la acción”
Por cierto, es curioso que Oliver Stone, cuando le preguntan que cite las 3 películas de su filmografía, por las que se siente más satisfecho, y que más le gustan, siempre señala a “Salvador”, una película que es una llamada de atención para el espectador, sobre la violencia reinante en los otros países del continente, en los que EEUU tiene mucho que ver.

“To date, the murderers of Archbishop Romero have not been found and the same military leaders continue in power.
El Salvador continues to be one of the largest recipients of U.S. military aid in the world”



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