Uncle Tom's Cabin

“The road to freedom is long and costly”

Las causas de La Guerra de Secesión fueron múltiples y complejas, complejidad aumentada por la diversa interpretación que sus protagonistas le dieron con el tiempo; no obstante, hay una que tiene una especial importancia, y no es otra que la institución de la esclavitud.
Ésta, ya constituyó un problema al redactarse La Constitución, que se solventó admitiendo la existencia de estados esclavistas y estados “libres” o “sin esclavitud”, y otorgando al Gobierno Federal, el poder de aprehender esclavos fugados a estados libres.
En los años 50, la esclavitud se convirtió en el tema central de la política de EEUU, creándose un nuevo partido, El Partido republicano, con la meta de acabar con ella.
Pronto, la figura más destacada de dicho partido, sería un abogado de Illinois llamado Abraham Lincoln.
Éste no propuso leyes federales contra la esclavitud pero, en un discurso de 1858, expresó su deseo de detener la expansión de la esclavitud, y sustituirla por la idea de que esta estaba en el camino de la extinción final.
Gran parte de la batalla política en la década de 1850, se enfocó en la expansión de la esclavitud en los territorios recién creados; y El Congreso aprobó La Ley de Esclavos Fugitivos, que prohíbe la asistencia a fugitivos y el fortalecimiento de las sanciones, incluso en los estados libres, que consideraba un deber “la denuncia de los esclavos fugitivos”, e hizo nacer en ella, el deseo de representar la esclavitud bajo forma dramática, aunque fuera un pálido reflejo, una débil pintura de las angustias y de la desesperación de millares de corazones, de millares de familias destrozadas.
Bajo ese marco histórico vivió Harriet Elisabeth Beecher Stowe, una abolicionista y autora de más de 10 libros, siendo el más famoso “Uncle Tom's Cabin” (1851), que describe las duras condiciones para los afroamericanos esclavizados; y afirmó tener una visión de un esclavo moribundo, durante un servicio de comunión en la capilla de la universidad, lo que la inspiró a escribir su historia.
Sin embargo, lo que más le permitió empatizar con los esclavos, fue la pérdida de su hijo de 18 meses, Samuel Charles Stowe; incluso afirmó lo siguiente:
“Habiendo experimentado la pérdida de alguien tan cercano a mí, puedo simpatizar con todos los esclavos pobres e impotentes en las subastas injustas.
Siempre estarás en mi corazón Samuel Charles Stowe”
Poco después, en junio de 1851, cuando tenía 40 años, ella se publicó la primera entrega de su “Uncle Tom's Cabin” en forma de serie en el periódico The National Era.
Originalmente usó el subtítulo “The Man That Was A Thing”, pero pronto se cambió a “Life Among the Lowly”
Las cuotas se publicaron semanalmente, desde el 5 de junio de 1851, hasta el 1 de abril de 1852; y para la serialización del periódico de su novela, a Stowe le pagaron $400
“Uncle Tom’s Cabin” fue publicada en forma de libro, el 20 de marzo de 1852, por John P. Jewett, con una tirada inicial de 5.000 copias.
Cada uno de sus 2 volúmenes, incluye 3 ilustraciones y una página de título diseñada por Hammatt Billings; y en menos de 1 año, el libro vendió 300,000 copias, sin precedentes.
El objetivo del libro era educar a los norteños sobre los horrores realistas de las cosas que sucedían en el sur; y el otro propósito era tratar de hacer que la gente del sur se sintiera más empática con las personas a las que forzaban a convertirse en esclavos; por lo que la obra tiene la esclavitud como tema central; y narra 2 historias paralelas:
La del negro de la casa, y la del negro del campo.
El primero, El Tío Tom, es complaciente y obediente, sin poder imaginar un futuro fuera de la plantación; el segundo, dispuesto a todo para lograr su libertad y la de su familia.
Pero en “Uncle Tom’s Cabin” predomina una temática única:
La maldad y la inmoralidad de la esclavitud; mientras Stowe maneja otros subtemas a lo largo del texto, tales como la autoridad moral de la maternidad y las posibilidades de arrepentimiento ofrecidas por el cristianismo, enfatiza las conexiones entre aquello y los horrores de la esclavitud; y saca a relucir su lucha contra la inmoralidad de la esclavitud en casi cada página de la novela, en ocasiones, incluso cambiando el rumbo de la historia para poder dar un “sermón” sobre la naturaleza destructiva de la esclavitud, como cuando una mujer blanca en el barco que lleva a Tom al sur dice:
“La parte más espantosa de la esclavitud es, en mi opinión, su atrocidad sobre los sentimientos y el afecto:
La separación de las familias, por ejemplo”
Y es que una de las formas en que Stowe mostró la maldad de la esclavitud, es como esta “institución peculiar” obligaba a separar a las familias; pues ella veía la maternidad como “el modelo ético y estructural de toda la vida de EEUU”, también creía que solo las mujeres tenían la autoridad moral para salvar al país del demonio de la esclavitud; por ello, otra temática principal del libro, es el poder moral y el carácter sagrado de las mujeres.
A través de personajes tales como Eliza, quien escapa de la esclavitud para salvar a su hijo, y finalmente reúne a su familia completa; o de la pequeña Eva, quien es vista como “la cristiana ideal”, Stowe muestra su idea de que las mujeres podrían salvar a sus seres queridos de, incluso, las mayores injusticias.
Mientras que los críticos más recientes, han destacado que los personajes femeninos de Stowe, son a menudo estereotipos domésticos en lugar de mujeres reales, la novela de Stowe “reafirmó la importancia de la influencia femenina” y ayudó a adoquinar el camino del movimiento por los derechos de las mujeres en las décadas siguientes.
Las creencias religiosas puritanas de Stowe, también se muestran en el final de la novela, mostrando la temática mediante la exploración de la naturaleza del cristianismo, y cómo siente que la teología cristiana es fundamentalmente incompatible con la esclavitud.
Esta temática se hace más evidente cuando Tom desea ir a St. Clare, para “ver a Jesús” luego de la muerte de la amada hija de St. Clare, Eva.
Debido a que la temática cristiana tiene un papel muy importante en “Uncle Tom’s Cabin”,  y debido al uso frecuente de Stowe de interjecciones sobre religión y fe, la novela suele tomar la forma de “un sermón”
Por tanto, entre tanta tiranía, Tom es un ejemplo a seguir para perdonar al prójimo, un “milagro moral”, de la moral cristiana.
El libro llegó a millones, e influyó en los Estados Unidos y Gran Bretaña, dinamizando las fuerzas antiesclavistas en el norte de Estados Unidos, mientras provocaba una ira generalizada en el sur.
La descripción emocional del libro de los efectos de la esclavitud en los individuos, capturó la atención de la nación; y Stowe demostró que la esclavitud conmovió a toda la sociedad, más allá de las personas directamente involucradas como amos, comerciantes y esclavos.
Así, su novela se sumó al debate sobre la abolición y la esclavitud, y suscitó oposición en el sur.
En el sur, Stowe fue descrita como “fuera de contacto, arrogante y culpable de difamación”; y en 1 año, solo 300 bebés en Boston se llamaron “Eva” como uno de los personajes del libro; y una obra basada en el libro, se abrió en New York en noviembre.
Los sureños respondieron rápidamente con numerosos trabajos de lo que ahora se llaman novelas “anti-Tom”, tratando de retratar a la sociedad sureña y la esclavitud en términos más positivos.
Muchos de estos fueron “best sellers”, aunque ninguno igualaba la popularidad del trabajo de Stowe, que estableció los registros de publicación.
Y es que después del comienzo de La Guerra Civil, Stowe viajó a la capital, Washington, DC, donde conoció al Presidente Abraham Lincoln, el 25 de noviembre de 1862.
La hija de Stowe, Hattie, informó:
“Fue un momento muy gracioso que tuvimos en La Casa Blanca, se lo aseguro...
Solo diré ahora, que todo fue muy divertido, y estábamos listos para estallar de risa todo el tiempo”
Lo que Lincoln dijo es un misterio menor.
Más tarde, su hijo informó que Lincoln saludó a Stowe diciendo:
“Entonces usted es la mujercita que escribió el libro que inició esta gran guerra”
La escritora fue influyente, tanto para sus obras como para sus posturas públicas sobre los temas sociales del momento, un activismo de campaña como se puede denominar ahora.
“We got no money, no food, no home, and I feel like we own the world”
Uncle Tom's Cabin es un drama del año 1987, dirigido por Stan Lathan.
Protagonizado por Avery Brooks, Kate Burton, Bruce Dern, Paula Kelly, Phylicia Rashad, Edward Woodward, George Coe, Frank Converse, Jenny Lewis, Troy Beyer, Samuel L. Jackson, Irma P. Hall, Jerry Haynes, Robert Graham, Bill Bolender, entre otros.
El guión es de John Gay, basado en la novela “Uncle Tom's Cabin” (1851) de Harriet Beecher Stowe; y el director Stan Lathan, dirige esta adaptación para televisión del clásico libro, un relato que oscila a menudo entre el documental crudo y el fragmento retórico, que es de desigual valor artístico; y pese a ello, arrastra al espectador a estar imbuido en un profundo sentimiento de indignación moral que constituye su principal valor.
La historia narra la vida de Tom (Avery Brooks), un esclavo muy inteligente y nada sumiso, y su relación con las personas que encuentra en su camino.
Como antagonista principal, Simon Legree (Edward Woodward) es un hombre despreciable, al que las costumbres de su tiempo le han convertido en todo un villano.
Pero el filme narra la historia de varios personajes:
Desde el tío Tom, que es el esclavo negro de la casa que no se plantea otra vida diferente de la que tiene, un personaje de una pureza extrema, un hombre recto y bueno hasta límites insospechados que, pese a todos los horrores que padece, siempre logra mantener su fe y su humanidad.
Es, a través de este carácter excepcional y de su bondad, que consigue consolidarse como un referente en los distintos espacios de dueños blancos por los que va pasando.
Además del tío Tom, está George (Samuel L. Jackson), el esclavo del campo que huye, a través del cual se narran las vicisitudes del viaje de huida, incluido el funcionamiento del tren subterráneo, un sistema compuesto por abolicionistas que ayudaban a los esclavos a huir.
También está Eliza (Phylicia Rashad), la madre; la niña blanca, Evangeline “Little Eva” St. Claire (Jenny Lewis) que quiere a los esclavos; los dueños buenos y los malos; y los capataces esclavos.
Uncle Tom’s Cabin es un documento tremendo, en el que la deshumanización de un sistema infame, queda desmontado a través de personajes de una humanidad épica.
La narración está hecha de una forma que profundiza en los personajes y sus situaciones; y las descripciones de los sistemas de esclavitudes de la vida de los esclavos y los dueños, poseen unos detalles que nos trasladan a la época.
También se cuidó mucho de la reproducción del lenguaje que usaban los protagonistas, el vestuario y los escenarios.
Uncle Tom’s Cabin tiene una buena historia, tiene un mensaje que aún resuena, y tiene buenos actores; y aunque en verdad la historia ha sido muy fragmentada, para una película de televisión, vale la pena verla; pues es una película educativa y apreciada.
“If you take my blood, that is nothing.
No, you can hurt me no more!”
Básicamente, Uncle Tom’s Cabin es una de esas películas de televisión de los años 80, que en su mayor parte ha sido olvidada, junto con la mayoría de las películas de esa década; que eran una clase aparte:
Muchas se inspiraron en verdaderos crímenes reales o en la literatura, como Uncle Tom’s Cabin, en una película con estrellas de televisión.
De todos modos, las películas de televisión del pasado, han desaparecido por mucho tiempo en las estaciones de cable y la programación; pero la calidad de esta película de televisión vale la pena mirar y reflexionar.
Y es que la esclavitud es uno de los capítulos más oscuros de la historia de Estados Unidos, pero esta película capta con delicadeza el drama en la vida de un esclavo, y cómo se esfuerza por interactuar amable y valientemente con los demás, a pesar de su situación.
No se basa en escenas demasiado violentas y gráficas como muchas películas convencionales con temas de esclavitud o guerra para ser entretenido.
En cambio, esta película se basó en el drama, la historia, el desarrollo del personaje y la descripción de lo preciosa que es la libertad.
Todo transcurre en Kentucky, antes de la abolición de la esclavitud.
Un rico y humano propietario, se ve obligado, debido a las dificultades financieras, a vender a un mercader el mejor y más fiel de sus esclavos:
El tío Tom, y un chiquillo, Henry.
La madre del chiquillo, la mestiza Eliza, huye llevándose a la criatura; perseguida, consigue, bajo las miradas aterrorizadas de sus perseguidores, atravesar milagrosamente el Ohio helado; encuentra luego ayuda y protección junto a una colonia de cuáqueros, donde muy pronto se le reúne su marido, George, que también ha huido de su cruel amo; y juntos se trasladan al Canadá, donde se inicia para ellos una nueva vida.
Bastante más triste es el destino del tío Tom:
Consciente de lo que le espera, no huye, y sigue al mercader, abandonando su familia con el corazón destrozado.
El encuentro con la pequeña y tierna Evangeline Saint-Clare, que induce a su padre a comprarlo, abre en su vida un paréntesis de melancólica serenidad y de ferviente vida religiosa.
En la aérea figura de Evangeline, se concentró, idealizado con la gracia de la belleza infantil, el sentimiento de amor cristiano hacia los débiles y oprimidos que invoca toda lucha en favor de la abolición de la esclavitud.
Pero Evangeline muere, y poco más tarde muere también su padre, herido por azar en una pelea.
Los esclavos son vendidos, y el pobre Tom cae en manos del brutal Simon Legree, que le lleva a sus plantaciones de algodón, con la intención de hacer de él un cómitre.
Tom se niega a maltratar a los demás esclavos y, sostenido por su fe, se atreve a hacer frente a su patrón, quien, enfurecido, lo hace azotar hasta la muerte.
Y cuando el hijo de su antiguo amo llega, después de haberle buscado ansiosamente, para rescatarle y llevarle junto a los suyos a Kentucky, sólo puede recoger sus últimas palabras de amor y de perdón.
Pero la lección no se ha perdido, y el joven, apenas vuelto a su casa, libera inmediatamente a todos sus esclavos.
Aunque la autora sostiene que el tío Tom no es un personaje imaginario, sino que está forjado según el modelo de distintos negros que ella personalmente conoció, su figura aparece a menudo, siquiera sea en virtud de un artificio polémico, como excesivamente idealizada para ser artísticamente vital.
En el sereno ambiente de Kentucky, Tom es sencillamente un esclavo fiel a su amo hasta el escrúpulo, marido y padre amantísimo, excelente compañero, y consejero de los demás esclavos, y celoso cumplidor de sus deberes religiosos; cuando el destino lo arranca a los suyos, y se inicia su calvario, parece que el dolor le afine sublimándole y liberándole cada vez más.
En casa de Saint-Clare, junto a la dulce Evangeline, su sentimiento religioso se hace tan profundo y ferviente, que tío Tom se convierte casi en el consejero espiritual de la familia y, con sus palabras llenas de fe, consuela a su escéptico dueño en su hora postrera.
En el infierno de la plantación, junto al río Colorado, Tom llega al heroísmo:
Frente al amo brutal, que pretende convertirle en esbirro, su conducta es la de un mártir que conscientemente provoca y acepta su martirio:
“Haga usted de mí lo que quiera.
Cuando mi cuerpo haya muerto, tendré para mí toda la eternidad”, dice.
El recuerdo de la familia y de la casa lejana, casi se ha desvanecido; a Tom sólo le queda un inmenso amor cristiano por todos sus semejantes, por los capataces que le azotan, y aun por el dueño que le ha mandado martirizar.
La autora está convencida, de que los negros, “mansos y humildes de corazón, inclinados a dejarse guiar por una mente superior, y a confiar en un poder más alto, afectuosos y sencillos como niños, siempre dispuestos a perdonar”, serán tal vez un día la más pura manifestación de la vida cristiana.
Y esta convicción, la lleva a prestar a su héroe, la sabiduría de un patriarca del Antiguo Testamento, aureolado con la luz de un martirio conscientemente aceptado y soportado.
Junto a Tom, y a pesar de su carácter secundario, adquiere particular relieve la figura de Evangeline:
Esta dulce niña, que tantas lágrimas ha hecho verter, tiene toda la gracia de una figura mitológica.
No puede ver sufrir; en su corazón, hay un cristiano sentimiento de fraternidad y de amor hacia todo el mundo, en particular para los humildes.
La entristecen profundamente los sufrimientos de los pobres esclavos; se preocupa de su ignorancia, y quiere enseñarles a leer para que puedan, por si solos, consolarse en la lectura de La Biblia.
No es extraño pues, que los negros la adoren y que aún la indomable Topsy sea vencida por su dulzura.
La enfermedad que la aqueja y consume, parece más que otra cosa, una nostalgia del cielo, y una incapacidad para encerrarse en este mundo lleno de injusticia y tristeza:
Ella siente la proximidad del cielo con una certidumbre plácida, cual los rayos del ardiente Sol y dulce como la serenidad de un hermoso día de otoño, y en ella descansa su corazón, sólo turbado por la aflicción de cuantos la aman.
La lectura de La Biblia, junto a su viejo amigo, el tío Tom, le ha enseñado a conocer la figura de “aquel que amaba a los niños”, en la que ha puesto tanto afecto, que se ha convertido para ella, en algo que vive y habla.
Con inteligencia precoz, observa disgustada las deplorables consecuencias del sistema social que la rodea, y sufre del contraste entre su deseo de dar alegría y libertad a todo el mundo, muy a pesar de su debilidad física:
“Comprendo que Jesús quisiera morir por nosotros, ya que cuando veo los sufrimientos de los pobres esclavos, siento que moriría de buena gana si mi muerte pudiera poner fin a tantas miserias”
Tras un último adiós a sus fieles esclavos, expira sonriendo a una visión de amor, de luz y de felicidad, y abandonando sin dolor sus mortales despojos.
El tema de Uncle Tom’s Cabin es magnífico:
La esclavitud y las crueldades que se derivan de ella.
Queda evidenciado el comercio de seres humanos, que esclaviza, separa a las familias, y hace presa de maltratos físicos a una persona simplemente por su color de piel.
Pero lo que es más relevante, es que presenta perfectamente las diferentes formas de percibir la esclavitud por los distintos actores implicados.
A través de las diferentes perspectivas, queda patente que la esclavitud es un horror, cosa que en nuestros días parece una obviedad, pero cuando se publicó el libro fue muy relevante; haciendo hincapié en todas las injusticias, y aún en los fallos legales de la legislación de EEUU, como el hecho de que “si el amo moría, el esclavo no obtenía su libertad, sino que seguía siendo comerciado a su suerte, pudiendo caer en manos de un opresor más cruel”
Otra virtud, es que no profundiza en los detalles de la violencia, dejándola simplemente sugerida; y además del controvertido tema de la esclavitud, se introduce a la mujer como la salvadora de la nación, y le da así un toque sagrado y maternal.
Otro tema que podemos observar con claridad, es el cristianismo.
La autora era puritana, y esta religiosidad podemos verla al final de la obra.
Sus creencias son incompatibles con la esclavitud, y es por eso por lo que observamos una crítica tremenda hacia ese horrible hecho, que todavía, a día de hoy, perdura en algunos lugares del mundo.
Aquí hay tantas alusiones religiosas, que podemos considerarla “un sermón”
Y desde una perspectiva contemporánea, puede parecer excesivo el melodramatismo y el moralismo que permean el discurso, ya que caricaturizan un poco el problema de la esclavitud, porque no se superan los argumentos simplistas que la autora desprende de sus interpretaciones bíblicas; y reiteradamente, el discurso prefiere asumir la defensa de la vida pacífica en familia, como un derecho fundamental de todos, incluyendo los africanos, sin expresar mayor profundidad filosófica.
Por esto parece que parte del éxito rotundo del filme reside en la simpleza del discurso, y su acertado efectismo moralista de la época, que logra la simpatía del espectador.
Queda claro pues, que se comprende que Stowe no buscaba ganarse enemigos con un libro que propusiera o fomentara la insubordinación de los esclavos, pero me parece que los agravios y vejámenes que el tío Tom acepta con resignación cristiana, únicamente logran igualarlo a la figura de Cristo ante los ojos de los estadounidenses blancos de la época.
Asimismo, simpatizo con la actitud valerosa del negro George Harris, que pudo huir y rehacer pacíficamente su vida familiar, fuera de las fronteras de Estados Unidos.
Sin embargo se me hace difícil comprender la decisión de Harris, de regresar a África, a “donde pertenece”; inhibiéndose de participar activamente en la lucha emancipadora de su país.
No podemos evitar cierta desconfianza en la visión abolicionista de la autora, cuando el negro más inteligente y educado, se sustrae del contexto socio-cultural en que se formó, para emprender una nueva vida en un país totalmente desconocido...
Por esto considero que la obra no alcanza plenitud como documento histórico o texto arqueológico, ya que falla en plantear cabalmente cualquier otro conflicto socio-político de su momento; como por ejemplo, la rivalidad entre Norte y Sur por la injerencia del gobierno federal en la imposición de aranceles a los productos importados, mayormente por El Sur; medida que buscaba proteger la producción industrial doméstica del Norte.
No profundiza en la intensa actividad anexionista de nuevos territorios u estados que sucede para esa época, con sus correspondientes batallas político-constitucionales para determinar, si dichos estados serían libres o esclavistas.
Del reparto, Bruce Dern siempre ha sido conocido, especialmente durante los años 50, 60 y 70, por sus representaciones de lunáticos, psicóticos y psicópatas.
Sus villanos eran los más viles y repugnantes que se puedan imaginar.
Repulsivo es tal vez un adjetivo demasiado amable; y años más tarde, suavizó su imagen en gran medida, desempeñando papeles secundarios extravagantes y excéntricos.
Por eso, en esta película, retrata al sensible, cariñoso y sensible Mr. St. Clare, a menos que realmente lo deseara, para combatir el estereotipo, si ese es el caso, realmente hizo un gran trabajo.
Y la imagen de Edward Woodward, es la de un caballero sofisticado, pulido y hombre del mundo; incluso como un villano, no es grosero o vulgar.
Y Legree, es uno de los brutos arquetípicos.
La grosería de Richard Boone o Neville Brand, es necesario para este personaje.
Por las escenas, decir que hay algunas escenas perturbadoras, pero no excesivamente excesivas.
Sé que fue una película de televisión de bajo presupuesto, pero al menos pudieron haber usado una cápsula de sangre en algunas partes, en vez de no mostrar sangre en absoluto; un ejemplo sería, cuando un hombre recibe un disparo en el hombro…
Ni una sola gota de sangre.
La única parte que recuerdo con sangre, fue cuando golpearon a Tom, que también fue la única parte que pensé que estaba bien.
Para los días que corren, alguien como Quentin Tarantino haría de Uncle Tom’s Cabin, una carnicería, tampoco así.
“Uncle Tom was right.
Only his body died at the hands of Simon Legree.
Tom's spirit rose out of the pages of Harriet Beecher Stowe's novel to agitate the conscience of a nation.
A war was fought; the black people were legally freed”
“Uncle Tom’s Cabin” fue la novela más vendida en el siglo XIX; y el 2º libro más comprado de la época después de La Biblia, y fue escrito con la intención de darle mayor impulso a la causa abolicionista en los Estados Unidos anteriores a La Guerra Civil.
Tras el primer año de su publicación, se vendieron unas 300.000 copias del libro.
La comparación con La Biblia, destacando su popularidad, es significativa, ya que Harriet Beecher Stowe fue una devota y comedida cristiana, hija del presidente de un seminario cristiano, y esposa de un profesor de literatura bíblica en la facultad.
Los lectores que acudían a la iglesia, responderían favorablemente a “Uncle Tom's Cabin” porque fue pensado en los valores que La Biblia exponía como propios; y en un período en el que la esclavitud no había sido abolida, este libro representaba un blanco fácil de fuertes y profundamente negativas críticas por parte de los sectores opositores, es decir, aquellas personas que se alzaban a favor del sistema, y en contra de la causa abolicionista.
Además, las palabras que Harriet incluyó en su obra, solían ser algo polémicas en tanto que no conformaba a ambas partes.
Por otro lado, la novelista brindó su visión sobre el tema, lo que luego reforzó mediante la imagen de familias rotas y destruidas por la empresa traficante de esclavos, separaciones innecesarias, y la crueldad de muchos de los propietarios que acudían a la gran tienda a comprar mano de obra barata.
La bondad y la humildad de Tom, junto a la santa inocencia de personajes infantiles y hombres blancos de bien, contrastan con la pavorosa realidad de la sociedad en la que movían.
Como último detalle, Beecher Stowe fue exquisita y meticulosa en la elaboración de su obra, no solo porque esbozó una gran cantidad de imágenes cortantes, sino porque contribuyó a una atmósfera realista, al representar de la forma más fiel posible el lenguaje de sus personajes, que mucho decía de sus niveles sociales, algo que encontramos en otros autores como Kate Chopin, Henry James o Mark Twain, por ejemplo.
Históricamente, el libro fue escrito en fechas en que Estados Unidos, junto con Brasil, eran uno de los pocos países que seguían admitiendo la esclavitud legal; y este libro contribuyó a profundizar el debate, y a ampliar la conciencia de los ciudadanos respecto al sistema esclavista.
Si bien, La Guerra de Secesión fue un episodio traumático en la historia de los Estados Unidos, permitió que se solucionaran problemas irresolutos desde 1776:
Se consiguió abolir la esclavitud, y reunir los diferentes estados en una única nación indivisible.
Durante los 4 años que duró esta guerra, más de 3 millones de hombres fueron movilizados, y las bajas alcanzaron la cifra de 617.000, es decir, el 2% de la población coetánea.
El Norte perdió 359.000 hombres; y el Sur 258.000.
Hubo más muertes debidas a epidemias y enfermedades que a la guerra en sí.
A esto también se deben añadir las decenas de miles de víctimas civiles.
En definitiva, este conflicto fue, junto con La Segunda Guerra Mundial, uno de los más cruentos en los que ha participado Estados Unidos.
Por todas estas razones, y para recordar que hasta las costumbres más espantosas fueron primero “la norma”, fueron “legales”… se consiguieron quitar a base de mucho trabajo y de mucha educación e información.

“Today, 120 years later, the battle for true freedom still continues”



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