Ready Player One

“An adventure too big for the real world”

El término “cultura popular” hace referencia al conjunto de patrones culturales y manifestaciones artísticas y literarias, creadas o consumidas preferentemente por las clases populares, sea clase baja o media sin instrucción académica, por “la plebe” o por contraposición con una cultura académica, sea clase alta, centrada en medios de expresión tradicionalmente valorados como superiores, y generalmente más elitista y excluyente.
Sin ánimo “completista” y a modo de ejemplos, algunas de las más destacadas del siglo XX son:
En la música, el jazz, el blues, el reggae, el rap, el heavy metal, el rock, el pop; en el baile, el hip-hop, “street dance” y otros géneros urbanos; en las artes plásticas, el grafiti; en la literatura, las llamadas “literaturas de género” como fantástico, novela negra y ciencia ficción; y en nuevos medios de expresión como el comic, la animación, los videojuegos, y los juegos de rol.
“Ready Player One” es una frase que acuñó Atari, cada vez que empezaba uno de sus videojuegos, y es también un juego de rol literario (LitRPG) creado por Ernest Christy Cline, un novelista estadounidense de ciencia ficción, y aficionado del mundo de los ordenadores, conocido por su novela debut homónima de 2011.
Señalar que un juego de rol literario (LitRPG), que es un género literario donde los juegos o desafíos de juegos forman una parte esencial de la historia.
Un trabajo LitRPG, narra simultáneamente la historia de personajes dentro y fuera del mundo del juego; y al menos algunos de los personajes de una novela de LitRPG, entienden que están jugando un juego, pues son “metaconscientes”
La historia en cuestión, está ambientada en un distópico 2045, y sigue al protagonista, Wade Watts, en su búsqueda de un “Huevo de Pascua” en un juego mundial de realidad virtual, cuyo descubrimiento lo llevará a heredar la fortuna del creador del juego.
Los personajes son, en su mayoría, “gunters” o “egg hunters”; es decir, buscadores de pistas y tesoros, y son:
Wade Owen Watts/Parzival, es el protagonista de la novela, un huérfano de 18 años, que pertenece a las barriadas que rodean la ciudad metropolitana de Oklahoma.
Wade nombra a su avatar/personaje de OASIS como Parzival, “el caballero arturiano involucrado en la búsqueda del Santo Grial”, y dedica su vida a encontrar El Huevo de Pascua de James Halliday.
El personaje de Wade se basó en una mezcla de Cline y sus amigos “geek”
James Donovan Halliday/Anorak es creador de OASIS, que es en realidad un acrónimo de “Ontologically Anthropocentric Sensory Immersive Simulation” o “Simulación Inmersiva Sensorial Antropocéntrica” por lo que su muerte pone en marcha el concurso que detona toda la trama.
Gran admirador de la cultura de los 80, Halliday anuncia en su testamento sus planes de dejar toda su fortuna a quien pueda encontrar su Huevo de Pascua que había escondido en OASIS.
Inicialmente, su personaje fue inspirado por Willy Wonka, a quien Cline describió como “un rico excéntrico que tiene un concurso fantástico”; y usó las personalidades de Howard Hughes y Richard Garriott, e hizo coincidir el año de nacimiento de Halliday con el suyo, para que sus intereses culturales coincidieran con los otros “geeks” de mediana edad que Cline conoce.
Aech, es el mejor amigo de Wade; artillero y rival en la búsqueda del Huevo.
La especialidad de Aech está en juegos de disparos en primera persona, y es uno de los principales combatientes en OASIS.
Aunque el avatar de Aech es un varón caucásico heterosexual atlético, Aech es interpretada por una lesbiana afroestadounidense llamada Helen Harris, que creció en Atlanta, Georgia, y tiene aproximadamente la misma edad que Wade.
Aech se basa en parte en el amigo de Cline, Harry Knowles, así como en él mismo y en otros “geeks”, tanto hombres como mujeres.
Art3mis es una famosa mujer “gunter” y blogger.
Wade tiene un gran ciber-enamoramiento con ella, que se complica por la competencia en busca del Huevo; por lo que Parzival siente una fuerte atracción por ella, a pesar de que nunca han cruzado palabra.
Ella eligió el nombre de su avatar de la diosa griega de la caza; y como otros personajes, Cline basó Art3mis en sí mismo y en otros “geeks”, tanto hombres como mujeres.
Su verdadero nombre es Samantha Evelyn Cook, de Vancouver, Columbia Británica, y tiene una mancha de vino de Oporto en la cara.
Daito es uno de los 2 artilleros japoneses que suben a la cima del marcador al comienzo de la búsqueda, trabajando en equipo con su hermano Shoto.
La pareja tiene una relación generalmente tensa, pero no hostil con Aech, y Art3mis, y están más cerca de Parzival, y trabajan juntos en misiones no relacionadas con la búsqueda.
Ambos se basan en “otaku”, los “geeks” japoneses que disfrutan de películas y anime, así como los “hikikomori”, personas que viven como reclusos dentro de las casas de sus familias.
El verdadero nombre de Daito se revela como Toshiro Yoshiaki, luego de que un IOI lo mata.
Shoto, es el segundo y más joven de los 2 “gunters” japoneses que trabajan en equipo en la búsqueda del Huevo.
El verdadero nombre de Shoto es Akihide Karatsu, y tras la muerte de su compañero, Shoto colabora con Art3mis, Aech y Wade para terminar la búsqueda.
Ogden Morrow es el cofundador de “Gregarious Simulation Systems” (GSS) y mejor amigo de Halliday; su relación aparentemente no estaba en los mejores términos al momento de su muerte.
Ogden “Og” Morrow, como co-creador de OASIS, manejaría las operaciones comerciales; y su apariencia y personalidad se describen como “un cruce entre Albert Einstein y Santa Claus”
Preocupado porque la gente lo estaba usando para escapar de la realidad, dejó GSS, y trabaja en software educativo con su esposa Kira hasta su muerte.
Su relación con Halliday se deterioró, y los 2 hombres permanecieron distanciados hasta antes de la muerte de Halliday, cuando se le confía la tarea de garantizar que la búsqueda transcurra sin problemas y sin trampas.
Ogden vive en Oregon, y posee un conjunto de consolas OASIS avanzadas y plataformas de inmersión, y es capaz de monitorear a todos en OASIS, incluso en salas de chat privadas.
Rara vez aparece en público, y solo aparece en OASIS una vez al año en su cumpleaños, donde asume el avatar del Gran y Poderoso Og.
El personaje de Ogden, y su relación con Halliday, fueron inspirados por Steve Jobs y Steve Wozniak, siendo Morrow más como Jobs, como “un líder tecnológico carismático”
Nolan Sorrento/IOI-#655321 es el líder de los “Sixers”, una división de IOI; y es el jefe de operaciones de “Innovative Online Industries” (IOI), la corporación multinacional que sirve como proveedor de servicios de Internet para la mayor parte del mundo, y que planea hacerse cargo y monetizar OASIS.
Sorrento es el jefe de la división Oology de IOI, que se dedica a la búsqueda del Huevo de Pascua de Halliday.
Su nombre de avatar es IOI-655321, después de su número de empleado.
Los empleados de IOI en la división, reciben el sobrenombre de “Sixers”, después de sus números de empleados de 6 dígitos que también comienzan con el número 6.
Cline dijo que nombró a Sorrento por Nolan Bushnell, fundador de la compañía de videojuegos Atari, y dijo:
“No es que piense que Nolan es un tipo malo, ni nada.
¡Es un tributo sutil!”
Así pues, la acción tiene lugar en el año 2045, cuando el mundo es un desastre.
Las fuentes de energía fósiles están prácticamente agotadas, y el precio del combustible está por las nubes.
En medio de una enorme depresión a nivel mundial, la mayoría de la gente subsiste como puede.
Sin embargo, un videojuego de realidad virtual llamado OASIS, proporciona la vía de escape que las personas necesitan.
La gente dedica más tiempo al juego que a la vida real misma; y el juego ofrece todas las posibilidades imaginables, y cualquier cosa es posible.
El creador de OASIS, es un enorme fan de la década de 1980, así como un fantástico programador de videojuegos que amasa una inmensa fortuna con su compañía GSS, que tiene como obra maestra OASIS.
Tras su muerte, se anuncia en un vídeo, que el juego contiene un Huevo de Pascua; y quien lo encuentre, heredará toda su fortuna.
El tiempo pasa hasta que, tras 5 años, Wade Watts, quien decide como tantos otros lanzarse a la carrera para encontrar El Huevo de Pascua, de pronto logra resolver uno de los rompecabezas que le acerca más a su meta.
La competición es encarnizada entre los Sixers, los empleados de una empresa llamada IOI, que pretende hacerse con el control de OASIS, y los “gunters”, todas las demás personas que buscan El Huevo de Pascua, sea individualmente o en clanes.
Así empieza una carrera frenética, en la que la única solución para sobrevivir es ganar.
En 2015, en una entrevista con Den of Geek, el guionista Zak Penn, informó que Cline estaba trabajando en una secuela de la novela.
Y en diciembre de 2017, el mismo Cline confirmó que está escribiendo una secuela.
“Who is this Parzival and how the hell is he winning?”
Ready Player One es una película de ciencia ficción, acción y animación, del año 2018, dirigido por Steven Spielberg.
Protagonizado por Tye Sheridan, Olivia Cooke, Ben Mendelsohn, Mark Rylance, Simon Pegg, T.J. Miller, Hannah John-Kamen, Win Morisaki, Philip Zhao, Julia Nickson, Kae Alexander, Lena Waithe, Ralph Ineson, David Barrera, Michael Wildman, Lynne Wilmot, Carter Hastings, Daniel Eghan, entre otros.
El guión es de Ernest Cline y Zak Penn, basado en el juego de rol literario homónimo de Cline.
Warner Bros., y De Line Pictures, habían ganado la subasta de Paramount, Fox y Temple Hill Entertainment, sobre los derechos cinematográficos de la novela de ciencia ficción “Ready Player One” de Ernest Cline, que aún no se había publicado.
Y se cuenta que Dan Farah trajo el proyecto al estudio, produciéndolo con Donald De Line; por lo que Cline adaptó su novela a un guión; y con los años, Eric Eason y Zak Penn, ayudaron a Cline a reescribirlo.
Ready Player One, es la primera película de acción y fantasía de Spielberg desde “The Adventures of Tintin” (2011)
Spielberg trabajó con Industrial Light & Magic (ILM) para supervisar los efectos visuales de la película, y se reunió con ILM durante 3 horas, 3 veces por semana; y ha declarado que “es la película más difícil que he hecho desde detrás de “Jaws” (1975) y “Saving Private Ryan” (1998)” por lo que Ready Player One marca el primer proyecto cinematográfico dirigido por Steven Spielberg para Warner Bros. Pictures desde “A.I.” (2001), pues antes de esta película, solo produjo un puñado de películas, particularmente “Letters from Iwo Jima” (2006) y “Hereafter” (2010) para Warner Bros.
Ready Player One contiene reflexiones acerca del enfoque de la vida, y en qué se invierten nuestras energías en valor de tiempo; con un capitalismo salvaje, antivalores y valores, versus integridad y esperanza.
Todo en un despliegue de animación y sonido, dónde por momentos haces parte de la animación virtual; y donde el mensaje que Cline y Spielberg parecen querer transmitir, es que la virtualidad no es ni será jamás digna rival del mundo real, con su punto de moraleja para los más jóvenes.
El rodaje tuvo lugar en las áreas de Digbeth y Jewellery Quarter de Birmingham, Inglaterra, para un escenario ubicado en un distópico y sucio Ohio.
Ready Player One sigue los pasos del joven Wade Owen Watts/Parzival (Tye Sheridan), un jugador del año 2045 que, como el resto de la humanidad, prefiere el “metauniverso” de realidad virtual OASIS, un sistema de realidad virtual creado por James Donovan Halliday/Anorak (Mark Rylance), y dirigida por el empresario psicopático, Nolan Sorrento (Ben Mendelsohn); al cada vez más sombrío mundo real.
En este lugar, su creador escondió las piezas de un rompecabezas, cuya resolución conduce a una fortuna de medio billón de dólares, y el control total de la empresa que mantiene OASIS.
Las claves del enigma, están basadas en la cultura popular de los 80, y la vida del creador; y durante años, millones de humanos han intentado dar con ellas, sin éxito.
Por tanto, Wade logra resolver el primer rompecabezas del premio, y a partir de ese momento, debe competir contra miles de jugadores, y una empresa rival para conseguir el trofeo.
Así que Wade necesitará la ayuda en el mundo virtual de:
La misteriosa Art3mis (Olivia Cooke); su mejor amigo, Aech (Lena Waithe), y los guerreros:
Daito (Win Morisaki) y Shoto (Philip Zhao) para poder sobrevivir en el mundo real a los asesinos que envía tras él, IOI; y ganarse el premio.
En resumidas cuentas, Ready Player One habla sobre un joven común al que le pasan cosas extraordinarias por participar en un juego para buscar 3 llaves para gobernar un mundo virtual.
La acción se centra en conseguir las llaves contra un villano y 2 antagonistas:
Uno en el lado virtual, y otra mujer en el mundo real, pero el héroe encontrará aliados, cumpliendo la corrección política de Hollywood, en poner actores de otras etnias.
La película puede pecar de ser excesiva, de tener algunas lagunas argumentales, sobre todo en torno al mundo real; y con una banda sonora al estilo de la saga “Guardians Of The Galaxy” que no siempre acierta, pero la verdad es que Ready Player One solo pretende entretener de una manera poco convencional, con una buena historia que trae de nuevo al mejor Spielberg en un filme muy, pero muy adelantado a su tiempo, pues algún día, lo veremos cómo Parzival lo ve.
“People come to the Oasis for all the things they can do, but they stay for all the things they can be”
En 1999, las hermanas Lana y Lily Wachowski, entonces Larry y Andrew; trasladaron las inquietudes del pensamiento postmoderno hacia la sala oscura, y con ello no sólo pusieron en escena las ideas “baudrillardianas” del simulacro y la híper realidad, también se hicieron de oro.
Estábamos a punto de cambiar de milenio, y la idea de que el sistema capitalista había sido capaz de poner en funcionamiento un entramado virtual inaprensible, con el objetivo de mantener esclavizada la fuerza laboral humana, fue lo suficientemente atractiva como para que la broma de “Matrix” se convirtiera en trilogía y en referente de la ciencia ficción contemporánea.
De esa obra, más bien de los conceptos que “samplearon” las Wachowski, hijas de su tiempo, parte Ready Player One.
Steven Spielberg aquí se pone detrás de cámara, como todo un maestro de la narración, y a sus 71 años, evidentemente se siente más cómodo con el tipo de relato que le permite Ready Player One.
Y es que cualquier fantasía se puede hacer realidad en OASIS, y los límites los pone la propia imaginación del usuario, claro que como cualquier ficción tiene sus reglas y requiere del equipo adecuado, y las habilidades del “jugador” para recolectar diferentes ítems de interés y no perder vidas, ni moneditas, por el camino.
Todo ello parece una idea maravillosa y totalmente propicia para el despliegue inmisericorde de una variante del cine fantástico que garantiza el éxito, aunque sólo sea por acoso, derribo y ganas de pasarlo bien; y donde la melancolía que provocaron “aquellos maravillosos años” que nos han dado forma como los adultos que somos; por lo que Ready Player One es todo un espectáculo, y toda una experiencia también.
Pero tanto sus personajes como sus acciones, adquieren dimensión a través de las referencias, no por sí mismos, y gracias a los gráficos generados por ordenador, no a las emociones de carne y hueso.
Y esto es Ready Player One, que carece de la magia a la que evoca como película del siglo XXI, y a su vez, Steven Spielberg no tiene el mismo interés que James Cameron por dar un paso adelante e integrar el futuro virtual en la realidad; por lo que se podría decir que es una fiesta demasiado consciente de su condición de fiesta...
Estamos en el año 2045, cuando el mundo se vio afectado por una crisis energética debido al agotamiento de los combustibles fósiles y las consecuencias del calentamiento global y la superpoblación, que causaron problemas sociales generalizados y estancamiento económico.
Para escapar del declive que enfrenta su mundo, las personas recurren al OASIS, un simulador de realidad virtual accesible para jugadores que usan viseras y tecnología óptica como guantes.
Funciona tanto como un videojuego de rol multijugador masivo en línea (MMORPG) como una sociedad virtual, con su moneda siendo la más estable en el mundo real; y fue creado por James Halliday, quien, cuando murió, anunció públicamente que había dejado un Huevo de Pascua dentro de OASIS, y que la primera persona en encontrarlo, heredaría toda su fortuna y la corporación.
La historia sigue las aventuras de Wade Watts, comenzando unos 5 años después del anuncio, cuando descubre 1 de las 3 claves que apuntan al tesoro.
Así llegamos a un futuro distópico; mientras las grandes multinacionales se reparten las ganancias de un mundo en decadencia, la mayoría de la población mundial vive hacinada en torres formadas por autocaravanas.
Allí vive Wade Watts, un joven aficionado al videojuego de realidad virtual llamado OASIS que, con todas las posibilidades imaginables que ofrece, le proporciona una vía de escape, como a tantos otros ciudadanos que dedican más tiempo al juego que a la deprimente y oscura vida real.
El excéntrico creador de OASIS, James Donovan Halliday, que amasa una inmensa fortuna con su compañía GSS, es un gran fan de los años 80; y es así cómo tras su muerte, se anuncia que el juego contiene un premio.
Quien lo encuentre heredará toda su fortuna.
El joven Wade decidirá, como tantos otros, lanzarse a la carrera para encontrar el “Easter Egg”, resolviendo un rompecabezas, cuyas claves están basadas en la cultura popular de los años 80, y así conseguir el preciado galardón.
Comienza entonces una frenética carrera, en la que la única opción para sobrevivir, es ganar.
Spielberg regresa con todos sus temas, sobre un joven huérfano, de familia desestructurada, en barrio pobre que en la búsqueda de su lugar en el mundo, encuentra la realización personal y el amor.
El desafío de Spielberg fue contar estos 2 mundos, el “real”, casi apocalíptico y futuro; y el virtual, igualmente increíble; empardarlos y hacer que el espectador se sienta cómodo, a sus anchas, tanto en uno como en otro.
Por suerte, evita caer en lo que sería un gran error, y el acabado visual no se come a todo lo demás, sabiendo cómo integrarlo dentro de la evolución de la historia para que impresione a la vista, sí, pero sin que eso destruya su narrativa.
La primera consecuencia de ello, es que el desarrollo de personajes tiende a estar más limitado en beneficio de que no haya parones llamativos en la progresión de la historia, y como catalizador, para que los protagonistas sigan adelante, que como hecho, realmente les defina.
Una vez aclarado eso, lo que nos queda es la capacidad de Spielberg para insuflar ese espíritu de la aventura que algunos asocian con la idea de magia.
No voy a decir que llegue al nivel de sus mejores trabajos, pero sí que recupera algo que llevaba tiempo adormecido, logrando brillar especialmente en varias escenas de acción, la prueba de la primera carrera y, sobre todo, la gran batalla final, en la que logró en varios momentos espectaculares por el artificio; por lo que Ready Player One es técnicamente impresionante, la acción no decae en ningún momento, donde sobresale el uso y abuso del CGI, como lo es la carrera inicial, y la espectacular “carrera inversa” del héroe, donde el espectador tiene la oportunidad de ver otra perspectiva del acontecimiento, que me pareció fantástica.
Así como el mundo virtual, donde todo es posible.
Como dato, en vez de recurrir simplemente al CGI, Spielberg ha optado por la captura de movimiento a la hora de recrear las escenas que suceden en OASIS.
De hecho, para esta película, el actor Tye Sheridan tuvo que aprender a rodar escenas con captura del movimiento, algo que no había hecho hasta el momento.
Sin embargo, muy a pesar del buen diseño animado, se nota que todavía falta en mejorar las articulaciones, pues en la escenas de los bailes, se nota que no lo han podido mejorar, por lo que se utiliza la gravedad cero para hacerlo efectivo.
Lo mejor es la multitud de guiños, en su mayoría perfectamente integrados en la narrativa, y que invitan a un segundo visionado; por lo que Ready Player One rinde homenaje a la cultura popular de los años 70 y 80 como en el libro, pero también se extiende a los años 1990, 2000 y 2010; y varios críticos han identificado más de 100 referencias a películas, programas de televisión, música, juguetes, videojuegos, anime y cómics de estas épocas.
Por su parte, Cline no tenía ningún problema con estos elementos protegidos por derechos de autor cuando publicó su libro, pero era consciente de que asegurar los derechos, iba a ser un obstáculo importante para una adaptación cinematográfica, una tarea facilitada por la reputación de Spielberg.
Pero Spielberg y la productora, Kristie Macosko Krieger, pasaron varios años asegurando los derechos de los elementos, con derechos de autor utilizados en la película, comenzando antes de que comenzara la filmación, ya que algunas escenas, no serían posibles sin ciertos elementos con derechos de autor.
Por lo que Spielberg estimó que habían obtenido aproximadamente el 80% de los elementos con derechos de autor que querían; y señaló que, en algunos casos, los realizadores pudieron asegurar los derechos para algunos, pero no para todos los personajes que querían; al negociar con Warner Bros., y no pudieron asegurar por ejemplo, “Close Encounters Of The Third Kind” (1977), muy a pesar de ser una de las primeras películas de Spielberg como director.
¡Vaya ironía!
Por su parte, “Blade Runner”, que era parte integral de la trama del libro, estaba fuera de los límites de la adaptación cinematográfica, porque “Blade Runner 2049” estaba en producción al mismo tiempo que Ready Player One; y como reemplazo, concibieron a los jugadores que debían “jugar” los eventos de “The Shining” (1980), que Spielberg pudo asegurar los derechos como un homenaje a su amigo Stanley Kubrick.
Mientras que el trabajo original de Cline usaba mucho el personaje de Ultraman, los derechos sobre el personaje seguían bajo disputa legal, requiriendo que reemplazaran a Ultraman con el robot titular de The Iron Giant.
Spielberg reconoció, que sus películas anteriores eran una parte importante de la cultura popular de los años 80, citada en el libro, y para evitar ser acusado de “vanidad”, optó por eliminar muchas de las referencias a su propio trabajo.
Cline declaró, que creía que Spielberg quería evitar las referencias a las películas que dirigió, debido a las críticas que recibió por su película de 1941, que ridiculizó sus propias obras anteriores “Jaws” y “Duel”; por lo que Cline dijo que tenía que convencer a Spielberg para que incluyera algunos elementos icónicos, como la máquina del tiempo DeLorean de “Back To The Future”, que Spielberg admitió que la película fue una que produjo en lugar de ser dirigida.
Cline, también le pidió a ILM que incluyera una referencia a “Last Action Hero”, uno de los primeros guiones de Penn, sin el conocimiento de Penn…
Por otro lado, Ready Player One tiene escenas muy buenas, sobre todo las relacionadas con la nostalgia, y algunas que serán las delicias del cinéfilo que encontrarán muchos guiños a los filmes de ciencia ficción, animación, fantasía y terror, donde destaca el DeLorean DMC-12 como guiño a su colega Robert Zemeckis, hasta la escena “The Shining” impagable, un homenaje de Spielberg a Kubrick, que tanto admiró; o bien a filmes de clase B que han perdurado como obras de culto como lo es Chucky; o bien de las historias clásicas como la búsqueda del Santo Grial, el seudónimo del personaje principal no es casual.
La película recrea partes de “The Shining” (1980) de Stanley Kubrick con quien Steven Spielberg tuvo una larga historia:
Los 2 discutieron sobre el cine en los últimos años, y después de que Spielberg dirigiera “Schindler's List” (1993), Kubrick canceló su película del Holocausto “Aryan Papers”, que se debió a la estrella de Joseph Mazzello, quien interpretó a Tim en “Jurassic Park” (1993) de Spielberg.
Por lo que Spielberg y Kubrick discutieron la posibilidad de trabajar juntos y su interés en adaptar el cuento de Ian Watson, “Supertoys Last All Summer Long”
Pero después de la muerte de Kubrick en 1999, Spielberg adaptó el cuento, en uno de sus raros créditos de guionista, en la película “A.I. Artificial Intelligence” (2001) como tributo a Kubrick; de hecho, el cuñado de Kubrick, Jan Harlan, coprodujo la película.
Pero si en algo destaca Ready Player One, es que incluye múltiples personajes de la cultura pop de los años 70, 80 y 90; además de vehículos emblemáticos como Bigfoot, Delorean y Akira, el Mach 5, el Batimóvil, el V8 y Christine.
Como dato, el sistema Atari en el Castillo de Anorak, está conectado a un televisor en el canal 3; pues las primeras consolas de videojuegos conectadas a la TV, se conectan a la entrada del cable coaxial, y requieren que la TV se establezca en el canal 3.
Son miles de datos e información que es necesarias varias revisiones para poder captarlas completamente; y muy al margen de ese futuro cercano y toda la parafernalia tecnológica que puede acarrear el avance de la misma con el devenir de los años, la columna vertebral de la historia, en el fondo, recuerda en cierta forma a “Tron” (1982) con un protagonista que intenta luchar especialmente contra una empresa que intenta hacerse con el control del trabajo de otro, en la de Walt Disney era el del propio protagonista; y donde existe un mundo virtual donde héroe y antagonista tiene un reflejo virtual, con su avatar.
También se pueden ver ciertas concomitancias con la película “The Matrix” (1999)
Al final, uno acaba tan abrumado por tantas referencias como indiferente precisamente por tanta información, porque en realidad no te metes del todo en la película; muy debido a tantos momentos estelares y tantas referencias, que hasta el más sesudo puede divertirse mientras se aburre.
Porque Spielberg se va al futuro con un espejo retrovisor, fiel a ese estilo suyo de “si parpadeas, te lo pierdes”, aunque has pasado un rato entretenido.
No obstante, la calidad formal y conceptual de la obra, que indudablemente marcará un hito, cabe preguntarse en que categoría la calificamos.
Porque claramente, y aunque lo parezca, no es un film de ciencia ficción, sino un cine sobre la futura realidad de una época y la posibilidad de meternos en una realidad paralela como la realidad virtual que es todo un hecho, pues ciertas estadísticas y predicciones, no alumbran un mundo mejor sino decadente y empobrecido.
Hacia el final, Spielberg, casi como un abuelo que acaba de mostrar su maestría cinematográfica realizando una obra trascendente, coloca en pantalla una especie de aviso, en el cual advierte sobre los peligros de sumergirnos en la realidad virtual e ignorar la realidad real.
Porque Ready Player One es un film que presenta una cruel paradoja, en la cual la realidad que describe es absolutamente desechable; y por el contrario, la realidad virtual no solo nos deparará alegría, sino que nos transformará en héroes y nos llenará de felicidad, incluso nos permitirá ser millonarios.
Es como poder tener una doble vida, en la cual, por un lado podemos ser unos pobres desgraciados, y por el otro, ser capaces de vivir una vida absolutamente excitante como héroes de acción, triunfar en un juego, y ganar dinero.
Son 2 mundos que se oponen tal como ocurre con el consumo de drogas.
Esto nos lleva a preguntarnos, qué tan dependientes nos volvemos de esa realidad virtual, como dependientes nos volvemos de sustancias toxicas ignorando la realidad de cada día, a la vez que dejamos de ser nosotros mismos.
Sin lugar a dudas, El Rey Midas, además de entretener durante más de 2 horas, nos deja pensando; y se entiende cierta crítica social, donde los sectores más deprimidos y pobres de la sociedad, se abandonan al mundo virtual para olvidar la dura realidad de sus vidas.
Irónicamente, muchas de estas personas terminan empeñadas hasta las cejas con “ítems” que adquieren dentro de este mundo virtual para adquirir una deuda con la empresa de marras.
Curioso, el detalle de los centros de la fidelización, donde el moroso de turno termina realizando trabajos forzados dentro de este mundo digital para poder pagar sus deudas.
Nada nuevo bajo el sol esto de los “eternos” clientes, solo con la salvedad de que ahora se ha añadido otra capa nueva más creada para generar negocio, algo que ya vivimos en el presente.
Pero sí cambiaría un aspecto al que no se le da mucha importancia en la película, y es el hecho de confundir y evitar la realidad.
El ser humano está ya tan bañado de tecnologías, que La Tercera Guerra Mundial será por culpa de ellas.
Ya hemos escuchado aquello de La Guerra Tecnológica, los cíber-ataques, y los atentados “hackers”, etc. 
Por eso mismo, yo hubiera presionado aquel botón rojo que nos muestra el creador de OASIS.
Pero ante todo, nos sorprende:
¿Cómo mezclar una película que trata sobre la locura de un hombre que intenta asesinar a su familia, con otra en la que un grupo de jóvenes intentan conservar y salvar la esencia de la cultura pop de los 80, frente a las élites económicas?
Llama la atención, que dicen en uno de los momentos de la propia película, que en el mundo de OASIS, nuestra imaginación no conoce límites, sin embargo, todo lo que se refleja en este nuevo mundo, no es más que elementos conocidos y arquetípicos de la cultura del consumo dominante, he ahí el punto más jugoso de la película en cuestión:
La pérdida de identidad y autoconciencia; al tiempo en que el ser humano se ha vuelto inmune ante el dolor de los demás.
Como errores, podemos notar que Wade se muestra usando anteojos cuando no está en OASIS, pero después no los usa para el resto de la película, y parece estar bien sin ellos, pues puede leer, caminar, etc.
La gran mayoría de la película es completamente diferente del libro; esto incluye los acertijos y la ubicación de las llaves, la muerte de Daito, el encuentro de Art3mis con Wade en el segundo acto y no el final, y los personajes que corren desde IOI cuando Parzival finaliza La Tercera Prueba.
En el libro, Parzival y Art3mis no se encuentran en la vida real hasta el final de la historia; y en la película, se encuentran a la mitad de la historia para poner un mayor énfasis en su incipiente romance.
La razón por la cual avatar de Aech era un hombre, no aparece en el filme, que en gran parte hablaba sobre el racismo, ni la relación de Morrow y Halliday, tanto potencial que fue dejado de lado y desperdiciado.
Del reparto, todos cumple sin mayor trascendencia.
El actor Tye Sheridan, reveló que tan solo un 60% de los sucesos de la película ocurren en OASIS, mientras que el resto tienen lugar en la realidad; y reconoció que no sabía el aspecto que tendría el avatar de su personaje en el videojuego cuando estaba rodando esas escenas.
Sheridan, que interpreta a un personaje que pasa una parte importante de la película con un gadget sobre los ojos, al igual que su personaje, Cyclops en “X-Men: Apocalypse” (2016), se le ve poco sin esos lentes.
Ready Player One es el 3° filme consecutivo en el que trabajan juntos el director Steven Spielberg y el actor Mark Rylance, después de “Bridge Of Spies” (2015) y “The BFG” (2016)
El personaje de F'Nale Zandor, que interpreta la actriz Hannah John-Kamen, no aparecía en el libro, y fue escrito exclusivamente para la película.
El personaje de Sorrento, menciona el Millenium Falcon; pues el actor, Ben Mendhelson, interpretó al director Krennic en “Rogue One: A Star Wars Story” (2016); pero como villano deja mucho que desear; no acaba de ser convincente y su sicario acaba pareciendo un mero títere vacío; al igual que la mujer villana, que si bien se pudo cortar, no cambiaría en nada la trama.
Como dato, Art3mis recita el encantamiento de Merlín, un hechizo para usar el Orbe de Osuvox, que viene de la película “Excalibur” (1981)
En el irlandés moderno dice:
“Anáil nathrach, ortha bháis es beatha, do chéal déanaimh” que significa “El aliento de la serpiente, el encanto de la muerte y la vida, tu augurio de hacer”
El Cubo Zemeckis, lleva el nombre del director Robert Zemeckis; y cuando se activa, la música es de la trilogía de “Back To The Future”, dirigida por Robert Zemeckis.
Por su parte, Alan Silvestri compuso la banda sonora, tanto para la trilogía “Back To The Future” como para esta película; siendo la 4ª vez que una película de Steven Spielberg no está compuesta por John Williams, después de “Duel” (1971), “The Color Purple” (1985) y “Bridge Of Spies” (2015)
Silvestri fue contratado para asumir las tareas de puntuación para Ready Player One; y a petición de Spielberg, hace referencia a su propia música dentro de la partitura de la película, y cita la música de “The Shining” (1980) para la secuencia de la película en el Overlook Hotel.
Por lo que Silvestri colaboró estrechamente con el director Steven Spielberg para lograr la dirección correcta para la partitura musical original, que no solo sería original y distintiva, que no aludiría a ninguna de las referencias de la cultura pop de los 80 y 90, sino también para evocar y mejorar la historia y el tono de optimismo, inocencia, belleza y una sensación de asombro y aventuras pasadas de moda, que muchas de las películas de Hollywood de los años 80 y 90 utilizaron con gran efecto; por ello incluye canciones adicionales de Van Halen, Tears for Fears, Joan Jett, Bee Gees, Duran Duran etc.
“A better reality awaits”
El cine, desde una edad muy tempranera, allá por principios del siglo XX, fue concebido como el único medio artístico capaz de sumergirnos de lleno en mundos imposibles, que sólo la imaginación lograba alcanzar, y Ready Player One, es esa premisa elevada a la máxima potencia.
¿Quién iba a preferir las limitaciones del ser humano, en un mundo cada vez más aburrido?
Por otra parte, que uno aprenda de los errores ajenos, es decir, sin haberlos cometido antes podría ser considerado una gran demostración de inteligencia, que quizá Halliday contemplara para que sólo los mejores triunfasen en su competición; no hay duda de que una de las enseñanzas que afloran durante el proceso deductivo de Wade Watts/Parzival y Samantha Cook/Art3mis, se resume en una de las últimas referencias culturales que escuchamos en el filme:
“Creé OASIS porque nunca me sentí a gusto en el mundo real.
No conectaba bien con la gente”, le cuenta Halliday a Wade.
“Tuve miedo durante toda la vida.
Hasta el momento en que supe que llegaba a su fin.
Fue entonces cuando me di cuenta de que, por muy aterradora y dolorosa que pueda ser, también es el único lugar donde se puede conseguir una comida decente.
Porque la realidad es real.
¿Entiendes?”
O sea, lo que Halliday había comprendido demasiado tarde, es que no hay que olvidar vivir en la realidad que conocemos, buscando el desarrollo personal y la mejora de la misma, y no preocuparse solamente por el disfrute de mundos imaginarios, y ni mucho menos tener la cabeza en sus fantasías de forma permanente.
El modo de expresarlo en la aventura asombrosa de Spielberg, no es sino una referencia directa a una de las frases más elocuentes atribuidas a Groucho Marx, un genio del humor y de la comedia fílmica:
“La realidad no me entusiasma, pero sigue siendo el único lugar donde conseguir una comida decente”
Tal frase la encontramos en la novela como apostilla del Nivel 2, o de su segunda parte; y no en la explicación de Halliday, pues lo que dice en el libro es que la realidad “es el único lugar donde puede encontrarse la verdadera felicidad”, una declaración tal vez demasiado cursi para los espectadores.
Por ese motivo, nos alegramos mucho de que los guionistas, Zak Penn o el mismo Cline, decidiesen cambiar el diálogo en ese punto, no sólo por librarse con muy buen criterio de la cursilada, sino también para incluir la referencia al inconmensurable Groucho, que entronca socarronamente con la dicotomía filosófica entre el realismo y los idealistas, o entre los que viven con los pies bien plantados en el suelo, y los que creen que su existencia no es más que el paso anterior a una vida de ultratumba, o incluso entre los primeros, que defienden el pensamiento racional y el saber que emana del trabajo científico y el relativismo posmoderno, y “los cristales con los que se miran las cosas”, o el pensamiento mágico de los magufos de toda laya.
El problema es que Groucho, probablemente jamás dijo eso, aunque cuadra con su clase de humor.
Por otro lado, de Woody Allen se conoce lo que sigue:
“Odio la realidad, pero es en el único sitio donde se puede comer un buen filete”, frase que, según Quote Investigator, pronunció en una entrevista publicada en 1993, reciclando la de un cuento suyo que apareció en la revista The New Yorker en 1977 con el título de “El Condenado”, acerca de “los dilemas existenciales paródicos de un aspirante a asesino llamado Cloquet”, en el que leemos esto:
“Cloquet odiaba la realidad, pero se dio cuenta de que todavía era el único lugar donde conseguir un buen bistec”
Y la primera ocasión en que por lo visto supimos de la supuesta frase de Groucho fue en 2003, cuando este llevaba muerto más de un cuarto de siglo.
Así que Ernest Cline metió la pata con este asunto en Ready Player One pero, en lo que respecta a la película, bien podemos tomárnoslo como una referencia cultural a esta falsa atribución, pocas cosas más posmodernas.
Así pues, en la época en la que la realidad virtual, valga la redundancia, es ya una realidad, Spielberg nos dice que “lo único real es la realidad”

“Because, reality... is real”



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