Of Human Bondage

“The love that lifted a man to paradise... and hurled him back to Earth again”

“Ethica ordine geometrico demonstrata” es una obra del filósofo neerlandés Baruch Spinoza, escrita en latín, y no publicada hasta su muerte en 1677; siendo su obra más conocida y apreciada.
Spinoza, de origen sefardí portugués, fue el heredero crítico del cartesianismo, considerado uno de los 3 grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII, junto con el francés René Descartes, y el alemán Gottfried Leibniz.
Para Spinoza, la  “ética es la rama de la filosofía que estudia la bondad o la maldad de los comportamientos”, y en su obra, Spinoza intenta demostrar un “sistema filosófico plenamente coherente, que se esfuerza por ofrecer una imagen objetiva de la realidad, y por comprender el significado de una vida ética siguiendo un formato lógico, paso por paso, definido en torno de la naturaleza de Dios, la mente, la servidumbre humana a las emociones, y el poder de la comprensión, moviendo desde la consideración de lo eterno, a especular sobre el lugar de la humanidad en el orden natural, la libertad y el camino a la felicidad posible”
En La Parte IV de su conocida obra llamada simplemente “Ética” que se titula “Of Human Bondage, or the Strength of the Emotions” o “De la servidumbre humana, o la fortaleza de las emociones” que original del latín es “De servitute humana seu de affectuum viribus”, Spinoza discute la incapacidad de las personas para controlar sus emociones que, por tanto, constituyen la esclavitud; y define las categorías buenas y malas, basándose en las creencias generales de las personas, conectándolas a sus emociones de placer o dolor.
Él define perfección/imperfección comenzando desde el deseo, en su significado de objetivos y planes particulares.
Sobre ello escribió William Somerset Maugham, un escritor británico, autor de novelas, ensayos, cuentos y obras de teatro; que durante la década de 1930, fue considerado el escritor más popular y mejor pagado del mundo; y a lo largo de 60 años, escribió más de 100 relatos y 21 novelas, además de gran número de piezas teatrales, biografías, libros de viajes y ensayos.
Su inclinación homosexual, también impregna su obra; dado que en la vida real tendía a considerar a las mujeres atractivas como rivales sexuales, y a menudo presenta las necesidades y tendencias sexuales de sus personajes femeninos de una manera bien diferente a los autores de su época.
De todos sus trabajos, se considera que “Of Human Bondage” es su obra maestra, que viene a ser una novela autobiográfica, pues su protagonista, Philip Carey, es huérfano, y lo cría un tío en exceso piadoso, como en el caso de Maugham.
La deformación de los pies de Philip, le provoca una gran autoconciencia y vergüenza, que evocan los problemas de Maugham con su tartamudez; pues trata sobre la vida del personaje principal, Philip Carey, quien, como Maugham, quedó huérfano y criado por su pío tío.
De esa manera, el pie zambo de Philip, le causa interminable autoconciencia y vergüenza, haciéndose eco de las luchas de Maugham con su tartamudeo y, como su biógrafo Ted Morgan señala, su homosexualidad.
Y es que Maugham perdió a sus padres temprano en la vida, y fue enviado a vivir con su tía y tío.
Estudió medicina, y sus gustos en literatura coinciden con los del personaje principal de este libro.
Aunque Maugham nunca ha sido artista, estaba interesado en la pintura; y poseía en su colección privada, obras de 4 pintores mencionados en el libro:
Pissarro, Sisley, Monet y Renoir.
En el libro “The Summing Up” (1938), llegamos a saber que leyó a Ruskin, y se familiarizó con muchas piezas de arte europeo.
Muchos de sus otros trabajos se centran en este tema:
“The Moon and Sixpence” (1919), el personaje principal tiene cierta semejanza con Paul Gauguin; y con “Of Human Bondage” es probablemente el ejemplo más vívido de la inclinación de Maugham hacia las artes.
De hecho, en el libro se nombran más de 30 artistas, 10 famosas pinturas se mencionan por su nombre, y se hace referencia a muchas otras; más de la mitad de los 36 artistas nombrados en la novela, eran pintores cuyas carreras se desarrollaron principalmente en el siglo XIX; y de esos, 13 son franceses, 5 ingleses y uno, Whistler, es de EEUU; 11 estaban vivos en el momento en que se desarrolla la trama de la novela, y 5:
Carolus-Duran, Degas, Monet, Rafelli y Renoir, estaban vivos cuando “Of Human Bondage” se publicó en 1915.
Maugham, que tenía originalmente planeado llamar a su novela “Beauty from Ashes”, finalmente se decidió por un título tomado de una sección de “La Ética” de Baruch Spinoza; y lo aplicó al personaje, Philip Carey, que buscaba este final tan útil, y se sintió satisfecho solo después de darse cuenta de cuál había sido su objetivo, y de haber encontrado a una persona con quien compartir este objetivo.
No obstante, el mismo Maugham insistió que “Of Human Bondage” se trataba de invención, más que de realidad.
En todo caso, la estrecha relación entre ficción y realidad, fue una de las características de la obra de Maugham, a pesar de la obligada declaración legal sobre el hecho de que “los personajes de ésta o aquella obra son completamente imaginarios”
“Of Human Bondage” fue inicialmente criticado, tanto en Inglaterra como en los Estados Unidos; en cuanto a “la obsesión romántica del protagonista, Philip Carey, como la servidumbre sentimental de una pobre tonta”
El influyente novelista y crítico estadounidense, Theodore Dreiser rescató la novela, refiriéndose a ella como una obra de genio, y comparándola con una Sinfonía de Beethoven…
Su revisión le dio al libro un impulso, y nunca ha estado agotado desde entonces, siendo calificada por los críticos de la época, como “una de las novelas más importantes del siglo XX”, tanto que ha tenido varias adaptaciones cinematográficas:
En 1933, con Bette Davis; en 1946, con Eleanor Parker como protagonista; y 1964, con Kim Novak.
Como dato, la película de 1995, “Se7en” tiene un personaje interpretado por Morgan Freeman llamado teniente Somerset; además que el filme contiene referencias explícitas a “Of Human Bondage”
“You know you have a lovely smile.
You should try using it more often”
Of Human Bondage es una drama del año 1934, dirigido por John Cromwell.
Protagonizado por Leslie Howard, Bette Davis, Frances Dee, Kay Johnson, Reginald Denny, Alan Hale, Reginald Sheffield, Reginald Owen, Desmond Roberts, Harry Allen, Ray Atchley, entre otros.
El guión es de Lester Cohen, basado en la novela de 1915 del mismo nombre, escrita por William Somerset Maugham, que define categóricamente a unos personajes llenos de vida, en un torrente de pasiones, de sentimientos encontrados, originados con toda probabilidad por su condición social y por su entorno.
El director John Cromwell, desarrolla el film con su habitual destreza narrativa y excelente dirección de intérpretes, enfatizando los aspectos psicológicos de sus personajes, sin estridencias, exponiendo con sensibilidad, una película de impulsos afectivos, pasión obcecada, esclavitud amorosa, intensificada en todos sus mecanismos emocionales.
La película convirtió a Bette Davis en una auténtica estrella, siendo su primer éxito, tanto que obtuvo su primera candidatura al Premio Oscar; y le dio la oportunidad de escapar de los roles femeninos convencionales.
La Davis vio en el personaje, una oportunidad para dar rienda suelta a las emociones violentas de su carácter, pues estaba casada entonces con su primer marido, Harmon Nelson; ella era la que ganaba el dinero, mientras él intentaba en vano tener éxito como músico.
La situación era cada vez más tensa, y la actriz lo ridiculizaba en público y lo acusaba de ser tacaño, aburrido, vanidoso y egoísta, todo ello hizo casi a Of Human Bondage, un film biográfico de lo propia Davis; y para hacerse con el rol, ella puso todas sus energías en convencer a los estudios Warner para realizarla.
En el proceso, ella descubrió que estaba embarazada, y decidió abortar para no echar a perder sus planes:
Entonces ya había actuado en 22 títulos, y tenía la certeza de que este papel era su última oportunidad de ser la actriz que deseaba.
Y así fue, el personaje le dio confianza en sí misma; como una cruda y despiadada mujer, que maltrata verbalmente a un inocente hombre que la ama, y que arruina su vida en el intento de ser amado, representaba el lado más oscuro y fascinante de las capacidades interpretativas, y de la cara menos amable de Bette Davis.
En ese momento, la revista LIFE deliró diciendo que Bette Davis había dado “la mejor actuación jamás grabada en la pantalla por una actriz estadounidense”
Of Human Bondage trata de una historia de amor, de amores no correspondidos, que son los que más duran, y sigue a Philip Carey (Leslie Howard), un estudiante de medicina de recursos limitados, que es particularmente consciente de su deformidad física, tiene un pie zambo, pero es educado, elegante e íntegro.
Cuando un compañero de estudios quiere intentar impresionar a una mesera en un restaurante local, Philip lo acompaña… y la mujer en cuestión es Mildred Rogers (Bette Davis), una chica atractiva que atrae la atención de muchos clientes, particularmente del rico Emil Miller (Alan Hale, Sr.) pero ella antipática, malvada, y cruel.
A Philip le gusta de inmediato, y la invita a salir; y pronto se vuelve obvio para todos, excepto para Philip, que Mildred es manipuladora, y que lo usa solo en la medida en que gasta dinero en ella y la trata muy bien; peor ella rechaza su propuesta de matrimonio, y le dice que se casará con otra persona, Miller, pero muchos meses después, ella está regresa a la puerta de su casa, embarazada y sin un lugar para vivir…
Esta no será la última vez que busque su ayuda, solo para abandonarlo cuando se presente una mejor proposición.
A lo largo de todo el relato, Philip se mantiene firme, honesto y afectuoso, a pesar de todo en su perjuicio.
Pocas veces se había visto hasta entonces en la pantalla, a una arpía tan cruel y despiadada, que no dudaba en insultar y escupir al hombre que se deja llevar a la perdición por ella; por no hablar de la imagen tan poco glamurosa que ofrece al final del film, cuando vemos a Mildred, gracias al maquillaje, convertida en una mujer enferma, decadente y acabada.
El papel de Davis, como ella imaginó, causó una grandísima impresión en el público, y configuró su futuro:
El resto de su carrera, estuvo marcado, como sabemos, por este tipo de papeles en que supo especializarse, y que la convirtieron en una de las grandes actrices de la historia del cine.
Sin embargo, el paso que dio fue muy atrevido, pero por suerte ganó la apuesta y, tras Of Human Bondage, Davis empezó a ser una gran estrella, y no otra actriz como hasta entonces.
“A lady has a point of view, a personality and an individuality, all to double you with!”
En 1932, el director Michael Curtiz le mostró al director John Cromwell, una copia de su película recientemente terminada, “The Cabin in the Cotton” porque Cromwell estaba interesado en elegir a su protagonista, Richard Barthelmess, en un proyecto que estaba preparando…
En lugar de Barthelmess, la atención de Cromwell se centró en Bette Davis, cuyo retrato de una “femme fatale” evocaba a la desaliñada camarera Mildred en “Of Human Bondage”, el libro de Somerset Maugham; y Cromwell sabía que el productor Pandro S. Berman había comprado los derechos de la novela para Leslie Howard, y cuando sugirió que Davis sería la coestrella perfecta, Berman estuvo de acuerdo.
Maugham, también apoyó que la eligieran para el papel; y el guionista Wilson Mizner, trajo una copia de la novela de Maugham a Davis, quien estaba filmando sus “20,000 Years to Sing Sing”
Después de leerlo y aprender que RKO tenía los derechos de la pantalla, imploró a Jack L. Warner, que la prestara al estudio rival.
“En ese momento, sin embargo, Warner Brothers tenía otros planes para mí.
Creyeron que me necesitaban desesperadamente para clásicos inmortales como “Fashions of 1934”, “The Big Shakedown” y “Jimmy the Gent”; filmaron de mala gana tanto como “Fog Over Frisco”, pero continuaron hostigando a Warner, quien continuó resistiendo porque sintió que el papel de Mildred destruiría su glamorosa imagen, la razón por la que Katharine Hepburn, Irene Dunne y Ann Harding ya se habían negado a interpretar.
Una heroína malvada como Mildred, era realmente inaudita en ese día; y Jack L. no podía entender a ninguna actriz que quisiera interpretarlo”, dijo Davis.
Warner, finalmente cedió, solo porque Mervyn LeRoy quería contratar a la intérprete de RKO, Irene Dunne, para “Sweet Adeline”, la adaptación cinematográfica del musical Jerome Kern & Oscar Hammerstein II, y los 2 estudios acordaron intercambiar actrices.
De esa manera nace Of Human Bondage, cuando el aspirante a pintor, Philip Carey, es aconsejado por un conocido para renunciar a su ambición artística, ya que es un artista mediocre... y se une a la facultad de medicina en Londres, utilizando toda su herencia para pagar la escuela y tener una vida cómoda.
Cuando conoce a la fría mesera de “cockney”, Mildred Rogers en un restaurante, el tímido Philip se enamora de ella, pero ella lo rechaza.
Insistente, Philip la acecha y la cita; sin embargo, la mujer fácil lo desprecia.
Cuando Philip le propone matrimonio a Mildred, ella le dice que se va a casar con su amante, dejando al desconsolado Philip, obsesionado por ella.
Él trata de seguir adelante, saliendo con la afectuosa Norah (Kay Johnson) en un amor no correspondido.
Sin embargo, cuando Mildred regresa sola y embarazada, Philip los aloja en su casa.
Más pronto, Mildred se convierte en amante del amigo de Philip, Harry Griffiths (Reginald Denny), y se va de nuevo, abandonando a Philip.
Cuando Philip descubre que Mildred y su bebé fueron abandonados en la calle, se los lleva a casa de nuevo.
Mildred intenta, sin éxito, seducir a Philip, pero ya para entonces él la detesta; Mildred se siente humillada, y arruina su apartamento y quema sus ahorros, lo que obligó a Philip a abandonar la escuela de medicina.
Sin embargo, su maestro se ofrece a operar sus pies primero, pues Philip es cojo, y se convierte en un hombre “normal”; pero no consigue encontrar trabajo, y su vida va cuesta abajo rápidamente, hasta que conoce a un amigo que lo ayuda.
Muchos saben quién fue Mildred Rogers… en Bette Davis, como la mala de la película:
La mujer fatal, capaz de convertir a un hombre en un muñeco roto.
¿Pero de dónde provenía su poder?
Mildred no es bella, es vulgar, casi analfabeta, egoísta, desagradecida, maleducada, estúpida, intratable...
¿Cómo podría enamorarse alguien de ella?
Philip Carey lo hace, apasionadamente, con un amor loco; y descubre que tras esa dureza, se oculta una extrema fragilidad.
Él quiere ayudarla, entregarle su vida; y cuanto más le desprecia ella, Philip mejor comprende cuán necesitada está ella de su cariño; pues él es el único que puede dárselo, porque es el único que la conoce de verdad.
Pero Mildred resulta inaccesible para él.
Para otros, no lo es tanto:
Ella le deja plantado para irse con un viajante que le ha prometido casarse con ella; pero ya estaba casado, y la abandona tras dejarle embarazada.
En otra ocasión, se va con un estudiante porque es guapo y divertido...
Pero siempre retorna a Philip.
Aunque enseguida vuelve a humillarle y a burlarse de él.
No puede evitarlo; y como el escorpión, está en su naturaleza; y por ello también morirá.
Cautivo ciertamente, pero ¿de qué deseo?
Philip está enamorado; la quiere y desea protegerla de esos indeseables que se aprovechan de ella para luego abandonarla.
Él nunca haría eso; la respeta, desea lo mejor para ella, su amor es un delirio.
No ve en ella lo que todos ven, sino sólo lo que él desea ver en ella.
De esa manera, Of Human Bondage es uno de esos films que causó gran impacto en su momento, pero que hoy en día, desnudo de los alicientes que tanto atrajeron al público en su época, o incluso de cierto elemento de novedad, resulta algo rutinario; pues prefiere centrarse en la relación entre Philip y Mildred, prescindiendo del resto de elementos biográficos que envuelven al protagonista, antes de su encuentro con la mujer que le hechizará, lo cual la convierte en una película centrada básicamente en el tema de “hombre abocado a la perdición por una mujer”
No es una mala opción, pero la película en sí, no acaba de funcionar ni mucho menos tanto como podría.
Desprendido de los elementos biográficos que podrían ayudar a comprender su carácter y personalidad, Philip Carey se nos antoja en la película, como un pálido y poco interesante protagonista, con el que es difícil llegar a congeniar del todo, pues no muestra lo que lo motiva a ser como es.
Desde luego, no podemos culpar a Mildred por sentir desidia hacia un hombre que, pese a estar locamente enamorado de ella, se antoja pasivo e incapaz de mostrar ningún tipo de emoción hacia los avatares que le presenta el destino.
¿Será por su homosexualidad?
Of Human Bondage es muy sutil es ello…
Su papel de filántropo, que acude siempre a ayudar a la mujer que le desprecia y destruye sus cuadros y quema su dinero, no acaba convenciendo demasiado.
El gran problema es que ni el guionista ni el director consiguieron reflejar eficazmente ese sentimiento de pasión fatal que afecta a Philip, de forma que nos cuesta más comprender, qué le lleva a actuar de esa forma.
Pero técnicamente tiene también algo bastante curioso, y es que en algunos diálogos entre los personajes, el plano contraplano lo hace tomando a los actores mirando directamente a la cámara, como rompiendo la cuarta pared, con los actores enfrentados, y sin que aparezca el escorzo del otro; y uno de los aspectos más interesantes, acaba siendo lo atrevido del tema para la época, incluyendo el nacimiento de un niño, que indica que hubo relaciones prematrimoniales entre 2 personajes, uno de los grandes temas tabú del Hollywood clásico; el personaje de Mildred, convirtiéndose en una prostituta y las fotografías de desnudos femeninos que abundan en el apartamento de Philip...
Acotar que se trata de una de las últimas obras que se estrenaron antes del endurecimiento del Código Hays, que establecía unos límites muy estrictos a la supuesta moralidad de las películas; pues solo 1 año después, la versión que conocemos, habría sido imposible.
Pero lo mejor de todo es sin duda ver a Bette Davis en el primer papel que la convirtió en una estrella, y que eclipsa por completo a su protagonista Leslie Howard.
La Davis quería el papel de Mildred Rogers, porque pensó que sería su gran papel después de años de protagonizar películas que no la llevaban a ninguna parte.
Le rogó al jefe del estudio de Warner Brothers, Jack L. Warner, que la dejara sin contrato para poder hacer la película.
Él cedió, porque estaba seguro de que ella fracasaría; pero cuando su actuación generó comentarios sobre una candidatura al Oscar como Mejor Actriz, Warner comenzó una campaña de rencor, alentando a los miembros de La Academia, a no votar por ella.
En ese momento, las campañas de votación y la tabulación de los resultados, fueron manejadas por los directores de La Academia, de los cuales, Warner tenía una membresía; y funcionó a su favor, cuando Davis quedó fuera de la competencia de Mejor Actriz.
Los partidarios de Davis, sorprendidos por su omisión, solicitaron a La Academia un voto por escrito; siendo agregada a las nominadas:
Grace Moore por “One Night of Love”, Norma Shearer por “The Barretts of Wimpole Street”, y la eventual ganadora, Claudette Colbert, por su actuación en “It Happened One Night”; y más tarde se anunció que ella había quedado en 3° lugar después de Colbert y Shearer.
Como resultado de este incidente, los votos por escrito no se permitieron en adelante; además, como resultado del golpe de Warner, La Academia decidió cambiar sus prácticas de votación, y entregar el recuento de los resultados a la firma de contabilidad independiente, PriceWaterhouse, que todavía realiza el conteo oficial hasta el día de hoy.
Y cuando Davis fue nombrada Mejor Actriz por “Dangerous”, Entertainment Weekly calificó el desaire de Oscar de Davis en Of Human Bondage, como “uno de los peores de la historia”
Bette Davis, contrató a un ama de llaves “cockney” para ayudarla a prepararse para su papel; y reflexionando sobre su actuación en años posteriores, dijo:
“Mi comprensión de la vileza de Mildred, no es de compasión sino de empatía, me hizo detenerme...
Todavía era inocente.
Y sin embargo, las maquinaciones de Mildred las entendí milagrosamente a la hora de interpretarla; a menudo me avergonzaba de esto... supongo que ninguna cantidad de racionalización puede cambiar el hecho de que todos estamos compuestos por el bien y el mal”
Como dato, Davis diseñó su propio maquillaje para las escenas que representan las etapas finales de la enfermedad de Mildred, que pasó de la sífilis a la tuberculosis para satisfacer las exigencias del Código Hays, que finalmente se aplicó 4 años después de su adopción.
“Dejé en claro que Mildred no iba a morir de una terrible enfermedad, como si uno se hubiera perdido su siesta del mediodía.
Las últimas etapas de consumo, pobreza y negligencia, no son bonitas, y tenía la intención de ser convincente; no di golpes, y apareció Mildred... tan crudamente real como una peste”, dijo la actriz, que nerviosa por la reacción de la audiencia a su actuación, optó por no asistir a un avance de la película en Santa Bárbara, aunque su madre Ruth, y su esposo, Harmon O. Nelson, sí fueron.
Más tarde, Ruth relató:
“Durante una hora y media de realismo horrible, nos quedamos quietos sin decir una palabra, con una mirada fugaz de vez en cuando.
Salimos del teatro en absoluto silencio.
Ninguno de nosotros sabía qué pensar, porque sentimos que la película la haría famosa o la arruinaría, pero:
¿Al público le agradaría tanto la historia desagradable, como a la gente en la presentación preliminar?”
Al llegar a casa, su esposo le dijo a Davis, que pensaba que su actuación, aunque “dolorosamente sincera”, podría dañar su carrera.
Y es que la interpretación de Davis resulta muy convincente, especialmente en los últimos minutos de película, donde demuestra que es una gran actriz:
Se muestra exultantemente repulsiva, y sobre todo destaca ese gesto en el que se restriega los labios con la mano, diciendo que cada vez que besaba, sentía asco.
Debió de ser inolvidable para los espectadores que vieran el film en 1934…
Por otra parte, Leslie Howard interpreta magistralmente a un Philip Carey apocado, sereno, acomplejado, comprensivo y exento de maldad.
Un personaje masculino leal y fiel al amor, que siente por Mildred, a pesar de su comportamiento.
En años posteriores, Bette Davis dijo que encontró a Leslie Howard muy helado, y esto en realidad ayudó a su actuación, particularmente para las escenas que la obligaban a ser horrible con él…
Como curiosidad, de los 9 actores principales, 3 se llaman “Reginald”:
Reginald Denny, Reginald Sheffield, y Reginald Owen.
El conjunto, Of Human Bondage es un acertado melodrama, típico producto en el que las escenas que pudiesen suscitar sospecha de indecorosas, son eludidas con una pobre simpleza, por medio de elipsis temporal.
La adaptación ahora ñoña, choca con una historia que se vislumbra excelente a través de las interpretaciones de los protagonistas; por lo que es obligado reiterar, que el título que se hizo en español, “Cautivo del Mal” o “Cautivos del Deseo” es erróneo, pues ni existe deseo, ni desenfreno, ni nada que se le parezca.
Philip es un caballero, un perfecto caballero que no está poseído por ningún mal deseo, salvo su homosexualidad.
¿Será eso ese “mal” de la traducción?
Por último, una reacción que los ejecutivos de RKO nunca esperaban escuchar en la vista previa, fue la risa; y después de ver la película varias veces, sintieron que la banda sonora de Max Steiner era la culpable, por lo que el compositor escribió una nueva, que incluía un motivo para cada uno de los personajes principales.
“Funny looking little thing, isn't it?
I can't believe it's mine”
Un siglo antes que Somerset Maugham, el filósofo alemán, Georg Wilhelm Friedrich Hegel, describió “la dialéctica del amo y el esclavo” como fuente del poder; y para él, lo que hace que un hombre se convierta en amo o en esclavo, no es una cuestión de dinero, o de violencia; es que uno está dispuestos a arriesgar su vida, y el otro no; por lo que presenta el origen del poder social, como relato mítico de una lucha a muerte entre 2 seres conscientes.
De ellos, el que no está dispuesto a arriesgar su vida, se convierte en esclavo.
“Sólo arriesgando la vida se mantiene la libertad”, dice Hegel.
Todos los románticos estarían de acuerdo en eso; aunque precisando en situaciones límite, sólo arriesgando la vida se mantiene la libertad.
¿Pero qué hay de la otra parte?
¿Qué es lo que convierte a alguien en amo?
Según Hegel, el estar dispuesto a perder la propia vida.
Muy al contrario, en tiempos de Hegel y en cualquier otra época, lo que un esclavista está dispuesto a sacrificar, es la vida de los otros; no la suya propia.
Un Príncipe y un General, a quien mandan a la muerte, es a sus soldados.
Ellos mismos permanecen detrás, en su Palacio o en lo alto de la meseta, contemplando de lejos la batalla, tras enviar a sus tropas a terrenos de muerte, a luchar a la desesperada…
En su “Introducción a la lectura de Hegel”, Alexander Kojéve interpreta este pasaje como una lucha por el reconocimiento.
Visto así, Philip no desea a Mildred; lo que él desea, es el deseo de Mildred.
Esto es, ser deseado por ella y reconocido como ser humano.
Pero no lo consigue, porque cuanto más desea él estar cerca de ella, ella menos lo desea.
Así que el título en español “Cautivo del Deseo” no es tan malo como parece a primera vista.
El amor incondicional de Philip, da a Mildred la experiencia del poder absoluto, mientras ella no le corresponda.
Al entregarse a ella, él se pone en sus manos.
No es que le dé ese poder de elegir entre corresponder o no a su amor; ella tendría en todo caso ese derecho.
Mildred ejerce el poder al retener la respuesta.
Siempre responde desviando la cuestión:
“No me importaría”; algo que desespera a Philip.
Las vacilaciones de ella, le confieren más y más poder sobre él, y la conducen a tratarle con más desprecio.
Mientras él se aboca a una sumisión miserable...
Es una doble paradoja:
Philip sigue amando a Mildred, a pesar de conocer su debilidad, y precisamente por eso, se cree indispensable.
Mildred necesita el amor y reconocimiento de alguien que para ella sea valiosa; pero no le sirve un desgraciado al que ella mantiene sometido y vejado.
De esta manera, quien busca el control absoluto, se condena a la soledad absoluta.
Esta novela, y la película, son un extraordinario testimonio de inversión de papeles.
De cómo una víctima puede convertirse en verdugo.
Hay mucho poder escondido en la debilidad; o en la estupidez, que es una debilidad de la inteligencia humana.
Y el infierno espera a cualquier buena persona que se enamore o compadezca de un psicópata, o de un pobre diablo manipulador, sea hombre o mujer.
Ese es el peligro de enamorarse del amor…
Resumiendo, Hegel, en 1807, de manera un tanto oscura; y Somerset Maugham en su novela un siglo después, con toda claridad, muestran una forma de poder y esclavitud, que no se basa en la violencia, sino en la asimetría de los sentimientos.
Es la banalidad del mal, como descubrió Hannah Arendt en su viaje iniciático a Israel.
Mildred, magistralmente representada por Bette Davis, se convirtió en arquetipo de “la mujer fatal”, tras la que se oculta una “mujer banal”
El amor no correspondido, es una fatalidad; que sitúa al amante ante un vacío, que no es un vacío trascendente, que no es de magia blanca, sino de magia negra:
Es la amplia puerta que conduce a los infiernos.
En su dintel podría leerse, como en “El Infierno” de Dante:
“Perded toda esperanza los que aquí entráis”
Pero también sería exacto si pusiera:
“Cuídate de enamorarte del amor”
Aunque tampoco serviría de nada, pues al amor no lo gobierna nadie, y va donde quiere y con quien quiere, diría mi abuela.
La cuestión, en el fondo, es si uno se convierte en 2, en una lucha a muerte por un mismo espacio, o si 2 se convierten en uno, al compartir un mismo espacio y agregar la mirada del otro a la propia.

“Good riddance to bad rubbish”



Comentarios

  1. Linda la pelicula la novela no la e leido todavia pero Bette Davis devio llevarse el Oscar

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