미나리 (Minari)

Terminando de ver “미나리” (Minari – 2020) de Lee Isaac Chung con Steven Yeun, Han Ye-ri, Youn Yuh-jung, Alan S. Kim, Noel Cho, Will Patton, Scott Haze, Eric Starkey, Esther Moon, Tina Parker, Darryl Cox, entre otros. 

Drama hablado en coreano con solo un 25% en inglés, es una semi-autobiografía de la propia educación del director, Lee Isaac Chung, por lo que la trama sigue a una familia de inmigrantes surcoreanos que intentan triunfar en “La América Profunda” durante la década de 1980 y encontrar su propio “Sueño Americano”; sin embargo, el hogar familiar cambia por completo con la llegada de la abuela astuta, malhablada pero increíblemente cariñosa.  

“미나리” (Minari) demuestra una vez más que A24 es el estudio más consistente en hacer grandes películas en Hollywood; y esta es una historia muy íntima y poderosa, un drama conmovedor que te hace pensar en opciones, en la familia, en el trabajo y en la vida. 

El título hace referencia al “apio de agua”, que es resistente y útil, tanto que predice un crecimiento abundante, como bien dice la abuela: 

“Minari es realmente lo mejor.  

Crece en cualquier lugar, como la maleza.  

Para que cualquiera pueda cogerlo y comérselo.  

Ricos o pobres, cualquiera puede disfrutarlo y estar sano.  

Minari se puede poner en kimchi, guisar, poner en sopa...  

Puede ser un medicamento si está enfermo.  

¡Minari es maravilloso, maravilloso!” 

Pero esta historia no trata solo de la capacidad de recuperación del inmigrante, sino también de la capacidad de recuperación de la familia; y esto se muestra a través de la hierba coreana minari, una hierba que es claramente coreana y puede prosperar donde sea que se planta. 

Liderada por impresionantes actuaciones, el filme ofrece un retrato íntimo y desgarrador de una familia inmigrante, vista a través de los ojos del mismo Lee Isaac Chung, interpretado por el pequeño Alan Kim, observado las relaciones familiares y los valores rurales estadounidenses en contraste con la asimilación en los EEUU de los años 80, en una época en que La Ley de Refugiados se convierte en ley, reformando la ley de inmigración y admitiendo refugiados de manera sistemática por razones humanitarias; siendo la primera enmienda integral de las leyes generales de inmigración de los EEUU diseñadas para enfrentar las realidades de las situaciones modernas de refugiados, al establecer una política nacional clara, y proporcionar un mecanismo flexible para hacer frente a los rápidos cambios de la política mundial actual. 

Escrita y actuada con sensibilidad, bellamente filmada y con una partitura encantadora y poco utilizada, “미나리” (Minari) es tan atractiva que es fácil olvidar lo radical que es: 

Nominada al Oscar como: 

Mejor Película, Director, Guión Original, Actor, Actriz de Reparto y Banda Sonora, es la 2° película de habla coreana nominada a Mejor Película después de “기생충” (Parasite – 2019) 

La dirección de Chung es muy fuerte, utilizando una cinematografía elegante y exuberante del corazón de EEUU; y junto a Chloé Zhao, marcó la histórica primera vez que 2 directores de ascendencia asiática han sido nominados en la categoría de Mejor Director en el mismo año. 

El guión combina la emoción cruda con mucho humor y corazón; incluso los momentos simples, como salir a pasear al aire libre se combinan con un diálogo didáctico pero entrañable, que establece relaciones claras y confianza entre los personajes principales.  

Realmente sientes afecto y una gran empatía por ellos de una manera que trasciende genuinamente las líneas culturales; haciendo énfasis principalmente en los personajes y su vida cotidiana, en lugar de una visión del “Sueño Americano” en su conjunto, haciendo que la historia parezca notablemente personal y un poco idiosincrásica de la mejor manera posible.  

Sin embargo, todavía sirve como un poderoso comentario sobre cómo los inmigrantes se ven afectados por las percepciones culturales de la vida estadounidense; y se puede decir que también será identificable entre muchos grupos de audiencia diferentes.  

De ahí que su universalidad cultural tendrá un impacto en todo el mundo, y hará que todos se encariñen de ellos.  

Su calidez inherente también crea un poder emocional genuino; y si bien la película podría haber utilizado una coherencia un poco más fuerte entre los eventos que ocurren en el transcurso de la historia, por lo demás está extremadamente bien hecha. 

Porque los personajes son agradables, complejos y multidimensionales, y tratan de adaptarse a cambios drásticos en su vida sin dejar de usar el humor y la compasión. 

Steven Yeun se convierte aquí en el primer actor asiático-estadounidense en recibir una nominación como Mejor Actor en los Oscar y bien lo vale, así como la gran Youn Yuh-jung, una veterana actriz de Corea del Sur, cuya carrera de cine y televisión abarca más de 5 décadas, una muy justa nominación como Actriz de Reparto. 

Pero uno de los grandes triunfos de la producción es su presentación de la auténtica infancia: 

Los niños no son santos... y Alan Kim, de 7 años, se roba todas las escenas, sobre todo en su relación con la abuela, siendo él quien más evoluciona; porque David es en realidad el corazón y el alma de la película, y se las arregla para emocionarse mucho, incluso sin hablar... 

Por otro lado, la banda sonora compuesta por Emile Mosseri es muy destacable, presentando una inconfundible mezcla de musicalidad occidental y oriental muy bien estilizada, agregando su propio sentimiento a la historia que no podría expresarse solo en un guión. 

Y es que no hay película más estadounidense que “미나리” (Minari) este año; porque EEUU está hecha de inmigrantes, de aquellos que persiguen “El Sueño Americano” por lo que realmente necesitamos cambiar muchas anticuadas reglas que caracterizan a los estadounidenses como “solo de habla inglesa”, porque: 

¿Qué hace que algo, “un idioma, una persona o una cultura” sea extranjero? 

De eso viene la factura: 

El cine se arruina debido a la corrección política, la mayoría piensa que cualquier cosa extranjera es la próxima gran novedad...   

La historia del padre tenía el potencial de ser inspiradora, y debió ser el centro de atención; porque en el fondo, en comparación con la familia del amiguito de David, aquí no se ve lucha o dificultad financiera, solo se señala lo tacaño que son los asiáticos... al tiempo que los niños y la esposa visten ropa bonita, y tienen un automóvil; comen bien y pueden permitirse visitar a un médico, que es un servicio realmente caro. 

Y es que no ves ninguna lucha por asimilar: 

Una visita a la iglesia que no tiene contenido ni continuación; no hay absolutamente ningún contacto con ninguna otra gente de Arkansas, además del amigo lunático/exorcista que luchó en Corea, pero ni siquiera este ángulo se desarrolla, y lo peor, la niña de la familia está completamente olvidada, es un florero; ni siquiera se merece un amigo con quien pasar el tiempo mientras los padres están en el hospital, y el niño está en casa de su amigo... 

Y sobre el conflicto final, no conozco a ninguna familia que dejaría sola en casa a su abuela que sufrió un derrame cerebral para hacer un viaje por carretera de varias horas al hospital... al tiempo que preferiría un final diferente... 

¿Qué pasó con la abuela? 

Como fuera el caso, “미나리” (Minari) no apuntó a los delitos de odio contra los inmigrantes, que en general bajaron en 2020 por la disminución de la interacción social debido al COVID-19, pero las agresiones verbales y físicas contra minorías de origen asiático se dispararon; y si bien el sentimiento antiasiático no es en realidad algo nuevo en EEUU y se remonta hasta hace más de 150 años cuando empezó a hablarse del “peligro amarillo”, para referirse a la supuesta amenaza que representaban los ciudadanos originarios de Asia Oriental para la civilización occidental; hay mucha tela que cortar tras la horripilante administración Trump: 

Detrás de los últimos eventos contra asiáticos, vemos los efectos de la retórica de la extrema derecha que culpa a los asiáticos por la pandemia de COVID-19 durante el mandato de Donald Trump con sus recurrentes menciones al “virus chino”, o como “Kung Flu”, o como lo llamó el mismo exSecretario de Estado, Mike Pompeo, “el virus de Wuhan” 

Este 16 de marzo de 2021, un joven blanco de 21 años mató a tiros a 8 personas, 6 de ellas mujeres de origen asiático.  

“미나리” (Minari) no habla del odio contra los asiáticos, porque los muestra como personas que solo buscan mejorar sus vidas brindando un servicio a la gente, por ello importa resaltar el filme con el lema #StopAsianHate" 

“Necesitan verme tener éxito en algo por una vez” 

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