Black Hawk Down
“Leave no man behind”
La Guerra de Vietnam supuso la muerte del cine bélico, tal y como hasta entonces lo habíamos conocido.
A partir de la década de los setenta, y salvo contadas excepciones, el género tomo dos direcciones diferentes:
Se centró en los traumas y remordimientos del soldado o derivó hacia el subgénero que podríamos denominar One Man Army, nacido en la década de los ochenta.
Así pues, Somalia formalmente conocida como República Somalí, es un país ubicado en el llamado Cuerno de África, al este del continente africano.
Al oeste y noroeste limita con Etiopía y Yibuti, al sur con Kenia, al norte con el golfo de Adén, y al este con el océano Índico.
Tras una larga guerra civil, el país se encuentra de facto dividido en pequeños estados y facciones independientes, sin un poder que lo gobierne en su totalidad.
El país es considerado un “Estado fallido” por diversos medios de comunicación, su ciudad capital y más poblada es Mogadishu.
Mogadishu es un infierno recreado como el ano del mundo donde las condiciones de vida son infrahumanas y la supervivencia se da día a día.
Tal parece que las civilizaciones más antiguas del planeta no avanzan, se han quedado estancados en un mundo de miseria y violencia extremas.
Después de ganar la Guerra del Golfo, los Estados Unidos jugaron a ejercer de “Sheriff” del mundo entero y La Batalla de Mogadishu (también conocida como la Batalla del Mar Negro o por el nombre de la película Black Hawk Down, enfrentó las fuerzas de los Estados Unidos contra guerrilleros somalíes leales al jefe de clan Mohamed Farrah Aidid el 3 de octubre de 1993 en el distrito del Mar Negro de Mogadishu en Somalia.
Enmarcado todo en una misión de pacificación de las Naciones Unidas, un equipo de operaciones especiales del ejército estadounidense tenía como misión viajar desde su base hasta dentro de la ciudad para capturar líderes de la milicia de Aidid.
Pero la incomprensible política feudal y la hambruna que atenazan la región propician el diseño de una misión que consiste en capturar al caudillo Aidid y acabar de raíz con la guerra.
La fuerza de asalto estuvo formada por 19 helicópteros, doce vehículos y 160 hombres.
Cuando se pone en marcha el plan, todo parece ir bien, hasta que dos helicópteros Black Hawk, aparentemente invencibles, son derribados.
Durante la operación, dos helicópteros UH-60 de los Estados Unidos sufrieron impactos de granadas propulsadas y fueron abatidos, mientras que otros tres sufrieron daños.
El UH-60 Black Hawk es un helicóptero utilitario de carga media, bimotor y con rotor de cuatro palas, fabricado por la compañía estadounidense Sikorsky Aircraft.
Algunos de los soldados lograron evacuar a los heridos hacia la base, pero otros quedaron atrapados en los lugares donde cayeron los helicópteros y fueron rodeados por la turba.
A continuación se desarrolló una batalla en las calles de Mogadishu hasta la mañana siguiente, cuando intervino un contingente formado por soldados de Pakistan y Malaysia, junto con soldados estadounidenses.
Para el rescate, la fuerza conjunta utilizó unos 60 vehículos, que incluyeron tanques de Pakistan, vehículos Cóndor de transporte de personal de Malaysia, y apoyados por helicópteros AH-1 y UH-60.
Esta fuerza conjunta llegó hasta el lugar donde se estrelló el primer helicóptero logrando evacuar los heridos rodeados.
El segundo sitio fue arrasado y el único superviviente el piloto, Michael Durant, fue tomado como rehén.
Pese a lograr el objetivo de capturar a los líderes de la milicia, en la batalla murieron 19 soldados estadounidenses, dos de los cuales recibieron la Medalla de Honor a título póstumo, y resultaron heridos otros 79.
Murió también un soldado de Malaysia y siete resultaron heridos; dos soldados de Pakistan resultaron igualmente heridos.
No quedó claro el número de bajas somalíes, pero se estima que entre 500 y 1000 milicianos y civiles resultaron muertos, y otros 3000 a 4000 resultaron heridos.
Permítanme una pequeña digresión:
En la operación participó un pequeño contingente de los Navy SEAL de la armada estadounidense, quienes fueron los ejecutores de Osama bin Laden.
Pero…
¿Qué hace Estados Unidos metido en la guerra civil de otro país?
Esta pregunta se ha formulado una y otra vez a lo largo de la historia de esa nación.
Cuando Hollywood se dispone a producir una película enteramente bélica, casi siempre se centra en conflictos muy alejados de nuestros días, circunstancia que, por cierto, no sucedía en décadas pasadas, los filmes surgidos durante y tras la Segunda Guerra Mundial son abundantes, al igual que los de Vietnam.
Hoy, la sociedad occidental se ha vuelto tan egoísta que lanza soñolientas miradas hacia contiendas lejanas en las que no ven necesidad de una intervención militar.
Sólo nos damos cuenta de que existen otras guerras por ahí fuera cuando, primero, se nos toca el petróleo o, segundo, la vergüenza propia se hace efectiva al permitir genocidios cometidos por los más crueles tiranos.
“Look, these people... they have no jobs, no food, no education, no future.
I just figure that you know, I mean, we have two things we can do.
We can help, or we can sit back and watch a country destroy itself on CNN.
Right?”
Black Hawk Down es una ENORME película estadounidense de 2001 ganadora de 2 premios Óscar al mejor sonido y al mejor montaje, de un total de 4 nominaciones: incluida la fallida al mejor Director (¡¡¡debió ganar!!!) y fotografía.
Fue dirigida por Ridley Scott y escrita por Ken Nolan.
La historia real fue pasada al libro “Black Hawk Down: A Story of Modern War” escrito por el periodista del Philadelphia Inquirer Mark Bowden.
La obra llegó a manos del productor Jerry Bruckheimer, compró los derechos y convenció a Ridley Scott para que lo dirigiera.
Scott construyó una cinta coral, de ahí que ningún actor destaque por encima de otro, con un sólido reparto encabezado por lo más sabroso y suculento del Hollywood macho masculino (todo hay que decirlo), empezando por Josh Hartnett, Eric Bana, Ewan McGregor, Tom Sizemore, William Fichtner, Sam Shepard, Brendan Sexton III, Jeremy Piven, Brian Van Holt, Carmine Giovinazzo, Ewen Bremner, Ron Eldard, Kim Coates, Hugh Dancy, Jason Isaacs, Orlando Bloom, Tom Guiry, Tom Hardy, Matthew Marsden, Nikolaj Coster-Waldau, entre muchos otros sabores.
Scott, Bruckheimer y Lustig comenzaron su búsqueda de los actores apropiados para los más de 40 papeles principales del guión de Nolan.
A pesar de que Black Hawk Down se centra en soldados americanos, Scott no se sintió de ninguna manera cohibido por la separación de culturas o continentes, por lo que al final seleccionó no solo a un gran grupo de americanos, sino también a numerosos actores del Continente Británico: ingleses, escoceses y galeses, e incluso uno de Dinamarca.
"Lo que buscaba eran grandes actores", señala Scott.
“No importaba de donde fueran.
Fue difícil elegir a este grupo porque son 40 papeles.
Todos ellos son importantes, y es siempre algo delicado cuando hablas con un actor que está acostumbrado a papeles más grandes y te dicen:
Bueno, pero sólo tengo cuatro escenas.
Y yo digo:
Sí, pero son cuatro escenas muy buenas.
Pero eso fue un proceso duro a la hora del casting, y persuadirlos de lo bueno que sería el proyecto y que valdría la pena todo el esfuerzo”
De hecho, la mayoría de los actores de Black Hawk Down estaban más que dispuestos a dejar sus egos a un lado por la oportunidad que suponía trabajar con Ridley Scott y Jerry Bruckheimer en un proyecto tan importante.
Durante el entrenamiento militar que recibieron los protagonistas, que fue impartido en una base militar auténtica donde se preparaban miembros de la Delta Force y el 75º Regimiento de Rangers, se les pasó una nota anónima a los actores en las que se les rogaba que trabajaran duro y actuaran lo mejor que pudieran para honrar la memoria de los militares norteamericanos caídos durante la Batalla de Mogadishu.
Como nota, todos los actores tuvieron que pasar una fase de entrenamiento militar antes de comenzar el rodaje, pero cuando llegan los helicópteros a Mogadishu y descienden los Rangers haciendo rappel, los que descienden son Rangers auténticos.
Por otro lado, Black Hawk Down estuvo a punto de pasar a llamarse "Black Huey Down", debido a ciertos problemas con el Pentágono para la utilización de los helicópteros Black Hawk.
Se pensaba sustituir estos helicópteros por unos Bell Huey, pero al final se solucionó todo.
Como Mogadishu sigue siendo una ciudad prohibida, el diseñador de producción Arthur Max tuvo que reconstruir la ciudad en otro país.
Al final, Black Hawk Down se rodó en los exteriores a medio camino entre Rabat y Sale, Marruecos, por lo que las escenas en las que los helicópteros vuelan por la línea de la costa hacia su destino, tienen el sol al lado contrario de donde debería estar por la hora que es.
La fotografía de Slavomir Idziak es soberbia, maneja unas calidades de imagen que sirven para intensificar sentimientos de conflicto en el espectador, no se trata de hacer algo hermoso, sino efectivo para transmitir el mensaje de una película que no es para pasar un buen domingo en santa paz.
Estar en el escenario de Black Hawk Down en Sale durante el rodaje significaba convertirse en testigo de un espectáculo diario algunas veces imposible de describir.
Miles de actores y extras conjuntados en sus respectivos uniformes o vestuario de somalíes nativos, un sinnúmero de armas, encarnizadas explosiones y tiroteos, helicópteros planeando y tomando fotos de la acción o siendo fotografiados desde tierra o aire, todo en medio de una población fascinada o perpleja por las increíbles actividades del reparto y el equipo.
Se construyeron enormes campamentos base para la primera y segunda unidad, con un gran conjunto de campistas, camiones y otros vehículos para la producción, y numerosas tiendas para el catering, extras y vestuario.
Cuando no se utilizaban en el escenario, docenas de vehículos militares: Humvees, tanques y camiones, se guardaban en estos campamentos base, los cuales con frecuencia tenían que recoger y trasladarse a otra parte de la ciudad donde se estuviera llevando a cabo la producción.
Mientras que no hay duda de que los habitantes de Sidi Moussa y otros distritos de Sale en ocasiones se sentían molestos o desconcertados por el rodaje, la producción también produjo un gran número de puestos de trabajo y compensación económica para sus habitantes, una grata ayuda teniendo en cuenta que el índice de desempleo del distrito era de un 85%.
Casi siempre, los habitantes de Sale, sobre todo aquellos de Sidi Moussa, cooperaron encantados y amablemente con sus visitantes cinemáticos, e incluso con frecuencia invitaban a los miembros del equipo a sus casas a tomar el omnipresente té de menta marroquí y dulces.
Scott ha trasladado fielmente el ambiente de lo que es el actual ejército de los USA.
Hay que tener en cuenta que la edad media del soldado americano no pasa de 24 años, lo que más les preocupa son las fiestas, el sexo, los juegos y la TV.
Las conversaciones de los soldados no son transcendentales ni filosóficas, ni nada parecido…
Black Hawk Down describe los eventos relacionados con la batalla y algunos actos heroicos descritos en el libro, pero suprime gran cantidad de material presente en el libro.
Black Hawk Down tiene 8 escenas inéditas y cambiadas, como la introducción o la escena del recuento de bajas.
La escena en la que cae el primer Black Hawk, fue hecha usando una maqueta a escala real del helicóptero y efectos digitales.
La polvareda que levantan los helicópteros en la escena en la que llegan a Mogadishu, fue recreada digitalmente.
Según Black Hawk Down se pueden observar algunos detalles importantes no existentes.
Una vez capturados los líderes del parlamento es imprescindible su rápido traslado a la base constituida en el estadio.
Cortadas las comunicaciones terrestres viales y aisladas las unidades terrestres, la orden prioritaria debería consistir en ordenar dirigirse, abriendo brecha, siempre en dirección al estadio, base provisoria asentada norteamericana; sólo a las unidades próximas a los elementos caídos ordenarles cubrirles la retirada.
No utilizar Black Hawks dentro del territorio hostil ya que los UH-60 son de lento desplazamiento para acciones comando.
En lugar de centralizar todas las unidades hacia un mismo punto del terreno hostil ordenarles limpiar el perímetro a su paso siempre en dirección al estadio.
El tiempo es un factor elemental en terreno hostil.
Una vez cumplido el objetivo lo importante es la extracción.
Solo ingresar en territorio hostil con los MH-60 que son más veloces una vez asentado el combate.
Y:
"No dejar a nadie atrás - Prioridad principal"
Uno de los argumentos más interesantes a este respecto es el de la influencia que tuvo sobre la opinión pública la visión de los cadáveres de los soldados estadounidenses en la televisión, lo que provocó un movimiento contra la permanencia del ejército estadounidense en su misión de paz junto a la ONU en Somalia y, finalmente, su retirada.
Ello fue interpretado por muchos analistas como una victoria de la influencia de los medios de comunicación en las guerras modernas.
Scott filma el tercer mundo con una fotografía amarillenta que hace de Somalia el país más sucio y temible del globo terráqueo.
Allí deben trasladarse los americanos para evitar que Aidid, "El Señor De La Guerra", mate a los somalíes de hambre adueñándose de los alimentos que envía la ONU.
Por supuesto que lo primero que vemos es a sus muchachos disparando a mujeres y niños que se acercan desesperados a la montaña de comida.
Black Hawk Down es una maravillosa recreación de un hecho real, con grandes pompas estéticas y todo muy logrado en cuanto a efectos visuales y producción se refiere.
Black Hawk Down nos introduce en una experiencia de muchísima intensidad, vivimos el conflicto bélico como si estuviéramos en él gracias a un pulso narrativo excepcional de Ridley Scott y una estupenda utilización y ubicación de la cámara en mano.
Cuando Black Hawk Down entra en las circunstancias belicosas, allí el espectador se estremece ante tanto impacto estético, con escenas muy conseguidas donde el realismo es el común denominador, imposible mantenerse distante de lo que acontece en pantalla, más aún teniendo en cuenta que de alguna forma este hecho ha ocurrido en la realidad.
Escenas absorbentes que muestran sin tapujos lo cruel que puede llegar a ser el ser humano, lo irracional de sus actos.
Grandes actuaciones del elenco completo, ENORMES, muy convincentes que dan un marco de credibilidad a cada secuencia narrada.
Ridley Scott demuestra que puede hacernos ver los detalles de cada rincón de un escenario sumamente hostil y lograr una ambientación que roza lo magistral, además de ser un gran director de actores logrando exprimir al máximo las cualidades histriónicas de los mismos.
Black Hawk Down cuenta con quizás escasos momentos para ponernos a cuestionar ciertas situaciones desde la perspectiva moral, ideológica y aberrante que siempre está detrás de todo acto bélico.
No obstante, y a pesar de ser más demostración de acciones de guerra cruenta que de espacio para la cavilación, creo que la propuesta es efectiva y concreta:
El de documentar de una manera muy llamativa un hecho real que nos debe poner a reflexionar a todos aquellos que nos indigna la injusticia y el insano absurdo que rige en ciertas ocasiones las acciones humanas.
Dos de los temas más socorridos por el cine en los últimos años son el terror y la guerra.
Tras la caída de Las Torres Gemelas, los americanos sacaron a relucir su más recalcitrante nacionalismo.
En el cine se evidenció en dos sentidos:
Nada de imágenes de la New York pre-atentado y un aluvión de películas bélicas de propaganda.
Black Hawk Down no es un documental, sino una recreación de sucesos, aunque hay elementos propios de ese género con los que se intenta dar veracidad a la historia, como los datos escritos en pantalla que nos meten a la película, aparecen también las diferentes horas en que transcurren los acontecimientos.
Como película de ficción, no aporta nada nuevo en cuanto a la estructura narrativa, tiene un planteamiento, evolución, clímax y resolución, sin embargo, la dirección de Scott es excelente, libera la tensión e los momentos precisos donde el espectador se satura de violencia visual y auditiva, para luego, retomar el drama y la angustia de enfrentar la muerte de manera inminente.
Vemos como un soldado recoge una mano con reloj y la guarda en su mochila, el torso de un hombre vivo es subido a un camión, bombas, bengalas, disparos y la ciudad de Mogadishu, son parte del arsenal de efectos espaciales que están al servicio de contar la historia, que por su temática, muchos son evidentes y sorprendentes, pero más aun, aquellos que no los percibimos como efectos, como la recreación de la ciudad, por ejemplo.
Así, Black Hawk Down rodado antes de los atentados contra Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, pero estrenado poco después de ellos, encontró en su país un entorno social y político favorable a su discurso nacionalista, lo que le permitió convertirse en un moderado éxito de taquilla.
Desde que Hitler desarrolló el cine documental como “propaganda”, siempre la balanza estará cargada hacia uno de los lados y mantener el balance entre las partes se ha convertido en una labor que va más allá de lo complicado, siempre habrá posturas que tomar, líneas que brincar y hechos que esconder.
Así la estudiada acción militar que estaba previsto que durara una hora, duró más de un día de brutales combates con el resultado de 19 estadounidenses fallecidos, 73 heridos y más de 1000 somalíes muertos.
Cabe destacar la acción heroica de Gary Gordon (Nikolaj Coster-Waldau), y Randy Shughart (Johnny Strong)
Francotiradores de La Fuerza Delta de los Estados Unidos con el Coronel Carlos Lewis todos operadores Deltas quienes combatieron heroicamente.
El Coronel Carlos Lewis fue herido en la cara brutalmente pero siguió luchando y buscando Michael Durant hasta que fue rescatado con vida.
Se ofrecieron como voluntarios para asegurar el área del segundo UH-60 caído, y preservar la vida del único superviviente el piloto Michael Durant (Ron Eldard), los francotiradores Delta mantuvieron a raya los rebeldes somalíes por un tiempo de dos horas hasta que se quedaron sin municiones y finalmente fueron abatidos, menos Michael Durant quien estuvo en cautiverio durante 11 días.
Helicópteros sobrevolaban la posible zona donde retenían a Durant repitiendo por altavoces:
“Mike Durant, We Won't Leave You Behind”
Los francotiradores Gary Gordon y Randy Shughart recibieron La Medalla De Honor Del Congreso post mortem, única entregada a francotiradores en la historia del ejército de los Estados Unidos y a operadores de la Fuerza Delta, mientras el Coronel Lewis rechazó la Medalla.
También se puso su nombre a dos barcos de la marina de los Estados Unidos en su memoria: USNS Gordon y USNS Shughart.
Por otra parte, Mohamed Farrah Aidid murió asesinado por milicias competidoras el 1 de agosto de 1996.
El general William F. Garrison optó por el retiro poco después.
Hussein Mohamed Farrah, hijo de Mohamed Farrah Aidid, se alistó voluntario en el cuerpo de Marines de los Estados Unidos y sirvió como traductor en la operación "Restaurar La Esperanza" de 1992 a 1993.
Tras la muerte de su padre asumió su mismo puesto en liderazgo contra otras guerrillas y contra la ONU y EEUU.
No logró restaurar la paz en el país.
Permaneció hasta el 2007 en cargos políticos intentando una reconciliación entre las facciones combatientes y buscando apoyo de la ONU y EEUU, irónico!!!!!!
Era previsible que Black Hawk Down atrajese controversia, tanto por el episodio tratado como por la fecha del estreno, cinco meses después de los atentados del 9/11 y con los Estados Unidos inmersos en la invasión de Afganistán, en plena guerra contra el terror.
Incluso hay autores que han declarado que, como retribución a la colaboración y los medios prestados por las fuerzas armadas norteamericanas al rodaje, se volvieron a filmar los veinte primeros minutos para subrayar el carácter de extremistas islámicos de las milicias somalíes, en un ejercicio de propaganda post 9/11.
Poco después de que Black Hawk Down se estrenara, varias organizaciones, incluida la de Somalia Justicia Advocacy Center en California, hizo un llamamiento para su boicot y denunció lo que consideraban su brutal y deshumanizadora representación de los somalíes.
En una entrevista en la radio, Brendan Sexton, un actor en Black Hawk Down, declaró que la versión de la película que finalmente llegó a las pantallas de cine fue muy diferente a la que se representaba en el guion original.
Según él, muchas escenas duras perseguían, realmente, mostrar a la sociedad la dureza de lo que es la guerra, y de cómo una mala gestión de recursos militares difuminó en este conflicto el verdadero propósito de la misión de EEUU en Somalia, que no era otra que el de socorrer al pueblo necesitado.
Poco después de la presentación de Black Hawk Down, el autor Mark Bowden, quien escribió el guion, le dijo a un periódico que el personaje interpretado por el actor Ewan McGregor se basaba en el Ranger John Stebbins, pero los funcionarios del Pentágono le pidieron en su nombre que éste se cambiara, en un intento de mantener su vergüenza secreta, ya que en el 2000, Stebbins fue acusado de violar a su hija de seis años y sentenciado a 30 años de prisión.
El redactor lo negó e informó de que, en lugar de ello, se cambió el nombre por razones creativas.
No obstante, sí inserta algunos pasajes con mensaje, quizás con la intención de añadir un aire pretencioso al producto:
La orden de no intervenir en el ataque que las milicias realizan contra la población mientras se reparten los alimentos; la inclusión de escenas en las que se ve a las verdaderas víctimas del conflicto, los civiles; la débil crítica que se vierte sobre la administración estadounidense, que toma sus decisiones sin tener en cuenta los mandatos de la ONU, etc.
Black Hawk Down posee momentos de indudable espectacularidad como la llegada de los helicópteros a su objetivo; el derribo de un par de Black Hawks; el ataque nocturno, entre otros.
Por otra parte, la potente banda sonora de Hans Zimmer con instrumentación africana combinada con música electrónica, con algunos momentos más tranquilos para crear clima de reflexión moral ante tanto vértigo y violencia extrema.
Cabe señalar que Zimmer fue pionero de la fusión de la música africana tradicional con la música de películas dramáticas.
“Do you think if you get General Aidid, we will simply put down our weapons and adopt American democracy?
That the killing will stop?
We know this.
Without victory, there will be no peace.
There will always be killing, see?
This is how things are in our world”
Black Hawk Down es una crítica desgarradora del modus operandi del ejército yanqui, al que no le gusta responder ante organismos como la OTAN saltándose sus recomendaciones de no actuar.
Black Hawk Down en el plano pro USA - anti USA no hace más que mostrar una gran ''cagada'' del ejército americano, incluso cuando lamentaron la pérdida de soldados americanos en batalla, se olvidaron de hacer una pregunta fundamental:
¿Los soldados estadounidenses fueron sacrificados por una causa sin valor e incluso, quizás, inmoral?
La actitud siempre debería ser que los soldados estadounidenses mueren por la “libertad” simplemente porque están peleando bajo las órdenes del gobierno de los Estados Unidos.
Pero desafortunadamente, este no es siempre el caso.
En Somalia...
¿Qué estaban haciendo esos 18 soldados estadounidenses ahí?
Estaban allí porque el presidente Clinton les ordenó que ayudaran a alimentar a la gente que se estaba muriendo de hambre en ese país.
Entonces surgen tres preguntas:
En primer lugar:
¿Es un rol legítimo del gobierno alimentar a personas hambrientas, tanto internacionalmente como localmente?
Segundo:
¿Alimentar a personas hambrientas en el mundo es una causa que valga el sacrificio de soldados estadounidenses?
Tercero:
¿Esta misión tiene algo que ver con la libertad de los estadounidenses?
Voy a presumir que la respuesta para las tres preguntas es:
“NO”
En principio, ayudar a otros no significa nada, salvo que provenga del corazón voluntario de los individuos.
La caridad genuina existe si la gente voluntariamente quiere donar dinero para alimentar a gente hambrienta en el mundo.
Pero la caridad gubernamental se funda en una premisa totalmente diferente, coerción, o sea lo contrario a la acción voluntaria.
Un sistema político en el que el gobierno pone impuestos a las personas para distribuir el dinero a los más necesitados no es caridad, en realidad es anti caridad y anti libertad porque se funda en la fuerza, en lugar de en la acción voluntaria.
Entones, más allá de cualquier explicación de que esos 18 estadounidenses murieron en Somalia por la “libertad”, la verdad es que el gobierno de Estados Unidos los mandó a morir por una causa menos valiosa.
Y no fue la primera vez.
Consideremos Vietnam, un país a cientos de miles de kilómetros donde 60.000 soldados estadounidenses perdieron sus vidas.
¿Su misión?
“Matar comunistas”
¿Cuántos?
Nunca nadie lo supo.
Todo lo que importaba era la contabilización de cuerpos que confirmaba que los soldados estadounidenses estaban “matando comunistas”
Afortunadamente, los estadounidenses finalmente se preguntaron:
¿Si “matar comunistas” era un motivo lo suficientemente valioso como para morir?
O más precisamente, como para sacrificar soldados estadounidenses, y exigieron con éxito la retirada de la Guerra de Vietnam.
¿Y qué hay de la Primera Guerra Mundial, en la cual decenas de miles de estadounidenses murieron en campos de batalla europeos?
¿Cuál era su misión?
Era una demasiado vaga:
“Para hacer que el mundo sea más seguro para la democracia” y para finalmente poner un fin a la guerra.
No sólo no se consiguieron estos objetivos, sino que la intervención de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial en realidad contribuyó a la condición de caos e inestabilidad que dio lugar a Adolfo Hitler y a la Segunda Guerra Mundial, como así también a la Unión Soviética y la amenaza del comunismo internacional.
Los hombres estadounidenses que el gobierno de Estados Unidos envió a Europa en la Primera Guerra Mundial no murieron por la libertad; murieron por nada.
Recientemente ocho hombres de servicio estadounidenses perdieron sus vidas en la congelada cima de una montaña en Afganistán como parte de la nueva nebulosa del gobierno de Estados Unidos, la indefinida:
“Guerra Contra El Terrorismo”
Su misión:
“Matar terroristas”
¿Cuántos terroristas deben matar para que se declare la victoria? Desafortunadamente, nadie lo sabe, ni siquiera los funcionarios estadounidenses.
El deber de los soldados es seguir órdenes, no cuestionar la misión a la que son enviados.
Por eso los soldados en esos helicópteros Black Hawk en Somalia, murieron.
Por eso murieron los soldados en Vietnam.
Por esos murieron militares en la Primera Guerra Mundial.
Pero el deber de la ciudadanía es cuestionar y desafiar las misiones para las cuales su gobierno envía a sus hombres y mujeres a la acción.
Tal como los estadounidenses lo han aprendido por el camino más duro, el gobierno de Estados Unidos, a veces sacrifica a soldados estadounidenses por causas sin valor.
¿Cuántos más soldados norteamericanos murieron en Afganistán antes de que los estadounidenses cuestionen cual fue su misión allá?
“When I go home, people ask me:
Hey Hoot, why do you do it, man?
Why?
You some kind of war junkie?
I won't say a goddamn word.
Why?
They won't understand.
They won't understand why we do it.
They won't understand it's about the men next to you... and that's it.
That's all it is”
In Memoriam
1st Special Forces Operational Detachment-Delta:
MSG Gary Gordon
SFC Randy Shughart
SSG Daniel Busch
SFC Earl Fillmore
MSG Tim "Griz" Martin
3rd Ranger Battalion, 75th Ranger Regiment:
CPL Jamie Smith
SPC James Cavaco
SGT Casey Joyce
PFC Richard "Alphabet" Kowalewski
SGT Dominick Pilla
SGT Lorenzo Ruiz
160th Special Operations Aviation Regiment:
SSG William Cleveland
SSG Thomas Field
CW4 Raymond Frank
CW3 Clifton "Elvis" Wolcott
CW2 Donovan "Bull" Briley
2nd Battalion 14th Infantry Regiment, 2nd Brigade 10th Mountain Division:
SGT Cornell Houston
PFC James Martin Jr.
La Guerra de Vietnam supuso la muerte del cine bélico, tal y como hasta entonces lo habíamos conocido.
A partir de la década de los setenta, y salvo contadas excepciones, el género tomo dos direcciones diferentes:
Se centró en los traumas y remordimientos del soldado o derivó hacia el subgénero que podríamos denominar One Man Army, nacido en la década de los ochenta.
Así pues, Somalia formalmente conocida como República Somalí, es un país ubicado en el llamado Cuerno de África, al este del continente africano.
Al oeste y noroeste limita con Etiopía y Yibuti, al sur con Kenia, al norte con el golfo de Adén, y al este con el océano Índico.
Tras una larga guerra civil, el país se encuentra de facto dividido en pequeños estados y facciones independientes, sin un poder que lo gobierne en su totalidad.
El país es considerado un “Estado fallido” por diversos medios de comunicación, su ciudad capital y más poblada es Mogadishu.
Mogadishu es un infierno recreado como el ano del mundo donde las condiciones de vida son infrahumanas y la supervivencia se da día a día.
Tal parece que las civilizaciones más antiguas del planeta no avanzan, se han quedado estancados en un mundo de miseria y violencia extremas.
Después de ganar la Guerra del Golfo, los Estados Unidos jugaron a ejercer de “Sheriff” del mundo entero y La Batalla de Mogadishu (también conocida como la Batalla del Mar Negro o por el nombre de la película Black Hawk Down, enfrentó las fuerzas de los Estados Unidos contra guerrilleros somalíes leales al jefe de clan Mohamed Farrah Aidid el 3 de octubre de 1993 en el distrito del Mar Negro de Mogadishu en Somalia.
Enmarcado todo en una misión de pacificación de las Naciones Unidas, un equipo de operaciones especiales del ejército estadounidense tenía como misión viajar desde su base hasta dentro de la ciudad para capturar líderes de la milicia de Aidid.
Pero la incomprensible política feudal y la hambruna que atenazan la región propician el diseño de una misión que consiste en capturar al caudillo Aidid y acabar de raíz con la guerra.
La fuerza de asalto estuvo formada por 19 helicópteros, doce vehículos y 160 hombres.
Cuando se pone en marcha el plan, todo parece ir bien, hasta que dos helicópteros Black Hawk, aparentemente invencibles, son derribados.
Durante la operación, dos helicópteros UH-60 de los Estados Unidos sufrieron impactos de granadas propulsadas y fueron abatidos, mientras que otros tres sufrieron daños.
El UH-60 Black Hawk es un helicóptero utilitario de carga media, bimotor y con rotor de cuatro palas, fabricado por la compañía estadounidense Sikorsky Aircraft.
Algunos de los soldados lograron evacuar a los heridos hacia la base, pero otros quedaron atrapados en los lugares donde cayeron los helicópteros y fueron rodeados por la turba.
A continuación se desarrolló una batalla en las calles de Mogadishu hasta la mañana siguiente, cuando intervino un contingente formado por soldados de Pakistan y Malaysia, junto con soldados estadounidenses.
Para el rescate, la fuerza conjunta utilizó unos 60 vehículos, que incluyeron tanques de Pakistan, vehículos Cóndor de transporte de personal de Malaysia, y apoyados por helicópteros AH-1 y UH-60.
Esta fuerza conjunta llegó hasta el lugar donde se estrelló el primer helicóptero logrando evacuar los heridos rodeados.
El segundo sitio fue arrasado y el único superviviente el piloto, Michael Durant, fue tomado como rehén.
Pese a lograr el objetivo de capturar a los líderes de la milicia, en la batalla murieron 19 soldados estadounidenses, dos de los cuales recibieron la Medalla de Honor a título póstumo, y resultaron heridos otros 79.
Murió también un soldado de Malaysia y siete resultaron heridos; dos soldados de Pakistan resultaron igualmente heridos.
No quedó claro el número de bajas somalíes, pero se estima que entre 500 y 1000 milicianos y civiles resultaron muertos, y otros 3000 a 4000 resultaron heridos.
Permítanme una pequeña digresión:
En la operación participó un pequeño contingente de los Navy SEAL de la armada estadounidense, quienes fueron los ejecutores de Osama bin Laden.
Pero…
¿Qué hace Estados Unidos metido en la guerra civil de otro país?
Esta pregunta se ha formulado una y otra vez a lo largo de la historia de esa nación.
Cuando Hollywood se dispone a producir una película enteramente bélica, casi siempre se centra en conflictos muy alejados de nuestros días, circunstancia que, por cierto, no sucedía en décadas pasadas, los filmes surgidos durante y tras la Segunda Guerra Mundial son abundantes, al igual que los de Vietnam.
Hoy, la sociedad occidental se ha vuelto tan egoísta que lanza soñolientas miradas hacia contiendas lejanas en las que no ven necesidad de una intervención militar.
Sólo nos damos cuenta de que existen otras guerras por ahí fuera cuando, primero, se nos toca el petróleo o, segundo, la vergüenza propia se hace efectiva al permitir genocidios cometidos por los más crueles tiranos.
“Look, these people... they have no jobs, no food, no education, no future.
I just figure that you know, I mean, we have two things we can do.
We can help, or we can sit back and watch a country destroy itself on CNN.
Right?”
Black Hawk Down es una ENORME película estadounidense de 2001 ganadora de 2 premios Óscar al mejor sonido y al mejor montaje, de un total de 4 nominaciones: incluida la fallida al mejor Director (¡¡¡debió ganar!!!) y fotografía.
Fue dirigida por Ridley Scott y escrita por Ken Nolan.
La historia real fue pasada al libro “Black Hawk Down: A Story of Modern War” escrito por el periodista del Philadelphia Inquirer Mark Bowden.
La obra llegó a manos del productor Jerry Bruckheimer, compró los derechos y convenció a Ridley Scott para que lo dirigiera.
Scott construyó una cinta coral, de ahí que ningún actor destaque por encima de otro, con un sólido reparto encabezado por lo más sabroso y suculento del Hollywood macho masculino (todo hay que decirlo), empezando por Josh Hartnett, Eric Bana, Ewan McGregor, Tom Sizemore, William Fichtner, Sam Shepard, Brendan Sexton III, Jeremy Piven, Brian Van Holt, Carmine Giovinazzo, Ewen Bremner, Ron Eldard, Kim Coates, Hugh Dancy, Jason Isaacs, Orlando Bloom, Tom Guiry, Tom Hardy, Matthew Marsden, Nikolaj Coster-Waldau, entre muchos otros sabores.
Scott, Bruckheimer y Lustig comenzaron su búsqueda de los actores apropiados para los más de 40 papeles principales del guión de Nolan.
A pesar de que Black Hawk Down se centra en soldados americanos, Scott no se sintió de ninguna manera cohibido por la separación de culturas o continentes, por lo que al final seleccionó no solo a un gran grupo de americanos, sino también a numerosos actores del Continente Británico: ingleses, escoceses y galeses, e incluso uno de Dinamarca.
"Lo que buscaba eran grandes actores", señala Scott.
“No importaba de donde fueran.
Fue difícil elegir a este grupo porque son 40 papeles.
Todos ellos son importantes, y es siempre algo delicado cuando hablas con un actor que está acostumbrado a papeles más grandes y te dicen:
Bueno, pero sólo tengo cuatro escenas.
Y yo digo:
Sí, pero son cuatro escenas muy buenas.
Pero eso fue un proceso duro a la hora del casting, y persuadirlos de lo bueno que sería el proyecto y que valdría la pena todo el esfuerzo”
De hecho, la mayoría de los actores de Black Hawk Down estaban más que dispuestos a dejar sus egos a un lado por la oportunidad que suponía trabajar con Ridley Scott y Jerry Bruckheimer en un proyecto tan importante.
Durante el entrenamiento militar que recibieron los protagonistas, que fue impartido en una base militar auténtica donde se preparaban miembros de la Delta Force y el 75º Regimiento de Rangers, se les pasó una nota anónima a los actores en las que se les rogaba que trabajaran duro y actuaran lo mejor que pudieran para honrar la memoria de los militares norteamericanos caídos durante la Batalla de Mogadishu.
Como nota, todos los actores tuvieron que pasar una fase de entrenamiento militar antes de comenzar el rodaje, pero cuando llegan los helicópteros a Mogadishu y descienden los Rangers haciendo rappel, los que descienden son Rangers auténticos.
Por otro lado, Black Hawk Down estuvo a punto de pasar a llamarse "Black Huey Down", debido a ciertos problemas con el Pentágono para la utilización de los helicópteros Black Hawk.
Se pensaba sustituir estos helicópteros por unos Bell Huey, pero al final se solucionó todo.
Como Mogadishu sigue siendo una ciudad prohibida, el diseñador de producción Arthur Max tuvo que reconstruir la ciudad en otro país.
Al final, Black Hawk Down se rodó en los exteriores a medio camino entre Rabat y Sale, Marruecos, por lo que las escenas en las que los helicópteros vuelan por la línea de la costa hacia su destino, tienen el sol al lado contrario de donde debería estar por la hora que es.
La fotografía de Slavomir Idziak es soberbia, maneja unas calidades de imagen que sirven para intensificar sentimientos de conflicto en el espectador, no se trata de hacer algo hermoso, sino efectivo para transmitir el mensaje de una película que no es para pasar un buen domingo en santa paz.
Estar en el escenario de Black Hawk Down en Sale durante el rodaje significaba convertirse en testigo de un espectáculo diario algunas veces imposible de describir.
Miles de actores y extras conjuntados en sus respectivos uniformes o vestuario de somalíes nativos, un sinnúmero de armas, encarnizadas explosiones y tiroteos, helicópteros planeando y tomando fotos de la acción o siendo fotografiados desde tierra o aire, todo en medio de una población fascinada o perpleja por las increíbles actividades del reparto y el equipo.
Se construyeron enormes campamentos base para la primera y segunda unidad, con un gran conjunto de campistas, camiones y otros vehículos para la producción, y numerosas tiendas para el catering, extras y vestuario.
Cuando no se utilizaban en el escenario, docenas de vehículos militares: Humvees, tanques y camiones, se guardaban en estos campamentos base, los cuales con frecuencia tenían que recoger y trasladarse a otra parte de la ciudad donde se estuviera llevando a cabo la producción.
Mientras que no hay duda de que los habitantes de Sidi Moussa y otros distritos de Sale en ocasiones se sentían molestos o desconcertados por el rodaje, la producción también produjo un gran número de puestos de trabajo y compensación económica para sus habitantes, una grata ayuda teniendo en cuenta que el índice de desempleo del distrito era de un 85%.
Casi siempre, los habitantes de Sale, sobre todo aquellos de Sidi Moussa, cooperaron encantados y amablemente con sus visitantes cinemáticos, e incluso con frecuencia invitaban a los miembros del equipo a sus casas a tomar el omnipresente té de menta marroquí y dulces.
Scott ha trasladado fielmente el ambiente de lo que es el actual ejército de los USA.
Hay que tener en cuenta que la edad media del soldado americano no pasa de 24 años, lo que más les preocupa son las fiestas, el sexo, los juegos y la TV.
Las conversaciones de los soldados no son transcendentales ni filosóficas, ni nada parecido…
Black Hawk Down describe los eventos relacionados con la batalla y algunos actos heroicos descritos en el libro, pero suprime gran cantidad de material presente en el libro.
Black Hawk Down tiene 8 escenas inéditas y cambiadas, como la introducción o la escena del recuento de bajas.
La escena en la que cae el primer Black Hawk, fue hecha usando una maqueta a escala real del helicóptero y efectos digitales.
La polvareda que levantan los helicópteros en la escena en la que llegan a Mogadishu, fue recreada digitalmente.
Según Black Hawk Down se pueden observar algunos detalles importantes no existentes.
Una vez capturados los líderes del parlamento es imprescindible su rápido traslado a la base constituida en el estadio.
Cortadas las comunicaciones terrestres viales y aisladas las unidades terrestres, la orden prioritaria debería consistir en ordenar dirigirse, abriendo brecha, siempre en dirección al estadio, base provisoria asentada norteamericana; sólo a las unidades próximas a los elementos caídos ordenarles cubrirles la retirada.
No utilizar Black Hawks dentro del territorio hostil ya que los UH-60 son de lento desplazamiento para acciones comando.
En lugar de centralizar todas las unidades hacia un mismo punto del terreno hostil ordenarles limpiar el perímetro a su paso siempre en dirección al estadio.
El tiempo es un factor elemental en terreno hostil.
Una vez cumplido el objetivo lo importante es la extracción.
Solo ingresar en territorio hostil con los MH-60 que son más veloces una vez asentado el combate.
Y:
"No dejar a nadie atrás - Prioridad principal"
Uno de los argumentos más interesantes a este respecto es el de la influencia que tuvo sobre la opinión pública la visión de los cadáveres de los soldados estadounidenses en la televisión, lo que provocó un movimiento contra la permanencia del ejército estadounidense en su misión de paz junto a la ONU en Somalia y, finalmente, su retirada.
Ello fue interpretado por muchos analistas como una victoria de la influencia de los medios de comunicación en las guerras modernas.
Scott filma el tercer mundo con una fotografía amarillenta que hace de Somalia el país más sucio y temible del globo terráqueo.
Allí deben trasladarse los americanos para evitar que Aidid, "El Señor De La Guerra", mate a los somalíes de hambre adueñándose de los alimentos que envía la ONU.
Por supuesto que lo primero que vemos es a sus muchachos disparando a mujeres y niños que se acercan desesperados a la montaña de comida.
Black Hawk Down es una maravillosa recreación de un hecho real, con grandes pompas estéticas y todo muy logrado en cuanto a efectos visuales y producción se refiere.
Black Hawk Down nos introduce en una experiencia de muchísima intensidad, vivimos el conflicto bélico como si estuviéramos en él gracias a un pulso narrativo excepcional de Ridley Scott y una estupenda utilización y ubicación de la cámara en mano.
Cuando Black Hawk Down entra en las circunstancias belicosas, allí el espectador se estremece ante tanto impacto estético, con escenas muy conseguidas donde el realismo es el común denominador, imposible mantenerse distante de lo que acontece en pantalla, más aún teniendo en cuenta que de alguna forma este hecho ha ocurrido en la realidad.
Escenas absorbentes que muestran sin tapujos lo cruel que puede llegar a ser el ser humano, lo irracional de sus actos.
Grandes actuaciones del elenco completo, ENORMES, muy convincentes que dan un marco de credibilidad a cada secuencia narrada.
Ridley Scott demuestra que puede hacernos ver los detalles de cada rincón de un escenario sumamente hostil y lograr una ambientación que roza lo magistral, además de ser un gran director de actores logrando exprimir al máximo las cualidades histriónicas de los mismos.
Black Hawk Down cuenta con quizás escasos momentos para ponernos a cuestionar ciertas situaciones desde la perspectiva moral, ideológica y aberrante que siempre está detrás de todo acto bélico.
No obstante, y a pesar de ser más demostración de acciones de guerra cruenta que de espacio para la cavilación, creo que la propuesta es efectiva y concreta:
El de documentar de una manera muy llamativa un hecho real que nos debe poner a reflexionar a todos aquellos que nos indigna la injusticia y el insano absurdo que rige en ciertas ocasiones las acciones humanas.
Dos de los temas más socorridos por el cine en los últimos años son el terror y la guerra.
Tras la caída de Las Torres Gemelas, los americanos sacaron a relucir su más recalcitrante nacionalismo.
En el cine se evidenció en dos sentidos:
Nada de imágenes de la New York pre-atentado y un aluvión de películas bélicas de propaganda.
Black Hawk Down no es un documental, sino una recreación de sucesos, aunque hay elementos propios de ese género con los que se intenta dar veracidad a la historia, como los datos escritos en pantalla que nos meten a la película, aparecen también las diferentes horas en que transcurren los acontecimientos.
Como película de ficción, no aporta nada nuevo en cuanto a la estructura narrativa, tiene un planteamiento, evolución, clímax y resolución, sin embargo, la dirección de Scott es excelente, libera la tensión e los momentos precisos donde el espectador se satura de violencia visual y auditiva, para luego, retomar el drama y la angustia de enfrentar la muerte de manera inminente.
Vemos como un soldado recoge una mano con reloj y la guarda en su mochila, el torso de un hombre vivo es subido a un camión, bombas, bengalas, disparos y la ciudad de Mogadishu, son parte del arsenal de efectos espaciales que están al servicio de contar la historia, que por su temática, muchos son evidentes y sorprendentes, pero más aun, aquellos que no los percibimos como efectos, como la recreación de la ciudad, por ejemplo.
Así, Black Hawk Down rodado antes de los atentados contra Estados Unidos del 11 de septiembre de 2001, pero estrenado poco después de ellos, encontró en su país un entorno social y político favorable a su discurso nacionalista, lo que le permitió convertirse en un moderado éxito de taquilla.
Desde que Hitler desarrolló el cine documental como “propaganda”, siempre la balanza estará cargada hacia uno de los lados y mantener el balance entre las partes se ha convertido en una labor que va más allá de lo complicado, siempre habrá posturas que tomar, líneas que brincar y hechos que esconder.
Así la estudiada acción militar que estaba previsto que durara una hora, duró más de un día de brutales combates con el resultado de 19 estadounidenses fallecidos, 73 heridos y más de 1000 somalíes muertos.
Cabe destacar la acción heroica de Gary Gordon (Nikolaj Coster-Waldau), y Randy Shughart (Johnny Strong)
Francotiradores de La Fuerza Delta de los Estados Unidos con el Coronel Carlos Lewis todos operadores Deltas quienes combatieron heroicamente.
El Coronel Carlos Lewis fue herido en la cara brutalmente pero siguió luchando y buscando Michael Durant hasta que fue rescatado con vida.
Se ofrecieron como voluntarios para asegurar el área del segundo UH-60 caído, y preservar la vida del único superviviente el piloto Michael Durant (Ron Eldard), los francotiradores Delta mantuvieron a raya los rebeldes somalíes por un tiempo de dos horas hasta que se quedaron sin municiones y finalmente fueron abatidos, menos Michael Durant quien estuvo en cautiverio durante 11 días.
Helicópteros sobrevolaban la posible zona donde retenían a Durant repitiendo por altavoces:
“Mike Durant, We Won't Leave You Behind”
Los francotiradores Gary Gordon y Randy Shughart recibieron La Medalla De Honor Del Congreso post mortem, única entregada a francotiradores en la historia del ejército de los Estados Unidos y a operadores de la Fuerza Delta, mientras el Coronel Lewis rechazó la Medalla.
También se puso su nombre a dos barcos de la marina de los Estados Unidos en su memoria: USNS Gordon y USNS Shughart.
Por otra parte, Mohamed Farrah Aidid murió asesinado por milicias competidoras el 1 de agosto de 1996.
El general William F. Garrison optó por el retiro poco después.
Hussein Mohamed Farrah, hijo de Mohamed Farrah Aidid, se alistó voluntario en el cuerpo de Marines de los Estados Unidos y sirvió como traductor en la operación "Restaurar La Esperanza" de 1992 a 1993.
Tras la muerte de su padre asumió su mismo puesto en liderazgo contra otras guerrillas y contra la ONU y EEUU.
No logró restaurar la paz en el país.
Permaneció hasta el 2007 en cargos políticos intentando una reconciliación entre las facciones combatientes y buscando apoyo de la ONU y EEUU, irónico!!!!!!
Era previsible que Black Hawk Down atrajese controversia, tanto por el episodio tratado como por la fecha del estreno, cinco meses después de los atentados del 9/11 y con los Estados Unidos inmersos en la invasión de Afganistán, en plena guerra contra el terror.
Incluso hay autores que han declarado que, como retribución a la colaboración y los medios prestados por las fuerzas armadas norteamericanas al rodaje, se volvieron a filmar los veinte primeros minutos para subrayar el carácter de extremistas islámicos de las milicias somalíes, en un ejercicio de propaganda post 9/11.
Poco después de que Black Hawk Down se estrenara, varias organizaciones, incluida la de Somalia Justicia Advocacy Center en California, hizo un llamamiento para su boicot y denunció lo que consideraban su brutal y deshumanizadora representación de los somalíes.
En una entrevista en la radio, Brendan Sexton, un actor en Black Hawk Down, declaró que la versión de la película que finalmente llegó a las pantallas de cine fue muy diferente a la que se representaba en el guion original.
Según él, muchas escenas duras perseguían, realmente, mostrar a la sociedad la dureza de lo que es la guerra, y de cómo una mala gestión de recursos militares difuminó en este conflicto el verdadero propósito de la misión de EEUU en Somalia, que no era otra que el de socorrer al pueblo necesitado.
Poco después de la presentación de Black Hawk Down, el autor Mark Bowden, quien escribió el guion, le dijo a un periódico que el personaje interpretado por el actor Ewan McGregor se basaba en el Ranger John Stebbins, pero los funcionarios del Pentágono le pidieron en su nombre que éste se cambiara, en un intento de mantener su vergüenza secreta, ya que en el 2000, Stebbins fue acusado de violar a su hija de seis años y sentenciado a 30 años de prisión.
El redactor lo negó e informó de que, en lugar de ello, se cambió el nombre por razones creativas.
No obstante, sí inserta algunos pasajes con mensaje, quizás con la intención de añadir un aire pretencioso al producto:
La orden de no intervenir en el ataque que las milicias realizan contra la población mientras se reparten los alimentos; la inclusión de escenas en las que se ve a las verdaderas víctimas del conflicto, los civiles; la débil crítica que se vierte sobre la administración estadounidense, que toma sus decisiones sin tener en cuenta los mandatos de la ONU, etc.
Black Hawk Down posee momentos de indudable espectacularidad como la llegada de los helicópteros a su objetivo; el derribo de un par de Black Hawks; el ataque nocturno, entre otros.
Por otra parte, la potente banda sonora de Hans Zimmer con instrumentación africana combinada con música electrónica, con algunos momentos más tranquilos para crear clima de reflexión moral ante tanto vértigo y violencia extrema.
Cabe señalar que Zimmer fue pionero de la fusión de la música africana tradicional con la música de películas dramáticas.
“Do you think if you get General Aidid, we will simply put down our weapons and adopt American democracy?
That the killing will stop?
We know this.
Without victory, there will be no peace.
There will always be killing, see?
This is how things are in our world”
Black Hawk Down es una crítica desgarradora del modus operandi del ejército yanqui, al que no le gusta responder ante organismos como la OTAN saltándose sus recomendaciones de no actuar.
Black Hawk Down en el plano pro USA - anti USA no hace más que mostrar una gran ''cagada'' del ejército americano, incluso cuando lamentaron la pérdida de soldados americanos en batalla, se olvidaron de hacer una pregunta fundamental:
¿Los soldados estadounidenses fueron sacrificados por una causa sin valor e incluso, quizás, inmoral?
La actitud siempre debería ser que los soldados estadounidenses mueren por la “libertad” simplemente porque están peleando bajo las órdenes del gobierno de los Estados Unidos.
Pero desafortunadamente, este no es siempre el caso.
En Somalia...
¿Qué estaban haciendo esos 18 soldados estadounidenses ahí?
Estaban allí porque el presidente Clinton les ordenó que ayudaran a alimentar a la gente que se estaba muriendo de hambre en ese país.
Entonces surgen tres preguntas:
En primer lugar:
¿Es un rol legítimo del gobierno alimentar a personas hambrientas, tanto internacionalmente como localmente?
Segundo:
¿Alimentar a personas hambrientas en el mundo es una causa que valga el sacrificio de soldados estadounidenses?
Tercero:
¿Esta misión tiene algo que ver con la libertad de los estadounidenses?
Voy a presumir que la respuesta para las tres preguntas es:
“NO”
En principio, ayudar a otros no significa nada, salvo que provenga del corazón voluntario de los individuos.
La caridad genuina existe si la gente voluntariamente quiere donar dinero para alimentar a gente hambrienta en el mundo.
Pero la caridad gubernamental se funda en una premisa totalmente diferente, coerción, o sea lo contrario a la acción voluntaria.
Un sistema político en el que el gobierno pone impuestos a las personas para distribuir el dinero a los más necesitados no es caridad, en realidad es anti caridad y anti libertad porque se funda en la fuerza, en lugar de en la acción voluntaria.
Entones, más allá de cualquier explicación de que esos 18 estadounidenses murieron en Somalia por la “libertad”, la verdad es que el gobierno de Estados Unidos los mandó a morir por una causa menos valiosa.
Y no fue la primera vez.
Consideremos Vietnam, un país a cientos de miles de kilómetros donde 60.000 soldados estadounidenses perdieron sus vidas.
¿Su misión?
“Matar comunistas”
¿Cuántos?
Nunca nadie lo supo.
Todo lo que importaba era la contabilización de cuerpos que confirmaba que los soldados estadounidenses estaban “matando comunistas”
Afortunadamente, los estadounidenses finalmente se preguntaron:
¿Si “matar comunistas” era un motivo lo suficientemente valioso como para morir?
O más precisamente, como para sacrificar soldados estadounidenses, y exigieron con éxito la retirada de la Guerra de Vietnam.
¿Y qué hay de la Primera Guerra Mundial, en la cual decenas de miles de estadounidenses murieron en campos de batalla europeos?
¿Cuál era su misión?
Era una demasiado vaga:
“Para hacer que el mundo sea más seguro para la democracia” y para finalmente poner un fin a la guerra.
No sólo no se consiguieron estos objetivos, sino que la intervención de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial en realidad contribuyó a la condición de caos e inestabilidad que dio lugar a Adolfo Hitler y a la Segunda Guerra Mundial, como así también a la Unión Soviética y la amenaza del comunismo internacional.
Los hombres estadounidenses que el gobierno de Estados Unidos envió a Europa en la Primera Guerra Mundial no murieron por la libertad; murieron por nada.
Recientemente ocho hombres de servicio estadounidenses perdieron sus vidas en la congelada cima de una montaña en Afganistán como parte de la nueva nebulosa del gobierno de Estados Unidos, la indefinida:
“Guerra Contra El Terrorismo”
Su misión:
“Matar terroristas”
¿Cuántos terroristas deben matar para que se declare la victoria? Desafortunadamente, nadie lo sabe, ni siquiera los funcionarios estadounidenses.
El deber de los soldados es seguir órdenes, no cuestionar la misión a la que son enviados.
Por eso los soldados en esos helicópteros Black Hawk en Somalia, murieron.
Por eso murieron los soldados en Vietnam.
Por esos murieron militares en la Primera Guerra Mundial.
Pero el deber de la ciudadanía es cuestionar y desafiar las misiones para las cuales su gobierno envía a sus hombres y mujeres a la acción.
Tal como los estadounidenses lo han aprendido por el camino más duro, el gobierno de Estados Unidos, a veces sacrifica a soldados estadounidenses por causas sin valor.
¿Cuántos más soldados norteamericanos murieron en Afganistán antes de que los estadounidenses cuestionen cual fue su misión allá?
“When I go home, people ask me:
Hey Hoot, why do you do it, man?
Why?
You some kind of war junkie?
I won't say a goddamn word.
Why?
They won't understand.
They won't understand why we do it.
They won't understand it's about the men next to you... and that's it.
That's all it is”
In Memoriam
1st Special Forces Operational Detachment-Delta:
MSG Gary Gordon
SFC Randy Shughart
SSG Daniel Busch
SFC Earl Fillmore
MSG Tim "Griz" Martin
3rd Ranger Battalion, 75th Ranger Regiment:
CPL Jamie Smith
SPC James Cavaco
SGT Casey Joyce
PFC Richard "Alphabet" Kowalewski
SGT Dominick Pilla
SGT Lorenzo Ruiz
160th Special Operations Aviation Regiment:
SSG William Cleveland
SSG Thomas Field
CW4 Raymond Frank
CW3 Clifton "Elvis" Wolcott
CW2 Donovan "Bull" Briley
2nd Battalion 14th Infantry Regiment, 2nd Brigade 10th Mountain Division:
SGT Cornell Houston
PFC James Martin Jr.
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