The Tree Of Life
“The only way to be happy is to love.
Unless you love, your life will flash by”
Vivimos tiempos extraños.
Sea por el ocaso del sistema capitalista, por la explosión demográfica o por la grieta cada vez más amplia entre ricos y pobres, lo cierto es que la cultura se mueve entre tinieblas.
C.S. Lewis propuso una vez valorar las obras literarias no tanto por ellas mismas como por sus lectores.
De modo que si fuera posible encontrar aunque sólo fuera un lector que encontrara en una obra valores que ningún otro había sido capaz de apreciar, deberíamos conceder a esa obra, al menos, un cierto margen de confianza.
El Árbol De La Vida es uno de los símbolos cabalísticos más importantes del judaísmo.
Está compuesto por 10 esferas (sefirot) y 22 senderos, cada uno de los cuales representa un estado (sefirá) que acerca a la comprensión de Dios y a la manera en que él creó el mundo.
La Cábala desarrolló este concepto como un modelo realista que representa un «mapa» de la Creación.
Se le considera la cosmología de la Cábala.
La Cábala o Qabbaláh (recibir) es una sabiduría ancestral que se remonta a la época de Adam HaRishon (el primer hombre) y es anterior al judaísmo y a otras religiones.
La base estructural de este estudio consistió primordialmente en un libro, luego un maestro y luego un grupo.
Ha habido una evolución a través de la historia, en la lectura de libros sagrados tales como análisis del Árbol De La Vida, el Talmud de las 10 Sefirot, el Zohar, el prefacio de la Sabiduría de la Cabalá, entre otros.
Sin embargo, por una parte entre los judíos jasidistas u ortodoxos, es la tradición oral que explica y fija el sentido de la Sagrada Escritura, y por tanto entiéndase por Cábala al conocimiento en cuanto a las cosas celestiales mediante el ejercicio del estudio y cumplimiento de preceptos y reglas superiores.
La Cabalá contemporánea propone un método de corrección del ego del propio hombre y el mundo hacia el altruismo, a través del poder de la unión del grupo en garantía mutua.
En la antigua literatura judaica, qabbalah era el cuerpo total de la doctrina recibida, con excepción del Pentateuco.
Así pues, incluía a los poetas y los hagiógrafos de las tradiciones orales incorporadas posteriormente a la Mishná.
La Cábala precede a cualquier religión o teología y fue dada a la humanidad por el mismísimo Dios, sin pre-requisitos ni pre-condiciones.
Según las enseñanzas cabalísticas, el universo funciona de acuerdo a ciertos principios supremamente poderosos.
Al entender estos principios y al aprender a actuar de acuerdo con ellos, la vida mejora enormemente en lo inmediato, y se logra a mediano y largo plazo la verdadera plenitud, para uno mismo y para toda la humanidad.
Así, de la misma manera en que las leyes físicas básicas, tales como la gravedad y el magnetismo existen independientemente de nuestra voluntad y de nuestra conciencia, las leyes espirituales del Universo influyen en nuestras vidas cada día y a cada momento.
La Cábala brinda el poder de entender y vivir en armonía con estas leyes, y además, de usarlas para beneficiarnos a nosotros mismos y al mundo.
La Cábala es mucho más que un sistema filosófico intelectualmente convincente.
Es una descripción precisa de la naturaleza entrelazada entre la realidad espiritual y la física; y es un compendio total de métodos poderosos, a la vez que prácticos, para lograr objetivos dignos dentro de esas realidades.
Dicho de manera simple, la Cábala da las herramientas que se necesitan para obtener felicidad, plenitud y para llevar la Luz del Creador a la vida propia.
Es la manera de alcanzar la paz y la alegría que todo ser humano desea y merece, en la más profunda esencia de su ser.
Algunos creen que este «Árbol De La Vida» de la Cábala corresponde al Árbol De La Vida mencionado en la Biblia (Génesis 2, 9).
Este concepto metafísico (mas allá de la física) más tarde fue adoptado por algunos cristianos, hermetistas, y aún paganos.
Como dije, la cábala se encuentra compuesta por diez esferas (sefirot), enumeradas habitualmente en el orden en que el rayo de Dios desciende para crear el mundo, que es la misma numeración que es utilizada por la europeizada cábala hermética.
Se encuentran listados a continuación sus nombres y el significado traducido del hebreo:
Kéter (La Corona; el deseo de hacer bien a sus creados, el otorgamiento)
Jojmá (La Sabiduría; el deseo de recibir)
Biná (El otorgamiento; el deseo de otorgar con la intención de recibir)
Sefirots de Zeir Anpin (El deseo de recibir con la intención de otorgar)
Jésed (La Misericordia)
Gevurá (La Justicia; Fuerza)
Tiféret (La Belleza)
Nétsaj (La Victoria de la Vida sobre la Muerte)
Hod (La Eternidad del Ser; La Gloria)
Yesod (El Fundamento, la Generación o piedra angular de la Estabilidad)
Maljut (El Reino; El deseo de recibir con el fin de recibir; La materia de la creación, el ego, la vasija, la cualidad de la recepción pura)
Así las 10 sefirots se agrupan en 5 estados de la naturaleza: inanimado, vegetativo, animado, hablante y el creador.
Las sefirots son un sistema integral presente en cada persona y su deseo de recibir placer.
El deseo de recibir puede rechazar o absorber la luz de placer mediante el creador, la propiedad de otorgamiento presente en la unidad del entorno.
Los textos más tempranos que describen El Árbol De Vida son el Bahir, el Sefer Yetzirah, el Sefer Raziel Hamelech y el Zohar (probablemente el más influyente).
Éste describe el Árbol De La Vida como una especie de diagrama (aunque no necesariamente físico) que tiene 10 (a veces 11) sefirot y 22 (a veces 24) senderos que interconectan varios sefirot.
Cada sefirá y sendero tiene una característica diferente, un número diferente, la carta, el rasgo físico, el planeta, etc.
Hay mucho desacuerdo acerca de los atributos que cada sefirá y sendero poseen.
Ahora bien, os pregunto:
¿Cuántas películas habéis visto a lo largo de vuestra vida que curiosamente (y valga la redundancia) traten de la vida?
“…hay dos caminos que puedes seguir en la vida:
El de la Naturaleza y el de lo Divino.
Debes elegir cual vas a seguir.
Lo Divino no busca agradarse a sí mismo, acepta ser desairado, olvidado, no agrada.
Acepta los insultos y las heridas.
La Naturaleza sólo busca agradarse a sí misma y conseguir que otros la agraden... Encuentra razones para ser infeliz cuando todo el mundo que la rodea resplandece y el amor sonríe a través de todas las cosas.
Nos enseñaron que nadie que amara el camino de lo Divino acabaría mal.
Yo te seré fiel, no importa lo que me suceda…”
“Brother.
Mother.
It was they that led me to your door”
The Tree Of Life es una ENORME película estadounidense de género dramático, dirigida por Terrence Malick y protagonizada por Brad Pitt, Jessica Chastain, Hunter McCracken, Sean Penn, Laramie Eppler, Tye Sheridan, Fiona Shaw, Crystal Mantecon, Pell James, Joanna Going, Kari Matchett y Michael Showers.
The Tree Of Life obtuvo la Palme d’Or en el Festival Internacional de Cine de Cannes en el 2011 y está nominada al Oscar como Mejor película, director y fotografía.
The Tree Of Life no es una película que se pueda recomendar así como así.
Hay que estar dispuesto a que las imágenes nos dejen llevar, dispuestos a buscar símbolos que sugieren más que informan, a enlazar la realidad con la imaginación. The Tree Of Life nos habla de los sentimientos, del amor, de la soledad, de las relaciones, del autoritarismo de un padre, de los juegos infantiles de los niños, de la amistad, del nacimiento, de la muerte, de la envidia, de la risa, de la alegría, de la tristeza, de la ira, de las preocupaciones, de los temores, etc. en definitiva de la fe y de la existencia, del ser humano.
Un ser humano que como vemos a veces habla con Dios.
¿Por qué, Señor, he de sufrir?
¿Por qué los inocentes mueren y los malvados prosperan?
¿Qué hemos hecho para merecer tu desidia y tu ensañamiento?
¿Por qué no nos amas?
The Tree Of Life está ambientada en los años 50 y cuenta la historia de una familia estadounidense, centrándose en la evolución de su hijo mayor, Jack (Hunter McCracken)
En el camino que transcurre desde su infancia a su madurez, The Tree Of Life muestra el intento de reconciliación con su padre, Mr. Obrien (Brad Pitt), que tratará de enseñarle a enfrentarse a un mundo hostil.
Por otro lado, la relación con su madre (Jessica Chastain) es totalmente opuesta, dado el carácter bondadoso y humano que demuestra el personaje.
Avanzada The Tree Of Life y en la fase adulta de Jack (interpretado por Sean Penn), vemos cómo el personaje se siente como un alma perdida en el mundo moderno, en busca de respuestas para el origen y significado de la vida, a la vez que cuestiona la existencia de la fe, tratará de encontrar entre las escenas de su infancia aquello que permanece inalterado, el plan eterno del que todos formamos parte.
Cuando descubre todo lo que se le ha escapado por el camino aprenderá a valorar más las cosas que le quedan por venir.
Jack, con una nueva visión del mundo, es capaz así de perdonar a su padre y dar por vez primera sus propios pasos por la vida.
The Tree Of Life concluye con una metáfora que recoge toda la esencia proyectada en estas cortas dos horas y media de metraje.
La vida no es nada sin la muerte.
Es el camino donde los recuerdos son un fiel acompañante.
No somos nada sin ellos.
Sea el camino de lo natural o de lo divino el elegido, nuestro espíritu es nuestra experiencia.
Manténgase abiertos, sean fieles a sí mismos.
“The nuns taught us there were two ways through life - the way of nature and the way of grace.
You have to choose which one you'll follow”
The Tree Of Life constituye una reflexión poética y personal sobre el sentido de la existencia.
Terrence Malick dirige y escribe esta cinta que nos inunda de filosofía el cerebro, la pupila y el corazón en este filme que sin tener un estilo narrativo exacto deja al espectador en shock por la belleza de las imágenes y lo positivo de la filosofía en la que se expresa que hay que vivir en la gracia, haciendo lo mejor cada día, vivir la vida a cada instante, amar, superar lo trágico, perdonar; en fin, una ideología muy espiritual que no sólo es cristiana sino de cualquier religión y es ahí donde reside el valor filosófico y narrativo de The Tree Of Life.
Esto se convierte en un éxtasis visual al ver todo el conjunto de imágenes que se nos muestra de la naturaleza, el universo y los edificios, que le dan un valor a dichos objetos inertes, le dan vida.
La dirección de actores de los personajes principales, salvo la actuación de Sean Penn (que creo que pudo haber dado más), es estupenda.
Brad Pitt es el rudo padre de una familia de clase media.
Un ex-marine que basa su vida en las órdenes militares y así es como cree que es mejor educar, desde la exigencia para así convertir a los vástagos en hombres fuertes.
Pitt es la guerra, el odio, el poder, la muerte, pero también los rápidos de un río, la montaña escarpada, el huracán.
Él representa la filosofía antigua, medieval, moderna, contemporánea o lo que llaman conocimiento.
Jessica Chastain tiene un papel de madre pasiva pero omnipotente.
No dice mucho pero siempre está presente.
Ella es la serenidad, la paz, el equilibrio, la vida, pero también el profundo océano, la pradera, la brisa veraniega.
La confianza, también llamada fe en la naturaleza, que viene a ser representada por Dios.
Chastain, quien aún es una novata en el negocio desarrolla brillantemente su papel con una naturalidad y ternura impecables, una mujer inocente, amable y cariñosa, el lado de la gracia que retrata Malick, en contra a Brad Pitt, igualmente natural pero que logra infundir sentimientos encontrados hacia su personaje pues es un padre autoritario y violento, pero tras él se halla un deseo que sus hijos sean quienes quieren ser en la vida y no fracasen como él.
Hunter McCracken, el hijo mayor, tiene tal vez el personaje más complicado, el del ser humano.
El es la duda, las ganas de aprender, la rebelión frente a lo dado, la necesidad del por qué, el error, la transición.
Una transición hacia el perdón, hacia la disculpa y hacia la comprensión que toda persona tiene que realizar alguna vez en la vida.
La actuación del joven McCracken es impresionante para un novato y joven como él que incluso opaca como un eclipse la actuación de Sean Penn.
Se nota en todos ellos un trabajo agradable, fresco y con una buena dosis de improvisación.
The Tree Of Life es una excelente orquestación de primeros planos de rostros que transmiten inquietud y desconcierto, con un hijo cuya mirada refleja la difícil entrada en la adolescencia y la distancia que comienza a producirse con su padre y con la misma vida, o con un matrimonio que sufre los reveses de la existencia y las dificultades de la convivencia.
La dirección de fotografía del mexicano Emmanuel Lubezki es definitivamente el mejor trabajo de su inigualable carrera.
“Grace doesn't try to please itself.
Accepts being slighted, forgotten, disliked.
Accepts insults and injuries”
The Tree Of Life presenta una profundidad espiritual, metafísica y existencial para una vida en que la luz llega junto a la oscuridad, y donde a veces las tinieblas nos impiden ver y gozar de aquélla.
The Tree Of Life es teatro silencioso, palabras que no se dicen.
El filtro que refleja los años 50: colores polaroid, inocentes, soñados.
Curiosamente aparece la cita del libro de Job y posteriormente todas las increíbles imágenes del planeta, desde el diminuto crecimiento humano, hasta la macroscopía del universo mientras se escucha la espeluznante "Lacrimosa" de Zbigniew Preisner, un momento de gran intensidad, me rendí ante semejante escena.
Imágenes del telescopio Hubble, ríos, océanos, montañas, volcanes, desiertos.
El mundo no es un documental, es vida, es un absoluto milagro.
Malick quiso que la luz de todas las escenas fuese natural y que todos los lugares de rodaje carecieran de cables u otros materiales eléctricos, siendo los planos filmados cámara en mano.
Sin duda muchos no comprendieron The Tree Of Life, ya que no es una historia, no hay sinopsis, aquí el "cómo" es lo más importante.
No sé si es una obra maestra pero sí es algo inusual: Espectacular.
El tema narrativo es archiconocido, sin embargo The Tree Of Life es el despliegue de la condensada pregunta de la vida:
¿Por qué?
The Tree Of Life comienza con una cita del Libro de Job 38:4,7, donde Dios pregunta:
“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra... entre el clamor a coro de las estrellas del alba y las aclamaciones de todos los Hijos de Dios?”
Así, emerge una misteriosa luz vacilante parecida a una llama, o a un fuego fatuo.
La imagen es "Opus 161", del danés Thomas Wilfred (1889 – 1968), perteneciente a la colección “Lumia Compositions” propiedad de Eugene y Carol Epstein, de Los Ángeles, California.
Wilfred creó sus “lumias” con discos pintados, espejos reflectores y metales contenidos en unas cajas de madera que transforman y proyectan luces, algunas son hoy parte del acervo del MET y del MOMA en Nueva York, según sus propias palabras:
“Esta fue la forma en la que Dios le dio movimiento rítmico al cosmos”
En The Tree Of Life la Sra. O'Brien (Jessica Chastain), recibe un telegrama, el cual informa que su hijo de 19 años ha muerto, mientras que el Sr. O'Brien (Brad Pitt) es notificado por teléfono.
Tras este suceso, la familia es lanzada a un mundo de dolor al que intentan hacer frente en su bien arreglado hogar suburbano.
En un flashforward Jack O'Brien (Sean Penn) está a la deriva en su moderna vida como arquitecto.
Por teléfono, le confiesa a su padre que piensa en la muerte de su hermano a diario.
Cuando ve que un árbol es plantado frente a una construcción, comienza la reminiscencia principal de The Tree Of Life.
Un sonido semejante a un controlador cardíaco nos hace pensar en que Jack está muriendo.
Posteriormente, se muestra una dramatización de la formación del universo, con la expansión de las galaxias y la formación de los planetas.
Se escucha la voz de Jack mientras hace varias preguntas existenciales.
En otros momentos de The Tree Of Life, estas preguntas y observaciones son expresadas por otros miembros de su familia, así como por su "Yo" más joven.
En la Tierra recientemente formada, los volcanes erupcionan y los microbios empiezan a formarse.
Luego, vemos en un extenso vecindario en Waco (Texas) los O'Brien son reintroducidos viviendo en una casa diferente, mucho más vieja.
La joven pareja está cautivada por el bebé Jack, y sus dos hermanos, ya que la familia crece rápidamente.
The Tree Of Life se centra en la familia cuando Jack (Hunter McCracken) alcanza la adolescencia.
El Sr. O'Brien intenta equilibrar su sentido paterno con el gran amor que siente por sus hijos.
Él es severo y autoritario, a la vez que profundamente afectuoso y acogedor.
Por el contrario, la Sra. O'Brien es cariñosa y empática, con una actitud más permisiva hacia sus hijos.
En el fondo, la familia es un pretexto para un inesperado ejercicio de Teodicea, Dios/Justicia como la filosofía, también conocida como teología natural, cuyo objetivo es la demostración racional de la existencia de Dios mediante razonamientos, así como la descripción análoga de su naturaleza y atributos.
El mal, concluye el director Terrence Malick, está en la raíz del ser humano tanto como lo está el Complejo de Edipo.
El Sr. O'Brien codicia la riqueza, y lamenta haber fallado en convertirse en un gran músico.
Él consigue patentes por varios inventos, pero ninguna parece darle beneficios.
La figura del padre, odiada y amada a un tiempo, es un trasunto del Dios bíblico.
A medida que avanza The Tree Of Life, el ídolo se va desmoronando: falso, débil, confuso, desorientado…
Cuando, como Job, queremos pedir cuentas al Padre por la presencia del mal en el mundo advertimos que él tampoco tiene la respuesta.
Algo no fue bien durante la Creación, pero no recuerda qué.
A lo mejor, memoria y eternidad no son compatibles.
Mientras él está ausente, los chicos disfrutan de un acceso sin restricciones a su madre y Jack experimenta las primeras punzadas de rebeldía, incluido su despertar sexual.
Incitado por otros chicos de su edad, Jack comete actos de vandalismo y abuso animal.
Jack está confundido por sus experimentos con la violencia.
La planta del Sr. O'Brien cierra y él es forzado a reubicar a su familia.
Al casi final, él se reconcilia con Jack, pidiendo perdón por sus duros tratos.
The Tree Of Life muestra el fin de la vida en la Tierra, con el planeta primero siendo devorado por el Sol cuando éste se ha convertido en una gigante roja y luego muestra el lugar solitario que ha quedado, congelado, sin vida, aún orbitando alrededor del Sol, que para entonces se ha convertido en una enana blanca débil; es decir, en un remanente estelar que se genera cuando una estrella de masa menor a 9-10 masas solares ha agotado su combustible nuclear, en una estrella después de acabada su vida, una estrella fría.
The Tree Of Life vuelve al Jack adulto, quien está caminando por un terreno rocoso, posiblemente al final del tiempo o de su vida misma.
En un banco de arena, con líquido amniótico como mar, Jack se reúne con su familia y toda la gente que habita su memoria.
Su padre está feliz de verle y su madre se llena de alegría cuando la memoria de Jack resucita a su hermano muerto.
Ella agradece a Jack besando su brazo un par de veces.
The Tree Of Life termina con la misma misteriosa luz vacilante del comienzo.
“Toscanini once recorded a piece sixty five times.
You know what he said when he finished?
It could be better.
Think about”
La música de Alexandre Desplat es también muy bella, basada principalmente en tonos altos y con instrumentos de cuerda, sin embargo su trabajo resulta menor en comparación con el conjunto de temas clásicos que añade Malick a la cinta como "Funeral March" de Patric Cassidy, "Lacrimosa 2" de Zbigniew Preisner, "The Well-Tempered Clavier" y "Toccata and Fugue in D Minor, BWV 565" de Bach, "Piano Sonata No.16 in C Major K. 545" de Mozart, entre otras.
The Tree Of Life es sin lugar un trabajo excepcional que podríamos comparar con “2001: A Space Odyssey” de Kubrick, o con obras de Tarkovsky por lo bello de sus imágenes y lo poética de su narrativa.
De lo mejor de este año, una obra maestra, un ejercicio espiritual cinematográfico, una experiencia religiosa.
“The nuns taught us that no one who loves the way of grace ever comes to a bad end”
¿Y cómo encaja la historia de Job en todo esto?
Cuenta la historia bíblica que Job era un devoto creyente, un hombre bueno, justo y generoso; para probarle al Diablo su fe y convencerlo de su inquebrantable sumisión, Dios le permitió a aquél que lo enfrentara a las más diversas desgracias personales y familiares, buscando en Job una señal del debilitamiento de su fe por no poderse explicar racionalmente el porqué de tanto infortunio sobre su persona.
La imagen del Dios del Antiguo Testamento, un Dios amante de sus criaturas, misericordioso y bueno, pero a veces iracundo, vengativo e incluso cruel, dispuesto a permitir el sufrimiento de sus criaturas, como permite el de un hombre justo como Job, tan solo por un juego o por una intrascendente disputa, se ve reflejado a lo largo de The Tree Of Life en la concepción religiosa de uno de los protagonistas, el padre de familia interpretado de forma solvente por Brad Pitt, en un papel en el que no hay muchas oportunidades de verlo: tierno y cariñoso con sus hijos en ocasiones; recto siempre y, en otras, severo, terrible, castigador, al que sus hijos temen.
Esta concepción aparece reforzada también en el sermón que pronuncia el sacerdote en la escena de la iglesia.
Pues bien, esa percepción de Dios contrasta con la visión de un Dios todo bondad, generosidad, tolerancia y amor, que conectaría directamente con la tradición cristiana, y que, en este caso, se simboliza en el personaje de la madre, papel que desarrolla con sorprendente naturalidad la actriz de rostro angelical Jessica Chastain.
Una concepción que desde mi impresión se apoya en la belleza que la Naturaleza ofrece para admirar en ella la Creación y admirarse en ella como sus hijos que somos.
La Naturaleza es siempre la protagonista oculta en los filmes de Malick, si bien en éste adquiere inusitada fuerza, por ello las escenas de felicidad de la madre (La Madre Tierra) con sus vástagos en la hierba, la insistente contemplación recreativa de los árboles en el esplendor de sus ramas y hojas, la escena de la mariposa, etc., en lo que también podríamos interpretar desde un punto de vista panteísta, puesto que Dios está en todo y todo está en Dios, y su gracia, en la armonía de la Ley Natural.
Así pues, estas dos visiones, enfrentadas y a la vez complementarias de Dios, se encuentran en el trasfondo de The Tree Of Life, una obra sin duda profundamente religiosa y sirven de guía, a través de las acciones y también de las preguntas y afirmaciones que los personajes formulan en los diálogos y en off acerca del sufrimiento, la culpa, el amor, la injusticia, la voluntad…, para el desarrollo del guión, que, de alguna manera, culmina con un hecho crucial que conocemos nada más empezar The Tree Of Life, pero cuya irremediable aceptación por ser universal e inevitable, como se nos demuestra en los 30 primeros minutos de filme, es realmente lo que conecta al ser humano con la trascendencia.
“Where were You?
You let a boy die.
You let anything happen.
Why should I be good?
When You aren't”
Hay escenas muy bellas como extrañas:
¿Cuál de los tres es el hijo que muere?
La madre flotando en el aire cerca de un árbol, qué significado tiene…
La madre tapando los ojos al niño mientras un hombre convulsiona al fondo.
La muerte de su hijo por medio de una carta:
¿Cuál fue el motivo?
La bella espiral pitagórica que remite a la doble hélice del ADN y al origen misterioso y sagrado de la vida.
La escena más revolucionaria artísticamente, para mí, es la de los efectos en el niño después de robar, y la reflexión que hace sobre su existencia y su comportamiento.
Cada imagen es una metáfora maravillosa, un viaje visual con repercusión en nuestro interior.
La escena de la Lacrimosa… da escalofríos por su belleza.
En general The Tree Of Life se esfuerza en captar el ritmo de la vida tal y como se experimenta en la infancia, en uno de los esfuerzos más prodigiosos vistos en pantalla por reproducir ese territorio tan infinito y lleno de posibilidades que puede significar un día de verano a los diez, a los quince años.
Y sobre esos niños (Hunter McCracken, Laramie Eppler y Tye Sheridan), sobre todo el protagonista, que descubre que su padre no es un referente a amar y respetar, sino un ídolo a derribar y superar, con temor a convertirme en él mismo, mientras la naturaleza permanece constante: los árboles, el sol, el viento, todo eso nos cobija, estaba ahí cuando nacimos, desde el principio, y seguirá creciendo y calentando cuando yazcamos en la tumba.
Porque todo lo que sufrimos, todo lo que vivimos, todo lo que nos remuerde nació en el mismo momento de la creación.
Porque nuestras vidas se suceden sobre el sustrato de otras casi incontables, como atestigua el momento en el que los niños afirman haber encontrado un hueso de los dinosaurios que vimos, nunca tan bellos, en la primera parte de The Tree Of Life.
Finalmente, no hay una respuesta.
Al menos yo, en base a mis vivencias y pensamientos, no la tengo.
Malick es más optimista, mostrando un cielo en el que toda reconciliación con el pasado es posible.
Pero aunque se sea un escéptico y me vuelva siempre al mismo punto de partida, el camino recorrido en esas dos horas es único e impagable.
“Do good to them.
Wonder.
Hope”
The Tree Of Life es una experiencia visual y auditiva en la que poco importan los detalles de la trama, es un salto evolutivo para el lenguaje cinematográfico.
Lo que vale es la sensación que produce en el espectador el viaje a la semilla de la humanidad y la interacción de una familia ordinaria.
La cámara vuela sin aviso para acercarnos o alejarnos de los personajes o de la Tierra misma, para captar un mundo del que somos conscientes mientras estamos vivos.
Se trata de una compleja creación cinematográfica que se aleja de los convencionalismos hollywoodienses y de los modelos más comerciales.
No sigue las pautas tradicionales de la narración y el singular punto de vista del autor, del cual surge la reflexión de The Tree Of Life, no fue bien recibido por una parte de la crítica por su carga religiosa.
En The Tree Of Life hay un fuerte contenido religioso:
Abre con una cita de la Biblia, del libro de Job; el nacimiento de la vida en el planeta apela al Génesis; gran parte de la música tiene una connotación cristiana; la familia es creyente y practicante, al grado de que el personaje de Brad Pitt, el padre, es quien toca el órgano en la misa dominical de la parroquia; se escucha el sermón de un sacerdote que extrae un segmento de, una vez más, el libro de Job, un poema didáctico en prosa con varias voces, con una estructura emparentada a la de The Tree Of Life; y el final, una alegoría del cielo bíblico.
Por otra parte, la carga filosófica, aunque menos palpable, convive con la religiosa y juntas forman una cosmovisión propia:
La amalgama de ambas.
The Tree Of Life demuestra la gran diferencia que hay entre las personas creyentes, en este caso, cristianos, y lo que hoy la ciencia sabe.
Mientras ella pide explicación a un ser supremo, las imágenes del universo y sus galaxias son un reflejo de que no se creó por arte del espíritu santo, y por otro lado, explica como al enfriarse la tierra, es posible la aparición de la vida, y no del barro con Adán y luego Eva como lo explica la Biblia.
Da a entender que inclusive, en los animales prehistóricos, ya se hubiera podido ver la compasión de no matar por matar.
Al final de The Tree Of Life, la risita de Sean Penn, demuestra que ha llegado a entender que solo el ser humano es el capaz de crear, al darse cuenta que él es capaz de edificar edificios y puentes, y por ende no hay ser supremo, detrás de la vida de cada quien y de sus éxitos o fracasos y por consiguiente a nadie, a quien pedirle cuentas.
Asimismo, me llama la atención que se obvie por completo el sexo o la reproducción, en ese matrimonio con fuertes convicciones religiosas, algo se podría haber tratado.
Pero yo quiero ir más allá de la velada masturbación con la bata de la chica compañera de clase, objeto de deseo y que a raíz de ese crecimiento sexual, los comportamientos nos cambian, hasta nuestra relación con la familia y nuestro entorno se hace evidente sin intención.
Sin ser bizarro, en otras lecturas, The Tree Of Life puede mostrar una velada relación homosexual entre dos de los hermanos, así se hace ver en algunas escenas.
Esa relación no la veo gratuita, considero que puede ser vista como parte del desarrollo sexual natural de la adolescencia, como falta de diálogo entre una familia de creencias religiosas, en la típica agresión del padre y la sumisión de la madre.
Considero que el joven muerto es ese hermano menor, que no logró comprender ese nivel de experimentación sexual tan leído en los textos antiguos relacionado a la sexualidad entre los hombres jóvenes.
Me gustó que haya sido velado, y no mostrado, nos ayuda a poner en práctica nuestra percepción de lo que vemos, sentimos y que debemos buscar ayuda o investigar cuando algo no es comprendido.
“What I want to do, I can't do.
I do what I hate”
Con todo esto, la reacción del público respecto a The Tree Of Life fue muy dispar, pues los amantes de la filmografía de Malick ensalzaron la película como una verdadera obra de arte, mientras muchos otros la criticaron duramente.
Malick encuentra todas sus ideas que han ido volcando, de a pocos, en cada una de sus películas, como si a través de cada una de ellas hubiese estado escribiendo el guión de The Tree Of Life, en la cual al fin ha dicho claramente lo que realmente ha estado queriendo decir en cada una de sus historias:
El ser humano ha venido al mundo para destruirlo y ese es su destino sin remedio.
¿Y cómo se van destruyendo los seres humanos a lo largo de sus vidas?
Con la violencia de padres a hijos, que a su vez nos lleva a la violencia para con los otros, el momento clave en el que un niño aprende a torturar a un animalito inocente, violentando así el universo, la armonía, el orden primigenio del mundo, la naturaleza, hasta llegar al mundo moderno de los rascacielos, a las guerras, a las muertes inexplicables, a la gran soledad, alejándonos de nuestra verdadera esencia, pero sobre todo, y lo más importante, es que a través de todo este proceso de destrucción el ser humano aprende a vivir sin amor.
Y he aquí la gran tragedia del universo.
The Tree Of Life trata de una obra personalísima, que busca una sintonía muy profunda en el espectador.
No es nada raro que muchos no la encuentren y, entonces, la sensación puede ser muy frustrante.
En cualquier caso, me pareció que The Tree Of Life dice mucho-demasiado, directamente al corazón, a quien quiere escuchar lo que tiene que decir, sin utilizar apenas palabras, lo cual es cine en estado puro.
The Tree Of Life es cine hecho para sacudirnos de nuestro letargo y comodidad, es cine hecho para recordar la religión que hemos perdido, es la metafísica del fin de los tiempos y la necesidad de dar y recibir amor para poder salvarnos.
Sí, The Tree Of Life es cine religioso pero sin religión, es el mensaje de un Dios desconocido que está en el origen del universo hace miles de años, que nos recuerda que hemos mancillado la creación, que nos hemos alejado del paraíso y por ello estamos condenados.
También The Tree Of Life posee un enaltecimiento del amor a los valores familiares y a la familia compuesta por padre, madre y hermanos.
Todo ello a través de una historia sin pies ni cabeza.
The Tree Of Life es una obra experimental, poesía en movimiento, pero para el público en general un aburrimiento, todo hay que decirlo.
“If you want to succeed, you can't be too good!”
The Tree Of Life es una película sobre metafísica, antropología, religión y teología, además de otras cosas de índole freudiana como el llamado “Complejo de Edipo”; pero sobre todo el nervio principal del filme viene a manifestar que ya sea que hablemos de Destino, de Ley de la Naturaleza, de Gracia o de Dios, estos términos indican que los hechos son parte de un proceso trascendente de enorme complejidad los cuales escapan o están fuera del control del hombre.
No cabe duda de que entre lo divino o metafísico y la física o la naturaleza hay grietas o desencajes de enorme consideración que entre otras consecuencias dan lugar al sufrimiento; sin embargo el Espíritu o la Gracia espiritual de Dios, a través de esos desencajes, fallas o realidades no paradisíacas, sopla y oxigena la Naturaleza y en especial lo humano dentro de ella.
Uno de los nombres que merecen dársele a ese soplo o aliento sobrenatural es:
Esperanza.
“El Señor da y quita.
Así es él.
Envía moscas a la herida que debiera sanar”
“Pensamos que no, pero la mala suerte también sigue al bien.
No podemos protegernos contra ella”
“Debemos encontrar eso que es mayor que la fortuna o el destino”
“El cuerpo del sabio o del justo, no está exento del dolor, ni de la intranquilidad ni de la deformidad o pérdida de belleza.
No hay escondite en el mundo donde no te hallen los problemas”
“Si quieres triunfar no puedes ser muy bueno”
The Tree Of Life nos sirve como reflexión de qué es lo que somos, a dónde queremos llegar, cuál es la forma de vivir, qué hay más allá de la vida, cómo se originó y cómo acabará nuestro universo, cómo somos un universo de células y a la vez una célula del universo; esto a través de imágenes del espacio, la creación de la vida en la tierra y dentro de ella la belleza y gracia de la naturaleza, y mostrando la gracia y la naturaleza del hombre en la historia de Jack.
Es que Terrence Malick ha conseguido aquí mostrar todo aquello que es hermoso en esta tierra, todo lo que late y lo que brilla, los colores, los aromas, los detalles y, con destreza, las sensaciones que todos ellos producen a su contacto.
The Tree Of Life trata de una experiencia completamente sensorial dosificada en escenas tremendamente identificables en nuestra historia personal, que nos hacen rebrotar la percepción de esos momentos, y parecen cuestionarnos en presente cuándo perdió uno la sensibilidad necesaria para registrar tanta exuberancia que nos rodea.
Con mano delicadísima e increíble sentido estético, Malick demuestra haber coleccionado un esplendoroso ramo de situaciones e impresiones, en secuencias de profunda y entera belleza.
Y no es éste sólo un despliegue de la belleza de lo agradable, también, y sobre todo, la belleza de la angustia, de la inmensidad, la del dolor.
Para hablar de la muerte de un ser humano, que es a un tiempo hijo y hermano, Malick viaja a los orígenes de la vida en la Tierra, en una secuencia que es en sí misma una obra maestra.
En la serie de televisión Cosmos, Carl Sagan dijo:
“Si quisieras hacer una tarta de manzana desde cero, primero tienes que inventar el universo”, y así es como Malick, para hablar de la pérdida de un individuo, retrata la primera chispa de vida y una parte de la evolución.
“Nature only wants to please itself.
Get others to please it too.
Likes to lord it over them.
To have its own way.
It finds reasons to be unhappy when all the world is shining around it.
And love is smiling through all things”
Así pues, más de la mitad del largometraje son imágenes despersonalizadas, o personalizados silencios.
La otra mitad es una lacónica pero rica visión de una familia.
El público es ahora muy caprichoso, de ahí la osadía de Malick.
Los espectadores no entienden y se enfadan, escupen a la obra, no están acostumbrados a escuchar, están habituados a oír lo que quieren en cualquier momento y permanentemente, como en un bufete de sensaciones muy valiosas que minusvaloran o desprecian por su actitud despótica con el arte, con el mundo.
La gente ha perdido esa ingenuidad, humildad de oyente ante la soberbia de una obra.
Tal vez The Tree Of Life sea revolucionaria, o no apta para este tiempo abanderado contra la censura.
La causa puede ser el dinero: algunas de las productoras se dedican a vender, hacen vulgar lo sublime, lo hacen pegajoso, superficial, no educan a su público, no lo enriquecen, lo embrutecen entreteniéndolo banalmente.
O quizá es el abuso del arte del siglo XXI, o la hipocresía de algunas personas que se hace llamar artistas.
Los comprensibles abucheos a The Tree Of Life que empezaron en el Grand Théâtre Lumière, o la sensación de estafa de los espectadores podrían ser bien parecidos a los que recibió Stravinski con "La Consagración de la Primavera" en 1913.
En fin…
The Tree Of Life es demasiado ENORME.
“La única manera de ser feliz es amar.
Si no amas, tu vida pasará de largo”, dice el personaje de Jessica Chastain, la madre silenciosa de quien solo se escucha el pensamiento, incapaz de hacerle frente a la dominación de su marido.
Parece que esas palabras no han sido dichas lo suficiente, pues el mundo continúa en declive.
“La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva.
Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo”
Oscar Wilde.
Prefacio del Retrato de Dorian Gray.
“Help each other.
Love everyone.
Every leaf.
Every ray of light.
Forgive”
Unless you love, your life will flash by”
Vivimos tiempos extraños.
Sea por el ocaso del sistema capitalista, por la explosión demográfica o por la grieta cada vez más amplia entre ricos y pobres, lo cierto es que la cultura se mueve entre tinieblas.
C.S. Lewis propuso una vez valorar las obras literarias no tanto por ellas mismas como por sus lectores.
De modo que si fuera posible encontrar aunque sólo fuera un lector que encontrara en una obra valores que ningún otro había sido capaz de apreciar, deberíamos conceder a esa obra, al menos, un cierto margen de confianza.
El Árbol De La Vida es uno de los símbolos cabalísticos más importantes del judaísmo.
Está compuesto por 10 esferas (sefirot) y 22 senderos, cada uno de los cuales representa un estado (sefirá) que acerca a la comprensión de Dios y a la manera en que él creó el mundo.
La Cábala desarrolló este concepto como un modelo realista que representa un «mapa» de la Creación.
Se le considera la cosmología de la Cábala.
La Cábala o Qabbaláh (recibir) es una sabiduría ancestral que se remonta a la época de Adam HaRishon (el primer hombre) y es anterior al judaísmo y a otras religiones.
La base estructural de este estudio consistió primordialmente en un libro, luego un maestro y luego un grupo.
Ha habido una evolución a través de la historia, en la lectura de libros sagrados tales como análisis del Árbol De La Vida, el Talmud de las 10 Sefirot, el Zohar, el prefacio de la Sabiduría de la Cabalá, entre otros.
Sin embargo, por una parte entre los judíos jasidistas u ortodoxos, es la tradición oral que explica y fija el sentido de la Sagrada Escritura, y por tanto entiéndase por Cábala al conocimiento en cuanto a las cosas celestiales mediante el ejercicio del estudio y cumplimiento de preceptos y reglas superiores.
La Cabalá contemporánea propone un método de corrección del ego del propio hombre y el mundo hacia el altruismo, a través del poder de la unión del grupo en garantía mutua.
En la antigua literatura judaica, qabbalah era el cuerpo total de la doctrina recibida, con excepción del Pentateuco.
Así pues, incluía a los poetas y los hagiógrafos de las tradiciones orales incorporadas posteriormente a la Mishná.
La Cábala precede a cualquier religión o teología y fue dada a la humanidad por el mismísimo Dios, sin pre-requisitos ni pre-condiciones.
Según las enseñanzas cabalísticas, el universo funciona de acuerdo a ciertos principios supremamente poderosos.
Al entender estos principios y al aprender a actuar de acuerdo con ellos, la vida mejora enormemente en lo inmediato, y se logra a mediano y largo plazo la verdadera plenitud, para uno mismo y para toda la humanidad.
Así, de la misma manera en que las leyes físicas básicas, tales como la gravedad y el magnetismo existen independientemente de nuestra voluntad y de nuestra conciencia, las leyes espirituales del Universo influyen en nuestras vidas cada día y a cada momento.
La Cábala brinda el poder de entender y vivir en armonía con estas leyes, y además, de usarlas para beneficiarnos a nosotros mismos y al mundo.
La Cábala es mucho más que un sistema filosófico intelectualmente convincente.
Es una descripción precisa de la naturaleza entrelazada entre la realidad espiritual y la física; y es un compendio total de métodos poderosos, a la vez que prácticos, para lograr objetivos dignos dentro de esas realidades.
Dicho de manera simple, la Cábala da las herramientas que se necesitan para obtener felicidad, plenitud y para llevar la Luz del Creador a la vida propia.
Es la manera de alcanzar la paz y la alegría que todo ser humano desea y merece, en la más profunda esencia de su ser.
Algunos creen que este «Árbol De La Vida» de la Cábala corresponde al Árbol De La Vida mencionado en la Biblia (Génesis 2, 9).
Este concepto metafísico (mas allá de la física) más tarde fue adoptado por algunos cristianos, hermetistas, y aún paganos.
Como dije, la cábala se encuentra compuesta por diez esferas (sefirot), enumeradas habitualmente en el orden en que el rayo de Dios desciende para crear el mundo, que es la misma numeración que es utilizada por la europeizada cábala hermética.
Se encuentran listados a continuación sus nombres y el significado traducido del hebreo:
Kéter (La Corona; el deseo de hacer bien a sus creados, el otorgamiento)
Jojmá (La Sabiduría; el deseo de recibir)
Biná (El otorgamiento; el deseo de otorgar con la intención de recibir)
Sefirots de Zeir Anpin (El deseo de recibir con la intención de otorgar)
Jésed (La Misericordia)
Gevurá (La Justicia; Fuerza)
Tiféret (La Belleza)
Nétsaj (La Victoria de la Vida sobre la Muerte)
Hod (La Eternidad del Ser; La Gloria)
Yesod (El Fundamento, la Generación o piedra angular de la Estabilidad)
Maljut (El Reino; El deseo de recibir con el fin de recibir; La materia de la creación, el ego, la vasija, la cualidad de la recepción pura)
Así las 10 sefirots se agrupan en 5 estados de la naturaleza: inanimado, vegetativo, animado, hablante y el creador.
Las sefirots son un sistema integral presente en cada persona y su deseo de recibir placer.
El deseo de recibir puede rechazar o absorber la luz de placer mediante el creador, la propiedad de otorgamiento presente en la unidad del entorno.
Los textos más tempranos que describen El Árbol De Vida son el Bahir, el Sefer Yetzirah, el Sefer Raziel Hamelech y el Zohar (probablemente el más influyente).
Éste describe el Árbol De La Vida como una especie de diagrama (aunque no necesariamente físico) que tiene 10 (a veces 11) sefirot y 22 (a veces 24) senderos que interconectan varios sefirot.
Cada sefirá y sendero tiene una característica diferente, un número diferente, la carta, el rasgo físico, el planeta, etc.
Hay mucho desacuerdo acerca de los atributos que cada sefirá y sendero poseen.
Ahora bien, os pregunto:
¿Cuántas películas habéis visto a lo largo de vuestra vida que curiosamente (y valga la redundancia) traten de la vida?
“…hay dos caminos que puedes seguir en la vida:
El de la Naturaleza y el de lo Divino.
Debes elegir cual vas a seguir.
Lo Divino no busca agradarse a sí mismo, acepta ser desairado, olvidado, no agrada.
Acepta los insultos y las heridas.
La Naturaleza sólo busca agradarse a sí misma y conseguir que otros la agraden... Encuentra razones para ser infeliz cuando todo el mundo que la rodea resplandece y el amor sonríe a través de todas las cosas.
Nos enseñaron que nadie que amara el camino de lo Divino acabaría mal.
Yo te seré fiel, no importa lo que me suceda…”
“Brother.
Mother.
It was they that led me to your door”
The Tree Of Life es una ENORME película estadounidense de género dramático, dirigida por Terrence Malick y protagonizada por Brad Pitt, Jessica Chastain, Hunter McCracken, Sean Penn, Laramie Eppler, Tye Sheridan, Fiona Shaw, Crystal Mantecon, Pell James, Joanna Going, Kari Matchett y Michael Showers.
The Tree Of Life obtuvo la Palme d’Or en el Festival Internacional de Cine de Cannes en el 2011 y está nominada al Oscar como Mejor película, director y fotografía.
The Tree Of Life no es una película que se pueda recomendar así como así.
Hay que estar dispuesto a que las imágenes nos dejen llevar, dispuestos a buscar símbolos que sugieren más que informan, a enlazar la realidad con la imaginación. The Tree Of Life nos habla de los sentimientos, del amor, de la soledad, de las relaciones, del autoritarismo de un padre, de los juegos infantiles de los niños, de la amistad, del nacimiento, de la muerte, de la envidia, de la risa, de la alegría, de la tristeza, de la ira, de las preocupaciones, de los temores, etc. en definitiva de la fe y de la existencia, del ser humano.
Un ser humano que como vemos a veces habla con Dios.
¿Por qué, Señor, he de sufrir?
¿Por qué los inocentes mueren y los malvados prosperan?
¿Qué hemos hecho para merecer tu desidia y tu ensañamiento?
¿Por qué no nos amas?
The Tree Of Life está ambientada en los años 50 y cuenta la historia de una familia estadounidense, centrándose en la evolución de su hijo mayor, Jack (Hunter McCracken)
En el camino que transcurre desde su infancia a su madurez, The Tree Of Life muestra el intento de reconciliación con su padre, Mr. Obrien (Brad Pitt), que tratará de enseñarle a enfrentarse a un mundo hostil.
Por otro lado, la relación con su madre (Jessica Chastain) es totalmente opuesta, dado el carácter bondadoso y humano que demuestra el personaje.
Avanzada The Tree Of Life y en la fase adulta de Jack (interpretado por Sean Penn), vemos cómo el personaje se siente como un alma perdida en el mundo moderno, en busca de respuestas para el origen y significado de la vida, a la vez que cuestiona la existencia de la fe, tratará de encontrar entre las escenas de su infancia aquello que permanece inalterado, el plan eterno del que todos formamos parte.
Cuando descubre todo lo que se le ha escapado por el camino aprenderá a valorar más las cosas que le quedan por venir.
Jack, con una nueva visión del mundo, es capaz así de perdonar a su padre y dar por vez primera sus propios pasos por la vida.
The Tree Of Life concluye con una metáfora que recoge toda la esencia proyectada en estas cortas dos horas y media de metraje.
La vida no es nada sin la muerte.
Es el camino donde los recuerdos son un fiel acompañante.
No somos nada sin ellos.
Sea el camino de lo natural o de lo divino el elegido, nuestro espíritu es nuestra experiencia.
Manténgase abiertos, sean fieles a sí mismos.
“The nuns taught us there were two ways through life - the way of nature and the way of grace.
You have to choose which one you'll follow”
The Tree Of Life constituye una reflexión poética y personal sobre el sentido de la existencia.
Terrence Malick dirige y escribe esta cinta que nos inunda de filosofía el cerebro, la pupila y el corazón en este filme que sin tener un estilo narrativo exacto deja al espectador en shock por la belleza de las imágenes y lo positivo de la filosofía en la que se expresa que hay que vivir en la gracia, haciendo lo mejor cada día, vivir la vida a cada instante, amar, superar lo trágico, perdonar; en fin, una ideología muy espiritual que no sólo es cristiana sino de cualquier religión y es ahí donde reside el valor filosófico y narrativo de The Tree Of Life.
Esto se convierte en un éxtasis visual al ver todo el conjunto de imágenes que se nos muestra de la naturaleza, el universo y los edificios, que le dan un valor a dichos objetos inertes, le dan vida.
La dirección de actores de los personajes principales, salvo la actuación de Sean Penn (que creo que pudo haber dado más), es estupenda.
Brad Pitt es el rudo padre de una familia de clase media.
Un ex-marine que basa su vida en las órdenes militares y así es como cree que es mejor educar, desde la exigencia para así convertir a los vástagos en hombres fuertes.
Pitt es la guerra, el odio, el poder, la muerte, pero también los rápidos de un río, la montaña escarpada, el huracán.
Él representa la filosofía antigua, medieval, moderna, contemporánea o lo que llaman conocimiento.
Jessica Chastain tiene un papel de madre pasiva pero omnipotente.
No dice mucho pero siempre está presente.
Ella es la serenidad, la paz, el equilibrio, la vida, pero también el profundo océano, la pradera, la brisa veraniega.
La confianza, también llamada fe en la naturaleza, que viene a ser representada por Dios.
Chastain, quien aún es una novata en el negocio desarrolla brillantemente su papel con una naturalidad y ternura impecables, una mujer inocente, amable y cariñosa, el lado de la gracia que retrata Malick, en contra a Brad Pitt, igualmente natural pero que logra infundir sentimientos encontrados hacia su personaje pues es un padre autoritario y violento, pero tras él se halla un deseo que sus hijos sean quienes quieren ser en la vida y no fracasen como él.
Hunter McCracken, el hijo mayor, tiene tal vez el personaje más complicado, el del ser humano.
El es la duda, las ganas de aprender, la rebelión frente a lo dado, la necesidad del por qué, el error, la transición.
Una transición hacia el perdón, hacia la disculpa y hacia la comprensión que toda persona tiene que realizar alguna vez en la vida.
La actuación del joven McCracken es impresionante para un novato y joven como él que incluso opaca como un eclipse la actuación de Sean Penn.
Se nota en todos ellos un trabajo agradable, fresco y con una buena dosis de improvisación.
The Tree Of Life es una excelente orquestación de primeros planos de rostros que transmiten inquietud y desconcierto, con un hijo cuya mirada refleja la difícil entrada en la adolescencia y la distancia que comienza a producirse con su padre y con la misma vida, o con un matrimonio que sufre los reveses de la existencia y las dificultades de la convivencia.
La dirección de fotografía del mexicano Emmanuel Lubezki es definitivamente el mejor trabajo de su inigualable carrera.
“Grace doesn't try to please itself.
Accepts being slighted, forgotten, disliked.
Accepts insults and injuries”
The Tree Of Life presenta una profundidad espiritual, metafísica y existencial para una vida en que la luz llega junto a la oscuridad, y donde a veces las tinieblas nos impiden ver y gozar de aquélla.
The Tree Of Life es teatro silencioso, palabras que no se dicen.
El filtro que refleja los años 50: colores polaroid, inocentes, soñados.
Curiosamente aparece la cita del libro de Job y posteriormente todas las increíbles imágenes del planeta, desde el diminuto crecimiento humano, hasta la macroscopía del universo mientras se escucha la espeluznante "Lacrimosa" de Zbigniew Preisner, un momento de gran intensidad, me rendí ante semejante escena.
Imágenes del telescopio Hubble, ríos, océanos, montañas, volcanes, desiertos.
El mundo no es un documental, es vida, es un absoluto milagro.
Malick quiso que la luz de todas las escenas fuese natural y que todos los lugares de rodaje carecieran de cables u otros materiales eléctricos, siendo los planos filmados cámara en mano.
Sin duda muchos no comprendieron The Tree Of Life, ya que no es una historia, no hay sinopsis, aquí el "cómo" es lo más importante.
No sé si es una obra maestra pero sí es algo inusual: Espectacular.
El tema narrativo es archiconocido, sin embargo The Tree Of Life es el despliegue de la condensada pregunta de la vida:
¿Por qué?
The Tree Of Life comienza con una cita del Libro de Job 38:4,7, donde Dios pregunta:
“¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra... entre el clamor a coro de las estrellas del alba y las aclamaciones de todos los Hijos de Dios?”
Así, emerge una misteriosa luz vacilante parecida a una llama, o a un fuego fatuo.
La imagen es "Opus 161", del danés Thomas Wilfred (1889 – 1968), perteneciente a la colección “Lumia Compositions” propiedad de Eugene y Carol Epstein, de Los Ángeles, California.
Wilfred creó sus “lumias” con discos pintados, espejos reflectores y metales contenidos en unas cajas de madera que transforman y proyectan luces, algunas son hoy parte del acervo del MET y del MOMA en Nueva York, según sus propias palabras:
“Esta fue la forma en la que Dios le dio movimiento rítmico al cosmos”
En The Tree Of Life la Sra. O'Brien (Jessica Chastain), recibe un telegrama, el cual informa que su hijo de 19 años ha muerto, mientras que el Sr. O'Brien (Brad Pitt) es notificado por teléfono.
Tras este suceso, la familia es lanzada a un mundo de dolor al que intentan hacer frente en su bien arreglado hogar suburbano.
En un flashforward Jack O'Brien (Sean Penn) está a la deriva en su moderna vida como arquitecto.
Por teléfono, le confiesa a su padre que piensa en la muerte de su hermano a diario.
Cuando ve que un árbol es plantado frente a una construcción, comienza la reminiscencia principal de The Tree Of Life.
Un sonido semejante a un controlador cardíaco nos hace pensar en que Jack está muriendo.
Posteriormente, se muestra una dramatización de la formación del universo, con la expansión de las galaxias y la formación de los planetas.
Se escucha la voz de Jack mientras hace varias preguntas existenciales.
En otros momentos de The Tree Of Life, estas preguntas y observaciones son expresadas por otros miembros de su familia, así como por su "Yo" más joven.
En la Tierra recientemente formada, los volcanes erupcionan y los microbios empiezan a formarse.
Luego, vemos en un extenso vecindario en Waco (Texas) los O'Brien son reintroducidos viviendo en una casa diferente, mucho más vieja.
La joven pareja está cautivada por el bebé Jack, y sus dos hermanos, ya que la familia crece rápidamente.
The Tree Of Life se centra en la familia cuando Jack (Hunter McCracken) alcanza la adolescencia.
El Sr. O'Brien intenta equilibrar su sentido paterno con el gran amor que siente por sus hijos.
Él es severo y autoritario, a la vez que profundamente afectuoso y acogedor.
Por el contrario, la Sra. O'Brien es cariñosa y empática, con una actitud más permisiva hacia sus hijos.
En el fondo, la familia es un pretexto para un inesperado ejercicio de Teodicea, Dios/Justicia como la filosofía, también conocida como teología natural, cuyo objetivo es la demostración racional de la existencia de Dios mediante razonamientos, así como la descripción análoga de su naturaleza y atributos.
El mal, concluye el director Terrence Malick, está en la raíz del ser humano tanto como lo está el Complejo de Edipo.
El Sr. O'Brien codicia la riqueza, y lamenta haber fallado en convertirse en un gran músico.
Él consigue patentes por varios inventos, pero ninguna parece darle beneficios.
La figura del padre, odiada y amada a un tiempo, es un trasunto del Dios bíblico.
A medida que avanza The Tree Of Life, el ídolo se va desmoronando: falso, débil, confuso, desorientado…
Cuando, como Job, queremos pedir cuentas al Padre por la presencia del mal en el mundo advertimos que él tampoco tiene la respuesta.
Algo no fue bien durante la Creación, pero no recuerda qué.
A lo mejor, memoria y eternidad no son compatibles.
Mientras él está ausente, los chicos disfrutan de un acceso sin restricciones a su madre y Jack experimenta las primeras punzadas de rebeldía, incluido su despertar sexual.
Incitado por otros chicos de su edad, Jack comete actos de vandalismo y abuso animal.
Jack está confundido por sus experimentos con la violencia.
La planta del Sr. O'Brien cierra y él es forzado a reubicar a su familia.
Al casi final, él se reconcilia con Jack, pidiendo perdón por sus duros tratos.
The Tree Of Life muestra el fin de la vida en la Tierra, con el planeta primero siendo devorado por el Sol cuando éste se ha convertido en una gigante roja y luego muestra el lugar solitario que ha quedado, congelado, sin vida, aún orbitando alrededor del Sol, que para entonces se ha convertido en una enana blanca débil; es decir, en un remanente estelar que se genera cuando una estrella de masa menor a 9-10 masas solares ha agotado su combustible nuclear, en una estrella después de acabada su vida, una estrella fría.
The Tree Of Life vuelve al Jack adulto, quien está caminando por un terreno rocoso, posiblemente al final del tiempo o de su vida misma.
En un banco de arena, con líquido amniótico como mar, Jack se reúne con su familia y toda la gente que habita su memoria.
Su padre está feliz de verle y su madre se llena de alegría cuando la memoria de Jack resucita a su hermano muerto.
Ella agradece a Jack besando su brazo un par de veces.
The Tree Of Life termina con la misma misteriosa luz vacilante del comienzo.
“Toscanini once recorded a piece sixty five times.
You know what he said when he finished?
It could be better.
Think about”
La música de Alexandre Desplat es también muy bella, basada principalmente en tonos altos y con instrumentos de cuerda, sin embargo su trabajo resulta menor en comparación con el conjunto de temas clásicos que añade Malick a la cinta como "Funeral March" de Patric Cassidy, "Lacrimosa 2" de Zbigniew Preisner, "The Well-Tempered Clavier" y "Toccata and Fugue in D Minor, BWV 565" de Bach, "Piano Sonata No.16 in C Major K. 545" de Mozart, entre otras.
The Tree Of Life es sin lugar un trabajo excepcional que podríamos comparar con “2001: A Space Odyssey” de Kubrick, o con obras de Tarkovsky por lo bello de sus imágenes y lo poética de su narrativa.
De lo mejor de este año, una obra maestra, un ejercicio espiritual cinematográfico, una experiencia religiosa.
“The nuns taught us that no one who loves the way of grace ever comes to a bad end”
¿Y cómo encaja la historia de Job en todo esto?
Cuenta la historia bíblica que Job era un devoto creyente, un hombre bueno, justo y generoso; para probarle al Diablo su fe y convencerlo de su inquebrantable sumisión, Dios le permitió a aquél que lo enfrentara a las más diversas desgracias personales y familiares, buscando en Job una señal del debilitamiento de su fe por no poderse explicar racionalmente el porqué de tanto infortunio sobre su persona.
La imagen del Dios del Antiguo Testamento, un Dios amante de sus criaturas, misericordioso y bueno, pero a veces iracundo, vengativo e incluso cruel, dispuesto a permitir el sufrimiento de sus criaturas, como permite el de un hombre justo como Job, tan solo por un juego o por una intrascendente disputa, se ve reflejado a lo largo de The Tree Of Life en la concepción religiosa de uno de los protagonistas, el padre de familia interpretado de forma solvente por Brad Pitt, en un papel en el que no hay muchas oportunidades de verlo: tierno y cariñoso con sus hijos en ocasiones; recto siempre y, en otras, severo, terrible, castigador, al que sus hijos temen.
Esta concepción aparece reforzada también en el sermón que pronuncia el sacerdote en la escena de la iglesia.
Pues bien, esa percepción de Dios contrasta con la visión de un Dios todo bondad, generosidad, tolerancia y amor, que conectaría directamente con la tradición cristiana, y que, en este caso, se simboliza en el personaje de la madre, papel que desarrolla con sorprendente naturalidad la actriz de rostro angelical Jessica Chastain.
Una concepción que desde mi impresión se apoya en la belleza que la Naturaleza ofrece para admirar en ella la Creación y admirarse en ella como sus hijos que somos.
La Naturaleza es siempre la protagonista oculta en los filmes de Malick, si bien en éste adquiere inusitada fuerza, por ello las escenas de felicidad de la madre (La Madre Tierra) con sus vástagos en la hierba, la insistente contemplación recreativa de los árboles en el esplendor de sus ramas y hojas, la escena de la mariposa, etc., en lo que también podríamos interpretar desde un punto de vista panteísta, puesto que Dios está en todo y todo está en Dios, y su gracia, en la armonía de la Ley Natural.
Así pues, estas dos visiones, enfrentadas y a la vez complementarias de Dios, se encuentran en el trasfondo de The Tree Of Life, una obra sin duda profundamente religiosa y sirven de guía, a través de las acciones y también de las preguntas y afirmaciones que los personajes formulan en los diálogos y en off acerca del sufrimiento, la culpa, el amor, la injusticia, la voluntad…, para el desarrollo del guión, que, de alguna manera, culmina con un hecho crucial que conocemos nada más empezar The Tree Of Life, pero cuya irremediable aceptación por ser universal e inevitable, como se nos demuestra en los 30 primeros minutos de filme, es realmente lo que conecta al ser humano con la trascendencia.
“Where were You?
You let a boy die.
You let anything happen.
Why should I be good?
When You aren't”
Hay escenas muy bellas como extrañas:
¿Cuál de los tres es el hijo que muere?
La madre flotando en el aire cerca de un árbol, qué significado tiene…
La madre tapando los ojos al niño mientras un hombre convulsiona al fondo.
La muerte de su hijo por medio de una carta:
¿Cuál fue el motivo?
La bella espiral pitagórica que remite a la doble hélice del ADN y al origen misterioso y sagrado de la vida.
La escena más revolucionaria artísticamente, para mí, es la de los efectos en el niño después de robar, y la reflexión que hace sobre su existencia y su comportamiento.
Cada imagen es una metáfora maravillosa, un viaje visual con repercusión en nuestro interior.
La escena de la Lacrimosa… da escalofríos por su belleza.
En general The Tree Of Life se esfuerza en captar el ritmo de la vida tal y como se experimenta en la infancia, en uno de los esfuerzos más prodigiosos vistos en pantalla por reproducir ese territorio tan infinito y lleno de posibilidades que puede significar un día de verano a los diez, a los quince años.
Y sobre esos niños (Hunter McCracken, Laramie Eppler y Tye Sheridan), sobre todo el protagonista, que descubre que su padre no es un referente a amar y respetar, sino un ídolo a derribar y superar, con temor a convertirme en él mismo, mientras la naturaleza permanece constante: los árboles, el sol, el viento, todo eso nos cobija, estaba ahí cuando nacimos, desde el principio, y seguirá creciendo y calentando cuando yazcamos en la tumba.
Porque todo lo que sufrimos, todo lo que vivimos, todo lo que nos remuerde nació en el mismo momento de la creación.
Porque nuestras vidas se suceden sobre el sustrato de otras casi incontables, como atestigua el momento en el que los niños afirman haber encontrado un hueso de los dinosaurios que vimos, nunca tan bellos, en la primera parte de The Tree Of Life.
Finalmente, no hay una respuesta.
Al menos yo, en base a mis vivencias y pensamientos, no la tengo.
Malick es más optimista, mostrando un cielo en el que toda reconciliación con el pasado es posible.
Pero aunque se sea un escéptico y me vuelva siempre al mismo punto de partida, el camino recorrido en esas dos horas es único e impagable.
“Do good to them.
Wonder.
Hope”
The Tree Of Life es una experiencia visual y auditiva en la que poco importan los detalles de la trama, es un salto evolutivo para el lenguaje cinematográfico.
Lo que vale es la sensación que produce en el espectador el viaje a la semilla de la humanidad y la interacción de una familia ordinaria.
La cámara vuela sin aviso para acercarnos o alejarnos de los personajes o de la Tierra misma, para captar un mundo del que somos conscientes mientras estamos vivos.
Se trata de una compleja creación cinematográfica que se aleja de los convencionalismos hollywoodienses y de los modelos más comerciales.
No sigue las pautas tradicionales de la narración y el singular punto de vista del autor, del cual surge la reflexión de The Tree Of Life, no fue bien recibido por una parte de la crítica por su carga religiosa.
En The Tree Of Life hay un fuerte contenido religioso:
Abre con una cita de la Biblia, del libro de Job; el nacimiento de la vida en el planeta apela al Génesis; gran parte de la música tiene una connotación cristiana; la familia es creyente y practicante, al grado de que el personaje de Brad Pitt, el padre, es quien toca el órgano en la misa dominical de la parroquia; se escucha el sermón de un sacerdote que extrae un segmento de, una vez más, el libro de Job, un poema didáctico en prosa con varias voces, con una estructura emparentada a la de The Tree Of Life; y el final, una alegoría del cielo bíblico.
Por otra parte, la carga filosófica, aunque menos palpable, convive con la religiosa y juntas forman una cosmovisión propia:
La amalgama de ambas.
The Tree Of Life demuestra la gran diferencia que hay entre las personas creyentes, en este caso, cristianos, y lo que hoy la ciencia sabe.
Mientras ella pide explicación a un ser supremo, las imágenes del universo y sus galaxias son un reflejo de que no se creó por arte del espíritu santo, y por otro lado, explica como al enfriarse la tierra, es posible la aparición de la vida, y no del barro con Adán y luego Eva como lo explica la Biblia.
Da a entender que inclusive, en los animales prehistóricos, ya se hubiera podido ver la compasión de no matar por matar.
Al final de The Tree Of Life, la risita de Sean Penn, demuestra que ha llegado a entender que solo el ser humano es el capaz de crear, al darse cuenta que él es capaz de edificar edificios y puentes, y por ende no hay ser supremo, detrás de la vida de cada quien y de sus éxitos o fracasos y por consiguiente a nadie, a quien pedirle cuentas.
Asimismo, me llama la atención que se obvie por completo el sexo o la reproducción, en ese matrimonio con fuertes convicciones religiosas, algo se podría haber tratado.
Pero yo quiero ir más allá de la velada masturbación con la bata de la chica compañera de clase, objeto de deseo y que a raíz de ese crecimiento sexual, los comportamientos nos cambian, hasta nuestra relación con la familia y nuestro entorno se hace evidente sin intención.
Sin ser bizarro, en otras lecturas, The Tree Of Life puede mostrar una velada relación homosexual entre dos de los hermanos, así se hace ver en algunas escenas.
Esa relación no la veo gratuita, considero que puede ser vista como parte del desarrollo sexual natural de la adolescencia, como falta de diálogo entre una familia de creencias religiosas, en la típica agresión del padre y la sumisión de la madre.
Considero que el joven muerto es ese hermano menor, que no logró comprender ese nivel de experimentación sexual tan leído en los textos antiguos relacionado a la sexualidad entre los hombres jóvenes.
Me gustó que haya sido velado, y no mostrado, nos ayuda a poner en práctica nuestra percepción de lo que vemos, sentimos y que debemos buscar ayuda o investigar cuando algo no es comprendido.
“What I want to do, I can't do.
I do what I hate”
Con todo esto, la reacción del público respecto a The Tree Of Life fue muy dispar, pues los amantes de la filmografía de Malick ensalzaron la película como una verdadera obra de arte, mientras muchos otros la criticaron duramente.
Malick encuentra todas sus ideas que han ido volcando, de a pocos, en cada una de sus películas, como si a través de cada una de ellas hubiese estado escribiendo el guión de The Tree Of Life, en la cual al fin ha dicho claramente lo que realmente ha estado queriendo decir en cada una de sus historias:
El ser humano ha venido al mundo para destruirlo y ese es su destino sin remedio.
¿Y cómo se van destruyendo los seres humanos a lo largo de sus vidas?
Con la violencia de padres a hijos, que a su vez nos lleva a la violencia para con los otros, el momento clave en el que un niño aprende a torturar a un animalito inocente, violentando así el universo, la armonía, el orden primigenio del mundo, la naturaleza, hasta llegar al mundo moderno de los rascacielos, a las guerras, a las muertes inexplicables, a la gran soledad, alejándonos de nuestra verdadera esencia, pero sobre todo, y lo más importante, es que a través de todo este proceso de destrucción el ser humano aprende a vivir sin amor.
Y he aquí la gran tragedia del universo.
The Tree Of Life trata de una obra personalísima, que busca una sintonía muy profunda en el espectador.
No es nada raro que muchos no la encuentren y, entonces, la sensación puede ser muy frustrante.
En cualquier caso, me pareció que The Tree Of Life dice mucho-demasiado, directamente al corazón, a quien quiere escuchar lo que tiene que decir, sin utilizar apenas palabras, lo cual es cine en estado puro.
The Tree Of Life es cine hecho para sacudirnos de nuestro letargo y comodidad, es cine hecho para recordar la religión que hemos perdido, es la metafísica del fin de los tiempos y la necesidad de dar y recibir amor para poder salvarnos.
Sí, The Tree Of Life es cine religioso pero sin religión, es el mensaje de un Dios desconocido que está en el origen del universo hace miles de años, que nos recuerda que hemos mancillado la creación, que nos hemos alejado del paraíso y por ello estamos condenados.
También The Tree Of Life posee un enaltecimiento del amor a los valores familiares y a la familia compuesta por padre, madre y hermanos.
Todo ello a través de una historia sin pies ni cabeza.
The Tree Of Life es una obra experimental, poesía en movimiento, pero para el público en general un aburrimiento, todo hay que decirlo.
“If you want to succeed, you can't be too good!”
The Tree Of Life es una película sobre metafísica, antropología, religión y teología, además de otras cosas de índole freudiana como el llamado “Complejo de Edipo”; pero sobre todo el nervio principal del filme viene a manifestar que ya sea que hablemos de Destino, de Ley de la Naturaleza, de Gracia o de Dios, estos términos indican que los hechos son parte de un proceso trascendente de enorme complejidad los cuales escapan o están fuera del control del hombre.
No cabe duda de que entre lo divino o metafísico y la física o la naturaleza hay grietas o desencajes de enorme consideración que entre otras consecuencias dan lugar al sufrimiento; sin embargo el Espíritu o la Gracia espiritual de Dios, a través de esos desencajes, fallas o realidades no paradisíacas, sopla y oxigena la Naturaleza y en especial lo humano dentro de ella.
Uno de los nombres que merecen dársele a ese soplo o aliento sobrenatural es:
Esperanza.
“El Señor da y quita.
Así es él.
Envía moscas a la herida que debiera sanar”
“Pensamos que no, pero la mala suerte también sigue al bien.
No podemos protegernos contra ella”
“Debemos encontrar eso que es mayor que la fortuna o el destino”
“El cuerpo del sabio o del justo, no está exento del dolor, ni de la intranquilidad ni de la deformidad o pérdida de belleza.
No hay escondite en el mundo donde no te hallen los problemas”
“Si quieres triunfar no puedes ser muy bueno”
The Tree Of Life nos sirve como reflexión de qué es lo que somos, a dónde queremos llegar, cuál es la forma de vivir, qué hay más allá de la vida, cómo se originó y cómo acabará nuestro universo, cómo somos un universo de células y a la vez una célula del universo; esto a través de imágenes del espacio, la creación de la vida en la tierra y dentro de ella la belleza y gracia de la naturaleza, y mostrando la gracia y la naturaleza del hombre en la historia de Jack.
Es que Terrence Malick ha conseguido aquí mostrar todo aquello que es hermoso en esta tierra, todo lo que late y lo que brilla, los colores, los aromas, los detalles y, con destreza, las sensaciones que todos ellos producen a su contacto.
The Tree Of Life trata de una experiencia completamente sensorial dosificada en escenas tremendamente identificables en nuestra historia personal, que nos hacen rebrotar la percepción de esos momentos, y parecen cuestionarnos en presente cuándo perdió uno la sensibilidad necesaria para registrar tanta exuberancia que nos rodea.
Con mano delicadísima e increíble sentido estético, Malick demuestra haber coleccionado un esplendoroso ramo de situaciones e impresiones, en secuencias de profunda y entera belleza.
Y no es éste sólo un despliegue de la belleza de lo agradable, también, y sobre todo, la belleza de la angustia, de la inmensidad, la del dolor.
Para hablar de la muerte de un ser humano, que es a un tiempo hijo y hermano, Malick viaja a los orígenes de la vida en la Tierra, en una secuencia que es en sí misma una obra maestra.
En la serie de televisión Cosmos, Carl Sagan dijo:
“Si quisieras hacer una tarta de manzana desde cero, primero tienes que inventar el universo”, y así es como Malick, para hablar de la pérdida de un individuo, retrata la primera chispa de vida y una parte de la evolución.
“Nature only wants to please itself.
Get others to please it too.
Likes to lord it over them.
To have its own way.
It finds reasons to be unhappy when all the world is shining around it.
And love is smiling through all things”
Así pues, más de la mitad del largometraje son imágenes despersonalizadas, o personalizados silencios.
La otra mitad es una lacónica pero rica visión de una familia.
El público es ahora muy caprichoso, de ahí la osadía de Malick.
Los espectadores no entienden y se enfadan, escupen a la obra, no están acostumbrados a escuchar, están habituados a oír lo que quieren en cualquier momento y permanentemente, como en un bufete de sensaciones muy valiosas que minusvaloran o desprecian por su actitud despótica con el arte, con el mundo.
La gente ha perdido esa ingenuidad, humildad de oyente ante la soberbia de una obra.
Tal vez The Tree Of Life sea revolucionaria, o no apta para este tiempo abanderado contra la censura.
La causa puede ser el dinero: algunas de las productoras se dedican a vender, hacen vulgar lo sublime, lo hacen pegajoso, superficial, no educan a su público, no lo enriquecen, lo embrutecen entreteniéndolo banalmente.
O quizá es el abuso del arte del siglo XXI, o la hipocresía de algunas personas que se hace llamar artistas.
Los comprensibles abucheos a The Tree Of Life que empezaron en el Grand Théâtre Lumière, o la sensación de estafa de los espectadores podrían ser bien parecidos a los que recibió Stravinski con "La Consagración de la Primavera" en 1913.
En fin…
The Tree Of Life es demasiado ENORME.
“La única manera de ser feliz es amar.
Si no amas, tu vida pasará de largo”, dice el personaje de Jessica Chastain, la madre silenciosa de quien solo se escucha el pensamiento, incapaz de hacerle frente a la dominación de su marido.
Parece que esas palabras no han sido dichas lo suficiente, pues el mundo continúa en declive.
“La diversidad de opiniones sobre una obra de arte muestra que esa obra es nueva, compleja y que está viva.
Cuando los críticos disienten, el artista está de acuerdo consigo mismo”
Oscar Wilde.
Prefacio del Retrato de Dorian Gray.
“Help each other.
Love everyone.
Every leaf.
Every ray of light.
Forgive”
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