House Of Usher

“The old house crumbles”

El cuento de terror, considerado en sentido estricto, es toda aquella composición literaria breve, generalmente de corte fantástico, cuyo principal objetivo parece ser provocar el escalofrío, la inquietud o el desasosiego en el lector, definición que no excluye en el autor otras pretensiones artísticas y literarias.
Con Edgar Allan Poe, el cuento de terror alcanzará sus más altas cimas hacia los años 30 del siglo XIX, periodo que vio nacer el cuento como género autónomo.
The Fall Of The House Of Usher es un cuento de terror del escritor estadounidense Edgar Allan Poe, considerado uno de los más importantes de su producción narrativa.
Fue publicado por primera vez en la revista Burton's Gentleman's Magazine, en 1839.
El cuento contiene una gran acumulación de elementos dispares, pero ordenada y sabiamente graduada:
Todo ello no sirve más que a la vertebración de una larga alegoría de la enfermedad y la muerte, como la fantástica recreación de efectos que se logra al combinar, alucinógena y metafóricamente, las figuras estilísticas con procesos físicos misteriosos:
La personificación, la sinergia (término que, en ciencias físicas, se refiere a un fenómeno cuya explicación más simple reside en el análisis de la dinámica de un sistema), la ósmosis, la sinestesia que es, en retórica, estilística y en neurología, la mezcla de varios sentidos.
Un sinestésico puede, por ejemplo, oír colores, ver sonidos, y percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto con una textura determinada.
No es que lo asocie o tenga la sensación de sentirlo: lo siente realmente.
La sinestesia es un efecto común de algunas drogas psicodélicas, como el LSD, la mescalina o algunos hongos tropicales.
El egotismo morboso también está presente en este cuento, la excesiva importancia concedida a sí mismos y a las propias experiencias vitales, vinculado a una enfermedad nerviosa de confusa etiología como ciencia que estudia las causas de las cosas, los rasgos necrofílicos, el sadismo macabro, las relaciones familiares anormales, de tipo incestuoso, la presencia estimulante del opio combinado estéticamente, según se ha indicado, con cuadros y libros vetustos e interpretaciones musicales desaforadas, etc.
“Madeline and I are like figures of fine glass.
The slightest touch and we may shatter.
Both of us suffer from a morbid acuteness of the senses.
Mine is the worst for having existed the longer, but both of us are afflicted with it.
Any sort of food more exotic then the most pallid mash is unendurable to my taste buds.
Any sort of garment other then the softest, is agony to my flesh.
My eyes are tormented by all but the faintest illumination.
Odors assail me constantly, and as I've said, sounds of any degree whatsoever inspire me with terror”
House Of Usher es un film clásico de terror inspirado en el relato homónimo del escritor Edgar Allan Poe y dirigido por Roger Corman en1960.
Protagonizada por Vincent Price, Mark Damon, Myrna Fahey y Harry Ellerbe.
Corman dirigió House Of Usher a partir del relato de Poe, que estaba libre de derechos y sería la primera película de Corman rodada en formato Cinemascope; y efectivamente, el éxito de público fue apoteósico, pero además el clamor crítico no fue escaso.
Richard Matheson, elaboró un guión rico y complejo, amén de introducir una historia amorosa.
El productor James H. Nicholson aprueba el texto de inmediato, pero el otro productor Samuel Z. Arkoff tiene sus reticencias:
“No hay monstruo”, dice, a lo cual Roger Corman, en un genial golpe de improvisación, respondió:
“La casa es el monstruo.
¿No lo ves?
¡Es la casa!”
Ello indujo a acentuar ese elemento, que se hallaba subyacente en el guión original, añadiendo unas pocas palabras en boca de Price:
“¡La casa vive!
¡La casa respira!”
Vincent Price en su hora más virtuosa compone a un Roderick Usher de antología, lejos de la sobreactuación que frecuentemente se lo acusó.
El bellísimo Mark Damon como joven galán está correcto, lo que es mucho decir para este tipo de papeles, y la presencia de Madeline (Myrna Fahey) muta increíblemente de la dulzura e indefensión al aspecto amenazador que cobra luego de su entierro.
Como curiosidad, los cuadros de la corrupta familia Usher fueron pintados por un artista de la Costa Oeste llamado Burt Schonberg.
La trama gira en torno a Roderick Usher (Vincent Price) y su hermana Madeline (Myrna Fahey) exasperan ese ritmo inicial, de destrucción, a partir de la imagen física que tenemos de ellos.
Padecen de una enfermedad de los sentidos: aversión a la luz, los sonidos, los olores, etc. que les impide dejar la casa.
El enlace secreto de todas las cosas con el ser y del ser con todas las cosas (relación casa-hermanos), deja al descubierto dos seres con una sensibilidad morbosamente afinada.
La capacidad de recibir el mensaje de lo oculto exige entonces, sin duda, un cierto grado de enfermedad, del sistema nervioso y de los órganos de los sentidos, que es principalmente eliminador y no productor, lo cual explicaría su conducta.
House Of Usher es una cinta muy bien arreglada desde lo estético gracias a que se desarrolla en ambientes lóbregos donde el clima opresivo envuelve y tensiona al espectador.
Es cautivante gracias a que los interiores de la vieja casona sugieren mal rollo, a la justa combinación de surrealismo-onirismo y perturbación mental, a la inestable atmósfera psicológica que subyace en los misteriosos personajes, al halo maligno que se cierne en las proximidades de la mansión, al secreto que se esconde sobre la maldición que pesa sobre la familiar Usher, al aire malsano y morboso que se oculta detrás de falsas apariencias, a la expresiva interpretación de Vincent Price y a los extraños fenómenos paranormales que avisan de la presencia de algo maligno y siniestro que merodea cada recoveco.
Por lo demás, el soberbio guión de Matheson no sólo es una fastuosa recreación del original literario, sino que lo alimenta con otros motivos literarios de Poe y magnifica el desarrollo de los personajes, como es esa hipersensibilización de Roderick Usher, a quien un soberbio Vincent Price otorga perfiles tortuosos.
Pero es también en el “retrato” de la casa donde la película ofrece una de sus mayores virtudes, confiriéndole contornos de un personaje más, tan importante como los otros, escasos, que engalanan la trama.
No sólo eso, el propio paraje que rodea la mansión representa una incursión del viajero en otro mundo, en otra realidad, con unos páramos yertos y neblinosos que hacen entroncar la atmósfera.
El gran punto fuerte de House Of Usher es, como ya he mencionado, la generación de las convincentes atmósferas y la continua sensación de opresión.
Conforme avanza la historia, el clima va siendo cada vez más enrarecido y amenazante, muestra de ello es la magnífica escena del sueño de Philip, rodeado de los fantasmas de Usher, hasta que todo cristaliza de manera atinada en la transformación psicológica de Madeline, presa del pánico y de la desesperación tras ser enterrada viva.
De ahí que el hundimiento de la casa Usher es una consecuencia directa de la degradación de los miembros de la misma familia Usher.
La parte que más me ha gustado de House Of Usher ha sido la de la pesadilla y el final…
“Durante todo un día de otoño, triste, oscuro, silencioso, cuando las nubes se cernían bajas y pesadas en el cielo, crucé solo, a caballo, una región singularmente lúgubre del país; y, al fin, al acercarse las sombras de la noche, me encontré a la vista de la melancólica Casa Usher.
No sé cómo fue, pero a la primera mirada que eché al edificio invadió mi espíritu un sentimiento de insoportable tristeza”

“See to the crypt, will you?”


Comentarios

  1. Gracia por esta reseña! No conocía esta obra y eso que me encanta este escritor.

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  2. Con todo gusto, para mi es un placer servirte.
    Edgar Allan Poe fue un escritor adelantado a su época y aún hoy día, sus temáticas resultan muy contemporáneas.
    Saludos y gracias por leerme!!!

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